50681 COLOMBIA 2006-2010: UNA VENTANA DE OPORTUNIDAD NOTAS DE POLÍTICAS PRESENTADAS POR EL BANCO MUNDIAL Colombia 2006-2010: Una ventana de oportunidad Copyright © 2007 Banco Internacional de Reconstrucción y Desarrollo / Banco Mundial 1818 H Street, N.W. Washington, D.C.20043, U.S.A. Internet: www.worldbank.org/co Todos los derechos reservados Primera impresión: abril, 2007. Los hallazgos, interpretaciones y conclusiones expresados en el presente libro son en su tota- lidad los de los autores y no deben atribuirse en ninguna forma al Banco Mundial, a sus orga- nizaciones afiliadas o a miembros de su Junta de Directores Ejecutivos o a los países que ellos representan. El Banco Mundial no garantiza la exactitud de los datos incluidos en esta publicación y no acepta responsabilidad alguna por cualquier consecuencia sobre su uso. Los límites, colores, denominaciones y otra información presentada en cualquiera de los mapas del presente volu- men no implican, por parte del Grupo del Banco Mundial, juicio alguno sobre la condición jurídica de ninguno de los territorios ni aprobación o aceptación de dichos límites. Derechos y autorizaciones El material de la presente publicación está protegido por los derechos de autor. El Banco Mun- dial estimula la difusión del presente trabajo y normalmente otorgará autorización para la reproducción de partes del libro. Para obtener autorización de reimprimir artículos individua- les o capítulos, por favor, enviar vía fax una solicitud con información completa a Gabriela Aguilar, Communications Officer - The World Bank Colombia and Mexico, al número (55) 5480-4222. Todas las demás averiguaciones sobre derechos y licencias deben dirigirse al Communications Officer, The World Bank Mexico, al número de fax indicado. Impreso y hecho en Bogotá, Colombia / 2007 Banco Mundial - Colombia Traducción al castellano: Ignacio Caviedes H. Diseño de cubierta: Alejandro Espinosa Coordinación editorial: María Teresa Barajas S. Edición y diagramación: Mayol Ediciones S.A. www.mayolediciones.com Reconocimientos Este documento es producto de un proceso de colaboración entre distintos departamentos de la Vicepresidencia de la región de América Latina y el Caribe, del Banco Mundial. Un equipo conformado por Mario Sanginés, Laura Kullenberg, David Rosenblatt, así como, al inicio del proyecto, David Gould; bajo la guía general de Isabel Guerrero y Miguel López-Bakovic, realizó la coordinación y la edición general, lo mismo que la preparación de la nota de visión general. El equipo desea agradecer la gran contribución de los siguientes líderes del sector de la Unidad de Administración de Países ­Colombia y México­, en la coordinación de las notas: Ethel Sennhauser (ESSD), Anna Wellenstein (FPSI) y Mark Hagerstrom (HD). En la preparación del documento final se recibió apoyo muy valioso de Gabriela Aguilar y Fátima Galarraga. Por último, el crédito por este esfuerzo de equipo es de los autores de cada una de las notas de políticas, cuyos nom- bres se indican en forma individual en cada una. Contenido Reconocimientos ........................................................................................................................... v Prefacio ........................................................................................................................................ ix Visión general ............................................................................................................................... 1 Primera parte: Desafíos y restricciones al proceso de reformas 1. Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales para mejorar el crecimiento equitativo ................................................................................... 29 2. Hacia la sostenibilidad del sistema primario de monitoreo y evaluación de Colombia ......................................................................................................... 51 Segunda parte: Invertir en la gente 3. Preparar a los jóvenes de Colombia para un mundo competitivo ................................... 67 4. Reducir las desigualdades y mejorar las condiciones de la salud ..................................... 81 5. Degradación ambiental y salud infantil .................................................................................. 89 6. La conservación de los activos ambientales globales ........................................................ 105 7. El desafío urbano de Colombia: mejorar los servicios de vivienda e infraestructura para los pobres urbanos ........................................................................................................... 121 8. Afrocolombianos y pueblos indígenas: temas, progreso y desafíos pendientes .......... 149 Tercera parte: Establecer los fundamentos de la competitividad 9. Fortalecer los fundamentos de la competitividad .............................................................. 175 10. Aumentar la competitividad a través de la ciencia, la tecnología y la innovación ...... 193 11. El sector financiero ................................................................................................................... 205 12. La competitividad rural y la reducción de la pobreza: contribución a la elaboración de la agenda interna para la agricultura y la economía rural en Colombia .................. 215 13. La agenda de infraestructura para la competitividad: la secuencia es importante ...... 237 14. Asegurar el progreso social y económico por medio de la sostenibilidad fiscal ........... 253 Cuarta parte: Reducir vulnerabilidades 15. Reducción de vulnerabilidades a desastres para el desarrollo sostenido ....................... 265 16. Gestión de riesgos en Colombia: situar a la gente en el centro del progreso reciente, y enfrentar los desafíos emergentes ..................................................................... 283 Prefacio Prefacio El contexto: Cuatro años de logros Las Notas técnicas que constituyen el presente volumen se prepararon entre noviembre de 2005 y mayo de 2006, y son parte del deseo del Banco Mundial de contribuir con ideas a los gobiernos entrantes en todo el mundo, con la esperanza de enriquecer la profundidad, ampli- tud y calidad de las políticas públicas. Con mucha frecuencia, quien recibe esta contribución está por abordar la tarea monumental de establecer políticas prioritarias, reordenar su adminis- tración pública y aprender a dirigir un gobierno nacional. Con menor frecuencia un gobierno reelecto recibe estas notas, con años de experiencia acumu- lada y una agenda de desarrollo en curso. En tales circunstancias, es necesario que las notas agreguen valor a la agenda de políticas en curso del gobierno y ayuden a continuar la adminis- tración a partir de las realizaciones de su primera administración. La reelección del presidente Uribe para un segundo período de cuatro años constituye el tras- fondo de estas Notas. Los instrumentos para la planeación estratégica a largo plazo, lanzados en la primera administración, tales como Visión 2019, se desarrollarán aún más, haciendo esen- cial que las Notas sean insumos útiles para el enriquecimiento de las discusiones sobre las polí- ticas en curso. Para comprender los temas de ayuda sobre los cuales se han diseñado las Notas, es indispensa- ble contar con una visión general de las realizaciones de los últimos cuatro años, las cuales son numerosas e impresionantes. En las siguientes secciones se destacan estas realizaciones según están descritas en el Informe del Presidente al Congreso del año 2006, el cual a su vez sigue la estructura del Plan Nacional de Desarrollo.1 Ese plan, que sirvió de marco de referencia de las políticas públicas durante los últimos cua- tro años, se estructuró alrededor de cuatro pilares: seguridad democrática, desarrollo eco- nómico y empleo sostenibles, reactivación social, y renovación de la administración del sector público. 1 El Informe, presentado al Congreso el 20 de julio de 2006 por el Presidente, puede verse en http://www.dnp.gov.co/ paginas_detalle.aspx?idp=235 ix Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad Seguridad democrática. Se ha reconocido ampliamente que la propuesta del entonces candidato Álvaro Uribe para combatir de frente la violencia contribuyó a su alto nivel de apoyo popular en las elecciones de 2002. En los últimos cuatro años, su estrategia para expandir las Fuerzas Arma- das profesionales y buscar la presencia del Estado en todo el territorio colombiano ha produci- do impresionantes resultados, en términos de menores índices de violencia virtualmente generalizados. En forma notoria, sólo se necesitaron 22 meses para que la administración Uribe asegurara la presencia estatal en los 1.098 municipios del país, objetivo alcanzado en febrero de 2004, con el establecimiento de una guarnición de policía en Murindó, Antioquia. Algunos de los resultados más impresionantes informados para el período de cuatro años inclu- yen las reducciones en el índice de homicidios en un 40,3%, en hogares desplazados por la fuerza en un 59,8%, en secuestros en un 80% y en ataques terroristas a poblaciones e infraes- tructura en un 62,9%. Desarrollo económico y empleo sostenibles. El crecimiento económico anual promedio de 2003 a 2005 fue de 4,6%, que incluye un incremento de 5,2% en 2005, el más alto en una década. Esta tendencia continuó durante el primer semestre de 2006, cuando se observó una tasa de creci- miento anualizada de 5,74%.2 En términos del sector externo, el informe señala un déficit en cuenta corriente de 1,7% del PIB entre 2004 y 2005, en contraste con un 4,7% entre 1994 y 1995. Las exportaciones alcanzaron un nivel récord de US$21.200 millones en 2005, en contraste con US$12.000 millones exportados en 2002. El nivel de exportaciones registrado para el primer trimestre de 2006 es 98,4% mayor que para el mismo período de 2002. Con relación a las cuentas fiscales, como se discutirá con mayor detalle en el presente informe, el 2005 terminó con un déficit del sector público consolidado de cero, algo no logrado desde 1994 y una notoria mejora sobre el déficit del 3,6% registrado para 2002. El déficit del gobierno central, sin embargo, no se redujo en forma sustancial, aunque esto se explica parcialmente por el hecho de que en 2004 el gobierno asumió la deuda del sistema de pensiones. El nivel sustancial de crecimiento económico ha causado un impacto positivo en el nivel de empleo. El Informe al Congreso indica que se han creado 1,9 millones de nuevos puestos y el nivel de desempleo ha disminuido de 15,1% en mayo de 2002 a 11,5% en mayo de 2006. Tam- bién se ha observado un aumento de la calidad de empleo; el nivel de informalidad en el em- pleo ha disminuido de 62,3% a 59,8%. Reactivación social. En este campo, el Presidente informa un progreso sustancial en la lucha con- tra la pobreza y la desigualdad mediante la aplicación de siete "herramientas" que conforman un plan de reactivación social integral. Los logros incluyen un aumento de 14,2% en el ingreso familiar per cápita de 2002 a 2005, que fue una fuerza impulsora detrás de la reducción de la pobreza del 57% al 49,2% y en la pobreza extrema de 20,7% a 14,7%. 2 DANE, informe de prensa del 20 de septiembre de 2006. x Prefacio Con respecto a los logros oficiales en educación pública, la cobertura de preescolar, primaria y secundaria aumentó en más de 1,4 millones de cupos, equivalentes a un aumento de 18,3% sobre el año 2002. También se crearon más de 300.000 cupos nuevos de educación superior. La importante expansión de la cobertura se logró también con la red de protección social. Entre agosto de 2002 y junio de 2003, se incorporaron 7,8 millones de nuevos beneficiarios al sistema de subsidio en salud, equivalentes a un aumento de 72,9%. La continuación y la expansión del programa de Familias en acción es también un logro significativo. Este programa, originalmente diseñado para finalizar en 2005, está aún en curso y ha ampliado su cobertura de 320.000 fami- lias en 2002 a 564.000 en 2006. Sector público y gobernabilidad. En este campo, el Informe al Congreso resalta lo que se ha refleja- do en estudios realizados por el Instituto del Banco Mundial y otras entidades. En términos de estudios sobre gobernabilidad del Instituto, Colombia ha mostrado una mejora consistente y marcada desde 2002 en diversas áreas, tales como control de corrupción, efectividad de gobier- no, participación y responsabilidad, imperio de la ley, y estabilidad institucional. Adicionalmente, el Informe resalta que en el informe de competitividad anual de 2006, Colombia ha ascendido siete puestos desde el año anterior. *** Este es el trasfondo para estas notas; el principio del segundo período de un gobierno con alto apoyo popular y logros importantes a su favor. Sin embargo, como ha reconocido el presidente Uribe, queda aún mucho por hacer. Esperamos que estas Notas sean un insumo útil, aunque pequeño, para su segunda administración, con el fin de expandir aún más esos logros. xi Visión general Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad Visión general Este documento le presenta a la reciente administración colombiana reelecta, una serie de notas de política pública cuyo objetivo es enriquecer el debate en torno a temas importantes que afectan el desarrollo del país. Estas notas fueron elaboradas principalmente con base en inves- tigaciones realizadas con anterioridad y representan el punto de vista independiente del Banco Mundial acerca de temas que están en debate, o que a nuestro criterio, merecen una mayor atención. Este esfuerzo se emprendió en un momento en el que el país se encuentra debatiendo muchos de los asuntos aquí incluidos. En agosto de 2005, el Departamento Nacional de Planeación (DNP) publicó el libro Visión Colombia II Centenario: 2019, un esfuerzo notable para articular una amplia serie de temas y puntos de vista para construir una visión del país al iniciar su tercer centenario como República. En especial, los esfuerzos para consultar a grupos amplios de la sociedad y alcanzar consensos son destacables. Otras iniciativas están en curso para discutir políticas relativas al futuro del país, incluyendo la Misión de pobreza y el trabajo analítico que acompaña a la Agenda interna. También se está dando un debate interesante dentro de sectores no gubernamentales como las universidades o centros de estudios. Estas notas se han concebido como una contribución analítica para estos y otros procesos en curso. Aunque su alcance es más limitado, estas notas se basan en recomendaciones hechas por el Banco en el año 2002 y publicadas en el libro Colombia: fundamentos económicos de la paz. El libro fue bien recibido y ayudó a impulsar el diálogo técnico en diversos frentes. Sin embargo, el objetivo de estas notas es distinto: es reflexionar sobre el progreso alcanzado y mirar hacia los temas pendientes de la agenda, enfocándose en un grupo específico de temas. ¿Por qué una ventana de oportunidad? Este volumen se denomina Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad porque los siguientes cuatro años se perfilan como una oportunidad poco fre- cuente para avanzar en una agenda de política pública que tenga efectos positivos y duraderos en el desarrollo del país, en particular para los grupos menos favorecidos. En las elecciones presidenciales, una mayoría indiscutible de los votantes (62%) apoyó a Álvaro Uribe Vélez y, a través de los comicios legislativos, se consolidó su mandato a través de una mayoría en el Congreso. Aún queda mucho por hacer para alcanzar las metas establecidas en el 1 Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad Manifiesto democrático de 2002, pero el respaldo que ha recibido esta administración demuestra que amplios sectores de la sociedad apoyan la estrategia en curso. Las condiciones de economía política para hacer reformas durante los próximos cuatro años lucen prometedoras. Aunque se espera que el debate legislativo se mantenga vivaz ­como de- bería suceder en toda democracia­, ciertos avances recientes hacen prever que esta discusión será más constructiva y programática que en el pasado. La promulgación de reformas para promover la gobernabilidad en el Congreso, incluyendo nuevos umbrales para obtener representación y una mayor disciplina partidaria, abre una opor- tunidad para un proceso de elaboración de políticas públicas más ordenado y que presagia resultados de mayor calidad para el beneficio de la población. El panorama fiscal ha mejorado notablemente en los últimos años, al punto que en el año 2005 el déficit del sector público fue de cero. Sin embargo, aún quedan retos pendientes para asegu- rar la sostenibilidad fiscal, en particular ciertas reformas estructurales a nivel del Gobierno cen- tral. Adicionalmente, parte de los resultados fiscales positivos se han alcanzado gracias a los altos precios de los productos de exportación y a ahorros sustanciales hechos por los gobiernos loca- les, condiciones que probablemente no se mantengan en el largo plazo. Dadas las actuales con- diciones y suponiendo que las medidas necesarias se emprendan en breve, la administración entrante podrá operar en un ambiente fiscal saludable que abrirá espacio para profundizar las políticas públicas. Esta Ventana de oportunidad provee un marco muy favorable para impulsar intervenciones agre- sivas para aliviar la pobreza y la desigualdad. Aun siendo un país con una larga historia de crecimiento económico e instituciones democráticas estables, la pobreza sigue siendo un pro- blema crítico en Colombia. Los períodos de crecimiento económico de los 80 y principios de los 90 sacaron a muchos de la pobreza, pero la crisis macroeconómica registrada a finales de los 90 eliminó más de una década de progreso. A comienzos del nuevo siglo, mientras el país empezaba a recuperarse de la severa recesión de las décadas pasadas, cerca de 58% de la población vivía por debajo de la línea de pobreza, y 25% vivía en condiciones de extrema pobreza.3 Con el regreso del crecimiento económico estable en los últimos años, las cifras nacionales de pobreza han comenzado a mejorar otra vez. De acuerdo con los primeros resultados de la Mi- sión de pobreza, la tasa nacional de pobreza ha caído a menos del 50% de la población, lo que significa que aproximadamente 3,2 millones de personas han salido de la pobreza durante la primera mitad de la década actual. Las tasas de pobreza extrema han bajado a 15%; sin embar- go, eso representa cerca de seis millones de personas. El porcentaje de población que vive con menos de un dólar estadounidense al día muestra una tendencia a la baja, esto permitirá alcanzar los Objetivos de Desarrollo del Milenio en lo refe- 3 Cifras preliminares del sitio web de la Misión de pobreza: "Metodología de medición y magnitud de la pobreza en Colombia". Los datos corresponden a 1999. 2 Visión general rente a pobreza de ingreso. De hecho, el reporte de avances de la Estrategia de Asistencia al País muestra que Colombia está por delante del promedio mundial en cinco de siete metas del milenio y está por lograr las metas nacionales en todas las categorías, con excepción de dos. La reducción en las cifras de pobreza se debe, en parte, al crecimiento económico favorable de aproximadamente cuatro por ciento anual. El crecimiento se ha traducido en menor desem- pleo, que fue de 11,8% en 2004, la más baja en ocho años. Esta tendencia es impulsada por las buenas políticas económicas de Colombia y los logros de la política de seguridad democrática. Importantes programas sociales como Familias en acción y Paz y desarrollo, que hacen transferen- cias de efectivo condicionadas, benefician a poblaciones afectadas por la violencia y también han ayudado a reducir la pobreza. Sin embargo, las cifras nacionales esconden grandes diferencias entre grupos étnicos, de géne- ro y regionales. Las comunidades afrocolombianas, los pueblos indígenas y las familias encabe- zadas por mujeres, se encuentran en los mayores niveles de pobreza. Las disparidades regionales provocan que zonas, como la región del Pacífico, se encuentren muy rezagadas en comparación con áreas metropolitanas como Bogotá, las cuales se beneficiaran mucho por el crecimiento económico reciente. Todos estos factores contribuyen a la inequidad en el ingreso colombiano; el 20% de la pobla- ción más pobre recibe apenas el 3% del ingreso nacional, una de las distribuciones de ingreso más inequitativas del mundo. Sin embargo, debe resaltarse que Colombia es el único país de nivel de ingreso medio en la región latinoamericana y el Caribe que cuenta con una estrategia de reducción de la pobreza. La administración entrante puede capitalizar las favorables condiciones fiscales, externas y po- líticas para avanzar más en la reducción de la pobreza y la desigualdad, al mismo tiempo pro- fundizar la participación ciudadana, fomentar la independencia de los poderes públicos y fortalecer las instituciones democráticas. El nuevo Gobierno se encuentra ante una situación que ofrece condiciones para impulsar una agenda progresiva de políticas públicas y robustecer las bases de una democracia más fuerte para beneficio de las generaciones futuras. Visión general y temas principales. Las notas se han agrupado alrededor de cuatro temas básicos: Desafíos al proceso de reformas; Invertir en la gente; Establecer los fundamentos de la competitividad y Reducir las vulnerabilidades. Para llegar a esos cuatro temas se tomaron en cuenta los objetivos expresados en el libro Visión Colombia II Centenario: 2019, además del actual estado de desarrollo del país y de las experiencias recientes ­tanto aciertos como fallos­ de avance en la agenda de reformas. Un tema importante en esta retrospectiva es que los responsables de las políticas colombianas ­al igual que sus contrapartes en otros países­ enfrentan numerosas restricciones, ya sean de orden político, institucional o histórico, para alcanzar sus metas. Pese a que el ambiente político para las reformas ha mejorado, el caso colombiano es complejo debido a la conjunción de un complejo sistema de instituciones democráticas, un conflicto armado que ha durado décadas y una agenda de reformas fiscales incompleta, entre otros factores. Aunque estos retos ya han sido objeto de debate, son un punto de partida necesario para enmarcar las recomendaciones de política contenidas en este volumen. 3 Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad Hay dos temas estratégicos que deben ser considerados paralelamente: Invertir en la gente y Establecer los fundamentos de la competitividad. Colombia ha registrado un progreso sustancial al alcanzar un crecimiento económico superior al 5% en 2005 y reducir la pobreza, además de haber mejorado los indicadores sociales en años recientes. Pese a esto, estas Notas de Política enfatizan la necesidad de invertir en la gente y la competitividad por dos razones principales: primero, porque el gobierno y la sociedad han expresado su deseo de acelerar el crecimiento y la reducción de la pobreza, y esto puede lograrse mediante mejoras en el manejo medioambiental, la educación, la salud, el entorno de negocios e infraestructura básica y elaborando políticas que brinden oportunidades a grupos particularmente vulnerables. Una segunda razón es que en un mundo cada vez más competitivo, Colombia debe avanzar en estos frentes para, al menos, mantener su lugar actual en la economía global. Reportes recientes del Banco Mundial4 han destacado la complementariedad entre políticas que promueven la equidad y/o reducen la pobreza directamente, y aquellas que promueven el crecimiento. Una combinación adecuada de políticas en estos dos frentes pueden crear "círcu- los virtuosos" de crecimiento y reducción de la pobreza. Un buen ejemplo de complementariedad es el esfuerzo por crear trabajos de calidad para los pobres. Reformas regulatorias pueden desatar el potencial del sector privado para crear empleos; sin embargo, los pobres necesitan acceso a educación de calidad para obtener los conocimientos que se requieren para obtener y mantener esos trabajos. El cuarto y último tema que emerge de esta retrospectiva es: Reducción de vulnerabilidades. Los logros de años recientes, tanto a nivel macroeconómico como individual, nunca están protegi- dos del todo. Los choques macroeconómicos pueden ocasionar retrocesos de décadas en las tasas de pobreza, e individuos que enfrentan problemas de salud o de otro tipo pueden pasar a situaciones de pobreza o extrema pobreza. Como lo señalan las Notas de política de 2002, el gobierno colombiano emergió de la crisis econó- mica y fiscal de 1999 con una carga de deuda pública relativamente onerosa. Esta deuda se ha reducido y reestructurado sustancialmente, atenuando la vulnerabilidad del país a los choques externos. El gobierno también ha fortalecido su red de protección social para asistir a indivi- duos en riesgo. En ambos casos, sin embargo, queda mucho por hacer. Colombia también en- frenta riesgos importantes derivados de desastres naturales; en el pasado, terremotos, volcanes e inundaciones han conllevado altísimos costos económicos y sociales. Las Notas de Política están agrupadas en cuatro capítulos que describen los temas estratégicos señalados arriba. Las siguientes secciones resumen los mensajes claves contenidos en cada ca- pítulo. 1. Desafíos al proceso de reformas Colombia ha tenido un sólido desempeño en la tarea de implementar reformas. Pese a que aún quedan retos por delante, la edición 2005 de Doing Business (Haciendo negocios) situó al país en el segundo lugar mundial en términos de llevar a cabo reformas que favorecen el entorno de 4 Informe sobre el desarrollo mundial 2005: Equidad y desarrollo, y Guillermo Perry y otros, Reducción de la pobreza y crecimiento: círculos viciosos y círculos virtuosos, y Nicholas Stern, Una estrategia para el desarrollo. 4 Visión general negocios. Adicionalmente, muchas de las 20 o más reformas constitucionales promulgadas en los últimos 15 años han tenido impacto profundo en áreas importantes de la política pública. Sin embargo, existen retos importantes que restringen las reformas de fondo a las políticas públi- cas, entre los cuales están los factores institucionales, las inflexibilidades fiscales y los efectos del conflicto armado. Temas de gobernabilidad e institucionales. Los gobernantes colombianos se desenvuelven en un ambiente sumamente complejo. A la par de ser un enorme avance en términos de garantías individuales y participación democrática, la Constitución de 1991 también estableció parámetros detallados en áreas que necesitarían ser ajustadas más adelante, como las pensiones y las trans- ferencias a las entidades territoriales. Este grado de detalle eleva los costos de la transacción para aprobar reformas en varias áreas. Los pesos y contrapesos también fueron fortalecidos y nuevos actores comienzan a participar de forma importante en el entorno institucional. A pesar de que la administración pública colombiana es reconocida como una de las más sólidas de la región, aún tiene ciertas deficiencias que necesitan de atención. Por ejemplo, hay ineficiencias y vacíos considerables en la generación y en el uso de la información. Tanto la producción como el uso de datos necesitan ser optimizados para asegurar que las decisiones se tomen con buena información y para que los costos de transacción sean reducidos. Importantes elementos de la administración pública, como los sistemas de contratación pública y presupuesto, han atravesado procesos de reforma que no han sido plenamente exitosos. Los esfuerzos sostenidos para modernizar esas áreas y hacerlas más transparentes y eficientes serán altamente rentables en el mediano plazo. Las instituciones del sector público han experimentado cambios significativos durante los últi- mos cuatro años a través del Programa de Renovación de la Administración Pública (PRAP), cuyos objetivos incluyen: reducir los costos de operación de la administración pública, un importante elemento para la sustentabilidad fiscal. Otras metas del programa son la modernización del sector público en áreas tales como sistemas de información, administración de activos, adquisi- ciones y otras. Si las reformas estructurales pendientes se concretan, las tendencias fiscales sugieren que la reducción de la administración pública para generar ahorros ya no necesita ocupar un papel preponderante en la agenda de modernización del sector público. Funciones básicas del gobier- no, como las adquisiciones, el monitoreo, la evaluación y otras, podrían dotarse de un marco institucional sólido y permanente, incluyendo el personal calificado que sea necesario. Específicamente en términos de monitoreo y evaluación de políticas públicas, Colombia ha re- gistrado avances significativos durante la década pasada. El Departamento Nacional de Planeación (DNP) se ha convertido en una entidad clave en lo que se refiere a aportar informa- ción a la presidencia, la cual, a su vez, informa al Congreso y a la sociedad de los avances alcan- zados en el Plan Nacional de Desarrollo. El sistema nacional de monitoreo y evaluación, llamado Sinergia, ha jugado un papel importan- te en este esfuerzo, pero su sostenibilidad no está aún asegurada. Esta es un área en la que se necesitan mejorías, tanto en los flujos de información, como en su fortalecimiento institucional; 5 Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad la disponibilidad de información confiable es esencial, al igual que la existencia de una estructu- ra institucional robusta y sustentable. El establecimiento de procesos claros de vinculación de la información del desempeño con las decisiones presupuestales sería un importante paso hacia adelante. El sistema actual, si bien es moderno, no repercute explícitamente en el presupuesto nacional. Estos procesos de vincula- ción pueden llevar eventualmente a un marco de "presupuesto por resultados"; sin embargo, la difusión y uso de la información confiable continúa siendo una herramienta valiosa para mejo- rar el desempeño del sector público mientras se desarrolla esta técnica. Inflexibilidades fiscales. Es igualmente importante para aliviar las restricciones a las reformas, la promulgación de medidas que den más espacio de maniobra fiscal para la implementación de las políticas públicas. A pesar de que se han hecho numerosas reformas en materia de ingre- sos e inversión durante los últimos años, el marco fiscal colombiano puede beneficiarse de reformas que incrementen la flexibilidad gubernamental en el diseño de políticas de gasto e impuestos. La actual estructura de impuestos requiere mejoras sustanciales si lo que se desea es incremen- tar su productividad dentro de los niveles esperados para un país con el nivel de ingresos de Colombia. Las exenciones regionales y sectoriales en impuestos como el de valor agregado (IVA) y sobre el ingreso, generan distorsiones y reducen la recaudación fiscal; la simplificación de la estructura de tasas impositivas y limitar las exenciones sólo a la canasta básica serían avances positivos. Las altas tasas impositivas marginales del impuesto a la renta corporativa son una restricción importante para las inversiones. La reestructuración del sistema de impuestos po- dría impulsar un potencial empresarial que mejorara la competitividad y el crecimiento. Con el fin de abrir espacio fiscal para el desarrollo de programas que mejoren el crecimiento con equidad, la política de gasto público requiere ser ajustada. Por ejemplo, la inversión en infraes- tructura pública necesita recuperarse de los recortes de emergencia de la década pasada; el transporte es un área prioritaria. La inversión en transporte será de suma importancia de cara al Tratado de Libre Comercio y será necesario realizar inversión pública en el sector. La flexibilidad presupuestaria deberá generar mejores alternativas que los de recortar las inversiones, para acumular superávits primarios. Para hacer estas inversiones será necesario controlar el gasto corriente en aspectos como transfe- rencias al sistema de pensiones y a los gobiernos locales. Si el régimen de transferencias a las entidades territoriales no se reforma hasta el 2009, éstas generarán presiones considerables so- bre las finanzas del gobierno central. Los pasivos pensionales se redujeron sustancialmente a través de la reforma constitucional de 2005, aún enfrentando fuerte resistencia política. A me- diano plazo se podrían considerar reformas paramétricas que reduzcan aún más los pasivos. Por último, los ingresos de destinación específica podrían ser reducidos para generar mayor flexibilidad fiscal, tal como se previó en los esfuerzos iniciales para modificar el Estatuto Orgá- nico del Presupuesto. Un decreto emitido a finales del año pasado representó un avance hacia la racionalización del proceso presupuestario y otros pasos intermedios podrían ser tomados en el futuro. Aproximaciones alternativas sistémicas podrían combinar impuestos y gastos públicos de va- rios modos para alcanzar la productividad fiscal, la eficacia económica, la reducción de la pobre- 6 Visión general za, y alcanzar el objetivo de simplificación. Un posible modelo sería combinar un impuesto al ingreso de aplicación amplia y moderadamente progresivo con una tasa fija y de amplia aplica- ción del IVA, junto con un gasto público fuertemente progresivo, incluyendo, si se administra efectivamente, un cupón de IVA o un sistema de reembolsos basado en el Sistema de Selección de Beneficiarios (Sisben). Este enfoque mejoraría la progresividad porque el estrato más rico de la población pagaría el IVA en todos los bienes y servicios, mientras que los pobres son compen- sados efectivamente. En lo que respecto al gasto público, la asignación de recursos puede ser optimizada creando mejores nexos entre el monitoreo y la evaluación y las decisiones presupuestarias. Reducir los gastos etiquetados sería importante para convertir en realidad el objetivo de los presupuestos orientados a resultados. El conflicto armado. Un reto importante para las reformas. Ninguna discusión en torno a los obstácu- los al desarrollo en Colombia puede estar completa sin hacer referencia al conflicto armado. El enfrentamiento armado que ya cumplió 40 años amenaza la infraestructura vital, reprime el crecimiento económico, desplaza poblaciones, erosiona el tejido social y genera costos fiscales. La violencia también compromete la posibilidad de lograr resultados óptimos de política para encarar las necesidades de desarrollo fundamentales para el país. Como resultado de la aplicación de la política de seguridad democrática, se han observado reducciones significativas en los índices de violencia y se cuenta con presencia del Estado en los 1.098 municipios del país, así como la desmovilización de cerca de 37 mil ex combatientes de grupos paramilitares. Sin embargo, hay variaciones regionales en estos resultados que se refle- jan en el incremento de homicidios y otros indicadores de violencia en zonas donde los grupos armados ilegales siguen teniendo influencia o control, especialmente, en algunos departamen- tos del norte y sur de Colombia. Aunque la concentración de la violencia tiene mucho que ver con las decisiones estratégicas de los grupos armados ilegales, es necesario continuar con el progreso en la consolidación del control y la presencia del Estado en los territorios recuperados, además de continuar recupe- rando las zonas que siguen bajo la influencia de las organizaciones armadas. Esto se lograría en parte creando o mejorando las condiciones que permitan reducir la pobreza e inequidad y el establecimiento del imperio de la ley en todo el territorio del país. El control y la presencia del Estado no sólo son esenciales para preservar la paz en las áreas donde los grupos armados ilegales han sido expulsados. También es necesario asegurar que los combatientes ilegales que han entregado las armas reciban el apoyo necesario para reinsertarse en la sociedad, que las víctimas del conflicto reciban compensación adecuada y que las comuni- dades en las que haya reinserción estén preparadas y apoyadas. En la medida en que estos individuos y las comunidades no estén totalmente protegidas contra represalias y enfrenten dificultades para hallar una vía alterna y legítima de ingresos, mantener la paz en el territorio será muy difícil. Para lograr este fin se necesita fortalecer la estrategia de reconciliación y desarrollo con los si- guientes elementos: i) un esfuerzo a nivel nacional para continuar creando incentivos para la desmovilización de los grupos armados ilegales; ii) mayor atención a la población desplazada, que son las víctimas más numerosas y visibles del conflicto, iii) asimilando criterios de reduc- 7 Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad ción de la inequidad en la formulación de políticas de sectores clave, y iv) construyendo planes comunitarios de fomento al desarrollo económico local y regional y de creación de capital so- cial, incluyendo a las poblaciones vulnerables y grupos desmovilizados, quienes contribuirán a prevenir el regreso al conflicto armado. 2. Invertir en la gente El Informe de Desarrollo Humano de 2005 sitúa a Colombia en la parte superior del grupo de países con desarrollo humano medio, detrás de Brasil, pero adelante de Venezuela, Perú y Ecua- dor. El progreso en desarrollo humano ha sido constante, pero no destacado, con el índice gene- ral creciendo de 727 en 1990 a 785 en 2003. La Ventana de oportunidad ofrece la posibilidad de revitalizar el progreso en desarrollo humano y preparar mejor al país para enfrentar los retos del siglo XXI. Las autoridades colombianas siempre han mostrado una visión amplia y bien articulada sobre la inversión en capital humano. Este grupo de Notas trata de reflejar una visión igualmente amplia, analizando asuntos centrales como educación, salud y seguridad social, así como temas más amplios como la protección de la niñez contra amenazas ambientales, la búsqueda de una agenda de protección del medio ambiente con visión global, la búsqueda de mejoras en los servicios de infraestructura para los pobres en zonas urbanas y las políticas focalizadas hacia grupos vulnerables, como las poblaciones afro-colombianas. La pobreza rural es una fuente particular de preocupación dado que la tasa de pobreza extrema es de aproximadamente 30% en ese sector, el doble de la registrada en áreas urbanas. La pobre- za rural representa retos particulares debido al difícil acceso a los servicios públicos y a la influ- yente presencia del conflicto armado en esas zonas. Muchos grupos étnicos viven en áreas rurales de la costa, lo que da otra dimensión al diseño de políticas para alcanzar un desarrollo equitativo e incluyente. Educación. La pobreza puede relacionarse con la acumulación de capital humano en términos tanto de causa como de efecto. El hecho de que mayores logros educativos en la infancia llevan a mejores ingresos en etapas posteriores de la vida, es uno de los hallazgos mejor documenta- dos en la microeconomía empírica.5 Queda por saber qué medidas pueden tomarse para dotar mejor a los jóvenes colombianos ante el entorno de un mundo competitivo. El gasto en educación en Colombia es alto, según los estándares internacionales, pero aún debe generar mejores resultados. La mejoría ha sido lenta durante la década pasada, debido a los rezagos provocados por el estancamiento económico de fines de los 90, pero puede acelerarse gracias a reformas recientes. Buena parte del marco necesario para acelerar las mejoras en educación ya ha sido establecido y algunos avances están siendo observados. Las metas establecidas en el documento Visión Colombia II Centenario: 2019, son sumamente accesibles; más aún, es posible agregar algunos objetivos adicionales, como se discutirá más adelante. 5 Ver G. Perry y otros, Reducción de la pobreza y crecimiento: círculos virtuosos y círculos viciosos. Banco Mundial, 2005, capítulo 9. 8 Visión general Quizá la meta más difícil de alcanzar en educación es una mejora importante en la calidad; lograrlo significa un gran compromiso y reto para Colombia. Ya que la calidad debe estar entre las prioridades de la agenda y las mejoras en la gobernabilidad, así como las iniciativas del lado de la demanda que aceleren ese proceso y mejoren la focalización de los esfuerzos, llevarían a mejores resultados en el área educativa. En términos del desarrollo en la infancia, una iniciativa por el lado de la demanda como el programa Familias en Acción, puede acelerar sustancialmente la incorporación de más niños a la escuela y asegurar la focalización hacia los más pobres, además de aumentar la actual cobertura en el grado de transición. Esta opción sería fiscalmente costosa; sin embargo, el descenso de la reprobación y la deserción generarían ahorros en el futuro que deberán incluirse en la ecuación fiscal a mediano plazo. Las tasas de matriculación preescolar en general siguen siendo bajas en comparación con los niveles internacionales. De acuerdo con los Indicadores de Desarrollo Mundial, la incorpora- ción a preescolar en Colombia se mantuvo en 33% en 2004, porcentaje mucho más bajo que el de la OCDE y varios países de América Latina. El aumento de las inscripciones de menores de cinco años en edad preescolar ­especialmente de los estratos más pobres­, contribuiría a obte- ner mejores resultados en el desarrollo escolar y en el futuro desempeño laboral, debido al impacto positivo que tiene el desarrollo en la edad temprana. En relación a la educación primaria y secundaria se han logrado avances hacia la cobertura universal. Los incentivos y recursos proporcionados por la Ley 715 facilitarán el alcance de este logro, pero se requerirá incluir a poblaciones cada vez más marginales, por lo que serán necesa- rias ciertas intervenciones específicas. Esta meta se facilitará si el gobierno central continúa con su actual política de desarrollar y montar modelos alternativos de atención, incluyendo la contratación de servicios o la cofinanciación de la inversión inicial. Iniciativas por el lado de la demanda también serán necesarias: Paces es un ejemplo de programa focalizado que beneficia a los segmentos más pobres de la población para garantizar el acceso al sistema educativo. Para mejorar la calidad, el punto de partida es poder medirla adecuadamente. Se necesita poner en marcha sistemas efectivos de monitoreo y evaluación, así como exámenes internacionales, para contar con puntos de referencia. Como se anotó antes, la falta de información confiable es un obstáculo a las reformas. Evaluaciones nacionales, como las propuestas por la Ley 715, signi- fican una base sólida para mejorar la calidad enfocándose a escuelas, en particular, y poniendo la información a disposición del diagnóstico local; sin embargo, para ser efectivo, requieren acompañarse con mayor responsabilidad y autonomía, incluyendo participación de los padres y la comunidad. Junto con el programa Alianzas, creado para acercar a las comunidades a las escuelas rurales, varios departamentos en Colombia trabajan con apoyo multilateral para empoderar a las comunidades. El gobierno central podría tomar la iniciativa y promover la calidad como su objetivo priorita- rio. El incremento en la cobertura resulta, casi siempre, en un descenso general en la calidad en la medida que poblaciones marginales son incorporadas al sistema. No se debe esperar que los resultados educativos nacionales mejoren en el corto plazo; enfocarse en el desempeño de las jurisdicciones locales y escuelas reportaría grandes beneficios. 9 Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad También podrían lograrse resultados importantes si se siguen expandiendo los programas de educación dirigidos a la población adulta como una estrategia para mejorar la equidad y elevar el promedio de escolaridad entre la población. Modelos pedagógicos alternativos y flexibles han probado su efectividad en mejorar el acceso a la escuela en zonas urbanas, y más todavía en áreas rurales remotas, donde en ocasiones es difícil y costoso llevar educación usando los méto- dos tradicionales. En cuanto a la cobertura y calidad de la educación superior, los mecanismos de financiamiento y calidad están mostrando resultados positivos. Mayor financiamiento público y privado po- dría acelerar el proceso a costos relativamente bajos porque todavía hay capacidad ociosa tanto en las instituciones públicas como privadas. En particular, sería aconsejable continuar los es- fuerzos por introducir un marco de evaluación orientado a resultados, que dirija los recursos a las instituciones públicas, ya que redundaría en eficiencias que pueden usarse para aumentar la inscripción y mejorar la calidad. La expansión del préstamo estudiantil para la educación superior Acces, otorgado por Icetex, ha aumentado dramáticamente la inscripción, aprovechando la capacidad existente en las institu- ciones públicas y privadas. Este crecimiento fue del orden de 202.000 nuevos cupos, aumentan- do la tasa de inscripción a 24,6%. Adicionalmente, la tasa de deserción pasó de 15,2% en 2004 a 13,4% en 2005. Las becas para estudiantes pobres pueden ser probadas bajo los criterios del programa mexica- no Pronabes, el cual busca recuperar costos de manera contingente dependiendo del ingreso. Esto puede acompañarse de intervenciones focalizadas para estudiantes, en particular en el nivel secundario y para aquellos que ya están en el nivel terciario, o programas de ahorro para estudiantes de secundaria. Un tema importante será asegurar que las becas, préstamos a tasas bajas y fondos de subsistencia lleguen a los individuos más pobres, ya que los jóvenes de estra- tos altos pueden financiar sus estudios con sus propios medios. Mejorar los logros de los estudiantes pobres es esencial para mejorar los prospectos individua- les de alcanzar un mejor nivel de vida; también contribuirá a la competitividad de Colombia creando el potencial para una fuerza de trabajo más productiva. Salud. Colombia ha alcanzado un progreso importante en el sector salud. El 64% de la población cuenta con seguro médico, la cobertura es de 93% en vacunas, el índice de mortalidad infantil es 24,4 por mil, la mortalidad materna alcanza 100,1 por cien mil nacidos vivos y 89% de la pobla- ción tiene acceso a agua potable. A pesar de estos logros, la pobreza estructural, la vulnerabilidad y la desigualdad son desafíos importantes que requieren la mejora de instrumentos de protección social, estrategias de for- mación de capital humano y programas de asistencia social. Durante la elaboración de las Notas de Política 2002, se identificó un número de desafíos estruc- turales y operativos en el sector de salud; se ha logrado progresar en muchas áreas, mientras otras permanecen pendientes en la agenda de reforma. En términos de desafíos estructurales, hubo alguna mejoría en la resolución de ciertos temas de la red pública de hospitales, en particular en ciertos hospitales específicos; sin embargo, la es- 10 Visión general tructura de administración de los hospitales está descentralizada, lo que exige fuerte capacidad de negociación del gobierno central para promover mejoras estructurales. Las dificultades para implementar planes de reestructuración también han afectado la transfor- mación de subsidios de oferta a subsidios de demanda. Los retos relativos a las diferencias de beneficios en los planes no están resueltos todavía. Los desafíos estructurales en el Instituto del Seguro Social (ISS) se han venido resolviendo pau- latinamente durante los cuatro últimos años. Apesar que la reforma de ISS era una tarea casi imposible políticamente, el gobierno logró alcanzarla en 2002 después de complejas negociacio- nes con los sindicatos. El reto más importante que resta es la viabilidad financiera de los provee- dores de servicio, que es todavía frágil a pesar de su reorganización en siete redes. En términos de desafíos operacionales en el sector de salud, se logró un avance significativo en la resolución de problemas en las transferencias de gobiernos locales a aseguradores, evasión en el régimen contributivo, mecanismos de garantía de calidad, y la ampliación de cobertura con recursos Fosyga. La supervisión mejorada y el uso de sistemas de información para monitorear el flujo de fondos son críticos para progresar en ésta área, y el gobierno cuenta con un plan de acción para un sistema mejorado de información y control. Más ampliamente, los objetivos principales de política de salud en Colombia para el final de su segundo siglo de vida como una República son el logro de la cobertura universal de seguro de salud, la homologación de planes de aseguramiento a través de regímenes de seguros que lle- ven a reducir desigualdades, el descenso de la mortalidad materna e infantil y el ataque a la incidencia de enfermedades contagiosas, además de mejoras en la salud reproductiva. Debe anotarse que las enfermedades contagiosas también son afectadas por políticas ambientales, como se discutirá más adelante. A pesar de que la cobertura de seguros tuvo un importante crecimiento en los cuatro años pasados, tanto en el régimen contributivo como en el subsidiado, uno de los objetivos principa- les en el sistema sigue siendo la cobertura de seguro médico universal. Sin embargo, conside- rando las dificultades que existen para modernizar la red pública hospitalaria, asegurar su viabilidad financiera y mejorar la calidad de atención que pueden ofrecer, la lenta transforma- ción de subsidios a la oferta y el crecimiento exponencial de los gastos del sistema generado por el mecanismo de protección de derechos constitucionales llamado Tutela, las metas de cobertura serán cada vez más difíciles de alcanzar, a menos que esos temas sean abordados adecuada- mente. Protección medioambiental para la niñez colombiana. Hay problemas de salud con fuerte impacto sobre la niñez que requieren soluciones que están más allá del sistema de asistencia médica, en particular en las áreas de política ambiental. El daño causado a poblaciones vulnerables por factores medioambientales no siempre está en la primera línea de la discusión sobre políticas públicas; sin embargo, actuar sobre algunos factores con alto impacto sobre la salud no es una tarea difícil y los dividendos pueden ser extraordinarios. Colombia ha logrado importantes progresos en los pasados cincuenta años al establecer un marco de gerencia descentralizada e innovador en materia ambiental, en el cual múltiples acto- res juegan un papel en la gestión ambiental del país. Colombia ha avanzado en el refuerzo de su 11 Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad capacidad institucional y en el manejo de recursos naturales; sin embargo, aún persisten desa- fíos en torno a variables ambientales que generan los costos más altos de degradación ambien- tal al país y que afectan desproporcionadamente la salud y la productividad de los más vulnerables. Enfermedades bacteriales provocadas por el agua y la contaminación ambiental e interior gene- ran los más altos costos de degradación ambiental ­alrededor de 2% del PIB­ debido principal- mente al incremento de la morbilidad y mortalidad infantil. La diarrea, que representa aproximadamente 7,3% de la mortalidad infantil, es la enfermedad más común asociada al con- sumo de agua y la más frecuente en zonas rurales habitadas por los segmentos más pobres de la población. De hecho, al menos uno de cada tres niños sufre de enfermedades diarreicas al año. Un análisis reciente de intervenciones en materia de agua, drenaje e higiene, destaca la impor- tancia de incorporar medidas de higiene ­que pueden reducir las enfermedades diarreicas has- ta en 45%­ en programas que disminuyan las enfermedades infecciosas relacionadas con el agua. La contaminación del aire en Colombia es también un problema considerable, ya que las partí- culas suspendidas son responsables de aproximadamente 6.000 muertes prematuras y 7.400 nuevos casos de bronquitis crónica por año. Para solucionar este problema, Colombia debería intensificar sus esfuerzos para poner en práctica una amplia estrategia que lleve a la reducción de la contaminación del aire en las ciudades, particularmente, en lo que se refiere a micropar- tículas suspendidas. El manejo de desechos sólidos también provoca gastos elevados, aunque éstos se generan prin- cipalmente en áreas urbanas. La mitad de los municipios en Colombia no tiene instalaciones apropiadas para el manejo de desechos y la basura se deposita en basureros abiertos, incinerada o no. A finales de 2005, se implementó un buen marco regulatorio; sin embargo, no hay meca- nismos compensatorios para los municipios que reciben desechos en sus jurisdicciones. El re- sultado es que muchos municipios se niegan a proveer lugares de manejo de desechos, lo que genera importantes riesgos para la salud asociados con el aire y la contaminación de agua, y enfermedades como el dengue y la malaria. Colombia podría beneficiarse y hacer frente a esta situación si realizara un refuerzo urgente de su política de manejo de desechos, que podría incluir el establecimiento de estándares, la apli- cación de regulaciones, el diseño de soluciones innovadoras para pequeños municipios y el mejoramiento de sus sistemas de monitoreo (especialmente para materiales peligrosos). Se ha propuesto una estrategia de cuatro pilares para mejorar el marco de gestión ambiental, cubriendo acciones para reducir la mortalidad y la morbilidad que resultan de enfermedades de origen hídrico, reducir peligros para la salud asociados con el aire, disminuir el costo provo- cado por la degradación ambiental derivada por la contaminación del aire y mejorar el manejo de desechos sólidos y peligrosos. Conservación de los activos medioambientales globales. Colombia ha dado pasos importantes en el manejo de activos medioambientales, principalmente a través de la conservación de la diversi- dad biológica y del clima. Para un mejor manejo del cambio climático y el agotamiento de ozo- no, ratificó el Protocolo de Montreal en 1989, adoptó el Marco de la Convención de Naciones 12 Visión general Unidas sobre el Cambio de Clima (UNFCCC) en 1992, firmó el Protocolo de Kyoto en 1997, y preparó su primera comunicación nacional al UNFCCC en 2002. Además, para conservar su biodiversidad, Colombia ha establecido un Sistema Nacional de Áreas Protegidas, que incluye tierras de propiedad pública y privada que representan el 34% del territorio nacional de Colombia (el segundo porcentaje más alto en América Latina y el Caribe). La política nacional de biodiversidad trata de promover el conocimiento, la conserva- ción y el uso sustentable de la biodiversidad, así como una distribución equitativa de los réditos obtenidos por su uso. A pesar de estos avances, los recursos naturales y humanos de Colombia son sumamente vul- nerables a los impactos del cambio climático. Los cambios en la temperatura, en los niveles de mar y en la precipitación pluvial, causados por el calentamiento global afectan la capacidad de almacenamiento de agua del país, la calidad del líquido, el esquema agrícola y los recursos naturales, y también aumentan el riesgo de catástrofes y la incidencia de enfermedades trans- misibles por vector. La degradación del ecosistema y la biodiversidad afectan la provisión de servicios ambientales básicos, principalmente el abastecimiento y purificación de agua, tratamiento de residuos y la protección contra riesgos naturales. La pérdida de biodiversidad también afecta la vida y los valores culturales de grupos étnicos que dependen de ella. Por tanto, es importante que cada colombiano no sólo esté consciente de la amenaza, sino que participe activamente en la conservación de los activos ambientales globales, ya que su pérdida afecta el bienestar de todos y el capital ambiental para futuras generaciones. Para este fin se propone una estrategia orientada a seis objetivos, procurando consolidar las agendas nacionales sobre la adaptación al cambio climático, la mitigación de gases invernadero y la eliminación de sustancias que afectan la capa de ozono; se busca el desarrollo y consolida- ción de un sistema de áreas nacionales protegidas; la conservación de la biodiversidad y el refuerzo del plan nacional de mercados verdes. Invertir en la gente a través de servicios de infraestructura para los pobres en áreas urbanas. El sector urbano en Colombia representa a la vez una oportunidad enorme y un desafío a los esfuerzos del país para sostener el crecimiento equitativo y reducir la pobreza. Colombia es un país mayoritariamente urbano que atravesará en los próximos 15 años un crecimiento de 30% en la población de sus ciudades. Pese al hecho de que las tasas de pobreza son mucho más altas en las áreas rurales, la pobreza en Colombia se vuelve cada vez más un fenómeno urbano, ya que el 60% de los pobres del país viven en áreas urbanas. Mejorar la calidad de vida para los pobres de las ciudades requerirá que las ciudades y pueblos satisfagan la demanda de vivienda a costo accesible, y amplíen el acceso y mejoren la calidad de los servicios básicos de infraestructura urbana. El Gobierno ha delineado un programa de refor- ma y una inversión para crear "ciudades amables" en el contexto del documento Visión 2019. Este programa identifica estrategias para mejorar el acceso a tierra y vivienda a precios econó- micos, mejorar la calidad de financiamiento y reforzar la gestión comercial y operativa del sec- tor de saneamiento y agua. Esto también incluye soluciones de transporte público como sistemas 13 Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad de transporte masivo, prácticas mejoradas de manejo de tráfico, así como soluciones alternati- vas de transporte público en las ciudades grandes, medianas y pequeñas. Hay temas no resueltos en cuanto a tierra y vivienda que podrían abordarse para incrementar el acceso a vivienda económica para los pobres, incluyendo la reforma a las políticas de tasa de interés para vivienda, mejora de la focalización y estructura de los subsidios para hogares, el impulso al micro-financiamiento a la vivienda, así como un uso más eficiente de las tierras muni- cipales, entre otras prácticas. A pesar de mejoras recientes en el suministro de vivienda de interés social se sugiere continuar con la atención al mejoramiento de los subsidios focalizados para vi- vienda para responder a la creciente demanda de techo para colombianos de bajos ingresos. El sector de agua y alcantarillado requiere mejoras como aumentar la eficacia del financiamiento, medidas para promover las economías de escala en el sector (que actualmente está muy descen- tralizado) y mejorar la asistencia técnica para la gerencia comercial y operativa, así como hacer cumplir las normas sobre exceso de oferta de transporte público y reforzar la capacidad munici- pal en materia de planificación del transporte. Pueblos afrocolombianos e indígenas. La inclusión y la participación no siempre son suficientes para atender las necesidades de desarrollo de todos los segmentos de la población. A menudo se requiere la intervención activa de los gobernantes en el diseño de políticas dirigidas a prote- ger poblaciones que enfrentan retos particularmente severos, ya sea para proteger su herencia cultural o ambiental, o para reducir las barreras contra el bienestar. Las autoridades colombianas han logrado avanzar en torno al reconocimiento legal, los dere- chos y las estrategias de desarrollo para las organizaciones indígenas y afrocolombianas. Ade- más, Colombia ha sido uno de los primeros países que ha puesto en práctica la educación bicultural. Aunque este progreso es loable, aún falta un trecho para alcanzar los niveles prome- tidos en la Constitución de 1991. Las poblaciones que fueron reconocidas y a las que se prometió protección bajo este documento histórico siguen bajo presión en términos de condiciones económicas, sociales y culturales, y en algunos casos de su misma supervivencia. Mientras el analfabetismo en Colombia es de 16%, el de las poblaciones indígenas y afrocolombianas es de 24 y 31%, respectivamente; 14% de los estudiantes afrocolombianos asiste a escuelas secundarias y superiores, mientras el promedio nacional es de 26%; el índice de mortalidad infantil entre grupos indígenas es en 63,3 muertes para cada mil nacimientos vivos, cuando la media nacional es de 41,3. En el caso de las comunidades afrocolombianas, el desafío de reducir la pobreza y la exclusión va más allá de quienes viven en comunidades tradicionales, e incluye un creciente número de afrocolombianos que viven en las ciudades. En la medida que se incremente la inclusión económica y social de grupos étnicos a través de programas de desarrollo apoyados por reformas institucionales, se aumentaría el potencial para la productividad y el crecimiento en el país, se ayudaría a preservar su rica biodiversidad y se apoyaría la gobernabilidad a nivel local, regional y nacional. Para este fin se propone una estrategia enfocada a alcanzar seis objetivos: fortalecer la gobernabilidad en los resguardos indígenas y los territorios colectivos afrocolombianos; mejorar 14 Visión general la gestión de recursos fiscales a los resguardos; mejor manejo de recursos naturales y ambienta- les; implementación de programas de acción afirmativa para afrocolombianos; mayor avance en la recopilación de datos oficiales sobre las condiciones de vida de grupos étnicos; e incre- mentar la atención y apoyo a familias indígenas, afrocolombianas, comunidades e individuos desplazados. 3. Establecer los fundamentos de la competitividad La búsqueda de la competitividad es tan antigua como el comercio mismo; no obstante, la evo- lución de una economía mundial integrada durante el siglo pasado ha forzado a las naciones a evaluar cuidadosamente sus ventajas comparativas y explotarlas de la mejor manera posible en los mercados globales. La creación de bloques de libre comercio y acuerdos bilaterales ha colocado a los países en la difícil posición de balancear los gastos sociales de la apertura, particularmente a corto plazo, con los beneficios de largo plazo para consumidores y productores competitivos. En este aspecto, la experiencia internacional muestra que el levantamiento de barreras al co- mercio sin duda favorece el alivio de la pobreza y promueve el crecimiento. Invariablemente se dan algunos ajustes en sectores no competitivos que anteriormente estaban protegidos, los cua- les necesitan cambiar sus técnicas de producción o redirigir sus recursos hacia nuevas líneas de negocios. Medidas complementarias pueden facilitar esta adaptación, y la ayuda focalizada es rentable si está dirigida a pequeños agricultores y negocios que realmente necesitan apoyo. Colombia ha abierto gradualmente su economía al comercio internacional. El valor de sus ex- portaciones ha subido de 6,7 mil millones de dólares en 1990 a 21,2 mil millones en 2005. Las exportaciones como porcentaje del PIB se han mantenido prácticamente al mismo nivel que a principios de los 90, con un leve aumento en 2005. Se estima que el Acuerdo de Libre Comercio, que actualmente se negocia con Estados Unidos, podría impulsar el crecimiento del PIB genera- do por el sector privado y conducirá a cambios significativos del volumen de comercio, tanto en importaciones como en exportaciones, las cuales crecerían a mayor ritmo que las tendencias actuales. Algunos empresarios han mostrado preocupación por la apreciación de la moneda colombiana en años recientes, la cual fue de aproximadamente 30% entre finales de 2002 y al cierre de 2005. A pesar de esta apreciación, el verdadero valor de la divisa no está fuera de línea en relación con el promedio histórico. El Banco Central de Colombia es independiente y ha establecido un marco de metas de inflación que sirve para conducir la política monetaria. La mejoría registrada en el entorno de inversión y la alta liquidez en los mercados globales financieros ha generado grandes flujos de capital hacia Colombia. Aunque una tasa de cambio flexible está implícita en el marco de metas inflacionarias, el Banco Central ha intervenido en los mercados de divisas y reservas acumuladas, lo que ha evitado una apreciación más sustancial de la moneda. La inflación ha declinado y se mantiene dentro de la meta establecida. Conside- rando la consistencia general de la política monetaria y cambiaria, el énfasis podría dirigirse entonces a las reformas de la microeconomía para mejorar la competitividad. Colombia ha avanzado hacia una agenda de competitividad, conciente de que la aceleración del crecimiento es esencial para sacar a más personas de la pobreza. El progreso alcanzado mediante los documentos Agenda interna y Visión 2019 es encomiable, pero hay asuntos pendientes y 15 Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad muchos esfuerzos siguen fragmentados. El país llega al Acuerdo de Libre Comercio con merca- dos de productos y factores, por lo que una agenda complementaria es clave para que Colombia coseche las ventajas de la integración comercial y estimular su crecimiento económico. Infraestructura productiva para la competitividad. La cantidad y la calidad de la infraestructura productiva son factores determinantes de la competitividad de un país. Los sectores de energía y telecomunicaciones proveen insumos estratégicos para muchos sectores productivos, las re- des de carreteras juegan un papel clave en el movimiento de bienes a lo largo de las cadenas de producción domésticas, mientras que la calidad y la eficacia de puertos, aeropuertos, y cruces fronterizos tienen un papel crítico para facilitar los flujos del comercio internacional. Colombia ha sostenido uno de los niveles más altos de inversión en infraestructura en la región latinoamericana, con fuerte participación de fuentes públicas y privadas. Las inversiones de Colombia en infraestructura son comparables con las de Chile y los países de ingresos medios en el Este de Asia, lo que se atribuye principalmente a los niveles sostenidos de inversión públi- ca, que están en el orden de 2-3% del PIB. Aunque tuvo un arranque tardío, Colombia ha registrado uno de los mayores niveles de flujo de capital privado hacia inversiones en infraestructura en toda la región, aunque una alta pro- porción todavía corresponde al financiamiento público. Para crear el espacio fiscal para el financiamiento público de infraestructura se requerirán reformas fiscales como se discutió en la parte de "retos al proceso de la reforma" y se comentará posteriormente en el capítulo de "vul- nerabilidades". Colombia se ha convertido en un líder a nivel internacional en el suministro de infraestructura social básica. Sin embargo, todavía está rezagada frente a países similares en la acumulación de infraestructura productiva, especialmente en lo referente a carreteras pavimentadas. Es más, la posición relativa de Colombia en la infraestructura productiva se ha ido deteriorando desde los años 60. Los precios de servicios de infraestructura colombianos son generalmente competitivos; sin embargo, la calidad de algunos servicios, sobre todo de la electricidad y el transporte, está reza- gada en comparaciones regionales. El aumento en los flujos comerciales presionará la infraestructura de transporte del país. Entre los problemas que se anticipan están las congestiones y eslabones faltantes en los corredores de transporte (carreteras, ferrocarriles y el transporte fluvial), así como en fronteras, puertos y aeropuertos, los cuales deben enfrentarse a un aumento en inversiones públicas o privadas; los demás son problemas principalmente regulatorios, como en el caso del transporte terrestre por camión. La realidad fiscal implica que la definición de prioridades en infraestructura depende en gran medida de su costo-efectividad; las Notas se han enfocado en inversiones relativamente peque- ñas y medidas regulatorias que pueden impulsar la participación del sector privado, ayudando a acelerar el crecimiento económico. Alcanzar el equilibrio entre los sectores público y privado en asociaciones para la inversión en infraestructura es siempre un complejo reto institucional. El sector de energía es un ejemplo de 16 Visión general ello. Las políticas de precios y los nuevos instrumentos financieros pueden ser críticos para crear los incentivos correctos para la inversión privada en generación de electricidad. Asegurar los derechos de propiedad de inversionistas privados es otra área clave, y algunos procesos pasados de arbitraje y litigio en Colombia no han generado señales positivas a los inversionistas privados. Estas innovaciones institucionales toman tiempo; sin embargo, vale la pena el esfuer- zo de emprenderlas para alcanzar niveles más altos y eficientes de inversión en infraestructura. Las sugerencias presentadas en estas Notas consisten en acciones a corto y mediano plazo enfo- cadas en diez áreas: corredores de logística, puertos, terminales de carga y zonas de logística, industria de transporte de carga, el aeropuerto de El Dorado, seguridad en el suministro de energía, transmisión, precios de la energía y subsidios, biocarburantes y participación del sector privado en la distribución. Impulsar la competitividad a través de la inversión en ciencia, tecnología e innovación. Además de me- joras en infraestructura de transporte y energía, que son vitales para asegurar la competitividad, se sugiere actuar en áreas donde la competitividad puede avanzar. La ciencia, la tecnología y la innovación (CTI) juegan un papel importante en formación de sociedades más modernas y competitivas, y a menudo tienen efectos directos sobre la calidad de vida de amplios segmentos de la población. El Sistema Colombiano de Innovación Nacional es extenso y abarca empresas consolidadas, individuos, programas de gobierno e instituciones. El sistema de investigación público com- prende ministerios, instituciones de educación terciarias, centros de investigación de sector y centros de tecnología. Aunque Colombia tiene compañías innovadoras en varios sectores eco- nómicos, el país tiene mal desempeño en resultados de innovación. La inversión total en la tecnología de investigación y desarrollo es baja e inestable. La capacidad del sector privado y la inversión en investigación y desarrollo es limitada y la base científica y tecnológica es insuficiente, además de que el sistema de administración pública del Sistema de Innovación parece fuera de sintonía con las crecientes necesidades de coordinación. Además, aunque la difusión de certificación de calidad colombiana es ejemplar, su sistema para la acredi- tación sufre por una confusa división de tareas entre instituciones, y un sistema institucional que puede limitar su objetividad e internacionalización. Considerando esta descripción, se sugieren acciones en tres áreas prioritarias: i) definir una estrategia de ciencia, tecnología e innovación y aumentar la importancia de agencias relaciona- das con el tema en la elaboración de políticas públicas; ii) fortalecimiento de las asociaciones entre sector público y privado a través del mejoramiento de las políticas, por ejemplo, creando directrices para la división de derechos de propiedad intelectual y el establecimiento de progra- mas de financiamiento para investigación conjunta entre empresas y centros de investigación públicos; y iii) acelerar la inversión en capital humano, con especial énfasis en la evaluación y el mejoramiento de los programas doctorales nacionales. Naturalmente, antes de que los estu- diantes puedan aspirar a programas de doctorado tienen que completar la educación primaria, secundaria y terciaria. La acertada expansión de estas oportunidades requiere las reformas del sector de educación discutidas anteriormente. Hacer más competitivo al sector rural. En Colombia, un mayor desarrollo del sector rural es tam- bién central para la agenda de competitividad. Dicho sector tiene enorme potencial de creci- 17 Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad miento y puede contribuir a la reducción de pobreza rural y la estabilidad nacional. Este poten- cial, sin embargo, ha sido pasado por alto durante mucho tiempo. El aumento en el comercio derivado de los tratados internacionales presenta nuevos retos y oportunidades para aprove- char este potencial. Un despegue agrícola basado en la ventaja comparativa de Colombia en actividades agrícolas en las que se emplea mano de obra intensiva tendría fuerte impacto en empleo y salarios, por consiguiente, en la pobreza rural. Las nuevas oportunidades podrían beneficiar por igual agricultura de pequeña o gran escala; el desafío clave es conectar efectiva- mente a los pequeños agricultores con la apertura de oportunidades para la competitividad rural. Por una parte, el libre comercio abre nuevas perspectivas para productos que tienen ventaja comparativa, de la cual pueden beneficiarse los sectores rurales más pobres. Por otra parte, esto obliga a los productos importados a enfrentar una mayor competitividad, lo que puede produ- cir efectos negativos si no hay algún aumento de la competitividad doméstica ni reorientación de la producción. El aprovechamiento de las oportunidades de exportación, la mejora de la competitividad y la reorientación productiva requieren una fuerte y sólida Agenda interna.6 Tres aspectos deben tomarse en consideración para enriquecer esta Agenda: i) reestructuración y aumento del gasto público en agricultura, enfocándolo en la provisión de bienes públicos en vez de a los subsidios privados y reorientándolos para beneficiar a pequeños agricultores; ii) reorientar el sistema de incentivos hacia productos con ventaja competitiva y potencial de ex- portación de manera que pueda beneficiar a pequeños productores, lo que demandará mayor eficacia en mercados de producto; y iii) corrección de la tendencia rural de la política agrícola para convertirla en una política enfocada en la competitividad territorial que incluiría no sólo a la agricultura, sino a toda la economía rural. Además, la economía rural puede ser reforzada con mejoras del entorno de negocios para actividades no agrícolas en áreas rurales. Una más amplia agenda de clima de negocios es crítica tanto en el área rural como en la urbana. Adicionalmente, la eficaz inserción de los productos colombianos agrícolas en mercados recien- temente abiertos requiere preparación en varias áreas, incluyendo el cumplimiento de las nor- mas sanitarias necesarias para cumplir con las regulaciones de los socios comerciales. La eventual aprobación del Acuerdo de Libre Comercio con Estados Unidos añade un sentido de urgencia para la política enfocada a agricultores en pequeña escala que pueden afrontar desventajas en competitividad y requerirán de ayuda con la adaptación a un nuevo ambiente. La salud del sistema financiero es clave para el crecimiento. Un sistema financiero sano y robusto donde el crédito esté disponible y sea accesible es un elemento esencial para la inversión, el crecimiento, y la competitividad. Marcos legales y regulatorios optimizados, mejores capacida- des de supervisión, así como condiciones macroeconómicas positivas alcanzadas por el país durante los cinco años pasados, han contribuido para fortalecer el sector financiero. El sector bancario, que fue severamente afectado por la crisis financiera de finales de los 90, se ha recuperado tanto en términos de rentabilidad como de prudencia. Con las cuestiones de estabilidad resueltas, el principal desafío ahora debe ser el fomento del sector financiero, dado 6 , El gobierno de Colombia, bajo la coordinación del DNP prepara una estrategia enfocada a fortalecer la competitividad de la economía colombiana. Este ejercicio se conoce como Agenda interna. 18 Visión general que grandes segmentos de la economía tienen acceso limitado a servicios financieros y el sector financiero ha aumentado su orientación al Gobierno a costa de la intermediación hacia el sector privado. La necesidad de profundizar se destaca por el hecho de que el crédito del sistema financiero al sector privado colombiano cayó sostenidamente del 27% de PIB en 2000 a 23% en 2004. Aunque este nivel sea más alto que el de otros países latinoamericanos como Perú o México, Colombia todavía está por debajo de Chile (63%) y Brasil (35%). Como parte de crédito total doméstico, las peticiones del sector privado cayeron de 75% en 2000 a 67% en 2004, reflejando la expansión del crédito al sector público. El estancamiento en el desarrollo del sector financiero es particularmente agudo en el área de financiamiento a la vivienda. El portafolio de hipotecas de los bancos es de aproximadamente 6% del PIB, alrededor de la mitad del nivel en que se encontraba antes de la crisis de finales de los 90. A pesar de un auge reciente en el sector de la construcción, Colombia todavía enfrenta un gran déficit de vivienda y el sector financiero juega un papel muy limitado en el suministro de financiamiento para nuevas construcciones. Además, la desintermediación es evidente, ya que hay una disminución leve en el predominio de las cuentas bancarias: en 2003, había 28,0 cuentas de ahorros y 4,4 cuentas corrientes por cada 100 personas en Colombia, un descenso de 30,5 y 4,7, respectivamente, en relación al 2000. El efectivo en circulación (en poder del público) ha aumentado de 48,5% de la base monetaria en 1998 al 70,8% en 2003. Esta cantidad es extraordinariamente alta para los niveles regionales. Una política benéfica en esta área se concentraría en remover barreras para la reducción de los costos asociados a actividades del sector financiero, al tiempo que aseguraría que la supervisión siga anclando el crecimiento del sector financiero sobre bases sólidas. Esto incluye revisar el impacto que el impuesto sobre transacciones financieras tiene en el desarrollo del sector finan- ciero, así como el efecto de los topes en las tasas de interés y los procedimientos de bancarrota han tenido en el suministro de crédito. Como el sector procura diversificarse más allá de los mecanismos de intermediación, el gobier- no podría seguir promoviendo la transparencia y competencia entre los administradores del sistema de pensiones privadas, desarrollar un adecuado marco regulatorio para los proveedo- res de anualidades durante la fase de liquidación de las pensiones e implementar las reformas legales recientemente promulgadas que procuran promover el crecimiento de mercados locales de capital. Dado que el sistema financiero se aleja de la especialización y va hacia la consolidación en conglomerados que ofrecen todos los tipos de servicios ­para obtener los beneficios de la crea- ción de la Superintendencia financiera­, es necesario un avance en el desarrollo de la supervi- sión consolidada de estos conglomerados. Mejorar el ambiente para la inversión. La inversión no sólo está restringida por la disponibilidad de intermediación financiera, hay otros factores que afectan el clima de inversión, que podrían ser tomados en cuenta como parte de la agenda de competitividad. El gobierno está totalmente consciente de estos factores y avanza en la dirección correcta. 19 Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad Estos avances incluyen la búsqueda del objetivo a largo plazo de políticas más estables. La re- ciente "Ley de estabilidad legal" es un paso importante, aunque se hizo a costa de abandonar un terreno de participación común para todos. Iniciativas como la Agenda interna están enfoca- das a sostener amplias consultas con el sector privado y otros actores sobre una variedad de temas que tienen implicaciones para una legislación económica futura. Mediante el DNP el , Ministerio de Industria y Comercio, el Gobierno trabaja con los representantes de los sectores productivos en acuerdos para mejorar la competitividad. Iniciativas importantes para reducir el exceso de burocracia están en marcha, incluyendo la reciente aprobación de la Ley antitrámites, o Ley anti "cinta-roja", la creación de establecimien- tos únicos para agilizar procedimientos burocráticos, los esfuerzos de simplificación adminis- trativos en el comercio exterior y la protección social, entre otros. La informalidad y la competencia desleal, sin embargo, representan problemas sustanciales que se alimentan de múltiples fuentes, incluyendo la pesada carga fiscal, rigideces del mercado de trabajo y otros. La política apuntada al ensanchamiento de la base tributaria y la reducción de las tasas puede tener un impacto positivo en la reducción de la informalidad, además de que prevendría sobre ajustes al salario mínimo que exceden el crecimiento de la productividad. 4. Reducir vulnerabilidades Como se vio antes, Colombia ha logrado avances sustanciales en los últimos años. Sin embargo, debe tenerse precaución para evitar un estancamiento o retroceso en algunos de los avances logrados con tanto esfuerzo. El país es todavía vulnerable en varios frentes y requiere de una línea de defensa más fuerte contra riesgos existentes, incluyendo los de tipo fiscal, natural y social. Aunque ninguna política o conjunto de medidas eliminaría todos los riesgos, medidas preventivas pueden aplicarse para atenuar sus efectos. Sostenibilidad fiscal. Colombia ha logrado reforzar su equilibrio fiscal recientemente al punto de alcanzar déficit cero en 2005.7 Esto es particularmente notable teniendo en cuenta el diagnósti- co del Banco respecto a la perspectiva fiscal de 2002, cuando el nuevo gobierno enfrentaba una amenaza seria de crisis macroeconómica originada por desequilibrios fiscales persistentes y una deuda pública en expansión con un alto componente de financiación externa. Como parte de aquella evaluación se preparó un análisis, comparando la sostenibilidad fiscal y externa de Co- lombia en relación con Argentina, que acababa de entrar en una crisis económica severa. ¿Sería Colombia la siguiente? Desde entonces las cuentas del sector público han mejorado considerablemente, y la deuda pública neta en proporción del PIB ha disminuido de 54% en 2002 a menos de 43% al final de 2005. Los pasivos del sistema público de pensiones también han disminuido, de 191% del PIB a 148%, gracias a dos conjuntos de reformas. Las estimaciones realizadas en el más reciente Memorándum económico del país elaborado por el Banco, establece que el gobierno necesita un superávit primario de 2,1% del PIB para bajar la proporción de deuda pública al 38% del PIB en 2015. 7 Datos premilinares. 20 Visión general A pesar del progreso reciente, el gobierno enfrentará un desafío para continuar esta tendencia favorable, ya que los arreglos transitorios tributarios y de transferencias a las entidades territo- riales vencen entre 2006-2008. Adicionalmente, el ambiente externo favorable ha ayudado a estimular un fuerte crecimiento económico durante los últimos años y el crecimiento facilita enormemente el ajuste fiscal. Como se mencionó antes, una amplia reforma fiscal y una mayor flexibilidad de gasto serían elementos claves para la sostenibilidad fiscal. Dos beneficios importantes para la siguiente ge- neración de colombianos serían, en primer lugar, el descenso del riesgo de crisis económicas que puedan revertir los logros en la reducción de pobreza, y en segundo, la liberación de recur- sos que actualmente se usan para servicio de deuda. Estos recursos adicionales podrían finan- ciar algunas mejoras de la infraestructura y los programas sociales mencionados en las secciones precedentes. Manejo de riesgos naturales y sociales. Riesgos impredecibles, como los desastres naturales, pue- den revertir avances en el crecimiento económico y en la reducción de la pobreza. Colombia ha sufrido numerosos desastres en los últimos 25 años, incluyendo seis grandes terremotos, tres erupciones volcánicas, graves derrumbes y fuertes avalanchas. Las estimaciones muestran que más de cuatro millones de colombianos fueron afectados por graves desastres entre 1993 y 2000. El desastre colombiano más dañino en los últimos 25 años (el terremoto registrado en el eje cafetero en 1998) costó cerca de 1.600 millones de dólares, equiva- lentes a 2,2% del PIB de aquel año. Los estudios también muestran que los acontecimientos relacionados con el fenómeno de El Niño causaron pérdidas en el país de aproximadamente de 564 millones de dólares entre 1997 y 1998. Colombia también es afectada por frecuentes desastres naturales "menores", provocados por fenómenos persistentes como derrumbamientos, inundaciones, incendios forestales y sequías. Aunque rara vez se reportan en la estadística nacional, estos acontecimientos más pequeños, pero frecuentes, impactan negativamente el desarrollo a nivel local y subnacional y afectan a los estratos socioeconómicos más bajos. La mejor manera de reducir los costos potenciales de desastres naturales es introducir criterios de manejo de riesgos en el proceso de formulación de políticas públicas. El país podría moder- nizar la legislación del Sistema Nacional para la Prevención y Respuesta a Desastres (SNPRD) y redirigir su enfoque de respuesta inmediata hacia un manejo de riesgos más integral. Su políti- ca podría ser adaptada para mejorar la eficacia de las acciones del Estado a través de la defini- ción de una estrategia eficiente y sostenible de financiamiento para reducir riesgos. La experiencia con el seguro colectivo para la protección de activos privados ha sido valiosa y podría ser pro- movida en mayor medida. Para lograr estos objetivos se podrían desarrollar acciones alrededor de tres metas principales: i) actualizar el marco legal para modernizar y fortalecer el entorno institucional, con énfasis en la reducción de riesgos como mandato principal del SNPRD; ii) definir una estrategia de reduc- ción de vulnerabilidades que priorice y facilite la integración del manejo de riesgos en el proce- so de planificación territorial; y iii) desarrollar una estrategia integral de financiamiento. Finalmente, los avances en la reducción de la pobreza y la desigualdad pueden revertirse en ausencia de un sistema adecuado de manejo de riesgos para proteger a grupos vulnerables de 21 Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad choques económicos. La crisis económica de 1998-99, la peor en más de 70 años, tuvo efectos graves y duraderos sobre la pobreza y el desempleo, y alertó al gobierno de Colombia para que se desarrolle una estrategia de manejo de riesgos sociales. Esta estrategia busca proteger a los ciudadanos de las peores consecuencias de la desocupación, el desempleo, los peligros para la salud, la indigencia en la ancianidad y la pobreza crónica. De hecho, el Gobierno de Colombia ha logrado progresos significativos desde 2002 en el desa- rrollo y la institucionalización de un Sistema de Protección Social, dirigido por el Ministerio de Protección Social. Una nueva ley de trabajo fue aprobada en diciembre de 2002, lo que contribu- yó a una disminución en el nivel de desempleo (12%, abajo del 20% en 2000), salarios más altos, menos subempleo, y menos entradas a empleos en el sector informal. El acceso al seguro social también ha aumentado: la afiliación al seguro médico del trabajador (el Régimen Contributivo) se ha elevado en 13%; un 16% más de trabajadores tienen seguro para riesgos ocupacionales; el seguro médico no contribuyente cubre a 16 millones (de 10 millones en 2002); y el programa piloto de seguro de desempleo agota su presupuesto cada año. La seguridad social también se ha ampliado a través del nuevo programa para el anciano (que distribuye beneficios a 190 mil personas cada año), un nuevo programa para niños de 0-7 años (que llegó al millón de beneficiarios en el 2006), y en las transferencias en efectivo Familias en acción (que cubre a 400 mil familias, en comparación a las 340 mil de 2002). Estos programas han sido acompañados por un plan de monitoreo y evaluación, lo que ha permitido mejores resul- tados en el manejo de las políticas y la implementación de programas. A pesar del considerable progreso, el Gobierno enfrenta numerosos retos para responder a su agenda de manejo de riesgos sociales. En particular, el Sistema de Protección Social todavía carece de un marco coherente y una estructura institucional para su plena implementación. Aunque existen muchas agencias independientes y robustas de protección social, no proporcio- nan servicios integrados. Esto conduce a la duplicación, la ineficiencia y la cobertura incomple- ta. La falta de coordinación institucional es particularmente aguda en el caso de programas de asistencia social. El papel anticíclico de un Sistema de Protección Social ­un concepto de moda en el período post crisis­ también debe ser revivido, ya que las crisis probablemente ocurran otra vez. Además, a corto plazo, se espera que el Tratado de Libre Comercio tendrá impactos adversos sobre ciertos segmentos de la población; ahora es el momento de prepararse para este "choque" y los ajustes económicos que deberán acompañarlo. A largo plazo, es importante contar con planes para la financiación anti-cíclica de protección social y la creación de una red de seguridad que pueda ser ampliada en las ocasiones de crisis. En términos de cobertura, y a pesar de que más colombianos tienen acceso al seguro social que en el año 2002, todavía hay vacíos significativos en la cobertura. Esto en parte se debe al fuerte nexo entre la provisión de servicios sociales y la participación en el mercado de trabajo formal, también en parte por la dificultad de encontrar recursos y canales para llegar a los más desprotegidos ­niños, poblaciones indígenas, ancianos y desplazados. La ampliación de la co- bertura requerirá una mejor recaudación de impuestos y una mejor asignación de los recursos hacia los programas de seguridad y asistencia que más beneficien a la población. En este contexto, se han identificado cuatro áreas prioritarias que pueden contribuir decisiva- mente a la administración entrante en esta agenda. Estas incluyen acciones: i) que refuercen la 22 Visión general coherencia del sistema y su eficacia, ii) que aumenten la cobertura entre grupos desprotegidos, iii) que permitan responder a cambios en circunstancias económicas; y iv) que permitan resol- ver los desafíos de la financiación de la protección social. Esta tarea quedaría bajo la dirección del Ministerio de Protección Social y el Departamento de Planificación, pero será importante forjar alianzas con otros ministerios e instituciones que formarían parte de un sistema coheren- te de protección social. Una agenda para la reforma Todos los temas mencionados aquí, así como muchos otros que son parte de la agenda de la Visión 2019, presentan a la administración entrante una amplia serie de alternativas de política que ten- drán que ser priorizadas. Cada una de las Notas de Política propone medidas de reforma para el sector correspondiente; sin embargo, hay ciertas medidas de política fundamentales que en cierta manera condicionan el desarrollo de las demás. Las siguientes medidas se consideran fundamentales: · Corto plazo (primeros 100 días): Aprobación del Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos. · A mediano plazo (primer año): Una reforma tributaria estructural y un nuevo régimen para transferencias a las entidades territoriales. · A largo plazo (cuatro años): i) reformas a la administración pública para la coordinación, eficacia y la gobernabilidad ­incluyendo dar mayor flexibilidad al gasto público; ii) mejo- ría en la calidad educativa y avances en los logros educativos de los grupos en extrema pobreza y grupos étnicos desposeídos; iii) reestablecimiento de servicios de gobierno en zonas donde hubo conflicto y reincorporación satisfactoria en la sociedad de personas desplazadas y combatientes desmovilizados. Para colaborar con la administración entrante en la difícil tarea de definir prioridades, el equipo que preparó estas Notas también hizo un ejercicio de definición de prioridades, usando los criterios siguientes para escoger de la larga lista de recomendaciones que emanan de la colec- ción de Notas: i) viabilidad fiscal; ii) importancia/consistencia con Visión 2019; iii) reconocimien- to de la importancia del tema dentro de Colombia; iv) grado de preparación de propuestas de política existentes (por ejemplo, si existen propuestas concretas siendo debatidas); y v) enfoque a los segmentos de la población que viven por debajo del nivel de pobreza extrema. Se dieron puntajes con base en cada uno de estos criterios. Las seis recomendaciones comentadas anteriormente quedaron entre las prioridades en este ejercicio. Además, se identificaron las siguientes reformas de política: i) implementar las políti- cas de acción afirmativa establecidas en Conpes 3310; ii) apoyar el compromiso de cinco depar- tamentos para alcanzar la cobertura universal de seguros de salud; iii) promover la operación más eficiente de los mercados de productos rurales, sobre todo para beneficiar a pequeños agri- cultores; iv) mejorar la supervisión y sistemas de evaluación a través de la puesta en práctica de Conpes 3294; v) mejorar la coordinación interinstitucional del Sistema de Protección Social como está señalado en los documentos Conpes; vi) mejorar la red de protección social para los peque- ños productores que pueden ser afectados por el FTA; vii) mejorar la focalización de gasto social hacia aquellos programas donde la estructura de gasto actual es regresiva o no favorece a los pobres; y viii) ampliar Familias en acción. 23 Colombia 2006-2010: una ventana de oportunidad Las prioridades que señalamos aquí están, obviamente, sujetas a discusión. Al final, es la socie- dad colombiana, a través de sus instituciones políticas, quien determinará el camino de refor- mas en los años por venir. Conclusiones Este documento ha resaltado algunos temas que el Banco Mundial considera importantes para la agenda de políticas públicas durante los próximos cuatro años. Muchos de éstos aparecen reflejados en documentos como Visión 2019 y están siendo debatidos en Colombia. Como seguramente ha pasado en la preparación de Visión 2019 y otras iniciativas de gobierno, durante la preparación de estas Notas se vieron muchos temas o problemas planteados por determinados sectores a los cuales otros sectores tienen mucho para contribuir. Esto ha sido un proceso interesante donde fue evidente el potencial para la sinergia y la colaboración entre distintos sectores. Como reflexiones finales ofrecemos algunas áreas donde el potencial se ve con más claridad. · Monitoreo y evaluación en los sectores sociales. El monitoreo y la evaluación se han convertido en un elemento esencial para mejorar los servicios públicos. Un caso en particular es el sector de educación, ya que las mejoras de la calidad son muy importantes dentro de la agenda sectorial. Los esfuerzos de monitoreo y evaluación, conducidos por Sinergia, ne- cesitan de una contraparte robusta en el nivel de cada institución de sector, bajo un marco coherente que asegure consistencia vertical. Hay esfuerzos en curso en el Ministe- rio de Protección Social donde la atención particular puede ser dirigida a establecer bue- nas prácticas a través del sector público, y el Ministerio de Educación podría capitalizar aún más esta experiencia. · Mejoramiento del clima de inversión mediante un gobierno más transparente. Las iniciativas ha- cia una agenda de transparencia pueden tener repercusiones sustanciales en la confianza del inversionista. La ampliación de acciones en áreas como el acceso a la información y la promoción de gobierno en línea (e-government) tendrían efectos directos sobre la inver- sión, el crecimiento, y la competitividad. La agenda de gobernabilidad es, por lo tanto, un componente clave de una más amplia agenda de competitividad. · Mejorar la inversión en la gente añadiendo flexibilidad al marco fiscal. Las iniciativas para redu- cir las inflexibilidades en el gasto público y liberar el potencial de las fuentes de ingreso son condiciones necesarias para elevar los niveles de inversión en la gente, y así, alcanzar los objetivos económicos y sociales. Por ejemplo, ¿qué tanto puede expandirse la cobertu- ra si se eliminaran las rentas preasignadas? · Invertir en la gente: elemento clave de la agenda de competitividad. ¿Está preparada la juventud colombiana para enfrentarse a un mundo competitivo e integrado? El nuevo paradigma de libre comercio demanda nuevos niveles de calidad y cobertura de servicios educativos. Un salto cuántico en la calidad educativa, por ejemplo, tendría impactos positivos a largo plazo sobre la posición competitiva de Colombia en los mercados, tanto regionalmente como a escala mundial. 24 Visión general · La degradación ambiental, una fuerza disuasoria en la competitividad a largo plazo. Los efectos de la degradación ambiental en la salud, en particular sobre los jóvenes, son verdaderos y cuantificables. Acciones relativamente simples y efectivas pueden tener importantes y duraderos efectos sobre el capital humano; la protección de niños mediante simples me- didas puede tener repercusiones notables en calidad de la fuerza laboral. Siendo realistas, se pueden alcanzar grandes avances en términos de reducción de la pobreza y la desigualdad manteniendo la senda de crecimiento durante los próximos cuatro años. Incluso con esta Ventana de oportunidad, se requerirá de mucho esfuerzo y compromiso para alcanzarlos. Como siempre, el Banco Mundial está dispuesto a apoyar este esfuerzo de cualquier manera que le sea posible. 25 Primera parte: Desafíos y restricciones al proceso de reformas Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales 1. Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales para mejorar el crecimiento equitativo8 Los gastos del gobierno pueden impedir o enriquecer el crecimiento económico y el patrón de los gastos causar impacto en la distribución de los frutos del crecimiento; esto es igualmente válido para el caso de los impuestos. La estructura impositiva causa un claro impacto en la competitividad y la carga relativa de impuestos lo causa en la distribución del ingreso. Tanto los gastos como los impuestos tienen un efecto directo en las oportunidades de participación de los ciudadanos y en su contribución al crecimiento econó- mico. Mientras en otras notas se tratan los detalles del gasto sectorial, en ésta se proporciona una visión general del gasto agregado del Gobierno, la estructura del gasto y la estructura y el nivel de tributación, todos desde una perspectiva internacional. Históricamente, la magnitud del consumo del Gobierno como pro- porción del PIB ha sido algo menor que el promedio de América Latina y el Caribe; sin embargo, esto cambió durante los años noventa y a pesar de una ligera baja en el consuno oficial en relación con el PIB en años recientes, la mayor parte del ajuste fiscal se ha efectuado en los impuestos. Restringir el crecimiento del consumo del Gobierno y, en particular, de la nómina oficial ayuda a mejo- rar el papel en el mayor crecimiento de los gastos del Gobierno. Aunque ampliamente redistributivo, el gasto social podría dirigirse más hacia el cumplimiento de objetivos de equidad. Del lado de los impues- tos, ampliar la base del IVA, reducir las exenciones y eliminar el impuesto a las transacciones financie- ras constituyen reformas esenciales para mejorar la eficiencia del sistema impositivo. Fortalecer la capacidad de los gobiernos territoriales, para aumentar sus propios ingresos, mejoraría también su responsabilidad para con los ciudadanos y aumentaría así el incentivo para gastos más eficientes en el ámbito subnacional. 8 Este capítulo fue escrito por Christian González con la colaboración de Mauricio Carrizosa y Steve Webb. En el momento de escribir la nota (hacia junio de 2006), el Gobierno sometió al Congreso una fundamental reforma tributaria fiscalmente neutral y, en general, consistente con las propuestas de esta nota. El propósito de la reforma es simplificar las leyes tributarias para estimular la inversión empresarial y elevar el número de contribuyentes. En el proyecto de ley tributaria se recorta la tasa de impuestos corporativos de 38,5% a 33% en 2007 y a 32% en 2008. El Gobierno planea eliminar las exenciones de modo que las empresas paguen la misma tasa, reducir el impuesto sobre los ingresos personales y expandir la base del IVA. Se compensaría a los grupos más pobres por el mayor IVA del proyecto de ley con un nuevo pago de transferencias. Con la reforma tributaria el Gobierno espera recaudar un 15,8% del PIB en ingresos tributarios. 29 Desafíos y restricciones al proceso de reformas Introducción En las Notas de política 2002 se presentó una visión general del gasto público y de los asuntos tributarios en dos notas separadas. En éstas actualizamos brevemente su condición en una nota conjunta. Ha habido muchos cambios en la estructura del gasto público y los impuestos en los últimos años, y el Banco ha analizado estos desarrollos en varios documentos, especialmente en la 2005 Public Expenditure Review y el 2005 Country Economic Memorandum. En la presente Nota se usan estos análisis anteriores para resumir los temas fundamentales de políticas con que se encuentra Colombia en 2006. Desde 2002, el gobierno ha reducido la importancia relativa de dos grandes categorías del presupuesto del Gobierno central: las transferencias intergubernamentales y las pensiones. La primera se basó en una reforma que desligó las transferencias de los ingresos corrientes y limitó su crecimiento real a 2% en el período 2002-2005 y a 2,5% en el de 2006-2008. Dado que el crecimiento real del PIB ha estado por encima de estos niveles y los ingresos corrientes han crecido más rápidamente que el PIB, la participación de las transferencias intergubernamen- tales en el presupuesto del Gobierno central disminuyó de alrededor de 26% en 2002 a 24% en 2005. Como se verá más adelante, se requiere una reforma de mayor duración en los próxi- mos años. Aunque la reducción en la proporción del gasto de las transferencias fue inmediata y temporal, la reducción de los gastos de pensiones es a mediano plazo y permanente, como se discute después. En ambos casos, con estas reformas se introduce una flexibilidad fiscal muy necesaria en el gasto. Parte del "ahorro" se utilizó para la reducción del déficit, según se vio en la nota sobre políticas de sostenibilidad fiscal. Debe anotarse que las pensiones del sector público son uno de los programas distribuidos con menor equidad en el presupuesto oficial. Del lado de los ingresos, el Gobierno ha aumentado los tributarios como proporción del PIB desde 2002 mediante la combinación de una mejor administración fiscal con aumentos en las tasas impositivas, y con la creación de nuevos impuestos, como el impuesto a las transacciones financieras y el impuesto a las ganancias ocasionales. Como en el caso de las reformas a los gastos, el aumento en los ingresos como participación del PIB contribuyó a disminuir el déficit fiscal. La mayoría de las medidas tributarias expiran dentro de los dos próximos años. La natu- raleza cada vez más de tipo ad hoc del sistema tributario, que ha surgido, ocasiona costos adicio- nales para los negocios que impiden la competitividad colombiana y el resultante crecimiento económico. 30 Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales El gobierno colombiano conoce la necesidad de reducir las rigideces fiscales, de manera que los gastos del Gobierno y la tributación pueden administrarse para mejorar las perspectivas de un crecimiento equitativo. Estos temas se abordan con claridad en el documento Colombia visión 2019, y se requieren estas reformas a nivel macro para crear el espacio fiscal para muchas de las reformas sectoriales discutidas en otros capítulos de este informe. Antecedentes: Expansión del sector público en los años noventa Colombia empezó la década de 1990 con un Estado relativamente pequeño y la terminó con un Estado comparativamente grande. El consumo general del Gobierno9 creció de un promedio de más o menos el 7% del PIB durante los años sesenta y 10% del PIB entre 1970 y 1993, a un promedio de 19,8% en el período 1994-2004 (ver gráfico 1.1). Como proporción del consumo total, el sector público representó el 12,5% antes de 1993, pero creció a 21% entre 1994 y 2001. Los gastos totales del sector público no financiero (SPNF) pasaron de 24% del PIB en 1990 a 36,5% en 1999. El sector público colombiano (medido por el consumo del gobierno per cápita) estuvo, en 2001, significativamente por encima del nivel predicho por el nivel de ingreso per cápita del país, según se deriva de la estable y fuerte relación por países.10 Esto puede interpretarse como un exceso del consumo público observado sobre una medida de demanda "nocional" o, más prácticamente, como que otros países prestan los servicios públicos a menor costo. Durante los años noventa se relacionó el deterioro del crecimiento de Colombia con un creci- miento excesivo de los gastos públicos. En un estudio del Banco que cubre los países de América Latina sobre el crecimiento económico, se identificó el consumo del Gobierno ­una variable de reemplazo por la carga que el Gobierno puede representar para la actividad privada­ como causa del menor crecimiento durante el decenio de 1990.11 En otro estudio12 se encontró que el gasto público excesivo ha contribuido al declive de la tasa de crecimiento de Colombia. Aunque lo contrario pueda ser válido o no ­es decir, que con un menor gasto del gobierno aumentará el crecimiento­, es posible que los niveles de servicio público se mantengan a un costo menor. Estas ganancias en eficiencia, en especial en términos de consumo del gobierno, podrían utilizarse de varias formas: para disminuir la carga tributaria, para aumentar los pro- gramas sociales dirigidos, o para expandir la inversión pública en campos clave identificados como importantes para aumentar el potencial de crecimiento económico. En una perspectiva regional, otros países fueron capaces de proporcionar servicios públicos con menores gastos públicos generales. Para dar dos ejemplos específicos, los gobiernos de Chile y México consu- men, respectivamente, 11,6% y 10,3% del PIB, más o menos la mitad de Colombia. Durante el gobierno de Uribe el gasto público se ha ido reduciendo gradualmente. No obstante, el tamaño del sector público es aún grande en comparación con los estándares internacionales. 9 El consumo general del Gobierno es una medida de cuentas nacionales que permite comparaciones internacionales. Es "una medida del tamaño del gobierno y de todo el sector público. En las cuentas nacionales, el consumo del gobierno es la suma de todos los bienes y servicios provistos sin cargo a los hogares individuales y colectivamente a la comunidad. Incluye los bienes y servicios comprados al sector privado, así como los producidos por el gobierno, de manera que no está relacionado en forma directa con el empleo oficial". Ver Naciones Unidas (2000). 10 Ver Banco Mundial (2005a). 11 Ver Loayza, Fajnzylber y Calderón (2002). 12 Posada y Escobar (2003). 31 Desafíos y restricciones al proceso de reformas Gráfico 1.1. Colombia y América Latina: consumo general del gobierno/PIB 25 20 15 10 5 0 1960 1962 1964 1966 1968 1970 1972 1974 1976 1978 1980 1982 1984 1986 1988 1990 1992 1994 1996 1998 2000 2002 2004 Colombia PAL Nota: PAL = Países de América Latina. Fuente: Banco Mundial. El propósito del presente informe no es establecer cuál debe ser el tamaño óptimo del sector público, sino mostrar algunas opciones sobre cómo se puede mejorar su composición. Rigideces presupuestarias El presupuesto colombiano es muy rígido, y dos campos principales en donde los gastos au- mentaron en forma sustancial durante los años noventa fueron las transferencias a los gobier- nos locales y al sistema de pensiones, como se verá.13 Las transferencias al sistema de pensiones han seguido en aumento en los dos últimos años, tendencia que continuará hasta 2013 bajo los reglamentos actuales, después del cual disminuirán los déficit en forma gradual durante una generación, cuando los afiliados al viejo sistema se retiren y mueran. El nuevo sistema tiene cuentas individuales y es sostenible; el problema fiscal se encuentra en la larga y costosa transi- ción. Se ha dificultado la superación de esta situación con intervenciones legislativas y judicia- les que extienden y suavizan más el período de transición, y tal retroceso puede ocurrir de nuevo. En adición a las transferencias, el sistema de presupuesto colombiano debe absorber también numerosos ingresos asignados y ordenaciones de gastos mínimos exigidos por la ley. Según algunos estimativos, existen seis leyes que asignan los ingresos a partir de ítems de gastos co- rrientes, siete para gastos de capital y 48 que establecen fondos especiales para propósitos espe- cíficos. Estas asignaciones de ingresos agotaron más del 21% del total de los ingresos del Gobierno 13 Ver Perry (2005). 32 Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales central en 2004.14 Sumando los salarios del sector público, el servicio de la deuda y otros gastos ordenados por la ley, alrededor de 96% del presupuesto queda comprometido. Si bien éste es un problema común en muchos países, algunos pueden mantener esta relación en el rango del 80% al 85%. Los amplios escapes en la estructura legal han permitido a las agencias públicas explorar la legislación y asignar específicamente los recursos. Esto ha hecho extremamente rígido el presu- puesto y no ha permitido al gobierno casi ninguna flexibilidad en la asignación de los recursos públicos. Esta rigidez presupuestaria limita la flexibilidad de planeación del gobierno y dificulta emprender nuevos programas o inversiones de capital.15 En adición, varios elementos técnicos esenciales del proceso de presupuesto deben ajustarse como parte del proceso de reforma. Se da preferencia al gasto social sobre otros tipos de gasto. Su implementación está sometida a controles más ligeros con lo que se estimula su crecimiento. Esta situación es en particular preocupante si se tiene en cuenta que la definición de "gasto social" que se encuentra en la actual legislación es tan amplia que virtualmente cualquier tipo de gasto puede calificarse como "social". Aunque la Constitución prohíbe expresamente la asig- nación específica de ingresos, permite excepciones para gasto social y, como resultado, en la mayor parte de las leyes actuales de asignación se ha encontrado la forma de adaptarse con facilidad a esta definición tan amplia. Como se mencionó en el Colombia Public Expenditure Review,16 un "impuesto" sobre "gastos in- flexibles", tal como el implementado en Brasil hace varios años, es una opción de corto a media- no plazo para conseguir flexibilidad más agregada. Con dicha opción el gobierno podría tener derecho a reducir, en forma proporcional, los gastos ordenados hasta un porcentaje predefinido para garantizar la sostenibilidad fiscal. Se esperaba que la propuesta Ley Orgánica de Presupuesto redujera inflexibilidades en el pre- supuesto del orden de 0,51% del PIB en 2006, acumulándose a un 0,88% del PIB en general para 2009.17 No obstante, el Congreso archivó la Ley y el Ministerio de Hacienda debió implementar un decreto con que redujo algunas de esas rigideces. El decreto establece que para el 30 de junio el Ministerio de Hacienda deberá tener una estructura de gastos a mediano plazo que sirva de catalizador para discutir prioridades reales de presupuesto, y podría transformar la ley anual de presupuesto en una herramienta efectiva de implementación de políticas. Además, el decre- to establece que el presupuesto no constituya más una autorización automática para que las agencias de gasto se comprometan hasta las cantidades apropiadas. A pesar de que el decreto redujo en forma sustancial algunas de estas rigideces, será importante que la próxima adminis- tración efectúe todavía más reducciones, quizás a través de otra Ley Orgánica de Presupuesto. Pensiones Colombia cuenta con un sistema de pensiones ordenado por la Constitución, de tipo de régimen de reparto simple, administrado por el ISS, y aunque el sistema sufrió reformas en 14 Estimativo de la Dirección de Presupuesto, Ministerio de Hacienda y Crédito Público. 15 Ver Banco Mundial (2005b). 16 Banco Mundial (2005a). 17 Estimativo de la Dirección de Presupuesto, Ministerio de Hacienda y Crédito Público. 33 Desafíos y restricciones al proceso de reformas 1993 con la Ley 100, todavía genera grandes déficit que deben ser cubiertos por grandes trans- ferencias del Gobierno central. La Ley 100 abordó los temas de las bajas contribuciones con beneficios de retiro demasiado generosos, pero no tuvo en cuenta los cambios demográficos (se calculó un lapso promedio de duración de pagos de 15 años que ha llegado ahora casi a los 26), y omitió eliminar varios regímenes especiales muy costosos. En los últimos cinco años, las contribuciones promedio al sistema han permanecido constantes en 1,1% del PIB, mien- tras los pagos han aumentado de 4,4% del PIB en 2000 a 5,7% en 2004. En 2005, el Congreso aprobó una enmienda constitucional para aumentar la sostenibilidad del sistema de pagos. Entre los elementos principales de esta reforma están los siguientes: i) introducción de un mandato de sostenibilidad legal del sistema de pensiones en la Consti- tución; ii) eliminación de regímenes especiales; iii) no elegibilidad de negociación de temas de pensión en acuerdos de negociaciones colectivas; iv) eliminación del salario 14 (la mesada 14); y v) imposición de un límite a los derechos de pensión individual equivalente a 25 sa- larios mínimos. El Gobierno estima que estas medidas disminuirán los desequilibrios fu- turos del sistema de pensiones en forma significativa, a saber, en una reducción de un 19% del PIB en el valor presente neto de los déficit futuros acumulados. El valor presente neto del stock contingente se estima ahora en un 148% del PIB. Con esta reforma se efectuaron algunas mejoras al sistema de pensiones. No obstante, para los próximos 15 años, el déficit en el flujo de caja permanecerá más o menos en un 4% del PIB, que es alto, y seguirá ejerciendo presión significativa en las finanzas del Gobierno central, a menos que se emprendan nuevas reformas. Gráfico 1.2. Balance operativo de la seguridad social 0 2002 2004 2006 2008 2010 2012 2014 2016 2018 2020 2022 2024 2026 2028 2030 2032 2034 2036 2038 2040 2042 2044 2046 2048 2050 Sin reforma de pensiones Con reforma de pensiones Fuente: DNP. 34 Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales Transferencias entidades territoriales Los gobiernos locales en Colombia ­departamentos, municipios y distritos especiales­ afectan el panorama fiscal nacional a través de dos canales: i) las transferencias que reciben del presu- puesto nacional del Gobierno central y ii) sus propios saldos fiscales. La reforma constitucional de 2001 desligó temporalmente las transferencias de los ingresos corrientes nacionales y los colocó en una ruta más sostenible, limitando con ello el crecimiento de los gastos de la adminis- tración central (los gastos generales).18 La reforma combinó las tres transferencias principales, que habían crecido y proliferado desde la Constitución de 1991, en un solo "Sistema general de participaciones". En la transición, las "participaciones" crecerían a un 2% en términos reales en el período 2002-2005 y a 2,5% en el de 2006-2008.19 En 2009, los gobiernos locales recibirán igual cantidad de transferencias a las recibidas en 2001; en otras palabras, un 40% de los ingresos corrientes o alrededor del 7,3% del PIB. Después de 2010, el aumento de las participaciones será igual al crecimiento promedio de los ingresos corrientes de la administración central durante los cuatro años anteriores. Se esperaba que las transferencias disminuirían de más o menos el 6% del PIB en 2002 a más o menos 5,4% del PIB en 2008. En el gráfico 1.3 se presenta esta tendencia; allí se comparan las proporciones de los ingresos bajo las reglas actuales con las de las reglas anteriores. Aunque con el Acto Legislativo se ha podido ahorrar en promedio más o menos un 1% del PIB, en 2009 podría haber una presión significativa sobre el gobierno central, porque las transferencias a los gobiernos locales tendrían que aumentar de un 5,4% del PIB en 2008 a un 7,3% del mismo en 2009. Por tanto, una prioridad de la "Agenda fiscal" será cambiar esta provisión de la ley, de tal forma que se mantengan constantes las transferencias a los go- biernos locales en términos reales después de 2008. Para preservar este espacio de respiro fiscal para sí mismo, el gobierno central deberá resistir la presión de expandir los programas de trans- ferencias, como sucedió en la década de 1990, lo que sería más fácil si a los departamentos y municipios con mayores responsabilidades de gasto se les proporciona una mayor base impositiva y las restricciones en las transferencias crean incentivos para que los gobiernos loca- les utilicen sus bases tributarias. El proceso de descentralización en Colombia, de acuerdo con varios informes, ha producido resultados mixtos. Incrementar las transferencias a los gobiernos locales no necesariamente mejorará los servicios públicos. Ha habido algunos programas sociales muy buenos y progresis- tas, tales como el de Familias en acción, que los gobiernos locales desean manejar en el futuro. Entre tanto, este programa se ha manejado en forma efectiva por el gobierno central, y una posibilidad es que éste negocie con los distintos departamentos para que se abstengan del retor- no a la vieja cantidad de transferencias a cambio de la mayor cobertura del programa (conti- nuando el gobierno central con su administración). Equidad en el gasto del gobierno En Colombia el gasto social representa un 40% del presupuesto y es ampliamente redistributivo. Lasso (2004) estima que el gasto social total tiene el efecto neto de disminuir el coeficiente de 18 Los límites a los gastos operativos de la administración central han sido así: a) 1,5% de crecimiento real para 2002 a 2008 y b) de allí en adelante una tasa de crecimiento igual al promedio medio del crecimiento de los ingresos corrientes de los cuatro años anteriores. 19 Si el crecimiento real del PIB excede al 4% en cualquier año de la transición, las participaciones aumentarían en forma propor- cional, pero sólo después de ajustar para los años en que el PIB real crezca con mayor lentitud que las participaciones. 35 Desafíos y restricciones al proceso de reformas Gráfico 1.3. Transferencias a entidades territoriales, reales y contrarias a los hechos 9,0 8,0 7,0 6,0 Como porcentaje del PIB 5,0 4,0 3,0 2,0 1,0 0,0 1987 1988 1989 1990 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 Real Proyectada con el Acto Legislativo Proyectada sin el Acto Legislativo Nota: Desde 1996 hasta 2001, las transferencias actuales incluyen las transferencias extraordinarias que recibieron los gobiernos locales en ese período. Fuentes: DNP y cálculos del Banco Mundial. Gini del ingreso familiar en 4,9 puntos porcentuales. Existen grandes variaciones entre progra- mas o subsectores. Por ejemplo, dentro del sector de la educación, Lasso (2004) estima que el 37% del gasto en educación primaria se destina al quintil inferior de la distribución del ingreso, en tanto que el 42% del gasto en educación terciaria se destina al quintil superior y existen otros patrones inusuales. Por ejemplo, en los sectores de infraestructura, el quintil superior hace una contribución neta por medio del pago de servicios, mientras el principal beneficiario neto es el segundo quintil superior. Los pagos de pensiones tienen un efecto negativo en la distribución de ingresos: sólo 0,3% de los beneficios netos llegan al quintil inferior, mientras que cerca del 80% se acumulan en el quintil superior. Una distribución más equitativa de los gastos del Gobierno puede causar un impacto directo en la reducción de la pobreza; sin embargo, puede también contribuir indirectamente a esa reduc- ción a través del aumento del crecimiento económico. Por ejemplo, si se aumenta el acceso de los quintiles inferiores a la educación terciaria aumentaría el crecimiento económico a largo plazo. Por supuesto, lograr esto es un proceso complejo, ya que se deben aumentar las tasas de graduación de primaria y secundaria para que los niños más pobres lleguen a terciaria. En todo caso, es un ejemplo de la complementariedad potencial entre el direccionamiento del gasto social y el crecimiento económico a largo plazo, que cierra el "círculo vicioso" del crecimiento y la reducción de la pobreza. 36 Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales Políticas tributarias Los principales impuestos de Colombia hoy incluyen los de renta, IVA, a las importaciones, y los de seguridad social, en el ámbito nacional; impuestos indirectos a los licores, cervezas y cigarrillos, en el departamental y a la propiedad y a los negocios (industria y comercio) en el municipal. Estos impuestos principales representaron el 16,1% del PIB, de una tributación total del 19,7% del mismo, en 2002. Existe también un impuesto nacional a la gasolina con sobretasas en los departamentos y los municipios.20 Así mismo, existen tres impuestos por fuera de presu- puesto (parafiscales) asignados a las nóminas de empleados: 2% para el Servicio Nacional de Aprendizaje (Sena); 3% para atención infantil Instituto Colombiano de Bienestar Familiar (ICBF); y 4% para varios beneficios y subsidios familiares (Cajas de Compensación).21 Los últimos son ingresos por fuera del presupuesto pues, por interpretación de la Corte Constitucional, su ca- rácter de asignación específica implica que no deben incluirse dentro de los ingresos corrientes nacionales. Esta interpretación se aplica también a "fondos especiales", impuestos de asigna- ción a sectores específicos e ingresos provenientes de recursos no renovables. La implicación práctica es que estos recursos están protegidos de las reglas de transferencias interguberna- mentales aplicadas a los ingresos corrientes nacionales. Cuadro 1.1. Ingresos tributarios del Gobierno central, según fuentes (porcentajes) 1990 1995 2000 2001 2002 2003 2004 2005p Ingresos tributarios 9,3 9,7 11,2 13,2 13,5 14,0 14,5 15,2 Impuesto sobre la renta 3,8 4,0 4,3 5,3 5,3 5,4 6,0 6,2 Impuesto al valor agregado (IVA) 2,9 4,1 4,8 5,3 5,3 5,9 5,8 6,3 Impuesto al patrimonio neto 0,0 0,0 0,0 0,0 0,6 0,5 0,2 0,2 Impuesto a las transacciones financieras 0,0 0,0 0,6 0,8 0,7 0,7 0,9 0,9 Aranceles 1,5 1,0 1,0 1,1 1,0 1,0 0,9 1,0 Gasolina 0,7 0,6 0,5 0,6 0,5 0,5 0,4 0,4 Otros 0,4 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,3 0,2 Ingresos no tributarios 1,0 1,7 2,1 1,7 1,6 1,4 1,2 1,3 Total de ingresos 10,3 11,4 13,3 14,9 15,0 15,2 15,7 16,5 Fuentes: DIAN y cálculos del Banco Mundial. El IVA y el impuesto sobre la renta, caracterizados por tasas comparativamente altas desde una perspectiva internacional (ver el cuadro 1.2) y bases estrechas, son las fuentes principales de ingreso y contribuyen con cantidades equivalentes (5,3% del PIB cada uno en 2002) a los ingre- sos totales del Gobierno central. Como lo indica el gráfico 1.4, para alrededor del año 2000, el 20 Entre otros impuestos nacionales, están los impuestos a las transacciones financieras y de seguridad nacional; otros departa- mentales incluyen impuestos a los vehículos (compartidos con los municipios) y servicios notariales y estampillas; otros muni- cipales incluyen los de espectáculos públicos, extracción de arenas, zonificación urbana y matanza de ganado. 21 Hay que anotar que además de los impuestos ya mencionados, los colombianos pagan una cantidad significativa en otros impuestos a la nómina (en suma, un gran desincentivo para la oferta laboral en el sector formal, a pesar de generosas exenciones para ingresos laborales en el impuesto sobre la renta). Los costos no salariales comprenden cerca del 60% de la nómina, aunque las contribuciones al Sena, 2% de la nómina), al ICBF (3%) y a las Cajas de Compensación Familiar (4% de la nómina) son las categorías que se pueden caracterizar como impuestos puros pues no afectan directamente al trabajador, y así se añaden (junto con fondos especiales e ingresos de recursos no renovables) a la tributación general como proporción del PIB. Las tres contribu- ciones se consideran ineficientes aun como programas de servicios generales. 37 Desafíos y restricciones al proceso de reformas recaudo del impuesto sobre la renta está alrededor de uso de regresión en una regresión log-log de impuestos sobre la renta por países. El recaudo de IVA está por debajo de la regresión log-log de impuestos sobre bienes por países. La experiencia internacional sugiere que el recaudo co- lombiano podría ser mayor para su nivel de ingreso.22 Teniendo en cuenta todo, los ingresos tributarios nacionales alcanzaron a ser el 13,2% del PIB en 2001, estando ligeramente por debajo del promedio general de América Latina (13,5% del PIB); sin embargo, el recaudo tributario ha aumentado en los últimos cuatro años y ahora representa un 15,2% del PIB. Los ingresos por impuesto sobre la renta han rondado un 40% del total de ingresos tributarios nacionales por más de una década, subiendo los ingresos con la aprobación de leyes impositivas sólo para disminuir nuevamente uno o dos años después. Gráfico 1.4. Comparación de ingresos por impuestos sobre la renta y patrimonio. Modelo lineal logarítmico, 2000 10 9 y = 1,2139x - 4,5927 R2 = 0,842 8 7 6 y = 1,3904x - 6,6993 R2 = 0,7939 5 4 3 7 7,5 8 8,5 9 9,5 10 10,5 11 11,5 Impuestos sobre la renta/Fuerza laboral (Log) Impuestos sobre patrimonio/Fuerza laboral (Log) Impuestos sobre la renta/Fuerza laboral (Log), lineal Impuestos sobre patrimonio/Fuerza laboral (Log), lineal Fuente: Estimados de personal del Banco basados en datos del Banco Mundial (SIMA). El + en color blanco indica impuestos sobre la renta en Colombia. El símbolo es indica impuestos sobre patrimonio. Los enfoques sistémicos a la tributación alternativos combinan impuestos y gastos públicos en va- rias formas para lograr objetivos de productividad tributaria, eficiencia económica, reducción de pobreza y simplicidad. En un posible enfoque se combina un impuesto sobre la renta de amplia aplicación y moderadamente progresivo con un IVA plano y de amplia aplicación y con gasto público fuertemente progresivo, incluyendo, si es administrativamente eficaz, un sistema de estampilla de IVA o de reembolso basado en el Sisbén23 para eximir o compensar a los pobres por los impuestos de valor agregado que paguen. En la actualidad se está fortaleciendo al Sisbén (con el Nuevo Sisbén) y se utiliza para canalizar subsidios a las familias. Un sistema de estampi- 22 Nótese, sin embargo, que la validez de estas comparaciones puede estar comprometida por la exclusión de ingresos por fuera del presupuesto. 23 El Sisbén es un sistema de información utilizado para dirigir programas sociales a la reducción de la pobreza que incluye salud, educación y vivienda. 38 Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales llas sería más sencillo, pero más susceptible al abuso que uno de reembolsos. El enfoque mejo- raría la progresividad a medida que los estratos más ricos de la población paguen IVA por todos los bienes y servicios, mientras los pobres quedarían efectivamente exentos. Reformas al impuesto sobre la renta Ampliar el número de contribuyentes sigue siendo una prioridad obvia de la reforma para Colombia. Hace 40 años, el país tenía unos 501.000 contribuyentes entre corporativos (15.000) y personales (486.000).24 Hoy, con alrededor de 3,5 veces la fuerza laboral de 1962, Colombia tiene cerca de 1.175.000 empresas e individuos que aportan ingresos tributarios sobre la renta, lo que es una pequeña fracción de la fuerza laboral de 20 millones de personas del país. La dependen- cia tributaria del Gobierno busca ampliar la base de contribución a más de 2 millones, que es su propio estimado del número de personas que deberían estar contribuyendo con el impuesto sobre la renta (el Estatuto Tributario indica que los individuos que ganan más de unos US$750 al mes deben contribuir). Es importante aumentar la cobertura del impuesto sobre la renta por razones de neutralidad y equidad, pero también con el fin de desarrollar una base posible (el impuesto sobre la renta individual), para eventualmente atraer ingresos subnacionales margi- nales. Los tratamientos preferenciales del impuesto sobre la renta desgastan significativamente la base impositiva. En estos tratamientos se incluyen las entidades excluidas del impuesto, las sujetas a tasas reducidas de impuesto y beneficios tributarios a contribuyentes comunes (exclusiones de ingresos, deducciones, rentas exentas y créditos tributarios). Desde la reforma tributaria de 2002,25 el Gobierno estima ahora el valor de las exclusiones, deducciones especiales (o sea, las diferen- tes de costos e impuestos), exenciones y créditos tributarios como parte de su ejercicio de presu- puesto anual, siguiendo el mandato del artículo 87 de la reforma tributaria de 2002. En 2003, éstas llegaron a ser, respectivamente, 4,8%, 17,2%, 3,4% y 0,1% del PIB.26 Suponiendo una tasa promedio impositiva sobre la renta (la relación de impuestos pagados a rentas gravables más exentas) del 20%, estos tratamientos tuvieron un costo fiscal del 5,2% del PIB en 2003. Algunas características sobresalientes del impuesto sobre la renta personal de Colombia son altas tasas de impuestos, importancia de la retención en la fuente, mínimas cantidades de re- caudo a través de retornos tributarios anuales y (como se indicó antes) numerosos contribuyen- tes que siguen por fuera del alcance del impuesto sobre las rentas personales. En primer lugar, la máxima tasa impositiva sobre la renta personal, que subió de 30% en 1990 a 35% en 2001 y a 38,5% en 2003-2006 (como resultado de una sobretasa de 10% introducida por la Ley 788 de 2002 y extendida por la reforma tributaria de diciembre de 2003), es una de las más altas de América Latina (cuadro 1.2). En segundo lugar, la retención de impuestos aporta el grueso de las cantida- des gravadas por el impuesto sobre las rentas personales ­más del 80% del total­; las principa- les fuentes de retención son los salarios, honorarios, rendimientos financieros y rentas. En tercer lugar, los ingresos obtenidos a través de retornos tributarios anuales están sólo entre el 0,1% y el 0,2% del PIB, ya que gran parte de los ingresos sobre los que no se efectúa retención no se reportan. En cuarto lugar, el umbral de la exención salarial es mucho más alto en Colombia que 24 Ver OEA y BID (1965). 25 Zodrow (2003a) discute la aplicación del análisis de gastos tributarios a Colombia. 26 Ver Ministerio de Hacienda (2004a), capítulo 4, anexo 1. 39 Desafíos y restricciones al proceso de reformas Cuadro 1.2. Tasas de impuesto sobre la en otros países en desarrollo: el 97% de los asala- renta personal en América Latina, Estados riados están exentos del pago de impuesto sobre Unidos y Canadá (alrededor de 2000) la renta personal como resultado del umbral exis- tente para la exención de asalariados (1,7 veces País Inferior Superior el ingreso promedio de la fuerza laboral o $1,7 Argentina 6 35 millones mensuales, equivalentes a 5 salarios mí- Bolivia 13 13 nimos mensuales). Como resultado de las varias Brasil 15 27,5 tasas y umbrales, niveles similares de ingreso Canadá 17 29 pueden generar distintos niveles de impuestos Chile 5 45 personales, dependiendo de los tipos de ingreso incluidos en la base tributaria. No existe razón Colombia 22 38,5 para tributación diferencial de distintos tipos de Costa Rica 10 25 ingresos laborales. Ecuador 5 25 El Salvador 10 30 La estructura de tasas (20%, 29% y 35%) es algo Estados Unidos 15 35 inusual en el sentido de que la tasa mínima dife- Guatemala 15 30 rente de cero es relativamente alta, mientras la Honduras 10 30 tasa media es relativamente cercana a la máxi- Jamaica 25 25 ma. En un 20%, la tasa mínima de impuesto so- México 3 32 bre la renta para los individuos en Colombia es Paraguay 30 30 alta comparada con el 5% y el 6% en Chile y Ar- Perú 15 30 gentina, respectivamente, 15% en Brasil, Perú y República Dominicana 15 25 los Estados Unidos y 17% en España. En 38,5%, Uruguay 30 30 la tasa máxima está muy por encima del prome- dio de tasas máximas de una muestra de países Venezuela 6 34 en desarrollo y desarrollados y muy por encima Fuentes: Banco Mundial, Martindale-Hubell Law Directory también del promedio de los grandes países de (2000) y Cámara de Comercio de Bogotá. América Latina (alrededor de 31%). Serias preocupaciones sobre los efectos negativos de altas tasas impositivas marginales en los incentivos individuales para la fuerza laboral y el ahorro, así como los incentivos que crean las altas tasas para la omisión y evasión fiscal, implican que el grado de progresión del im- puesto sobre la renta personal debe ser modesto. En consecuencia, no son aconsejables au- mentos adicionales de la tasa impositiva marginal en el impuesto sobre la renta personal, actualmente en el 35% (38,5% con la nueva sobretasa a través de 2006). De hecho, el propósito debe ser, en cambio, ampliar la base del impuesto sobre la renta personal para poder dismi- nuir la distribución de tasas. En este aspecto, la reciente reforma de 2002 sólo hizo un progre- so limitado: se redujo la exención sobre ingresos laborales de 30% a 25%. La alta tasa para las empresas estimula esquemas de precios de transferencia y otras manipulaciones por parte de empresas multinacionales que reducen los ingresos tributarios colombianos. Un enfoque prefe- rible es expandir la base impositiva sobre la rentas corporativas, eliminando más exenciones. Para identificar las distorsiones, se pueden calcular las tasas impositivas efectivas marginales sobre varias actividades, como se discutió en el Memorando económico del país (2005). De este análisis se sigue una cantidad de recomendaciones para reducir las distorsiones en el im- puesto sobre las rentas corporativas. Los cambios fundamentales recomendados en las políticas incluyen: 40 Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales · Gravar todas las formas de ingresos laborales cuando éstos excedan el umbral designado, que se podría disminuir del actual nivel de cinco salarios mínimos a cuatro.27 · Introducir nuevas tasas de, por ejemplo, 15, 25 y 35, en lugar de las tasas actuales de 20, 29 y 35. Eventualmente, una reducción de la tasa máxima (por ejemplo, de 25 a 30%) sería también aconsejable. La reciente propuesta de reforma tributaria del Gobierno (ya retira- da) solicitaba una reducción gradual de la tasa impositiva individual máxima al 32% (ex- cluyendo la sobretasa). Tasas bajas impositivas marginales tienen la ventaja importante de reducir los costos de eficiencia de las distorsiones impuestas por el sistema de impues- to sobre la renta, ya que estos costos de eficiencia aumentan en forma algo aproximada en función del cuadrado de la tasa impositiva marginal. Aún más, tasas bajas reducen los incentivos tributarios para que individuos y empresas participen en mercados informales en lugar de formales.28 · Mejorar el cumplimiento de pago y eliminar incentivos excesivos para la financiación de la deuda, reemplazando el cálculo de renta presuntiva (el ingreso mínimo para propósi- tos de impuesto sobre la renta) ­calculado hoy como el 6% de los activos netos­, por uno menor, por ejemplo, 1,5% de los activos brutos, y vincularlo a los esfuerzos actuales de identificar activos de individuos y empresas que han estado por fuera del sistema tributario. · Reducir las deducciones por depreciación para reducir las distorsiones tributarias a través de activos y subsectores de negocios. Las deducciones por depreciación bajo el impuesto sobre la renta son relativamente generosas porque se fijaron inicialmente altas para com- pensar el efecto de la inflación, pero no se ajustaron hacia abajo cuando se indexó el sistema impositivo por la inflación en 1988.29 Esto produce como resultado alguna distor- sión de la asignación de inversiones en distintos tipos de activos. · Fijar gastos parciales inmediatos, agregando un ajuste a la base de manera que el precio de compra del activo se deduzca sólo una vez.30 El otorgamiento de gasto parcial inme- diato a una tasa de 30% para inversiones en activos depreciables distintos a estructuras tiene un enorme efecto en sus tasas impositivas efectivas marginales (TIEM), lo que es especialmente válido, pues este incentivo a la inversión se ha diseñado en forma inapro- piada y es así excesivamente generoso, ya que la base impositiva del activo no se reduce para que refleje el gasto parcial inmediato, lo que implica que los inversionistas efectiva- mente consiguen deducir 130% del costo del activo. 27 La Comisión de Ingresos estima que la eliminación de la exención salarial del 30% daría como resultado un aumento en los ingresos tributarios de 0,3% del PIB, mientras la reducción del tope de ingresos exentos totales de 5 a 4 salarios mínimos produ- ciría un 0,2% sobre el PIB adicional, para un incremento total de medio punto porcentual. Por otro lado, el consumo real bajaría en una relación de 1:1 (un aumento de 1% en los impuestos llevaría a una caída de 1% en el consumo). Los efectos distributivos serían progresivos: la eliminación de la exención del 30% afectaría en su mayor parte a quienes ganan más ingresos, en tanto que la reducción del umbral de 5 a 4 salarios mínimos causaría un mayor impacto en los estratos medio y superior de ingresos. En la experiencia internacional, los umbrales de niveles de ingreso varían en todas partes, desde cero en varios países (p. ej., en Argentina, México y Perú) a US$6.800 en Colombia y US$8.940 en Brasil. 28 Además, como luego se discutirá con detalle, tasas bajas impositivas a empresas tienen la ventaja de reducir los incentivos para que las multinacionales utilicen técnicas contables financieras para disminuir sus obligaciones tributarias en Colombia. 29 Ver Zodrow (2002). 30 Banco Mundial (2005). 41 Desafíos y restricciones al proceso de reformas Para considerar una reforma tributaria fundamental existen varias opciones: i) impuestos uni- formes o planos; ii) impuesto dual sobre la renta; iii) opciones de impuesto al consumo y iv) opciones híbridas.31 El impuesto uniforme es una medida en la misma línea de las medidas adoptadas en varios países de la antigua Unión Soviética y otros países en vía de transición del socialismo. Los impuestos uniformes tienen una sencillez importante y ventajas de eficiencia, son menos susceptibles a la evasión y omisión y crean un ambiente de inversión relativamente favorable. Sin embargo, suelen también resultar en redistribuciones de cargas impositivas de los muy ricos a una clase media definida con amplitud (se protege a los pobres con deducciones estándar y exenciones personales). Como resultado, la sanción de un verdadero impuesto uni- forme daría pie para serios problemas de equidad, si bien se podría atenuarlos si se acompañara el impuesto con mejor cumplimiento y penalidades más fuertes, y se diseñara principalmente para mejorar el cumplimiento de los ricos. Igualmente, debe ponerse un gran cuidado para garantizar que los ingresos tributarios no disminuyan con un impuesto uniforme. Otro enfoque, utilizado en los países nórdicos (Dinamarca, Suecia, Finlandia y Noruega) y tam- bién en varios países europeos, es el "impuesto dual sobre la renta", llamado así porque se grava a los ingresos laborales con tasas progresivas mientras se aplica a las ganancias de capital un impuesto uniforme a una tasa igual a la tasa impositiva mínima positiva, aplicada a los ingresos laborales. El impuesto dual sobre la renta representa un acuerdo entre el deseo de proveer un ambiente tributario amigable para la inversión y el deseo de aumentar los ingresos tributarios, gravando las ganancias de capital. Aun cuando ha sido razonablemente exitoso, tiene proble- mas al limitar la omisión en la forma de convertir los ingresos laborales altamente gravados en ingresos de capital que se gravan a una tasa uniforme. En adición, todavía impone un impuesto sobre la renta, si bien a una tasa relativamente baja sobre los ahorros, inversiones e ingresos ganados por los capitales internacionales de alta movilidad. Otra complicación es que, en la práctica, ha demostrado ser difícil imponer la tributación de ingresos por intereses requerida bajo el impuesto dual sobre la renta. Todavía, con otro conjunto de opciones, el impuesto sobre las rentas corporativas se converti- ría en un impuesto basado en el consumo. Los impuestos sobre el consumo se diferencian de los impuestos sobre los ingresos primariamente en que se permite que el gasto (o su equiva- lente), más que las deducciones por depreciación, se deduzca para compras de equipo de capital. Este tratamiento generoso de la inversión implica que los rendimientos normales de la inversión queden exentos de impuestos, mientras que los rendimientos por encima de lo normal sean gravados, lo que produce como resultado un sistema muy favorable a inversio- nes que obtienen beneficios normales, en tanto al mismo tiempo se obtiene algún ingreso de empresas que ganan beneficios por encima de lo normal. La contabilidad del flujo de caja con un sistema de impuestos basado en el consumo es también mucho más sencilla que la conta- bilidad de acumulación con un sistema de impuestos sobre la renta. Existe una amplia varie- dad de formas en que dichos impuestos pueden implementarse. Uno de los enfoques es el del impuesto al flujo de caja de Hall-Rabushka esbozado antes ("impuesto uniforme"). Aunque es un plan atractivo en muchas formas, el impuesto uniforme sufre varios defectos (más allá de cualquier preocupación sobre su "uniformidad", que puede en principio apaciguarse agre- gando una o dos tasas a la estructura de impuestos individuales). De mayor importancia es que, dado que no permite deducciones por gastos de intereses, es muy poco probable que el 31 Esta sección sobre reforma tributaria integral hace uso de un Informe de la World Bank Misión Back-to-Office Report, por el profesor George Zodrow. 42 Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales Servicio de Rentas Internas de los Estados Unidos lo considere como un impuesto acreditable, lo que es un problema porque implica una doble tributación de beneficios por encima de lo normal ganados por multinacionales estadounidenses en Colombia, y porque puede dar la impresión de que el sistema es algo "defectuoso". Así mismo, surgen serios problemas de omisión porque el tratamiento de ingresos y gastos por intereses es muy diferente del de otras naciones. Por consiguiente, en Colombia son dignos de consideración medios alternativos de implementar un impuesto basado en el consumo. En particular, el plan de Deducción para Capitales Corpo- rativos (ACE); implementado en Croacia de 1994 a 2001, es una opción atractiva. Este enfoque se parece más a un impuesto sobre la renta que la mayoría de los planes de impuestos sobre el consumo, porque permite deducciones por depreciación y por gastos de intereses y así es me- nos susceptible de que se abuse de él; implica menos problemas de transición que planes alter- nativos y sería acreditable en los Estados Unidos. El ACE es un impuesto basado en el consumo porque permite una deducción adicional por los costos de oportunidad del capital, igual al producto del valor en libros del capital y la tasa de interés libre de riesgos. La combinación de esta deducción con deducciones por gastos de intereses es económicamente equivalente a per- mitir gastos. Además, los efectos compensatorios entre la deducción de capital y deducciones por gastos de intereses y depreciación implican que la base impositiva del ACE se mide con precisión aun si sus componentes no. Aunque el enfoque ACE no está libre de problemas pro- pios, es una forma promisoria de conseguir ganancias económicas del tratamiento basado en el consumo de la inversión en Colombia, sin muchos de los problemas que plagan el impuesto uniforme de Hall-Rabushka. Otra alternativa, recomendada por el panel de reforma tributaria del Presidente en los Estados Unidos y también por un grupo similar en Suiza, es combinar el tratamiento de impuesto basa- do en el consumo en el ámbito empresarial con un impuesto modesto a nivel individual sobre ganancias de capital. Este enfoque ayuda a alcanzar objetivos de equidad y también evita el problema de percepción asociado con la apariencia de eximir completamente los ingresos de capital de los impuestos. Por último, debe anotarse que todas las formas alternativas de tributación a los negocios discu- tidas pueden coexistir con un impuesto al IVA tradicional. Ahora volvemos a una discusión sobre cómo se implementa el IVA en Colombia. Cuestiones y opciones sobre el IVA Gran parte de los ingresos tributarios en los años noventa puede atribuirse mayormente al aumento de las tasas del IVA (de 10% en 1990 a 16% hoy). Como resultado, la contribución del IVA a los ingresos tributarios nacionales totales creció en unos 10 puntos porcentuales del PIB durante esa década. Sin embargo, el IVA en Colombia no está a la altura del impuesto al IVA ideal basado en el consumo y en la destinación específica.32 Adolece de un diseño complejo con 32 Con un IVA ideal, se tendría lo siguiente: a) todos los bienes y servicios al consumidor consumidos internamente (incluidas las importaciones) estarían sujetos a una tasa impositiva uniforme; b) el IVA pagado sobre todos los bienes de capital se acreditaría completamente con el sistema de devolución por facturación (invoice-credit); y c) todas las exportaciones tendrían una tasa de 0% para garantizar que el impuesto se aplica con base en la destinación específica. Un umbral de ingresos mínimos para propó- sitos de impuesto sobre la renta ayuda a compensar por el IVA que pagan inevitablemente los pobres. 43 Desafíos y restricciones al proceso de reformas demasiadas tasas (10) y numerosas exenciones que explican su bajo rendimiento en compara- ción con los estándares internacionales (el recaudo de IVA como proporción del PIB es de me- nos de un tercio de la tasa de IVA). El bajo rendimiento refleja también la estrecha base del impuesto;33 la alta incidencia de la evasión, que la Dirección de Impuestos Nacionales de Co- lombia (DIAN), estima en 23% y las tasas de 0% para una cantidad de categorías (distintas a exportaciones). Un procedimiento especial para el IVA sobre bienes de capital le añade comple- jidad a la administración del impuesto. Se estima que el costo de todas las exclusiones y exencio- nes del IVA representaron alrededor del 4% del PIB en 2000.34 Una comparación con países de América Latina, caracterizados por tasas similares de impuesto ilustra la menor eficiencia y productividad del IVA colombiano. Bolivia, Costa Rica y México po- seen todos tasas impositivas sobre bienes y servicios similares a las de Colombia; sin embargo, todos recaudan ingresos significativamente mayores, como proporción del PIB. En 1999, mientras Colombia recaudó un 4,9% del PIB en IVA, Bolivia recaudó 7,1%, Costa Rica 7,6% y México 8%. La principal tasa actual de IVA del 16% en Colombia es más o menos el promedio de América Latina para 1999 (16,5%). El principal objetivo con relación al IVA debería ser expandir su base reduciendo las exenciones, y ayudar a recortar la evasión y facilitar la administración, eliminan- do numerosas tasas intermedias. Un enfoque óptimo para reformar el sistema actual, dirigido a aumentar los recaudos y reducir las distorsiones, eliminaría todas las exenciones y establecería una sola tasa de 16% (igual a la tasa actual), eliminando todas las tasas preferenciales y las tasas impositivas diferencialmente altas. Esfuerzos recientes de reforma al IVA La Ley 788 de 2002 siguió una dirección de este tipo de consolidación,35 pero dejó todavía con- siderables diferenciales de tasas tributarias. Con la nueva estructura, la tasa general permaneció en el 16% y continúan en el sistema, hasta hoy, tasas diferenciales de 0%, 5%, 7% (que aumentó a 10% en 2005), 11%, 20% y 38%. La propuesta de reforma tributaria del Gobierno, sometida a aprobación del Congreso en septiembre de 2004, demandaba un aumento en la tasa máxima al 17%, de 7% a 12% para un grupo de productos y al 3% para algunos de los productos no grava- dos. Como regla general, debería eliminarse la tasa de 0% para todos los bienes distintos a exportaciones. Las únicas excepciones deberían ser un grupo de muy pocos bienes básicos de alimentación por razones de equidad (p. ej., cereales, granos, vegetales, legumbres, etc.),36 me- dicinas recetadas y exenciones de bienes para atención en salud y educación (porque estos 33 En 2003, las ventas exentas y excluidas representaron el 48,7% del total de las ventas internas. Ver Ministerio de Hacienda (2004a), tabla 11, p. 27. 34 Banco Mundial (2005a). 35 Con la Ley 788 se presentan las siguientes condiciones: a) muchos bienes y servicios anteriormente exentos o excluidos estarán sujetos al IVA al 7% desde 2003, porcentaje que aumentará a 10% en 2005; b) casi todos los demás bienes y servicios exentos y excluidos serán gravados al 2% desde 2005 en adelante (esta provisión la rechazó la Corte Suprema de Justicia); c) la tasa para teléfonos celulares será de 20%; d) la tasa para ventas de automóviles se unificará a 25%, modificando el rango del régimen anterior de 20% a 35%; e) en el período 2003-2005, el IVA pagado por maquinaria industrial se acreditará contra el IVA de las ventas. 36 Nótese que la tasa preferencial sobre ciertos bienes gravados con el IVA no es una buena forma de lograr objetivos de equidad, pues el beneficio de la tasa preferencial se otorga también a clases de ingresos altos y, de hecho, aumenta con el ingreso, aunque en menor proporción si se seleccionan en forma apropiada los bienes para esas tasas preferenciales. Como resultado, ganancias redistributivas relativamente pequeñas se obtienen a un alto costo de ingresos tributarios, lo que implica que las tasas de IVA deben ser idealmente uniformes. Programas de gasto y una tasa moderadamente progresiva del impuesto sobre la renta son 44 Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales bienes son "bienes de mérito" que no deben ser gravados), servicios financieros (por razones administrativas y porque muchos servicios financieros no deben en principio estar sujetos a IVA) y el transporte público (porque el transporte privado puede generar externalidades nega- tivas de congestión y contaminación). La propuesta del Gobierno, de septiembre de 2004, si- guió esta dirección, pero se retiró por falta de apoyo político. Deberían otorgarse exenciones también a los pequeños contribuyentes, quienes deben continuar sujetos al régimen simplifica- do basado en los ingresos brutos.37 La razón por la cual continúan las exenciones es la necesidad de proteger a los pobres del IVA. Con la ya retirada propuesta del Gobierno, de septiembre de 2004, quedaría exento alrededor del 46% de la canasta de consumo de personas de bajos ingresos. Las exenciones, claro, protege- rían también a los ricos que consumen los bienes exentos (p. ej., pagos de matrículas universita- rias). Un posible enfoque que se puede explorar para proteger sólo a los pobres es otorgarles exención únicamente a través del Sisbén, un sistema bastante exitoso para identificar a los po- bres mediante encuestas dirigidas. Los pobres recibirían entonces "estampillas de alimenta- ción" para compensar el impacto del IVA sobre bienes anteriormente exentos. De adoptarse, la aplicación de este enfoque debe esperar a que el Sisbén cubra a todos los pobres (en la actuali- dad cubre un 60% aproximadamente) y resuelva algunos de los problemas que el mismo Sisbén tiene actualmente (en particular su mala utilización por parte de algunas autoridades locales). El gobierno está abordando estos problemas con una restauración del sistema que contará en forma más extensa con encuestas privadas. Impuesto a las transacciones financieras El impuesto a las transacciones financieras ha producido ingresos significativos en los años recientes. Se introdujo en 1998 como una medida temporal, a una tasa de 2 por 1.000 y se hizo permanente con la reforma tributaria de 2002 a una tasa de 3 por 1.000, que se elevó a 4 por 1.000 a principios de 2004. Los recaudos del impuesto en ese año alcanzaron un estimado de 0,9% del PIB. El impuesto es muy controvertido: el Gobierno lo defiende por su base amplia y su poten- cial de aportar recursos significativos a bajas tasas. Sus detractores sostienen que es distorsivo y que afecta negativamente la intermediación financiera, que estimula el uso de efectivo y las transacciones financieras en el exterior, y que es de fácil evasión. Existe alguna evidencia inter- nacional de que los impuestos a las transacciones financieras pueden tener efectos sustanciales negativos en la eficiencia del sector financiero, y aunque dicho impuesto produce beneficios a corto plazo en términos de movilización de ingresos significativa, a largo plazo sus costos pue- den descompensar sus ventajas.38 Por tanto, con el tiempo se recomienda la eliminación gra- dual del impuesto a las transacciones financieras y su reemplazo con otras fuentes de ingresos.39 formas mucho mejores de lograr objetivos de distribución. Si se desea alivio adicional para los pobres, de modo que paguen poco o ningún IVA, se debe considerar un programa de rebaja de impuestos con instrumentos comprobados, aunque dicho enfoque implica costos administrativos considerables y puede no tener éxito en llegar a una proporción significativa de la población que vive en la pobreza. 37 Estas exenciones deben ser opcionales, ya que algunas empresas pequeñas pueden desear acogerse al sistema de IVA con el fin de calificar para créditos de IVA por impuestos pagados en sus compras de insumos. 38 Arbeláez, Burman y Zuluaga (2002) argumentan persuasivamente en contra del uso de este impuesto, citando su impacto adverso en el proceso de intermediación financiera y su efecto de cascada sobre el costo de los bienes. 39 La nota política sobre reformas al sector financiero proporciona evidencia del impacto del impuesto a las transacciones financie- ras sobre el aumento de la magnitud de transacciones en efectivo en la economía. Esto tiene un impacto secundario en la administración tributaria, dificultando el cumplimiento del impuesto sobre la renta y el IVA sobre estas transacciones en efectivo. 45 Desafíos y restricciones al proceso de reformas Impuestos de los gobiernos locales Los dos impuestos municipales primarios son el impuesto predial unificado y un impuesto sobre los ingresos comerciales brutos conocido como el impuesto de industria y comercio.40 La eficiencia del impuesto sobre la propiedad y lo apropiado de su asignación a los municipios son claros y no necesitan voluntad política ni asistencia técnica para que sean más efectivos. Un impuesto de industria y comercio sobre los ingresos brutos de los negocios locales es común en América Latina y en otras partes del mundo, por ser relativamente fácil de recaudar y admi- nistrar. Sin embargo, estos impuestos causan distorsiones económicas sustanciales pues gravan principalmente un factor móvil, el capital, y no se relacionan con las utilidades. Dado que se aplica sobre una base bruta sin deducción de costos, las tasas impositivas efectivas varían consi- derablemente según los sectores de negocios, distorsionando así la asignación de recursos; en particular, los impuestos sobre entradas brutas tienen pesados efectos sobre industrias y pro- ductos que se caracterizan por una considerable rotación de la producción y los procesos de distribución, y el impuesto disminuye en cascada en cada etapa de estos procesos. Dicha casca- da impositiva crea a su vez incentivos ineficientes para la integración vertical en las empresas que intentan reducir las obligaciones tributarias. Además, según el grado en que los impuestos sobre entradas brutas se desplacen a los consumidores locales, distorsionan en forma ineficiente las elecciones de consumo. Finalmente, el valor agregado por la empresa (que probablemente se correlacione con los beneficios locales recibidos) varía con amplitud como proporción de la rotación bruta gravada, haciendo que las cargas tributarias varíen en forma caprichosa según las empresas, con independencia de los beneficios de servicio público que reciban. En Colom- bia, cuando las empresas producen en una localidad y venden a través de sucursales en otra, existe incertidumbre en cuanto a la jurisdicción que debe recaudar el impuesto. Adicionalmente, el impuesto es abundante en excepciones, algunas de las cuales se ordenan desde el ámbito nacional. La tributación departamental incluye principalmente impuestos indirectos a los licores, el taba- co, la cerveza, las loterías y la gasolina. Los ingresos tributarios decayeron de su máximo de 1,4% del PIB en 1980 a 0,8% del PIB en 1993 y se han recuperado desde entonces hasta cerca del 1,1% del PIB en 2003. El grado de variación en el rendimiento del recaudo tributario según las regiones es muy grande, yendo de 2,7% de los ingresos totales (en Casanare) a 44,8% (en Atlán- tico) en 2003 y refleja las distintas capacidades de recaudar impuestos. Los recaudos de impues- tos de cada departamento son menos de la mitad de sus ingresos totales.41 Las bases impositivas departamentales son estrechas, el grueso de los recursos se obtiene con los impuestos al tabaco y al alcohol, productos que también sufren de una alta incidencia de contrabando. La reforma a los impuestos departamentales debe empezar con el reconocimiento de sus res- ponsabilidades principales. Como han argumentado algunos analistas, "la función principal de los departamentos es administrar los programas nacionales, en especial en educación y salud",42 aunque el grado de autonomía varíe mucho según los departamentos y, por supuesto, los go- biernos departamentales ahora son electos y no de nombramiento. Esta "tensión" entre el papel 40 Banco Mundial (2005a). 41 Ver DNP (alrededor de 2004), p. 30. 42 Acosta y Bird (2003). 46 Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales administrativo de los departamentos y su base ahora democrática se resuelve de hecho, de manera diferencial, dependiendo principalmente de su capacidad de obtener impuestos, con gran autonomía departamental, tal como se hace en Antioquia (que le sigue a Atlántico en ren- dimiento ingresos/gastos) y autonomía limitada en la mayor parte de los demás, donde la finan- ciación de los gastos depende más de las transferencias. Como quiera que sea, la conclusión inevitable es que la reforma tributaria departamental nece- sita mejorar la productividad de todos los impuestos departamentales. Los problemas que se deben abordar incluyen el contrabando, la corrupción, la falsificación en el impuesto a los lico- res, el contrabando de tabaco y la deficiente administración de las loterías. Entre las opciones de reforma se encuentran la abolición de los monopolios departamentales de licores, la fijación de tasas impositivas más uniformes y la mejor gobernabilidad en los impuestos a la cerveza y el tabaco (actualmente administrados por la DIAN, la oficina nacional de recaudo de impuestos). En términos generales, una reforma de nivel macro que reduzca la independencia de las trans- ferencias a las entidades territoriales puede contribuir a la prestación de servicios en varios sectores que se discuten en estas notas. Confrontar al contribuyente local con la cuenta de servi- cios prestados es una forma de aumentar la responsabilidad en la prestación de mejores servi- cios oficiales subnacionales, pues le proporciona información e incentivos a los ciudadanos locales para controlar la actuación del gobierno local. Esta ventaja general debe ponderarse contra la necesidad de transferencias fiscales para igualar la capacidad de prestación de servicios de los gobiernos de regiones relativamente pobres (o de estrecha base tributaria), y la eficiencia que pueda resultar del recaudo centralizado de los impuestos. Agenda de la reforma fiscal Para Colombia el reto actual es mantener los logros iniciales en estabilidad macroeconómica y al mismo tiempo hacer compatible la política fiscal con el crecimiento sostenido. La crisis de 2000- 2002 se superó con varias acciones de políticas, inclusive algunas medidas de emergencia que el Gobierno debe reemplazar con reformas fiscales más fundamentales. Colombia no dispone de mucho margen para errores en políticas fiscales y en el horizonte siguen incertidumbres impor- tantes. Por eso, manteniendo excedentes primarios de más o menos un 3% del PIB, Colombia disminuirá sus relaciones de deuda en donde sea mucho menos vulnerable a conmociones. La cuenta resultante de menores intereses y las menores tasas de interés en la economía, resultan- tes del menor riesgo de país, crea espacio fiscal para la inversión y los programas sociales, y mejora las perspectivas de crecimiento. Crecimiento y progreso continuo en la administración tributaria serán necesarios para mante- ner los ingresos, en tanto que deben eliminarse las sobretasas y los impuestos especiales al patrimonio y a las transacciones financieras. La eliminación de las exenciones sectoriales y re- gionales en el impuesto sobre la renta y el IVA también reducirían las distorsiones y aumenta- rían los ingresos tributarios (ver el cuadro 1.3). Armonizar las distintas tasas de IVA, asunto que se acordó entre los demás países andinos, mejoraría la eficiencia en el recaudo. En adición, la deducción por depreciación de capital debe corregirse de modo que la base refleje cualquier deducción ya hecha por gasto parcial de inversiones y la tasa de depreciación tenga en cuenta la indexación de la inflación. Para la administración de impuestos, el Gobierno debe continuar con la implementación del sistema muisca, y simplificar todavía más los procedimientos de retorno de impuestos. 47 Desafíos y restricciones al proceso de reformas Cuadro 1.3. Agenda de la reforma fiscal: impactos fiscales de la primera vuelta (anuales, como porcentaje del PIB) Corto Mediano a largo plazo plazo Aumento de las transferencias a gobiernos locales ­ 1,9 Necesidades adicionales en infraestructura 0,3 0,5 Pérdida de ingresos arancelarios 0,3 0,3 Pérdida en impuestos al patrimonio neto 0,2 0,2 Eliminación de la sobretasa al CIT 0,4 0,4 Reducción de la tasa del impuesto a las transacciones financieras al 2 por 1.000 0,2 0,2 Costos fiscales totales adicionales 1,4 3,5 Agenda de la reforma fiscal ­ ­ Ahorros por la reforma a las pensiones 0,1 0,4 Eliminación de titulaciones ineficientes ordenadas legalmente e ingresos de destino específico 0,5 0,9 Reducción de gastos corrientes adicionales 0,1 0,3 Tributación a pensiones 0,1 0,1 Eliminación de gastos parciales en el CIT ­ 0,3 Fijación de la depreciación de gastos parciales 0,1 ­ Reducción de la depreciación asumida en el CIT 0,2 0,2 Incremento de la tasa del IVA del 10% al 16% 0,1 0,1 Expansión de la base del IVA (todas las exenciones de tasa de 3% y bienes con tasa de 0%)* 0,2 0,2 Incremento de la tasa del IVA del 3% al 16%* ­ ­ o eliminación de exenciones ­ 1,0 o ampliación del concepto de ingreso gravable ­ ­ o una combinación de los tres ­ ­ Ahorros y ganancias en ingresos de la agenda de reforma fiscal 1,4 3.5 * Mantenimiento de la canasta básica de alimentos y servicios de salud y educación gravados con 0%. Fuentes: Ministerio de Hacienda, DNP y cálculos del personal del Banco Mundial. La reforma de gastos es la otra mitad del paquete. La inversión en infraestructura pública, espe- cialmente en transporte (y telecomunicaciones del sector privado) necesita reaccionar por los cortes de emergencia de la década anterior. Como se indicó en el informe REDI (Recent Economic Developments in Infrastructure) y en otros capítulos de estas notas, el transporte y las comuni- caciones son áreas prioritarias. El sector privado debe poder manejar las telecomunicaciones, con mejores regulaciones, pero la inversión en transporte tendrá especial importancia para una respuesta positiva al acuerdo de libre comercio, y requerirá gastos del sector público. La flexibi- lidad presupuestal debe permitir mejores opciones que recortar la inversión para obtener los excedentes primarios necesarios. Hacer espacio a la inversión pública requerirá cortes en los gastos corrientes, en especial las transferencias a las pensiones y a los gobiernos locales. Las transferencias a las entidades territoriales deben haberse reformado para 2009, pues de otra manera crearán significativas presiones sobre las finanzas del Gobierno central. Las pensiones requerirán una reforma activa y, dado que los gastos de pensiones son regresivos, deben gravarse 48 Tributación y gasto en Colombia: reducción de rigideces fiscales como ingreso (por encima del umbral normal). Los ingresos adicionales podrían utilizarse para aumentar la inversión pública. Con el fin de mostrar un posible paquete de reformas fiscales con un impacto neutral sobre el presupuesto general, el cuadro 1.3 combina los estimativos del impacto fiscal de estas recomen- daciones. Estos estimados sólo son para los impactos iniciales de la primera vuelta y no inclu- yen los efectos fiscales dinámicos positivos que ocurrirían a medida que las reformas estimulen el crecimiento y una base tributaria mayor del sector privado. La prestación de más y mejores servicios públicos debe centrarse en la utilización de los recur- sos de manera más efectiva y obtener más de los gobiernos locales, que tienen la primera res- ponsabilidad en la mayor parte de la educación y la salud y más contacto con los clientes. La reforma a los impuestos subnacionales es así de doble importancia para volver a equilibrar las finanzas intergubernamentales, reducir los gastos centrales y las distorsiones tributarias. Resumen de las propuestas de reforma Se ha discutido una variedad de reformas, muchas de las cuales están estrechamente alineadas con las recomendaciones de políticas para el gasto público y los impuestos propuestas en Visión 2019. El objetivo global con la reducción de rigideces fiscales es poder mejorar el crecimiento equita- tivo. La reducción de los gastos desiguales y el aumento de la eficiencia del gasto crean el espa- cio fiscal para las clases de gasto que pueden mejorar el crecimiento equitativo. Reducir las rigideces del sistema tributario actual puede ayudar a liberar el potencial empresarial que mejo- re la competitividad y el crecimiento. Un empaquetamiento cuidadoso de las reformas de gasto y tributaria puede ser neutral fiscalmente, pero tener altos rendimientos sociales. A corto plazo · Trabajar sobre la expiración del régimen intergubernamental transitorio para evitar un aumento repentino de las transferencias. · Aprovechar el capital político del nuevo gobierno para avanzar en una reforma integral a lo largo de las líneas de las medidas discutidas. · Utilizar sistemas de control y evaluación para guiar las elecciones sobre mantenimiento y/ o reducción de ítems específicos de gastos. · Implementar el Decreto 4730 que proporciona mayor grado de flexibilidad a los gastos. · Eliminar distorsiones en las leyes de impuestos para mejorar el ambiente de los negocios. A mediano plazo · Aumentar la flexibilidad del gasto vía reforma de la Ley Orgánica de Presupuesto, permi- tiendo disminuir la proporción de consumo del gasto público. · Mejorar el direccionamiento del gasto social en los subsectores y/o programas en que la estructura actual sea regresiva o no, a favor de los pobres. 49 Desafíos y restricciones al proceso de reformas · Considerar medidas adicionales de reforma a las pensiones del sector público. · Proveer a los gobiernos locales de mejores instrumentos para su propia generación de ingresos, con el fin de reducir la dependencia de las transferencias intergubernamentales. · Continuar en el propósito de disminuir el consumo oficial como proporción del PIB. Referencias Acosta, Olga Lucía y Richard M. Bird. "The Dilemma of Decentralization in Colombia", informe sin publi- car, para la 2002 Public Revenues Commission (disponible en www.minhacienda.gov.co). Arbeláez, María Angélica, Leonard Burman y Sandra Zuluaga. 2002. 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Ministerio de Hacienda. 2004c. "Marco fiscal de mediano plazo". www.minhacienda.gov.co. Organización de los Estados Americanos (OEA) y Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 1965. Fiscal Survey of Colombia, The Johns Hopkins University Press. Perry, Guillermo. 2005. "Finanzas públicas: evolución y agenda pendiente", Coyuntura Económica, Fede- sarrollo. Posada, Carlos Esteban y José Fernando Escobar. 2003. "Crecimiento económico y gasto público: una interpretación de las experiencias internacionales y del caso colombiano (1982-1999)", Borradores de Economía, Banco de la República, septiembre. Naciones Unidas. 2000. Public Sector Indicators, disponible en http://unpan1.un.org/intradoc/groups/public/ documents/un/unpan000700.pdf. Zodrow, George R. 2003a. "Tax Expenditure Analysis in Colombia", mayo. ------. 2002. "World Bank Tax Reform Proposals for Colombia," procesado, diciembre. 50 Hacia la sostenibilidad del sistema primario de monitoreo y evaluación de Colombia 2. Hacia la sostenibilidad del sistema primario de monitoreo y evaluación de Colombia43 Una de las principales prioridades de la iniciativa estratégica de Visión 2019 es seguir aumentando la efectividad de las políticas públicas dirigidas a alcanzar un desarrollo económico, social y político más alto y más estable mediante el fortalecimiento de las herramientas de monitoreo y evaluación. El sistema pri- mario de Colombia para controlar y evaluar programas y políticas clave del gobierno, Sinergia ­sistema nacional de evaluación de gestión y resultados­, ha sido mejorado en gran parte en la primera mitad del presente decenio con la adición del objetivo de un sistema efectivo e integral de monitoreo y evaluación contenido en Visión 2019. A pesar de los progresos alcanzados, los funcionarios colombianos deben conti- nuar trabajando en el mejoramiento y fortalecimiento de la coordinación efectiva del sistema primario con otros sistemas de monitoreo y evaluación (sistemas centrales, sectoriales y subnacionales), para que el sistema sea autosostenible. En primer lugar, el gobierno colombiano debe fortalecer el lado de la oferta de información de monitoreo y evaluación, mejorando la calidad y credibilidad del control de la información, y expandiendo las clases de evaluaciones que se lleven a cabo. En segundo lugar, el gobierno colombiano necesita fortalecer el lado de la demanda para la información de monitoreo y evaluación dentro del gobier- no, el Congreso y la sociedad civil, específicamente para apoyar la toma de decisiones sobre el presupuesto, la gestión de los programas oficiales en los ministerios y entidades, y la responsabilidad social. 43 Este capítulo fue escrito por Gladys López-Acevedo. 51 Desafíos y restricciones al proceso de reformas La visión Una de las prioridades principales de Visión 2019 es aumentar la efectividad de las políticas públicas dirigidas a alcanzar un desarrollo económico, social y político más alto y más estable con el fortalecimiento de las herramientas de monitoreo y evaluación (monitoreo y evaluación), y mejorando continuamente los sistemas de monitoreo y evaluación, inclusive el Sigob.44 En Visión 2019 se propone la consolidación de monitoreo y evaluación como herramienta fundamental para mejorar la administración y presupuestación basadas en el desempeño, que la sociedad civil pueda utilizar y amoldar de manera activa. El objetivo de Visión 2019 es coherente con iniciativas anteriores, como son: el Acto Legislativo del Congreso de 1991 para Sinergia, el docu- mento 3294 (de 2004) del Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes), el decreto presidencial sobre Sinergia (programado para 2005) y el Plan Estratégico del Departamento Nacional de Planeación (2005). Con estas medidas se busca dar mayor fortaleza al monitoreo y evaluación en Colombia para cumplir completamente sus objetivos de: i) aumentar la eficiencia y transparencia en el proceso de asignación de los recursos; ii) mejorar el impacto de las políti- cas, programas e instituciones públicas; y iii) promover la responsabilidad en la administración pública, mejorando la participación civil. En el documento Conpes 3294 y en el Plan Estratégico del DNP ­Visión 2006-201045­ se reco- noce que Sinergia y Sigob deben trabajar como un sistema, es decir, un grupo de entidades interactuantes, interrelacionadas e interdependientes, cada una ejerciendo su papel especí- fico. Debe institucionalizarse e implementarse el papel de cada entidad para que el sistema general funcione (en el cuadro 2.1 se bosqueja el pensamiento actual). Adicionalmente, todos los actores del sistema deben utilizarlo, es decir, demandar su información, suministrarle información y tomar decisiones de políticas basados en esa información. De esta manera, el sistema primario y los sistemas de monitoreo y evaluación del país podrán suministrar información oportuna y de calidad para el diseño de programas y políticas, con lo que aumentarán la eficiencia y efectivi- dad de los programas del Gobierno y al mismo tiempo se ofrece acceso público a todos los datos de los programas, permitiendo una mayor transparencia y eficiencia en el gasto, y logrando el objetivo del Gobierno de reducción sostenida de la pobreza. 44 Sigob: Sistema de Programación y Gestión por Objetivos y Resultados. 45 , El DNP con participantes pertinentes, está en el proceso de terminar su documento de visión que articulará la visión del sistema de monitoreo y evaluación de Colombia, y esbozará los pasos necesarios para lograr esa visión. 52 Hacia la sostenibilidad del sistema primario de monitoreo y evaluación de Colombia Cuadro 2.1. Sistema primario de monitoreo y evaluación ­Visión 2006-2010 Entidad Papel Ejecuta el marco de gastos a mediano plazo (MGMP). Asigna los recursos utilizando los resultados de monitoreo y evaluación. Controla la ejecución del gasto mediante monitoreo y evaluación y presupuestos Ministerio basados en resultados (PBR). de Hacienda Proporciona incentivos para buenas prácticas en PBR por medio de asignación presupuestal. Presenta los PBR al Congreso. Coordina el sistema nacional de evaluación. Proporciona formación de capacidades en monitoreo y evaluación a otras agencias Departamento de administración pública. Nacional Coordina recopilación de datos oportuna y confiable con las agencias responsables. de Planeación Ofrece apoyo técnico al Comité Interinstitucional de Evaluación. Coordina el uso y difusión de políticas de información con las agencias pertinentes. Difunde los resultados de monitoreo y evaluación y los PBR. Fortalece la coordinación entre las agencias de presupuesto y ejecución, a la vez que Comité Intersectorial se asegura de que la evaluación influya con efectividad en la toma de decisiones. de Evaluación Define la agenda de evaluación estratégica y su financiación. y Gestión Responde por la dirección de la agenda de evaluación. de Resultados Establece los mecanismos de control de calidad en monitoreo y evaluación y auditoría de datos. Cuentan con la capacidad adecuada para implementar un sistema de monitoreo y evaluación y PBR. Agencias ejecutoras Cuentan con sistema interno de monitoreo y evaluación y PBR. (ministerios, Generan datos de calidad utilizados para medir su desempeño, y en planeación, administradores elaboración de presupuestos y diseño de políticas. de programas) Producen información para responder por sus acciones. Mejoran los resultados de su actuación. Implementan sistemas de gestión basados en resultados (GBR) y PBR. Gobiernos Difunden informes sobre su actuación para facilitar la responsabilidad y el control social. subnacionales Mejoran los resultados de su actuación. Se familiariza con los sistemas de monitoreo y evaluación y PBR y los aplica. Exige informes de evaluación para discutir y aprobar el presupuesto y el Plan Nacional de Desarrollo. Congreso Cuenta con la capacidad técnica adecuada para utilizar esa información en las comisiones especializadas. Ha reformado las instituciones presupuestarias para que tengan un sistema de PBR (de inversiones y programas). Exigen información al sistema primario. Organismos Exigen datos para el control fiscal y preventivo. de fiscalización Han desarrollado e implementado sus propios sistemas de monitoreo y evaluación. Han mejorado su función de control social. Tienen acceso en tiempo real a la información pública sobre resultados, asignación y evaluación de los gastos. Ciudadanos/ Tienen la capacidad de procesar información por medio de mecanismos sociedad civil participativos y de control social. Replican regionalmente las buenas prácticas de monitoreo y evaluación y PBR del ámbito nacional. Tienen alianzas estratégicas consolidadas entre la sociedad civil y el Estado. Fuente: DNP. 53 Desafíos y restricciones al proceso de reformas Dentro de este marco, el DNP46 necesitará consolidar su papel como coordinador del Sistema Nacional de Evaluación, fomentar el monitoreo y evaluación en todos los niveles, proporcionar formación de capacidad a otros actores, establecer e implementar controles de calidad y asegu- rar la difusión de los resultados evaluativos. El Ministerio de Hacienda deberá continuar trabajando para mejorar la capacidad del Gobierno de emprender la elaboración de presupuestos con base en la actuación. Un paso correcto en esta dirección ha sido la publicación reciente de la propuesta del MFMP del MHCP al Congre- so.47 Este instrumento dará mayor seguridad en la financiación de año a año para los ministe- rios y las actividades del Gobierno, y también puede proporcionar un ambiente en donde se dé mayor flexibilidad y responsabilidad a los ministerios y agencias, y éstas se puedan utilizar para promover una mayor orientación sobre la actuación dentro del Gobierno, como las han adopta- do países de la OCDE. La función principal del Comité Intersectorial de Evaluación y Gestión de Resultados sería fortale- cer la coordinación entre las agencias de presupuesto y ejecución, a la vez que se asegure que la evaluación influye efectivamente en la toma de decisiones. El Comité también lidera la agenda de evaluación. La función principal de las agencias ejecutoras (ministerios y administradores de programas en los ámbitos nacional y subnacional) sería producir información de calidad que alimente el sistema general de monitoreo y evaluación. Internamente, deberían tener también sus propios sistemas de monitoreo y evaluación para informar sobre sus decisiones y mejorar su actuación. Se pueden utilizar como guías las experiencias adquiridas por el DNP y el MHCP para acompañar el desarrollo de sistemas de monitoreo y evaluación en el ámbito subnacional. Los consumidores de este sistema son el Congreso, la oficina del Contralor General, el Ministe- rio de Hacienda y la sociedad civil, que deben demandar y hacer uso de la información produ- cida por el sistema para influir en las políticas. El uso de la información es de importancia crucial para asegurar la sostenibilidad del sistema. Si existe apropiación en sentido ascendente (partici- pación social), es más probable que se requiera el sistema y se consolide. Un mandato para la evaluación Se ha construido un marco legal detallado para apoyar el sistema primario de monitoreo y evaluación en los años transcurridos desde la creación del mandato constitucional en 1991, el cual estipulaba el enfoque del sistema de evaluación como "valorar la gestión del sector público y sus resultados". En 1993, las leyes regularon la función del control fiscal (ejercido por la Contraloría), de modo que incluyera "sistemas de control de resultados", y regularon también la función de control interno dentro de las agencias del sector público, de modo que incluyeran evaluación de la gestión y sistemas de control. Una ley de 1994 le fijó al DNP la responsabilidad de crear Sinergia y de informar anualmente al Conpes, el comité de políticas de alto nivel que encabeza el Presi- dente, sobre los resultados del sistema de evaluación. 46 La Dirección de Evaluación y Políticas Públicas (DEPP) del DNP es el secretariado técnico de Sinergia. 47 Ministerio de Hacienda y Crédito Público (2006), Marco Fiscal de Mediano Plazo. 54 Hacia la sostenibilidad del sistema primario de monitoreo y evaluación de Colombia La misma Sinergia se creó mediante una resolución del DNP en 1994, que puso en operación el mandato constitucional y legal, y también asignó responsabilidades de autoevaluación a todas las agencias de la rama ejecutiva del poder. En adición, el DNP se asignó a sí mismo la respon- sabilidad de desarrollar metodologías para guiar las actividades evaluadoras del sistema. Más recientemente, una ley de 2003 estipuló que el presupuesto nacional incluyera detalles sobre los objetivos, resultados buscados e indicadores de gestión para todas las actividades del Gobierno. Durante este período otras leyes han agregado complejidad al marco legal. Dicho esto, en Co- lombia se acepta comúnmente que se requiere una base detallada legal y reguladora para pro- porcionar dirección y legitimidad a cualquier área de reforma del Gobierno, tal como monitoreo y evaluación. Por supuesto, mientras se considere necesario dicho marco, no basta con asegurar que la función se ejecute bien. Otros factores discutidos en esta nota, tal como la fuerza de liderazgo para la reforma, los recursos provistos para apoyarla, el establecimiento de reglas y procedimientos de rutina e incentivos para la utilización de la información de monitoreo y evaluación, son factores esenciales también para el éxito del sistema. El mismo Gobierno ha reconocido que la multiplicidad de leyes y decretos ha llevado a una pro- fusión de conceptos, metodologías e instrumentos de monitoreo y evaluación y que se necesita mayor claridad, lo que condujo al documento de políticas emitido por el Conpes (3294), Renova- ción de la administración pública: gestión por resultados y la reforma del sistema nacional de evaluación. Con ese documento se intentó fortalecer el sistema primario de monitoreo y evaluación con el fin de que ejecutara su mandato. La gestión por resultados se convirtió en una prioridad para la nueva administración presidencial,48 el presidente Uribe expresó su fuerte deseo de una nueva cultura de administración pública, basada estrechamente en la responsabilidad social, "control social" y así, presentó el Sigob. Él mezcló el Sigob con Sinergia y le ha dado nuevas energías a ésta. Progreso hacia la Visión 2005-2010 para monitoreo y evaluación Los funcionarios colombianos han cumplido algunos de los objetivos dispuestos en el docu- mento Conpes 3294 y en la Visión 2005-2010 de monitoreo y evaluación, entre los cuales están: i) institucionalización del control sistemático de los objetivos y resultados presidenciales (Sigob) para producir información regular sobre políticas, programas y desempeño de las agencias; ii) introducción del marco de gastos a mediano plazo; iii) implementación de una agenda ambicio- sa de evaluación de impactos; iv) integración adicional del componente de control Sigob en el sistema Sinergia, que permita al gobierno verificar el progreso sobre los objetivos declarados en el DNP; y v) fuerte responsabilidad social ejemplificada en los consejos comunales semanales del Presidente en los municipios por todo el país y también en la presentación anual por televi- sión a los ciudadanos, en los cuales el Presidente y sus ministros discuten la actuación del Go- bierno y responden a preguntas de los ciudadanos sobre estos temas. El DNP lidera esfuerzos para introducir prácticas y herramientas efectivas de monitoreo y eva- luación en ministerios estratégicos, agencias descentralizadas y en el ámbito subnacional. El DNP y el Ministerio de Protección Social trabajan en conjunto para desarrollar un sistema de monitoreo y evaluación que proporcione información oportuna y eficiente sobre el desempeño de los programas sociales. El sistema está en sus etapas iniciales, pero estará completo en el 48 El Mandato Presidencial No. 10 define los lineamientos para la reforma del Estado. 55 Desafíos y restricciones al proceso de reformas término de dos años. También se desarrollan sistemas de monitoreo y evaluación en otros mi- nisterios, inclusive los de Educación y del Medio Ambiente, hábitat y desarrollo territorial. En línea con la Ley 819 y el documento Conpes 3294, el DNP ha estado también promoviendo monitoreo y evaluación en el ámbito subnacional con dos programas piloto en curso en las ciudades capitales de Medellín y Pasto. Los tres componentes principales de Sinergia son Sigob, su agenda de evaluaciones rigurosas de impacto, y la difusión de monitoreo y evaluación. Sigob se desarrolló en 2002 con apoyo del PNUD (Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo), y se localizó inicialmente en la Presidencia. La responsabilidad se transfirió posteriormente al DNP en 2005, bajo Sinergia. El DNP negocia los objetivos anuales con cada ministerio y agencia, y apoya también el trabajo piloto para replicar el Sigob en dos municipios. Los ministerios y agencias oficiales suministran los datos que contiene el Sigob. En adición a cualquier control de los datos que apliquen las entidades que suministran estos datos al Sigob, la DEPP del DNP procura identificar cualquier problema o inconsistencia de los datos, y cuenta con un equipo responsable para controlar la calidad de los datos del Sigob y para hacer segui- miento a problemas sospechosos de los datos con las entidades que los suministraron. Sin em- bargo, en ausencia de un sistema de auditoría de datos regular y detallado, se desconoce su confiabilidad y no se ha demostrado con certeza. Una excepción parcial es el Ministerio de Educación Nacional (MEN) que, con apoyo del Banco, emprende auditoría de algunos de los datos suministrados por los departamentos y municipios; dado que las asignaciones para la financiación a los departamentos se basan en datos de inscripción escolar, existen incentivos para que los departamentos sobrestimen las inscripciones. En el componente de evaluación de Sinergia se han logrado también resultados significativos, inclusive un aumento en el presupuesto, de 4,1% de los gastos programables a 13%, permitien- do la expansión adicional de evaluaciones operativas y de impacto. La administración de Uribe ha ampliado su agenda de evaluación de impactos, de manera que incluya programas por fuera de la Red de Apoyo Social (que se basa en tres programas: trabajo y bienestar, transferencias condicionales de dinero y capacitación de jóvenes) que han ocasionado un fortalecimiento téc- nico del sistema Sinergia para asegurar una supervisión fuerte. Con el establecimiento, en 2004, del Comité Intersectorial de Evaluación y Gestión de Resultados mencionado, se busca fomen- tar la discusión sobre metodologías de evaluación, tipos de evaluaciones y los costos y conse- cuencias de sus resultados en el diseño de las políticas. En el componente de transparencia de Sinergia se ha progresado también durante la adminis- tración actual y se ha orientado hacia el fortalecimiento del análisis y difusión de trabajos de evaluación, mediante la creación de alianzas estratégicas con organizaciones de la sociedad civil, utilizando estaciones de radio comunitarias, encuestas de opinión de ciudadanos, periódi- cos y análisis experto para generar debate sobre los resultados y los informes del Gobierno. Sinergia ha sido activa en la difusión de estos resultados a través de medios masivos y distribu- ción de boletines periódicos llamados Reportes de Evaluación a la sociedad civil, con el fin de fomentar el debate. Sinergia ha aprendido de la experiencia del modelo Bogotá: ¿Cómo vamos? de 200549, que opera ahora en cuatro grandes ciudades: Bogotá, Cartagena, Medellín y Cali. El DNP fortalece también su relación con una cantidad de fundaciones de negocios, universida- 49 Bogotá: ¿Cómo vamos?, 2005. 56 Hacia la sostenibilidad del sistema primario de monitoreo y evaluación de Colombia des y ONG especializadas, inclusive Colombia Líder (una organización de la sociedad civil que sigue la pista del comportamiento del país en los temas de pobreza y gobernabilidad), y dos entidades importantes de responsabilidad: el Consejo Nacional de Planeación50 y la Contraloría General de la Nación (que ofrece una evaluación independiente de los ministerios y el DNP). Perspectiva internacional de los sistemas de monitoreo y evaluación En los países desarrollados, los sistemas de monitoreo y evaluación se han aplicado a agencias de prestación de servicios, tales como salud y educación; a los servicios públicos y a agencias financieras, tales como tesorerías y bancos centrales. El Reino Unido y Nueva Zelanda adop- taron sistemas de monitoreo y evaluación en los años ochenta, Canadá a principios de los no- venta y Estados Unidos y muchos países de la OCDE a fines de los noventa. Una variedad de agencias donantes, a nivel multilateral y bilateral, también usan los enfoques de monitoreo y evaluación en el manejo de sus propios programas. En forma semejante, en los países latinoa- mericanos, desde fines de los años ochenta, se han hecho esfuerzos para implementar la gestión basada en resultados, notoriamente en Costa Rica, Uruguay, Honduras, Chile, Colombia y Bo- livia.51 En el recuadro 2.1 se resumen algunas de estas experiencias internacionales. Análisis comparativo intrarregional de sistemas de monitoreo y evaluación En América Latina, Chile es el único país que ha implementado con éxito un sistema de monitoreo y evaluación (medido en términos del uso de la información). Una comparación del sistema de monitoreo y evaluación de Chile dirigido por el Ministerio de Finanzas y el programa Sinergia- Sigob de Colombia produce resultados apremiantes. Primero, los países crearon sus sistema de monitoreo y evaluación respectivos con distintos objetivos operativos en mente. Mientras el sistema de Colombia se utiliza primordialmente para propósitos de responsabilidad (en espe- cial para control, con algunas notables excepciones en el aspecto de evaluación), el de Chile se enfoca principalmente en producir información para usarla en el proceso de toma de decisiones del presupuesto y para imponer cambios de programa y administración a los ministerios. El enfoque de presupuesto chileno ha permitido al Ministerio de Finanzas utilizar el sistema de monitoreo y evaluación y convertirlo en un impulsor importante de éxito y sostenibilidad, apre- tando su ya fuerte vínculo del proceso de presupuesto. El programa paraguas para la reforma del sector público, Programa de mejoramiento de la gestión (PMG), se benefició de un alto grado de apoyo institucional durante sus varias extensiones. Además, este apoyo le dio a los administra- dores del PMG la oportunidad de crear fases distintas de análisis del sistema y recomendacio- nes para los organismos administrativos que diseñaron. Se pudieron lanzar flujos múltiples de trabajo por cada área de evaluación de monitoreo y evaluación, de modo que los organismos públicos pudieron hacer avances en flujos múltiples de trabajo al tiempo, facilitando mucho el proceso de reorganización (ver el cuadro 2.2). Por otra parte, el enfoque colombiano en la responsabilidad y resultados no ha desembocado todavía en la adopción general de evaluación y prácticas de monitoreo y evaluación en todos los ministerios y los gobiernos locales. Se ha progresado en comparación con los cuatro años anteriores, pero queda mucho por hacer en la utilización y suministro de información de monitoreo y evaluación. 50 Un grupo representativo de grupos de la sociedad civil creado por la Constitución para supervisar al DNP. 51 Matsuda (2003). 57 Desafíos y restricciones al proceso de reformas Recuadro 2.1. Experiencias latinoamericanas con la gestión basada en resultados Chile. El gobierno de Chile inició el diseño y la implementación de un sistema de gestión basado en resultados en 1994 ("Sistema de control de gestión y presupuestos por resultados"), con el fin de mejorar la administración pública. El Ministerio de Finanzas lanzó la iniciativa, desarrollando varios instrumentos para fomentar un proceso más transparente de los presupuestos, fortalecer su capacidad analítica y mejorar la gestión de los programas. Aunque el enfoque chileno es des- centralizado (es decir, no hay una entidad individual responsable del desarrollo y mantenimiento de un sistema nacional como en Colombia), los procesos están relativamente bien coordinados por un comité interministerial a nivel de gabinete. La oficina de presupuestos del Ministerio de Finanzas ejerce un papel decisivo en la coordinación de las diversas iniciativas descentralizadas y utiliza datos de desempeño en la formulación de su presupuesto con una base anual. El desem- peño se evalúa a nivel de políticas, gastos, organizaciones, programas y servidores públicos indi- viduales. El gobierno ha empezado a relacionar las evaluaciones de desempeño con incentivos organizativos. Bolivia. La Ley Safco ("Sistema integrado de administración financiera y control gubernamenta- les"), de 1990, exigió a las entidades oficiales preparar planes operativos anuales con indicadores de desempeño. Más recientemente, el gobierno intentó desarrollar un nuevo "Sistema de evalua- ción del desempeño" (Siser) con sede en el Ministerio de la Presidencia y apoyado por el Proyecto de Reforma Institucional de múltiples donantes. En sectores específicos, especialmente educa- ción y salud, el apoyo de los donantes a reformas sectoriales ha dado como resultado también mejores especificaciones de los objetivos sectoriales e indicadores de desempeño. En general, sin embargo, el sistema está lejos de ser completamente operativo. Los planes operativos anuales se han tratado siempre de manera mecánica tanto en los ministerios sectoriales como en el Ministe- rio de Finanzas y se descontinuó el proyecto Siser. Una reforma del sistema de presupuestos que se suponía acompañaría al desarrollo del Siser nunca despegó, a pesar del notorio progreso re- ciente de un nuevo sistema de información administrativo. Brasil. Desde mediados de los años noventa, el Ministerio de Planeación, Presupuesto y Adminis- tración ha dirigido un esfuerzo ambicioso para convertir el plan multianual del gobierno central (PPA) en un instrumento estratégico para asignaciones de recursos orientadas por resultados y administración de programas. La mayoría de los programas del PPA se evalúan cada año y se somete el informe al Congreso antes de iniciarse el ciclo anual de presupuesto. Aunque el nuevo marco del PPA ha mejorado la transparencia del gobierno y ha contribuido a mejores discusiones estratégicas en cuanto a los objetivos y diseños de los programas dentro de la burocracia, existe poca evidencia de que los informes de evaluación anual se revisen con seriedad, o se debatan en el Congreso, y que los resultados de la evaluación influyan en forma sistemática en las decisiones sobre asignación de recursos. Los altos grados de rigidez en la estructura presupuestaria y en las regulaciones de administración pública limitan la capacidad del gobierno de administrar para conseguir resultados. A pesar de su carácter multianual, estos planes están todavía lejos de cons- tituir un marco sólido de gastos a mediano plazo, como el que se encuentra en países avanzados de la OCDE. Fuente: IDEA (2003). En segundo lugar, los países han estructurado sus sistemas de monitoreo y evaluación en forma diferente, con varios grados de institucionalización. Aunque el sistema de Colombia ha existido por más de una década, su nivel de implementación multisectorial ha sido limitado en compa- ración con el de Chile, cuyo sistema se ha institucionalizado con firmeza dentro del Ministerio 58 Hacia la sostenibilidad del sistema primario de monitoreo y evaluación de Colombia Cuadro 2.2. Programa de mejoramiento de la administración, 2005 Áreas Metodologías Recursos humanos Formación de capacidades Seguridad y mejoramiento del sitio de trabajo Evaluación de programas Enfoque del control de calidad en los usuarios Oficina de información, reclamos y sugerencias Gobierno electrónico Planeación, administración de control, Planeación y administración de control administración integrada territorialmente Auditoría interna Administración integrada territorialmente Administración financiera Control de sistema de suministros Administración financiera de Finanzas, lo que ha dado como resultado menor resistencia a la implementación del sistema de monitoreo y evaluación, a través de otros ministerios y entidades, posibilitando la implementación multisectorial. Por otro lado, el sistema colombiano ha dependido de conven- cer a las entidades de la utilidad de las herramientas de monitoreo y evaluación, fomentando la adopción de monitoreo y evaluación en los ministerios y entidades subnacionales, y en el fuerte apoyo político de la administración actual. Sin embargo, esto está cambiando gradualmente, ya que los gobiernos locales y los ministerios se vinculan en forma más activa al diálogo de monitoreo y evaluación. Ejemplos son los municipios de Pasto y Medellín y entidades, como el Ministerio de Protección Social, el Ministerio de Educación y el ICBF. En tercer lugar, los sistemas son distintos en el uso operativo de la información producida. El Ministerio de Finanzas en Chile emplea extensivamente el sistema de monitoreo y evaluación en la toma de decisiones de su presupuesto y en la imposición de cambios en programas y administración en todos los ministerios. No obstante, la información producida en los dife- rentes ministerios incluye un grado de repetición, pues algunos escogen confiar en otros sis- temas evaluativos y no en el sistema de monitoreo y evaluación del Ministerio de Finanzas. En forma semejante, este último no utiliza mucho la información producida por el Fondo de Solidaridad e Inversión Social (Fosis), o por otros sistemas. Por otra parte, el sistema de monitoreo y evaluación colombiano utiliza información primordialmente para su componen- te evaluativo, demostrando la necesidad de cambios en las estructuras de responsabilidad en los organismos políticos. Sin embargo, la información se utiliza menos extensivamente para tomar decisiones sobre políticas y presupuestos que en el sistema chileno. Incluso, a diferen- cia de Chile, los ministerios no producen la misma información de evaluación que Sinergia. Por último, los sistemas difieren también en su énfasis en integrar la participación de la sociedad civil en el proceso de monitoreo y evaluación. En el sistema Sinergia, la difusión y la participación social son un componente importante de la sostenibilidad del sistema, tra- tando de generar los incentivos para que la sociedad civil analice y utilice la información. La actual administración ha endosado con fuerza este énfasis. Por otro lado, la participación de la sociedad civil y la supervisión están ausentes en el sistema chileno, pues está dirigido en forma descendente. 59 Desafíos y restricciones al proceso de reformas Desafíos para 2006-2010 El sistema Sinergia-Sigob es un sistema oficial de buen desempeño. El desafío principal que tiene ahora es su institucionalización completa, de manera que continúe prosperando y apo- yando la buena gobernabilidad después de un cambio de gobierno. Para que Sinergia sea com- pletamente sostenible en este sentido, se necesitará el fortalecimiento del monitoreo y evaluación en la demanda y la oferta, que están estrechamente relacionadas. El lado de la oferta puede fortalecerse mejorando la calidad y la credibilidad de la información de control, reduciendo los costos de suministro de datos y aumentando el volumen y la amplitud de los tipos de evalua- ciones que se efectúan. El lado de la demanda se puede fortalecer promoviendo una mayor conciencia y confianza en la información de control y los hallazgos evaluativos de que el siste- ma produce conocimiento entre los ministros, funcionarios oficiales y la sociedad civil. Para que se utilice más la información de monitoreo y evaluación se necesitará que los funcionarios de mayor importancia y sus dependencias, en especial la Presidencia, el DNP y el MHCP ejerzan un papel de liderazgo y aun enérgico para defender la utilidad de la información de monitoreo y evaluación producida por Sinergia. Será necesario que este apoyo vaya bastante más allá de la simple defensa e incluya medidas para asegurar la utilización de la información de monitoreo y evaluación para apoyar la toma de decisiones presupuestarias y de planeación nacional, y la responsabilidad social. Los ministros sectoriales y sus ministerios tienen también que ejercer su función para asegurar la utilización de la información de monitoreo y evaluación en el desarrollo, y la planeación de las políticas de los ministerios sectoriales y en la administración actual de las actividades oficia- les de los ministerios y entidades. Se espera que la utilización de la información de monitoreo y evaluación comprenda tanto la información producida por Sinergia como la que sus propios ministerios se supone deben recopilar. Así, tanto en el lado de la demanda como en el de la oferta, es necesario que haya mayor claridad y enfoque de funciones, responsabilidades y rendición de cuentas. Aquí pueden cum- plir un papel primordial el Conpes y el Comité Intersectorial de Evaluación y Gestión por Resultados. Institucionalización de monitoreo y evaluación. Lo anterior requiere la finalización de los acuer- dos legales y reguladores para la implementación completa del documento 3294 del Conpes, y también la consolidación de las capacidades técnicas e institucionales de Sinergia-Sigob, con el fin de crear una coalición de líderes de monitoreo y evaluación: los actores de la sociedad civil, los ministerios y otros participantes que tengan interés en el sistema y trabajen para adelantar su institucionalización. Sinergia-Sigob intenta incrementar su apoyo político y fortalecer las capacidades técnicas de la Contraloría General y otros actores de mayor importancia en el siste- ma, para controlar mejor los resultados. El DNP está trabajando con ministerios individuales y gobiernos locales para ayudarles a desarrollar más sus propios sistemas de monitoreo y evalua- ción, y asegurar la coherencia con el sistema Sinergia-Sigob como un todo; pero el liderazgo del Comité Intersectorial necesitará la voluntad política indispensable para fortalecer el sistema más allá de lo que exigen la Ley y el Conpes. La sostenibilidad requiere también menor depen- dencia del apoyo de donantes y de recursos externos para financiar el sistema de monitoreo y evaluación, y el gobierno debe invertir más en Sinergia-Sigob para asegurar su sostenibilidad. Mejoramiento de la información de monitoreo y evaluación. Habrá que mejorar los estándares de información, tener mayor coordinación de políticas informativas, lineamientos claros de 60 Hacia la sostenibilidad del sistema primario de monitoreo y evaluación de Colombia información y controles de calidad, tales como la realización de auditorías aleatorias de datos en ministerios y agencias clave. Otro objetivo es mejorar las encuestas de hogares para reducir el alto costo de las evaluaciones de impacto. El fortalecimiento del Coinfo (Co- mité de Información) y del DANE (Departamento Administrativo Nacional de Estadísticas) debe incluir esfuerzos más coordinados de recopilación de datos. Expansión y profundización de monitoreo y evaluación. Sinergia-Sigob debe continuar su tra- bajo con los ministerios para profundizar el monitoreo y evaluación y vincularlo al sistema Sigob; debe también estimular la expansión de monitoreo y evaluación a los gobiernos locales. La experiencia del Gobierno en el desarrollo y la implementación del Sigob puede constituir una referencia útil para el desarrollo de sistemas de monitoreo y evaluación en el ámbito subnacional y dentro de cada uno de los ministerios, como el Ministerio de Protección Social. Ya existen dos sistemas subnacionales que progresan en la implementación de sus sistemas de gestión basada en resultados, uno en Pasto y el otro en Medellín, y otros 20 municipios han expresado interés en obtener asistencia técnica del DNP para apoyar su trabajo. Desarrollo de metodologías de presupuestos basadas en resultados. Varios temas influirán en la capacidad del Gobierno para emprender la presupuestación basada en el desempeño, aunque aquí sólo se tratarán tres. El primero es la decisión, de diciembre de 2005, de implementar un marco de gastos a mediano plazo (MFMP) que ya se discutió. Un segundo tema es la falta de una estructura programática para el presupuesto. En los "presupuestos por desempeño" de la DEPP para los últimos dos años, se ha reportado una planeación de gastos presupuestales basa- da en programas, y se hizo esta clasificación programática de actividades sobre una base ad hoc. Sin embargo, los presupuestos de inversiones y gastos (recurrentes) se siguen haciendo en tér- minos de presupuestos por ítems; los informes de los presupuestos por desempeño de la DEPP se adjuntan como anexos a los informes convencionales del presupuesto. Si bien un enfoque de presupuesto por programas facilita usar información de monitoreo y evaluación durante el proceso de presupuestación, no es prerrequisito de un sistema de monitoreo y evaluación de buen funcionamiento que utilice el gobierno con intensidad, como lo demuestra ampliamente el caso de Chile. Un tercer tema relacionado para Colombia es el de los vínculos aparentemente muy escasos entre el Sistema de administración financiera (SAF) en que se basa el presupuesto y el Sigob, lo que dificulta más el vincular el gasto del gobierno en actividades particulares con los productos, resultados e impactos que esas actividades producen. De esa manera los infor- mes de presupuesto por desempeño del DEPP han incluido la concordancia manual entre la información de desempeño del Sigob y los datos de costos producidos por el SAF. En Chile, se debe efectuar una concordancia similar ­en la que se emplea mucho tiempo­, cuando se estima el gasto de presupuesto en los programas que se evalúan. Realimentación continua. Por último, la participación social generalizada en programas de moni- toreo y evaluación es un factor esencial para asegurar la institucionalización de Sinergia-Sigob, y con el establecimiento de alianzas estratégicas con organizaciones de la sociedad civil y la difusión del trabajo evaluativo, los actores no gubernamentales de los negocios, la academia y las ONG desarrollarán interés en Sinergia-Sigob y trabajarán para preservar sus funciones de monitoreo y evaluación. En el componente de difusión de Sinergia-Sigob ya se han utilizado estaciones de radio comunitarias, encuestas de opinión pública, periódicos y análisis de exper- tos para generar debate sobre los resultados y los informes del Gobierno, y es importante conti- nuar estos esfuerzos y formar líderes del monitoreo y evaluación en la sociedad civil. 61 Desafíos y restricciones al proceso de reformas Referencias Banco Mundial. 1997. "Colombia: Paving the Way for a Results-Oriented Public Sector", Informe No. 15300-CO. ­­­­. 2002. "Brazil Planning for Performance in the Central Government: Review of Pluriannual Planning." Informe No. 22870-BR. Bogotá: ¿Cómo vamos? 2005. Balance del Comité Directivo ppt. Colombia Líder. 2006. Propuesta de integración. Congreso (senador Carlos Ferro). 2005. Proyecto de Ley por el cual se reglamenta la Rendición de Cuen- tas en Colombia. Consejo Nacional de Política Económica y Social. 2004. "Renovación de la administración pública: gestión por resultados y reforma del Sistema Nacional de Evaluación". Documento Conpes 3294. Presiden- cia de la República: Alta Consejería Presidencial; Ministerio de Hacienda: DGPN; DNP: DEPP-DIFP- . PRAP Versión aprobada. Bogotá. Dirección Nacional de Planeación y Presidencia. 2005. Visión Colombia II centenario: 2019. Dirección Nacional de Planeación y Presidencia. 2005. Proyecto de Decreto por el cual se organiza el Sistema Nacional de Evaluación de Gestión y Resultados y sus instrumentos, se crea el Comité Intersectorial de Evaluación de Gestión y Resultados, y se establecen algunos procedimientos. Fonseca Sibaja, Asdrúbal. 2001. "El sistema nacional de evaluación: un instrumento para la toma de deci- siones del gobierno de Costa Rica". Caracas: CLAD. Institute for Democracy and Electoral Assistance (IDEA) International. 2003. "Results-Based Management System (RBM) for Social Programs: A Review of International Experiences." Washington, D.C.: Banco Mundial. Matsuda, Yasuhiko. 2003. "Public Sector Reforms in Latin America and the Caribbean and their Impacts on Service Delivery." Washington, D.C.: Banco Mundial. Mimeografiado. Montes, Carlos. 2003. "Results-based Public Management in Bolivia," documento de trabajo No. 202 del Overseas Development Institute. . MHCP 2006. Medium Term Expenditure Framework. Ospina Bozzi, S. y D. Ochoa. 2003. 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Programa "Empleo en acción: condiciones iniciales de los beneficiarios e impactos de corto plazo". Evaluación de Políticas Públicas No. 2, Departamento Nacional de Evaluación, Colom- bia. ------. 2004c. "Red de apoyo social: conceptualización y evaluación de impacto". Evaluación de Políticas Públicas No. 3, Departamento Nacional de Evaluación, Colombia. ------. 2005. "Plan estratégico para el fortalecimiento y consolidación de la información pública, la ges- tión basada en resultados y la evaluación en Colombia: 2006-2010". Zaltsman, Ariel. 2006. "Experience with Institutionalizing Monitoring and Evaluation Systems in Five Latin American Countries: Argentina, Chile, Colombia, Costa Rica and Uruguay, documento de tra- bajo No. 16 del Evaluation Capacity Department. 63 Segunda parte: Invertir en la gente Preparar a los jóvenes de Colombia para un mundo competitivo 3. Preparar a los jóvenes de Colombia para un mundo competitivo52 Uno de los propósitos decisivos para el próximo Gobierno será cómo formar el capital humano requerido para mejorar el nivel de competitividad del país y así reducir la pobreza. El gasto en educación es alto en comparación con los estándares internacionales, pero debe traducirse en mejores resultados. El mejora- miento ha sido lento en la última década y se ha visto disminuido por la reciente recesión económica, pero debe acelerarse con base en las últimas reformas. Debe evaluarse el impacto de estas medidas, en particular con respecto a equidad y calidad, y deben identificarse otras intervenciones necesarias. Con el uso expandi- do de medidas en el lado de la demanda, pueden acelerarse las mejoras en equidad y calidad de la educación, capacitando a mayor número de pobres para salir de la trampa intergeneracional de pobreza/baja educa- ción. La calidad debe ocupar la cima de la agenda del sector. Finalmente, los objetivos de Visión 2019 deben expandirse para que incluyan iniciativas para el aprendizaje continuo. 52 Este capítulo fue escrito por Mark Hagerstrom con la colaboración de Martha Laverde. 67 Invertir en la gente Introducción En esta nota se observan los progresos recientes en el sector educativo,53 se revisan la visión actual y los objetivos Visión 2019 y se ofrecen recomendaciones para la nueva administración. Las mejoras en la cobertura y calidad son fundamentales para el enriquecimiento de la competitividad de la economía y el alivio de la pobreza. La experiencia internacional muestra que una mejora de una desviación estándar, en el rendimiento de la educación, le puede permi- tir a un país avanzar sobre otros 15 en la clasificación de la competitividad.54 A un individuo, en Colombia, la inversión en la educación secundaria le produce un rendimiento del 14%, de ma- nera que no se deben subestimar el mejoramiento de los resultados educativos, ni los proble- mas. Una mirada a la escolaridad adquirida por grupos de edad en áreas urbanas demuestra que aunque ha habido algunas mejoras, más o menos la mitad de la población adulta, menor de 40 años, todavía no ha recibido educación secundaria (ver el gráfico 3.1). Además, la proporción de los que han recibido educación terciaria se ha estancado en alrededor del 15% por casi una generación completa, reflejando, en parte, la fuga de cerebros causada por años de violencia. Apenas ahora está empezando a aumentar esa proporción; sin embargo, al mismo tiempo, casi una cuarta parte de las personas de 20 a 24 años de edad ha recibido educa- ción primaria o inferior, y la educación en las áreas rurales presenta un paisaje aún más sombrío de esta brecha. Los ingresos en el mercado laboral colombiano están, como es lógico, estrechamente relaciona- dos con el nivel educativo de los trabajadores. El ingreso mensual promedio, según grupos de edad por nivel educativo, refleja grandes disparidades entre trabajadores con distintos niveles de educación (ver el gráfico 3.2). En particular, existe una notoria brecha salarial entre trabajado- res con educación terciaria y otros trabajadores, y esa brecha se dilata con el tiempo. La tasa general de rendimiento por un año adicional de educación ha disminuido de aproximadamen- te 16,7% en 1971 a un 11% en los años 2000, que todavía es relativamente buena. Estimados recientes muestran que, para un(a) joven de 20 años, los rendimientos de la educación primaria, secundaria y terciaria son de 8%, 14% y 17%, respectivamente. 53 El progreso se mide por los cambios estructurales en los sectores, como se esbozó en las Notas de políticas del Banco de 2002. 54 Índice WEF. 68 Preparar a los jóvenes de Colombia para un mundo competitivo Gráfico 3.1. Escolaridad adquirida por grupos de edad (urbana) 100 8 11 8 15 16 14 15 14 12 90 1 2 2 5 19 4 4 3 7 9 80 10 11 12 14 15 70 21 13 21 15 18 60 25 29 21 17 Porcentaje 24 50 22 22 21 40 20 19 36 21 15 30 16 32 16 12 27 20 22 11 20 16 19 10 13 20 9 15 7 8 10 2 4 4 4 0 20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 56 a 59 60 a 64 Ninguna Menos de primaria Primaria Menos de secundaria Secundaria Menos de terciaria Terciaria Fuente: Encuesta de calidad de vida, 2003. Gráfico 3.2. Salario mensual promedio por edad y educación 2.000.000 1.800.000 1.600.000 1.400.000 1.200.000 Pesos (2003) 1.000.000 800.000 600.000 400.000 200.000 0 20 a 24 25 a 29 30 a 34 35 a 39 40 a 44 45 a 49 50 a 54 56 a 59 60 a 64 Edad Menos de primaria Primaria Secundaria Terciaria Fuente: Encuesta de calidad de vida, 2003. Progreso reciente Las Notas de Política preparadas por el Banco, para el gobierno anterior, subrayaron una serie de problemas estructurales a los que se enfrenta el sector educativo y que incluyen la desigualdad, la baja calidad y eficiencia, la deficiente asignación del gasto público y la falta de descentraliza- ción. Una revisión del desempeño en estos campos, desde ese tiempo, indica algunos avances, 69 Invertir en la gente basados en reformas importantes que han colocado los fundamentos de iniciativas futuras. Cada uno de estos problemas se describe a continuación. Acceso a la escolaridad. La alta desigualdad en el acceso a la escolaridad fue un tema importante de la anterior nota de políticas. En años recientes, aumentos generales en la cobertura, progra- mas del lado de la demanda e intervenciones específicas en áreas rurales han mejorado la situa- ción, pero siguen siendo fuertes las desigualdades urbana/rural y ricos/pobres. En el decenio anterior, el nivel educativo promedio de los colombianos de 15 años de edad o más aumentó en 1,2 años, de 6,4 en 1992 a 7,6 en 2003. Sin embargo, su distribución es de 8,4 años de escolaridad en las capitales regionales contra sólo 4,6 años en el resto del país. El acceso de los pobres a la educación, en especial de los niños rurales, continúa siendo un gran desafío. No solamente se rezagan las tasas de inscripción escolar (distintas a la educación básica) con respecto a países utilizados para comparaciones, sino que existen también desigualdades importantes en la co- bertura y escolaridad promedio por deciles de ingreso (ver el gráfico 3.3). Gráfico 3.3. Distribución de la escolaridad por deciles de ingreso 100 11 22 2 2 4 2 2 6 9 9 10 4 13 90 12 6 14 7 23 14 20 10 80 17 19 22 47 70 25 15 25 18 28 60 23 25 21 26 Porcentaje 50 25 20 23 18 40 21 39 20 30 35 17 31 17 19 17 26 13 20 20 17 10 9 10 15 12 17 5 13 13 9 8 7 6 3 3 4 0 2 1 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 Ninguna Menos de primaria Primaria Menos de secundaria Secundaria Menos de terciaria Terciaria Fuente: Encuesta de calidad de vida, 2003. Calidad escolar. La anterior nota de políticas indicaba que la calidad escolar era baja y puede estar deteriorándose. Las pruebas nacionales sugieren que la calidad empezó a mejorar entre 2001 y 2005. Pero tales mejoras han sido lentas y pueden ocultar diferencias socioeconómicas que requieren intervenciones dirigidas para evitar desigualdades exasperantes. Además, las pruebas internacionales indican que la calidad todavía está rezagada con respecto a los países con los cuales se hizo la comparación. Eficiencia del sector. La anterior nota de políticas también señalaba que la eficiencia era baja. La capacidad de un sistema educativo de mantener y promover a sus estudiantes en los distintos grados es otra indicación de la calidad y el uso efectivo de los recursos fiscales. Los datos mues- 70 Preparar a los jóvenes de Colombia para un mundo competitivo tran alguna mejora en las tasas de eficiencia interna entre 2001 y 2003, en especial en educación secundaria (ver el cuadro 3.1). Cuadro 3.1. Tasas de eficiencia interna, sector público (porcentajes) Promoción Fracaso Abandono Repetición Educación 2001 2003 2001 2003 2001 2003 2001 2003 Primaria 81,8 87,8 9,5 5,3 8,7 6,9 7,7 5,5 Secundaria 79,2 89,2 13,2 4,6 7,6 6,2 5,9 2,9 Media 87,0 92,8 8,6 3,4 4,4 3,8 3,1 1,5 Total 82,0 88,7 9,9 4,7 8,0 6,5 6,8 4,4 Fuente: DANE, C-600. Todavía siguen siendo significativas las diferencias entre áreas urbanas y rurales; la tasa urbana de abandono es de un 5,2% en 2003, comparada con el 7,1% de la rural. Además, por ejemplo, en 2003, 580.000 niños y jóvenes abandonaron la escuela antes del fin del año. De ellos, unos 70.000 estudiaban en escuelas privadas y 510.000 en públicas. En términos fiscales, con base en un costo promedio por estudiante de US$385, eso significaría perder unos US$200 millones por año. En términos de tasa de culminación, los datos de 2004 indican que de cada 100 niños que empezaron la escuela primaria, sólo 61 terminaron quinto grado y, de cada 100 que empezaron secundaria, sólo 57 terminaron noveno grado y 35 undécimo grado. Gasto público. En el documento anterior se notó un aumento en el gasto público educativo, en el que también se concluyó que la eficiencia de asignación era baja. El gasto en educación, entre 1990 y 2004, aumentó de 2,4% a 5,2% del PIB (ver el cuadro 3.2). Ahora se compara favorable- mente con otros países latinoamericanos y es superior al promedio de los países de la OCDE, con una mayor proporción de gastos privados en educación que en la mayor parte de los países. Las reformas de la Ley 715 garantizan una continuación de esta tendencia ascendente; el obje- tivo es que el gasto aumente en 2,5% más que el crecimiento del PIB entre 2006 y 2008. El gasto público también ha ido en la dirección correcta, del nivel terciario al secundario y al primario, bajando el gasto en el terciario como porcentaje del PIB per cápita de 49,4%, en 1985, a 30,4%, en 2003. Descentralización de la educación. La descentralización de la prestación del servicio se vio como un desarrollo positivo, pero la nota anterior sugería que su implementación había sido ineficiente y desigual. Sin embargo, posteriormente, con la sanción de la Ley 715 ha mejorado el progreso en la descentralización de la educación con los importantes impactos positivos en cobertura ya vistos en el período 2001-2003. Bajo esa ley, las transferencias a entidades territoriales empezaron en 2004, basadas en la inscripción real y asignaciones por estudiante. Las entidades territoriales que mejoren la eficiencia en la administración de personal por medio de relaciones estudiante- maestro más altas o maestros menos costosos, pueden reinvertir los ahorros en mejoramiento de calidad (reentrenamiento, materiales pedagógicos, tecnología educativa). Para ayudar a los gobiernos locales a mejorar la eficiencia y la calidad, la Ley 715 les da la opción de contratar servicios educativos con el sector privado, con base en experiencias exitosas, tales como Paces y otros programas de subsidios impulsados por la demanda. La nueva ley también limita los salarios de los maestros y los escalafones de promoción. En el sistema anterior, ascendían con 71 Invertir en la gente Cuadro 3.2. Gasto público en educación como proporción del PIB, Colombia y países de comparación Gasto por estudiante Gasto total en educación (porcentaje del PIB per cápita)** (porcentaje del PIB)* País/Región Primaria Secundaria Terciaria Argentina1 4,0 12,4 15,8 17,8 Brasil 4,2 10,7 10,0 48,5 1 Chile 4,2 14,3 14,7 19,2 Costa Rica 5,1 14,6 20,2 45,8 Paraguay 4,4 12,9 15,4 47,1 Colombia 5,2 15,0 16,3 37,5 América Latina y el Caribe 4,5 13,1 n.a. 44,9 Ingreso medio superior 4,4 12,1 n.a. 30,6 Fuente: (*) Unesco Institute for Statistics, datos de 2002/3. (**) Banco Mundial: SIMA y EdStats databases, datos de 2000. rapidez en la escala de salarios, creando mayor presión sobre el presupuesto. Con la reforma, 50.000 maestros nuevos, que representan el 20% del total de maestros empleados actualmente en el sistema público, se emplearon con las nuevas condiciones. Violencia y desplazamiento social. En las notas anteriores sobre políticas se señaló el impacto negativo de la violencia y el desplazamiento social en la escolaridad. La situación de conflicto contribuye a la desigualdad en la educación para los niños y adolescentes menores de 18 años, ya sea porque estén comprometidos con grupos armados ilegales o porque experimenten los impactos negativos de la violencia. Más de la mitad de la población desplazada tiene menos de 17 años de edad. Para dar atención prioritaria a la población desplazada internamente, la admi- nistración ha definido tres líneas de acción encaminadas a la implementación de modelos edu- cativos flexibles y aplicables, tales como Escuela nueva, SAT, y Aceleración del aprendizaje. Sin embargo, los resultados están aún muy por debajo de las expectativas, debido en parte a dificul- tades de direccionamiento por la limitación de la información y la movilidad de la población. Para aumentar sus esfuerzos el Gobierno ha extendido recientemente el programa Familias a la población desplazada. Tanto la población desplazada como la desmovilizada requieren progra- mas educativos dirigidos específicamente a ellas, articulados con trabajo e intervenciones cul- turales y cívicas para mejorar su integración. Visión para el futuro El documento recién publicado, Visión Colombia II centenario: 2019 (Visión 2019); ofrece una base para la discusión de los objetivos del sector educativo. Visión 2019 fija cuatro objetivos básicos: i) promoción de la educación en programas de atención infantil; ii) consecución de cobertura universal en la educación primaria y secundaria; iii) mejoramiento de la calidad de esos dos niveles educativos; y iv) aumento de la cobertura, aplicabilidad y calidad de la educación tercia- ria. En esta sección se examinan estos objetivos según su factibilidad e impacto esperado, y se discute la forma como podrían basarse futuras iniciativas en el progreso reciente. 72 Preparar a los jóvenes de Colombia para un mundo competitivo 1. Promoción de la educación en programas de atención infantil para menores de cinco años de edad. El desarrollo temprano de la niñez (DTN) causa un impacto positivo en el desempeño escolar y es el futuro desempeño laboral, particularmente en los niños de familias pobres. La educación preescolar mejora el desarrollo cognitivo, social y emocional para enriquecer la en- trada, permanencia y desempeño de manera exitosa en la educación primaria, lo que, a su vez, aumenta la probabilidad de empleo y mayores ingresos. Así, aumentar las tasas de inscripción escolar para los menores de cinco años, en especial los pobres, contribuiría a resultados educa- tivos y de fuerza laboral mejores en Colombia, y probablemente ayudaría a disminuir la des- igualdad de ingresos en el mediano plazo. Las tasas generales de inscripción preescolar son bajas todavía en comparación con estándares internacionales. De acuerdo con los Indicadores de Desarrollo Mundial, la inscripción preesco- lar bruta creció de 11% en 1985 a 33% en 2003. Sin embargo, el gráfico 3.4 indica que las tasas de inscripción para los niños de 3 a 6 años, en Colombia, son muy inferiores a las de los países de la OCDE y a las de muchos países de América Latina (ver el gráfico 3.4). Gráfico 3.4. Tasas de inscripción preescolar, niños de 3 a 6 años, 2003 (porcentajes) 100 99 100 90 85 84 84 79 80 72 71 70 60 60 56 55 Porcentaje 49 50 40 33 33 30 20 10 0 Fuente: Unicef, 2004. Desde el año 2003, los esfuerzos se han concentrado en aumentar la cobertura en el grado 0 (grado de transición), que es ahora del 83%. Sin embargo, algo de este esfuerzo se ha hecho a costa de los dos primeros años de educación preescolar no obligatoria (prekinder y kinder), que han decaído al 12,5% y virtualmente han desaparecido en algunas partes del país. Por tanto, en general, la preescolaridad ha aumentado solamente al 36%. En este momento es apropiado desplazar el enfoque al DTN, y se ha emprendido un proyecto conjunto entre el Ministerio de Educación y el ICBF para diseñar e implementar una estrategia de desarrollo temprano para la niñez que defina y haga cumplir estándares de calidad y au- mente la colaboración con los gobiernos locales. El Gobierno está en el proceso de establecer una política de direccionamiento explícito para asegurar que se beneficie un mayor número de niños de hogares de bajos ingresos con los programas de asistencia y prevención del ICBF, realizados en coordinación con el Ministerio de Educación. Además, una expansión de apoyo del lado de la demanda del programa Familias para familias más pobres, ayudaría a aumentar la asistencia donde puede causar el mayor impacto, pero la coordinación con el ICBF puede ayu- dar a asegurar una oferta suficiente. 73 Invertir en la gente 2. Consecución de cobertura universal en la educación primaria y secundaria. La cobertura en primaria está muy lejos, por debajo del promedio en la región (88% en Colombia y 96% en la región en 2003). La tasa neta de inscripción en secundaria en Colombia, de 55% en 2003, estuvo por debajo de la de Venezuela (59%), Perú (69%), Bolivia (71%), Brasil (75%), Chile (79%) y Argentina (81%).55 Sin embargo, con la Ley 715 ha estado mejorando la cobertura y se han logrado 1.085.000 nuevas inscripciones en escuelas de educación básica y secundaria en los últimos tres años. No obstante, persisten desigualdades regionales, urbano-rurales y de rique- za-pobreza y las autoridades locales necesitarán apoyo para llegar a los pobres en las áreas rurales y a los desplazados, lo que requerirá la implementación de modelos de prestación de servicios más eficientes y efectivos. El Gobierno central proporciona en la actualidad asistencia técnica a los proveedores privados y ofrece varios enfoques para las áreas rurales. Con base en la experiencia de México, una expansión de las medidas del lado de la demanda, a través del programa Familias, aceleraría el proceso de llegar a los pobres. 3. Mejoramiento de la calidad educativa en primaria y secundaria. Con los mecanismos dispues- tos para promover la cobertura universal, este objetivo debería estar en la cima de la agenda. La cuestión de la calidad y pertinencia, en especial en la rama técnica de la educación secundaria alta, es cada vez más importante para estimular la inscripción y la culminación de secundaria, y aumentar el conglomerado de estudiantes preparados para la educación terciaria. A pesar de recientes mejoras en pruebas nacionales estandarizadas de logros, el desempeño de los estudiantes colombianos en pruebas internacionales ha sido menos que satisfactorio. Desde que participó por primera vez en el Tercer Estudio Internacional de Matemáticas y Ciencia (Timss, por sus iniciales en inglés), a mediados de los años ochenta, los resultados de Colombia han sido consistentemente muy bajos, y en la prueba de Progreso Internacional en Estudios de Lectura y Alfabetismo (Pirls, por sus iniciales en inglés) en 2003, Colombia quedó en el puesto treinta entre 33 países participantes (ver el gráfico 3.5). Gráfico 3.5. Resultados de Pirls, 2003 0 100 200 300 400 500 600 Fuente: Pirls, 2003. 55 Debe anotarse que existen motivos de preocupación en cuanto a la población de referencia utilizada para calcular las tasas de inscripción. Después de un lapso de 12 años, se inició un censo de población nacional en junio de 2005. 74 Preparar a los jóvenes de Colombia para un mundo competitivo Calidad y equidad. Sumada a los desempeños de las pruebas, la calidad debe considerarse en términos de equidad, pues la condición socioeconómica (ver el gráfico 3.6) afecta también los resultados en las escuelas públicas y privadas (oficiales y no oficiales). En todas las disciplinas existen grandes diferencias entre los puntajes de los estudiantes del primer decil socioeconómico y aquellos de los deciles superiores. En destrezas esenciales y lenguaje, los estudiantes de es- cuelas públicas de los dos primeros deciles logran mejores puntajes que aquellos que asisten a escuelas privadas. Sin embargo, a medida que aumenta el nivel socioeconómico de las familias, los estudiantes de escuelas privadas muestran ventaja sobre los de escuelas públicas. Por últi- mo, en matemáticas, los estudiantes de escuelas privadas se desempeñan mejor que los de es- cuelas públicas en todos los niveles socioeconómicos. Gráfico 3.6. Condición socioeconómica y desempeño académico, 2001 Competencias esenciales Lenguaje 52 52 52 50 50 50 48 48 48 46 46 46 44 44 44 42 42 42 40 40 40 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 2 3 4 5 6 7 8 9 10 1 Oficial 2 No oficial 1 Oficial 2 No oficial 1 Oficial 2 No oficial Nota: La condición socioeconómica se calculó a partir de formularios de inscripción. Fuente: Icfes, 2001; exámenes de estado. La baja calidad puede atribuirse a varios factores. En 2002, solamente el 5% de los gastos públicos en educación se encaminó al mejoramiento de la calidad por medio de capacitación de maestros, mejor material pedagógico, tecnología educativa y otras medidas. Como se anotó, se espera que con las ganancias en eficiencia, por la Ley 715, suba el nivel de recursos dedicados a capacita- ción antes y durante la prestación del servicio, y mejoren la supervisión, los planes de estudio, libros de texto, materiales educativos, laboratorios de ciencias, e infraestructura. Igualmente, varios gobiernos locales se han valido del apoyo multilateral para la formación de instituciones con el fin de mejorar la calidad educativa. Colombia tiene a su haber el hecho de nunca haberse alejado de las evaluaciones internaciona- les, y en la actualidad participa en tres: Timss, Pisa y el Estudio Regional Comparativo y Expli- cativo (Serce), que califica los logros de aprendizaje de los estudiantes de tercero y sexto grados, y examina factores asociados en los campos de lenguaje, matemáticas, ciencias naturales y des- trezas de vida. Con respecto a las pruebas nacionales, se ha establecido una evaluación de competencias basa- da en el censo para los grados quinto y noveno (que corresponden al final de los ciclos de 75 Invertir en la gente primaria y secundaria baja) en los campos de matemáticas, lenguaje, ciencias naturales y civis- mo. Estas pruebas se deben realizar en toda la nación cada tres años, y las escuelas, municipios y el Ministerio de Educación deben utilizar sus resultados como base para el mejoramiento de la calidad de la educación. La poca aplicabilidad de las materias que se enseñan en la educación secundaria técnica es otro tema importante que se ha reflejado en las altas tasas de abandono y las bajas tasas de culmina- ción. El sistema está plagado de falta de articulación con la demanda local y regional, planes de estudio obsoletos (en especial ausencia de competencias requeridas por el mercado laboral), prácticas pedagógicas obsoletas, baja calidad de los maestros, falta de insumos educativos y falta de información y orientación para los estudiantes. La reforma que implementa en la actualidad el gobierno nacional, en la educación secundaria, va en la dirección correcta y promueve rutas educativas alternativas para equipar a los estu- diantes con competencias requeridas por el mercado, transforma los planes de estudio y acerca más a las escuelas con los sectores productivos. Sin embargo, medidas adicionales pueden ayu- dar a forjar mejores vínculos entre la educación secundaria, técnica, profesional-vocacional y postsecundaria, y el mercado laboral. Aprendizaje continuo. Lograr la cobertura universal significa también no olvidarse de aquellos que han abandonado el sistema. Más allá de los intereses por la equidad, existe una relación casi lineal entre los ingresos laborales y la educación para los grupos de edad considerados, lo que sugiere que puede haber un gran potencial para el aprendizaje formal permanente. Las tasas de rendimiento de la educación continúan siendo rentables para el individuo en todos los nive- les educativos, hasta por lo menos la edad de 40 años; los rendimientos del 5%, 11% y 15%, respectivamente, son para los trabajadores que retornan a la educación primaria, secundaria y terciaria a los 35 años de edad. Estos resultados están sólo dos o tres puntos porcentuales por debajo del rendimiento para los trabajadores de 20 años de edad. De ahí que políticas que esti- mulen a trabajadores adultos a buscar un aprendizaje formal continuo pueden conducir a ga- nancias importantes. Con un analfabetismo de adultos rondando el 20% en las áreas rurales de varios departamentos, existe un papel importante para el aprendizaje permanente en la conse- cución de la equidad. No obstante, el aprendizaje permanente se obstruye por la desconexión entre la educación secundaria técnica, el SENA, y la educación técnica superior. Como consecuencia, existe una falta de articulación curricular y progresión profesional para los estudiantes que se gradúan de secundaria y que desean continuar su educación técnica-profesional en instituciones educati- vas terciarias o en el SENA. La misma situación tiene validez para quienes abandonan la educa- ción secundaria, pero necesitan reconocimiento de lo que han aprendido en áreas particulares para tomar cursos de corta duración, orientados al empleo, para reingresar a la educación for- mal. Además, tanto los planes de estudios de secundaria como los de educación técnica supe- rior los diseñan distintas autoridades educativas y, con excepción del SENA, no tienen la suficiente aplicabilidad a las necesidades del sector productivo. 4. Aumento de la cobertura, aplicabilidad y calidad de la educación superior. Para la educación terciaria, la tasa bruta de inscripción aumentó de 11% a 21,4%, entre 1985 y 2003. A pesar de este progreso, la inscripción a terciaria sigue siendo inferior a la de la mayor parte de los países de la 76 Preparar a los jóvenes de Colombia para un mundo competitivo región. Colombia se clasifica por encima sólo de Brasil (21%) y México (22%), pero está por debajo de Perú (32%), Bolivia (39%), Venezuela (40%), Chile (42%) y Argentina (60%). La educación terciaria sufre también de alta desigualdad (ver el gráfico 3.3). Virtualmente no existe educación superior en los primeros deciles, aunque el 47% de la población que pertenece al decil más alto la ha conseguido. La distribución de las inscripciones a educación superior por tipo de institución es diferente también, según los quintiles de ingreso y antecedente étnico. Mientras la mayor parte de los estudiantes que asisten a universidades privadas y tradicionales provienen del quintil superior de ingresos, es más probable que los jóvenes del quintil inferior se inscriban en instituciones no universitarias. La administración actual se ha movido seria- mente para empezar a aumentar las inscripciones y mejorar la equidad. Ha expandido un pro- grama de préstamos para estudiantes de bajos ingresos (Acces) provisto por el Icetex, con el fin de aprovechar el exceso de capacidad de las instituciones públicas y privadas. Entre 2003 y principios de 2005, cuando se crearon 212.000 nuevos cupos para educación superior, la tasa de inscripción aumentó a 26,5% y la tasa de abandono cayó también durante ese período (2004- 2005) de 15,2% a 13,4%. Junto con esta iniciativa para educación superior, el Gobierno ha implementado el "Sistema nacional de aseguramiento de la calidad", que incluye acreditación voluntaria de programas e instituciones, estándares mínimos de calidad y exámenes de egreso para evaluar las competen- cias de los graduados. Adicionalmente, se ha establecido un observatorio laboral para mejorar la aplicabilidad de los cursos y suministrar información sobre oportunidades de trabajo a estu- diantes prospectivos. Conclusiones y recomendaciones de políticas Se ha desarrollado gran parte del marco requerido para mejorar los resultados educativos, y ya se están llevando a cabo algunas mejoras. Los objetivos de Visión 2019 son en su mayor parte factibles ­de hecho, debían agregarse varios objetivos adicionales­, pero se podrían cumplir más rápidamente con mejoras adicionales en la gobernabilidad del sector y con iniciativas del lado de la demanda para mejorar el direccionamiento y responder a necesidades reconocidas. A continuación se discuten recomendaciones más específicas. Desarrollo temprano de la niñez. Una iniciativa por el lado de la demanda, tal como la expansión del programa Familias, podría incentivar la incorporación de un mayor número de niños a la escuela y asegurar la focalización hacia los más pobres. Esta medida podría requerir más recur- sos fiscales para garantizar una oferta de servicios en preescolar suficiente para satisfacer el incremento de la demanda generada por el programa, para lo cual una cooperación estratégica entre el Instituto Colombiano de Bienestar Familiar y el Ministerio de Educación podría resultar exitosa para financiar dichos requerimientos adicionales. Como se anotó, aumentar la asistencia preescolar constituye una forma efectiva de disminuir las tasas de repetición y de abandono más adelante en el sistema, y los ahorros que ello implica se deberían incluir en la ecuación fiscal a mediano plazo. El Gobierno probablemente debe desistir de hacer obligatorios estos grados inferiores para no diluir el esfuerzo inicial, incorporando niños de familias pudientes en las cuales la necesidad es menor y los recursos financieros son una restricción menor. Esa op- ción se puede explorar más adelante. Para empezar, no hacer obligatoria esa asistencia facilitaría la aceptación, si bien se podría poner la asistencia como requisito para las familias que reciben beneficios condicionados. 77 Invertir en la gente Cobertura universal de educación primaria y secundaria. Los incentivos y recursos que pone a disposición la Ley 715 deben facilitar el cumplimiento de estos objetivos; sin embargo, para llegar a las poblaciones marginadas se necesitarán intervenciones específicas. Por razones de equidad, y para facilitar la implementación, el Gobierno central debe continuar desarrollando y promoviendo modelos alternativos de prestación de servicios, inclusive la contratación priva- da, y cofinanciar la inversión inicial con los gobiernos locales. La réplica de modelos se benefi- ciaría con un análisis riguroso de impactos. Es probable que se necesiten también incentivos para la demanda, en particular para secundaria, para promover la estadía en la escuela y ofrecer un canal a la educación terciaria. En este sentido, se debe explorar un instrumento dirigido a los pobres que podría consistir en un programa de ahorros para estudiantes de secundaria, como el que se está efectuando como plan piloto en México, a través del programa Oportunidades. Prioridad principal a la calidad. Para mejorar la calidad de la educación será necesario un gran empeño, empezando con el diseño de sistemas efectivos de evaluación, para guiar las decisio- nes de inversión y evaluar sus impactos. Pueden utilizarse también las pruebas internacionales para establecer puntos de referencia y arrojar luz sobre los determinantes del aprendizaje. Como se anotó, Colombia participa en el PISA, que se ha utilizado en otros países, inclusive Jordania, Finlandia, Alemania y México, como marco para el debate público y la formulación de políticas. Para facilitar el uso de los resultados del PISA en Colombia, donde los gobiernos locales son en gran parte responsables de la educación, los resultados deben ser representativos de las condi- ciones locales. Las pruebas nacionales propuestas por la Ley 715 ofrecen una base fuerte para el mejoramiento de la calidad, dirigiéndolas a escuelas individuales y poniendo la información disponible para diagnósticos locales. Sin embargo, para que sean efectivas, estas pruebas deben estar acompa- ñadas de mayor responsabilidad y autonomía, incluyendo la participación de los padres y la comunidad. En Colombia, a pesar de la descentralización, la participación de los padres en las decisiones escolares es relativamente baja. En contraste, en varios países europeos, por ejem- plo, Finlandia, los directores, maestros, padres y otros representantes de la comunidad admi- nistran las escuelas financiadas con fondos públicos a través de juntas directivas locales. En América Latina, varios países centroamericanos han introducido reformas para retornar la ad- ministración escolar a las comunidades, y las escuelas administradas por la comunidad han demostrado ser efectivas para garantizar un amplio acceso a educación de calidad. México ha tenido un gran éxito en el mejoramiento de resultados a través de grupos locales de padres, aun en escuelas rurales pobres. En Colombia, el programa Alianzas estimula la participación comu- nitaria en las escuelas rurales, y varios departamentos con apoyo multilateral tienen también programas para habilitar escuelas y comunidades. El Gobierno nacional debe asumir el liderazgo en la promoción de la calidad, desarrollando una visión en conjunto con los participantes, y fijando objetivos basados en las necesidades de cada jurisdicción local. El aumento de cobertura resulta invariablemente en un decaimiento inicial de la calidad general, cuando una mayor cantidad de poblaciones marginadas ingresa al siste- ma. Con un enfoque en el desempeño de las jurisdicciones locales y las escuelas individuales, se obtendrán mejores resultados nacionales. La financiación para el mejoramiento de la calidad deberá basarse en ahorros con el mecanismo actual de financiación; así, el apoyo regional para mejorar la eficiencia en el departamento será muy importante para obtener el éxito. 78 Preparar a los jóvenes de Colombia para un mundo competitivo Aprendizaje continuo. La expansión de programas educativos para la población adulta es también de importancia crucial para mejorar la calidad y elevar el nivel promedio de escolaridad en la población. La promoción de modelos pedagógicos alternativos y flexibles ha sido efectiva en años recientes en la solución de problemas de acceso en áreas urbanas y todavía más en áreas rurales remotas, donde puede ser difícil y costoso proporcionar educación, utilizando metodologías tra- dicionales. Con el acuerdo actual entre el MEN y el SENA, ahora es posible llevar a cabo las accio- nes siguientes: i) institucionalizar mecanismos para reconocimiento, evaluación, certificación y acreditación del conocimiento, las destrezas y las competencias adquiridas en la vida fuera del sistema formal; ii) establecer un sistema modular que permita la portabilidad del aprendizaje y obtención de destrezas de una institución educativa a otra, y de un trabajo productivo a otro que requiera destrezas semejantes; y iii) otorgar créditos por el conocimiento adquirido, cualquiera que sea su fuente, para propósitos educativos y de certificación. Cobertura y calidad de la educación superior. Los mecanismos de financiación y obtención de calidad desarrollados para la educación superior ya están mostrando resultados positivos. Ma- yor financiación pública y privada podrían acelerar el proceso a costos relativamente bajos, dado que todavía existe exceso de capacidad tanto en instituciones públicas como privadas. En particular, los intentos de introducir un marco basado en resultados para la asignación de recur- sos a instituciones públicas deben continuar, dados los importantes rendimientos para el au- mento de las inscripciones y el mejoramiento de la calidad. Resolver la desconexión entre el SENA, la educación secundaria y la técnica superior también ayudaría a ofrecer más opciones a los estudiantes. En el lado de la demanda, podría experimentarse con becas para los estudiantes más pobres, siguiendo los lineamientos del programa Probables de México, que intentará un plan piloto de recuperación de costos condicionado a los ingresos. Como en México, un progra- ma de becas podría incluir intervenciones dirigidas a estudiantes particulares (tales como indí- genas) de secundaria y para quienes ya asisten a educación terciaria. Los primeros cien días. Los meses iniciales de un nuevo gobierno deben concentrarse en esta- blecer el marco político e institucional requerido para lograr un consenso sobre este programa integral de educación, tanto con la sociedad civil como con los demás ministerios. En particular, los esfuerzos deben concentrarse en: · Ajustar las medidas propuestas en el lado de la demanda al sistema de protección social general, para asegurar los incentivos adecuados. · Convocar a los participantes a desarrollar una estrategia nacional para el mejoramiento de la calidad en la educación, utilizando el PISA como punto de comparación. · Diseñar y difundir un paquete de apoyo para que los departamentos mejoren la eficien- cia, lleguen a las poblaciones marginadas y mejoren la calidad. · Mejorar los vínculos entre la educación y la capacitación de adultos, y las destrezas reque- ridas por el sector privado. · Desarrollar, dentro del marco de los principios de aprendizaje para toda la vida, una po- lítica educativa técnica en sintonía con el mercado laboral. · Continuar, a partir de los esfuerzos existentes en educación superior, para mejorar la cali- dad, el suministro y acceso de los estudiantes pobres. 79 Reducir las desigualdades y mejorar las condiciones de la salud 4. Reducir las desigualdades y mejorar las condiciones de la salud56 En Colombia se necesitan mejoras en el desempeño del sector de la salud para ayudar a reducir las desigual- dades históricas en el acceso a los servicios de salud, y en los resultados de éstos, romper el círculo vicioso de pobreza y enfermedad por medio de la protección financiera, y minimizar las ineficiencias históricas en la provisión de subsidios del lado de la oferta a los hospitales públicos. En Visión 2019, los principales objetivos de las políticas de salud incluyen la cobertura universal de los seguros, la separación de la finan- ciación de la prestación del servicio, la reducción de la mortalidad materna e infantil y de la incidencia de enfermedades contagiosas, y una mejor salud reproductiva. Para cumplir estos objetivos, el nuevo gobierno deberá trabajar en muchos frentes para cambiar el paradigma de vigilancia y control, fortalecer la salud pública, mejorar los planes de beneficios, resolver el actual problema de la seguridad social, y asegurar una atención de calidad. Al mismo tiempo, con el fin de fortalecer la economía política de la reforma y facilitar la implementación, la nueva administración debe dar prioridad al apoyo de los cinco departamentos hoy comprometidos con la cobertura universal de los seguros, lo que constituye una oportunidad para ofrecer soluciones alternativas cuando las políticas propuestas no funcionen en entornos específicos. 56 Este capítulo fue escrito por María Luisa Escobar, con la colaboración de Mark Hagerstrom y Juan Pablo Uribe. 81 Invertir en la gente Introducción Esta nota se divide en tres partes principales: en la primera sección se revisa el desempeño reciente del sector de la salud, con referencia a los principales desafíos presentados en las Notas de políticas preparadas para la administración anterior. En la segunda parte se discute el marco general de las políticas de la administración para la próxima década, según se plantean en Vi- sión 2019. Por último, la nota ofrece recomendaciones de políticas para cumplir los objetivos. Colombia ha hecho progresos significativos en la reforma del sector de la salud y en el mejora- miento de sus resultados (ver el cuadro 4.1). Sin embargo, la pobreza estructural, la vulnerabili- dad y la desigualdad siguen siendo problemas importantes en la prestación de los servicios de salud. Cuadro 4.1. Resultados del sector de la salud Indicador Situación actual Tasa de crecimiento de la población (porcentaje) 1,68 Tasa de fecundidad global (promedio) 2,6 Población con seguros de salud (porcentaje) 64 Cobertura de inmunización (porcentaje) 93 Índice de mortalidad infantil (por mil nacidos vivos) 24,4 Índice de mortalidad materna (por 100.000 nacidos vivos) 100,1 Fuentes: DNP, Misión de Pobreza, DANE, Encuesta de calidad de vida 2003. Tomado de Colombia 2019. Con la reforma de 1993 se buscó reducir las desigualdades históricas en el acceso a los servicios de salud y en los resultados del sector, romper el círculo vicioso de pobreza y enfermedad vía protección financiera efectiva, y minimizar las ineficiencias históricas en la provisión de subsi- dios del lado de la oferta a los hospitales públicos. La calidad de los servicios de salud debía mejorar, mediante una mejor competencia, la elección del consumidor informado, sistemas de garantía de calidad e incentivos apropiados. Con una mejor gobernabilidad y participación 82 Reducir las desigualdades y mejorar las condiciones de la salud social en todos los niveles se buscó ayudar a romper con los monopolios tradicionales y la inter- ferencia política en el sector. Progreso reciente La nueva administración está comprometida a continuar, a partir de la reforma de 1993, y a trabajar en los problemas estructurales y operativos identificados por el Banco. Entre los problemas estructurales están los de: i) el ISS, ii) la red pública hospitalaria y iii) las diferencias de cobertura de planes de beneficios obligatorios. Las dos primeras son entidades con estructuras organizativas, financieras, operativas y corporativas que ponen en peligro la sostenibilidad financiera del sistema social de seguros de salud. Entre los problemas operativos, están: i) las dificultades en las transferencias de recursos finan- cieros, ii) la evasión de las contribuciones a la seguridad social, iii) la deficiencia de información para facilitar elecciones informadas de los beneficiarios y para el diseño de políticas, iv) las disputas legales sobre la protección de derechos de los pacientes, v) la calidad deficiente de los servicios; y vi) las amenazas a la salud pública de programas de inmunización inadecuados. Los problemas de cada una de estas áreas se discuten con más detalle a continuación. El Instituto del Seguro Social. Después de negociaciones complejas con el sindicato, el Gobier- no pudo reformar el ISS en 2002. Se redujeron los costos laborales y se separaron las actividades de pensiones y salud, como también los seguros de salud de la prestación de los servicios. No obstante, todavía queda por resolver la carga fiscal impuesta por el ISS. Se ha reorganizado a los proveedores en siete redes, pero en su mayor parte son insostenibles financieramente en las circunstancias actuales. La red pública hospitalaria. La transición de subsidios del lado de la oferta al lado de la deman- da ha sido un proceso lento y difícil y se encuentra estancado. Aunque se habían reestructurado 179 hospitales públicos, a junio de 2005 (en la primera ola de reestructuración, 21 hospitales introdujeron medidas de eficiencia y redujeron costos operativos en 22,8% en dos años), la situación general de la red pública hospitalaria es todavía un gran motivo de preocupación. La reestructuración de los hospitales demanda negociaciones complejas entre el Gobierno central y autoridades locales. La descentralización también transfirió la propiedad de los hospitales a los gobiernos locales, y aunque una reforma hospitalaria podría ser benéfica para el Tesoro, ésta no puede introducirse con facilidad localmente pues las autoridades locales tienen política- mente mucho en juego para permitirla. Planes de beneficios. El Gobierno ha introducido un tercer modelo de plan de beneficios que ofrece mejores beneficios que el régimen subsidiado para los afiliados al Sisbén 3, quienes aún no están cubiertos por ninguna de las partes del sistema de seguridad social. Transferencias. En la administración anterior, los retrasos en las transferencias de los gobiernos locales a las aseguradoras y los hospitales han estado obstaculizando su desempeño. El nuevo Gobierno ha intervenido con éxito para acelerar las transferencias a las aseguradoras, pero las de los hospitales siguen lentas, lo que agrava su situación financiera. 83 Invertir en la gente Evasión de contribuciones a la seguridad social. Mejores sistemas de información y la observan- cia forzosa de las leyes han reducido la evasión, lo que ha aumentado los recursos disponibles en alrededor del 23%; no obstante, la continua evasión reduce potencialmente el volumen de recursos del Fosyga, limitando así la expansión de los seguros. La administración de Uribe se comprometió con firmeza a mejorar los sistemas de información, y a expandir las actividades de vigilancia y control que ayudaron mucho a reducir la evasión y a mejorar la responsabilidad fiscal de las autoridades locales. Se ha diseñado el sistema de información para el sistema de protección social en el ámbito nacional, y está actualmente en proceso de elaboración. Se intro- dujo con éxito un sistema unificado de contribuciones a la seguridad social, facilitando a los patronos consolidar la información sobre las contribuciones y reduciendo la omisión y la eva- sión. Cuentas del Fosyga. En las administraciones anteriores, no se estaban adjudicando todos los recursos de la cuenta de Solidaridad y Garantía de la Ley Nacional de Presupuesto, para su uso en el aumento de la cobertura de seguros para los pobres. Sólo parte de los recursos destinados originalmente por la ley para cubrir el costo financiero del seguro de los pobres fueron asignados al régimen subsidiado. El resto lo invirtió el Tesoro en los mercados de capital. En la administración actual, aunque la cuenta de Solidaridad sigue en el presupues- to nacional y se han impuesto límites al gasto, existe un fuerte compromiso de asignar por lo menos parte de los recursos invertidos en TES a expandir la cobertura en el régimen subsidiado. Información. La falta de información de la población estaba obstaculizando la implementación de la reforma y reduciendo sus beneficios potenciales. Infortunadamente, la información públi- ca sobre el sistema general, sus instrumentos específicos y numerosas regulaciones, sigue sien- do escasa y esto se ha agravado con la actualización del Sisbén, que continúa creando situaciones complejas, dado que todos los beneficiarios deben obtener un registro actualizado y en muchos casos esto significa que deben retirarse las titulaciones a los individuos que ya se están benefi- ciando con el sistema. Problemas legales del plan de beneficios de salud. Tutelas mediante las cuales se demanda el "derecho a la vida" por encima de los límites del plan obligatorio de salud han explotado en número y costo, amenazando la sostenibilidad general del sistema y obligando a un debate sobre la capacidad de respuesta de las aseguradoras. Calidad. Se identificó la calidad deficiente del servicio como un gran problema de los servicios de salud en la administración anterior. Se diseñó un sistema de aseguramiento de la calidad y se introdujo en 2002, incluyendo licenciamiento y acreditación para instituciones y proveedores individuales, y se logró un progreso sustancial en esas materias entre 2002 y 2004, con el Minis- terio de Protección Social (MPS) y los gobiernos locales que colaboraron en la implemen- tación de nuevos estándares para licenciamiento de proveedores. Los hospitales autocontrolan su cumplimiento de los estándares con auditoría aleatoria que efectúan funcionarios de las direcciones de salud departamentales y municipales. Para 2004, se había licenciado al 70% de los hospitales de tercer nivel que siguieron este procedimiento. En ese año, el MPS preparó y difundió lineamientos para la acreditación a proveedores individuales. Sin embargo, son ne- cesarios un control y la capacidad de hacer cumplir los reglamentos más fuertes, para asegurar que se observen con consistencia estándares altos de calidad en la prestación de los servicios de salud. 84 Reducir las desigualdades y mejorar las condiciones de la salud Salud pública. La cobertura de inmunización es una cuestión decisiva de salud pública y una medida fundamental para prevenir enfermedades que inducen a la pobreza. En 1995-1996, las tasas de cobertura de vacunación fueron superiores al 90% para todas las vacunas esenciales, proporcionando así una "inmunidad en manada", de modo que si alguien contrajera una enfer- medad, un porcentaje suficiente de la población estaba vacunado para impedir una epidemia. No obstante, entre 1996 y 2001, la cobertura promedio estuvo entre sólo 72% y 77%, quedando Colombia con un serio riesgo de salud pública. La drástica caída en las tasas de inmunización se atribuyó a financiación inadecuada y a cambios organizativos asociados con la descentraliza- ción y también al cambio a un sistema basado en seguros, que generó incertidumbre, sobre las responsabilidades para implementar y supervisar varios componentes del programa de inmu- nización. El Gobierno hizo esfuerzos sustanciales para mejorar la operación y el rendimiento de su programa de inmunización durante 2002-2004, lo que llevó a un aumento de las tasas de vacunación del 82% al 93%. La mayor cobertura se debió a una estrategia mixta. El gasto del programa de inmunización se estabilizó por medio de asignaciones de fondos del Fondo de Solidaridad y Garantía y trabajo con el Ministerio de Hacienda y Crédito Público, MHC, para garantizar un presupuesto anual adecuado. Además, se clarificaron las responsabilidades institu- cionales para el programa de inmunización, en especial las de los gobiernos municipales. Con nuevas regulaciones, pidiendo que las escuelas solicitaran tarjetas de inmunización como parte de la inscripción de los estudiantes, aumentó la demanda de vacunaciones,57 lo mismo que con el programa de transferencias condicionadas de dinero Familias en acción, en el que también se solicitaba la vacunación. Visión para el futuro La estrategia de la nueva administración se centra en aminorar los riesgos de la salud y sus consecuencias, y en la protección financiera de los hogares, con el fin de impedir el empobreci- miento familiar por una crisis de salud. Dentro de este marco de administración de riesgos, los objetivos de la administración para el sector son: Cobertura universal de seguros de salud. Tanto la extensión de la cobertura de seguros de salud como la armonización de sus planes, en los distintos regímenes, constituyen una parte funda- mental de la estrategia para reducir desigualdades y mejorar las condiciones de salud de la población. Con todo, los beneficios de la cobertura universal están condicionados al mejora- miento de las prácticas de control del sistema de salud, la mejor calidad y difusión de la infor- mación, y la consolidación del sistema de aseguramiento de la calidad. La expansión de la cobertura se lograría consolidando y mejorando la estructura financiera y la sostenibilidad del "Sistema general de seguridad social en salud" (Sgsss), en la siguiente forma: · Definiendo e implementando una estructura de incentivos para asegurar las contribu- ciones a la seguridad social de todos los ciudadanos con capacidad de pago. · Proporcionando mecanismos innovadores para atraer a los trabajadores independien- tes con alguna capacidad de pago a cualquiera de los regímenes de seguro. 57 Las tarjetas no se exigieron como requisito para la inscripción, por el temor de que se negara el acceso a la educación; pero sirven como medio adicional para estimular a los padres a que vacunen a sus hijos. 85 Invertir en la gente · Ajustando la estructura tributaria de manera que incluya las loterías y otras actividades de juego que financian el sector de la salud. · Lo de mayor importancia, utilizando los recursos en forma más eficiente, reestructu- rando la red pública hospitalaria, diseñando e implementando una metodología para hacer la transición de los subsidios al lado de la demanda, y mejorando la capacidad fiscal de los gobiernos locales pata cofinanciar el esquema de seguros. Mejores resultados en salud pública. Los mejores resultados en salud causarán un impacto im- portante en las condiciones de pobreza y desigualdad. Esos resultados incluyen un menor cre- cimiento de la población, menores tasas de mortalidad materna e infantil, menor incidencia de enfermedades contagiosas y mejor salud sexual y reproductiva. Para conseguir estos objetivos será necesario fortalecer la administración de la salud pública tanto técnica como institucio- nalmente, mediante la capacitación de personal, mejores sistemas de vigilancia, consolidación de planes de promoción de salud y prevención de enfermedades y fortalecimiento de sistemas de información, para asegurar datos epidemiológicos exactos. Recomendaciones de políticas A pesar de la importante expansión de la cobertura en los últimos cuatro años, en ambos regí- menes, el contributivo y el subsidiado, la cobertura universal será difícil de lograr mientras persistan los problemas en la modernización de la red pública hospitalaria, el mejoramiento de su factibilidad financiera y la calidad de la salud; en la transición de los subsidios del lado de la oferta al de la demanda; y en el crecimiento exponencial de los costos generados por el mecanis- mo de tutela. Todos estos temas deben atenderse con energía. Los problemas actuales en el sistema de salud son similares a los identificados en 2002, y con los esfuerzos recientes del Congreso para reformar la Ley 100 de 1993 se intentó introducir meca- nismos para mejorar la implementación de la reforma. Para reducir las desigualdades y aumen- tar la inversión en capital humano en todos los grupos de la población, parece razonable hacer énfasis en la necesidad de fortalecer las políticas que han mejorado el direccionamiento de las asignaciones de subsidios públicos, y utilizar el sistema actual de contribuciones progresivas. , La Misión de Pobreza, en el DNP ha indicado que los subsidios del lado de la demanda para la salud son el segundo mejor subsidio público dirigido, y que las políticas del sector introducidas en 1993 han mejorado también la dirección de los subsidios del lado de la oferta. Sin embargo, la asignación de subsidios del lado de la demanda va más a favor de los pobres, lo que convierte en política central, para reducir la desigualdad, la transición de subsidios de la oferta a la de- manda. Este cambio es necesario también para permitir que mecanismos de administración de riesgos, tales como el esquema de seguro subsidiado de salud, expandan su cobertura, con el fin de proteger a los pobres de un mayor empobrecimiento cuando se enfrentan a crisis de salud. La economía política de dicha transformación es compleja, e incluye a los sindicatos y a las fuerzas políticas regionales y locales en la reconfiguración de la red hospitalaria. Ésta será una iniciativa de gran visibilidad con grandes costos políticos para quienes apoyen e implementen tales cambios. Se necesitan negociaciones de gran habilidad entre las autoridades nacionales y locales para asegurar que el proceso sea suave y fructífero. Apoyo de la reforma en el ámbito subnacional. En el corto plazo, es importante apoyar el com- promiso de los cinco departamentos que intentan conseguir la cobertura universal de los se- 86 Reducir las desigualdades y mejorar las condiciones de la salud guros antes de terminar 2006. Dichas iniciativas deben contar con la cofinanciación de las auto- ridades locales como se ha propuesto, ya que la transformación de los subsidios del lado de la oferta al de la demanda debe ser apoyada por las autoridades locales para mantener la cobertu- ra universal en el tiempo. La cofinanciación de las autoridades locales es crucial para el mejora- miento de la disciplina fiscal, el monitoreo y evaluación, y el mejoramiento de la calidad de los servicios en el ámbito local. Los esfuerzos de estos departamentos ofrecen también excelentes posibilidades para someter a comprobación las nuevas políticas con respecto al control de la evasión; crear los incentivos para que los trabajadores independientes contribuyan al SGSSS, e introducir subsidios parciales para quienes no tienen capacidad de afiliarse a ningún régimen, pero pueden pagar parte de la contribución a la seguridad social. Apoyar los esfuerzos de los cinco departamentos ayudaría también al SGSSS a desarrollar metodologías concretas, para evaluar resultados y determinar cuáles son los enfoques más efectivos. Sistema de vigilancia y control. Las actividades de vigilancia y control en el sector deben con- centrarse en productos y resultados en lugar de en insumos y procesos, y deben considerar como su interés principal el bienestar de los beneficiarios. Este cambio podría introducirse en el mediano plazo, ya que requiere la definición de indicadores y el desarrollo de sistemas de infor- mación y prácticas que apoyen los objetivos de mejorar los resultados en salud y de protección financiera. En el largo plazo, para 2010, debe existir un sistema sencillo de control de resultados en todo el país. Programa de aseguramiento de la calidad. En el corto plazo, la administración debe poner en vigencia las regulaciones existentes sobre la calidad de los servicios de salud para los proveedo- res y las aseguradoras. Para cumplir este objetivo, es necesaria la voluntad política dadas las fuertes presiones políticas en contra de la puesta en vigor de altos estándares de calidad de los gobiernos locales y otros grupos de intereses que podrían penalizarse por no cumplir esos estándares. En el mediano a largo plazo, deben ponerse en vigencia estándares de calidad me- diante un sistema de control y vigilancia basado en resultados, como también en contratos basados en la calidad entre aseguradoras y proveedores. Debe desarrollarse un sistema de alta calidad para la evaluación de la tecnología adecuada. La red pública hospitalaria y las siete redes del ISS. Para reestructurar con éxito y redefinir la red pública hospitalaria, inclusive las instalaciones de las redes del ISS, es esencial un fuerte com- promiso político, tanto inmediatamente como durante el proceso de reestructuración. Se re- quiere la reestructuración profunda y fuerte para hacer llegar la red pública hospitalaria a niveles competitivos ya logrados por muchos en el sector privado. En el mediano a largo plazo, será necesario invertir en el desarrollo de competencias técnicas y empresariales, como también en activos físicos. Planes de beneficios. La sostenibilidad financiera del SGSSS depende directamente del tamaño y composición de los paquetes de beneficios. El Plan Obligatorio de Salud (Pos) del régimen contributivo necesita una extensa revisión por parte de un cuerpo técnico independiente que utilice tecnología moderna de evaluación, y también prácticas modernas de costo-beneficio y efectividad en costos. Antes de considerar la armonización de planes de beneficios en los regí- menes contributivo y subsidiado, como se propusieron originalmente en la Ley 100/93, que es importante por razones de equidad, es necesario evaluar si el SGSSS es capaz de ofrecer los altos niveles actuales de beneficios del Pos. Esta evaluación debe ser un ejercicio técnicamente correcto y transparente que empiece en el corto plazo. Además, si no se administra bien, y se 87 Invertir en la gente hace en forma oportuna, el crecimiento exponencial observado del fenómeno de las tutelas destruirá con certeza todo el SGSSS. Éste es uno de los problemas mayores del sistema, pues una revisión del Pos requerirá cambios legales que podrían tomar hasta cuatro años. Sin embar- go, es posible preparar el camino para estos cambios en el corto a mediano plazo, mediante: i) el nombramiento de un cuerpo técnico independiente para efectuar el análisis técnico necesario para evaluar el contenido del Pos y dejar al Consejo Nacional de Seguridad Social su aproba- ción; ii) el inicio de un proceso transparente de análisis de intervenciones particulares de aten- ción en salud y difusión pronta de resultados; iii) la utilización de los resultados de ese trabajo para reformar el Pos; iv) el diseño e implementación de un programa educativo para que los jueces decidan los casos de tutela sobre salud tan pronto como sea posible; v) la utilización de estudios técnicos sobre las tutelas para comprender las distintas causas58 de este fenómeno; vi) con base en este trabajo, el diseño e implementación de los controles apropiados sobre la apro- bación de tutelas que responden claramente a intereses creados, abuso del sistema, o no bene- fician a todos los miembros del SGSSS. Salud pública. Para impedir el riesgo de difusión de enfermedades contagiosas, inclusive las transmitidas sexualmente y las que requieren control vectorial, es importante que el Gobierno, en el corto plazo, contemple el diseño de un plan masivo de salud pública para su implementación inmediata. Los resultados de la condición del sector de la salud deben controlarse y difundirse públicamente en el mediano a largo plazo. Igualmente, para impedir un rápido crecimiento de la población, deben facilitarse la provisión de anticonceptivos y la educación apropiada para su uso en el corto plazo dentro de ambos regímenes. Debe ponerse en vigor la vigilancia y control de dichas prácticas. Referencias Bitran, R., Giedion, U. y Muñoz, R. 2004. "Risk Pooling, ahorro y prevención: estudio regional de políticas para la protección de los más pobres de los efectos de los shocks de salud", Banco Mundial, agosto. Departamento Nacional de Estadística (DANE). En el programa "Así vamos en salud". . Escobar, M. L. y Panopoulou, P 2002. Capítulo sobre salud, en Colombia: fundamentos económicos de la paz, editado por M. Giugale, O. Lafourcade y C. Luff; Banco Mundial-Alfaomega, diciembre. Franco, Napoleón. 2002. "Bogotá: ¿Como vamos?", encuesta, octubre. Organización Mundial de la Salud. "World Health Report 2000 ­ Health Systems: Improving Performance". Peñaloza, E. y Henao, E. V. 2002. "Régimen subsidiado de salud en Colombia: evaluación y propuestas de Ajuste"; Cendex y Fundación Corona. Profamilia. 2005. "Salud sexual y reproductiva en Colombia: encuesta nacional de demografía y salud 2005"; noviembre. Ramírez, M., Gallego, J. M. y Sepúlveda, C. 2004. "The Determinants of the Health Status in Developing Countries: Results from the Colombian Case", No. 41, Facultad de Economía, Universidad del Rosario. Ruiz, F. 2005. "Social Health Insurance and Access: Results from a Colombian Longitudinal Study". 58 Las tutelas son resultado de una mezcla de respuestas al comportamiento de proveedores, aseguradoras y pacientes del SGSSS. Algunas responden a intereses comerciales de empresas farmacéuticas y suministros médicos, otras a restricciones de acceso a intervenciones en el Pos que debieron efectuarse a los pacientes y otras a intervenciones médicas no contempladas en el Pos. 88 Degradación ambiental y salud infantil 5. Degradación ambiental y salud infantil59 Colombia ha dado grandes pasos en los últimos 50 años para establecer un marco de referencia descentra- lizado e innovador en gestión ambiental, en el que participan múltiples actores de ésta en el país. Pero aún cuando Colombia haya progresado fortaleciendo su capacidad institucional y administrando sus recursos naturales, quedan tareas para atender lo referente a variables ambientales que presentan el mayor costo de degradación ambiental para el país, y que afectan, desproporcionadamente, la salud y productividad de los grupos más vulnerables. Las enfermedades bacteriales hídricas y la contaminación del aire ambiental y de interiores presentan los costos más altos, representando aproximadamente el 2% del PIB, debido principal- mente a la mayor morbilidad y mortalidad infantiles. La diarrea, que causa aproximadamente el 7,3% de la mortalidad infantil, es la enfermedad hídrica más común y generalizada y predominante en las zonas rurales habitadas por los segmentos más pobres de la población. De hecho, hay aproximadamente 2,9 casos de enfermedad diarreica por niño cada año. Un reciente metaanálisis de las intervenciones concernientes al suministro de agua, servicios sanitarios e higiene resalta la importancia de incorporar intervenciones de higiene ­que pueden reducir las enfermedades diarreicas hasta en un 45%­ en programas para reducir las enfermedades hídricas. La contaminación del aire es también un problema significativo; sólo el material particulado es responsable de un estimado de 6.000 muertes prematuras y 7.400 casos nuevos de bronqui- tis crónica en Colombia cada año. Para atacar este problema, Colombia necesita con urgencia intensificar sus esfuerzos para implementar una estrategia amplia de reducción de contaminación urbana general de aire, en sobre todo de material particulado fino. 59 Este capítulo fue escrito por Ángela Armstrong. La autora agradece las contribuciones de Ernesto Sánchez-Triana al capítulo. Adicionalmente, en él se hace uso amplio del informe del sector: "Colombia Mitigating Environmental Degradation to Foster Growth and Reduce Inequality", dirigido por Ernesto Sánchez-Triana y Kulsum Ahmed. 89 Invertir en la gente Introducción En las últimas cinco décadas, el gobierno colombiano se ha vinculado a actividades de protec- ción ambiental, que van desde la restructuración del panorama legal y regulador al fortaleci- miento de la capacidad institucional para proteger y administrar los recursos naturales y la calidad del medio ambiente. Durante ese tiempo, el marco de gestión ambiental de Colombia se ha concentrado en tres prioridades principales: i) administración de cuencas hidrográficas y conservación de cuerpos de agua: ii) reforestación, y iii) conservación de la biodiversidad. El Gobierno ha hecho avances importantes en estos campos, que incluyen el establecimiento de un sistema de parques nacionales y reservas forestales que cubre más de la cuarta parte del territorio nacional. Sin embargo, con la mayor urbanización, han aparecido nuevos problemas ambientales que deben resolverse; éstos incluyen los impactos de las actividades humanas en el medio ambiente, tales como: i) problemas locales de salud ambiental asociados con suministro inadecuado de agua a los hogares, servicios sanitarios y contaminación del aire de interiores; ii) contaminación del aire, urbana y regional, manejo inadecuado de residuos sólidos, y contami- nación de ríos, lagos y áreas costeras; y iii) degradación de recursos naturales y problemas am- bientales globales. Esta degradación ambiental amenaza el bienestar de las generaciones presentes y futuras, en particular de los segmentos más vulnerables de la población (los niños y los pobres) que se afectan en gran desproporción. Un análisis reciente del costo de degradación ambiental muestra que los costos ambientales más significativos para el país se asocian con el suministro inadecuado de agua, servicios sani- tarios e higiene, y con la contaminación atmosférica y de interiores.60 El peso de estos costos recae en forma más fuerte sobre los niños pobres menores de 5 años. Se estima que los efectos de la degradación asociados con estas causas principales cuestan alrededor del 2% del PIB, debido principalmente a la mayor morbilidad y mortalidad causadas en enfermedades hídricas (en particular, enfermedades diarreicas), infecciones respiratorias y enfermedades cardiopulmonares (ver el gráfico 5.1).61 Estudios similares sobre el costo de la degradación am- 60 Larsen (2004). 61 Los estimados de costos sociales y económicos del daño ambiental en Colombia se basan en los estimados nacionales presenta- dos en Larsen (2004), que proporciona costos de cinco categorías ambientales: i) agua, saneamiento e higiene; ii) desastres naturales; iii) contaminación aérea urbana; iv) degradación de tierras agrícolas, y v) contaminación aérea de interiores. Los costos anuales promedios del daño ambiental de estas categorías se estiman en 3,7% del PIB. Aunque el análisis del costo de la degradación ambiental se basó principalmente en grandes conjuntos de estadísticas y datos del DANE, varios departamentos ministeriales, agencias oficiales y autoridades ambientales de Colombia, el análisis fue restringido debido a limitaciones de datos 90 Degradación ambiental y salud infantil biental en Perú, El Salvador y Bolivia, indican que el costo de esta degradación proveniente de factores que afectan la salud pública y la calidad de vida (p. ej., suministro inadecuado de agua, servicios sanitarios e higiene, y contaminación del aire) es mayor en Bolivia, seguida por Co- lombia, El Salvador y Perú (ver el gráfico 5.2). La cantidad estimada de muertes por año en Colombia por la contaminación del aire urbano y los accidentes en carreteras es varias veces mayor que por otras fuentes de degradación ambiental (ver el gráfico 5.3). Sin embargo, para los niños, el mayor riesgo de mortalidad lo representa el suministro inadecuado de agua, servicios sanitarios e higiene, seguido por los accidentes en carreteras y la contaminación del aire en inte- riores (ver el gráfico 5.4). Gráfico 5.1. Costo anual de la degradación ambiental (% del PIB) 1,20 1,00 Porcentaje del PIB 0,80 0,60 0,40 0,20 0,00 Agua, sanidad del Desastres naturales e higiene Fuente: Larsen (2004). Gráfico 5.2. Costo de la degradación ambiental (salud y calidad de vida) 5,0 4,0 Porcentaje del PIB 3,0 2,0 1,0 0,0 Colombia El Salvador Bolivia Fuente: Banco Mundial (2006. (Larsen, 2004). Los costos de deforestación y contaminación del agua se estimaron sólo parcial e indirectamente por limitaciones en los datos. Una parte del costo de deforestación se capturó en el costo de los desastres naturales (inundaciones y deslizamientos) y la degradación de tierras agrícolas, hasta donde la deforestación contribuye a los desastres naturales y la erosión del suelo. No se estimaron otros costos de deforestación, como los impactos en los recursos de agua y en el valor recreativo. El costo de la contaminación del agua se capturó sólo en términos de enfermedades hídricas (diarreicas). Tampoco se estimaron otros costos, tales como los impactos potenciales de metales pesados y químicos en la salud y el valor recreativo, o la pérdida de biodiversidad. 91 Invertir en la gente Gráfico 5.3. Cantidad de muertes por categoría 7.000 6.000 5.000 4.000 3.000 2.000 1.000 0 Accidentes de carretera Agua, sanidad e higiene Fuente: Larsen (2004). Gráfico 5.4. Muertes de niños menores de 5 años de edad, por categoría 2.000 1.500 1.000 500 0 Agua, sanidad e higiene Accidentes de carretera Fuente: Larsen (2004). Enfermedades hídricas Los grupos más pobres con mucha frecuencia carecen de suministro de agua y servicios sanita- rios adecuados. Aproximadamente el 12% de la población no tiene acceso a fuentes de agua mejorada y la falta de alcantarillado en el 75% de las áreas rurales, y en el 8% de los centros urbanos es un problema ambiental serio para el país.62 El suministro inadecuado de agua, insta- laciones sanitarias y prácticas de higiene, se asocian, en particular con varias enfermedades tanto en adultos como en niños, que incluyen la esquistosomiasis, la hepatitis y la diarrea. Aun- que las enfermedades diarreicas no son generalmente tan serias como otras enfermedades hídricas, son más comunes y afectan a un mayor número de personas. Datos del DANE indican que alrededor de un 7,3% de la mortalidad infantil se produce por enfermedades diarreicas, que son de mayor ocurrencia en las áreas rurales más pobres de Colombia (p. ej., Chocó, Cauca, Valle y Nariño). Si bien Colombia ha logrado reducciones significativas en la mortalidad infantil 62 Encuesta demográfica y de salud de Colombia (2005). 92 Degradación ambiental y salud infantil a causa de la diarrea y otras enfermedades, los costos asociados a la morbilidad diarreica de agua contaminada e higiene deficiente, tanto en niños como adultos, sigue siendo alta (ver los gráficos 5.5 y 5.6).63 Adicionalmente, aunque la morbilidad diarreica supone un mayor costo para el país, es muy difícil de identificar todos los casos, y la principal razón es que una proporción sustancial de casos no se tratan o no requieren tratamiento en establecimientos de salud, y por eso nunca se registran. Una segunda razón es que los casos tratados por doctores o clínicas privados en su mayoría no se informan a las autoridades de salud pública. En consecuencia, las encuestas de hogares son las que con frecuencia proporcionan el indicador más confiable de casos totales de enfermedades diarreicas. El costo anual total de los impactos en la salud asociados con enfer- medades diarreicas se estima en $1.363 miles de millones de pesos (ver el gráfico 5.6). Gráfico 5.5. Costos anuales del suministro inadecuado de agua, servicios sanitarios e higiene 1.200 1.000 800 600 400 200 0 Fuente: Larsen (2004). Gráfico 5.6. Costo anual estimado de enfermedades diarreicas 600 500 400 300 200 100 0 Fuente: Larsen (2004). 63 La mortalidad infantil es ahora más o menos un 33% menor que en la región de América Latina y el Caribe en total, y casi 50% menor que el promedio de los países de medianos bajos ingresos. 93 Invertir en la gente En la actualidad no hay una política explícita para prevenir las enfermedades hídricas. Una de las intervenciones en curso para impedirlas, fomentada desde los primeros años del decenio de 1990, se ha dirigido a mejorar el acceso a agua potable y servicios sanitarios. Si bien el programa ha contribuido a reducir la incidencia de esas enfermedades en Colombia, sólo ofrece una res- puesta parcial al problema de las mismas. De acuerdo con un metaanálisis del efecto de las intervenciones en materia de agua, servicios sanitarios e higiene en las enfermedades diarreicas,64 las mejoras en el suministro de agua y servicios sanitarios aportan un 30% de reducción espera- da en las enfermedades diarreicas. Este análisis indica que aunque las intervenciones múltiples en suministro de agua, provisión de servicios sanitarios y educación higiénica actúan para dis- minuir la enfermedad diarreica, no son más efectivas que las intervenciones individuales. Por ejemplo, el metaanálisis informa una reducción promedio en la enfermedad diarreica de alre- dedor de 45%, proveniente de intervenciones de lavado de manos, lo que subraya la importan- cia de incorporar intervenciones higiénicas en programas dirigidos a disminuir las enfermedades hídricas. En forma semejante, en otros dos estudios se informa que la intervención individual más efectiva es el lavado de manos después de utilizar el excusado, antes de preparar comidas y antes de comer, que produjo como resultado reducciones promedio de 47% y 44%, respectiva- mente, de casos de diarrea severa.65 Estos análisis muestran que en Colombia la intervención más efectiva para tratar enfermedades de transmisión por agua sería un programa de agua segura que promueva una mejor higiene mediante el lavado de manos. Con un 20% de efectividad, esto es, si el 20% de la población objetivo practica el lavado de manos y la desinfección del agua potable, el programa impediría un estimado del 16% de enfermedad diarreica y 18% de mortalidad infantil diarreica.66 Así, el mejoramiento de la higiene tiene un potencial sustancial para reducir la enfermedad y la mor- talidad diarreicas. Iniciativas de lavado de manos actualmente en marcha en otros países han mostrado ya resultados significativos. Por ejemplo, en Ghana, los primeros resultados de una campaña de información pública para fomentar la mejor higiene muestran que la población objetivo que se lava las manos con jabón aumentó 41% antes de comer y 13% después de utili- zar el excusado.67 Contaminación del aire urbano La contaminación atmosférica es uno de los problemas más difundidos y serios en ciudades y áreas rurales y se vincula con aproximadamente 6.000 muertes prematuras por año. Aunque los niveles son moderados en la mayor parte de las ciudades, el hecho de que cerca del 50% de la población habite en ciudades de más de 100.000 habitantes crea sustanciales efectos sobre la salud, que se asocian principalmente con material particulado. Estos efectos incluyen enfermedades cardiopulmonares y cáncer de pulmón en adultos y enfermedades respiratorias, particularmente en niños, así como muerte por enfermedades relacionadas, tales como neumonía. Muchos de 64 Fewtrell y Colford (2004). Según este análisis, se efectuó una investigación exhaustiva de la literatura y una revisión bibliográfica de publicaciones internacionales, así: i) se clasificaron 2.120 títulos publicados antes de junio 26 de 2003; ii) se obtuvieron 336 artículos para un examen más completo; iii) se identificaron 64 de ellos (que representaron 60 estudios distintos) en los que se detallaban intervenciones sobre suministro de agua, calidad del agua, servicios sanitarios, higiene y multifactoriales y se exami- naba la morbilidad diarreica como un resultado de la salud en condiciones no epidémicas. Se tomaron los datos de estos artícu- los y se agruparon mediante metaanálisis para obtener estimados totales de la efectividad de cada tipo de intervención. 65 Curtis y Cairncross (2003); Curtis (2002). 66 Banco Mundial (2006). 67 Scott, Gabrah-Aidoo y Curtis (2005). 94 Degradación ambiental y salud infantil los costos asociados con la contaminación de aire urbano se relacionan con mortalidad y morbilidad (ver el gráfico 5.7). Gráfico 5.7. Costos anuales de la contaminación del aire urbano 1.000 800 600 400 200 0 Fuente: Larsen (2004). La contaminación del aire urbano resultante del transporte y la industria ha empeorado y es más crítica en los corredores industriales del país, especialmente Bucaramanga, Medellín y Barranquilla. Las comparaciones de concentración anual promedio de MP10 en las principales ciudades colombianas y en otros centros urbanos deben hacerse con precaución.68 En muchos casos las ciudades tienen una red de monitoreo en la que las concentraciones varían con ampli- tud de una estación a otra, o de un período de tiempo al siguiente, y así el promedio puede no reflejar con exactitud la severidad de la contaminación del aire. Sin embargo, una aproximación sugiere que las concentraciones promedio anuales de MP10 en Bogotá son semejantes a las de otras ciudades latinoamericanas con severa contaminación del aire, incluyendo México y San- tiago. Las diferencias en concentraciones promedio de MP10 son mucho más obvias cuando se comparan con los niveles de ciudades de fuera de la región. Ciudades con mayor producción industrial y más vehículos, tales como Los Ángeles, Tokio y Roma, han disminuido exitosamente sus concentraciones ambientales a menores niveles que los de Medellín y Bucaramanga (ver gráfico 5.8). Aunque varios mayores contaminantes, incluso el ozono, son motivo de preocupa- ción en las áreas urbanas de Colombia, los efectos más serios en la salud son causados por la inhalación del material particulado de menos de 2,5 micrones (MP2.5). La asignación de recursos humanos y financieros para el tratamiento de la contaminación del aire ha sido baja históricamente, dando como resultado una necesidad urgente de actualizar regulaciones, expedir estándares y desarrollar instrumentos económicos que minimicen la con- centración de material particulado en el aire (sobre todo MP2.5). El gobierno colombiano recono- ce la importancia de este problema y recientemente ha realizado acciones que incluyen la creación de un Comité Nacional Técnico Asesor para impedir y controlar la contaminación del aire y 68 MP10 representa material particulado de hasta 10 micrones de tamaño. 95 Invertir en la gente Gráfico 5.8. Concentraciones anuales promedio de MP10 en ciudades seleccionadas (1 g/m3) 80 70 60 50 40 30 10 0 Fuente: Banco Mundial (2006). expedir estándares de calidad del aire.69 Algunas de las opciones más prometedoras para ma- nejar la contaminación de aire urbano incluyen la implementación de un programa de monitoreo de calidad del aire para controlar MP2.5 y MP10, la reducción del contenido de azufre de los combustibles, el control de las emisiones de fuentes estacionarias y no puntuales, la conversión de los automóviles de gasolina y diesel con gas natural, el control de partículas para vehículos de diesel, el uso de incentivos tributarios para estimular a la gente a convertir en chatarra los ve- hículos viejos a la implementación de programas de inspección y mantenimiento. Se requiere también mejorar la planeación de las ciudades. Contaminación del aire de interiores Un estimado de 1.100 muertes se relacionan con la exposición a la contaminación del aire de interiores por el uso de leña, carbón y otros combustibles sólidos para cocinar. Más del 60% de los hogares rurales queman combustibles sólidos para propósitos domésticos, con lo que se expone a mujeres y niños, en particular, a concentraciones peligrosas de material particulado y contaminantes gaseosos. Esta exposición se relaciona con enfermedades, tales como la infec- ción respiratoria aguda (IRA), la enfermedad pulmonar obstructiva crónica (EPOC) y el cáncer. El costo anual promedio de estos impactos en la salud se estima en $415.000 millones (ver el gráfico 5.9). En el cuadro 5.1 se presenta el porcentaje de hogares urbanos y rurales de una muestra de países de toda América Latina que utilizan combustibles sólidos para cocinar. Como con otros problemas ambientales, los impactos de la contaminación del aire de interiores en la salud afectan desproporcionadamente a los segmentos más pobres de la población. Para reducirlos, se necesitará un programa de intervenciones por sectores, que podría incluir, por 69 La Resolución 601 de abril de 2006 ofrece estándares de calidad del aire para MP10, SO2, NO2, O3 y CO, con límite fijado de 70 mg/m3 para el nivel promedio anual de MP10. La Organización Mundial de la Salud (2005) ha establecido 20 mg/m3 como el lineamiento de calidad del aire (LCA) para el promedio anual de MP10, de modo que el cumplimiento de esta guía debe proteger contra picos de contaminación que llevarían a morbilidad y mortalidad excesivas. Se estima que niveles de 70 mg/m3 se asocian con aproximadamente 15% de mayor mortalidad a largo plazo que con el LCA. Por esa razón, como se reconoce en la Resolución 601, se recomienda un plan de acción mensurable y dirigido para lograr este estándar internacional a corto plazo, junto con el establecimiento de estándares de calidad del aire para MP2.5. 96 Degradación ambiental y salud infantil Gráfico 5.9. Costos anuales de la contaminación del aire de interiores 200 175 150 Pesos (mil millones) 125 100 75 50 25 0 Morbilidad de IRA Mortalidad de EPOC Morbilidad de EPOC Mortalidad infantil de IRA Fuente: Larsen (2004). ejemplo, el uso de combustibles más limpios, mejores estufas de cocina y políticas que promue- van un mejor diseño de viviendas. Con base en experiencias de países de niveles equivalentes de desarrollo, los beneficios de estas intervenciones se obtienen típicamente con rapidez. Manejo de residuos sólidos y peligrosos Colombia ha hecho avances en el manejo de residuos sólidos, como se evidencia en el porcen- taje de residuos desechados en rellenos sanitarios. Además, el gobierno colombiano ha expedi- do recientemente una resolución (Resolución 1390 de septiembre de 2005) que exige el cierre de botaderos a cielo abierto o su transformación a rellenos sanitarios regionales.70 El Gobierno ha dado también un primer paso en el manejo de residuos peligrosos, aprobando en diciembre de 2005 una política nacional para el manejo integrado de residuos peligrosos, que plantea las obligaciones de los generadores de residuos peligrosos y de las autoridades ambientales de manejo de residuos. Sin embargo, se necesita una política más efectiva en el manejo de los residuos tanto sólidos como peligrosos. La operación y administración de los rellenos es a me- Cuadro 5.1. Hogares que utilizan combustibles sólidos Porcentaje de hogares País Urbanos Rurales Total Bolivia 2003 8 79 34 Colombia 2000 2 61 18 República Dominicana 2002 3 24 10 Guatemala 1998/99 32 78 57 Haití 2000 89 98 95 Nicaragua 2001 38 92 60 Perú 2000 11 87 39 Fuente: Datos de la Encuesta Demográfica y de Salud (EDS) de Colombia. 70 Esta resolución apoya la decisión del Gobierno, en 2003, de cerrar todos los botaderos a cielo abierto para octubre 3 de 2005. 97 Invertir en la gente nudo inadecuada. Se requieren regulaciones claras para controlar lixiviados,71 contaminación de agua subterránea y vectores de enfermedades, lo mismo que para controlar y regular los gases de los rellenos. Muchos municipios del país continúan desechando sus residuos en sitios abiertos y sin control, o directamente en cuerpos de agua. No existen o son inadecuados los sistemas de separación y manejo de residuos peligrosos y especiales, inclusive residuos hospi- talarios. Estas prácticas representan riesgos significativos de salud para el público. Aunque los costos agregados de la degradación y los riesgos de salud, que se producen por el manejo inadecuado de residuos sólidos y peligrosos, no son tan altos como los asociados con las enfermedades hídricas o los de la contaminación del aire, sí son significativos localmente. Se estima que dos tercios de los residuos sólidos se desechan en rellenos, principalmente en áreas urbanas densamente pobladas; sin embargo, más de la mitad de los 575 municipios del país ­que típicamente representan las áreas de menores ingresos­ no cuentan con instalaciones apropiadas de desecho. En el cuadro 5.2 se ilustran las prácticas de disposición de residuos sólidos en los municipios. El 28% de los residuos generados en los 575 municipios se desecha en botaderos a cielo abierto, incinerándolos o no. Hay 338 municipios que desechan los residuos quemándolos y 20 que los arrojan directamente a arroyos y ríos, a una tasa general de 26 tone- ladas por día. Aun en localidades donde se utilizan rellenos, la disposición de residuos casi no está regulada, y no existen estándares para desarrollo de rellenos y su operación. En ciudades como Bogotá, Medellín y Cali, es común el manejo inadecuado de descargas de lixiviados que contienen altas concentraciones de tóxicos y otras sustancias peligrosas. Cuadro 5.2. Disposición final de residuos Número Desperdicios Porcentaje de desechados Municipios de desecho Tipo de desecho municipios (toneladas/día) (porcentaje) de desperdicios Terraplén 358 14.799 33 65 Basurero con incineración 338 1.946 31 9 Basurero sin incineración 237 4.315 22 19 Entierro 45 1.072 4 5 Arroyos/ríos 20 66 2 0 Incineración 3 26 0 0 Otros 56 185 5 1 Información no disponible 31 425 3 2 Total nacional 1.088 22.835 100 100 Fuente: Salamanca (2004). 71 Lixiviados son líquidos producidos cuando el agua se filtra a través de cualquier material permeable. Pueden contener mate- rial disuelto o suspendido o, usualmente, ambos. Se encuentran más en relación con rellenos, donde se producen como resultado de la filtración de la lluvia a través de los residuos y de su reacción con químicos y otros materiales. Si el relleno no cuenta con sistema de recolección de lixiviados, éstos pueden penetrar en aguas subterráneas y crear problemas ambientales o de salud. 98 Degradación ambiental y salud infantil Adicionalmente, el desecho inapropiado de contenedores artificiales presenta riesgos significa- tivos para la salud. Estos contenedores con mucha frecuencia sirven como sitios de producción para el mosquito Aedes aegypti, transmisor de los virus del dengue y la fiebre amarilla. La Orga- nización Panamericana de la Salud realizó una campaña que erradicó el mosquito de la mayoría de los países suramericanos en los años cincuenta y sesenta. Sin embargo, apareció una nueva clase de fiebre hemorrágica de dengue (DHF, por sus iniciales en inglés; la forma severa de la enfermedad) en América Latina, a principios de los años ochenta y se difundió con rapidez a través de toda la región, causando epidemias en Venezuela, Colombia y Brasil. Para 2003, 24 países habían confirmado casos de DHF (ver el gráfico 5.10) y ahora es endémico en muchos de estos países. Según estadísticas del Ministerio de Protección Social (MPS), el índice anual de casos de dengue de 1982 a 2003 refleja una tendencia creciente en Colombia. Una tendencia de mayor impacto hacia arriba se ha visto en el índice anual de DHF, lo mismo que del índice de mortalidad por DHF; en 1998, se informaron 5.276 casos de DHF, en contraste con 39 en 1990. De 1991 a 2002, se observó una tendencia similar en casos de fiebre amarilla. Esta mayor activi- dad fue seguida por una explosión de fiebre amarilla en el departamento de Norte de Santander en 2003. Se informó un total de 495 casos sospechosos, de los cuales 82 se confirmaron en prue- bas de laboratorio del Instituto Nacional de Salud (INS). En 2004, se detectaron más de 100 casos de laboratorio de fiebre amarilla en 14 departamentos, y existe preocupación por la posible transmisión de la fiebre amarilla en áreas urbanas. Gráfico 5.10. Países latinoamericanos con fiebre hemorrágica confirmada en laboratorio, antes de 1981 y de 1981 a 2003. Antes de 1981 1981-2003 Fuente: OMS/OPS/CDC, agosto de 2004. Con respecto al manejo de residuos peligrosos, Bogotá no tiene en la actualidad la capacidad de disponer con seguridad los que genera. Como consecuencia, más de la mitad de los residuos peligrosos generados se desechan inadecuadamente en rellenos y botaderos a cielo abierto. En Cali, sólo 1% de la cantidad total de residuos hospitalarios y peligrosos generados se esteriliza y entierra en el botadero a cielo abierto de Navarro. Otros municipios desactivan e incineran estos residuos y desechan sus cenizas en botaderos o rellenos. En un documento reciente desa- 99 Invertir en la gente rrollado por la Corporación Autónoma Regional de los Valles del San Jorge y el Sinú (CVS) se identificaron los siguientes motivos de preocupación asociados con el manejo de residuos hos- pitalarios: i) contaminación del aire causada por incineración a cielo abierto de los residuos hospitalarios; ii) incineración técnicamente inadecuada; iii) incertidumbre sobre la confiabilidad del procedimiento de esterilización microbiológica; iv) residuos hospitalarios no tratados; v) falta de conocimiento en cuanto a los tipos de residuos producidos por los laboratorios clínicos; vi) falta de conocimiento en cuanto a riesgos ambientales y sanitarios; vii) ausencia de planeación de emergencias; viii) contaminación causada por mezcla de residuos peligrosos y no peligrosos, y desecho de residuos hospitalarios por enterramiento en predios de hospitales; y ix) sitios y sistemas inapropiados de disposición.72 Relacionados con el manejo de residuos peligrosos, los contaminantes orgánicos persistentes (COP), utilizados como pesticidas y en producción industrial, o generados como subproductos de varios procesos industriales, contaminan tanto el suelo como la atmósfera. El intenso uso de pesticidas en la producción de algodón y arroz, en especial en la Costa Caribe del Norte del país, ha dejado a los suelos contaminados y también depósitos de pesticidas obsoletos. Los pesticidas detectados incluyen DDT, DDE, endosulfán, hexaclorobenceno, toxafeno, metil paratión y etil paratión. Se ha informado de casos de toxicidad aguda con respecto a algunos organocloratos, organofosfatos y carbonatos. Los pobres, en particular, están expuestos a conta- minantes persistentes; careciendo de recursos para mudarse a un entorno menos contaminado, muchos viven en áreas que eran antes depósitos de pesticidas, campos de fumigación aérea, o sitios de desecho subterráneo de pesticidas. Los contaminantes generados en estas áreas son muy tóxicos, y causan una variedad de efectos adversos a la salud (muerte, enfermedad, pertur- baciones del sistema inmunológico y defectos de nacimiento). Opciones de políticas Una variedad de opciones de políticas costo-efectivas están disponibles para combatir los pro- blemas ambientales que presentan los costos económicos y sociales más altos en Colombia (en- fermedades hídricas y contaminación del aire ambiental y de interiores), como también los problemas más locales de manejo de residuos sólidos y peligrosos. Las acciones propuestas se detallan en el cuadro a continuación, las cuales son consistentes con los objetivos del país para 2019. Acciones recomendadas Objetivo A corto plazo A mediano y largo plazo Reducir la mortali- · Diseñar e implementar un programa de · Desarrollar e implementar acciones dad y morbilidad agua segura que incluya componentes para promover el cumplimiento de resultantes de sobre lavado de manos y desinfección en estándares de calidad de agua potable enfermedades el sitio de uso de agua potable (costo: (costo: bajo). hídricas. mínimo). · Modificar leyes y regulaciones sobre · Articular mejor el papel de las autoridades parámetros estándar de desagües, de ambientales para hacer cumplir las manera que se regulen los patógenos, regulaciones sobre calidad de agua toxinas y otras sustancias peligrosas potable (costo: bajo a modesto). (costo: modesto). 72 CVS (2004). 100 Degradación ambiental y salud infantil Acciones recomendadas Objetivo A corto plazo A mediano y largo plazo Reducir los riesgos · Establecer estándares nacionales de · Reexaminar métodos para prueba de para la salud ambiente para MP2.5 en áreas urbanas escape de vehículos a la luz de la asociados con la prioritarias (costo: modesto a alto). experiencia internacional, e introducir contaminación · Implementar plan de acción controlable métodos más rigurosos de prueba de atmosférica. y dirigido para obtener estándares emisiones vehiculares (costo: ambientales de MP10 de acuerdo con los modesto). lineamientos de la OMS sobre calidad del · Establecer planes para actualizar flotas aire (costo: modesto a alto). de buses urbanos y otras formas de · Implementar programa de control de tránsito en grandes ciudades y crear calidad del aire para monitorear MP2.5, incentivos dirigidos a convertir en MP10 y ozono en áreas urbanas prioritarias chatarra los vehículos más viejos (costo: modesto). (costo: modesto a alto). · Implementar intervenciones de control de contaminación del aire que incluyan: i) reducción de contenido de azufre en diesel a menos de 500 ppm, incluyendo aumento de importaciones de diesel limpio con bajo contenido de azufre; ii) expansión de esfuerzos para estimular el uso de gas natural comprimido (CNG) en vehículos; iii) mejoramiento de la calidad del combustible utilizado por plantas de energía e industria pesada, incluyendo aumento del uso de gas natural para reemplazar al carbón y al petróleo, y iv) control de emisiones de fuentes estacionarias, móviles y no puntuales (costo: modesto a alto). · Adoptar políticas integradas sobre uso de la tierra y políticas sostenibles de transporte, a fin de promover sistemas eficaces de movilidad y reducir el consumo promedio de combustible por viaje (costo: bajo a modesto). · Articular mejor las funciones de las autoridades ambientales para el cumplimiento de las regulaciones sobre la calidad del aire (costo: bajo a modesto). Reducir los riesgos · Promover el uso de LPG y otros En programas de subsidio para hogares para la salud combustibles más limpios en áreas con uso rurales de bajos ingresos, incluir asociados con la predominante de leña y aumentar el requisitos para códigos de construcción y contaminación del acceso de los usuarios a combustibles más diseño de viviendas, inclusive diseño de aire en limpios (costo: modesto). chimeneas, que permitan mejor interiores. · Implementar un programa para promover ventilación (costo: modesto). mejores estufas (costo: modesto). 101 Invertir en la gente Acciones recomendadas Objetivo A corto plazo A mediano y largo plazo Mejorar el manejo · Establecer un estándar de cumplimiento · Hacer cumplir los Planes de de los residuos con requisitos legales para rellenos Ordenamiento Territorial (POT), sólidos y peligrosos sanitarios en áreas urbanas (costo: bajo). de modo que las decisiones sobre · Cerrar los botaderos a cielo abierto (costo: localización de rellenos sanitarios sean modesto). consistentes con los requisitos de · Articular mejor el papel de las autoridades zonificación contenidos en los POT ambientales en el cumplimiento de (costo: modesto). regulaciones de manejo de residuos · Establecer mecanismos de disposición (costo: modesto). apropiada y manejo seguro de · Desarrollar criterios y estandares para químicos peligrosos (costo: modesto soluciones apropiadas de manejo de a alto). residuos en municipios pequeños y · Implementar las políticas nacionales remotos, inclusive incentivos por manejo aprobadas recientemente para el de residuos en rellenos regionales (costo: manejo integrado de residuos bajo). peligrosos (costo: modesto a alto). · Realizar talleres y programas escolares · Implementar un programa de rellenos para estimular la participación sanitarios regionales para la comunitaria en el control y/o eliminación disposición final de residuos sólidos de contenedores artificiales, que pueden (costo: alto). servir para la producción del Aedes aegypti · Promover asociaciones público- (costo: bajo). privadas de recuperación de áreas · Realizar evaluaciones de la disposición urbanas y semiurbanas degradadas final de residuos hospitalarios con el por POP (costo: bajo). objetivo de simplificar regulaciones para estos residuos, y mejorar su control y cumplimiento (costo: modesto). · Establecer un registro sistemático e inventario de sitios contaminados por POP (costo: bajo). · Difundir información sobre cómo evitar la exposición a áreas contaminadas (costo: bajo). 102 Degradación ambiental y salud infantil Referencias Banco Mundial. 2006. Republic of Colombia: Mitigating Environmental Degradation to Foster Growth and Redu- ce Inequality. Washington, D.C. Corporación Autónoma Regional de los valles de los ríos Sinú y San Jorge (CVS). 2004. "Environmental Diagnostic of the River Sinu Watershed Basin. Versión 1, Inventory of Domestic and Industrial Activities". Montería, Córdoba. Curtis, V. 2002. "Talking Dirty: How to Save a Million Lives without Mentioning Health". Presentación en la 2a. Conferencia IFH, Hogar, higiene y prevención de enfermedades infecciosas en países en desa- rrollo: Responsabilidad de todos, abril 15-16, 2002. India Habitat Centre. Nueva Delhi, India. Curtis, V. y S. Cairncross. 2003. "Effect of Washing Hands with Soap on Diarrhea Risk in the Community: A Systematic Review and Meta-analysis". The Lancet Infectious Diseases 3: 275-281. Departamento Nacional de Planeación. 2002. "Plan nacional de desarrollo 2002-2006: hacia un Estado comunitario". Bogotá, Colombia. 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Londres. 103 La conservación de los activos ambientales globales 6. La conservación de los activos ambientales globales73 Colombia ha dado pasos importantes en la administración de los activos ambientales globales. Para mane- jar mejor el cambio climático e impedir el agotamiento del ozono, ratificó el Protocolo de Montreal en 1989, adoptó la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (UNFCCC) en 1992, firmó el Protocolo de Kyoto en 1997, y preparó su primera Comunicación Nacional a la UNFCCC en 2002. Para conservar la biodiversidad, Colombia ha establecido un Sistema Nacional de Áreas Protegidas que incluye terrenos de propiedad pública y privada que representan el 34% del territorio nacional (el segundo porcentaje más alto de América Latina y el Caribe). A pesar de estos avances, los cambios de temperatura, el nivel del mar y los patrones de precipitación causados por el calentamiento global siguen causando impacto en los recursos naturales y humanos del país, en particular su calidad de agua y capacidad de almacenaje, los patrones agrícolas y los recursos naturales. Estos cambios incrementan también el riesgo de desastres naturales y la incidencia de enfermedades vectoriales. En adición, la degradación del ecosistema y la biodiversidad afectan la prestación de servicios ambientales fundamentales, principalmente de sumi- nistro y purificación de agua, tratamiento residual y protección de daños naturales. La pérdida de biodiversidad causa también impacto en el medio de vida y los valores culturales de poblaciones étnicas que dependen de ella. En consecuencia, es importante que cada colombiano participe activamente en la conservación de activos ambientales globales, pues su pérdida afecta el bienestar de toda la población y el capital ambiental que heredarán las generaciones futuras. 73 Este capítulo fue escrito por Juan Pablo Bonilla. 105 Invertir en la gente Introducción Los temas ambientales globales afectan no sólo los recursos ambientales de Colombia, sino el bienestar de los colombianos individuales en formas tangibles y directas. La primera amenaza proviene del cambio climático causado por el calentamiento global, que se espera desplace las zonas agrícolas, modifique los ecosistemas marinos y terrestres, ponga en peligro la biodiversidad, inunde áreas costeras de bajo nivel, conduzca a la intrusión salina en fuentes de agua dulce y cambie la precipitación y los patrones hidrológicos, causando un rango de impactos secunda- rios potencialmente desastrosos. Otro motivo de preocupación importante es la pérdida gene- ralizada de la diversidad biológica, que puede minar la capacidad productiva de los ecosistemas terrestres y acuáticos, reducir el acceso de los pobres a bienes y servicios ambientales esencia- les, afectar los recursos culturales, y causar pérdidas económicas en sectores importantes, inclusive el turismo. Como otros países en desarrollo, Colombia encuentra restricciones signi- ficativas para adaptarse a tales cambios; las poblaciones pobres y marginadas son aún más vulnerables. Cambio climático. Colombia aporta menos de 0,3% del total de emisiones globales de gases de invernadero (GHG, por sus iniciales en inglés); sus emisiones de CO2 en 1990 fueron equiva- lentes al 1% de las emisiones de los Estados Unidos y al 5% de las de Japón, y fueron significativamente menores que las de otros países latinoamericanos como México y Argenti- na (ver el gráfico 6.1). Además, las emisiones de Colombia per cápita y por unidad de produc- to económico son solamente más o menos un 50% del promedio de América Latina y el Caribe. Son similarmente bajas comparadas con el promedio de los países de ingresos medios bajos, y apenas una fracción pequeña de las de los países industrializados. Aunque Colombia es sólo un contribuyente menor a las causas del cambio climático global, es bastante vulnerable a sus impactos. Las áreas primarias de preocupación incluyen los ecosistemas de las altas montañas, las comunidades insulares y costeras, los patrones hidrológicos y de calidad del agua, los desastres naturales, la biodiversidad, la generación de energía y la transmisión de enferme- dades vectoriales y otras materias de salud. En adición, el 17% de los suelos del país, localiza- dos en las áreas más productivas, sufren desertización, y se ha informado que a otro 35% lo afectó la erosión por distintas causas en 2001,74 situación que podría empeorar con los efectos 74 IDEAM, 2000b. 106 La conservación de los activos ambientales globales del cambio climático. La estrategia de Colombia referente a éste es por eso una estrategia en la que la adaptación y la reducción (p. ej., a través del secuestro de carbono) pueden tener un papel crucial.75 Gráfico 6.1. Emisiones totales de CO2 en Colombia comparadas con otros países 5 4 3 2 1 0 Fuente: Primera comunicación nacional de Colombia a la UNFCCC (2001). Conservación de la biodiversidad. Colombia se encuentra entre los cinco países del mundo con mayor biodiversidad; con solamente el 0,8% del área terrestre mundial, aloja al 15% de todas las especies terrestres conocidas. La significativa dotación natural de Colombia se conserva dentro del Sistema Nacional de Áreas Protegidas (SNAP), que incluye territorios de propiedad pública y privada en todo el país. Un componente del SNAP es el Sistema Nacional de Parques Natura- les (SNPN), que comprende 51 parques naturales que cubren cerca de 11 millones de hectáreas o aproximadamente 10% del territorio nacional, lo que está ligeramente por debajo del prome- dio de otros países de la región. Comparado con otros países latinoamericanos de gran diversi- dad, el porcentaje de tierras protegidas es superior al de Brasil y Perú, semejante al de México, pero inferior al de Ecuador (ver el gráfico 6.2). El SNPN constituye la principal estrategia del país de conservación de biodiversidad in situ, abarcando 50 de los 108 distritos biogeográficos de Colombia.76 Incluye también el 12% de los refugios de territorio salvaje húmedo y seco y dos de las regiones de mayor biodiversidad del mundo: el biogeográfico Chocó y la Selva Amazónica.77 En adición, el SNAP incluye tres humedales de la Convención Ramsar (la laguna de la Cocha, la Ciénaga Grande de Santa Marta y el delta estuario del río Magdalena) y cinco reservas mundiales de biosfera: la Sierra Nevada de Santa Marta, la Ciénaga Grande de Santa Marta, el archipiélago de San Andrés y Providencia, el Parque Nacional Tuparro y el Macizo Colombiano. 75 Banco Mundial (2005). 76 Banco Mundial (2006). 77 Banco Mundial (2006). 107 Invertir en la gente Gráfico 6.2. Áreas nacionales protegidas (porcentaje del territorio) 20 18 16 14 12 Porcentaje 10 8 6 4 2 0 Fuente: Banco Mundial, 2006. Cuadro 6.1. El Sistema Nacional de Áreas Protegidas Hectáreas Categorías de protección estimadas SNPN, con 51 áreas en 5 categorías de administración 11.345.224 234 reservas naturales de la sociedad civil (RNSC), con aproximadamente 324 propiedades, 111 registradas en el SNAP y 183 pertenecientes a la Red Nacional de Reservas 51.83778 247 áreas territoriales protegidas, con 46 categorías de administración; incluye 79 áreas municipales, 108 áreas regionales administradas por una Corporación Autónoma Regional y 17 áreas departamentales 243.825 Áreas regionales protegidas (sin reserva forestal) 3.439.452 Reservas forestales nacionales (Ley 2 de 1959) 1.371.940 Territorios indígenas que totalizan 28,6 millones de hectáreas, con áreas protegidas por definirse Territorios étnicos comunitarios afrocolombianos que totalizan 4,6 millones de hectáreas, con áreas protegidas por definirse Fuente: Unidad de Parques Nacionales (2004), Banco Mundial (2006). Agotamiento de ozono. Colombia aporta menos del 15% de las sustancias de agotamiento de ozono (SAO) en América Latina y el Caribe, que corresponde a 3% del consumo global. Aunque Colombia es un contribuyente menor a las causas del agotamiento de ozono, ha hecho avances significativos en la eliminación de SAO, siendo uno de los principales países de la región. Co- lombia está comprometida con una eliminación gradual de las SAO en relación con la línea 78 Asociación Red Colombiana de Reservas Naturales de la Sociedad Civil, 2006. 108 La conservación de los activos ambientales globales base: 50% de eliminación de sustancias importadas para 2005, 85% para 2007 y 100% para 2010. Para cumplir estos compromisos voluntarios, la Unidad Técnica de Ozono (UTO) del Ministerio del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial (MAVDT) ha diseñado un Plan de Elimina- ción Nacional (PEN) basado en los siguientes componentes: i) sustitución de clorofluorocarbonos (CFC) en las empresas restantes del sector de refrigeración comercial; ii) propuestas para dismi- nuir el uso de CFC en el sector de mantenimiento; y iii) eliminación de importaciones de halones. ¿Por qué son importantes los activos ambientales globales? En adición a su valor de conservación intrínseco (grupos genéticos, estética, potencial educati- vo, etc.), los activos ambientales globales se relacionan también directamente con el crecimiento económico, la competitividad y los medios de vida sostenibles. La conservación de la biodiver- sidad, así como los esfuerzos locales de mitigación para reducir los GHG y la adaptación a los impactos del cambio climático, constituyen una agenda que debe ser acogida por todos. ¿Por qué? · Porque los activos ambientales globales afectan la capacidad de almacenaje de agua y de generación de energía. Los únicos terrenos cenagosos y páramos de las regiones montañosas andinas de Colombia poseen suelo con alta capacidad de almacenaje de agua y carbón, pero son también bastante sensibles a los aumentos de temperatura. En algunos de esos terrenos, el Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (Ideam) registró un au- mento neto de 0,2 °C a 0,3 °C por década y un decaimiento de la precipitación pluvial de 2 mm a 3 mm por década entre 1961 y 1990.79 Proyecciones recientes, realizadas con la asistencia del Instituto de Investigaciones Meteorológicas de Japón, sugieren que estas tendencias continuarán empeorando, con aumentos de temperatura de hasta 2,5 °C para fines del siglo. Cambios hidrológicos y de temperatura en las montañas darían como re- sultado una pérdida de la biodiversidad global y también de bienes y servicios ambienta- les proporcionados por esos ecosistemas, especialmente suministro de agua, regulación de cuencas y potencial hidroeléctrico asociado. Dos tercios del total de la electricidad de Colombia se generan por hidroenergía, y a muchos de los ríos utilizados para generar esa hidroelectricidad los alimentan lagunas de mucha altitud, capas de nieve y páramos.80 · Porque causan impacto en la calidad de los recursos de agua. El calentamiento global, debido a mayores concentraciones atmosféricas de CO2, llevará a un aumento en el nivel del mar y en la temperatura del agua superficial en el Caribe occidental. Se espera que los aumentos en el nivel del mar causen intrusión salina en acuíferos costeros e insulares de agua dulce. Los ecosistemas costeros de agua dulce y su diversidad biológica también se afectarán severamente. En adición, arrecifes y atolones del Caribe occidental, que contienen espe- cies endémicas de importancia para la biodiversidad global, están recibiendo el impacto de los aumentos en la temperatura de la superficie marina. Estos aumentos de temperatu- ra se han relacionado con el blanqueamiento de los corales y un desplazamiento hacia los polos de la pesca local. Estos impactos han causado ya un severo blanqueamiento del 70% al 90% del coral localizado a una profundidad de 12 metros o menos en el mar territorial de Colombia, que aloja al 65% de las especies de peces del Caribe occidental. 79 Ideam (2002). 80 Banco Mundial (2005). 109 Invertir en la gente · Porque su degradación aumenta la vulnerabilidad a los desastres naturales. Colombia es en extre- mo vulnerable a desastres naturales, dada su topografía montañosa emparejada con una alta precipitación pluvial, que crean riesgos de inundaciones y deslizamientos de tierra que se agravan mucho con la deforestación y prácticas insostenibles de manejo de tierras. La vulnerabilidad del país a los desastres naturales se ha aumentado con la oscilación sur de El Niño, que causa períodos alternos de severas sequías y pesadas lluvias, debido a variaciones en las temperaturas de la superficie marina y las variaciones del clima agra- van todo esto. Los daños a la propiedad y la pérdida de vidas a causa de los desastres naturales son costosos en Colombia. De 1970 a 1999, el país experimentó en promedio 2,97 desastres naturales mayores por año, la tercera tasa anual más grande entre los 19 países de Centro y Suramérica. Por consiguiente, los desastres naturales causaron un estimado de 30.000 muertes, el tercer número más grande en las dos regiones. Estos eventos produ- jeron pérdidas por más de US$4.500 millones o el 11,5% del PIB del país en 1995. La alta frecuencia de desastres naturales, el daño que han causado en vidas humanas y las res- tricciones adicionales que las pérdidas económicas imponen a los recursos presupuesta- rios del país, subrayan la necesidad de desarrollar respuestas institucionales más fuertes. · Por el desplazamiento potencial de las poblaciones costeras. Con el modelado predictivo se ha identificado el desplazamiento mayor de la población como una de las principales ame- nazas del cambio climático. Los modelos para Colombia han predicho un aumento en el nivel del mar de 40 cm o más en el archipiélago de San Andrés para 2060. En la primera comunicación nacional a la UNFCCC se estima que el 17% del área terrestre de la isla de San Andrés podría desaparecer como resultado de un aumento de 50 cm en el nivel del mar, proyectado para 2060. De no tomarse medidas preventivas, las pequeñas islas, de densa población y poca tierra interna en dónde relocalizar a las comunidades costeras, sufrirán impactos socialmente desestabilizadores. · Por los impactos en la salud, a través de epidemias de enfermedades vectoriales, tales como el dengue y la malaria. Es probable que un aumento en la temperatura y humedad promedio afecte la dinámica de la población vectorial (del mosquito) y la transmisión de enfermedades. Las dos enfermedades transmitidas por vectores de mayor impacto global en la salud humana, el dengue y la malaria, han resurgido recientemente como una carga significati- va de salud pública en Colombia. La incidencia de la malaria aumentó de menos de 15 casos por 10.000 habitantes en 1964 a 58 casos en 1983, y a casi 156 casos en 1998. Una tendencia más sorprendente hacia arriba se ha informado en el índice de fiebre hemorrágica de dengue (FHD), la forma severa de la enfermedad. Desde que empezó la vigilancia en toda la nación a principios de los años noventa, se informaron 5.276 casos en 1998, compa- rados con 39 casos en 1990. Los casos totales de dengue, incluyendo FHD y la forma menos severa, fueron 81.131 en 2002. · Cerca de la mitad de la población de Colombia, más de 20 millones de personas, vive en áreas donde las temperaturas medias están entre 15 oC y 26 oC, y predomina la transmi- sión de estas enfermedades vectoriales. Es probable que un aumento en la temperatura media de 2 oC en esos lugares aumente el índice de transmisión de ambas enfermedades. Aún más, el cambio climático tiene el potencial de aumentar las explosiones de estas en- fermedades aun en climas templados en los que actualmente no se han informado casos de ninguna de las dos. De por sí, es probable que las poblaciones que viven en regiones más frías y montañosas sean más susceptibles a contraer dengue y malaria. 110 La conservación de los activos ambientales globales · Por la contribución potencial de los esfuerzos para la reducción de GHG a sectores clave, como transporte, manejo de desperdicios sólidos, cambio de uso de la tierra y silvicultura. El sector del transporte es el principal emisor de GHG en Colombia y, según el inventario nacional de GHG, representa cerca de 40% de las emisiones de CO2 del sector energético.81 Algunas intervenciones en planeación de ciudades, en particular de sistemas de transporte masi- vo en las principales áreas urbanas y otros instrumentos de políticas, se pueden comple- mentar con las opciones de reducción del CDM (por sus iniciales en inglés de Clean Development Mechanism: Mecanismo para el Desarrollo Limpio) y el Servicio Ambiental Global (GEF, por sus iniciales en inglés de Global Environmental Facility). · Colombia tiene un problema muy serio con el desecho y tratamiento inadecuados de los desperdicios sólidos (ver la Nota de políticas sobre salud ambiental). Los esfuerzos de reducción por medio de la captura del metano representan una posibilidad importante para desarrollar e implementar proyectos programáticos de mecanismos de desarrollo limpio, que pueden articularse dentro de otras operaciones de crédito. · Las opciones de reducción ofrecen también un gran potencial para el sector de cambio de uso de la tierra y la silvicultura, que representó un 9,3% de las emisiones totales en 1990, casi totalmente en forma de CO2. En adición, beneficios a las comunidades locales y a la biodiversidad representan ganancias potenciales importantes. · Por su impacto en la pobreza en las áreas rurales. Es sabido que la desertización y el cambio climático crean un círculo vicioso con la pobreza para las poblaciones de áreas rurales, que dependen en gran parte de la calidad del suelo y la disponibilidad de agua. La pérdida de productividad del suelo y la recurrencia de sequías ponen en peligro a los habitantes de los ecosistemas de tierra seca y los obliga a abusar de la explotación del suelo, agravando así el problema y eventualmente forzándolos a mudarse a otras áreas para producir alimentos. Las regiones Andina y Caribe son las más afectadas por la vulnerabilidad a la escasez de agua y a las sequías.82 En adición, los desastres naturales, causados entre otros factores por el deterioro ambiental, afectan principalmente a los pobres. · Por el valor cultural esencial de estos activos para varios grupos étnicos y su dependencia de ellos para su medio de vida. Los territorios poseídos colectivamente por comunidades afroco- lombianas e indígenas incluyen extensas áreas con potencial de conservación y manejo ambiental significativos, como son la Sierra Nevada de Santa Marta, la Selva Amazónica, el Macizo Colombiano y el Chocó. Las prácticas ancestrales sobre recursos naturales de esas comunidades con mucha frecuencia son compatibles con objetivos de conservación. Los territorios poseídos en forma colectiva por afrocolombianos abarcan cerca de 3 millo- nes de hectáreas (2,5% del área del país), principalmente en el área del Chocó de la biorregión pacífica colombiana. Los territorios indígenas (462 reservas indígenas) abar- can 28,6 millones de hectáreas (26% del territorio nacional) y el 24% del área total de reservas indígenas se superpone con el SNPN de Colombia,83 y las comunidades tradicio- 81 Ideam (2000). 82 Ideam, 2004, capítulo 3. 83 Unidad de Parques Nacionales (2004), Banco Mundial (2006). 111 Invertir en la gente nales indígenas, afrocolombianas o campesinas habitan en 47 de los 51 parque nacionales de Colombia (sólo las comunidades indígenas habitan en 33 parques). · La mayor parte de los parques nacionales de Colombia se han seleccionado solamente con base en consideraciones ecológicas motivadas por recomendaciones del personal téc- nico y científico de las distintas instituciones responsables, por muchos años, de la admi- nistración de los parques. Varios factores como diversidad cultural, procesos productivos tradicionales, expectativas económicas y derechos de propiedad de sus habitantes, no se han tenido en cuenta. Así, las partes interesadas en los ámbitos local, regional y nacional no han tenido un foro para expresar sus opiniones sobre la creación de áreas protegidas. Las políticas y la legislación sobre conservación, vigentes a la fecha, han limitado el uso de estas comunidades de sistemas de producción tradicionales y de recursos naturales y han declarado ilegales muchas actividades económicas tradicionales. En adición, no se han ofrecido incentivos, principalmente actividades de producción alternativas, para evitar la presencia de comunidades en parques nacionales. Mejor administración de los activos globales: lo que se ha hecho y lo que falta Concentración en la adaptación al cambio climático. Aunque el aumento de las temperaturas y del nivel del mar están causando impactos en los ecosistemas colombianos, la contribución potencial del país a la reducción del cambio climático es mínima, dadas las emisiones relativa- mente bajas del país de gases de invernadero. Esas emisiones en 2000 representaron el 4,3% del total de América Latina y el Caribe y menos de 0,3% de las emisiones globales totales. No obs- tante, dados los impactos del cambio climático en el país, y la naturaleza irreversible de muchos de esos impactos, el país debe concentrarse en tomar medidas de adaptación como prioridad para abordar el problema del cambio climático. Desafíos importantes para preparar y adaptar el país a los impactos de la variabilidad climática incluyen los siguientes: i) establecer una cámara de compensación de información para ofrecer y conservar la información requerida para diseñar una estrategia de adaptación; ii) difundir información sobre tendencias de clima y crear conciencia de sus implicaciones locales; iii) cons- truir capacidad adicional de ámbito nacional para asegurar respuestas más efectivas de manejo, y iv) establecer proyectos piloto para mostrar la forma como la planeación y la evaluación de la adaptación pueden traducirse de manera práctica a políticas nacionales y a planeación de desa- rrollo sostenible. Fortalecimiento de los esfuerzos de reducción del cambio climático. A pesar de ser el país un emi- sor relativamente bajo de GHG a nivel global, el Gobierno ha ofrecido apoyo a los esfuerzos de reducción. En diciembre de 1997, la administración anterior firmó el Protocolo de Kyoto, que ofrece incentivos para que con la cooperación internacional se promueva la disminución efecti- va en costos de GHG. Además, el Gobierno consolidó una oficina nacional para la reducción de gases de invernadero, aprobó una resolución de reconocimiento de criterios y procedimientos para la certificación de CDM, e incorporó actividades de este mismo CDM en el Plan Nacional de Desarrollo para 2002- 2006. En este Plan, Colombia ha iniciado una variedad de actividades para reducir y capturar GHG en sectores básicos, tales como energía, transporte, manejo de desperdicios y silvicultura. 112 La conservación de los activos ambientales globales A la fecha, se han finalizado tres acuerdos de compra para reducción certificada de emisiones, por un total de US$27 millones, y están en camino 14 acuerdos más. A pesar de estos logros, Colombia todavía puede efectuar contribuciones importantes a la re- ducción de emisiones de GHG y al secuestro de carbono que, en muchos casos, también traerán beneficios locales importantes. Tal es el caso del transporte urbano, el manejo de desperdicios sólidos y su desecho, y el cambio de uso de la tierra y la silvicultura. Los esfuerzos encaminados a sistemas de transporte más eficientes, integrados con políticas efectivas sobre uso de la tierra y ambientales, permitirán importantes ahorros de combustible por viaje. La agenda conjunta recién firmada por el MAVDT incluyó opciones potenciales de reducción para sistemas de trans- porte masivo en el país. Existe otro caso importante de reducción en la disminución de emisiones de metano de sitios de relleno que, si se acompañan de mecanismos adecuados de manejo de desperdicios, pueden producir también importantes beneficios ambientales en el ámbito local. El Decreto 838 de la Presidencia84 que promueve la planeación, construcción y operación de sitios de relleno regio- nales, y los marcos reguladores innovadores para el manejo de desperdicios sólidos, reciente- mente aprobados (diciembre de 2005), han creado la necesidad de una estrategia nacional para el cierre de los basureros al aire libre y el desarrollo de una agenda para sitios regionales de desecho de desperdicios sólidos. Colombia posee además un potencial importante para el se- cuestro de carbono, dada su rica dotación de suelos, alturas y apoyo de ecosistemas. El secues- tro de carbono puede combinarse con políticas efectivas sociales, ambientales y de desarrollo para lograr ganancias locales importantes al mismo tiempo que contribuye a la sostenibilidad de los activos globales. Políticas y regulaciones referentes a la conservación de la biodiversidad. Colombia cuenta con un marco legal bien desarrollado para la conservación de la biodiversidad. La Política Nacional de Biodiversidad (1996) se enfoca en la conservación, conocimiento y uso sostenible de los recursos biodiversos. En 1977, el gobierno adoptó la Política para la Creación y Consolidación de un SNAP , y en el Plan Nacional de Desarrollo del gobierno actual (2003-2006) se trata la necesidad de conso- lidar ese sistema en toda la nación. La consolidación del SNAP se considera una prioridad de las políticas ambientales en el país. El área total de conservación y protección se ha aumentado debido a los esfuerzos de descentra- lización del Gobierno, que apuntan a incrementar el número de categorías de manejo efectivo y estrategias de conservación. La Ley 99 de 1993 asigna a las autoridades ambientales regionales (las CAR) la responsabilidad de establecer áreas protegidas regionales y crear categorías de manejo de reservas. Más de 200 campos naturales están protegidos por categorías municipales, departamentales y regionales de conservación, que incluyen reservas privadas, reservas de pro- tección de bosques y reservas de protección y producción de bosques. En 1959, se creó el SNPN, y en los años setenta se aprobaron regulaciones relacionadas con este mismo sistema para la creación y administración de parques nacionales. Sin embargo, estas 84 Este decreto fue una condición para la operación de Crédito para Políticas de Desarrollo, DPL. 113 Invertir en la gente regulaciones no ofrecieron mecanismos de participación pública y de equilibrio de intereses de conservación con prioridades económicas y de desarrollo. Sin esos mecanismos se obstaculizó la participación de las partes interesadas locales en las estrategias de conservación. Antes de 2003, se decretaron 47 parques nacionales, y se establecieron sus fronteras en áreas superpues- tas con asentamientos tradicionales de comunidades indígenas y afrocolombianas, algunas ve- ces sin su conocimiento. De hecho, la Ley colombiana no incluye provisiones para asegurar la participación de estas comunidades durante la legalización y administración de estos parques. En casos como el Parque Nacional Catatumbo, decretado en 1989, apenas recientemente se enteraron las comunidades de que su territorio se superponía con un territorio designado como parque nacional. Además, las restricciones impuestas por las leyes de parques nacionales so- bre uso tradicional de recursos naturales han causado impacto en las economías de estas comunidades. Una interpretación estricta de la legislación vigente convertiría en ilegal cual- quier tipo de uso de recursos naturales que hagan estas comunidades, aun para propósitos de subsistencia. Para armonizar la regulación de los parques nacionales con la Constitución de 1991, La Univer- sidad de los Andes85 (2004) ha sugerido ajustar la Ley 02 de 1959, el Código de Recursos Natu- rales de 1974 y el Decreto 622 de 1977, lo que ayudaría a fortalecer la participación de las partes interesadas pertinentes en los ámbitos, local, regional y nacional. En adición, el Consejo Am- biental Nacional aprobó una política para la participación social en la conservación en 1999, que ha generado mayor participación de partes interesadas locales. Posteriormente, durante la ad- ministración actual, se han emprendido actividades de servicios de asistencia a la comunidad con 10.000 familias beneficiarias que viven en zonas separadas de parques nacionales, mejoran- do la conservación efectiva de biodiversidad en 73.000 hectáreas localizadas principalmente en el Norte de la región Andina y la cuenca amazónica.86 Se han negociado también acuerdos de participación con comunidades afrocolombianas en la región del Chocó y con organizaciones indígenas en el Macizo Colombiano. Se han firmado dos acuerdos de cogobernabilidad por la Unidad de Parques Nacionales (UAESPNN) y comunidades indígenas (parques nacionales Cahuinarí y Alto Fragua Indiwasi). Estos acuerdos incluyen el desarrollo de mecanismos de coordinación para la conservación y uso económico sostenible de áreas protegidas, y han fo- mentado el apoyo y participación de las comunidades locales en la implementación de estrate- gias de conservación. Aunque esta política ha empezado a arrojar resultados positivos, no tiene aún condición legal y en consecuencia no es de obligatorio cumplimiento ni tiene fuerza legal. El reconocimiento legal de estos principios de participación comunitaria en el marco regulador de conservación es, por tanto, uno de los problemas pendientes por resolver. Entre otros aspectos que se deben tener en cuenta están los siguientes: i) la participación equitativa de todos los actores pertinen- tes; ii) el desarrollo de mecanismos institucionales para impedir y resolver conflictos, en parti- cular entre los intereses de la conservación y el desarrollo regional, social y económico; iii) la definición de criterios para la selección y descripción de parques nacionales y de las condicio- nes que justifican su definición, los procesos de consulta requeridos y los mecanismos de coor- dinación requeridos para su administración; iv) el desarrollo de procesos de producción sostenible 85 Universidad de los Andes (2004), Banco Mundial (2006). 86 Instituto de Investigaciones Alexander von Humboldt (1998). 114 La conservación de los activos ambientales globales ecológicamente por comunidades locales que habitan en parques nacionales; y v) la protección de derechos de propiedad en las áreas protegidas. Gastos públicos y financiación de esfuerzos de conservación. El SNPN recibe una contribución limitada del presupuesto oficial con relación a su extenso territorio y la diversidad de sus fun- ciones. Entre 1996 y 2001, las asignaciones del gobierno al SNAP disminuyeron en un 55% en términos reales, obligando a la Unidad de Parques Nacionales a desarrollar fuentes alternativas de financiación. Los déficit proyectados de la Unidad para 2005 y 2006 fueron comparables a las asignaciones presupuestales de US$4,6 millones y US$2,7 millones, respectivamente. La administración actual, reconociendo la necesidad de una estrategia financiera a largo plazo, ha firmado un crédito cruzado de deuda por naturaleza (debt-for-Nature-Swap) por US$10 millo- nes con los Estados Unidos bajo la Ley de Conservación de Bosques Tropicales (TFCA, por sus iniciales en inglés), que incluye una participación de 20% de tres ONG internacionales (el Fon- do Mundial para la Naturaleza, WWF, The Nature Conservancy y Conservation International). En adición, la administración ha progresado con negociaciones respecto a donaciones bilaterales y la creación de un fondo de fideicomiso para la conservación de áreas nacionales protegidas. El éxito de estas fuentes financieras dependerá, en gran parte, de la capitalización, la consolida- ción y el manejo efectivo de estos mecanismos. Promoción de mercados verdes. Es de importancia fundamental para la estrategia nacional de conservación en Colombia proveer incentivos para la conservación de la biodiversidad, asegu- rando que los habitantes locales se beneficien de la biodiversidad (productos derivados de una especie o ecoturismo). Como resultado, el Plan Nacional de Mercados Verdes (PNMV) se inclu- yó en el Plan Nacional de Desarrollo 2002-2006 y en la Estrategia Nacional de Manejo de Recur- sos Naturales del MAVDT. El Plan ha cobrado también fuerza significativa en agendas de otros ministerios, lo que ha resultado en la creación de varios comités interinstitucionales y en la consolidación de programas, como el biocomercio en el Instituto von Humboldt. Productos Verdes se concentra en mercados de bienes y servicios especializados que buscan: i) promover el uso sostenible y la conservación de los recursos naturales; ii) maximizar las venta- jas comparativas que Colombia posee en bienes y servicios ambientales; y iii) apoyar una distri- bución que sea cada vez más equitativa y justa de los beneficios económicos generados para los grupos productores participantes. Durante los últimos tres años, 105 asociaciones de pequeños productores, 4.316 individuos y 21 departamentos se han beneficiado con el apoyo del Grupo Mercados Verdes del MAVDT. Va- rios mecanismos, tales como acuerdos con grandes distribuidores, exposiciones de negocios para productos ecológicos, la Plaza de Mercado Verde de Bogotá y el diseño de la certificación agroecológica (única en la región latinoamericana) se han utilizado mucho en la consolidación del PNMV. Bioexpo 2005, por ejemplo, pudo atraer el interés de los principales supermercados y cadenas comerciales nacionales y de 16 entidades financieras, inclusive bancos, fundaciones y programas ministeriales. Armonización de las actividades humanas con la conservación. A pesar de la gran proporción de territorios de conservación del país, las áreas protegidas se enfrentan a la degradación continua que resulta del desplazamiento y la colonización en gran escala, la producción de cultivos ilícitos, la falta de alternativas económicas para habitantes de las zonas separadas de los parques y la 115 Invertir en la gente débil presencia institucional. La pobreza y la falta de alternativas económicas generan presión en las áreas protegidas y la utilización por debajo del óptimo de los recursos produce degrada- ción del suelo, fragmentación del ecosistema y conflictos económicos y sociales en cuanto a privilegios sobre los recursos. Además, la producción de cultivos ilícitos ha llevado a: i) tala de bosques para cultivar productos ilícitos; ii) desplazamiento de poblaciones hacia ecosistemas vulnerables; iii) inversión de excedentes económicos generados por la producción de cultivos ilícitos en haciendas ganaderas insostenibles, y iv) contaminación del agua como resultado de la utilización de productos químicos durante la plantación y el procesamiento de los cultivos ilícitos. Otra actividad insostenible es la de haciendas ganaderas, que ocupa 42 millones de hectáreas. El sector de la producción de ganado aporta cerca del 3,5% del PIB de Colombia y el 26% de la producción del sector agropecuario, y genera cerca de un millón de empleos. La mayoría de los productores de ganado son pequeños propietarios; el 82% de las haciendas ganaderas produ- cen menos de 50 cabezas. La falta de tecnología del sector y los extensivos métodos de tala de bosques causan un gran impacto ambiental, que conduce a un intenso uso de recursos de agua y a su contaminación, pérdida de la biodiversidad, pérdida de cobertura de bosques y degrada- ción de la tierra. El TLC firmado recientemente entre Colombia y los Estados Unidos presenta una amenaza significativa para las haciendas ganaderas extensas y de baja productividad, al tiempo que crea nuevas posibilidades de nichos de mercado de productos certificados orgánicamente. La ten- dencia dominante de sistemas de granjas agropecuarias con acceso especializado a crédito para productores de bajos ingresos, asistencia técnica para reproducción rápida y donaciones para cambio a usos no rentables de la tierra, apoyaría un aumento en la productividad del sector y reduciría su impacto ambiental. Los sistemas agropecuarios y la implementación de cambios de uso de la tierra orientados a la biodiversidad (por ejemplo, vallas de vegetales vivos, sembrados de árboles en terrenos de pastos y liberación de tierras para regeneración natural) producirán mejoras de la calidad de la tierra, el secuestro de carbono, conservación de la biodiversidad y mejor calidad del agua, a la vez que apoyan la generación local de ingresos. Prevención de desastres naturales. La variabilidad del clima y la desertización agravan los ries- gos de inundaciones, erosiones, deslizamientos y sequías del país. Por eso la conservación de ecosistemas prioritarios como terrenos cenagosos y zonas montañosas, lo mismo que la restau- ración de humedales y la rehabilitación de tierras erosionadas representan medidas de adapta- ción importantes para reducir la vulnerabilidad a desastres naturales. Además, considerando que el MAVDT es el responsable de supervisar los municipios en cuanto a la reducción de ries- gos de desastres (por el Decreto 0643 de 2004) y que las autoridades ambientales regionales (las CAR) son las responsables de aprobar los planes de zonificación de los municipios, es funda- mental la inclusión de la prevención de desastres naturales como parte del proceso de planeación del Ministerio. El Ministerio la ha incluido como uno de los 15 indicadores clave del sistema de evaluación de desempeño de las CAR (Decreto 1200 de 2004). El gobierno de Colombia trabaja en un programa nacional de reducción de vulnerabilidad a desastres naturales, cuyo propósito es reducir la vulnerabilidad fiscal del Estado a eventos na- turales adversos, fortaleciendo la capacidad nacional de manejo de riesgos de desastres y redu- ciendo la vulnerabilidad en municipios de la mayor importancia que combinan una alta exposición al riesgo de desastres con altas contribuciones al ingreso y la productividad naciona- 116 La conservación de los activos ambientales globales les. Para estos esfuerzos deben articularse las actividades de conservación y restauración de ecosistemas clave, lo mismo que las de planeación de las CAR. Desarrollo de indicadores esenciales para la conservación y la adaptación. El Decreto 1200 de 2004 de la Presidencia representa un paso adelante significativo en el mejoramiento de la actua- ción de las CAR y un logro de los Objetivos de Desarrollo del Milenio, en particular la sostenibilidad ambiental. El decreto establece un sistema de indicadores de desempeño para medir el impacto y los resultados de las inversiones ambientales en el ámbito regional. El Plan de Acción a tres años define 15 indicadores esenciales para evaluar el impacto de las inversiones en áreas prioritarias, que incluyen temas como la conservación de áreas prioritarias (número de hectáreas protegidas), generación de empleo e ingreso del uso de biodiversidad sostenible (mer- cados verdes), reducción del riesgo de vulnerabilidad asociado con asuntos ambientales como el agua y el aire (ver la Nota de políticas sobre salud ambiental). Plan nacional para la eliminación de sustancias de agotamiento de ozono. Colombia ha hecho progreso significativo en actividades reguladoras y de implementación para reducir las SAO, según los lineamientos del Protocolo de Montreal y la Convención de Viena. El PNUD, el Pro- grama de las Naciones Unidas para la Conservación del Medio Ambiente (Unep, por sus inicia- les en inglés), la Organización de las Naciones Unidas para el Desarrollo Industrial (Unido, por sus iniciales en inglés) y el Banco Mundial ha suministrado asistencia externa a través de pro- yectos por valor total de US$14,9 millones para el período 1994-2004. Desde la creación de la Unidad Técnica de Ozono en 1994, se han aprobado 51 proyectos industriales para eliminar las SOA. Cerca del 70% de los recursos se han destinado a proyectos individuales de grandes em- presas de los sectores de refrigeración y espumas de poliuretano, seguidos de proyectos para- guas a pequeñas y medianas empresas con procesos productivos similares. Las actividades futuras deben concentrarse en i) expandir los esfuerzos actuales con empresas de pequeño tamaño, en particular del sector de mantenimiento en refrigeración en el que es más difícil controlar y eliminar las SOA; ii) fortalecer el marco legal, estableciendo certificación obligatoria para técnicos de mantenimiento; iii) trabajo continuo con otras agencias oficiales, tales como la aduana; y iv) concluir el diseño e implementación de la estrategia regional con universidades, autoridades ambientales regionales y el SENA. Debe estimularse en las regiones a las asociaciones público-privadas. Otro resultado positivo esperado es el de preparar peque- ñas y medianas empresas para competir en los términos del TLC. La implementación de pro- yectos ha mostrado que una producción más limpia con diseños y desarrollos innovadores beneficia no sólo los temas globales, sino también la competitividad al nivel industrial. Formación de capacidad institucional para la administración del ambiente global. Como se men- cionó, el marco institucional colombiano para la administración ambiental se compone de un extenso antecedente legal, que comprende tratados internacionales y leyes y regulaciones na- cionales, y el SINA (Sistema Nacional Ambiental), un acuerdo institucional en el que se tratan cuestiones ambientales locales. El fuerte contexto institucional tiene algunas limitaciones en su funcionamiento cotidiano que deben corregirse para que sea más fuerte y eficiente. En particu- lar, existen algunos problemas de información y coordinación entre las distintas entidades del SINA (que son principalmente el Ministerio del Medio Ambiente, las CAR y los institutos secto- riales de investigación).87 Aunque el grupo SINA ha representado un avance importante para 87 Servicio Ambiental Global del Ministerio del Mavdt (2003). 117 Invertir en la gente mejorar la comunicación entre sus distintas entidades, podría efectuarse una evaluación institucional para mejorar la coordinación institucional, en particular en la implementación de tratados y convenciones internacionales. Por otra parte, existe la necesidad de mejorar la investigación y desarrollo sobre asuntos am- bientales, tales como tecnologías limpias y uso sostenible de la biodiversidad, de manera que se recomienda mucho la formación de capacidad científica. La cooperación internacional ofrece distintas alternativas para financiar estas necesidades y los institutos de investigación en el SINA podrían aprovecharlas. El principal desafío en este aspecto es pasar de instituciones for- males bien diseñadas a un funcionamiento óptimo en la práctica, con respecto al marco legal y a los organismos del SINA. Una revisión crítica de la operación de las instituciones ambientales sería útil, como también de las abundantes políticas y planes que existen en el sector y en otros sectores pertinentes (agricultura, infraestructura, salud, etc.). Recomendaciones para el control de la pérdida de biodiversidad y otros problemas ambientales globales En el Plan Nacional de Desarrollo 2002-2006 se identifica la sostenibilidad ambiental como fun- damental para el desarrollo económico, la generación de empleo y la equidad social. Se hace también énfasis en la necesidad de una mejor administración de los recursos naturales como factor fundamental para el desarrollo, y se reconoce el papel del ambiente como fuente de bie- nes y servicios de importancia crítica. Para este fin, en el Plan se promueve la consolidación del Sistema Nacional de Áreas Protegidas y la introducción de instrumentos para reconciliar las presiones socioeconómicas y la conservación de la biodiversidad. En el Plan se define también la necesidad de una iniciativa de mercados verdes basada en el uso sostenible de la biodiversidad y de un programa nacional consolidado para reducir los gases de invernadero. En adición, Visión 2019, que sirve de base para los planes y programas de desarrollo del país, incluye una estrategia de desarrollo sostenible que resalta la importancia de los activos globales en el desarrollo sostenible. Colombia trabaja para ser más competitiva por medio de la conser- vación de su biodiversidad, y ofrecer a la sociedad colombiana los beneficios económicos y sociales positivos derivados de su conservación y uso sostenible. Por consiguiente, la estrategia apunta a: i) fortalecer el SNAP; ii) realizar las acciones requeridas para consolidar un plan a 10 años vista de mercados verdes, basado en el uso sostenible de la biodiversidad; desarrollar pro- yectos de reducción de gases de invernadero de acuerdo con el CDM, y iv) continuar los esfuer- zos actuales para la eliminación de las sustancias de agotamiento del ozono. A continuación se identifican intervenciones que pueden adoptarse en el corto, mediano y lar- go plazo para llevar a cabo una agenda de conservación de activos globales que contribuya al desarrollo y la sostenibilidad locales. 118 La conservación de los activos ambientales globales Acciones recomendadas Objetivo A corto plazo A mediano y largo plazo Consolidar la · Incluir la conservación y restauración de · Fortalecer las instituciones y la agenda nacional ecosistemas esenciales como adaptación o asistencia técnica para producir sobre adaptación al acción de respuesta para garantizar la información confiable y continua cambio climático provisión de servicios ambientales sobre el clima referente a las fundamentales. vulnerabilidades al cambio climático · Desarrollar programas educativos y de (salud, ecosistemas montañosos, áreas comunicación orientados a informar al insulares). público y a los diseñadores de políticas · Fortalecer el programa de salud sobre la importancia de incluir temas pública para que incorpore medidas globales en la agenda de desarrollo del de combate contra las mayores país. amenazas de dengue y malaria. · Evaluar los impactos del cambio climático · Aparte de las zonas costeras y los en el suministro de agua y energía. hábitat de las altas montañas, dirigirse · Desarrollar una estrategia a largo plazo a otros sistemas prioritarios para el tratamiento de esos impactos que considerando la provisión de servicios incluya una matriz de energía que ambientales y la reducción de la promueva los recursos renovables. vulnerabilidad a los desastres naturales. Consolidar la · Definir una estrategia nacional para el · Desarrollar un portafolio de proyectos agenda nacional manejo de desperdicios sólidos y su para el cambio de uso de la tierra y sobre reducción de desecho, que incluya entre sus actividades de silvicultura. gases de componentes la reducción. invernadero · Incluir opciones de reducción como parte de las operaciones de transporte masivo urbano. Desarrollar y · Realizar una evaluación del Sistema de · Reformar el marco legal existente para consolidar un Parques Nacionales que incorpore resolver inconsistencias actuales de las Sistema Nacional consideraciones culturales, regionales y políticas de participación social en la de Áreas Protegidas económicas y que incluya a partes conservación. inclusivo interesadas a través del proceso · Ajustar la Ley 02 de 1959, el Código de participativo. Recursos Naturales de 1974 y el Decreto 622 de 1977 para armonizarlos con los preceptos de la Constitución de 1991. Unir la · Gestionar y documentar estudios piloto · Fomentar el apoyo institucional a conservación de la que demuestren la importancia de la estrategias de gestión que promuevan biodiversidad a las conservación para los servicios la intensificación de la producción por prácticas ambientales, en particular la medio de la eficiencia en lugar de la establecidas de la disponibilidad de agua. expansión de los terrenos. agricultura, · Vincular proyectos específicos a los silvicultura y pesca planes y políticas nacionales (el objetivo de Fedegán de 10 millones de hectáreas en sistemas agropecuarios para 2019). Fortalecer el plan · Promover la inversión nacional e · Desarrollar incentivos reguladores y nacional de internacional para fortalecer los mercados económicos con el fin de apoyar mercados verdes verdes, respetando los derechos de las iniciativas para el desarrollo de bienes comunidades indígenas y de las y servicios ambientales, incluyendo el comunidades afrocolombianas, rurales. proceso de certificación. 119 Invertir en la gente Acciones recomendadas Objetivo A corto plazo A mediano y largo plazo y otras menos favorecidas, y sus derechos · Ajustar las regulaciones ambientales, fundamentales como importantes comerciales y técnicas para eliminar beneficiarios de las políticas de mercados barreras internas al desarrollo de los verdes. mercados verdes y del uso sostenible de los recursos naturales. Consolidar la · Aumentar los esfuerzos actuales para · Consolidar asociaciones público- agenda sobre empresas de tamaño pequeño. privadas en las regiones. eliminación · Establecer una certificación obligatoria · Preparar a pequeñas y medianas nacional de sustan- para técnicos de mantenimiento. empresas para competir dentro del cias de agotamiento · Unificar los trabajos con otras agencias TLC. de ozono oficiales. · Completar el diseño e impulsar la implementación de la estrategia con universidades, autoridades ambientales regionales y el SENA. Optimizar la · Realizar actividades adicionales para · Revisar exhaustivamente el marco coordinación e formar capacidad institucional, en legal y de políticas para la protección implementación en particular referente a asuntos de de los activos globales, con el fin de el SINA de tratados coordinación e información en el SINA. eliminar inconsistencias en los ámbitos y convenciones nacional, regional y local. internacionales Referencias Banco Mundial. 2005. "Adapting to Climate Change". Documento de trabajo No. 25. ------. 2006. "Colombia: Integrated National Adaptation Program (INAP)". Informe No. 34058-CO. ------. 2006. "Colombian National Protected Areas Conservation Trust Fund Project". Documento de valoración de proyecto No. 35125-CO. Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales de Colombia (Ideam), 2002. Páramos y ecosistemas alto andinos de Colombia, en Condition Hotspot and Global Climate Tensor. ------. 2000b. Indicadores de suelos, en http://www.ideam.gov.co/indicadores/suelos2.htm. ------. 2004. Informe anual sobre el estado de los recursos naturales y el ambiente en Colombia. Instituto de Investigación de Recursos Biológicos Alexander Von Humboldt. 1998. Colombia biodiversidad siglo XXI; propuesta técnica para la formulación de un plan de acción nacional en biodiversidad. Editado por . M.C. Fandiño y P Ferreira Miani. Bogotá, Instituto Humboldt, Ministerio del Medio Ambiente, DNP . Ministerio del Medio Ambiente-Unidad de Parques Nacionales, 2001. "Política de participación social en la conservación". Ministerio del Medio Ambiente, Vivienda y Desarrollo Territorial. 2003. Colombia's National Capacity Self Assessment for Global environmental Management (NCSA), Mavdt-GEF. 120 El desafío urbano de Colombia 7. El desafío urbano de Colombia: mejorar los servicios de vivienda e infraestructura para los pobres urbanos88 El sector urbano en Colombia representa al mismo tiempo una tremenda oportunidad y un desafío en el esfuerzo del país para sostener un crecimiento equitativo y reducir la pobreza. Colombia es un país urbano que será testigo en los próximos 15 años de una expansión del 30% en la población de sus ciudades y pueblos. En Colombia la pobreza es también un fenómeno cada vez más urbano, ya que el 60% de los pobres del país viven en área urbanas. Para mejorar la calidad de vida de los pobres urbanos será necesario que las ciudades y pueblos satisfagan la demanda de vivienda económica, expandan el acceso y mejoren la calidad de los servicios básicos de infraestructura urbana. El gobierno ha preparado un programa coherente de inversiones y reformas para crear "ciudades habitables" en el contexto de Visión Colombia II centena- rio: 2019. En este programa se identifican estrategias de acción para aumentar el acceso a terrenos y vivienda económicos, mejorar la calidad de la financiación y fortalecer la administración comercial y operativa del sector de agua y saneamiento. Incluye también soluciones de transporte público, tales como sistemas integrados de tránsito masivo, mejores prácticas de administración de tráfico y soluciones alternativas de transporte público en las ciudades grandes, medianas y pequeñas, y en los pueblos. En esta nota se hacen recomendaciones en materias sobre tierra y vivienda que el gobierno debe abordar en forma más agresiva para eliminar obstáculos y aumentar el acceso de los pobres a vivienda económica, que incluyen reformar las políticas de límites a las tasas de interés, continuar con el progreso reciente para mejorar más el enfoque y estructuración de subsidios de vivienda, canalizar las microfinanzas familiares, dirigir la construcción incremental y mejorar las prácticas de administración sobre el uso de las tierras municipales, entre otras medidas. En el sector de agua y saneamiento, se recomiendan mejoras en el aumento de la eficiencia de la financiación, medidas para estimular economías de escala en el sector que actualmente está en gran parte descentralizado, y mejorar la asistencia técnica para la administración comercial y operativa. Se estimula también al gobierno a poner en vigor regulaciones para combatir la sobreoferta de transporte público, e incrementar los esfuerzos para formar capacidad municipal en la planeación del transporte. 88 Este capítulo fue escrito por Taimar Samad, con la colaboración de William Britt Gwinner. 121 Invertir en la gente Urbanización, crecimiento y los pobres urbanos El futuro de Colombia es cada vez más urbano, pues las ciudades y pueblos están creciendo con rapidez. La población urbana de Colombia de 32,7 millones de habitantes representa aproxima- damente el 72% de los 45,3 millones de pobladores del país. Estos residentes urbanos se distri- buyen entre 1.098 ciudades y pequeños pueblos, y más del 65% de los residentes urbanos se concentran en ciudades de más de 100.000 habitantes (ver el cuadro 7.1). Cuadro 7.1. Distribución de la población urbana, 2004 No. de Población Población Rango de población ciudades urbana Porcentaje promedio Más de 5 millones 1 7.014.111 21 7.014.111 Entre 1 y 5 millones 3 5.677.981 17 1.892.660 Entre 500.000 y 1 millón 3 2.192.210 7 730.737 Entre 100.000 y 500.000 31 7.687.906 24 247.997 Entre 50.000 y 100.000 41 2.832.679 9 69.090 Menos de 50.000 1.019 7.296.248 22 7.160 Total 1.098 32.701.135 100 Fuentes: DNP, DANE (2004). Se proyecta que para 2019 la población de Colombia aumentará a 55,4 millones de los cuales 42,4 millones (77%) estarán localizados en áreas urbanas, lo cual representa un aumento de aproximadamente 10 millones de residentes urbanos nuevos (30%) en un período de 15 años (ver el cuadro 7.2). Con base en estas proyecciones casi todo el crecimiento neto de población proyectado del país entre 2004 y 2019 tendrá lugar en áreas urbanas. Es de la mayor importancia notar que el crecimiento proyectado de la población urbana aplicará la mayor presión en las ciudades de tamaño mediano y grande. La mayor presión sobre el sistema urbano se manifesta- rá en numerosas formas inclusive una mayor demanda de tierras y viviendas económicas y presión más intensa sobre proveedores de servicios públicos para que expandan el acceso y mejoren la calidad de los servicios básicos como agua, sanidad, desecho de desperdicios sólidos y transporte urbano. 122 El desafío urbano de Colombia Cuadro 7.2. Proyecciones de crecimiento de la población urbana, 2004-2019 Indicador 2004 2019 Aumento Población total (`000) 45.325 55.385 10.060 Población urbana (`000) 32.722 42.376 9.654 Porcentaje urbano del total 72 77 5 5 ciudades principales (`000) 15.216 19.892 4.676 Ciudades de más de 100.000 (`000) 23.354 31.208 7.854 No. de ciudades con más de un millón 4 7 3 No. de ciudades con más de 100.000 38 55 17 Fuentes: DNP, DANE (2004). El crecimiento económico reciente de Colombia ha sido impulsado en las áreas urbanas y ha causa- do un gran impacto en ellas. Cuando los sistemas urbanos se integran cada vez más en la econo- mía de mercado, el potencial de crecimiento rápido y de creación de trabajos aumenta también. Colombia ha experimentado una mejora muy notoria en el rendimiento económico general, desde 2002. Tasas anuales de crecimiento de 4% en 2004 y de 5,75% año a año en el tercer trimestre de 2005, en muchos aspectos, han sido impulsadas por el sector urbano y así mismo lo han beneficiado. Las siete ciudades principales del país representaron aproximadamente el 65% del PIB en 2004 y sólo el 32% de la población total. Sólo Bogotá representa el 22% del PIB con aproximadamente el 15% de la población nacional.89 El reciente y fuerte rendimiento económi- co se refleja en los datos de empleo e ingreso. El desempleo urbano cayó de 16,9% en 2002 a 12,1% en noviembre de 2005.90 Similarmente, el ingreso promedio per cápita en las áreas urba- nas subió en un 13,3% y el coeficiente Gini para áreas urbanas disminuyó también ligeramente de 0,55 a 0,53 en el mismo período.91 De hecho, la evidencia sugirió que la elasticidad de la pobreza, con respecto al crecimiento, en América Latina, es mucho mayor en áreas urbanas que en rurales.92 La pobreza urbana en Co- lombia ha disminuido en el agregado entre 2002 y 2005 de 50,2% a 42,3%. Una baja aguda de 5,0% se notó entre 2004 y 2005. En forma semejante, la pobreza extrema urbana disminuyó de 15,5% a 10,2% entre 2002 y 2005; la baja más significativa, de 3,5%, ocurrió en el último año. Más de 1,6 millones de los 2,3 millones de colombianos que salieron de la pobreza desde 2002 esta- ban localizados en áreas urbanas.93 Las medidas del ingreso agregado o basadas en el consumo, de la pobreza urbana, también omiten capturar la naturaleza de la privación y la vulnerabilidad a que se ven abocados los pobres urbanos. En economías urbanas monetizadas los pobres son más vulnerables a conmo- ciones macroeconómicas y transformaciones estructurales, ya que dependen para su medio de vida, en desproporción, de participación de fuerza laboral insegura y de baja calidad con acceso inconsistente a redes de seguridad informales y formales. En tiempos de recesión de la econo- mía, los salarios reales pueden estancarse o contraerse con rapidez, llevando a un aumento de 89 DNP (2004). 90 DANE (2005a). 91 DNP (2006). 92 Banco Mundial (2005a). 93 DNP (2006). 123 Invertir en la gente la pobreza. Adicionalmente, en economías urbanas, con mucha frecuencia los pobres son expul- sados a mercados superficiales en busca de amparo adecuado, e inversamente buscan solucio- nes de vivienda en acomodaciones precarias informales y con malos servicios. Los hogares pobres urbanos emplean una parte desproporcionadamente grande de los ingresos familiares en trans- porte básico y servicios sociales y de infraestructura. Los pobres urbanos son víctimas, en des- proporción, del crimen y la violencia, lo que causa un impacto económico real en términos de ingresos perdidos y movilidad limitada. Por último, los pobres urbanos están también someti- dos a segregación residencial y discriminación, que pueden constreñir su capacidad de ganar ingresos. Aunque las tasas de vacancia urbana y los índices de pobreza han mejorado en años recientes, las ciudades y regiones metropolitanas de Colombia deben buscar activamente se- guir siendo competitivas económicamente y generar empleo de alta calidad, basado en destre- zas, accesible a los pobres urbanos. Crear acceso a refugio adecuado y económico es quizás el mayor problema individual urbano a que se enfrentará Colombia en la próxima década. El déficit combinado cualitativo y cuantitati- vo de viviendas es de más de dos millones y sigue creciendo. La administración planea eliminar el déficit cualitativo y satisfacer en forma significativa la demanda de nuevas unidades de vi- vienda para 2019, a través de un programa de subsidios en los lados de la demanda y la oferta y reformas relacionadas. Sin embargo, ambos déficit han crecido en años recientes, a pesar del programa del Gobierno y los mercados son incapaces de satisfacer la demanda de mejores y nuevas unidades de vivienda. Las restricciones en el acceso a terrenos económicos y con servi- cios en las ciudades colombianas complican también la perspectiva de lograr soluciones de alo- jamiento adecuado para los pobres. Sin mejoras fundamentales en el marco de políticas de tierra y vivienda, la presión sobre estos mercados solamente se intensificará cuando crezcan las áreas urbanas, llevando a su vez al crecimiento de asentamientos precarios informales y con malos servicios. Colombia ha tenido un buen desempeño en el agregado, en la prestación de servicios urbanos básicos, saneamiento y transporte, y tiene programas coherentes de inversión y reformas dis- puestos para atender la creciente demanda. Sin embargo, medidas agregadas de niveles de servicio en áreas urbanas con frecuencia omiten capturar desigualdades intraurbanas en acce- so, economía y ­lo más importante­ la calidad del servicio. En las próximas décadas, Colombia deberá mejorar la disponibilidad y economía de los servicios de transporte urbano para los pobres, aumentar la cobertura y calidad de una gama de servicios urbanos básicos, y mejorar la eficiencia de las instalaciones de acueductos y servicios sanitarios descentralizados. Las ciuda- des y municipios más pequeños de Colombia son los campos de batalla de la violencia y el crimen político, organizado y económico. En los últimos años se ha visto una mejora en la inci- dencia del crimen y la violencia. Una mejora en la situación de la seguridad, desde 2002, ha tenido probablemente un efecto positivo en las áreas urbanas. Entre 1993 y 2004, el índice de homicidios en Bogotá cayó drásticamente de 81,2 a 22,6 por 100.000 residentes.94 Paralelamente a las reducciones generales de homicidios, los crímenes violentos y los ataques guerrilleros y de secuestros a municipios disminuyeron 80%, entre 2003 y 2004. Adicionalmente, en 2003, aproximadamente 190 de los más de 240 alcaldes regresaron a sus municipios después de haber sido obligados a salir en 2002, debido a amenazas de grupos violentos.95 La capacidad de 94 Secretaría de Gobierno de Bogotá (2006). 95 Banco Mundial (2005b). 124 El desafío urbano de Colombia prestación de servicios urbanos básicos de los municipios ha mejorado probablemente después que los alcaldes pudieron asumir sus funciones y atender los asuntos de la administración de los servicios. No obstante, los índices de homicidio y medidas relacionadas de crimen y violencia en Colom- bia siguen estando entre los más altos del mundo, y persisten casos de violencia extrema en ciudades como Cali y Medellín. En 2004, Colombia reportó un índice nacional de homicidios de 44 por 100.000 residentes. Por consiguiente, el análisis del impacto distributivo del crimen y la violencia en Colombia demuestra que los pobres urbanos sufren, en desproporción, el impacto de homicidios y violencia doméstica.96 Colombia deberá sostener las recientes reducciones en la incidencia del crimen y la violencia y reducir la inseguridad particular a que están abocados los pobres urbanos, para asegurar que la calidad de vida de sus ciudades y poblaciones mejore en los años venideros. La capacidad de Colombia de lograr los objetivos de desarrollo nacional, en las próximas dos décadas, dependerá en gran parte de cómo pueda manejar la presión que ejercerán el creci- miento y la expansión en las ciudades y sistemas metropolitanos. Hay que plantear la cuestión de si los ciudadanos podrán asegurar un acceso a tierra urbana económica y con servicios, o las restricciones actuales sobre la tierra se intensificarán llevando a más colombianos a acomo- daciones informales sin acceso adecuado a servicios. Y también si la administración puede mo- vilizar estrategias efectivas para revitalizar los mercados de vivienda e hipotecarios para resolver la escasez de acceso a vivienda nueva y mejor. De manera semejante, habrá que cuestionar si los programas de reforma e inversiones pueden movilizarse para lograr el acceso universal a servi- cios económicos de agua potable, sanitarios y de transporte urbano. En forma más amplia, ¿cómo permanecerán siendo competitivas las ciudades colombianas, cómo generarán empleos de alta calidad y cómo reducirán la vulnerabilidad de sus pobres al crimen y a la violencia? Para en- frentarse a estos problemas asociados al crecimiento urbano será necesaria una visión consoli- dada a largo plazo centrada en áreas decisivas de reforma de políticas y un programa integrado a mediano plazo de inversiones. En el resto de esta Nota sobre políticas se analizan estos desafíos y se proporciona una guía sucinta sobre cómo puede la administración consolidar las reformas existentes, e introducir nuevas estrategias para revitalizar los mercados de la tierra y la vivienda, mejorar notoria- mente la prestación de servicios urbanos y fortalecer la gobernabilidad urbana. En la Nota no se tratan los temas de competitividad económica, prevención de crimen y violencia e inclu- sión social, ya que se tratan en otras notas de esta serie. En la tercera sección de ésta se presenta una visión general de las políticas administrativas sobre estos sectores centrales. En la cuarta se analiza con mayor detalle el desempeño reciente de Colombia en estos sectores y se identifican áreas fundamentales de reformas adicionales y de inversiones. Por último, en la quinta sec- ción, se consolidan las recomendaciones a la administración que pueden asistir al Gobierno nacional y a los gobiernos municipales para responder y aprovechar las oportunidades que presenta la urbanización, para reducir la pobreza y mejorar la calidad de vida de los pobres urbanos. 96 Ver Gaviria y Vélez (2001). 125 Invertir en la gente Políticas de la administración El gobierno del Presidente Álvaro Uribe Vélez presentó en agosto de 2005 el documento Visión Colombia II Centenario: 2019.97 Este documento constituye una visión amplia a largo plazo del país basada en el análisis técnico y el diálogo nacional extenso con partidos políticos, académicos, sindicatos, expertos técnicos, representantes regionales y ciudadanos. Visión 2019 está organizado alrededor de cuatro amplios objetivos y 17 estrategias básicas que deben ejecutarse con éxito para lograr la visión. Una de estas estrategias es crear ciudades habitables ­o ciudades amables. En esta estrategia se reconocen los desafíos importantes asociados con la disponibilidad de tierras urba- nas económicas, la creación de vivienda económica, mejoras en la prestación de los servicios de agua potable y sanitarios y mejoras en la economía y disponibilidad de transporte urbano. Con base en esta valoración, la administración ha articulado 13 objetivos primordiales con indicadores específicos. En el cuadro 7.3 se resumen la visión de la administración para el desarrollo urbano sostenible y los objetivos esenciales cuantitativos y cualitativos para 2010 y 2019.98 Cuadro 7.3. Objetivos y metas de la estrategia de ciudades habitables, Visión 2019 Objetivo Situación actual Objetivo 2010 Objetivo 2019 Objetivo 1: Aumentar el acceso a 4 m2/habitante. 6 m2/habitante. 10 m2/habitante. espacios públicos en ciudades con más de 100.000 habitantes. Objetivo 2: Lograr uso eficiente Uso anual de la tierra Ahorro de 8.600 ha de Ahorro de 25.000 ha de de tierras urbanas y ahorrar para de 2.500 ha. tierra. tierra. usos públicos el 50% de la nueva tierra urbana a través de expansión. Objetivo 3: Lograr la 1.003 municipios con 20 Osmis ya son Uso eficiente de los POT administración eficiente del POT. bancos de bienes raíces para manejar la oferta desarrollo urbano. 3 Observatorios de en línea. de tierras. tierra (Osmis). Sistemas de catastro 55 Osmis en línea. 3 bancos de bienes y registro de tierras 55 bancos de bienes raíces. integrados en todo raíces en Diseñar sistemas de el país. funcionamiento. catastro y registro de tierras. Objetivo 4: Reducir la formación Déficit cuantitativo de 1 millón de viviendas 3,9 millones de de nuevos acomodamientos 19,4%. nuevas. viviendas nuevas. informales. Déficit cuantitativo de Déficit cuantitativo de 19,0%. 12,3%. Objetivo 5: Mejorar condición de Déficit cuantitativo de 240.000 hogares 804.000 hogares los hogares en acomodaciones 10,0%. mejorados. mejorados. informales. Déficit cuantitativo de Déficit cuantitativo de 6%. 0%. 97 Ver http://www.dnp.gov.co/paginas_detalle.aspx?idp=366. 98 DNP (2005). 126 El desafío urbano de Colombia Objetivo Situación actual Objetivo 2010 Objetivo 2019 Objetivo 6: Aumentar la Deuda hipotecaria/ Deuda hipotecaria/ Deuda hipotecaria/ intermediación financiera en el PIB: 5,9%. PIB: 6,2%. PIB: 1297. sector de vivienda. Promedio LTV: 20% Promedio LTV: 40%. Promedio LTV: 63,9%. a 25%. Desembolsos/PIB: 1,3%. Desembolsos/PIB: Desembolsos/PIB: 0,5%. 2,35%. Objetivo 7: Hacer el sector de la El MAVDT inicia Red Nacional de construcción eficiente y implementación de la Información, políticas competitivo. Red Nacional de de garantía Información con el y estándares de calidad. módulo SFV. Objetivo 8: Aumentar la Suministro de agua Suministro de agua Suministro de agua cobertura de servicios urbanos de potable urbana: 97,4%. potable urbana: 98,5%. potable urbana: 100,0%. agua potable y sanitarios. Alcantarillado urbano: Alcantarillado urbano: Alcantarillado urbano: 90,2%. 94,5%. 100,0%. Objetivo 9: Aumentar la Suministro rural de Suministro rural de Suministro rural de cobertura de servicios rurales de agua potable: 68,6%. agua potable: 75,1%. agua potable: 82,2%. agua potable y sanitarios. Sanidad rural: 57,9%. Sanidad rural: 65,5%. Sanidad rural: 75,2%. Objetivo 10: Tratar el 50% de 8% tratadas. 30% tratadas. 50% tratadas. aguas negras. Objetivo 11: Recolectar Menos de 50%. 100% recolectado y 100% recolectado y adecuadamente y desechar 100% desechado. desechado. de desperdicio sólido en áreas urbanas para 2010. Objetivo 12: Apoyar la adopción Proyecto piloto en el 103 ciudades pequeñas 287 ciudades pequeñas de modos alternativos de municipio de Funza con "planes de con "planes de transporte en ciudades de menos (Cundinamarca). movilidad". movilidad". de 300.000 habitantes. Objetivo 13: Implementar Avances en los Sistemas de tránsito Sistemas de tránsito sistemas de tránsito masivo en proyectos de 8 masivo integrado masivo integrado en 9 ciudades de más de 600.000 ciudades a nivel operativos en 9 ciudades mantenidos habitantes. nacional. ciudades. adecuadamente. La estrategia de la administración para crear ciudades habitables examina exhaustivamente los problemas críticos del sector, y esboza una serie de reformas propuestas a políticas e inter- venciones en programas cuyo propósito es capacitar a la administración para cumplir los objetivos del sector a corto y mediano plazo.99 Esta nota se basa en este marco estratégico integral esbozado por la administración, y en ella se examinan con mayor detalle los temas de tierra y vivienda, servicios de agua potable y sanitarios, y transporte urbano, con el propósito de ofrecer una serie de recomendaciones en cada sector que puedan servir para enfocar me- jor y profundizar la estrategia de la administración, y superar obstáculos importantes en el proceso de reforma. 99 Ver http://www.dnp.gov.co/paginas_detalle.aspx?idp=846. 127 Invertir en la gente Servicios de vivienda, tierra e infraestructura para los pobres. Disposición asequible a vivienda y tierras La producción de vivienda en Colombia está bastante retrasada con respecto a la formación de hogares. Se estima que el déficit acumulado cualitativo y cuantitativo de vivienda sobrepasa los 2,3 millones de unidades, de las cuales el déficit cuantitativo es de aproximadamente 1,5 millo- nes y el cualitativo de más de 0,8 millones. En resumen, el déficit acumulado es del 31% de todos los hogares. Adicionalmente, se estima que el sector formal de la vivienda satisface actual- mente sólo el 51% de la demanda anual de vivienda por nueva formación de hogares. De he- cho, la tasa de producción nueva de vivienda por 1.000 habitantes en Colombia es sólo de 2,0, muy por debajo del promedio global de 6,5 unidades de vivienda por 1.000 habitantes. Gráfico 7.1. Déficit cuantitativo de vivienda Gráfico 7.2. Déficit total de vivienda 8.000.000 7.732.168 2.500.000 2.333.108 7.500.000 2.000.000 802.108 7.000.000 1.531.237 6.500.000 6.200.929 1.500.000 6.000.000 5.050.000 1.000.000 1.531.237 5.000.000 5.000.000 4.500.000 4.000.000 0 Hogares Viviendas Fuentes: DNP (2005) con base en datos del DANE. Fuentes: DNP (2005) con base en datos del DANE. La falta de acceso a vivienda adecuada es previsiblemente aguda para los pobres y los de medianos ingresos. En un análisis de la demanda y oferta de vivienda en 17 ciudades colombianas se encontró que sólo el 49% de todos los hogares de los tres últimos rangos de ingreso poseían o estaban en proceso de obtener propiedad de unidades de vivienda, mientras un adicional 34% de los hogares alquilaban o subalquilaban vivienda. Los pobres dependen, en general, de construc- ción incremental de unidades informales, en vez de ingresar al mercado de alquiler. La calidad de la construcción de unidades informales o de autoconstrucción está con frecuencia por debajo de los estándares básicos. Se estima que el 24% de la vivienda nacional era inadecuado en términos de la calidad de construcción, el número de habitaciones o el acceso a los servicios básicos.100 Esta última categoría de vivienda informal y de baja calidad representa un mercado importante para la construcción incremental y la financiación, que no está satisfecho actualmente. El problema de satisfacer la demanda de vivienda nueva y mejorada no hará más que intensifi- carse en los próximos años. Dados el lento ritmo de la construcción de vivienda social y el crecimiento de la población urbana, es probable que el porcentaje de hogares urbanos que vi- 100 CEDE (2005a). 128 El desafío urbano de Colombia ven en asentamientos informales aumente en relación con la cifra actual de 16%. Se estima que entre 2004 y 2019 se formarán más de 3,95 millones de nuevos hogares en áreas urbanas. Para satisfacer esta demanda, el sector de la vivienda tendrá que generar aproximadamente 263.000 nuevas unidades anualmente, sin contar el déficit cuantitativo existente de más de 1,5 millones. Este problema es considerable, dado que en 2003 el sector de la vivienda sólo pudo generar aproximadamente 91.000 unidades nuevas, lo que llevó a aumentar el número de hogares sin acceso a vivienda formal y sumarse a la cantidad de viviendas informales. Del aumento proyec- tado en formación de nuevos hogares se estima que más de 2,1 millones de estos hogares serán candidatos para vivienda de interés social (VIS). El gobierno ha hecho progreso importante para apoyar la construcción de VIS y dirigir las nuevas construcciones a los colombianos más pobres. La construcción anual promedio de VIS entre 2002 y 2006, el período del primer gobier- no de Uribe, fue aproximadamente 20% mayor que el mismo promedio durante la administra- ción política anterior. Adicionalmente, la construcción nueva de VIS entre el segundo trimestre de 2005 y el primero de 2006 es 20% más que en el mismo período un año antes.101 Cuadro 7.4a. Unidades de vivienda terminadas, 2004-06 Trimestres Tipos de unidades de vivienda II/2004-I/2005 II/2005-I/2006 Variación (porcentaje) VIS 28.895 29.297 1,39 No VIS 44.543 50.287 7,82 Total 73.438 79.484 8,37 Cuadro 7.4b. Unidades de vivienda de interés social terminadas Período anual - trimestres Unidades II/2001 - I/2002 33.312 II/2002 - I/2003 42.339 II/2003 - I/2004 38.802 II/2004 - I/2005 28.895 II/2005 - I/2006 29.297 Fuente: Censo de edificaciones del DANE (1er. trim. 2006). Aunque se trata de un avance importante, los datos recientes sobre nuevas construcciones de vivienda sugieren que se requiere mayor progreso. En el cuadro 7.4a se presentan datos de nuevas unidades de vivienda terminadas entre 2004 y 2006 en las siete principales áreas metro- politanas de Colombia. En un período de cuatro trimestres, entre principios de 2004 y 2006, el total de nuevas construcciones de viviendas subió 9% con aproximadamente 79.000 unidades terminadas.102 En estos datos es de interés particular que la construcción de VIS experimentó un crecimiento mucho más lento que la de otros tipos. En el cuadro 7.4b se examinan datos de 101 DANE (2006). 102 DANE (2006). 129 Invertir en la gente construcción de VIS entre 2001 y 2006, y se demuestra que, a pesar de una construcción de VIS fuerte en 2002-2003, este tipo de construcción no ha mantenido el paso de la mayor demanda. La financiación hipotecaria para construcción de vivienda nueva con mucha frecuencia no es una solución económica para los pobres. En un análisis reciente de la posibilidad de financiar cons- trucción de vivienda nueva en Bucaramanga, Bucaramanga metropolitana y Cartagena, se en- contró que los hogares de los estratos de ingreso 0 a 3 no pueden tener acceso al servicio de una hipoteca estándar para la construcción de una casa nueva. El costo promedio de una vivienda del sector formal se estimó entre US$7.000 y US$9.000 para esas áreas, con un pago hipotecario estimado entre US$90 y US$115 por mes.103 El ingreso familiar total mensual mínimo requerido para pagar adecuadamente este préstamo sería de aproximadamente US$275 y US$350, o entre 2,0 y 2,5 veces el salario mínimo. En el cuadro 7.5 se presentan los resultados para el análisis. El ingreso familiar en los estratos 0 y 1 va de 0,59 a 0,92 salarios mínimos mensuales. La posibilidad no mejoró en forma significativa para hogares de los estratos 2 y 3, en los que el ingreso iba de 0,97 a 1,4 salarios mínimos por mes.104 La incapacidad de los hogares de menores ingresos para pagar hipotecas por soluciones de vivienda formales sugiere que estos consumidores se inclina- rían cada vez más a buscar soluciones incrementales e informales de vivienda. La administración debe considerar profundizar el apoyo a soluciones incrementales de vivienda, mediante subsi- dios disponibles más ampliamente y dirigidos más en forma efectiva, y de programas innovadores de apoyo a la construcción y venta de materiales. Cuadro 7.5. Posibilidad de financiación de vivienda formal para los pobres Bucaramanga y Cartagena Ingreso Ingreso Ingreso Ingreso mensual mensual requerido mensual promedio mensual promedio promedio en Cartagena Estrato para solución formal en Bucaramanga en Bucaramanga pen salarios mín. de ingresos (salarios mín.) (salarios mín.) Met. (salarios mín.) (variación porcentual) 0 2,0-2,5 0,68 0,59 0,59 1 2,0-2,5 0,92 0,73 0,75 2 2,0-2,5 1,01 0,97 1,02 3 2,0-2,5 1,28 1,31 1,40 Fuentes: CEDE (2005b). Colombia cuenta con un sistema innovador de subsidios que aspira a mejorar el acceso a vivienda adecuada, pero su uso se ha estancado en años recientes. En el cuadro 7.6 se muestra que entre 1991 y 2006 el Gobierno ha provisto más de 1,4 millones de subsidios para construcción de nuevas viviendas, compra de vivienda y mejoras incrementales. Sin embargo, el ritmo de los subsidios ha disminuido seriamente desde mediados de los años noventa, y la financiación es todavía pequeña en comparación con otros países con programas más exitosos de subsidios. Por ejemplo, mientras Chile gasta anualmente en el orden del 1% del PIB en subsidios de vi- 103 Los cálculos se basan en un paquete de financiación competitivo con 20% de cuota inicial y financiación a 180 meses con intereses de 1,5% mensual. 104 CEDE (2005b). 130 El desafío urbano de Colombia Cuadro 7.6. Subsidios totales de vivienda Año Subsidio Año Subsidio 1991 26.530 1999 49.978 1992 70.506 2000 58.175 1993 118.468 2001 80.537 1994 161.347 2002 60.478 1995 149.592 2003 59.185 1996 135.811 2004 89.231 1997 125.494 2005 106.175 1998 67.228 2006 102.200 vienda, Colombia gasta 0,16%.105 El rendimiento del programa de subsidios ha mejorado en los últimos años con mayor enfoque en subsidios para construcción de vivienda nueva en oposi- ción a los de mejoras incrementales, que era la política entre 1994 y 1998. Aproximadamente, 330.000 subsidios se aprobaron entre agosto de 2003 y febrero de 2006.106 A pesar del mejor desempeño, el programa de subsidios no ha sido capaz de satisfacer toda la demanda para asistencia de vivienda complementaria. La administración actual ha reconocido estas insufi- ciencias en la financiación de los subsidios y ha incrementado la financiación del presupuesto de 2007 para los programas de subsidio del SFV y Fovivienda en un 70%. La evidencia sugiere que aunque los pobres tienen acceso a subsidios para vivienda social, muchos no lo solicitan. En un análisis de demanda y oferta de vivienda en 17 ciudades se halló que era más probable que los hogares pobres solicitaran y recibieran asistencia para vivienda. Este re- sultado sugiere que el sistema de subsidios no discrimina contra los pobres. No obstante, exis- ten obstáculos paralelos para el acceso y la utilización de los subsidio. Solamente el 60% de todos los hogares de los estratos de ingreso 0 a 3 que participaron en el estudio habían solicitado subsidio de VIS de las en promedio 74% de las solicitudes que se aprobaron. Los hogares que no solicitaron los subsidios citaron una cantidad de razones que incluían preocupaciones sobre las tasas de interés y la probabilidad de tener acceso a crédito complementario. Adicionalmente, los solicitantes a quienes se aprobó la solicitud provenían, en desproporción, de los rangos altos de ingresos ­dentro del mismo estrato de ingresos­ y tenían más probabilidad de tener empleo formal, en oposición al informal. De esos solicitantes, más del 12% no utilizó el crédito porque no podía tener acceso a crédito complementario.107 La revitalización del sector de financiación de vivienda tendría un gran impacto en la oferta de unidades de vivienda. Aunque la financiación hipotecaria no basta para eliminar el déficit de vivienda, un mayor flujo de financiación para compras y renovaciones contribuiría en forma significativa a la estabilidad y crecimiento del sector financiero, al crecimiento económico gene- ral y a la reducción de la pobreza. Sin embargo, para que funcione la financiación hipotecaria para los pobres urbanos se necesitará complementarla con subsidios mejor dirigidos. 105 Si se incluyen los subsidios proporcionados por las Cajas de Compensación y el Fondo Nacional del Ahorro, la proporción subiría a 0,35% del PIB. 106 Ver comunicado de prensa del MAVDT, de 4 de abril de 2006 (http://www.minambiente.gov.co/noticias_home_2006/abril/ 040406_camacol/caracol.htm). 107 CEDE (2005a). 131 Invertir en la gente En el despertar de la crisis financiera de 1998, el Gobierno reestructuró con éxito la industria financiera y, como resultado, los prestamistas hipotecarios sobrevivientes son ahora más salu- dables y en su mayor parte más diversificados; han desarrollado negocios de préstamos al con- sumidor y comerciales. Titularizadora Colombiana ha sido pionera en la emisión regular de valores respaldados con hipotecas, ofreciendo una importante herramienta de financiación y gestión de riesgo a prestamistas. Sin embargo, el menor volumen de préstamos hipotecarios nuevos que siguió a la crisis se ha limitado a los rangos superiores de ingreso, debido en parte a los altos costos fijos de construir una unidad de vivienda y de los préstamos. No obstante, como un todo, la financiación de vivienda se ha encogido a un ritmo sorprendente desde 1999. La cartera hipotecaria del país cayó considerablemente entre 2000 y 2004, de 12% del PIB antes de la crisis, a 5,9% del PIB.108 El sector hipotecario colombiano, que fue en un tiempo líder en América Latina en términos de volumen, es ahora más pequeño en relación con el PIB que el de Chile (12%) o el de México (8,8%), y mucho más pequeño que el 50% del PIB típico de América del Norte y Europa occidental. El crecimiento reciente de la construcción ha sido para hogares atractivos a clientes sofisticados, financiados con ahorros locales y entradas de capital más que con créditos. La administración ha emprendido varias iniciativas importantes, aunque en último término limitadas, para estimular un mayor compromiso del sector financiero en la financiación de vivienda, a fin de reducir el déficit de ésta. Entre ellas están: i) eliminación de obstáculos en la entrega de subsidios, de modo que mayor cantidad de familias puedan tener acceso al crédi- to; ii) un programa de préstamos hipotecarios, prometedor pero limitado severamente, de las Cajas de Compensación. Sin embargo, a pesar de estos esfuerzos, queda un déficit anual de producción de entre 60.000 y 80.000 unidades. Muy pocos créditos llegan a hogares del sector informal, que representa más del 60% de los hogares de bajos y moderados ingresos. Topes a las tasas de interés impuestos por la Corte Constitucional impiden a los prestamistas fijar precios para compensar completamente el riesgo de los préstamos a hogares de ingresos bajos y moderados. El banco central ha mantenido el límite de las tasas de interés en el 11% para los préstamos de VIS y en 13,9% para los de otras clases. Como la inflación ha caído, se ha posibili- tado un negocio rentable distinto al de VIS dentro de este límite, siendo iguales los demás facto- res. Como resultado, la producción de créditos para fines distintos a VIS ha subido a niveles comparables a los de principios del decenio de 1990. En forma semejante, recientemente, se ha considerado que las tasas caerán lo bastante para que los topes a los préstamos de VIS no limi- ten el potencial de negocio rentable de VIS. No obstante, el riesgo continuo de que el banco central reduzca más los topes, de modo que reflejen las condiciones modificadas, actúa como desincentivo para que los prestamistas le sirvan al segmento de VIS. Los riesgos legales en tres formas generales siguen moderando la confianza de los prestamistas hipotecarios. En primer lugar, entre los prestamistas hipotecarios persiste la percepción de que el banco central reduzca más la tasa de interés. Éstos temen que si se redujeran los topes, la Corte Constitucional pueda exigir que se revalúen todos los créditos existentes, como lo hizo en la redenominación de la UVR en 1999, con costos sustanciales para los prestamistas. Aunque exista esa percepción, el Gobierno ha expresado que una potencial baja de los topes de las tasas 108 Los datos se basan en cifras de junio de 2000 y diciembre de 2004. 132 El desafío urbano de Colombia de interés por parte del banco central no exigiría una revaluación de la cartera existente de préstamos. En el caso anterior, la revaluación se relacionó con el hecho de que la fórmula del Upac se calculaba con variables distintas a la inflación. En segundo lugar, queda un riesgo judicial asociado con el tiempo relativamente largo para ejecutar una hipoteca incumplida. La Ley 794 de 2003 redujo el tiempo de ejecución y de- sahucio en un estimado de tres años. Sin embargo, el tiempo esperado actual para ejecu- ción y desahucio de 675 días hábiles es alto y presenta un costo alto para los prestamistas. Como un esfuerzo para equilibrar sus derechos, debe fijarse un período de cuatro a seis meses desde el momento de incumplimiento, manteniendo a la vez una protección adecua- da y los derechos de apelación para el prestatario de la hipoteca. Es posible acortar el proce- so actual en varias formas, que incluyen la reducción de: i) el período inicial de notificación al prestatario de la decisión judicial de 323 días estimados; ii) el tiempo requerido para tasar la propiedad, de 46 días; iii) el tiempo para la subasta judicial de la propiedad, que actual- mente es de 113 días. En tercer lugar, los prestamistas hipotecarios están limitados por restricciones de diseño de producto según la Ley 546 de 1999 que, entre otras cosas, declara ilegales los créditos en pesos con tasas de interés flotantes, que pueden constituir un producto útil para hogares de bajos ingresos en el actual entorno de baja inflación. Como resultado de esta y otras restricciones, en lugar de obtener hipotecas, las personas de ingresos moderados pueden prestar en pesos a períodos de menos de cinco años para complementar sus ahorros y comprar apartamentos. Los de bajos ingresos y empleados de manera informal están excluidos efectivamente de los servi- cios financieros del sector formal. No obstante, se ha notado un progreso reciente en estos cam- pos cuando los prestamistas hipotecarios han empezado, iniciando en 2006, a ofrecer préstamos a largo plazo a tasas fijas de interés a prestatarios de ingresos medios. Los numerosos subsidios tributarios para la financiación de vivienda demandan un mejor direccionamiento. Los subsidios tributarios dirigidos a hogares de mayores ingresos producen en teoría un beneficio neto positivo para la economía, al catalizar la demanda para vivienda que no es VIS, generando existencias de viviendas nuevas, creando empleo y actividad económica en sectores relacionados con la construcción y aumentando los ingresos tributarios en los ámbi- tos nacional, departamental y local. Está en marcha un análisis empírico sobre los beneficios netos de estos subsidios y el MAVDT y el DNP están colaborando actualmente en un estudio formal de costo-beneficio sobre estos instrumentos de subsidio tributario. Sin embargo, estos subsidios para hogares de ingresos medios-altos y ricos absorben también recursos fiscales y reducen la cantidad de financiación disponible para subsidios dirigidos a los residentes de in- gresos bajos que no pueden tener acceso a soluciones de vivienda basadas en el mercado. Di- chos subsidios ­a pesar de su impacto anticipado hacia abajo en la economía­ tienen el efecto de estimular una mayor desigualdad en el sistema de subsidios y crean también distorsiones de mercado. Sería útil una revisión completa del sistema de subsidios en la que se exploren alter- nativas para estructurar mejor el direccionamiento de los subsidios, de modo que sean más equitativos y causen menores distorsiones en el mercado. Para aumentar la eficiencia de los subsidios tributarios para préstamos hipotecarios probable- mente se requerirá su reestructuración para: i) eliminar los beneficios para hogares ricos; y ii) beneficiar directamente a los hogares pobres a la luz de las restricciones impuestas por la Corte Constitucional a préstamos de VIS. Esos beneficios varían a lo largo de la cadena de valores 133 Invertir en la gente hipotecarios, desde exenciones para los ahorradores que benefician en forma aplastante a quie- nes ganan altos ingresos, hasta exenciones sobre intereses ganados en valores respaldados por hipotecas. Los subsidios tributarios deben eliminarse para cuentas de ahorros de vivienda. La alta demanda de inversionistas indica que la reducción de impuestos a valores respaldados por hipotecas con garantía de préstamos de vivienda distinta a VIS no se requiere para estimular este mercado. Para estimular el préstamo de VIS, el Gobierno puede considerar ofrecer subsi- dios a prestamistas que los compensarían por los costos de efectuar préstamos de VIS, como se ha hecho en Chile. En este contexto, el Gobierno puede considerar la expansión de la oferta de productos de segu- ro de incumplimiento de hipotecas para VIS. Fogafin, el Fondo Nacional de Garantías, y Tituladora, tienen experiencia con el comportamiento de préstamos de VIS e información sobre ellos. Un producto de seguros de incumplimiento de hipotecas disponible para cualquier crédi- to de interés social permitiría una relación mayor préstamo/valor y reduciría el riesgo de los prestamistas comerciales. A dicho producto se le debería fijar un precio que ofreciera el rendi- miento del mercado sobre el capital, dadas las expectativas razonables de pérdida. La experien- cia internacional de los Estados Unidos, Canadá y México (a corto plazo) ha demostrado que la experiencia de agencias oficiales en la provisión de productos de seguros hipotecarios estimula la entrada del sector privado en este mercado. Los prestamistas de microcréditos están dispuestos a satisfacer las necesidades del sector informal de instrumentos más flexibles dirigidos a la vivienda incremental. Prestamistas de microcréditos no regulados son todavía la única fuente de legal de crédito para la mayoría de los hogares informales. Como los de otros países, estos prestamistas ajustan sus productos de crédito y métodos de recaudo a los ingresos y a las condiciones de vida de los hogares informales de bajos ingresos, y han mantenido bajas las tasas de incumplimiento. El Gobierno debe examinar formas de asegurar que los prestamistas de microcréditos operen en forma prudente finan- cieramente y tengan acceso a fondos a largo plazo para aumentar sus programas en forma gradual, sin perder las ventajas de su modelo de negocios. Por ejemplo, la Ciudad de Bogotá estima que 300.000 viviendas informales se beneficiarían con créditos de mejoramiento a corto plazo que les permiten cumplir estándares sísmicos y otros estándares estructurales. La admi- nistración tiene un programa exitoso de garantías que ha llevado a los bancos comerciales a financiar préstamos a microempresas, y debería considerar adaptar este programa a préstamos de renovación de vivienda. El acceso a una vivienda económica está restringido adicionalmente por la combinación de una regulación y planeación deficientes del uso de la tierra, capacidad limitada de gobernabilidad intramunicipal y metropolitana y oferta decreciente de terrenos con servicios en ciertos centros urbanos. En un análisis de los patrones de uso de la tierra en cinco ciudades grandes colombia- nas, realizado en 2003, se determinó que la tierra disponible para la formación de nuevas unida- des de vivienda está altamente restringida, obstruyendo un cambio mayor en los patrones de densificación. El cuadro 7.7 sugiere que, con base en el POT de cada ciudad, la tierra urbana disponible para construcciones nuevas es limitada. Con base en el aumento proyectado de vi- viendas, se estima que la nueva tierra disponible se agotaría en Bogotá en el término de cuatro años y en las cinco mayores áreas en seis años.109 La capacidad de expandir los límites urbanos 109 DNP (2004). 134 El desafío urbano de Colombia Cuadro 7.7. Disponibilidad de tierra en cinco grandes centros urbanos Tierra urbana de uso Tierra urbana disponible Unidades potenciales Ciudad residencial (Ha) para uso residencial (Ha) de vivienda Bogotá 20.409 2.058 205.800 Cali N/D 1.600 160.000 Medellín 7.640 519 51.900 Bucaramanga 1.914 107 10.700 Barranquilla 2.318 947 94.700 Total 32.281 5.231 552.400 Fuente: DNP (2004). está restringida en muchas ciudades por barreras físicas, precios prohibitivamente altos de te- rrenos periféricos cerca de ciertas aglomeraciones urbanas, costos altos asociados con la exten- sión de infraestructura básica a esas áreas, y falta de mecanismos coordinados en un área metropolitana, para adquirir sistemáticamente y prestar servicios a áreas de la periferia urbana. La falta de planeación adecuada y la regulación de la expansión urbana han llevado a una rápida expansión o suburbanización de las ciudades en periferias, con un deterioro paralelo de centros urbanos. La localización y las actividades comerciales y minoristas en antiguas zonas residenciales, bordeando los centros urbanos históricos, ha dado como resultado un patrón de densificación no planeado de ciertas zonas o secciones incapaces de satisfacer estas nuevas e intensificadas demandas en infraestructura en proceso de envejecimiento y subdimensionada. La expansión no planeada de las ciudades implica también costos económicos reales, en térmi- nos de costos de mantenimiento altos de la infraestructura pública, mayor congestión de tráfico y mayores costos de transporte. Una restricción importante para la gestión del uso más eficiente de la tierra en grandes áreas metropolitanas incluye la dificultad de lograr coordinación en la planeación y regulación de los municipios. Dentro del marco legal actual, las instituciones de áreas metropolitanas deben aten- der las necesidades de infraestructura y servicios básicos urbanos para los municipios. Sin em- bargo, las áreas metropolitanas no constituyen jurisdicción política o administrativa con acceso a una base flotante de ingresos o a una fuente previsible de transferencias. Por ello, las institu- ciones metropolitanas dependen en buena medida de la coordinación voluntaria y son vulne- rables a la volatilidad de la toma de decisiones políticas. La ausencia de incentivos claros para la coordinación causa un impacto significativo en la capacidad de planear con efectividad y de regular el uso de la tierra en la región metropolitana. La administración cuenta con un marco legal para facilitar la planeación más efectiva del uso de la tierra y la regulación en los municipios. La Ley 388 de 1997 prepara un marco regulador integral para la planeación urbana y el desarrollo de la tierra mediante la planeación territorial, integrada en el ámbito municipal. La ley se dirige a facilitar un enfoque contemporáneo de planeación territorial por medio del cual los municipios se concentren en prioridades de uso estratégico de la tierra a mediano plazo. Más del 94% de los municipios han preparado y apro- bado el POT a la fecha. Sin embargo, se reconoce que muchos de estos planes no se están 135 Invertir en la gente implementando, y la mayoría no sirven como guía verdadera para la planeación espacial muni- cipal. Se necesitan básicamente nuevas estrategias y enfoques, reformas en regulaciones básicas, me- jores instrumentos de planeación de uso de la tierra y un enfoque más fuerte en la capacidad municipal y la coordinación metropolitana, para que Colombia mejore el acceso a tierra econó- mica para los pobres. La planeación del uso de la tierra a través de los POT deberá enfocarse cada vez más en objetivos estratégicos e iniciativas audaces para mejorar el acceso a tierra eco- nómica. Estas estrategias pueden incluir adquisición organizada y extensión de servicios a te- rrenos periféricos urbanos, renovación y redesarrollo de zonas urbanas en deterioro, haciendo énfasis en crear acceso a refugios económicos, despojando al Estado del interés en tierras públi- cas para uso en la creación de vivienda de interés social, según las provisiones de la Ley 708 de 2001, y densificación dirigida mediante impuestos a la propiedad e incentivos relacionados. Adicionalmente, se necesitará mayor capacidad municipal y utilización de mejores herramien- tas de gestión de uso de la tierra. Se requiere con suma urgencia la asistencia técnica para mejo- rar destrezas en planeación, e integrar el uso de nuevas herramientas en el ámbito municipal. Esta asistencia podría incluir medidas para acelerar el cumplimiento de la Ley 388, continuar esfuerzos de titulación de tierras, fortalecer y actualizar el catastro, y transferir tecnología entre municipios de iniciativas existentes, tales como la base de datos de tierras (Observatorios del Suelo y del Mercado Inmobiliario, OSMI), creados con éxito en Medellín. Agua potable y servicios sanitarios Colombia ha hecho un progreso impresionante en la expansión de los servicios de agua potable y servicios sanitarios en áreas urbanas en los últimos años. El nivel actual de acceso en áreas urba- nas es de 97% para agua potable y de 90% para alcantarillado. La calidad y la cobertura de servi- cios de agua potable y sanitarios han sido sólidas en las mayores ciudades de Colombia (Bogotá, Medellín, Cartagena, Barranquilla, Bucaramanga), que atienden a una población de unos 12 mi- llones de habitantes, si bien todavía se requieren mejoras en eficiencia.110 Los niveles de cobertura general de Colombia son de 10% a 15% más altos que los de otros países comparables en su rango de ingresos, y mayores que los de países más ricos de la región, inclusive México.111 No obstante, estadísticas agregadas de cobertura para agua potable y servicios sanitarios en áreas urbanas ocul- tan con frecuencia debilidades importantes en la calidad del servicios, que los pobres y los que viven en asentamientos informales urbanos experimentan en desproporción. A pesar de un desempeño general fuerte, quedan problemas por resolver en el mejoramiento de acceso para los pobres urbanos. Los problemas básicos del sector incluyen deficiente desempeño en servicios, en particular en ciudades medianas y municipios más pequeños, altas necesidades de inversión y necesidad de mejor eficiencia y transparencia en el proceso de asignación de subsidios, subsidios muy limitados e ineficaces para los pobres, baja cobertura de tratamiento de aguas negras y, a pesar de un sofisticado sistema regulador nacional, necesidad de mejorar el control y la evaluación del desempeño de las empresas de servicios públicos, y de adaptar las intervenciones del sector para estimular mejoras operativas a las empresas locales. 110 Cali representa un valor atípico entre las mayores ciudades de Colombia, en el sentido de que su comportamiento en servicios de agua potable y sanitarios ha sido mixto en los años recientes. 111 Banco Mundial (2004). 136 El desafío urbano de Colombia Cuadro 7.8. Continuidad del servicio de agua, por regiones, 2003 (porcentajes) Año Atlántica Oriental Central Pacífica Bogotá Antioquia Valle del Cauca Total 1997 48,3 61,7 75,6 65,1 79,9 84,1 93,2 71,4 2003 56,7 76,8 88,3 73,0 97,4 96,2 92,7 82,6 Fuente: ECV (2003). El desempeño de los servicios ha sido mixto en municipios más pequeños, con frecuencia muy rezagado en objetivos de cobertura y calidad. La causa principal del deficiente desempeño de los servicios, en particular en municipios pequeños y rurales de menos de 50.000 habitantes es la capacidad inadecuada de gestión, que a menudo es resultado de la intervención política en la administración. Ese desempeño deficiente se refleja en la calidad comparativamente más baja de los servicios suministrados y en inadecuados sistemas comerciales, baja facturación y recau- do, y mantenimiento inadecuado. La cobertura ha mejorado en años recientes tanto en las áreas urbanas de Colombia como en las rurales. No obstante, existen importantes brechas de cobertu- ra entre las principales áreas metropolitanas del país y las ciudades más pequeñas y las áreas rurales. En 2003, se informaron los niveles de cobertura general de acceso a servicios de agua potable y sanitarios en áreas urbanas de 97,4% y 90,2%, respectivamente. Los índices de cober- tura rural de los mismos servicios fueron 66,0% y 57,9%, respectivamente. Además, los índices de cobertura no reflejan la calidad real del servicio.112 Datos de 2003 sobre la continuidad del servicio de agua medido por suministro de 24 horas, presentados en el cuadro 7.8, varían en forma considerable a través de las principales regiones de Colombia. Sin embargo, es importan- te anotar que los mismos datos demuestran una convergencia en la calidad del servicio en años recientes en todo el país, ganando terreno las regiones rezagadas. El Gobierno deberá reforzar estas tendencias mediante un enfoque continuo en el desempeño del servicio en las regiones rezagadas. Estos datos indican que: i) el desempeño de los servicios en el país, en promedio, es menos que satisfactorio; ii) en municipios medianos y pequeños es deficiente; iii) hay grandes disparidades entre las ciudades mayores y el resto del país; las ciudades mayores presentan indicadores operativos de eficiencia razonables y los municipios más pequeños indicadores operativos y financieros muy débiles. El deficiente desempeño de los servicios en ciudades pequeñas y medianas causa un impacto importante en los pobres urbanos, pues esas áreas suelen tener mayores índices de pobreza urbana que los principales centros urbanos de Co- lombia. Colombia ha contado con un marco de alta descentralización en el sector de agua potable, des- de 1986. La descentralización del sector ha conducido a la proliferación de más de 1.300 instala- ciones de servicio de agua potable y sanitarios en el país, que se pueden diferenciar en dos segmentos de mercado amplios. Las 40 mayores empresas de servicios municipales atienden a más del 70% de la población urbana, o el 55% de la población nacional. La atomización de los restantes proveedores de servicio ha llevado a pérdidas sustanciales en economías de escala, y contribuye a una débil administración y precaria viabilidad financiera de los operadores peque- 112 Los datos presentados son de la Encuesta de Calidad de Vida (2003). 137 Invertir en la gente ños. A mediano plazo, hay una fuerte necesidad de que Colombia revise la experiencia de descen- tralización en el sector y considere alguna reagrupación de los proveedores más pequeños. La gran descentralización del sector no ha ido pareja con la capacidad reguladora. Las agencias reguladoras y supervisoras tienen la responsabilidad de la supervisión de la regulación y el control de más de 1.300 proveedores del servicio en el país. Esta situación hace que su actividad sea costosa e ineficiente. Las grandes empresas de servicios que atienden a más de 6 millones de habitantes, como Bogotá, se regulan en igual forma que las que atienden a 2.000 habitantes. El resultado ha sido la parálisis, con la gran franja de pequeños proveedores que no tienen la capacidad o disposición de comprometerse con procesos regulares, y las mismas agencias cen- trales carecen de la fuerza de trabajo para interactuar significativamente con un número tan grande de proveedores. Adicionalmente, muchos de los pequeños proveedores están en condi- ciones tan precarias, que es incluso cuestionable el que la regulación sea una intervención apro- piada, en comparación con la asistencia técnica o con la liquidación. Colombia busca en la actualidad una política para el sector de servicios de agua potable y sani- tarios de apoyo a operadores especializados para fortalecer el desempeño de esos servicios. Se ha hecho énfasis en crear incentivos para que los municipios creen o retornen la responsabili- dad de gestión del sistema y las inversiones de capital en el sector a operadores independientes, públicos, privados o mixtos, pero no a entidades municipales. Colombia ha sido en muchos aspectos pionera en América Latina en la adopción y experimentación de modelos innovadores de gestión pública, privada y mixta de los servicios de agua potable y sanitarios. Algunos de los proveedores más capaces y de mejor desempeño del sector son operadores independientes de propiedad pública. En adición, la participación del sector privado no es rara entre los mayores operadores y tiene lugar dentro del marco de un modelo distintivo de empresa mixta. Se ha experimentado en forma significativa con el sector privado y más de la mitad de los 26 operado- res más grandes, equivalentes al 13% del mercado urbano, operan con algún grado de partici- pación del sector privado. Colombia ha sido pionera en el modelo de empresa mixta para la participación del sector privado en el sector de agua potable, y las inversiones se cofinancian entre los sectores público y privado con diferentes grados. La administración cuenta con pro- gramas de asistencia técnica para ayudar a los operadores especializados a mejorar las prácticas comerciales y operativas. Se recomienda que el Gobierno fortalezca y expanda el acceso a estas ventanas de asistencia técnica.113 Las necesidades de inversión en el sector son altas. La inversión total requerida en el sector para los próximos cinco años (2004-2008) se estima en US$2.100 millones, aproximadamente US$420 millones por año. Las cifras incluyen inversión en tratamiento de aguas negras, mantenimiento de activos existentes e inversiones requeridas para cumplir los ODM para el sector. Por consi- guiente, hay necesidad de maximizar la eficiencia y el impacto del apoyo del Gobierno al sector, además de mayor generación de efectivo por parte de los operadores y de atraer inversiones del sector privado. 113 El Banco Mundial ha apoyado estas reformas con una serie de operaciones recientes que incluyen el Water and Sanitation Support Project ("Proyecto de apoyo a servicios agua potable y sanitarios") (29601-CO), el Water Sector Reform Assistance Project ("Proyecto de asistencia para reforma del sector de agua potable") (7077-CO) y el Cartagena Water Supply, Sewerage and Environmental Management Project ("Proyecto de gestión de suministro de agua y alcantarillado, y ambiental de Cartagena") (4507-CO), entre otros. 138 El desafío urbano de Colombia Como respuesta a la necesidad de organizar de manera más efectiva la financiación pública, el gobierno ha desarrollado el Programa de la ventanilla única, que se dirige a canalizar los recursos de partidas de capital del presupuesto nacional con una selección armonizada y criterios de asigna- ción de fondos con un mejor control de calidad técnica de los subproyectos. Los criterios de elegi- bilidad para el programa se dirigen explícitamente a los pobres y su propósito es mejorar la equidad en el acceso y la calidad del servicio. El programa racionaliza un programa anterior de transferen- cias atomizadas en el sector que incluía financiación de más de 17 instituciones distintas, y es una medida importante para ordenar el sistema de subsidios de inversiones de capital en servicios de agua potable y sanitarios. No obstante, se requieren medidas importantes para fortalecer el Pro- grama de ventanilla única, que incluyen la mayor consolidación de la financiación subnacional del sector correspondiente al programa, mejoramiento de la revisión de los subproyectos y los proce- sos de comprobación, formación de capacidad interna y mantenimiento de certificación de cali- dad ISO 9000.114 Los subsidios no se dirigen en forma adecuada a los pobres. Los subsidios cruzados son parte del diseño de la estructura de tarifas en Colombia, y han demostrado constituir un mecanismo efectivo de redistribución de ingresos en las grandes áreas urbanas. Sin embargo, como ha cre- cido el número de municipios en donde se clasifica a la población de estratos inferiores de ingreso, el mecanismo de subsidios ya es menos efectivo. Dada la estructura desfavorable de la demanda y el hecho de que el sector todavía está lejos de alcanzar los parámetros de tarifas establecidos legalmente, el esquema del subsidio presenta un gran déficit de US$161 millones por año, equivalente al 20% de la rotación del sector. Por eso, el esquema actual del subsidio ha demostrado ser una herramienta insuficiente para expandir la prestación de los servicios en muchas áreas de la periferia urbana, o proveer suficiente financiación en municipios con mayo- ría de población pobre, en donde el desequilibrio subyacente entre contribuyentes y beneficia- rios es mayor. Un mecanismo específico, el Fondo de Solidaridad, se propuso para permitir mejores servicios a grupos de bajos ingresos, a la vez que se ayuda a los proveedores a lograr la sostenibilidad financiera proporcionándoles un subsidio adicional directo. Sin embargo, como se supone que estos fondos se financian con recursos municipales, las restricciones fiscales de ámbito local han impedido su desarrollo. Para 2002, sólo el 54% de los municipios había establecido dichos fon- dos, y de ellos sólo el 5% les asignaba recursos. El mecanismo actual de subsidios cruzados adolece también de una pobre efectividad (del 30% al 45% de los recursos se filtran a hogares que están por encima de la línea de pobreza), debido a deficiencias del sistema de estratificación y a la falta de precisión de los instrumentos de cálculo del subsidio. Una revisión y una reforma posterior del sistema de subsidios cruzados en el sector beneficiaría al sistema. Sólo a un 10% de las aguas negras generadas en el país se le da alguna clase de tratamiento, y sólo la mitad de la capacidad de tratamiento de aguas negras es operativa, lo que es resultado de un mantenimiento deficiente que deja a las plantas en condiciones de inoperatividad, y también del hecho de que algunas plantas estén localizadas en municipios que todavía carecen de la infraestructura necesaria de alcantarillado para la recolección de aguas negras. El restante 90% se descarga sin ningún tratamiento, contaminando una parte significativa de los recursos 114 El Banco apoya el Programa de ventanilla única y la amplia estrategia de financiación del sector que representa, con el "Proyecto de apoyo a servicios de agua potable y sanitarios" (29601-CO). 139 Invertir en la gente de agua natural. Las contribuciones del Gobierno central al control de calidad de agua se asig- nan normalmente como resultado de negociaciones difíciles entre las autoridades regionales y centrales, y no hay mecanismos claros de financiación de plantas municipales de tratamiento de aguas negras. La regulación actual se basa en fórmulas de fijación de tarifas que se diseñaron para ofrecer incentivos por servicios eficientes, pero no han tenido éxito completo para lograr ese resultado. Los niveles de tarifas son, en la mayor parte de los casos, todavía demasiado bajos debido a consideraciones políticas que anulan los incentivos del sector y, aunque se ha hecho progreso significativo en la fijación de tarifas a niveles de recuperación de costos, el proceso está lejos de estar completo. En la práctica, la aplicación de aumentos de tarifas ha sido dispareja. Los pro- veedores mayores han hecho progreso sustancial, cargando ahora tarifas de referencia dentro del 10% de la marca de recuperación de costos y progresando mucho en recuperar el equilibrio del sistema de subsidios cruzados. Sin embargo, los proveedores pequeños han estado reacios a acoger el objetivo de la sostenibilidad financiera, lo que se debe en gran parte a la politización de las juntas de administración de las empresas municipales, que a menudo presiden los alcal- des locales y tienen autoridad para fijar tarifas. Además, una variedad de medidas legales toma- das en 2003, con el fin de aumentar el límite del subsidio para los hogares de estrato 1, de 50% a 70% de la tarifa y posteriormente declarar ilegal cualquier aumento futuro real de las tarifas de los hogares de estratos 1 y 2, ha socavado en forma efectiva el proceso de recuperar el equilibrio del marco de los subsidios, haciendo que el objetivo de lograr la recuperación de costos sea aún más remoto. No obstante, el Gobierno ha desarrollado recientemente, en 2005-2006, metodologías sofisticadas de fijación de tarifas, con criterios de eficiencia y modelos de eficiencia en costos, que ayudan a enfocar mejor los mecanismos de las tarifas para estimular un mejor desempeño de los proveedores. Aunque el marco regulador sea un ejemplo a seguir en la región, se benefi- ciaría con un mejoramiento continuo en el sentido de incentivar más a inversionistas privados potenciales y a operadores especializados para que participen en el sector. Transporte urbano Es probable que aumenten las tasas de motorización en las principales ciudades de Colombia, en el contexto de un crecimiento económico continuo y un mayor volumen de comercio exterior. La ma- yor motorización de las ciudades de Colombia probablemente agravará la congestión, llevará a externalidades ambientales negativas y reducirá aún más la calidad de vida, en particular para los pobres urbanos. Colombia ha preparado un programa coherente de reforma del transporte urbano y de inversión en el mismo, como se esboza en el "objetivo 13" de la estrategia Colombia visión: 2019. Este programa de reforma e inversiones ha sido ensamblado cuidadosamente por el gobierno, basado en un análisis de las características particulares y de los problemas de trans- porte que se encuentran en las principales áreas metropolitanas de Colombia y en ciudades de distintos tamaños. Las medidas incluyen el desarrollo continuo y la implementación de siste- mas de transporte público y eficiente, apoyo a transporte no motorizado y desarrollo de un marco regulador que estimule la competencia en el acceso al mercado de rutas de transporte, más que una competencia de "carrera hasta el final" por el número de pasajeros. Los costos de transporte urbano representan una carga mayor para las familias pobres. Aproxima- damente el 70% de los residentes urbanos utilizan alguna forma de transporte público. Los gastos de transporte, como porcentaje del gasto familiar total, son altos para los pobres urbanos. El transporte representa el 24% del ingreso familiar (US$19 por mes), para los residentes que se 140 El desafío urbano de Colombia encuentran en el primer quintil de ingresos. Para los habitantes de los quintiles 2 y 3, represen- tan 8,1% y 5,6% del ingreso, respectivamente.115 Programas existentes del Gobierno dirigidos a disminuir el costo del transporte urbano para los pobres han fracasado generalmente para ayu- darlos. Una variedad de políticas apuntan a mejorar directa o indirectamente la economía de los servicios de transporte urbano, entre las que están ingresos tributarios no percibidos de US$70 millones en diesel para el sector de buses urbanos, y regulaciones que exigen a los empleadores gastar US$293 millones por año en subsidios de transporte para trabajadores for- males del sector que ganan salario mínimo. Sin embargo, aproximadamente sólo 10% de los beneficiarios de estas políticas provienen de los dos primeros quintiles de ingreso y capturan no más del 20% del valor de estos subsidios.116 Dirigir mejor la asistencia oficial y los subsidios del sector causará un impacto significativo en la economía de los servicios de transporte urbano para los pobres. Mejorar la calidad y economía de los servicios de transporte urbano para los pobres se relaciona también con una serie de problemas más amplios del sector, que incluyen la capacidad de redu- cir la sobreoferta de transporte público y de racionalizar las rutas, reducir el envejecimiento de la flota de vehículos, dirigir mejor los recursos públicos al mantenimiento e inversión en infra- estructura primordial de transporte y, lo de mayor importancia, estimular soluciones de tránsi- to masivo integradas de alto impacto y efectividad de costos. Estos temas del sector se manifiestan a través de altos tiempos promedio de viaje diario, alta congestión medida por la baja velocidad promedio, limitada economía y falta de seguridad pública, todos ellos factores que afectan en desproporción a los pobres. Gráfico 7.3. Sobreoferta de transporte público: el caso de Pereira 12.000 No. de pasajeros sentido Dosquebradas - Pereira 10.000 8.000 6.000 4.000 2.000 0 6:00 - 7:00 7:00 - 8:00 86:00 - 9:00 9:00 - 10:00 10:00 - 11:00 11:00 - 12:00 12:00 - 13:00 13:00 - 14:00 14:00 - 15:00 15:00 - 16:00 16:00 - 17:00 17:00 - 18:00 18:00 - 19:00 19:00 - 20:00 20:00 - 21:00 21:00 - 22:00 Pasajeros Oferta sentados Oferta total 115 Hay algunos datos en conflicto aquí. La cifra de 24% para el quintil 1 es una cita de Colombia REDI, en la que documentación del DNP en el contexto de Colombia visión: 2019 sugiere que los gastos del quintil son del 9,8%. Las cifras para los quintiles 2 y 3 son citas de la documentación de Colombia visión: 2019. 116 Banco Mundial (2004). 141 Invertir en la gente Existe aproximadamente un 40% de sobreoferta de transporte público en las principales áreas urbanas del país. El gráfico 7.3 proporciona datos de un análisis de la oferta y demanda de transporte público durante horas pico y normales, en las rutas primarias del centro de Pereira. En las horas pico, se encuentra que la oferta de puestos en transporte público excede a la demanda y en las normales la oferta es cerca de 3 veces la demanda. La sobreoferta de trans- porte público se refleja también en datos de pasajeros totales por día por vehículo que ha caído de 450 en 1991 a 300 en 1998 (ver el gráfico 7.4). Con base en estándares internacionales y en la estructura de costos en las ciudades colombianas, se estima que esta cifra debe estar por encima de 500 pasajeros por día. El problema de la sobreoferta se correlaciona con la proliferación de rutas de buses no reguladas y no planeadas. Por ejemplo, en Bogotá, se esti- ma que entre 70% y 90% de todas las rutas pasan por el centro de la ciudad, lo que lleva a una congestión inevitable. La falta de regulación efectiva de la flota de transporte público y del sistema de rutas tiene efectos directos en la rentabilidad, la calidad de vehículos viejos y la congestión. En un análisis de las principales ciudades de Colombia se encontró que la edad promedio de la flota de vehí- culos era de entre 10 y 18 años, muy por encima de los estándares internacionales y de países comparables regionales. Similarmente, a nivel nacional la velocidad promedio del tráfico se registró en 10 km/hora en 2004, muy por debajo del promedio latinoamericano de entre 20 y 25 km/hora. El tiempo de viaje promedio de ida en Bogotá es de 90 minutos, mientras en Barranquilla y Pereira es de 40 y 36 minutos, respectivamente. La deficiente regulación y su incumplimiento impulsan la sobreoferta de transporte público en el sector. Las autoridades locales normalmente otorgan permisos para operar rutas a empresas de transporte, que omiten ejercer control suficiente de los buses que operan bajo esos permisos. Los ingresos de las empresas de transporte dependen del número de buses afiliados, lo que crea un incentivo maligno para la sobreoferta. Los propietarios de vehículos afiliados reciben una renta fija de los conductores, quienes a su vez generan sus ingresos en la maximización del Gráfico 7.4. Evolución del número de pasajeros diario promedio y de la flota de transporte público 500 50.000 45.000 42.688 43.449 450 40.000 447 41.658 40.674 424 35.000 36.766 35.440 400 30.000 33.027 388 31.085 376 25.000 350 20.000 341 328 15.000 312 300 304 10.000 5.000 250 0 1991 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 Flota de transporte colectivo Fuente: Gráfico 3: Unión temporal TTC-Systra-GCT (2001) en DNP (2002), gráfico 4: DANE en DNP (2002). 142 El desafío urbano de Colombia número de pasajeros atendidos, lo que ha resultado en lo que se conoce comúnmente como la "guerra del centavo". Esta competencia de carrera hasta el final por el número de pasajeros crea una sobreoferta de puestos, aumenta los costos operativos totales del sistema y reduce la renta- bilidad de los negocios del sector, creando pocos incentivos para nuevas inversiones en flota. La administración ha hecho el esbozo de su compromiso para tratar las cuestiones de la sobreoferta de transporte público, ayudando en forma más estricta a hacer cumplir las regulaciones y racio- nalizando y reconfigurando los sistemas de rutas de las principales áreas metropolitanas. Se han notado las mejoras en la regulación y en el cumplimiento, en asociación con la implementación del sistema Transmilenio (TM). Sin embargo, el ritmo de implementación de estas reformas ha sido más lento de lo esperado debido en gran parte a presiones políticas y sociales aplicadas por los transportadores independientes. El Gobierno central y los gobiernos municipales han hecho esfuerzos importantes en los últimos años para financiar inversiones primordiales en el sector. Colombia invirtió, solamente en 2005, más de US$1.700 millones, aproximadamente 1,45% del PIB, en varios programas de inversio- nes de capital en el sector. Sin embargo, el Gobierno debe concentrar su atención en la necesi- dad de mejorar la planeación de inversiones de capital y fortalecer la calidad de mantenimiento de la infraestructura del transporte, inclusive el sistema de carreteras, las señales de tráfico y la señalización general. El impacto combinado de un sistema de carreteras con deficiente mante- nimiento, e inadecuada infraestructura de transporte, consiste en mayores retrasos, más con- gestiones y mayores costos para las operaciones y el mantenimiento de los vehículos. En Cali, por ejemplo, se estima que un 25% de la mejora en la calidad de la pavimentación de las calles produciría un ahorro de 2% a 4% en las operaciones y mantenimiento de vehículos. Esto repre- senta anualmente ahorros de alrededor de US$6 millones.117 Atender el problema del transporte urbano sólo con nuevas inversiones de capital no es sosteni- ble. En muchas ciudades colombianas, la predisposición hacia nuevas inversiones de capital en los años recientes ha dejado a los gobiernos municipales sin capacidad de satisfacer requeri- mientos de rehabilitación y mantenimiento. Se estimó recientemente que Bogotá necesitará US$480 millones para satisfacer necesidades de rehabilitación de su red de vías por el retraso existente, en adición a un promedio anual de requerimiento de operaciones y mantenimiento de US$75 millones. Sin embargo, los ingresos de la sobretasa de la gasolina, la fuente primaria de ingresos para la financiación de los costos de capital y operativos del sector de transporte para Bogotá, son de US$75 millones anuales.118 En las ciudades más grandes de Colombia, aparte de Bogotá, se requieren sistemas de tránsito masivo integrados efectivos en costos que aprovechen las lecciones bastante exitosas del siste- ma TM.119 La administración ha preparado dicha política para todas las ciudades de más de 600.000 habitantes. Una restricción clave que está en camino incluye asegurar que estos munici- pios tengan adecuada capacidad de planeación y regulación de transporte. 117 DNP (2004). 118 DNP (2004). 119 En años recientes el Banco ha apoyado una serie de inversiones y reformas en el sector de transporte urbano de Colombia, que incluye financiación de sistemas de tránsito masivo integrado incluso el sistema TM de Bogotá y sistemas similares fuera de Bogotá, mediante el "Proyecto de sistemas integrados de tránsito masivo" (28926-CO) y el "Proyecto de servicios urbanos de Bogotá" (24941-CO). 143 Invertir en la gente Recomendaciones y conclusiones Esta nota se ha dirigido a analizar asuntos críticos asociados con la disponibilidad de la tierra, los servicios de vivienda y otros servicios urbanos básicos para los pobres en Colombia. La adminis- tración ha bosquejado un programa coherente de reformas e inversiones en los sectores de tierra y vivienda, servicios de agua potable y sanitarios, y transporte, en el contexto de pilar estratégico "ciudades amables" de Visión Colombia II centenario: 2019. El desafío para la adminis- tración a corto y mediano plazo es asegurar que la implementación de estos programas de refor- ma e inversión avancen oportunamente. Para que ello suceda, la administración deberá examinar con más detalle los obstáculos que actualmente impiden a los programas oficiales alcanzar los resultados deseados. En esta sección se hace una serie de recomendaciones que complementan las recomendaciones de políticas de Visión 2019 en los sectores de tierra y vivienda urbana, agua potable y sanidad, y transporte. Las recomendaciones también tienen el propósito de concen- trase en forma más fuerte en los obstáculos específicos que puedan impedir lograr los objetivos del sector. Tierra y vivienda Para atender el problema de la creciente demanda de tierra económica y de vivienda se requiere una estrategia integral para dirigir mejor los subsidios de vivienda, fortalecer la política y regu- lación de tierras, apoyar y crear incentivos para que la construcción y la financiación hipoteca- ria sean accesibles a los pobres, y construir la capacidad de las instituciones públicas. El principal objetivo de la estrategia sería crear incentivos y competencia para que los sectores privado y de microcréditos atiendan la demanda de créditos de vivienda de los hogares de ingresos modera- dos y bajos. Para llegar a los pobres, el sector privado debe complementarse con subsidios bien dirigidos y relativamente eficientes, y programas de asistencia. Adicionalmente, la estrategia se concentraría en la planeación y regulación de un mejor uso de la tierra y en el fortalecimiento de la gobernabilidad municipal y metropolitana. En este contexto, se han hecho las siguientes recomendaciones generales para el sector de la tierra y la vivienda: · Reformar la política de topes a las tasas de interés, reconociendo que el marco actual limita el acceso a financiación de grupos de menores ingresos. Los topes a las tasas de interés impuestos por la Corte Constitucional limitan el acceso al crédito, más que aumentar el acceso de los pobres, al restringir la capacidad de los prestamistas de cobrar una tasa de interés que compense los riesgos del crédito y los riesgos operativos de prestar a hogares de menores ingresos. En muchos otros países (p. ej., Perú, Bolivia, México y Guatemala) los prestamistas han llegado exitosamente a grupos de bajos ingresos cobrando mayores tasas de interés, con términos de plazo y cantidades de préstamo accesibles a prestatarios de bajos ingresos. Se reconoce que reformar la política de topes a las tasas de interés no puede hacerse inmediatamente, y sería bueno efectuar un cuidadoso análisis y diálogo dirigidos a entender mejor los verdaderos costos de poner topes. Éstos probablemente incluyen una menor oferta y, por tanto, mayores costos unitarios de vivienda y, en ausen- cia de verdadera competencia de mercado, incentivos para impulsar las tasas hacia abajo. La administración deberá considerar examinar casos comparativos en la región, donde algunos países han llegado a los pobres sin políticas de topes. Se recomienda, con mucha fuerza, que la administración se comprometa en este proceso de análisis de política y 144 El desafío urbano de Colombia diálogo que lleve en el mediano plazo a una posible revisión de la decisión de la Corte Constitucional. · Reducir el período para la ejecución de las hipotecas de los dos años actuales a menos de un año. La evidencia internacional de Europa y los Estados Unidos demuestra que los pres- tamistas ofrecen mayor financiación de hipotecas a menores tasas, en un entorno de pro- cedimientos eficientes de ejecución y apelación. Aunque la legislación de 2003 redujo esos períodos, el actual de 675 días hábiles que toma procesar la ejecución puede reducirse suficientemente. El cuerpo de esta nota identifica tres objetivos concretos para la reduc- ción de los tiempos de proceso. Para la administración sería bueno un análisis de política más exhaustivo, y también compartir experiencias con países vecinos (como Brasil) y una asistencia técnica más rigurosa enfocada en la reforma de procedimientos legales y admi- nistrativos. Un grupo de trabajo de funcionarios oficiales, instituciones financieras hipo- tecarias y elementos pertinentes del sistema judicial, dirigiría este proceso analítico y de reforma de política. · Expandir el seguro de incumplimiento hipotecario para vivienda de interés social. Fogafín, el Fondo Nacional de Garantías y Titularizadora, entre otros, tienen experiencia con el comportamiento de préstamos de VIS e información sobre ellos. Un producto de seguros de incumplimiento de hipotecas tendría un precio que ofreciera el rendimiento del mer- cado sobre el capital, dadas las expectativas razonables de pérdida y con el tiempo esti- mularía la entrada del sector privado en este mercado. · Estimular la competencia en el flujo de créditos a hogares de bajos ingresos, iniciando es- fuerzos ­tales como las líneas de crédito de bodegaje para empresas financieras. En la actualidad, sólo los bancos extienden créditos de vivienda. Las compañías financieras po- drían competir con los bancos, como la han hecho en México los Sofols, si se les otorga acceso a fuentes de financiación de mercado de capitales. · Revisión continua y ajuste de los subsidios de vivienda para mejorar el enfoque y los pro- gramas para los pobres y los residentes en asentamientos informales. En el cuerpo de esta nota se hacen dos recomendaciones importantes para el ajuste de los subsidios de vivien- da: i) reestructurar los subsidios del lado de la demanda, aumentando los componentes de la concesión a los segmentos más bajos del mercado, y ii) dirigir los subsidios a los prestamistas que presten a hogares de bajos ingresos, o informales para compensar los costos adicionales de originar y atender dichos créditos, en el contexto de los topes a las tasas de interés de VIS. No obstante, sería útil un repaso más exhaustivo de la política de subsidios para vivienda. Se recomienda que la administración se base en los estudios ac- tuales e inicie un análisis exhaustivo de la cobertura y profundidad del sistema de subsi- dios, para esbozar reformas a mediano plazo. · Considerar enmendar la Ley 546 de 1999 y acompañar las decisiones de la Corte Consti- tucional para permitir mayor flexibilidad en la oferta de productos hipotecarios de los prestamistas. Dado el impacto general de excluir a los pobres del sector financiero, los excesos en el diseño de productos de crédito de los años noventa pueden prevenirse con la regulación y supervisión de la Superfinanciera. El control mediante la regulación permite a la industria adaptarse con mayor rapidez a los requisitos cambiantes del mer- cado. 145 Invertir en la gente · Estimular a las instituciones de microcréditos a que aumenten gradualmente sus operaciones enfocadas en financiación de vivienda incremental, adaptando el marco regulador y las medi- das institucionales. La administración se beneficiaría de un trabajo analítico exhaustivo y asis- tencia técnica para desarrollar una estrategia de fortalecer y catalizar el sector de microcréditos para vivienda. El proceso debe dirigirse a mejorar la gestión financiera de los prestamistas de microcréditos y crear acceso a fondos a largo plazo para aumentar en forma gradual los pro- gramas, sin perder las ventajas de su modelo de negocio. La administración podría examinar también adaptar su exitoso programa de garantías que ha llevado a los bancos comerciales a efectuar préstamos a microempresarios, a préstamos para renovación de vivienda. · Fortalecer la gestión de la tierra urbana, por medio de mejor planeación territorial y el uso de herramientas avanzadas de gestión de tierras, como se propone en la Ley 388. El Go- bierno debe considerar el lanzamiento de un programa de formación de capacidades y mejoramiento de sistemas de gestión de uso de la tierra. Este programa de reformas debe enfocar la asistencia técnica a los municipios con apoyo técnico en el desarrollo de tierras para los pobres y renovación urbana. · Considerar la posibilidad de analizar jurisdicciones territoriales y la división de responsa- bilidades en áreas metropolitanas, en el mediano plazo, para fortalecer el marco legal y regulador que rija la coordinación y planeación en los diversos municipios. Servicios de agua potable y sanitarios Colombia ha sido en muchos aspectos pionera en América Latina, en términos de introducir reformas al sector de agua potable. Sin embargo, la descentralización del sector, durante los años ochenta, ha resultado en una división aguda entre unos pocos grandes proveedores y más de 1.000 pequeños que atienden las ciudades medianas y pequeñas y las áreas rurales. Este último grupo de proveedores ofrece un nivel particularmente bajo de servicio efectivo, si se tienen en cuenta las medidas de acceso y la calidad del servicio. Hay necesidad de encaminar mejor la financiación, mejorar el desempeño en áreas rezagadas (ciudades pequeñas y media- nas, y áreas rurales), apoyar la creación y formación de capacidades de operadores especiales, dirigir financiación para tratamiento de aguas negras, mejorar la regulación del sector, revisar la política tarifaria y crear incentivos para la agrupación de pequeños proveedores. Para el sector de servicios de agua potable y sanitarios, se han hecho las siguientes recomenda- ciones generales que se discuten con mayor detalle en el cuerpo de esta nota: · Mejorar el desempeño en zonas rezagadas, en particular en ciudades pequeñas y medianas, y en áreas rurales, mediante mayores inversiones y promoción de operadores especializados. · Implementar fortalecimiento institucional y programas de asistencia técnica como condi- ción previa al acceso a apoyo financiero, para promover la modernización de los provee- dores del servicio y su gestión eficiente. · Mejorar el marco legal de las transferencias fiscales a los gobiernos locales, a fin de mejorar la responsabilidad por las transferencias específicas al sector de agua potable. · Fortalecer el Programa de "ventanilla única", consolidando más la financiación subnacional del sector dentro del programa, fortaleciendo la revisión de subproyectos y el proceso de 146 El desafío urbano de Colombia comprobación, formando capacidad interna y manteniendo certificación de calidad ISO 9000. · Incentivar el mejor desempeño, vinculando apoyo fiscal a mejoras en él. · Mejorar el rendimiento de los subsidios de demanda en el sector, reformando el direccio- namiento y los mecanismos de evaluación que se aplican actualmente a los subsidios cruzados para los servicios de agua potable y sanitarios. · Racionalizar el marco institucional en el ámbito nacional con el fin de mejorar la coordi- nación en el sector y reducir su fragmentación, asegurando el acceso de los proveedores a la financiación. Esto puede incluir crear incentivos para la agrupación de pequeños pro- veedores, con el fin de lograr mayores economías de escala y mejorar las posibilidades de subsidiar a consumidores pobres. · Fortalecer el marco regulador del sector, por medio de: ­ La adopción de un enfoque diferenciado y de fases para la regulación que agrupe pro- veedores en tres o más conjuntos con base en su tamaño, y desarrollar mecanismos apropiados para cada caso. ­ Hacer cumplir los mecanismos para asegurar la aplicación de la regulación tarifaria y el uso de las transferencias de la Ley 715. ­ Desarrollar un marco legal para regular la calidad del servicio, en particular en las ciu- dades pequeñas. ­ Considerar la revisión de normas técnicas con el fin de permitir el uso de tecnologías alternativas de bajo costo. ­ Expandir la cobertura del tratamiento de aguas negras y rehabilitar plantas en operación. Transporte urbano Para este sector se han hecho las siguientes recomendaciones generales: · Fortalecer el marco legal para la planeación y regulación del transporte urbano para capa- citar a ciudades y municipios en la atención de los costos sociales y económicos que repre- sentan la descoordinación, la sobreoferta y la congestión de los servicios de transporte. La administración ha diagnosticado con franqueza las debilidades en el marco legal de la planeación y regulación del transporte en áreas urbanas de diverso tamaño. Sin embargo, esfuerzos para controlar efectivamente vehículos de transporte público informales y vie- jos, y el exceso de vehículos con una combinación de regulación y la observación forzosa de los reglamentos han sido lentos en su puesta en práctica. Se requiere un compromiso más profundo en los ámbitos nacional y municipal para racionalizar efectivamente los sistemas de rutas urbanas y controlar a los operadores informales. · Reforzar y acelerar los esfuerzos existentes para apoyar modos alternativos de transporte en las ciudades pequeñas, fortalecer la capacidad de gestión del tráfico en ciudades medianas 147 Invertir en la gente e implementar sistemas integrados de tránsito masivo en las ciudades grandes. Nuevamen- te, el marco de políticas es claro y sólido, en términos de esbozar un marco legal para la planeación del transporte a mediano plazo, por tamaño de ciudad. La brecha real es de capacidad municipal, en términos de que tales instrumentos se apliquen. Existen los meca- nismos para ofrecer asistencia técnica a municipios en estas áreas. Sin embargo, se requiere esfuerzo adicional para asegurar que se utilicen efectivamente y sean bien dirigidos. · Analizar y reformular la política de subsidios en el sector de transporte urbano a fin de asegurar que los escasos recursos de subsidios lleguen a los pobres. Los problemas aquí son considerables, dadas las diversas fuentes de subsidios y la dificultad de su direcciona- miento. Referencias Acodal. 1998. Estado del sector de agua y saneamiento en Colombia. Bogotá. Banco Mundial. 2004. Colombia: Recent Economic Developments in Infrastructure (REDI): Balancing Social and Productive Needs for Infrastructure. Washington, D.C. ------. 2005a. The Urban Poor in Latin America. Washington, D.C. ------. 2005b. Country Assistance Strategy Progress Report. Washington, D.C. CEDE, Universidad de Los Andes. 2005a. "Estudio oferta y demanda de crédito para vivienda social en Colombia haciendo énfasis en el conocimiento de la demanda proveniente de familias del sector informal. Borrador". 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"Who Bears the Burden of Crime in Colombia?". Artículo para discusión, Fedesarrollo, Bogotá. Pizano de Narváez, Eduardo. 2005. Del UPAC a la UVR: Vivienda en Colombia 1970-2005. Bogotá, Colombia. Secretaría de Gobierno de Bogotá. 2006. Boletín mensual: Seguridad, convivencia y justicia". Vol. 1, Bogotá. 148 Afrocolombianos y pueblos indígenas 8. Afrocolombianos y pueblos indígenas: temas, progreso y desafíos pendientes120 El Estado colombiano y las organizaciones afrocolombianas e indígenas han hecho avances significativos con relación al reconocimiento de los derechos y el diseño de estrategias de desarrollo a favor de las comu- nidades étnicas del país. Si bien este progreso es digno de aplauso, el potencial de las promesas de la Constitución de 1991 está aún por lograrse. Las poblaciones que fueron reconocidas y a las que se les prometió protección en ese histórico documento continúan presionadas en forma alarmante, en términos de sus condiciones económicas, sociales y culturales y, en algunos casos, hasta de su misma superviviencia: mientras el analfabetismo en Colombia es del 16%, el de las poblaciones indígenas es del 24% y el de las afrocolombianas del 31%; el 14% de los estudiantes afrocolombianos asiste a escuelas secundarias y tercia- rias, comparado con el promedio nacional del 26%, y el índice de mortalidad infantil entre los grupos indígenas es de 63,3 muertes por cada 1.000 nacimientos vivos, en comparación con el promedio nacional de 41,3. Aún más, las comunidades étnicas no han podido ejercer completamente el control sobre sus territorios y se encuentran severamente afectadas por el conflicto que aflige al país en general, y, en parti- cular, las áreas rurales con concentraciones de pueblos étnicos. La actual legislación para asignar tierras y recursos a las poblaciones indígenas se ve obstaculizada por las ineficiencias de los mecanismos de implementación. En el caso de las comunidades afrocolombianas, el problema de reducir la pobreza y la exclusión sobrepasa a los que viven en comunidades tradicionales, e incluye el creciente número de afrocolombianos que vive en las ciudades. Aumentar la inclusión económica y social de las poblaciones étnicas colombianas, mediante programas de desarrollo apoyados por reformas institucionales y reguladoras, aumentaría el potencial de productividad y crecimiento del país, ayudaría a preservar su rica biodiversidad y contribuirá en consolidar la gobernabilidad en los ámbitos local, regional y nacional. 120 Este capítulo fue escrito por Josefina Stubbs con la colaboración de Hiska Reyes. 149 Invertir en la gente Introducción La Nota de políticas preparada para el volumen de 2002, Colombia: Fundamentos económicos de la paz, incluía un diagnóstico general de la situación social, económica, cultural y legal de los gru- pos étnicos de Colombia. Presentaba una imagen socioeconómica detallada de estas pobla- ciones, su composición demográfica, su cultura y organización social, sus medios de vida y localización geográfica. En la Nota se hicieron recomendaciones que buscaban: i) la apreciación y adopción de modelos de coexistencia que valoren y protejan los derechos humanos de estos grupos; ii) protección de sus derechos sociales, económicos y culturales; iii) la conservación y protección de los recursos naturales en los territorios indígenas colectivos y en las comunidades afrocolombianas. La mayoría de estas recomendaciones se integraron al Plan Nacional de Desa- rrollo para 2002-2004 con el título Hacia un Estado comunitario. En el Plan se reconoce que los pueblos indígenas, afrocolombianos y las comunidades de Roms121 han sido marginadas histó- ricamente, se ha discriminado contra ellas y son desfavorecidas en comparación con el resto de la sociedad colombiana. A pesar del importante progreso hecho durante los últimos cuatro años, muchas de las reco- mendaciones de la nota anterior siguen vigentes. Por consiguiente, esta Nota se enfocará en identificar el progreso hecho en los últimos cuatro años, en tratar sobre los desafíos pendientes y en examinar los nuevos desarrollos. La Nota se concentrará en cuatro materias centrales: i) reconocimiento y gestión general de los territorios colectivos ancestrales indígenas y afroco- lombianos; ii) gestión de los recursos naturales y riesgos ambientales en los territorios indígenas y afrocolombianos; iii) autonomía y participación por grupos étnicos en los ámbitos local y municipal de toma de decisiones; y iv) la inclusión social y económica de la población afrocolombiana en general. En la sección final se presentan opciones de políticas para la consi- deración de la administración. Antecedentes: Las poblaciones étnicas colombianas La Constitución colombiana de 1991 reafirmó los derechos sociales, económicos y políticos de todos sus ciudadanos, incluyendo a sus grupos étnicos. Integrada en la Constitución está la 121 Recientemente el gobierno colombiano reconoció a los Roms (conocidos como gitanos) como grupo étnico. Organizaciones comunitarias estiman que la población de Roms es de entre 800 y 5.000 individuos. 150 Afrocolombianos y pueblos indígenas reafirmación de que Colombia es una sociedad de múltiples grupos étnicos. La rica diversidad del país, que incluye a su gente, es uno de sus activos más importantes. Desde 1991, se ha hecho progreso sustancial en el reconocimiento legal de gran parte de las tierras ancestrales indígenas y afrocolombianas. Colombia ratificó la Convención 169 de la OIT, sobre Pueblos Indígenas y Tribales en Países Independientes mediante la Ley 21 de 1991, creando así las condiciones para el reconocimiento de los derechos de los pueblos indígenas y la asignación de recursos financie- ros y técnicos, dirigidos a reducir la pobreza y aumentar su inclusión social y económica. El país ha dedicado esfuerzos tremendos a conseguir el equilibrio adecuado en la inclusión de pueblos indígenas en los mecanismos centrales de funcionamiento del Estado (por ejemplo, la descen- tralización y las transferencias tributarias), respetando a la vez su autonomía y el poder de toma de decisiones de sus comunidades y líderes locales. Con respecto a los afrocolombianos, que durante mucho tiempo han sido reconocidos de manera insuficiente dentro de la sociedad co- lombiana y las estructuras de gobierno, se ha logrado progreso también en el reconocimiento de sus territorios ancestrales colectivos (ver la sección siguiente). Más recientemente, debido a mejoras en la recopilación y análisis de datos oficiales, el país ha logrado mayor percepción del tamaño significativo y la distribución geográfica de esta población y de sus condiciones gene- ralmente desventajosas. Sin duda, Colombia ha logrado avances desde 1991 en las cuestiones étnicas, que no tienen paralelo en las Américas. No obstante estos avances, las poblaciones de grupos étnicos de Colombia, que se estima repre- sentan entre 8% y 12% de la población, tienen mayor probabilidad de estar incluidos en los grupos de pobreza y de extrema pobreza. Su débil base de activos (en términos de derechos efectivos sobre la tierra, capital físico y humano, y acceso al mercado financiero) los hace, en desproporción, más vulnerables a las conmociones económicas. En particular, el conflicto vio- lento que aqueja al país está amenazando sus vidas, medios de vida, activos y derechos adqui- ridos sobre la tierra. A menos que se haga un progreso consistente en el corto y mediano plazo para esta parte importante de la población, será imposible reducir la pobreza, consolidar la diversidad y crear la paz en forma sostenible en Colombia. La población indígena Los datos sobre la población indígena de Colombia siguen siendo dispersos e inconsistentes. Información preliminar del Censo Nacional de 2005 indica una población total de 760.903 per- sonas que pertenecen a 82 grupos distintos (de los cuales 64 mantienen su lengua tradicio- nal122 ), localizados en 27 departamentos y 458 municipios, que abarcan un rango de ecosistemas nacionales distintos en la cordillera Occidental y la Costa del Pacífico, la Amazonia, la cordillera Oriental de los Andes y la Orinoquia. Cuatro departamentos (Cauca, Guajira, Nariño y Caldas) tienen más de la mitad de la población indígena que, según el Ministerio de Educación, es muy joven: 45% de la población indígena es de edad escolar. Las condiciones de vida de los pueblos indígenas son sobrecogedoras: el índice de mortalidad infantil de 63.3123 muertes por cada 1.000 nacimientos vivos y el índice de analfabetismo de 24%, son 50% más altos que los respectivos promedios nacionales. Los problemas de acceso a servi- 122 DNP (2005). 123 Estas cifras pueden cambiar con base en los resultados del Censo Nacional de 2005 que no ha suministrado aún el DANE. 151 Invertir en la gente cios de agua potable y sanitarios, incidencia de enfermedades infecciosas y malnutrición infan- til y de mujeres embarazadas, están todos por encima de las tasas promedio. Los problemas son particularmente graves en comunidades cuyos sistemas productivos y acceso a servicios públi- cos han sido perturbados por el conflicto. La población afrocolombiana La población afrocolombiana es de uno por cada 12 habitantes colombianos y es casi cuatro veces mayor que la población indígena del país. De acuerdo con la Encuesta de Calidad de Vida de 2003, la población afrocolombiana asciende a 3,45 millones, concentrada principalmente en la región Pacífica y el departamento del Cauca (68%), y en la Costa Caribe y Atlántica (21,5%). La población es predominantemente joven y urbana y se divide casi en partes iguales por géne- ros. Se trata de una población joven, teniendo el 44% de los afrocolombianos menos de 15 años de edad y la población joven (de 15 a 24 años de edad) es el 19,2% de su población total. Dos tercios de la población afrocolombiana reside en áreas urbanas, aunque en la Costa Pacífica predomina la rural (57%). Esta última, con su estilo de vida tradicional y vínculos especiales con territorios colectivos, junto con pueblos indígenas que viven en circunstancias semejantes, re- presentan el principal enfoque del presente artículo, debido a los nexos confusos de conflicto armado, colonización y producción asociada de drogas ilícitas, destrucción ambiental, destruc- ción cultural y desplazamiento forzado, e intensa pobreza, todos los cuales exigen atención inmediata a su difícil condición. La magnitud de los problemas de reducción de pobreza no es para subestimar en relación con los afrocolombianos urbanos (y los IDP indígenas o migrantes), para quienes el empleo, el acceso a servicios públicos de calidad y vivienda segura en tierras urbanas tituladas son las prioridades esenciales, de la misma forma que para la mayoría de los residentes urbanos pobres. Aunque la brecha del acceso a la educación primaria se ha venido cerrando con rapidez, 31% de los afrocolombianos son analfabetas, casi dos veces el promedio nacional de 16%. Además, esca- samente 14% de los estudiantes afrocolombianos asisten a escuelas de secundaria y educación superior, comparados con el promedio nacional de 26%. En términos de salud, los afrocolom- bianos tienen los mayores índices de mortalidad infantil y registran altos porcentajes de malnutrición; 60% de los afrocolombianos de áreas rurales no tienen acceso a servicios de salud. El acceso al mercado laboral es de particular preocupación para los afrocolombianos, pues re- gistran un índice de desempleo de 14%. Los 67 municipios que tienen más del 40% de su pobla- ción de descendencia africana presentan las menores cifras de índice de desarrollo municipal,124 que indican una mayor pobreza, más necesidades básica insatisfechas y mayor dependencia de programas de red de seguridad y transferencias financieras. Progreso hasta el momento y desafíos futuros Otras áreas de gran preocupación para los pueblos afrocolombianos e indígenas son la propie- dad, administración y capacidad de gobierno de sus territorios ancestrales; la administración de 124 Esteíndice es el resultado de la combinación de indicadores sociales (salud, educación, servicios públicos y necesidades básicas insatisfechas) con financieros (ingresos tributarios, gasto per cápita y dependencia de transferencias departamentales y/o muni- cipales). Ver DNP y Ministerio de Justicia (2005), p. 27. 152 Afrocolombianos y pueblos indígenas los recursos naturales y los efectos arrolladores del desplazamiento interno. En esta sección se exploran estos asuntos y también se discuten las recomendaciones que emanan del documento Conpes 3310, "Políticas de acción afirmativas para la población negra o afrocolombiana", desa- rrollado por el Gobierno con el apoyo de la población afrocolombiana. Derechos sobre la tierra y territoriales El acceso a la tierra y territorios ancestrales para los grupos afrodescendientes e indígenas de Colombia es sinónimo de comunidad, individualidad y medio de vida. Más que sólo fronteras geográficas, la noción de territorio incluye un sistema complejo de interrelaciones sociales, eco- nómicas, ambientales, culturales y espirituales que están incrustadas en la organización social y en los patrones de gobernabilidad, en armonía con las prácticas culturales. La tierra es, por tanto, fundamental en la configuración y reafirmación de las identidades comunales e indivi- duales y es también el espacio primario en donde se generan sus medios de vida. Avances en titulación de resguardos indígenas. La Constitución de 1991, reflejando la noción indígena de territorio, define resguardos indígenas como entidades sociopolíticas que incluyen: i) un territorio delimitado; ii) un título registrado de tierra comunal; iii) una o más comunidades que se identifican a sí mismas como indígenas; y iv) una organización social y estructura de gobernabilidad que regula y administra el territorio. Además de reafirmar los derechos de los grupos étnicos sobre los territorios ancestrales y ofrecer garantías para un medio de vida a las comunidades, los resguardos tienen también una función de administración de recursos natu- rales, al estar localizados en ecosistemas diversos y ricos. En la actualidad hay 704 resguardos y 31,6 millones de hectáreas de tierra reconocidas a favor de 584.366 indígenas individuales, distribuidos de la siguiente manera: 648 resguardos con un total de 31.103.428 hectáreas de tierra que benefician a 412.165 indígenas individuales; 55 res- guardos coloniales con 405.703 hectáreas poseídos por comunidades indígenas con una pobla- ción total de 171.201 personas; y una reserva indígena legalmente reconocida como propiedad de los pueblos wayuu en el departamento de la Guajira, que comprende 5.115 hectáreas de tierra. Entre los años 2000 y 2005, se crearon 27 nuevos resguardos, abarcando 1,3 millones de hectáreas de tierra. Incoder está implementando un programa en apoyo de la creación, expan- sión y regularización de resguardos en distintas comunidades. A pesar de la clara política del país con respecto al reconocimiento legal de las tierras de los pueblos indígenas, hay todavía una cantidad de problemas, entre otros: i) información dispersa e inconsistente sobre la tierra y sus usos; ii) colonización y presencia de colombianos no indíge- nas; iii) falta de reconocimiento legal de algunos resguardos; iv) el pequeño tamaño de algunos resguardos. Además, las disputas no resueltas sobre tierras, la pobreza y el conflicto violento en la región del Cauca han causado confusión, malentendidos y conflictos entre las comunidades indígenas de esta región y los gobiernos locales y nacional. En ausencia de soluciones a disputas sobre tierras y programas de reducción de pobreza mejor dirigidos, continuará el conflicto en el Cauca. (Ver el anexo 2, para detalles en cuanto a las disputas sobre la tierra en el Cauca). Avances en el reconocimiento de las tierras ancestrales de afrocolombianos. Tras la aprobación de la Ley 70 en 1993, que creó el marco legal para la titulación de territorios afrocolombianos y el desarrollo de consejos comunitarios, los afrocolombianos rurales están ahora bajo un régimen semejante al de los indígenas con respecto a la propiedad de territorios colectivos. Reflejando el 153 Invertir en la gente concepto de territorio y su definición de los resguardos indígenas, se definió a las comunidades negras en la Ley 70 como todas las familias de descendencia afrocolombiana que tienen su propia cultura, comparten una historia y tienen sus propias tradiciones y costumbres dentro de la relación tierra-pueblo, y que revelan y preservan una conciencia de identidad que las distin- gue de otros grupos étnicos. Como entidad legal y sociopolítica, las comunidades afrocolombianas son administradas por una Junta de Consejo Comunitario, la autoridad superior en el territorio, cuyos mandatos incluyen: i) la asignación de tierra dentro sus territorios; ii) la protección de derechos adquiridos sobre los territorios; iii) la preservación de la identidad cultural del territo- rio, y iv) la supervisión del uso sostenible de los recursos naturales de los territorios. Entre 1996 y 2005, se titularon 5.128.830 hectáreas, mediante 149 títulos colectivos que benefician a 60.418 familias o 318.574 personas.125 Estos territorios están distribuidos en los departamentos de Antioquia, Cauca, Chocó, Nariño, Risaralda y Valle del Cauca. A pesar de los avances que ha hecho posible la Ley 70 con respecto al reconocimiento legal de títulos de tierras colectivas para estas comunidades, las reglamentaciones más importantes no se han preparado todavía, en particular las relacionadas con: i) el uso adecuado, protección y defensa de los recursos naturales y ambientales; ii) la condición de varias comunidades situadas históricamente en tierras definidas ahora como parques naturales, que la Ley no previó. Ade- más, debe concluirse y financiarse la planeación e implementación de planes de desarrollo eco- nómicos y sociales ­o programas especiales­, en apoyo de las comunidades afrocolombianas que poseen títulos colectivos.126 Los consejos comunitarios constituyen un nuevo desarrollo para la comunidad afrocolombiana, como lo son los procesos de titulación de tierras colectivas, que han necesitado ajuste y apren- dizaje. En algunos territorios colectivos hay un proceso mediante el cual las comunidades se involucran en la preparación de planes de administración local integrada de recursos naturales y culturales que existen en los territorios (planes de vida). Este proceso debe consolidarse a través de fortalecimiento institucional y mayor cobertura, y debe proporcionarse apoyo técnico para actividades cartográficas y evaluaciones de los recursos naturales y culturales que existen en los territorios. La presencia de grupos armados ilegales que se refugian en los territorios colectivos y utilizan a la población como escudos humanos es un obstáculo para la gobernabilidad de los territorios de la Junta de Consejos Comunitarios y más ampliamente del Estado. La administración de los recursos naturales en los territorios colectivos Aunque la titulación colectiva de los territorios ancestrales indígenas y afrocolombianos ha au- mentado en forma significativa en la última década, no ha habido un proceso igual en la defini- ción precisa de los derechos, titulaciones y responsabilidades de las comunidades étnicas con 125 En 1994, el Banco Mundial aprobó un préstamo de US$39 millones para apoyar el "Programa de administración de recursos naturales en la Costa Pacífica". Los principales logros incluyen la titulación colectiva de 2.359.204 hectáreas, que beneficia a 497 comunidades negras. El programa apoyó también el establecimiento y expansión de 56 reservas indígenas, equivalentes a una expansión de 324.288 hectáreas para beneficio de los pueblos indígenas. Para mayores detalles, ver Sánchez y Roldán (2002). 126 En forma contraria a los resguardos indígenas, los territorios colectivos afrocolombianos no reciben transferencias directas del SGP (Sistema General de Participaciones). La Ley 70, que creó el marco legal para la titulación de los territorios afrocolombianos y el desarrollo de los consejos comunitarios, no incluyó provisiones para otorgar a los consejos condición similar a los resguardos. 154 Afrocolombianos y pueblos indígenas respecto al uso y administración de los recursos naturales de sus territorios. Esta carencia de definición de políticas públicas, junto con la debilidad institucional y la asignación limitada de recursos, está causando un impacto directo negativo en la capacidad de los grupos étnicos para ejercer sus derechos colectivos sobre la tierra, o usar en forma sostenible y administrar los ecosistemas nacionales y preservar su integridad general. Las estructuras tradicionales de gobernabilidad comunitaria, que de acuerdo con sus marcos legales e institucionales se espera- ba supervisaran y administraran los territorios colectivos, se están debilitando al sufrir las co- munidades indígenas y afrocolombianas rurales el impacto de presiones de actores ilegales en el conflicto sobre los recursos naturales en sus territorios. No es que estos problemas sean nue- vos, sino que se están agudizando más en los territorios colectivos. La administración actual es consciente de la necesidad de: · Definir los atributos exactos de los pueblos indígenas y comunidades afrocolombianas y sus garantías con respecto a la propiedad, uso y administración de los recursos naturales (renovables y no renovables) que existen en sus territorios colectivos reconocidos legal- mente. De las 45 áreas protegidas que forman el Sistema de Parques Nacionales, 19 res- guardos y una reserva indígena se sobreponen con parques nacionales. Existen casos en los que los parques se sobreponen íntegramente con los resguardos y en otros, en un 80%. · Resucitar el programa de adquisición de tierras de los colonos, o individuos no indígenas, que ocupan la tierra en territorios demarcados legalmente. Si permanecen desatendidos, será imposible contener en los próximos años la rápida expansión del proceso de coloni- zación en los territorios indígenas y afrocolombianos. A la fecha, la colonización de par- ques nacionales y reservas naturales por individuos privados se estima en cerca de 700.000 hectáreas de tierra. Además, la colonización coincide con un aumento alarmante del cul- tivo de plantas ilícitas en territorios indígenas y afrocolombianos. En 1999, se estimó que el 17% de los cultivos ilícitos del país se hacían en territorios indígenas, por lo que surge la necesidad aún más urgente de una estrategia efectiva del Gobierno para atender la colo- nización ilegal y apoyar a las comunidades étnicas en estas áreas.127 Aunque se ha difundido ampliamente la información sobre estas materias dentro de los círculos oficiales y entre organizaciones locales, es aparente la falta de voluntad política para resolver- las, lo que se expresa en un insuficiente apoyo técnico y la falta de espacio fiscal para avanzar en estas prioridades urgentes. Autonomía y autogobernabilidad de los territorios colectivos indígenas Transferencias. La Constitución de 1991 hace énfasis particular en la participación democrática y la consolidación de la descentralización y autonomía municipal. De conformidad con estos esfuerzos, los resguardos indígenas, como los municipios, han sido incluidos en el SGP (el siste- ma nacional de transferencias tributarias). Desde 1994, se ha transferido un total de $679.000 millones a los resguardos, incluyendo $313.000 millones en el período 2002-2005 (ver el gráfico 8.1). Las transferencias se dirigen a satisfacer las necesidades básicas de la población en salud, educación, desarrollo rural y vivienda y han contribuido a mejorar las condiciones y la calidad 127 M. Giugale y otros (2003), p. 797. 155 Invertir en la gente Recuadro 8.1. Prácticas insostenibles en territorios indígenas y afrocolombianos La ocupación ilegal de territorios colectivos y las prácticas agrícolas insostenibles emparejadas con los efectos negativos que los programas de fumigación de cultivos ilícitos tienen sobre las fuentes de agua y las cosechas de subsistencia están disminuyendo los medios de vida en los territorios indígenas y afrocolombianos. Los efectos negativos de estas prácticas pueden medirse también con indicadores ambientales, de salud y de incidencia de desplazamientos. La degradación ambiental y el empeoramiento de la pobreza causados por los programas de fumiga- ción de cultivos ilícitos. La contaminación de las fuentes de agua por los programas de fumiga- ción de cultivos ilícitos está empeorando la condición económica de los grupos étnicos colombianos al disminuir sus medios de vida. El daño causado a las cosechas de subsistencia por las aguas contaminadas tiene un efecto negativo en la alimentación y las fuentes de agua. Los programas de fumigación han aumentado el desplazamiento de comunidades y familias de sus tierras y territorios. Como lo han sugerido instituciones del medio ambiente en Colombia y otras partes, y como lo han demostrado las comunidades en el Putumayo, los métodos de erradicación manual, la sustitución por cultivos alternativos, la formación de hacendados de parques comunitarios (guardabosques comunitarios) y las agroindustrias de la comunidad, la expansión de los mercados verdes, y la participación más activa en el nuevo mercado mundial para el secuestro del carbono, han demostrado ser más efectivos, pueden beneficiar a las comunidades, y son menos dañinos para el medio ambiente. Con base en las experiencias existentes implementadas en varias comu- nidades, estos programas deben aumentarse gradualmente y deben también modernizarse los incentivos para ellos. La ocupación ilegal de territorios colectivos en las comunidades afrocolombianas y la agricultura extensiva. En el municipio de Riosucio se localizan 20 de los 55 territorios colectivos del departa- mento del Chocó, en la selva tropical húmeda de la región del bajo Atrato. Las comunidades de Curvarado y Jiguamiando, con territorios colectivos de 46.084 y 54.973 hectáreas, respectivamen- te, han visto que sus tierras, y en algunos casos sus vidas, les han sido quitadas por la expansión del cultivo de la palma de aceite africana. Según el Incoder, en su informe de noviembre de 2004, 22.022 hectáreas de cultivo territorial en ambas comunidades fueron ocupadas por inversionistas privados involucrados en el cultivo de la palma de aceite y operaciones de terrenos de apacenta- miento. Unas 1.135 familias (2.845 personas) han sido desplazadas de manera forzosa de las co- munidades. Además de la tragedia humana, la tala forestal insostenible y excesiva (y en muchos casos ilegal) y las cosechas expansivas, tales como la de palma de aceite africana, están desequilibrando el ecosistema, aumentando la deforestación y la pérdida de diversidad genética. Aunque en otras condiciones la industria de la palma de aceite africana puede ser fuente de beneficios económicos y de reducción de pobreza en la región, el Gobierno nacional y el sector privado deben explorar modelos de cultivo que empleen códigos de responsabilidad ambiental y social. Por ejemplo, Costa Rica adoptó un modelo horizontal de producción y gestión de la palma africana con excelentes resultados ambientales, sociales y económicos para las comunidades del país. Otros modelos se han implementado en países como Indonesia, si bien con menor éxito en sus resul- tados. (Para mayores detalles, ver Fidel Mingorace, F. Minelly y H. Le Du, El cultivo de la palma africana en el Chocó: legalidad ambiental, territorial y derechos humanos, 2004). 156 Afrocolombianos y pueblos indígenas de vida de muchas comunidades, aunque la brecha en los estándares de vida y servicios públi- cos sigue siendo significativa, comparados con los promedios nacionales, y una variedad de obstáculos, entre ellos los institucionales, impiden el progreso. Entre otros obstáculos, están los siguientes: i) capacidad muy débil de los líderes indígenas de preparar planes y propuestas de inversión y de controlar su implementación; ii) ausencia de análisis sistemático y estudios de recursos y oportunidades que ayuden a las comunidades a preparar planes de desarrollo más efectivos; iii) ausencia de control efectivo de la comunidad sobre las decisiones de sus líderes y , el uso de sus recursos. De hecho, el DNP como institución reguladora responsable de las trans- ferencias, ha hecho una contribución importante preparando lineamientos para la administra- ción y uso de los recursos transferidos a los resguardos. Gráfico 8.1. Transferencias tributarias a resguardos indígenas, 1994-2005 90 80 70 60 Miles de millones de pesos 50 40 30 20 10 0 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Fuentes: Roque Roldán con información del DNP, Arango y Sánchez (op. cit.) y Presidencia de la República, diciembre de 2005. Con el propósito de aumentar la transparencia y responsabilidad en el uso de las transferencias a los municipios y resguardos, se presentó el proyecto de la Ley 715 y fue aprobado en 2001; sin embargo, no se han diseñado los mecanismos de implementación, de manera que no se está aplicando la Ley, y el progreso en este sentido es de la mayor importancia. Al mismo tiempo, las instituciones competentes (el DNP y la Dirección Nacional de Asuntos Indígenas), junto con las organizaciones indígenas deben diseñar e implementar un programa de formación de capaci- dad institucional intensiva entre las autoridades municipales e indígenas y miembros de los resguardos referente al uso legal y efectivo de las transferencias. Las Entidades Territoriales Indígenas (ETI). Un motivo de preocupación aún mayor es la falta de progreso en la fijación de condiciones mediante las que puedan crearse ETI, como está previsto en la Constitución de 1991. En su ausencia, los resguardos siguen recibiendo las transferencias a través de los municipios, lo que adiciona una carga extra al sistema y a las comunidades indí- genas, en particular porque su recaudo es engorroso en el caso de los resguardos cuyas fronte- 157 Invertir en la gente ras incluyen uno o más municipios. Además, el procesamiento y la diligencia necesaria para la obtención de estos recursos son fragmentados y costosos y pueden afectar la responsabilidad. Los esfuerzos significativos de la administración (a través del DNP y la Dirección de Asuntos Étnicos) y de grupos indígenas (a través de la Organización Nacional Indígena Colombiana, ONIC) para acordar la forma de las ETI y los procedimientos para implementarlas, se encuen- tran con obstáculos prácticos y políticos, especialmente en el ámbito municipal, debido a cues- tiones de recursos y presupuestos. En adición, desde el punto de vista práctico, existen diferencias entre las comunidades indígenas y el Gobierno atinentes al tamaño y viabilidad de las ETI y a la creación de sistemas con procedimientos diferenciados para entidades pequeñas y grandes. Debe dedicarse una investigación sistemática de opciones viables técnicamente en conjunto con esfuerzos políticos, a la identificación y superación de obstáculos potenciales para permitir la implementación de las ETI. Las Administradoras Indígenas de Salud. El sistema general de seguridad social en Colombia incluye la provisión de servicios de salud a las poblaciones de grupos étnicos, y su inclusión en los distintos programas y planes de salud implementados por el Gobierno. En adición, las auto- ridades indígenas pueden crear y administrar sus propias entidades administradoras de salud, conocidas como Administradoras Indígenas de Salud, como entidades privadas proveedoras de salud (EPS).128 A la fecha, están en operación seis EPS indígenas, recibiendo 644.986 personas la cantidad de $133.600 millones. Gran parte de este dinero se dirige a tratar condiciones asocia- das con la pobreza (mortalidad materna e infantil, diarrea y una alta incidencia de malnutrición que afecta a los niños y mujeres embarazadas). El Gobierno es consciente de las limitaciones del sistema actual y se están definiendo medidas correctivas mediante la elaboración de borradores de un nuevo marco regulador para la Ley 691, que regule la participación de los grupos étnicos en el sistema general de seguridad social. Sin embargo, al momento de preparar esta Nota, no se había terminado el borrador de este marco. Los Centros Regionales de Educación Superior (Ceres). Colombia ha hecho progreso en la adapta- ción de material educativo a la cultura y lengua de los pueblos indígenas, y en la capacitación de profesionales indígenas para vincularlos a proyectos educativos de comunidades indígenas, en escuelas de primaria y secundaria. Informes del Ministerio de Educación129 indican que la cobertura es del 87% de la población indígena en edad escolar (383.498 personas). El programa educativo conocido como etnoeducación incluye esfuerzos para aumentar el acceso de los pue- blos indígenas a la educación secundaria y mejorar la capacitación de los maestros. Los Ceres han desempeñado una función esencial en este propósito. En los últimos años de la administra- ción actual se formaron 18.041 nuevos estudiantes y aunque no se tenían datos disponibles sobre asignación de recursos financieros para los años 2002 y 2003, en el período 2004-2005 el presupuesto asignado al programa llegó a los $17.100 millones, una cantidad considerablemen- te mayor que en años anteriores.130 Sin embargo, la adaptación de los planes de estudio a las escuelas indígenas y la calidad y estándar de la educación ofrecida son motivo de preocupación para los maestros y las autoridades oficiales. 128 El apoyo a la salud en el sistema de seguridad social es administrado por entidades públicas y privadas mediante cinco planes distintos de salud. Ellos son: i) el "Plan obligatorio de salud"; ii) el "Plan subsidiado"; iii) el "Plan de atención básica"; iv) el "Plan de atención inicial de urgencias"; y v) la "Atención en accidentes de tránsito y eventos catastróficos". Las entidades privadas, o Entidades Prestadoras de Salud ­EPS­ administran y manejan las afiliaciones individuales de los distintos planes. 129 Ver Roque Roldán, 2005a. 130 Ver Arango y Sánchez (2004), p. 79 y Roldán (2005). 158 Afrocolombianos y pueblos indígenas Hacia la implementación de una política de acción afirmativa propuesta para los afrocolombianos La percepción del tamaño de la población afrocolombiana más allá de los territorios ancestrales tradicionales es muy reciente. Los datos oficiales actuales sobre las condiciones socioeconómicas de los afrocolombianos revelan lo siguiente: i) la población afrocolombiana es mucho mayor de lo que se pensaba anteriormente; ii) la población no se concentra solamente en lo que se conoce como territorios colectivos ancestrales. De hecho, sólo 302.504 personas viven en territorios co- lectivos, en tanto que los 3,1 millones restantes viven en condiciones pobres en otras áreas rura- les, en ciudades secundarias, o cada vez más, en las grandes ciudades de Colombia: Bogotá, Cali, Medellín y Barranquilla. Estos nuevos datos ofrecen una imagen más clara de los proble- mas que afectan a esta población relativamente grande, y una oportunidad de desarrollar solu- ciones institucionales y de políticas públicas que contribuyan a la reducción de la pobreza y ocasionen la inclusión social de los afrocolombianos. En septiembre de 2004, el Gobierno aprobó una "Política de acción afirmativa para la población afrocolombiana" (documento del Conpes 3310), encaminada a dirigir políticas públicas hacia las comunidades afrocolombianas, aumentar la cobertura de los programas nacionales, implementar políticas de acción afirmativa a corto plazo y definir iniciativas a largo plazo, me- jorar los mecanismos de recopilación de datos y, finalmente, seguir las recomendaciones del Plan Nacional de Desarrollo y del documento Conpes 3169 de 2002. Aunque se reconocen los importantes avances en recopilación de datos y en cerramiento de la brechas de desigualdad en educación primaria y en salud, en el documento del Conpes 3310 se reconoce también que los afrocolombianos se encuentran todavía en desventaja en lo referente al acceso a educación secundaria y universitaria de calidad, empleo e infraestructura física, financiera y tecnológica. En el documento 3310 también se destaca la necesidad de fortalecer la vocería y participación de las comunidades afrocolombianas. Experiencias con programas de acción afirmativa diseñados para aumentar la inclusión de pue- blos de descendencia africana en Brasil, Sudáfrica y los Estados Unidos, ofrecen lecciones perti- nentes para Colombia. Para romper el ciclo de exclusión y discriminación racial, se requieren dos dimensiones interrelacionadas: la primera es fortalecer la vocería de las ONG y la segunda definir e implementar políticas y programas pertinentes para combatir la desigualdad de ingre- sos y la pobreza, las condiciones de vida pobres de las comunidades afrocolombianas y para resolver directamente desigualdades raciales.131 En los Estados Unidos, la combinación de estas dos dimensiones incluyó provisiones importan- tes de servicios de salud adjuntas a la seguridad social específicamente para los pobres, contri- bución a la educación elemental y secundaria con provisión de becas adicionales para estudiantes universitarios, financiación en ciudades modelo para proyectos de desarrollo comunitario, con- tribución a sistemas de tránsito masivo urbano, apoyo a las artes y humanidades, y leyes de protección ambiental. En Sudáfrica, la Facultad de Ingeniería de la Universidad de Ciudad de El Cabo ha desarrollado un modelo de capacitación de jóvenes de antecedentes desfavorecidos para triunfar, con notables resultados. El número de hombres negros graduados de secundaria aumentó, de 9 en 1988 a 96 en 1998, y el de mujeres negras, de 10 a 48 en el mismo período. 131 Do Nascemento (2001), p. 173. 159 Invertir en la gente Detrás del éxito estuvieron tres principios: i) creación de un clima de triunfo: colocación de estudiantes en posiciones en que pueden triunfar y sentir retos para pasar en forma incremental a niveles más complejos de desempeño; ii) atención a los requisitos de individuos con distintas capacidades y estrategias de aprendizaje;132 iii) afirmación y compensación del buen desempe- ño como forma de enriquecer la excelencia. De igual importancia son los Cursos de Preparación de Admisiones para Personas Negras y Pobres, implementados en varios estados y municipios de Brasil. El objetivo del programa es aumentar el acceso de jóvenes afrobrasileños y personas pobres a la educación superior. Algunas universidades han abierto admisiones subsidiadas para los estudiantes de estos cursos. En el caso de Colombia es necesario encontrar mecanismos efectivos, inclusive asistencia técni- ca y financiera para apoyar la implementación de la política aprobada en el documento Conpes 3310 y sus recomendaciones. El Banco Mundial conoce los esfuerzos que dedica el Gobierno colombiano a la formulación de un plan de desarrollo integrado a largo plazo a favor de la población afrocolombiana. Con el plan se busca proponer acciones en las áreas de fortaleci- miento institucional y la creación de nuevas oportunidades sociales y económicas para las po- blaciones afrocolombianas rurales y urbanas. Concebidas como un plan de desarrollo, las acciones propuestas cubrirían el período hasta 2019. En línea con la determinación del Gobierno de re- ducir la pobreza y aumentar las oportunidades para estas poblaciones, debe prestarse atención particular en la preparación de dicho plan a los siguientes aspectos: Políticas de acción afirmativa en entidades oficiales que apoyen una mejor cobertura, acceso y calidad de educación primaria y secundaria por medio de: · Aumento de la cobertura de educación primaria y secundaria en Antioquia, Atlántico, Bolívar, Cauca, Chocó, Córdoba, la Guajira, Magdalena, Nariño, Sucre, Valle, Cesar, Putumayo y San Andrés, a fin de lograr el objetivo de casi medio millón de cupos para nuevos estudiantes. · Fortalecimiento del Fondo de Crédito Educativo (del Icetex), mediante la provisión de becas a estudiantes afrocolombianos con resultados académicos sobresalientes que pro- vengan de familias de bajos ingresos. · Mejora de la calidad educativa en municipios con población de predominio afrocolom- biano, donde la calidad es la más baja del país, teniendo el 89% de las escuelas una clasi- ficación de baja e inferior, en términos de desempeño escolar y estudiantil en las pruebas nacionales.133 Para esto será necesaria la capacitación de maestros e incentivos para ellos y una mejor asistencia de su parte, junto con mayor acceso a materiales didácticos y mejo- res instalaciones escolares. Debe explorarse el establecimiento de un programa de inno- vación basado en tecnología en coordinación con una o varias universidades o colegios universitarios de países como Brasil, Sudáfrica o Estados Unidos. Debe efectuarse una revisión del "Sistema integral de información de la protección social", de manera que incluya variables relativas a razas y grupos étnicos, como medio de controlar el funciona- miento de programas de protección social en comunidades afrocolombianas; y, según la 132 Para mayor información, ver el programa de la Fundación Deep de la Universidad de Ciudad de El Cabo en http:// www.educause.edu/ir/library/pdf/ffp9806.pdf. 133 Ver DNP y Ministerio de Justicia (2005), p. 27. 160 Afrocolombianos y pueblos indígenas necesidad, diseñar e implementar programas especialmente dirigidos a la población afro- colombiana. Reducción de la pobreza y consolidación de la administración en los territorios colectivos Esto se logrará mediante: · El poyo para el diseño e implementación de planes de desarrollo local y de gestión am- biental y para la creación de pequeñas empresas de efectividad ambiental (iniciativas ver- des) que vinculen a productores locales con el mercado internacional de comercio justo. · La declaración el estricto cumplimiento de los derechos legales de propiedad sobre los territorios colectivos y apoyar vínculos de iniciativas de gestión de recursos naturales dirigidas por la comunidad, tales como procesos de reducción de emisiones de carbono, con recursos internacionales de financiación. · La protección de los activos patrimoniales de las poblaciones de afrocolombianos despla- zados. La consolidación del progreso logrado en la recopilación de datos mediante instrumentos ofi- ciales de captura de información sobre población (encuestas de hogares, QLS, censo), por me- dio de la inclusión de miembros de la comunidad en procesos de captura y comprobación de datos de encuestas en comunidades étnicas; estandarización de captura de datos relativos a grupos étnicos, utilizando todo el rango de instrumentos de escrutinio de datos y prestación de servicios públicos y en evaluaciones de impacto por agencias públicas; y realimentación de datos para la formulación de políticas y adaptación de programas públicos. En adición a las recomendaciones del documento del Conpes, es necesario emprender labores analíticas adicionales que reflejen la interrelación entre la discriminación y la exclusión social y económica. No obstante los efectos negativos de la discriminación, como se presentaron en el documento Conpes 3310 y proclamados por los grupos de la sociedad civil de afrocolombianos e institutos de investigación, existe poco entendimiento de la dinámica entre la discriminación y el acceso a las oportunidades sociales y económicas. Estudios en otros países de la región, entre ellos Bolivia, Ecuador, Perú, Guatemala y México, han revelado agudas diferencias en niveles de ingreso entre las poblaciones indígenas y las no indígenas, aun después de hacerse control por diferencias en variables observables como educación. El diferencial de ingresos no atribuible a variables observables va de un 27% en Bolivia a 58% en Perú y, aunque el racismo no es el único factor no observable, una proporción significativa de la variación no explicada en los ingresos por el factor étnico, puede atribuirse a la discriminación.134 En los Estados Unidos se han realizado estudios que se concentran con mayor precisión en el impacto de la discriminación sobre las oportunidades de empleo para los afrodescendientes. En un estudio135 se halló que cuando se enviaron hojas de vida simuladas de candidatos con idén- 134 Ver Hall y Patrinos (2006). 135 Bertrand y Mullainathan (2004). 161 Invertir en la gente tica experiencia y educación como respuesta a avisos de oferta de empleo en periódicos, los candidatos con nombres comunes en la mayoría de la población tuvieron 50% más probabilida- des de recibir llamadas de las empresas empleadoras que los candidatos con nombres comunes sólo en la comunidad afronorteamericana. Han surgido hallazgos similares en estudios de acce- so a vivienda y crédito. Estudios semejantes podrían adaptarse al contexto colombiano y reali- zarse en el país para explorar el impacto de la discriminación racial y étnica, en las oportunidades económicas para las minorías étnicas, como base para medidas de políticas de tratamiento de la discriminación. Apoyo a personas desplazadas internamente (PDI) En un capítulo aparte del presente volumen se analiza con mayor detalle la situación de la población desplazada internamente en Colombia. Aún así, dado el impacto tan desproporcio- nado del desplazamiento interno en la población de grupos étnicos del país, se resumen aquí algunos puntos de mucha importancia: · La intensidad del conflicto en áreas con concentraciones de población de grupos étnicos, debida en parte al interés de las fuerzas irregulares en la riqueza de las selvas de los terri- torios colectivos de comunidades indígenas y afrocolombianas, aumenta la presión sobre ellas, amenazando sus derechos, medios de vida y culturas tradicionales. · La elasticidad bien conocida de las poblaciones étnicas tradicionales frente a los eventos externos ­que las ha hecho sobrevivir durante siglos­ se está debilitando por la intensi- dad de la violencia perpetrada contra sus comunidades por los participantes en el conflic- to. De acuerdo con la Codhes (Consultoría de Derechos Humanos y Desplazamiento),136 en 2002 los afrocolombianos representaron el 33% del total de la población desplazada en ese año; en el mismo año fueron desplazados 12.649 indígenas, el 5% del total de despla- zados y el 1,75% del total de la población indígena. El UNHCR (Alto Comisionado de las Naciones Unidas para Refugiados) informó recientemente que los afrocolombianos re- presentan el 11% del número total de desplazados en el país, en tanto que los indígenas representan el 8%.137 · El desplazamiento forzado es un proceso traumático con tremendas consecuencias socia- les, económicas y psicológicas para individuos y comunidades. Tiene un efecto general- mente desestabilizador tanto en la parte receptora como en la expulsada. En grupos de reunión (de foco) las mujeres han descrito con apremio el impacto del conflicto en sus comunidades indígenas y afrocolombianas.138 El conflicto y el desplazamiento forzoso resultante tienen los siguientes efectos: i) rompen los lazos comunitarios y desestabiliza los mecanismos de gobernabilidad interna de las comunidades; ii) quebrantan la vida económica y las formas de trabajo tradicionales practicadas por las comunidades; iii) des- truyen las formas tradicionales de administrar la naturaleza, el uso de los recursos natura- les y la defensa de los ecosistemas; iv) degradan la calidad de vida de personas y 136 Boletín de Consultoría para Derechos Humanos y el Desplazamiento (abril, 2003). Los datos de esta fuente sugieren que los grupos étnicos tienen casi cuatro veces más probabilidad de ser desplazados internamente que el resto de la población. 137 Ver la Nota Informativa del UNHCR, "Mission Confirms new Displacements in Chocó Province". Febrero, 2005, disponible en línea en http://www.unhcr.org/cgi-bin/texis/vtx/news/opendoc.htm?tbl=NEWS&id=4215cf954. 138 Banco Mundial (2005), pp. 58-60. 162 Afrocolombianos y pueblos indígenas comunidades; v) causan pérdida y deterioro de la identidad cultural. Hay diferencias en los patrones de desplazamiento entre las comunidades indígenas y las afrocolombianas, y sus reacciones son marcadamente distintas, como lo demuestra la variedad de estrate- gias y habilidades que los dos grupos utilizan para adaptarse al cambio de entorno (ver el cuadro del anexo 3). · Es esencial proteger los activos patrimoniales de las comunidades que abandonan sus tierras, viviendas, redes sociales y medios de vida. Es también esencial que las familias y personas indígenas y afrocolombianas desplazadas se informen adecuadamente sobre cómo registrarse para ayuda y dónde conseguirla, y de que pueden obtener servicios que tengan en cuenta sus necesidades culturales. Un primer punto de contacto para las PDI de grupos étnicos debe incluir organizaciones locales sensibles culturalmente y represen- tantes de esos grupos étnicos, para facilitar la transición a las áreas urbanas y basarse en las redes de capital social que puedan presentar. Recomendaciones Colombia ha hecho progresos considerables en el reconocimiento de los derechos y necesida- des de sus grupos étnicos. Como se discutió, se ha logrado un progreso importante en la demar- cación, titulación y expansión de las tierras y territorios colectivos de pueblos indígenas y afrocolombianos en áreas rurales. No obstante, quedan por atender asuntos urgentes. Hay una serie de problemas relacionados de mayor preocupación para el Estado que convergen en los territorios colectivos indígenas y afrocolombianos. Estos temas se relacionan con el conflicto violento de fuerzas armadas ilegales; la colonización ilegal de tierras ancestrales y la produc- ción de drogas ilícitas asociada a ella; la destrucción ambiental debida a la tala forestal; la pro- ducción de cultivos ilícitos y la fumigación; y la monocultura de la palma africana. En adición, la destrucción cultural y el desplazamiento forzoso de los pueblos de grupos étnicos contribuye a la intensa pobreza económica de poblaciones ricas culturalmente, que son los custodios de al- gunas de las áreas más antiguas de biodiversidad. Todas éstas son consideraciones poderosas que exigen atención urgente a la difícil condición de los pueblos afrocolombianos e indígenas de Colombia. Las opciones de políticas que se presentan adelante se concentran en los temas que necesitan tratarse con mayor urgencia en los próximos años.139 139 Estas opciones de políticas deben verse como complementarias a las presentadas en otras Notas anteriores, especialmente las referentes al conflicto, la violencia y la paz sostenibles. 163 Invertir en la gente Acciones recomendadas Acciones recomendadas a mediano Objetivo a corto plazo y largo plazo 1. Fortalecer la Definir las funciones técnicas, sociales y gobernabilidad en económicas, y los mecanismos de los resguardos funcionamiento de las ETI. indígenas y territorios Definir las atribuciones y garantías exactas Desarrollo de normas legales y colectivos para los pueblos indígenas y comunidades reguladoras que hagan operativas a las afrocolombianos. afrocolombianas sobre la propiedad, uso y ETI, de modo que puedan cumplir sus administración de los recursos naturales funciones identificadas. (renovables y no renovables) que existen en sus territorios colectivos legalmente reconocidos. Desarrollar una base de datos coherente de Resucitar el programa de adquisición de información cartográfica y técnica sobre: tierra de los colonos ­individuos no tierra adquirida por el Estado para crear indígenas­ que ocupan tierra en territo- resguardos indígenas; cantidades reales de rios demarcados legalmente. transferencia de tierra; y uso de la tierra. Expedir reglamentos y regulaciones de la Ley 715 sobre temas relacionados con presupues- tos, gestión y control de recursos asignados a los resguardos. 2. Mejorar las Diseñar e implementar un programa Sancionar la LOOT y definir principios transferencias institucional intenso de formación de de asignación de recursos a las ETI. tributarias a los capacidades entre autoridades municipales e resguardos. indígenas y miembros de los resguardos, respecto al uso correcto, efectivo y legal de las transferencias. Apoyar la terminación e implementación de El DNP y la Dirección Nacional de iniciativas de desarrollo local "Planes de Asuntos Indígenas deben desarrollar vida" que consideren, como base de guía, el procedimientos públicos y transparentes manejo de los recursos naturales en territo- para el manejo e inversión de las transfe- rios colectivos y resguardos como forma de rencias tributarias, inclusive mecanismos aumentar los medios de vida. de responsabilidad social. 3. Gestión Hacer responsables a las instituciones por el Efectuar evaluaciones periódicas de ambiental y de cumplimiento de los derechos sobre tierras inversiones, financiación de los progra- recursos naturales. colectivas y nombrar, desacreditar y sancio- mas e impacto sobre el terreno de las nar a los violadores de los derechos sobre transferencias tributarias. tierras colectivas de grupos étnicos. Apoyar políticas y prácticas de sustitución de cultivos alternativos en los territorios colecti- vos de grupos étnicos. Conectarse con entidades internacionales sobre conocimien- to y experiencias. Estimular actividades de medios de vida sostenibles, como mercados verdes, captura de carbono y sustitución de cultivos. 164 Afrocolombianos y pueblos indígenas Acciones recomendadas Acciones recomendadas a mediano Objetivo a corto plazo y largo plazo Con el liderazgo del DNP poner en efecto un , Hacer una coordinación interinstitucional mecanismo de coordinación de agencias para consolidar los derechos adquiridos múltiples, asistencia técnica y medios por las comunidades afrocolombianas en financieros para la implementación de las territorios colectivos. políticas del documento Conpes 3310. Aumentar la disponibilidad de recursos del Lograr el objetivo de 476.026 nuevos Icetex y su capacidad operativa, de modo que puestos educativos mediante el incre- pueda efectivamente apoyar a estudiantes mento del cubrimiento de la educaciön afrocolombianos de bajos ingresos y sobresa- (primaria y secundaria) en Antioquia, liente rendimiento académico. Atlántico, Bolívar, Cauca, Chocó, Córdo- ba, La Guajira, Magdalena, Nariño, Sucre, En cooperación con universidades y colegios Valle, Cesar, Putumayo y San Andrés. universitarios extranjeros, lanzar una tecnología de "excelencia estudiantil" basada en programas innovadores para estudiantes de secundaria y terciaria. Revisar el "Sistema integral de información de la protección social", de modo que incluya variables relacionadas con razas y grupos étnicos como medio de controlar el funciona- miento de los programas de protección social y su evolución, en comunidades afrocolombianas. Según la necesidad, diseñar e implementar programas dirigidos especial- mente a la población afrocolombiana. Incluir preguntas sobre raza y grupo étnico en los formularios y documentos utilizados en el "Sistema único de registro" (SUR) para seguimiento de personas desplazadas. 4. Consolidar el Mantener las preguntas sobre raza y grupo Utilizar los datos sobre raza y grupo progreso realizado étnico en la Encuesta de calidad de vida, étnico recopilados para mejorar el en la recopilación encuestas de hogares y otros instrumentos de direccionamiento y seguimiento de de datos oficiales recolección de datos oficiales. resultados de programas públicos de sobre condiciones reducción de la pobreza; por ejemplo, de vida de grupos protección social, salud, educación y étnicos (afro e apoyo de infraestructura básica, a fin de indígenas). reducir la exclusión social. Mantener el diálogo y participación de Apoyar la elaboración de un índice de miembros de comunidades afro e indígenas calidad de vida que refleje la realidad, en la recopilación y comprobación de datos aspiraciones y concepciones de bienestar de encuestas en comunidades étnicas; entre los pueblos indígenas, a fin de estandarización de captura de datos relativos mejorar la pertinencia cultural de a grupos étnicos, utilizando todo el rango de programas públicos y conservar el instrumentos de escrutinio de datos y patrimonio cultural del país. Para este prestación de servicios públicos y en propósito pueden adaptarse el marco evaluaciones de impacto por agencias conceptual, las metodologías y herra- públicas; y realimentación de datos para la mientas desarrolladas por el DNP y el formulación de políticas y adaptación de "Programa nacional de desarrollo programas públicos. humano". 165 Invertir en la gente Acciones recomendadas Acciones recomendadas a mediano Objetivo a corto plazo y largo plazo 5. Aumentar la Trabajar en coordinación con organizaciones Apoyar la publicación de informes atención y expandir comunitarias indígenas y afrocolombianas desagregados sobre los impactos de los el apoyo a familias, para ofrecer apoyo general en la programas para las poblaciones desplaza- comunidades y implementación, monitoreo y evaluación de das de grupos étnicos, de los miembros personas indígenas programas para desplazados en los ámbitos institucionales de SNAIPD. y afrocolombianas local, municipal y departamental. desplazadas Fortalecer la coordinación entre SNAIPD internamente. y la Dirección de Etnias (del Ministerio del Interior) y su servicio de asistencia a la comunidad, para protección y apoyo de poblaciones de grupos étnicos desplazadas internamente. Referencias Arango, Raúl y Enrique Sánchez. 2004. Los pueblos indígenas de Colombia en el umbral del nuevo milenio. Bogotá, Colombia: DNP . Banco Mundial. 2005. The Gap Matters: Poverty and Well Being of Afro-Colombians and Indigenous Peoples. Washington, D.C.: Banco Mundial. Bertrand, Marianne y Sendhil Mullainathan. 2004. "Are Emily and Greg More Employable than Lakisha and Jamal? A Field Experiment on Labor Market Discrimination". American Economic Review, Vol. 94, No. 4, pp. 991-1013. Codhes. 2003. Boletín de Consultoría para derechos humanos y el desplazamiento, No. 44 (abril). Bogotá, Colom- bia: Codhes. . DNP 2002. "Plan nacional de desarrollo 2002-2006. Hacia un Estado comunitario". Bogotá, Colombia: DNP . ______. 2005. Consejo Comunal de Gobierno para las Comunidades Indígenas. Informe del Departamen- to Nacional de Planeación. Bogotá, Colombia: DNP . ------. 2005. "Metas y priorización de recursos presupuestales para atender a la población desplazada por la violencia en Colombia". Bogotá, Colombia: DNP. DNP y Ministerio de Justicia. 2005. "Política de acción afirmativa para la población negra o afrocolombiana". 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Población Amazonas 21 9.209.244 21.930 Antioquia 42 343.311 10.988 Arauca 26 128.171 1.926 Boyacá 1 220.275 3.582 Caldas 4 5.820 20.861 Caquetá 42 679.628 4.003 Casanare 8 148.477 3.424 Cauca 47 181.967 46.749 Cesar 8 58.767 7.177 Chocó 116 1.271.570 23.119 Córdoba 3 117.932 17.372 Guainía 28 7.129.244 9.836 Guajira 20 1.083.906 101.466 Guaviare 22 1.892.207 4.027 Huila 14 6.340 4.815 Magdalena 3 577.546 16.678 Meta 18 200.559 3.755 Nariño 45 361.734 36.380 Norte de Sder. 2 122.200 1.433 Putumayo 51 182.327 9.704 Risaralda 5 28.079 8.345 Tolima 68 23.142 16.884 Valle 21 33.625 5.608 Vaupés 2 3.639.925 12.935 Vichada 31 3.557.432 19.168 Resguardos coloniales 55 405.743 171.201 Reserva de Carraipía (Guajira) 1 5.515 1.000 Totales 704 31.614.686 584.366 Notas: 1) En el período 2002-2005, Incoder creó y expandió 121 resguardos, con un área total de 1.290.087 hectáreas, beneficiando a 20.334 familias indígenas. En forma semejante, se adquirieron 5.794 hectáreas de tierra para 1.663 familias, por un costo total de $18.935 millones. Durante 2005, Incoder invirtió $5.800 millones adicionales para creación, extensión y titulación de resguardos, por una inversión total de $24.735 millones entre 2002 y 2005. 2) Los datos de población se derivan de Incora e Incoder, sin ajustes del DANE relativos a las transferencias. Fuente: Roque Roldán con información de Incoder. 168 Afrocolombianos y pueblos indígenas Anexo 8.2. El Cauca: disputas de tierra, pobreza y conflicto Aproximadamente el 24% de la población indígena de Colombia reside en el departamento del Cauca. Este departamento tiene una significativa presencia indígena, que llega a las 190.069 personas y es el 15% del total. La falta de registros claros y precisos de las tierras indígenas es causa de confusión, malentendidos y conflicto entre las comunidades indígenas de esta región y el Gobierno. A esta mezcla de problemas se agregan los de altos niveles de pobreza existentes en el departamento y la presencia de grupos armados. Para afirmar su importancia política y cultural, el movimiento indígena de la región continúa respon- diendo a estos problemas organizando marchas masivas. La falta de información confiable sobre tierra indígena. La información sobre la teneduría indígena de tierra es inconsistente: , · El DANE y el DNP en un informe escrito por Arango y Sánchez, expresan que existen tres situacio- nes de tenencia de tierra en las 530.150 hectáreas de tierra indígena en el Cauca, así: i) existen 74 resguardos que abarcan 172.019 hectáreas y en posesión de 172.019 personas; ii) aproximadamente 18.050 individuos indígenas viven fuera de los resguardos, ya en áreas urbanas, ya en sus propias tierras; iii) 18.027 hectáreas de tierra están ocupadas por personas indígenas, pero no se consideran resguardos; podrían ser, según Arango y Sánchez, comunidades civiles de tierras que se formaron en resguardos disueltos y siguen teniendo un carácter colectivo. · El Ministerio del Interior y Justicia, utilizando cifras de un informe del Incoder, expresó que las tierras indígenas en el Cauca cubrían 778.615 hectáreas. · El último informe del Incoder (terminado en diciembre de 2005) expresa que sólo hay 47 resguar- dos con una población de 46.749 personas y abarcan un área de 181.967 hectáreas. La carencia de una base de datos clara de información sobre tierras puede atribuirse al hecho de que varias agencias oficiales, así como agencias no oficiales ordenadas por el Gobierno, han sido responsables de la adquisición de tierras para titulación colectiva. Incoder compró entre 2002 y 2005 1.426 hectáreas de tierra por valor de $5.300 millones. La Corporación Nasakiwe, creada en 1994 como respuesta a la catás- trofe del río Páez, compró 8.973 hectáreas de tierra para apoyar a familias afectadas, entre 1994 y 2005. Como resultado de la masacre de la Hacienda El Nilo, el gobierno colombiano y el Consejo Regional Indígena del Cauda (CRIC) acordaron la compra de 15.663 hectáreas de tierra y otorgarlas a comunidades indígenas, de las cuales se han comprado 9.047. De acuerdo con las cifras anteriores, se han comprado 19.446 hectáreas de tierra para apoyo de comunidades indígenas, pero sólo hay disponible información fragmentaria para apoyar esto (ver el cuadro A.8.1). La condición confusa de la información sugiere la necesidad de formar un grupo de trabajo que comprenda las anteriores agencias, organizaciones indíge- nas y registros de tierras para clarificar los datos y desarrollar un método unificado para mantener la precisión de los datos. A la par de los problemas de los datos están los reclamos provenientes de comunidades indígenas sobre territorios que continúan sin reconocimiento legal, resguardos que son demasiado pequeños o grandes y por ello tropiezan con otras tierras, colonización, y tierra en la que es insostenible la producción agrícola, y por ende la subsistencia de la comunidad. La pobreza en el Cauca. Se hicieron transferencias tributarias por un total de $183 millones a resguardos indígenas en el Cauca entre 1994 y 2005, para atender las necesidades básicas de la población en salud, desarrollo rural y vivienda (ver el cuadro A.8.2). No obstante el continuo aumento de las transferencias, sigue habiendo niveles de pobreza pronunciados en las comunidades indígenas del Cauca. Con excep- ción de algún trabajo realizado por comunidades indígenas en el Norte, Centro y Occidente de la región, el problema de la pobreza de las comunidades indígenas en el Cauca ha recibido atención insuficiente. 169 Invertir en la gente Cuadro A.8.1. Tierra adquirida para comunidades indígenas en el Cauca (1992-2005). Área total Área comprada Costo Área restante Programa programada (ha.) (ha.) total (ha.) Período Hacienda Nilo (Caloto) 16.663 9.047 Sin datos 6.615 1992-2005 Catástrofe del río Páez Sin datos 8.973 Sin datos Sin datos 1996-2005 Declaración de emergencia del CRIC Sin datos 1.426 5.276.826 Sin datos 2002-2005 Total Sin datos 19.446 Sin datos Sin datos 1992-2005 La presencia de grupos armados. A la mezcla de problemas se Cuadro A.8.2. Transferencias agrega la presencia de grupos armados, en especial de grupos tributarias a resguardos indígenas que han intentado conseguir apoyo de las comunidades indí- en el Cauca (1994-2005) genas en el departamento. El movimiento indígena en el Cauca ha respondido al problema en la misma forma que responde a Año Cantidad los problemas que surgen con el Gobierno, esto es, organizan- do marchas. Estas acciones se diseñan para: i) reafirmar los 1994 9.625.067 papeles tradicionales de liderazgo en las comunidades indíge- 1995 10.157.794 nas en oposición a los que los grupos armados desean impo- 1996 12.083.474 ner sobre ellas; ii) anula los reclamos de que los grupos 1997 12.591.371 indígenas cooperan con el Gobierno; y iii) permitirse cierto ni- 1998 13.466.539 vel de respeto y reconocimiento para el movimiento indígena 1999 14.832.483 por parte de los grupos armados. Sin embargo, una solución permanente necesitará apoyo del Estado, como se sugiere en 2000 16.094.339 la sección de Recomendaciones de esta Nota sobre políticas. 2001 16.925.158 2002 18.710.738 Recientemente, el gobierno de Colombia acordó con dos orga- 2003 18.597.712 nizaciones indígenas en la región del Cauca (el CRIC y Autori- 2004 19.228.688 dades Indígenas de Colombia­AICO) la formación de una mesa 2005 20.804.775 de negociación que defina los pasos (Hoja de ruta) y se espera que ayude a encontrar soluciones a los problemas de la tierra en Total 183.118.139 la región que encuentran las poblaciones indígena y Fuente: Roque Roldán con información del DNP, afrocolombiana, y otros tenedores de tierra de pequeña escala. diciembre (2005). 170 Afrocolombianos y pueblos indígenas Anexo 8.3. Desplazamiento de grupos étnicos: patrón de comportamiento Desplazamiento de grupos étnicos Población indígena Población afrocolombiana · Busca retornar a su territorio de origen. · Es menor la probabilidad de retorno al lugar de · Busca otras comunidades indígenas. origen. · Su desplazamiento es en general de zonas rurales · Se muda por etapas, buscando las grandes a zonas rurales. ciudades. Su migración en general ocurre de zonas · Tiene serios problemas para adaptarse rurales a zonas urbanas. culturalmente en las zonas urbanas. · Son más propensos a adaptarse e integrarse a la · Migra con toda la familia. vida urbana. · El desplazamiento indígena es masivo y temporal. · El desplazamiento empeora como resultado de la · La violencia directa es la razón principal de exclusión debida al racismo por razones fenotípicas desplazamiento. y culturales. · La población indígena suele resistir más la presión · El desplazamiento tiene lugar primero con algunos externa. miembros de la familia, por lo que la esposa es muy · La movilidad en el espacio ha resultado en menor importante. vulnerabilidad indígena cuando, por razones de · El desplazamiento se hace generalmente poco a fuerza mayor, se han tenido que mudar a sitios de poco y se busca el establecimiento permanente. refugio. · El desplazamiento ocurre no sólo por razones · Busca parientes en otras comunidades de la zona. asociadas a la violencia, sino también por condiciones de pobreza y búsqueda de oportunidades. Ocasionalmente es difícil diferenciar cuándo se trata de desplazamiento forzado, o económico. · La población negra es más propensa a condiciones de terror. Son más sensibles a los obstáculos, lo que provoca un gran desplazamiento. · Las comunidades negras no tienen una tradición cultural de migración como grupo, lo que los hace vulnerables cuando se ven abocados al desplazamiento forzado. · Busca parientes y grupos de la misma edad en las ciudades. Fuente: Banco Mundial (2005). 171 Tercera parte: Construir los fundamentos para la competitividad Fortalecer los fundamentos de la competitividad 9. Fortalecer los fundamentos de la competitividad140 Con el fin de lograr un mejor estándar de vida para su población y reducir la proporción en pobreza ­más del 50%­, Colombia debe crecer con mayor rapidez. Aunque no hay fórmula mágica que pueda garantizar el crecimiento económico más rápido y sostenido, la investigación reciente ofrece respuestas valiosas a cómo la inversión y la productividad contribuyen al crecimiento, y a cómo el entorno de los negocios es esencial para determinar la magnitud de ambas contribuciones. El Gobierno está emprendiendo esfuerzos sustanciales dirigidos a mejorar el clima de inversión en el país. Sin embargo, estos esfuerzos son fragmen- tados. Para mejorar su clima de inversión, Colombia debe atender importantes restricciones, tales como la incertidumbre en las regulaciones, la inestabilidad macroeconómica, la corrupción, la infraestructura in- adecuada, la burocracia ineficiente, la carencia de acceso a financiación, la alta carga de tributación, el crimen, la informalidad, y la debilidad del sistema nacional de calidad. 140 Este capítulo fue escrito por Keta Ruiz, José Luis Guasch y José Guilherme Reis, con la colaboración de Leonid Koryukin. 175 Construir los fundamentos para la competitividad Introducción Necesidad de crecimiento más rápido. Con el fin de lograr un mejor estándar de vida para su población y reducir la proporción de su población que se encuentra en la pobreza ­más del 50%­, Colombia debe crecer con mayor rapidez. Los países de mercados emergentes que han reducido exitosamente la pobreza (principalmente en Asia oriental y meridional) lo han logra- do con altas tasas de crecimiento. Aunque no hay fórmula mágica que pueda garantizar el cre- cimiento económico más rápido y sostenido, la investigación reciente ofrece respuestas valiosas a cómo la inversión y la productividad contribuyen al crecimiento, y a cómo el entorno de los negocios es esencial para determinar la magnitud de ambas contribuciones.141 Además de esta investigación, los trabajos analíticos recientes, tales como el Memorando económico de país (CEM), Colombia Business Productivity and Efficiency DPL, y Doing Business, y análisis adicional basado en varias encuestas, inclusive las producidas por el World Economic Forum (WEF) y el Banco Mundial, sugieren que las restricciones del clima de inversión más importantes para la competitividad del país incluyen las siguientes: · Incertidumbre económica y de políticas reguladoras, inclusive tributación. · Corrupción. · Infraestructura física inadecuada y altos costos logísticos. · Burocracia ineficiente (cinta roja). · Falta de acceso a financiación. · Crimen e inseguridad. · Informalidad y competencia desleal. · Sistema de calidad relativamente débil. 141 Para ayudar a comprender por qué unos países crecen con mayor rapidez que otros, se puede descomponer el crecimiento en crecimiento de capital humano, capital físico, y productividad total de los factores (PTF), la contribución al producto más allá de la efectuada por el trabajo y el capital. Resultados de análisis de múltiples países muestran que la PTF explica entre el 45% y el 90% de las diferencias en el crecimiento de los países. Aunque se supone que la PTF comprende el cambio tecnológico, la investigación reciente ha hecho énfasis en que no sólo abarca diferencias de tecnología, sino también el entorno general en que operan las empresas (por ejemplo, los derechos de propiedad y las instituciones, entre otros factores, lo que se conoce también como el entorno de los negocios o clima de inversión) (Banco Mundial 2005a). 176 Fortalecer los fundamentos de la competitividad Esfuerzos para mejorar el clima de inversión El Gobierno está emprendiendo esfuerzos sustanciales dirigidos a mejorar el clima de inversión en el país. Sin embargo, estos esfuerzos, son fragmentados. Algunos motivos de preocupación relacionados con la incertidumbre de las políticas se han tratado en la nueva Ley de Estabilidad Legal (julio de 2005) que busca atender las preocupaciones de los inversionistas sobre la inesta- bilidad legal y tributaria. Aún así, los negocios consideran la incertidumbre de las políticas, reforzada por la corrupción, todavía como la restricción número uno. Muchos esfuerzos se han hecho en la campaña presidencial anticorrupción; con todo, los resultados parecen ser mixtos hasta el momento, con diferencias de opiniones entre observadores internacionales y locales. Logros significativos (quizá, más notorios) se han observado en áreas como la reducción de la cinta roja y la prevención del crimen. Pero los logros en la reducción de la actividad criminal continúan siendo frágiles. La resolución de obstáculos en infraestructura avanza también con relativa lentitud, el sector del transporte terrestre es el más difícil ­pero el más importante­ de reformar. El acceso a servicios financieros de las personas en Colombia ha estado decayendo, la oferta de crédito al sector productivo sigue restringida y su profundización ha encallado. La informalidad y la competencia desleal continúan siendo un problema sustancial que emana de fuentes múlti- ples: la pesada carga tributaria, rigideces laborales, actividades de lavado de dinero, incerti- dumbre reguladora, sistema legal deficiente e ineficiencias burocráticas todavía sustanciales. Finalmente, a pesar del mayor gasto en I y D, el alistamiento tecnológico de las empresas colombianas incluso decayó ligeramente en 2005. Una razón son los obstáculos del "Sistema nacional de calidad" que sufre de inconsistencias institucionales, deficiente red de metrología y falta de capacidad para desarrollar normas de calidad de alta especialización cada vez más necesarias. Las autoridades trabajan actualmente en arreglos organizativos para implementar un "Sistema nacional de competitividad y productividad" (C y P), articulado con otros sistemas importan- tes: ciencia, tecnología e innovación, educación, calidad y recursos humanos, entre otros. Se espera que los lineamientos para el establecimiento de este sistema se revelen pronto. Clasificación de competitividad internacional Como resultado de esos esfuerzos, las clasificaciones de competitividad internacional de Co- lombia siguen mejorando, aunque con algunas advertencias. El informe Doing Business, en su edición de 2005, clasificó a Colombia como el segundo país de reformas más rápidas, después de Eslovaquia. Este alto puesto se debió a las reformas significativas del país en los campos de simplificación administrativa, cumplimiento de contratos y registro de propiedad. Si bien ha habido una mejora importante en la clasificación de Colombia en el índice de competitividad WEF en el último decenio y más recientemente ­ocupó el puesto 64 de 104 países en 2004 y el 57 de 117 en 2005­, éste es todavía relativamente bajo (ver el gráfico 9.1) y la puntuación general de competitividad en crecimiento WEF permaneció igual en 2004 y 2005 (3,84).142 El factor que impidió el mejoramiento en la puntuación de Colombia fueron los problemas aparentes en el 142 El avance de Colombia se debió, más que todo, a cambios en los puntajes de otros países y a un aumento de la muestra. 177 Construir los fundamentos para la competitividad área de tecnología, en particular las TIC (tecnologías de información y comunicaciones). El des- censo en las TIC lo causó principalmente la introducción de indicadores adicionales, tales como la intensidad de uso de teléfonos celulares y de Internet, en las que a Colombia todavía le va muy pobremente, a pesar del hecho de que éstos y otros indicadores relacionados están mejo- rando con rapidez. Gráfico 9.1. Porcentaje de países 51 50 39 39 40 31 25 30 20 14 15 13 20 10 10 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Fuente: Foro Económico Mundial (2003-2005). Advertencias De manera que las buenas noticias sobre el reciente progreso en el aumento de la competitividad de Colombia deben tomarse con reserva. Las mejoras recientes en campos seleccionados fueron sustanciales (por ejemplo, simplificación administrativa) y han impulsado algunos de los indicadores de competitividad (p. ej., el Doing Business) hacia arriba en forma significativa. Al mismo tiempo, el progreso en otros campos fue notablemente más lento. Además, a pesar del gran progreso en campos relacionados con TIC, Colombia está todavía por debajo de la mayoría de los países. Quizá lo más importante, un problema clave de Colombia es ofrecer un entorno económico que lleve al crecimiento económico en una economía más abierta y global. Las pers- pectivas de mayor integración comercial aumentan el interés en las restricciones al crecimiento de la productividad y, por ende, de la competitividad. Se reconoce ampliamente que, cuando el ajuste para la integración comercial se hace con mercados ineficientes de factores (trabajo, capi- tal y tecnología) y productos, trabajar en una agenda complementaria es algo decisivo para que el país pueda cosechar los beneficios de la integración comercial y estimular aún más el creci- miento económico. Dado que la competitividad es un concepto vasto y multifacético, utilizamos aquí una defini- ción menos amplia que se concentra en las políticas e instituciones que influyen en el rendi- miento y riesgo asociados con la inversión. Incluye así las políticas reguladoras, los procesos administrativos públicos, las condiciones de infraestructura y los incentivos incorporados en arreglos institucionales, como seguridad de derechos de propiedad y fuerza de la Ley. 178 Fortalecer los fundamentos de la competitividad Incertidumbre económica y de políticas reguladoras, incluyendo tributación La sostenibilidad del progreso reciente es esencial. Una buena política macroeconómica y un me- jor entorno económico global han producido dividendos en términos de crecimiento económico. Desde 2003, las tasas anuales de crecimiento real del PIB han estado por encima del 4%, alcanzan- do un estimado de 5,1% en 2005, lo cual se compara favorablemente con el promedio de 1,7% del período 2001-2002 y se refleja en una reducción del desempleo, del 16% en 2000-2002 al 12,2% para fines de 2005. Se planea un crecimiento de 4% (una tendencia percibida como "natural") para los próximos años. Un factor central en el mejoramiento de estas políticas macroeconómicas ha sido la posición fiscal más sólida, si bien persisten algunas preocupaciones fiscales a largo plazo. Entre los factores domésticos, la mejor situación de seguridad (aunque frágil todavía) ha contri- buido también a la recuperación del país. Inestabilidad de la política tributaria. La inestabilidad del régimen tributario es un factor sub- yacente a la fragilidad macroeconómica, lo mismo que la insuficiencia de inversiones. En las últimas tres décadas se han visto 14 cambios en el régimen tributario de Colombia. Aunque el recaudo tributario doméstico total como proporción del PIB en Colombia está más o menos en la mediana de países de medios ingresos similares, los impuestos distorsivos son relativamente altos. La tasa base del impuesto sobre la renta corporativa es de 35%, a la cual el Gobierno ha adicionado sobretasas de 5% y luego de 10% para conseguir más ingresos. La alta tasa corpora- tiva estimula esquemas de precios de transferencia y otros tipos de manipulaciones. Los inversionistas se enfrentan a un impuesto estatutario de 38,5% y con frecuencia efectivamente mayor (por ejemplo, la tasa de Argentina es 35%, la de Bolivia, 25%, la de Brasil, 25%, la de Chile, 16,5% y la de México, 32%). En los servicios públicos se sufren cambios impredecibles en las tarifas. Por ejemplo, en el sector del agua potable, se han emparejado frecuentes aumentos tributarios con reducciones de tarifas difícilmente predecibles, lo que hace que la inversión a largo plazo en el sector sea problemática. El sistema permite otorgar numerosas exenciones, lo que abre oportunidades para la corrupción y destruye la igualdad de participación. Un enfoque preferible es expandir la base del impuesto sobre la renta corporativa, eliminando las exenciones y reducir las distorsiones, disminuyendo la Tasa Tributaria Efectiva Marginal (TTEM) mediante:143 · La disminución de la tasa de impuesto sobre la renta corporativa. · La reducción de deducciones por depreciación para reducir las distorsiones en activos y sectores de negocios. · El aumento de retención de intereses para reducir el sesgo tributario existente que favore- ce la financiación de deuda. · La corrección de la regla de gastos parciales, de modo que se deduzca una sola vez el precio de compra del activo. · La reducción o eliminación del impuesto de 4 por 1.000 a las transacciones financieras. 143 Ver información detallada sobre cada uno de los ítems en Banco Mundial (2005b). 179 Construir los fundamentos para la competitividad · La extensión y terminación de las reformas recientes, para acreditar el IVA sobre inversiones. · La simplificación de procedimientos de administración tributaria para los contribuyentes y el Gobierno. Riesgos para el inversionista. Los inversionistas están sometidos al riesgo de cambio de las re- glas de juego proveniente de los cambios en las leyes y regulaciones. La nueva Ley de Estabili- dad Legal (Ley 963 de julio de 2005) busca tranquilizar a los inversionistas en cuanto a la inestabilidad legal y tributaria, y así permite la firma de contratos entre el Gobierno y los inversionistas, locales y extranjeros, con una tarifa anual de 1% del valor de la inversión en el período. En compensación, el Gobierno garantiza que, con ciertas excepciones, los cambios pos- teriores en las leyes y otros reglamentos aplicables directamente al caso, no se aplicarán al inver- sionista. Aunque se trata definitivamente de un avance en la dirección de mayor estabilidad de políticas, la Ley se aleja también de establecer reglas iguales para todos, generando efectiva- mente afluencias de inversionistas con privilegios fijos, pero distintos (en tanto sean inestables las políticas). Por consiguiente, una agenda legislativa integral con una visión a largo plazo ayudaría a reducir la incertidumbre de las políticas y regulaciones económicas. Cumplimiento de objetivos a largo plazo. Las iniciativas como la "Agenda interna" se dirigen a consultas generales con el sector privado y otros participantes en una variedad de asuntos que tienen implicaciones en la legislación económica del futuro. A través del DNP y el Ministerio de Industria y Comercio, el Gobierno trabaja con representantes de los sectores productivos en acuerdos con miras a mejorar la competitividad. Burocracia ineficiente Reducción de la cinta roja. El Plan Nacional de Desarrollo establece la reducción de la cinta roja como elemento central del impulso del Gobierno para mejorar el entorno de los negocios. El gobierno ha realizado un inventario de los procesos burocráticos existentes y ha identificado los que tienen efectos directos sobre las actividades comerciales, que son unos 1.000 de un total de 2.676. En el documento de políticas No. 3292 de 2004 del Conpes se formuló una estrategia para la reducción de la cinta roja por medio de la coordinación interinstitucional, la actualización del marco legal, la racionalización de los procesos existentes y el fortalecimiento tecnológico de las agencias oficiales. Ya para diciembre de 2004 se habían simplificado unos 150 procesos burocrá- ticos y se habían eliminado 18. Ley Antitrámites. La Ley 962 de julio de 2005 eliminó alrededor de 80 procesos burocráticos e impidió además que las entidades estatales crearan otros, y que obtuvieran fondos por medio de cargos monetarios por dichos procesos. También permitió el envío por medio electrónico o por correo de mayor cantidad de documentación, limitando la necesidad de su presentación personal y anuló el requisito de la autenticación notarial de firmas en la mayoría de los procesos burocráticos. Servicios en un solo sitio. Se logró un gran progreso mediante la creación de servicios en un solo sitio (one-stop shops) a fin de modernizar los procesos de la burocracia. La administración, a , través del DNP ha trabajado con Confecámaras para establecer Centros de Atención Empresa- rial (CAE) en seis ciudades principales. Los CAE capturan, procesan y transfieren toda la infor- 180 Fortalecer los fundamentos de la competitividad mación a 11 agencias locales y nacionales (en promedio) implicadas en el proceso de registro y licenciamiento de negocios: con los CAE se habilitó el registro basado en la presunción del cumplimiento de requisitos de esas agencias, con verificación aleatoria ex post. El programa de CAE que se extiende en la actualidad a 2007 busca agregar 51 ciudades más a las seis ya cubier- tas, para simplificar aún más el proceso de registro de negocios y expandir la gama de servicios de apoyo. El cuadro 9.1 muestra los mayores logros y los objetivos a corto plazo del programa de CAE. Reducción de barreras al comercio exterior. Está en marcha un programa para la reducción de procesos burocráticos relacionado con el comercio exterior, el Sistema integral de información de comercio exterior. Con este programa, el número de formularios que debe llenar un exportador se reducirá de unos 35 a 1, el tiempo de proceso en las aduanas de 12 a 5 horas, y el tiempo prome- dio de procesos burocráticos relacionados con exportaciones de unos 20 días a 2. La iniciativa está guiada por un decreto ministerial expedido a fines de 2004. Esfuerzos de simplificación en el Ministerio de Protección Social. Éstos se han concentrado en la unificación de los formularios utilizados por las agencias oficiales y empresas privadas que re- caudan las contribuciones a la seguridad social y otras contribuciones obligatorias. El sistema integrado tendrá un solo formulario ­formulario único­, que reemplazará los 283 formularios distintos de seguridad social utilizados en varias instituciones. Cuadro 9.1. Logros del programa de Centros de Atención Empresarial, por fechas objetivo Antes del programa Resultados para junio 15, 2005 Objetivo para 2007 51 para individuos 1,8 Tiempo para establecer 1 un negocio (días). 55 para entidades legales 4 Número de veces que el 31 para individuos 3,3 empresario debe reunirse 1 con funcionarios. 34 para entidades legales 5 Organizaciones con que 10 para individuos 1 1 el empresario debe tratar directamente. 11 para entidades legales 2 2 Procesos administrativos 17 procesos separados; 3 de 16 de los 17 integrados en los Todos los procesos que deben seguir los certificación previa CAE; 3 conceptos eliminados en integrados en los empresarios. (conceptos) por los cuales se todas las ciudades salvo CAE y los de cobra sin base legal. Bucaramanga (queda con un certificación previa concepto). eliminados. Costo de crear una Costo directo alrededor de Recorte de 20% en promedio Recorte de costo total empresa. $930.000 más unos $113.000 en costo total; recorte de del 30% y extra (la mayoría por costos extra por unos $85.000 eliminación de costos conceptos). en promedio. extra. Nota: Con todos los elementos necesarios listos para un mayor progreso en este campo de reducción de cinta roja, el Gobierno, en cooperación con el sector privado y donantes, debe asegurar financiación adecuada de las medidas contempladas. Por ejemplo, el programa de CAE tiene hasta el momento sólo financiación limitada provista por una concesión externa. 181 Construir los fundamentos para la competitividad Corrupción Opiniones distintas sobre el éxito del programa. El programa presidencial para combatir la co- rrupción iniciado en 1999 parece haber producido en general resultados positivos, pero hay diferencia de opiniones. El índice de corrupción ICRG ha mejorado en forma significativa des- de entonces (ver el gráfico 9.2). Según un estudio reciente de Transparencia Internacional, los colombianos encabezan la lista de "optimistas" que tienen confianza en las buenas perspectivas de combatir la corrupción en su país. WEF sitúa el nivel de corrupción en Colombia en una posición bastante moderada (ver el gráfico 9.3). No obstante, se percibe aún a la corrupción como un gran problema. Más del 60% de quienes respondieron a la encuesta 2004 Probidad opinaron que la corrupción aumentó en el período 2001-03 (ver el gráfico 9.4); la opinión nega- tiva fue especialmente fuerte en Cartagena, Bucaramanga y Popayán. Las autoridades locales fueron consideradas como las entidades más corruptas (ver el gráfico 9.5). Gráfico 9.2. El progreso con la corrupción Gráfico 9.3. Posición internacional después de la crisis, datos de ICRG de Colombia frente a la corrupción (0: peor, 6: mejor) 30 3,5 25 Porcentaje de respuestas 3 20 2,5 15 10 2 5 1,5 0 1 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005* *De enero a febrero únicamente. Nota: A los ejecutivos de negocios se les permitió clasificar la co- Fuente: ICRG. rrupción como uno de los factores más problemáticos. Fuente: Foro Económico Mundial (2005). Gráfico 9.4. Aumento de la corrupción Gráfico 9.5. Autoridades locales como entre 2001 y 2003 las más corruptas 100 3 0 3 4 7 6 5 4 9 50 80 42,5 40 60 59 57 67 68 56 61 73 77 83 30 40 21,4 15 17,4 22 17 19 20 20 13 12 14 23 17 8 18 19 18 7,2 23 17 13 18 4 19 18 10 13 9 8 10 4,0 0 2,7 a 2,7 n a 2,1 n 0 182 Fortalecer los fundamentos de la competitividad Enfoque en el ámbito local. El programa presidencial para combatir la corrupción va en la direc- ción correcta: se enfoca en el ámbito local y se concentra actualmente en la implementación del programa regional, mediante el cual la administración promueve la firma voluntaria de los llamados "Pactos de transparencia" entre autoridades locales, departamentales y ciudadanos (representados por organizaciones no gubernamentales u otras). Estos pactos permiten a las comunidades públicas/locales informarse mejor sobre las decisiones y acciones del Gobierno y ejercer el control social. Este proceso participativo es un elemento importante de la lucha contra la corrupción. Es probable que el combate de ésta sea un objetivo mayor en "Colombia 2019", que se dirige a ofrecer una estrategia de desarrollo de consenso en todo el país y no sólo una visión del Gobierno. Las acciones propuestas se interrelacionan con mejoras en otras áreas importantes. Estas accio- nes, de las cuales las primeras tres son más bien a largo plazo, son: · Crear reglas equitativas y eliminar las oportunidades de otorgar excepciones. Se relaciona también con garantía de mayor estabilidad política. · Mejorar la transparencia y responsabilidad. Incluye el mejoramiento de la eficiencia bu- rocrática, aun en adquisiciones oficiales y aduanas. La introducción de medios basados en TIC para mayor eficiencia y control es ineludible y tiene lugar gradualmente. · Continuar el trabajo en el ámbito local dirigido a mayor transparencia de las actividades de oficinas públicas locales, incluso inspectorías. En cuanto a estas últimas, incluye trabajo en curso exitoso a fin de establecer servicios en un solo sitio para registro de empresas que tam- bién ofrecerá coordinación entre inspectorías y empresas, reduciendo conflictos de intereses. · Recortar aún más las actividades de lavado de dinero, incluso con el fortalecimiento del marco regulador de Anti Money Laundering/Combating the Financing of Terrorism (AML/CFT) por medio de la expedición de un decreto, mejorando la función de la Co- misión de Coordinación Interinstitucional Contra el Lavado de Activos. Se relaciona también con la lucha contra la informalidad y el mejor funcionamiento del sector finan- ciero. Falta de acceso a financiación Se requiere mayor profundidad financiera. A pesar de la exitosa recuperación del sector financie- ro de la crisis, es necesaria una mayor profundidad financiera para asegurar los debidos flujos de fondos al sector privado. Como lo indica el gráfico 9.6, el crecimiento posterior a la crisis del crédito interno fue impulsado por el crédito al sector público que, para 2003, ha sido relativa- mente grande en una escala internacional (ver el gráfico 9.7). La oferta de crédito al sector pro- ductivo sigue restringida y aunque la cartera neta de créditos ha empezado a crecer después de la crisis, el crecimiento más rápido ha provenido del segmento del consumidor. Los altos már- genes de préstamos corporativos no han decaído en varios años. Como lo señala Business Productivity and Efficiency DPL, los requerimientos fiscales del Gobierno pueden seguir creando una situación de salir en tropel, limitando los flujos adicionales de financiación al sector real. 183 Construir los fundamentos para la competitividad Gráfico 9.6. Composición del crédito Gráfico 9.7. Porcentaje de crédito interno interno en Colombia al sector público (2003) 90 80 70 Billones de pesos 60 50 40 30 20 10 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 0% 20% 40% 60% 80% 100% El sesgo hacia la financiación a corto plazo. Las empresas presentan un fuerte sesgo hacia estra- tegias de financiación a corto plazo, que puede atenderse por medio de un mayor desarrollo de los mercados de capital. Esto origina dudas en cuanto a la sostenibilidad de la estructura y su efectividad para apoyar el crecimiento a largo plazo. De acuerdo con la Superintendencia de Sociedades, en 2003, en promedio, un 63% de los pasivos corporativos totales eran pasivos a corto plazo. · La administración debe continuar con el proceso de reforma general para fomentar el desarrollo de los mercados de capital. Aunque por naturaleza de largo plazo, el proceso tiene ciertos elementos que deben atenderse en el corto plazo, tales como la implementación de la recién sancionada (2005) Ley de Valores, que representa un avance importante en la definición y regulación de aspectos de la mayor importancia de los mercados de capitales. Otra tarea a corto plazo es la de reducir los costos de las transacciones, todavía altos, para el acceso a esos mercados. Insolvencia corporativa. Es necesario un marco legal más adecuado para la insolvencia corpora- tiva, para facilitar la restructuración y clausura de empresas y, en último término, aumentar la oferta de créditos. Un marco efectivo para insolvencias estimula la oferta de crédito, ya que las entidades financieras perciben un menor nivel de pérdidas netas en casos de incumplimiento. El sistema actual de Colombia tiene dos limitaciones principales: la laxitud de prerrequisitos para obtener acuerdos de reestructuración, que eventualmente puede llevar al fracaso del plan de reestructuración y a la liquidación. Y la segunda, retrasos en los procesos de insolvencia que no permiten a las empresas reorganizarse o liquidarse con rapidez. · La administración debe, a corto plazo, reacondicionar la legislación existente sobre insol- vencia. Sin embargo, se ha retrasado la sanción de la propuesta Ley de Insolvencia que, entre otras cosas, reducirá el tiempo requerido de procesos de reestructuración y liquida- ción, debido a la extensión de la Ley 550 que no es tan eficiente en la resolución de insol- vencias. Microcréditos. La promoción de un sector activo de microcréditos en el país es un elemento importante para la formación de potencial de crecimiento al posibilitar el acceso al crédito al gran número de participantes del sector informal e introducirlos en el sector formal. Existen dos clases de entidades de microcréditos en el país: la primera está compuesta por las ONG que 184 Fortalecer los fundamentos de la competitividad representan el 40% del mercado y la segunda por el sistema bancario regulado, que represen- ta el 60%. El desarrollo del sector de microcréditos se obstaculiza por la falta de capital de las ONG y el tope a las tasas de interés basado en una decisión de la Corte Constitucional. Las ONG prestamistas adaptan sus productos de préstamo y métodos de recaudo a las condicio- nes de ingreso y de vida de los hogares de bajos ingresos e informales, y han podido mante- ner bajas las tasas de morosidad. · La administración debe seguir promoviendo la cooperación entre los bancos y las ONG, en la cual los bancos aportan la liquidez y cobertura y las ONG sus tecnologías de crédito y experiencia. Un banco comercial participa ya en este esquema y se espera la entrada de cinco más. La cooperación bancos-ONG se fortalece con la presencia del Fondo Na- cional de Garantías (FNG) que ofrece "acuerdos de garantía automática global". Para 2005, el FNG ha firmado dichos acuerdos con 15 bancos y 26 intermediarios financieros no bancarios. Crimen e inseguridad Una situación de seguridad cíclica. Si bien en los dos últimos años ha mejorado sustancialmente la situación de seguridad en el país, a largo plazo su comportamiento ha sido cíclico, sin ten- dencia especial y más bien siguiendo ciclos políticos (ver el gráfico 9.8). Con frecuencia, el Gobierno establece alianzas con ciertos grupos paramilitares para mejorar la estabilidad y reducir el predominio de la violencia. El éxito del presidente Uribe al hacer esto ha dado como resultado mayor seguridad en 2004 y 2005. Con todo, algunos eventos recientes en Bogotá, como nuevamente el incremento de secuestros, sugiere que los logros son más frági- les de lo que parecen ser. · Una situación de mayor seguridad es prioritaria para cualquier gobierno. El enfoque debe dirigirse a resolver conflictos sociales de mucho tiempo relacionados con un sistema ex- clusivista político, económico y social, y agravado por la financiación de grupos armados mediante tráfico de drogas y otras operaciones ilegales. · Los asuntos de mayor importancia que deben atenderse para resolver los conflictos socia- les son: i) el acceso a la tierra y los recursos necesarios para su cultivo eficiente de produc- tos distintos a drogas,144 ii) el acceso a la justicia, iii) la seguridad de la propiedad y de la vida; y iv) la lucha contra la corrupción.145 · Estos asuntos deben atenderse con independencia de la disposición de negociar de los distintos grupos. Infraestructura inadecuada y altos costos logísticos. Este tema se considera en detalle en el re- ciente Estudio de competitividad y la investigación REDI del Banco Mundial,146 cuyos resulta- dos se resumen en la Nota sobre infraestructura para el crecimiento. Aquí mencionamos puntos importantes seleccionados y presentamos sugerencias específicas en la última sección. 144 Esto último se relaciona directamente con la disponibilidad de financiación, en particular los microcréditos. 145 Las recomendaciones sobre el mejoramiento de la situación de seguridad en Colombia siguen las de la edición de 2003 de Colombia: fundamentos económicos de la paz (M. Giugale y otros, eds.), del Banco Mundial. 146 Banco Mundial. 185 Construir los fundamentos para la competitividad Gráfico 9.8. Ciclos de seguridad de Colombia Puntaje de ICRG para conflicto interno (0: peor, 12: mejor) 8 7 6 5 4 3 2 1 0 1992 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005* *De enero a febrero. Infraestructura y competitividad. La infraestructura confiable y económica es de la mayor im- portancia para la competitividad de Colombia. El estudio de REDI indica que Colombia debe invertir alrededor de US$2.600 millones por año (o el 3,2% del PIB) en infraestructura para mejorar la productividad y competitividad del país. Las puertas de entrada internacionales, principalmente puertos y aeropuertos, y eventualmente puestos fronterizos y el sector eléctrico presentan algunas de las necesidades más apremiantes. La proporción de la infraestructura total que el sector privado puede financiar directamente es más o menos la tercera parte (o 1% del PIB). Sin embargo, la participación del sector privado se obstaculiza todavía con restriccio- nes, entre las que se encuentran: fijación confusa de prioridades en los proyectos de infraes- tructura del Gobierno; falta de transparencia; inestabilidad del marco legal de asociaciones público-privadas; acceso inadecuado a financiación; y problemas de seguridad. Altos costos logísticos. El costo, tiempo y dificultades que implica el movimiento de materia- les a lo largo de la cadena de producción y el envío de los productos a los mercados, son excesivos en Colombia. Gran parte del problema es geográfico: la producción se concentra en el interior del país, que es montañoso, pero el 85% de las exportaciones sale por vía marítima. Los costos logísticos representaron el 18,6% de las ventas entre 2003 y 2004, contra un prome- dio andino de 13,9% (excluida Bolivia) y un promedio de 8,1% en los Estados Unidos. La industria de transporte por carretera, caracterizada por un marco regulador en el que predo- minan incentivos malignos es un obstáculo mayor, difícil de resolver por el alto poder de cabildeo de los participantes, tales como las empresas transportadoras y los camioneros. Para introducir consideraciones de efectividad en costos, el estudio de logística incluyó un ejerci- cio de intentar clasificar las acciones basado en los costos fiscales e impactos estimados, para sugerir un plan de acción a la administración. Un grupo de medidas de bajo-costo-fiscal/alto- impacto incluye la reforma de la industria de transporte por carretera, la revisión de las con- cesiones de los puertos y del aeropuerto El Dorado (actualmente en marcha) y acción en actividades de software, como aduanas. Este grupo de medidas con altos costos fiscales, pero aún así con alto impacto, incluye algunas autopistas de importancia crítica e inversiones en puertos. 186 Fortalecer los fundamentos de la competitividad Informalidad y competencia desleal La informalidad y la competencia desleal siguen siendo un problema sustancial que emana de fuentes múltiples: pesada carga tributaria, rigideces laborales, lavado de dinero, incertidumbre reguladora, sistema legal deficiente, corrupción e ineficiencias burocráticas todavía sustancia- les. Los dos factores más importantes subyacentes a la alta informalidad parecen ser los rápidos aumentos del salario mínimo en la última década y la pesada carga tributaria. Evasión tributaria. Las empresas pueden ahorrar alrededor de un 50% en costos laborales, eva- diendo los pagos a la seguridad social y otras obligaciones legales. Debido a la evasión del IVA, su productividad (medida por ingresos de IVA como porcentaje del consumo final, divididos entre la tasa promedio de IVA) es cerca de 30% en Colombia, comparada con un 70% en Chile y Nicaragua. Incrementos rápidos en el salario mínimo. Los aumentos en el salario mínimo real que se hicie- ron principalmente entre 1996 y 2000 se basaron en expectativas inflacionarias retrógradas, cuan- do la inflación caía. El estudio del Banco Mundial del mercado laboral para Colombia (2005)147 muestra que si el salario mínimo se hubiese mantenido constante en los niveles de 1995, el desempleo para hombres y mujeres habría sido de 7 y 4 puntos porcentuales menos respectiva- mente, en 2002, bajando a la mitad su nivel actual para los hombres. El salario mínimo alto causa su mayor impacto negativo en los grupos que supuestamente debe proteger: los jóvenes y los menos calificados. Aunque algunos puedan argumentar que el salario mínimo alto impul- sa a los productores a negocios más productivos y eficientes en costos, el mayor impacto es aumentar la informalidad del mercado laboral y el desempleo (ver los gráficos 9.9 y 9.10). Gráfico 9.9. Desempleo y salario mínimo Gráfico 9.10. Dinámica de la informalidad 113 35 Empleo urbano, porcentajes, 111 33 1984-2004 31 109 62 29 107 27 61,3 60 105 25 103 23 58 58,7 21 101 56 19 99 17 54 97 15 1990 19911992 19931994 19951996 199719981999 2000 52 1984 1986 1988 1992 1994 1996 1998 2000 2001 2002 2003 2004 Fuente: DNP. Fuente: DNP. Inflexibilidad de contratación y despidos. Otras razones de la alta informalidad relacionadas con el mercado laboral incluyen la inflexibilidad de los empleadores en sus decisiones de contrata- ción y despidos. De acuerdo con el Informe Doing Business, el costo promedio de despido de un empleado es equivalente a 44 semanas salario, que aunque bajó de 49 semanas en el año ante- rior, está bien por encima de las 33 semanas en los países de la OCDE; el índice de dificultad de contratación, que mide la facilidad y limitaciones de usar contratos a término fijo y qué tanto se 147 Banco Mundial (2005). 187 Construir los fundamentos para la competitividad acerca el salario mínimo al valor agregado por trabajador, es 72 en Colombia, comparado con 30 en los países de la OCDE. Aunque la Ley 789 de 2002 introdujo mayor flexibilidad de horas laborales y ajustó hacia abajo el costo obligatorio de la hora extra, esto claramente no fue sufi- ciente. Ahorros en costos por la informalidad. La competencia desleal se vincula estrechamente a la informalidad. Los ahorros en costos logrados por la informalidad permiten recortar los precios en el sector formal y el efecto es especialmente fuerte en el sector minorista en que las importa- ciones ilegales son un problema serio. El valor de los bienes de contrabando en 2000 fue estima- do, por varias fuentes, entre 1.000 y 5.000 millones de dólares (de 6 a 30% de las importaciones formales de mercancías). El contrabando es una forma bien conocida de lavar dinero. Los es- fuerzos conjuntos de la DIAN y los grandes importadores han producido recortes de contra- bando de hasta 50% entre 2000 y 2002. Con todo, de los 217 empresarios que respondieron a la pregunta en la encuesta de la ANDI sobre los cambios en la situación de prácticas anticompetitivas y contrabando en el transcurso de 2003, sólo el 18% indicó cambios positivos, mientras para el 56% no cambió, y hasta un 26% opinó que había empeorado. En 2004, el 45% de 306 encuestados opinó que estaba sujeto a competencia desleal, 57% de los cuales citó a las importaciones de contrabando como su mayor componente. · Las políticas dirigidas a ampliar la base tributaria y reducir las tasas impositivas pueden causar impacto positivo en la reducción de la informalidad. Sería bueno que rebajara, en cinco años, a por lo menos el 40%, del nivel de 60% en que se encuentra. · Aplicar medidas para impedir ajustes del salario mínimo que excedan el crecimiento de los precios y la productividad es importante también para reducir la informalidad. Por ejemplo, se requieren cambios legislativos de fondo para sacar el asunto del paraguas de la Corte Constitucional. · Se requieren cambios más profundos en la legislación dirigidos a mejorar la flexibilidad. Actualmente, un comité conjunto del Gobierno y el Congreso analiza los últimos desarro- llos del mercado laboral con la idea de presentar el borrador de legislación adicional en el futuro, cuando las reformas al mercado laboral sean factibles políticamente (éstos, al me- nos después de las elecciones). · La administración debe asegurar una cooperación bien coordinada entre la DIAN y otras agencias involucradas en la lucha contra el contrabando y el lavado de dinero. Recortar el contrabando en un 50% en un período de cinco años es un buen objetivo. El sistema nacional de calidad Con más de 2.600 negocios certificados por la ISO, Colombia ocupa el segundo lugar entre los países latinoamericanos, bastante lejos de Brasil (con 4.000), pero sobrepasando a México y Ar- gentina, y bien por encima de Chile, Venezuela y Perú. No obstante, todavía existe un gran potencial de mejoramiento. En este sentido, se han identificado tres áreas como críticas, para las cuales dirigir los esfuerzos: i) diseño institucional débil a causa de un marco legal deficiente; ii) falta de participación en organismos internacionales de aseguramiento de calidad; iii) infraes- tructura relativamente débil de servicios de calidad y metrología, incluyendo desarrollo de nor- mas de calidad especializadas. 188 Fortalecer los fundamentos de la competitividad El Gobierno trabaja activamente en este campo, y actualmente está en elaboración un docu- mento del Conpes para establecer una política nacional de calidad, que incluye la proposición de objetivos de políticas públicas, reformas organizativas profundas en normas de calidad, la- boratorios de referencia y sistemas de certificación y acreditación. Un sistema débil de acreditación. Un eslabón débil en el sistema de certificación de calidad en Colombia es la acreditación, para la cual las funciones están dispersas y la objetividad compro- metida. La División de Normas Técnicas de la Superintendencia de Industria y Comercio (SIC) del MCIT acredita y supervisa ahora a la mayoría de los organismos de certificación (organiza- ciones independientes que evalúan y certifican el cumplimiento de estándares internacionales) y laboratorios de calibración. Este arreglo adolece de varios defectos: i) las demás funciones de la División de Normas Técnicas presentan conflictos de intereses, pues también acredita a orga- nismos de certificación para regulaciones técnicas obligatorias y exige el cumplimiento de esas regulaciones. En adición, ofrece servicios de calibración; ii) la organización de la SIC no garan- tiza que las actividades de los departamentos relacionadas con esas otras funciones no compro- metan la confidencialidad, la objetividad y la imparcialidad de sus servicios de acreditación; iii) otras agencias oficiales tienen también funciones de acreditación en algunos campos, tales como el Instituto Nacional de Vigilancia de Medicamentos y Alimentos (Invima). El hecho de que las distintas funciones de acreditación no estén claramente definidas o delineadas crea incertidum- bre para clientes potenciales y genera conflictos entre las distintas agencias implicadas. Falta de reconocimiento internacional. Además, en el sistema actual, la acreditación de la SIC tiene poco reconocimiento internacional, lo que ha motivado al Instituto Colombiano de Nor- mas Técnicas (Icontec) a buscar acreditación adicional de organismos de otros países para que sus certificados de calidad sean reconocidos en el exterior. La situación ha llevado a que los productos colombianos se certifiquen en cada país al que se desean exportar, lo que afecta clara- mente la competitividad de las empresas exportadoras. Ya sea que se cree o no una nueva enti- dad, la acreditación necesita más recursos, en particular para mejorar la evaluación técnica y pagar las tarifas y gastos asociados con la afiliación a organismos internacionales. El Gobierno no ha asignado nuevos fondos para acreditación desde 1997. El Instituto Nacional de Metrología está también bajo el paraguas de la SIC; en consecuencia, las cuentas de gastos, tales como participación en organizaciones internacionales de metrología (CIPM, OIML, Citac, etc.), de- ben ser aprobadas por el Congreso. Como resultado, la participación en estas organizaciones es casi inexistente, lo que contrasta en forma aguda con prácticamente el resto de países de la región. Falta de pericia. La red local de metrología, inclusive la obligación del cumplimiento de los estándares y medidas en los mercados locales por parte de las alcaldías y entidades parecidas, sufre de falta de pericia y de equipos apropiados. Así, se pone en riesgo la protección del consu- midor. En el ámbito nacional, el equipo de metrología, una gran parte del cual fue adquirida mediante una donación alemana en la segunda mitad de los años noventa, está entrando en la obsolescencia, sin fondos apropiados asignados para su renovación (lo que también forma par- te del problema de diseño institucional). Demanda de normas de calidad. A medida que los negocios en Colombia son más sofisticados, crece la demanda de normas de calidad muy específicas. Se requieren normas especiales en la industria química y otras industrias de alta tecnología. Está demanda no está satisfecha en la actualidad, ya que se requieren mejores equipos y pericia. 189 Construir los fundamentos para la competitividad · El Gobierno debe implementar una reforma legal y estructural del sistema nacional de calidad para evitar conflictos de intereses, identificar mejor las responsabilidades y ase- gurar una mayor independencia financiera de las entidades que conforman el sistema. · Para garantizar el progreso continuo en el campo de aseguramiento de la calidad, el Go- bierno debe garantizar el apoyo financiero continuo al sistema nacional de calidad, que hasta el momento ha sido bastante errático, por decir lo menos (ver el gráfico 9.11). Gráfico 9.11. Inversión pública en metrología, 1997-2004 1.500.000 $ millones 1.000.000 500.000 0 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Fuente: DNP. Recomendaciones de políticas En la Nota se describieron las restricciones más importantes del clima de negocios en Colombia, identificadas en estudios anteriores, las cuales incluyen: incertidumbre en la regulación, co- rrupción, infraestructura inadecuada, burocracia ineficiente, falta de acceso a financiación, car- ga pesada tributaria, crimen, informalidad y debilidad del sistema nacional de calidad. A pesar del progreso significativo en la posición competitiva de Colombia en el mundo, las reformas hasta el momento han sido fragmentadas y queda mucho por hacer. En el cuadro 9.2, se presen- ta un resumen de las políticas recomendadas. Esta Nota incluye varias recomendaciones en cada uno de estos temas, y el mejoramiento del clima de inversión implica el avance en todos estos campos. La tarea para el nuevo Gobierno es atender, en los primeros 100 días, los asuntos que representan restricciones severas para varios de los temas que son de atención prioritaria y que requieren importante capital político que puede emplear en el puro principio de su administración. Para el primer año, debe empeñarse en las prioridades importantes, pero que requiere más preparación para su lanza- miento y a todo lo largo de su período trabajar en las áreas que necesitan mayor proceso de maduración. 190 Fortalecer los fundamentos de la competitividad Cuadro 9.2. Rutas sugeridas de acciones de políticas para el corto y mediano plazo Primeros 100 días de gobierno Primer año de gobierno Período de gobierno · Reacondicionar el régimen · Mejorar la seguridad. · Aumentar el acceso a la tributario, lo que causará un · Continuar los esfuerzos para financiación con aumento de la impacto significativo en el reducir la corrupción con la profundidad financiera entorno de los negocios y la creación de reglas iguales y mediante el fortalecimiento del posición fiscal del país. También eliminar las oportunidades de entorno supervisor. proporcionará reglas iguales otorgar exenciones, a la vez que Reacondicionar la legislación para todos al reducir la mejorar la transparencia y la existente relativa a la insolvencia informalidad y la incertidumbre responsabilidad; continuar el (siendo un instrumento clave la en las políticas. Esto debe trabajo a nivel local dirigido a Ley de Insolvencia preparada); hacerse mediante una agenda una mayor transparencia de las promover la cooperación entre legislativa integral con una actividades de organismos los bancos y las ONG. visión a mayor plazo públicos locales y adelantar (incluyendo restricciones más actividades para recortar aún · Mejorar la infraestructura del estrictas al otorgamiento de más las actividades de lavado de país mediante políticas de exenciones). dinero, incluso el neutralidad fiscal para reducir el fortalecimiento del marco riesgo regulatorio a la · Habilitar mayor flexibilidad en regulador de Anti Money participación privada en la el mercado laboral, lo que Laundering/Combating the infraestructura; mayor mejorará el clima de Financing of Terrorism (AML/ participación del sector privado inversiones y reducirá la CFT). en los sectores de la electricidad informalidad. También aplicar y las telecomunicaciones; medidas para impedir ajustes aumentar la financiación del en el salario mínimo que sector de carreteras al nivel excedan el crecimiento de los requerido para asegurar el precios y la productividad. mantenimiento sostenible de la red de carreteras; y la reforma · Continuar el enfoque del marco regulador de los participativo en el diseño de fondos de pensiones podría políticas para la estabilidad a generar una fuente adicional de mayor plazo, mediante financiación privada local para consenso de las principales infraestructura. partes interesadas, incluyendo Visión Colombia II centenario: · Mejorar el sistema nacional de 2019 y la "Agenda interna". calidad implementando una reforma legal y estructural de la calidad nacional y apoyo financiero continuo al sistema nacional de calidad, que hasta ahora ha sido bastante errático. Referencias Banco Mundial. 2004. Colombia: Recent Developments in Infrastructure (REDI). Washington, D.C. ------. 2005a. Informe sobre el desarrollo mundial: un mejor clima de inversión para todos. Bogotá: Banco Mun- dial y Alfaomega. ------. 2005b. Colombia Country Economic Memorandum: The Foundations for Competitiveness, Informe No. 32035-CO. Washington D.C. 191 Construir los fundamentos para la competitividad ------. 2005c. Colombia ­ First Programmatic Business Productivity and Efficiency Development Policy Loan, Informe No. 33538-CO. Washington D.C. ------. 2005d. Doing Business. Eliminando obstáculos al crecimiento. Bogotá: Banco Mundial y Mayol Edicio- nes. Departamento Nacional de Planeación. 2004a. Optimización de los instrumentos de desarrollo empresarial, Documento Conpes 3280. Colombia (abril). ------. 2004b. "Proyecto de racionalización y automatización de trámites". Conpes 3292. Colombia (ju- lio). ------. 2004c. "Agenda interna para la productividad y la competitividad: Metodología". Conpes 3297. Colombia (julio). ------. 2005. Visión Colombia II centenario: 2019. Foro Económico Mundial. 2003. Global Competitiveness Report. ------. 2004. Global Competitiveness Report. ------. 2005. Global Competitiveness Report. Transparency International Corruption Research. 2004. 192 Aumentar la competitividad a través de la ciencia, la tecnología y la innovación 10. Aumentar la competitividad a través de la ciencia, la tecnología y la innovación148 Nuevas tecnologías, nuevos productos y nuevos métodos de producción son los principales impulsores de la competitividad. El sistema nacional de innovación de Colombia es bastante integral y abarca empresas bien desarrolladas, individuos, programas oficiales e instituciones. El sistema público de investigación comprende ministerios, organismos de supervisión, instituciones de educación terciaria, centros de inves- tigación sectoriales y centros tecnológicos. Aun cuando Colombia posee empresas innovadoras en varios sectores económicos, el país tiene un desempeño insuficiente en relación con los resultados de la innova- ción. La inversión total en tecnología e I y D (investigación y desarrollo) es baja e inestable. La capacidad del sector privado y el gasto en I y D son limitados y la base científica y tecnológica es insuficiente; la gobernabilidad pública del sistema de innovación parece estar fuera de tono con las necesidades de mayor énfasis y coordinación. Además, mientras la difusión de certificación de calidad de Colombia es ejemplar, su sistema de acreditación está oprimido por una división oscura de tareas entre instituciones y un esque- ma institucional que puede limitar su objetividad e internacionalización. Con esta visión general, se reco- miendan acciones a lo largo de tres áreas prioritarias: i) definir una estrategia de CTI y aumentar la importancia de las agencias de CTI en el diseño de políticas; ii) fortalecer asociaciones público-privadas mediante, por ejemplo, la creación de lineamientos para la división de derechos de propiedad intelectual y el establecimiento de programas de financiación de investigación colaboradora entre empresas y centros públicos de investigación; y iii) acelerar las inversiones en capital humano, con un énfasis especial en la evaluación internacional y el aumento progresivo de programas nacionales de doctorado. 148 Este capítulo fue escrito por Andreas Bloom, con la colaboración de Pedro Cedrán e Isabel Sánchez. 193 Construir los fundamentos para la competitividad Introducción Nuevas tecnologías, nuevos productos y nuevos métodos de producción son los principales impulsores de la competitividad y el crecimiento. Las políticas sobre ciencia, tecnología e inno- vación son una parte vital de una estrategia integral para reposicionar a las empresas colombia- nas, de modo que compitan con éxito en la economía global. Así, no puede sobrestimarse la importancia de un sistema coherente, efectivo y bien financiado de CTI. Dicho sistema consiste en un conjunto interactivo de entidades nacionales, empresas e individuos cuyas actividades contribuyen al desarrollo tecnológico y económico del país. Políticas exitosas de innovación permitirían al país aprovechar mejor las grandes oportunidades creadas por el TLC. Por eso Visión 2019 subraya correctamente la importancia de un sistema de innovación coherente, efectivo y bien financiado para el crecimiento económico y el mayor bienestar de los colom- bianos. El sistema de innovación colombiano Antecedentes. El sistema nacional de innovación de Colombia es bastante integral y abarca em- presas bien desarrolladas, individuos, programas oficiales e instituciones. Sin embargo, se que- da corto en los resultados de la innovación. El desempeño de Colombia en resultados de innovación está por debajo de lo esperado. La Oficina de Patentes de los Estados Unidos otorga a Colombia 0,2 patentes por millón de habitantes.149 Para efectos de comparación, otorga 0,4 a América Latina, 52 a Asia oriental y 91 a países de altos ingresos. Para un país con los ingresos de Colombia, debería radicar hasta un 50% más de patentes por año. Colombia se rezaga en un margen similar con respecto a inversiones en licenciamiento extranjero de tecnologías, una medida más amplia de innovación (ver el gráfi- co 10.1). Colombia presenta empresas innovadoras en varios sectores económicos. Siete de cada 100 empre- sas colombianas invierten en I y D, pero sólo una de cada siete empresas activas en I y D solicita patentes en los Estados Unidos.150 Las empresas innovadoras suelen ser grandes y estar locali- 149 USPTO (2004). 150 Encuesta de innovación en Colombia (EDIT II), DANE (2005). 194 Aumentar la competitividad a través de la ciencia, la tecnología y la innovación zadas en grandes áreas metropolitanas. Los sectores económicos con mayor proporción de em- presas activas en I y D que el promedio nacional son petróleo y gas, químicos, radio y TV, médi- cas, otros minerales, motores y turbinas, otras de transporte, alimentación, y maquinaria. Los sectores económicos en que Colombia obtiene una mayor proporción de patentes que la pro- porción de patentes del sector, a nivel global (un indicador de la ventaja comparativa del sector colombiano en innovación), son artillería, productos químicos industriales, alimentación, pe- tróleo y gas, motores y turbinas, aviación y partes, y productos de fábricas de textiles. En términos de difusión de certificación de calidad, el desempeño de Colombia es ejemplar para la región. Con 15 veces más estándares que en 1997, Colombia se jacta de tener el segundo número más alto de empresas certificadas con ISO-9000 en América Latina, después de Brasil.151 La certi- ficación de otros estándares de calidad y ambiental es también generalizada. El reciente creci- miento de certificaciones en Colombia puede atribuirse en gran parte al apoyo del Gobierno a programas de difusión de certificación y calidad, en particular programas dirigidos a em- presas pequeñas, medianas y micro. Los servicios de certificación de calidad los supervisa la SIC, un organismo oficial adjunto al Ministerio de Comercio, Industria y Turismo. Acredita y supervisa la mayor parte de organismos de certificación y también a laboratorios de pruebas y calibraciones. El sistema público de investigación comprende instituciones de educación terciaria, centros de investigación sectoriales y centros tecnológicos. Las universidades públicas y privadas son las principales entidades de investigación y capacitación de investigadores. Estas universidades financian el 39% de la I y D nacional.152 En adición, existen varios institutos públicos de inves- tigación dirigida a sectores y financiados por los ministerios del sector, tales como el de Agricul- tura y el de Protección Social, que también conducen investigaciones. Por último, Colciencias, la agencia principal de CTI, financia a más de 50 institutos tecnológicos, cuya misión es transferir tecnología y conocimiento mediante servicios tecnológicos e I y D. La política de ciencia y tecnología la supervisa el Consejo Nacional de Ciencia y Tecnología (CNCyT), cuyos miembros son los ministros de Agricultura, Educación y Comercio, un repre- sentante del Ministro de Trabajo, el rector de la Universidad Nacional y el Director de Colciencias. El CNCyT asesora al Presidente y guía las políticas de ciencia y tecnología. Desde 1999, el Minis- terio de Comercio, el Departamento Nacional de Planeación y Colciencias, implementan el pro- grama Plan nacional de productividad y competitividad, que incluye: El Fondo Nacional de Productividad y Competitividad, administrado por Colciencias. El Fondo cofinancia proyectos para mejorar la competitividad de las empresas, cofinancia proyectos de investigación en universidades y centros investigativos, y ofrece esquemas especiales de crédi- to para pequeñas y medianas empresas (pymes). Proexport, financiada por Bancoldex y Funcoldex, que proporciona guía, financiación y pericia técnica a exportadores; y Colombia compite, que facilita mayor interacción e intercambio de infor- mación para innovación entre el sector privado, el sector público y la academia en un amplio rango de sectores económicos. El Ministerio de Comercio administra este programa en coordi- 151 Banco Mundial (2005). 152 Unesco Institute for Statistics (2006). 195 Construir los fundamentos para la competitividad nación con otros ministerios, como el de Transporte y el Departamento Nacional de Planeación. En adición, el SENA tiene programas más pequeños para ayudar a las pymes a mejorar las destrezas de su fuerza laboral, a fin de promover la innovación. El gráfico 10.1 ofrece una instantánea de los indicadores esenciales del sistema de innovación, en comparación con el desempeño de la región de América Latina y el Caribe y los países del G-7. Gráfico 10.1. Un sistema incipiente de innovación 10 9 8 7 6 5 4 3 2 1 0 Colombia G-7 Fuente: Base de datos KAM del Banco Mundial. Diagnóstico del sistema de innovación El Gobierno debe atender los siguientes tópicos del sistema de innovación. Las inversiones en tecnología e I y D son bajas e inestables. En 2004, Colombia invirtió solamente 0,2% del PIB en I y D, lo cual se compara desfavorablemente con competidores regionales, tales como Brasil, Chile y Perú (ver el gráfico 10.2). Los rendimientos de la I y D para un país con el nivel de ingresos de Colombia se han estimado en un impresionante 80% si se invierten apropiada- mente los fondos de I y D.153 Además, la financiación no ha sido consistente en el tiempo, lo que reduce su impacto en la capacidad innovadora de los sectores público y privado (ver el gráfico 10.3). La gobernabilidad pública del sistema de innovación parece estar fuera de tono con la necesidad de mayor énfasis y coordinación. Cuando la importancia de la innovación y el conocimiento au- mentan en la economía, las agencias responsables de estos campos deben recibir también ma- yor énfasis en la estructura y presupuesto del gobierno. La agencia principal de CTI, Colciencias, que es responsable de la implementación de programas para mejorar la capacidad científica y 153 Banco Mundial (2004). 196 Aumentar la competitividad a través de la ciencia, la tecnología y la innovación Gráfico 10.2. Gastos de I y D Gráfico 10.3. Financiación pública de Colciencias 2,5 80.000 2,0 70.000 2,0 60.000 1,5 % del PIB 1,2 50.000 1,0 1,0 40.000 0,5 0,4 0,4 0,5 30.000 0,3 0,3 0,1 0,2 20.000 0,0 10.000 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 Fuente: Base de datos KAM del Banco Mundial. Nota: Millones de pesos (corrientes). Fuente: Colciencias (2005). . tecnológica, depende administrativamente del DNP Sin embargo, como agencia de implemen- tación, Colciencias parece caer por fuera de la función principal de análisis, coordinación y planeación en las agencias del Gobierno. En consecuencia, Colciencias no tiene presupuesto independiente y tiene poca vocería directa en negociaciones presupuestarias. Esto puede con- tribuir a fluctuaciones en la financiación pública de CTI, pues las negociaciones anuales del presupuesto ocasionalmente omiten las prioridades de financiación a largo plazo, tales como CTI. Además, los programas de CTI se distribuyen a través de entidades y debe mejorarse la coordinación. Por ejemplo, mientras Colciencias es la principal entidad de financiación para programas científicos, los esfuerzos significativos de investigación los dirigen los ministerios sectoriales como el de Agricultura y el de Protección Social, con poca coordinación y no necesa- riamente emplean buenas prácticas. Es incierto hasta qué punto el CNCyT supervisa y coordi- na estas actividades. Por ejemplo, no parece haber estrategia para financiación de CTI compartida entre agencias oficiales. Baja capacidad e inversión del sector privado en innovación e I y D. La participación activa del sector privado en la I y D es esencial para la formación de capacidades avanzadas en CTI. De hecho, ningún país ha emprendido una transición exitosa de tecnología sin una contribución significativa de la industria. La inversión privada llega al 0,1% del PIB, que es similar a compe- tidores regionales, como México, pero insuficiente en una escala global. Los principales factores limitantes son colaboración insuficiente privado-pública, baja percepción de innovaciones ac- tuales, bajos niveles educativos de empleados y menor colaboración con los proveedores. La colaboración público-privada es insuficiente. Según una encuesta global de ejecutivos de empresas, la colaboración público-privada en Colombia se califica con 3,5 en una escala de 7 puntos (ver el gráfico 10.1),154 que es la mejor de América Latina (las calificaciones de Brasil y Chile son 3,1 y 3,2). Aun así, estos casos son inferiores a los de países de altos ingresos (que tienen una calificación promedio de 4,1). Conversaciones informales indican que los obstáculos principales parecen ser: falta de confianza, distintas culturas de trabajo y distintos motivos para la colaboración. Estos problemas son comunes en un sistema de innovación, y sólo pueden 154 Global Competitiveness Report (2005). 197 Construir los fundamentos para la competitividad superarse trabajando continuamente sobre los obstáculos. Las prácticas anticuadas y las reglas rígidas en la administración de las entidades públicas son factores inhibidores decisivos que afectan las políticas sobre división de derechos de propiedad intelectual, promoción, prácticas que favorecen la enseñanza en universidades, participación insuficiente del sector privado en la gobernabilidad de las entidades públicas y falta de énfasis en la comercialización de la inves- tigación. Por consiguiente, los gremios de empresas y empleadores deben comprometerse más también en las asociaciones público-privadas. Además, la movilidad de graduados y profesores que poseen el conocimiento más actualizado es un instrumento clave para la difusión de tecno- logía y el conocimiento compartido, lo que lleva a la formación de puentes entre los sectores privado y público. Por último, sólo un pequeño número de intervenciones oficiales, como la del Fondo Nacional de Productividad y Competitividad, estimulan activamente la cooperación. El eslabón débil del sistema nacional de calidad colombiano es la acreditación. El sistema está oprimido por una división confusa de tareas entre entidades y un esquema institucional que no favorece la internacionalización, y puede comprometer su objetividad. Estos factores afectan el reconocimiento internacional de certificaciones domésticas e imponen una carga a los expor- tadores. La SIC ha acreditado más de 70 organismos, lo que es loable, según los estándares regionales. Sin embargo, muchos de los clientes de la SIC son organismos a cargo de la certifica- ción y de hacer cumplir regulaciones técnicas. Esto se desvía de la práctica internacional y crea conflictos de intereses. La SIC también ofrece otras actividades tales como servicios de calibra- ción, pero, dada su organización actual, no hay garantía de que las actividades de los departa- mentos relacionados con estas funciones no comprometan la confidencialidad, objetividad e imparcialidad de sus servicios de acreditación. Lo que es más importante, a otras agencias ofi- ciales se les han encargado también funciones de acreditación en campos que no se han defini- do claramente, lo que obstaculiza el crecimiento de las actividades de acreditación de la SIC, crea incertidumbre para clientes potenciales de acreditación y genera conflictos entre las distin- tas agencias encargadas de acreditación. Finalmente, el departamento de acreditaciones de la SIC no recibe recursos suficientes, ni tiene suficiente autonomía para mejorar su desempeño técnico y administrativo y conseguir reconocimiento internacional. Colombia tiene una base científica y tecnológica baja. La base científica y tecnológica (C y T) consiste en capital humano avanzado y existencia del conocimiento más actualizado en institu- ciones de investigación. La base determina las posibilidades a largo plazo para explotar el cono- cimiento C y T en la economía, y se la vincula con significación estadística a la innovación del sector privado. Hay aproximadamente 4.000 investigadores en Colombia, u 81 por millón (ver el gráfico 10.2), lo que se compara con 243 para América Latina, 1.845 para Asia oriental y 3.181 para los países de ingresos altos.155 Aunque ha tenido lugar una expansión mayor del número de estudiantes colombianos en los últimos tres años, sólo se graduaron 11 con título de PhD en 2004.156 Sin una cantidad suficiente de investigadores altamente capacitados en ciencias básicas e ingeniería, la calidad de graduados universitarios decaerá y menos investigadores consegui- rán empleo en el sector privado. Además, becas de investigación pequeñas y orientadas a disci- plinas limitan la efectividad de la financiación y no atraen a los mejores investigadores. Lo cual sucede porque: i) la ciencia se ha hecho extremamente especializada en requerimientos de equi- 155 Base de datos KAM del Banco Mundial. 156 Ministerio de Educación (2006). 198 Aumentar la competitividad a través de la ciencia, la tecnología y la innovación pos de investigadores e infraestructura costosa y vinculación a grupos internacionales de inves- tigación; y ii) dado que la mayor parte de los problemas relacionados con la sociedad y la pro- ducción son multidisciplinarios, la investigación también debe ser multidisciplinaria para ofrecer, de mejor forma, soluciones científicas y tecnológicas a los problemas de la vida real. Sugerencias de políticas para el crecimiento impulsado por la innovación y el conocimiento Colombia ganaría disponiendo de políticas que creen activamente incentivos para que el sec- tor privado invierta en innovación. A continuación se presentan acciones de políticas reco- mendadas. Aumentar el gasto en innovación, tecnología e I y D. Visión 2019 fija el objetivo de aumentar el gasto público y privado del 0,2% del PIB actual a 1,0% en 2010. Para alcanzar esta meta ambicio- sa se necesitará un aumento significativo en la financiación pública de I y D. Sin ella, las refor- mas institucionales y las llamadas a la colaboración tendrán efectos limitados. Sin embargo, sólo con mayores recursos no se producirán necesariamente los resultados deseados, pues los fon- dos adicionales deben emplearse estratégicamente y deben efectuarse evaluaciones posteriores para medir su impacto y guiar las políticas futuras. Varios aspectos deben tenerse en cuenta: i) lograr un apalancamiento máximo de inversiones privadas con inversiones públicas para llegar al objetivo de 1,0% y formar asociaciones público-privadas; ii) ofrecer fondos para comerciali- zación y actividades de mayor alcance de universidades y organizaciones públicas de investiga- ción; iii) estimular la formación de capital de riesgo; iv) asegurar que toda la financiación de CTI sea transparente, revisada por iguales y competitiva; y v) fortalecer el seguimiento, monitoreo y evaluación de la financiación de CTI. Estimular un cambio cultural dentro de las universidades y empresas encaminado a asociaciones público-privadas. Se podrían formular políticas estimulantes para que investigadores públicos se vinculen al sector privado y comercialicen la investigación. En particular, las políticas institu- cionales y lineamientos nacionales para la división de los derechos de propiedad intelectual entre la entidad y el investigador son importantes. Además, las asociaciones pueden conside- rarse como una necesidad para fortalecer las agrupaciones regionales. Esto incluye asociaciones con organismos de tecnología y metrología para impulsar la adopción de estándares. Por últi- mo, existen varias opciones adicionales para que las políticas de financiación estimulen la cola- boración, así: i) financiar centros de investigación colaboradores que requieran cofinanciación privada y liderazgo; ii) destinar fondos privados para adquisición de investigación pública; iii) recompensar la colaboración público-privada como factor en la asignación de financiación pú- blica a universidades y centros de investigación. El análisis de políticas debe anteceder a los nuevos programas, que a su vez deberán ser seguidos de evaluaciones para conocer su impacto y la necesidad de iniciativas adicionales. En particular, recomendamos examinar si los progra- mas existentes de financiación pueden ajustarse para estimular la colaboración a fin de que no prolifere el número de programas de financiación. Incrementar la capacidad del sector privado para la innovación. Además de las políticas tratadas en otros lugares, tales como facilitar la iniciación de negocios, reducir la burocracia ineficiente administrativa e incrementar el acceso a la financiación, hay políticas específicas para la innova- ción que pueden mejorar la capacidad del sector privado, como son: i) aumentar la percepción de los CEO a nuevos parámetros de competitividad, tales como calidad, tecnología e innova- 199 Construir los fundamentos para la competitividad Recuadro 10.1. El éxito de los centros de investigación colaboradora: el Cenit de España En septiembre de 2005, se aprobaron las regulaciones que establecieron las bases para la aproba- ción de subsidios dentro del programa Cenit de asociaciones estratégicas nacionales sobre inves- tigación tecnológica. El programa está dirigido a apoyar la cooperación público-privada en investigación, desarrollo e innovación en áreas de importancia estratégica para la economía. El programa ofrece financiación para proyectos integrados en gran escala de investigación indus- trial con financiación inicial para cinco años, a razón de 5 millones anuales. A las empresas participantes se les exige conseguir financiación pública. Dichos proyectos deben tener un enfo- que estratégico, ser de gran alcance científica y tecnológicamente y estar orientados a la investiga- ción de tecnologías futuras. Además, los proyectos deben tener potencial de extenderse a nivel internacional. La implicación de este esquema de financiación es que cada proyecto debe poder contar con material y recursos humanos considerables de una variedad de disciplinas científicas y tecnológicas, fomentando la integración de los sectores público y privado. ción; ii) el Gobierno y los gremios pueden organizar en conjunto seminarios sobre tecnologías y temas de investigación pertinentes a sectores esenciales de los negocios o considerar el estable- cimiento de grupos de trabajo de previsión de tecnologías; ii) aumentar la capacidad de absor- ción de la empresa mediante los llamados programas rompehielo que subsidian temporalmente el empleo de investigadores jóvenes, en negocios carentes de capacidad de I y D (ver el recua- dro 10.2); y iii) concentrar la financiación de I y D alrededor de temas pertinentes a sectores con capacidad de I y D, tales como la industria química, la alimentación y los motores. Aumentar la importancia y coordinación de los programas de innovación. Probablemente, no sea aconsejable consolidar todos los programas de ciencia, tecnología e innovación en una agencia, pues CTI es de varios sectores y debe formar un elemento básico en la estrategia de muchos ministerios sectoriales. No obstante, es importante crear una red de programas coordinados y cofinanciados para asegurar un sistema de innovación coherente y efectivo que utilice buenas prácticas internacionales. Esto puede alcanzarse a través de varios medios complementarios: i) vigorizar el CNCyT para coordinar activamente políticas de innovación; ii) darle mayor impor- tancia a Colciencias dentro el gobierno, convirtiéndola en una agencia independiente con su propio presupuesto e informando al Presidente; y/o iii) mejorar la coordinación promoviendo Recuadro 10.2. Formación de capacidades de CTI en empresas: el programa canadiense de inserción La falta de percepción de posibilidades científicas y tecnológicas impide la innovación en muchas empresas. Para impulsar el conocimiento de CTI en las empresas, en particular SME, varios países de la OCDE ofrecen cofinanciar a investigadores jóvenes para que trabajen en la industria. El objetivo es romper el hielo de CTI y aumentar permanentemente la capacidad C y T de las empre- sas. La cofinanciación es temporal y su valor decae con el tiempo, financiando la empresa una proporción creciente del salario del investigador. En una evaluación de 2001, de un programa de inserción de investigadores en Canadá ­encuestando a 360 investigadores jóvenes y 100 empre- sas participantes­, se encontró que el 77% de los rompehielos seguían empleados en la industria después de haber terminado el apoyo público, indicando así que el programa produjo resultados duraderos de capacidad de C y T para las empresas. 200 Aumentar la competitividad a través de la ciencia, la tecnología y la innovación programas conjuntos de financiación y elaborar una estrategia de financiación detallando los objetivos de cada programa e identificando sinergias y superposiciones, lo que puede hacerse, por ejemplo, mediante un nuevo documento estratégico, Conpes, dentro de CTI. Recuadro 10.3. Reformas a la gobernabilidad de CTI: el aprendizaje de políticas y la reforma en México Para superar las limitaciones del sistema de innovación, México aprobó en 2002 un nuevo marco legal para su sistema de innovación. La ley elevó el consejo mexicano de CTI, Conacyt, de agencia pública descentralizada bajo el Ministerio de Educación a organismo oficial independiente con presupuesto separado. Le informa al CNC y T compuesto de nueve ministros y cuatro represen- tantes de la comunidad investigadora y lo preside el Presidente. La reforma de gobernabilidad creó fondos sectoriales, cada uno de los cuales lo financia y administra el Conacyt y un ministerio de línea, como los de Salud y Agricultura, para financiar proyectos de I y D dentro de ese sector. La participación de Conacyt asegura que se coordinen las prioridades y el financiamiento entre los sectores según las buenas prácticas nacionales. En un informe reciente de la OCDE sobre reforma a la gobernabilidad de los sistemas de innovación se revisa cómo han respondido los países a la necesidad de mayor énfasis de innovación y coordinación dentro del sistema de inno- vación. No hay una solución final inmediata para reformar el sistema de innovación; un sistema dinámico de innovación requiere una reforma continua movida por la evaluación, el debate y políticas de soporte. Mejorar aún más su sistema nacional de calidad con reformas a su marco institucional, fortale- ciendo capacidades del lado de la oferta y apoyando la demanda de calidad. El brazo de acredi- tación de la SIC puede remozarse, con una separación clara de las demás funciones y como una nueva entidad legal imparcial e independiente capaz de firmar acuerdos internacionales, y po- siblemente estar sujeta a la ley comercial privada. En términos de sus funciones, el organismo de acreditación voluntaria de Colombia no debería estar implicado en acreditaciones obligato- rias, y debe haber una delineación funcional clara entre las tareas de acreditación voluntaria realizadas por la oficina nacional de acreditación y las autorizaciones obligatorias realizadas por otros organismos. Estas medidas permitirían al organismo nacional de acreditación unirse a las organizaciones internacionales y regionales de acreditación, y participar en acuerdos de reco- nocimiento mutuo (ARM) con un amplio rango de países. Por último, la acreditación necesita más recursos en Colombia, particularmente para mejorar la evaluación técnica y financiar la afiliación a organismos internacionales. Con respecto a la adopción de estándares en el sector privado, Colombia debe aprender de su éxito, evaluando el impacto de programas recientes de apoyo a la certificación interna, en particular en términos de los efectos de la productividad y la competitividad en las empresas certificadas. Además, deben ampliarse los programas de apoyo a otros tipos de certificaciones reconocidas internacionalmente más allá de ISO 9000. Nuevos enfoques deben considerarse también para promover la adopción de estándares en redes do- mésticas de proveedores, tales como asociaciones entre el sector público y empresas grandes u otros participantes importantes en las cadenas de suministro. Aumentar la base de C y T para asegurar la sostenibilidad. El propósito en Visión 2019 es duplicar el número de investigadores para 2010. La formación de este capital humano es esencial para 201 Construir los fundamentos para la competitividad apoyar y fomentar un sector privado impulsado por CTI. Para lograr el propósito se requiere una expansión sustancial de programas para graduados y posgraduados. Por tanto, Colciencias, el Ministerio de Educación y los organismos de acreditación pueden seguir estimulando la ex- pansión, a la vez que manteniendo la calidad. Para fomentar la calidad de clase mundial y la aplicabilidad de la investigación, el Gobierno debe asegurar que toda financiación pública sea competitiva. Esto puede incluir becas a entidades existentes, tales como centros públicos de inves- tigación de ministerios sectoriales. Alternativamente, a estos centros se les puede exigir la obten- ción de un cierto umbral de financiación, mediante financiación competitiva o cofinanciación privada. Las inversiones en la base de C y T pueden indicar la prioridad de las áreas de investi- gación aplicada y multidisciplinaria, que se enfoquen en los problemas actuales de la sociedad y la economía colombianas. Por último, la responsabilidad para la financiación debe ser fuerte, y la financiación futura puede condicionarse al desempeño anterior. Recuadro 10.4. No hay financiación sin competencia: el Centro de Investigación Nuclear de Los Álamos de Estados Unidos Las naciones líderes en ciencia y tecnología financian I y D casi exclusivamente a través de com- petencias transparentes y abiertas. Aun la financiación para centros de investigación sensible en- tra en competencia basada en criterios predefinidos y objetivos. Por ejemplo, el Departamento de Energía de los Estados Unidos lanzó, en 2005, una solicitud de propuestas para el manejo del centro nuclear de mayor renombre en el mundo, Los Álamos. La concesión fue por siete años con financiación anual de unos US$2.200 millones. El contrato puede extenderse a 13 años según el desempeño. En cerrada competencia con otra corporación, el gobierno seleccionó un equipo com- puesto por la Universidad de Chicago y tres grandes empresas de ingeniería y tecnología. El ejemplo muestra la importancia crucial de la competencia transparente para alcanzar mejores resultados, también para la concesión de grandes centros. Establecimiento de prioridades y secuencia de recomendaciones de políticas Las mejoras en la capacidad del sector privado para innovar pueden tener lugar a paso rápido, como se ha mostrado en Finlandia, Corea, Irlanda y España. Estos casos demuestran que cons- truir un sistema de innovación coherente, dinámico y eficiente, requiere establecimiento de prioridades, colaboración público-privada, inversión pública y aprendizaje de políticas. Las ini- ciativas de innovación continuamente requieren recolección de datos, evaluación, debate y ajuste, a fin de mejorar. Al establecer prioridades, la nueva administración debe concentrarse en inicia- tivas que: i) definan la estrategia de CTI y le den mayor importancia; ii) fortalezcan asociaciones público-privadas por medio de mejoramiento de políticas y creación de programas de financia- ción; y iii) aceleren las inversiones en capital humano. Dentro del primer año, la administración debe considerar: Mejorar el marco de políticas de CTI · Poniendo las políticas de CTI al frente de las prioridades, elaborando y debatiendo una estrategia de ciencia, tecnología e innovación que dé mayor importancia y formación de capacidades a los organismos de CTI. 202 Aumentar la competitividad a través de la ciencia, la tecnología y la innovación · Revisando y modificando la estructura de incentivos y lineamientos institucionales de los derechos de propiedad intelectual para que investigadores públicos e instituciones co- mercialicen la I y D, e interactúen con el sector privado. · Aumentando gradualmente la competencia por recursos públicos de CTI, en particular por concesiones de centros. En vista de que la mayor competencia puede considerarse como en contra del interés de la comunidad de investigación establecida, debe combinar- se con una justificación clara para el cambio, el debate público y los fondos adicionales. · Estableciendo una evaluación internacional y acreditación de programas doctorales. Aumentar la capacidad privada y pública de CTI · Fomentando la investigación colaboradora alrededor de sectores económicos estratégicos a través de asociaciones público-privadas. Éstas podrían ser grandes productores agríco- las, cofinanciando una agenda de investigaciones pertinentes, conjuntamente desarrolla- da por empresas y entidades públicas de investigación. · Estimulando la comercialización de investigación y desarrollo de tecnología por medio de financiación competitiva, para preparar resultados de investigación para financiación del sector privado y posiblemente ofrecer financiación limitada de capital de riesgo para impulsar la inversión privada en CTI. · Acelerando la producción colombiana de graduados con título de PhD. Sin producción acelerada de capital humano de calidad, los centros de investigación y empresas co- lombianas no podrán adaptar tecnología ni ser innovadoras basadas en CTI. Dicha acele- ración debe basarse en los buenos resultados existentes y fortalecer el componente internacional de programas doctorales y enriquecer los vínculos con el sector privado. Referencias Banco Mundial. Knowledge Assessment Methodology (KAM) Dataset. ------. 2005. Maloney, William F. y Perry, Guillermo, "Towards an Efficient Innovation Policy in LAC", Office of the Chief Economist for LAC. ------. 2004. "Country Innovation Brief: Colombia", Office of the Chief Economist for LAC. ------. 2003. Colombia: fundamentos económicos de la paz. Bogotá: Banco Mundial y Alfaomega. Colciencias. 2006. Presupuesto de ingresos y gastos, http://www.colciencias.gov/ Departamento Nacional de Planeación. 2005. Visión Colombia II centenario: 2019, Bogotá. ------. 2005. "Política nacional de ciencia y tecnología, 2000-2002", documento Conpes 3080, Bogotá. Departamento Administrativo Nacional de Estadística. 2005. "Innovación y desarrollo tecnológico", se- gunda encuesta de desarrollo e innovación tecnológica, Bogotá. Ministerio de Educación Nacional. 2006. http://www.mineducacion.gov.co, Bogotá. 203 Construir los fundamentos para la competitividad Foro Económico Mundial. 2005. Global Competitiveness Report 2005, Ginebra, Suiza. Observatorio de Ciencia y Tecnología. 2005. http://www.ocyt.org.co. Unesco Institute for Statistics. 2006. http://www.uis.unesco.org. United States Patent and Trademark Office. 2004. Patent Statistics Report, http://www.uspto.gov/web/offices/ ac/ido/oeip/taf/reports.htm, Washington, DC. Vestergaard, Jakob. 2005. "Innovation and University Interaction with Industry in Colombia", estudio no publicado, comisionado por el Banco Mundial. 204 El sector financiero 11. El sector financiero157 Un marco legal y regulador mejorado, mejores capacidades supervisoras y condiciones macroeconómicas generales positivas en los últimos cinco años han contribuido a fortalecer el sector financiero. En particu- lar, el sector bancario, habiendo sido severamente afectado por la crisis financiera de los años noventa, se ha recuperado en términos de calidad de cartera, rentabilidad y manejo prudencial. Habiéndose abordado los temas de estabilidad en su mayoría, ahora el principal reto de políticas es fomentar una mayor profundización del sector, cuando grandes segmentos de la economía continúan con acceso limitado a los servicios finan- cieros, y el sector ha aumentado su exposición al Gobierno, a expensas de intermediación hacia el sector privado. En este campo las políticas se deben concentrar en buscar eliminar barreras a la disminución de los costos asociados con actividades del sector financiero, asegurando al tiempo que la supervisión continúe afianzando el crecimiento del sector en fundamentos sólidos. Esto incluye la revisión del impacto que está causando el impuesto en las transacciones financieras en el desarrollo de este sector, lo mismo que el efecto que los topes de las tasas de interés y los procesos de quiebra han tenido sobre la oferta de crédito. Cuando el sector busca diversificarse más allá de la preponderancia de la banca como el mecanismo clave de intermediación, el Gobierno debería: i) continuar fomentando la transparencia y la competencia entre los administradores del sistema privado de pensiones; ii) desarrollar un marco regulador adecuado para los proveedores de anualidades durante la fase de pago de pensiones; iii) implementar las reformas legales de sanción reciente que buscan promover el crecimiento de los mercados de capital locales. A medida que el sistema financiero se aparta de la especialización y se mueve hacia la consolidación en conglomerados que ofrecen todo tipo de servicios financieros, es necesario el desarrollo de la supervisión consolidada de estos conglomerados. 157 Este capítulo fue escrito por Juan Carlos Mendoza, con la colaboración de Augusto de la Torre. 205 Construir los fundamentos para la competitividad Introducción La mayor parte de los problemas básicos resultantes de la crisis se han resuelto. En los tiempos de la crisis financiera a mediados de los años noventa, el Gobierno debió enfrentarse a dos grandes problemas: · Reducir y eliminar obligaciones fiscales potenciales derivadas de las medidas de emer- gencia tomadas durante la crisis. · Desarrollar nuevas estrategias reguladoras y de supervisión que disminuyan el riesgo de ocurrencia de una nueva crisis, y crear las herramientas para el manejo de otra crisis, en caso de ocurrir. El primero fue atendido a través del proceso de liquidación de la mayor parte de los activos y entidades bancarias que quedaron en poder del Gobierno, como parte de la reestructuración y recapitalización del sector bancario. El proceso de reforma para atender el segundo problema se había anclado en la Ley 795/2003, que incluye reformas a la gobernabilidad bancaria y un marco mejorado para realizar la supervisión consolidada de grupos financieros. Dos desafíos prioritarios. La mayor profundidad financiera y la competitividad del sector financiero deberán estar en la cima de la agenda de políticas económicas. Un desempeño macroeconómico positivo, ayudado por tasas de interés históricamente bajas y altos niveles de liquidez, ofrece a las autoridades colombianas una "ventana de oportunidad" para defi- nir e implementar reformas en el sector financiero que impulsen la competitividad del país y mejoren el acceso a los servicios financieros a una amplia sección de la sociedad. El papel del sector financiero para movilizar los ahorros, hacia inversiones productivas, es esencial para asegurar un crecimiento continuo de puestos de trabajo, en particular en un momento en que las negociaciones de acuerdos de libre comercio aumenten las oportunidades y las presiones competitivas. Además, el acceso a los servicios financieros es, en muchos casos, la llave para abrir el potencial de individuos cuyas ideas empresariales requieren capital, así como habilitar a las familias para ahorrar para emergencias inesperadas o la edad madura, u obtener acceso a vivienda. En Visión 2019, el documento estratégico a largo plazo del Gobierno, subraya la profundización financiera como "un objetivo esencial de la agenda de crecimiento económico, cuando bajos niveles de crédito restringen el desarrollo económico general". 206 El sector financiero La noción de profundización financiera se refiere al volumen de intermediación financiera, a la variedad de servicios financieros ofrecidos y al rango de necesidades financieras que se atienda. El tema de la competitividad del sector financiero abarca un conjunto más amplio de materias, inclusive la eficiencia en la producción de servicios financieros y la capacidad de ofrecer un conjunto diferenciado de productos que pueda atender las necesidades de los negocios y las personas. Esta Nota ofrece una visión general del estado actual del sector financiero, incluyen- do los problemas que se encuentran en el sector y los campos principales para la acción política. Visión general de la situación y problemas actuales Recuperación de la crisis. El crecimiento económico, un esquema de recapitalización exitosa y la mejora del marco de supervisión han ayudado al sector bancario colombiano a recuperarse de la severa crisis de fines del decenio de 1990. Las reformas que siguieron a la crisis ayudaron a desviar un colapso generalizado del sector bancario y, desde entonces, han ofrecido al Gobier- no un mayor número de herramientas efectivas para impedir o sortear otra crisis, minimizando así los costos fiscales directos y los pasivos contingentes, en caso de ocurrir otra. La calidad de la cartera, solvencia y rentabilidad del sistema bancario han mejorado a los niveles anteriores a la crisis: el incumplimiento de préstamos, que alcanzó un 16,3% de la cartera bancaria, a fines de 1999, estuvo en el 3,4% para mediados de 2006. En el mismo período, el rendimiento sobre el capital (ROE) aumentó de -32% a +20%. La relación de adecuación de capital (CAR) del sistema fue del 13% a mitad de 2006. Movimiento a la consolidación. El sistema financiero continúa apartándose de la especialización y moviéndose hacia la consolidación en conglomerados que ofrecen todo tipo de servicios fi- nancieros. El sistema financiero colombiano se había desarrollado históricamente en un mode- lo especializado. Sin embargo, durante la última década, evolucionó hacia una estructura bancaria más universal ("multibanca") a través de un proceso de consolidación y entrada de intermedia- rios financieros extranjeros, que ha sido apoyado parcialmente por nuevas leyes que promue- ven la fusión de banca comercial con otras actividades financieras. Al mismo tiempo, sólo alrededor de la mitad de las 105 entidades de crédito que había en 1998 existían a mediados de 2005; el resto se fusionó, o fue adquirido por bancos comerciales, o cerró, primariamente como resultado de la crisis de 1998-99. La mayor parte de la carga de ajuste recayó en las entidades más pequeñas y más especializadas (por ejemplo, compañías de financiamiento, de leasing, cor- poraciones financieras y bancos hipotecarios) que seguían modelos de negocios muy distintos y heterogéneos. Intermediación. La intermediación del sector privado ha caído mientras las tasas promedio de préstamos se han estabilizado tras un período de baja. El crédito al sector privado ha caído como proporción del PIB y hay pocas señales de recuperación real en el crédito a los negocios. Los créditos al sector privado de Colombia cayeron en forma continua, de 27% del PIB en 2000 a 23% en 2004. Si bien este nivel es superior al de varios países equivalentes latinoamericanos, tales como Perú o México, Colombia todavía está por debajo de Chile (con el 63%) y Brasil (con el 35%). Como proporción del crédito interno total, el del sector privado cayó de 75% en 2000 a 67% en 2004, reflejando así la expansión del crédito al sector público. La cartera total de présta- mos ha empezado a expandirse recientemente en términos absolutos, aun ajustada por la infla- ción. Pero el crecimiento más rápido ha provenido del segmento del consumidor y no del sector productivo (ver el gráfico 11.1). Este atascamiento en el desarrollo del sector financiero es parti- cularmente agudo en el campo de la financiación de vivienda. La cartera hipotecaria total de los 207 Construir los fundamentos para la competitividad Gráfico 11.1. Evolución del crédito en Colombia 70 60 50 40 30 20 10 0 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 Venezuela Colombia Brasil Chile Fuente: FMI. Crecimiento anual de la cartera real total de préstamos 30 20 10 Porcentaje 0 - 10 - 20 Ene Jul Ene Jul Ene Jul Ene Jul Ene Jul Ene Jul Ene Jul Ene 98 98 99 99 00 00 01 01 02 02 03 03 04 04 05 Al consumidor Comercial Hipotecaria Fuente: Asobancaria, análisis del Banco Mundial. bancos está en alrededor del 6% del PIB, cerca de la mitad del nivel que tenía antes de la crisis de fines de los años noventa. A pesar de un reciente auge del sector de la construcción, Colombia todavía se encuentra con un gran déficit de vivienda, y el sector financiero sólo está ejerciendo un papel muy limitado financiando nuevas construcciones. La tasa promedio de préstamos se ha estabilizado, en términos nominales, en alrededor del 16% por año durante los últimos dos años, ligeramente por debajo del promedio latinoamericano del 17%. 208 El sector financiero Uso de servicios financieros. El uso personal de los servicios financieros ha decaído y, además, la desintermediación es evidente en una ligera baja del predominio de cuentas bancarias: en 2003, había 28,0 cuentas de ahorro y 4,4 cuentas corrientes por cada 100 personas en Colombia, ha- biendo disminuido de 30,5 y 4,7, respectivamente, en 2000.158 En adición, el efectivo en circula- ción (en poder del público) ha aumentado, de 48,5% de la base monetaria en 1998, a 70,8% en 2003. Mayor exposición a bonos del Gobierno. El sector financiero ha aumentado su exposición a estos bonos y se ha apartado del sector real. Desde la crisis, los bancos se han encontrado indispues- tos a prestar a pesar de su extrema liquidez, mientras la demanda de financiación interna del Gobierno ha aumentado. El reemplazo resultante de préstamos del sector privado con bonos del Gobierno en los balances bancarios ha alterado la naturaleza del riesgo que afronta el sector bancario y representa un legado persistente de la crisis. Los costos fiscales de ésta y la menor demanda de crédito, como en el resto de América Latina, han transformado cada vez más la exposición de riesgo de crédito en exposición de riesgo soberano, cuando hay elementos de salida en tropel por el sector público (ver el gráfico 11.2). Los fondos privados de pensiones, ya con casi tantos activos como los bancos, mantienen las cantidades máximas de activos oficiales que les permiten las regulaciones. Gráfico 11.2. Composición del crédito interno y comparación internacional de la deuda del sector público 68 30 66 25 64 62 20 Porcentaje 60 Porcentaje 15 58 56 10 54 5 52 50 0 04 /9 5 04 /9 6 04 /9 7 04 /9 8 04 /9 9 04 /0 0 04 /0 1 04 /0 2 04 /0 3 04 /0 4 04 /0 5 158 Informes mensuales de Asobancaria. 209 Construir los fundamentos para la competitividad 75 45 70 40 65 35 60 30 55 25 Porcentaje Porcentaje 50 20 45 15 40 10 35 5 30 0 04 /9 5 04 /9 6 04 /9 7 04 /9 8 04 /9 9 04 /0 0 04 /0 1 04 /0 2 04 /0 3 04 /0 4 04 /0 5 80 70 60 50 Porcentaje 40 30 20 10 0 1995 1996 1997 1998 1999 2000 2001 2002 2003 2004 2005 4 0 4 11 1 8 42 1 9 16 10 11 12 40 33 4 6 10 1 23 34 23 6 6 11 5 40 23 9 3 12 9 49 25 2 11 19 36 3 5 3 11 13 2 6 10 12 8 67 5 11 6 7 1 1 2 Fuente: Superintendencia Financiera, personal del Banco Mundial. 210 El sector financiero Mercados de capital privado. El desarrollo de mercados de capital privado se ha rezagado y sigue constituyendo una fuente relativamente pequeña de financiación para empresas. En los últimos tres años, la emisión anual de bonos privados ha promediado unos $1.000 millones, aunque se ha concentrado en su mayoría en tres o cuatro emisores grandes. Sólo más o menos un 5% de la financiación de grandes empresas proviene de mercados internos de capital (com- parada con 12% en las empresas mexicanas, por ejemplo). Las empresas limitan el uso de los mercados de capital como fuente alternativa de financiación, en parte, debido a los costos altos de las transacciones asociados con las emisiones, a la resistencia a tratar con la revelación de información y a los requisitos de gobernabilidad corporativa, y a la falta de percepción de las ventajas de esta fuente de financiación. Una de las consecuencias de este subdesarrollo de los mercados de capital es que las empresas cuentan más con la financiación a corto plazo, ya sea de proveedores o del sistema bancario. Los mercados de capital son el mecanismo ideal para extender los vencimientos de préstamos, y la confianza en la financiación a corto plazo tiende a disminuir la competitividad de las empresas colombianas, limitando el horizonte de tiempo de sus inversiones. El sistema de pensiones privadas. Los activos del sistema de pensiones privadas han crecido a un 20% del PIB, pero la satisfacción de las expectativas asociadas con el sistema sigue siendo mixta, y la competencia limitada de la industria y la incertidumbre sobre los mecanismos de la fase de pagos puede obstaculizar su desarrollo. Parte de la base racional subyacente a la reforma reali- zada hace más de una década fue que la creación de este sistema (en particular, el "segundo pilar") generaría una fuente de financiación a largo plazo. Sin embargo, la deuda oficial conti- núa siendo la mayor clase de activos que tienen los fondos. Dado que un componente impor- tante de esa deuda se utiliza para financiar los pasivos acumulados de pensiones del Gobierno del sistema "viejo", este segundo pilar está en la práctica financiando al viejo. La industria de la administración de pensiones privadas se caracteriza por niveles muy bajos de competencia, teniendo todas las empresas una estructura de comisiones idéntica y los niveles de rendimiento tienen muy poca correlación con el tamaño de cada fondo. Esto sugiere poca competencia de precios o rendimiento. En adición al impacto negativo que esta falta de competencia pueda causar en los afiliados actuales, obstaculiza su mayor desarrollo al disminuir los esfuerzos para aumentar las contribuciones voluntarias o fomentar el uso de las administradoras de instru- mentos financieros más sofisticados, que optimizarían los rendimientos para los afiliados y faci- litarían el desarrollo de mercados de capital. Cuando los afiliados al sistema actual de pensiones privadas se empiecen a pensionar, la falta de una industria desarrollada de anualidades será evidente, situación agravada por la inadecuada regulación existente para los aseguradores de vida y la escasez de instrumentos de mercados de capital que facilitarían el diseño de productos de anualidades. Aspectos de políticas fundamentales para la acción Profundizar el sistema financiero. Aumentar la profundidad y la eficiencia del sistema financie- ro requerirá disminuir los costos asociados con las actividades del sector, continuar la implementación de políticas para el desarrollo de mercados y asegurar que se siga fortaleciendo la supervisión. Las restricciones actuales a actividades financieras, inclusive distintas formas de tributación financiera, inversiones dirigidas, límites a tasas de interés y procesos de insolvencia ineficientes, deben resolverse para permitir una mayor intermediación y menores costos de endeudamiento. El recién propuesto Banco de Oportunidades, que, a pesar de su nombre, no 211 Construir los fundamentos para la competitividad será un banco sino un conjunto de estrategias de políticas que implementará el Gobierno para fomentar la profundización del sector financiero, resolviendo algunas de estas restricciones y facilitando las transacciones financieras, constituye una medida inicial efectiva que, sin embar- go, todavía necesita un mayor desarrollo y consenso entre las diferentes agencias oficiales im- plicadas y el sector financiero. La recién aprobada Ley de Mercados de Capital debe implementarse para facilitar el desarrollo de instrumentos a mayor plazo que demandan pres- tatarios e inversionistas, en particular fondos de pensiones. Por último, deben consolidarse los enormes avances en los campos de la supervisión y regulación del sector financiero que Colom- bia ha hecho en los últimos cinco años. El marco de tributación. Debe revisarse la tributación de las transacciones financieras para eva- luar el impacto que causa en el desarrollo del sector y en los recursos fiscales. Aunque otros factores pueden también estar en juego, la imposición del impuesto a las transacciones finan- cieras coincide con el comienzo del proceso de desintermediación. El impuesto (ahora del 4 por 1.000) puede haber alterado la composición de la base monetaria e impedido el funcionamiento suave del sistema de pagos. Como ha sucedido en otros países, la eficiencia del impuesto disminuye con mucha rapidez cuando las personas, o abandonan el sector financiero, o identi- fican mecanismos para evitar transacciones gravables. En un momento en que existen iniciati- vas para promover el uso del sector financiero para combatir la omisión de impuestos (por ejemplo, promoviendo el uso de mecanismos electrónicos de pago para reducir el nivel de eva- sión del IVA), desincentivos para usar el sistema formal de pagos generados por el impuesto a las transacciones podrían en última instancia reducir los ingresos tributarios netos totales. Da- das las restricciones fiscales actuales, las reformas que incluyen tributación han sido difíciles de realizar, y la falta de análisis sobre el impacto neto de los ingresos fiscales de las políticas tributarias del sector financiero han hecho más compleja la discusión sobre políticas. Políticas de crédito. Las políticas, incluidas las decisiones de la Corte Constitucional, dirigidas a proteger a los acreedores, pueden en realidad estar limitando la oferta de crédito a quienes más lo necesitan. En particular, los topes a las tasas de interés pueden restringir la oferta de crédito para actividades de mayor riesgo. La decisión de la Corte Constitucional en 2000 que impuso un tope a los préstamos hipotecarios, ha limitado la reactivación de los créditos para vivienda. En tanto exista el tope, este segmento del mercado no se recuperará verdaderamente sin apoyo adicional, tal como subsidio de vivienda, ya que los bancos no pueden adecuadamente poner precio a sus riesgos. En adición, el tope antiusura especificado en el Código de Comercio fija límites a la tasa de interés que hacen improbables la expansión adicional del crédito para activi- dades de mayor riesgo, de importancia primordial para el desarrollo económico, tales como los créditos a la pequeña y mediana empresa. Protección al consumidor. Una alternativa a los topes de las tasas de interés serían mejores reglas de protección al consumidor en el sector financiero. La evidencia internacional sugiere que los topes a las tasas de interés no sólo limitan la oferta de crédito de las entidades reguladas, sino que en últimas dirigen a los prestatarios a acudir a prestamistas no regulados, muchos de los cuales cargan intereses bien por encima de las tasas que cargarían las entidades reguladas si se les permitiera valorar adecuadamente sus riesgos. Una mejor alternativa sería continuar mejo- rando los requisitos de difusión de las tasas efectivas para las entidades financieras, proceso que ya ha iniciado la Superintendencia Financiera, pero que necesita extenderse a todos los produc- tos financieros, en particular los que pueden ser de mayor complejidad para nuevos prestata- rios como las hipotecas. Formar el consenso necesario para avanzar en este campo de reforma 212 El sector financiero es, sin embargo, una tarea compleja que requerirá educar a funcionarios oficiales, al sistema judicial y al público sobre el impacto negativo de los actuales topes a las tasas de interés. Procesos de reorganización y solvencia. El crédito al sector privado se beneficiaría con la revisión del marco legal para los procesos de reorganización e insolvencia. El mecanismo actual de insol- vencia, la Ley 550/99, se aprobó como medida temporal durante la última crisis financiera y buscaba proteger a los deudores contra acreedores financieros, en un tiempo en que debía impedirse una severa fundición económica. Sin embargo, a largo plazo, esto ha creado un desincentivo para que las entidades financieras reactiven el crédito, dada la incertidumbre aso- ciada con la recuperación de deudas que genera la ley actual. La lentitud del proceso de reorga- nización afecta también la viabilidad de empresas que podrían surgir de este proceso. De los 901 casos de radicación para reorganización que se presentaron en el período de 2000 a junio de 2003, sólo el 27% ha llegado exitosamente a un acuerdo de reorganización. Sólo en 22 casos se ha completado exitosamente el programa de restructuración y se ha vuelto efectivamente a la actividad ordinaria. La Superintendencia de Sociedades ha estado trabajando en un proyecto de Ley de Quiebras que, entre otras cosas, reducirá el tiempo requerido para procesos de reestructu- ración y liquidación y alinear los procesos con estándares internacionales. La Ley 550/99 se ha extendido temporalmente hasta el fin de 2006 y así hay actualmente una ventana de oportunidad para finalizar el diseño de un mecanismo más efectivo de insolvencia. El reciente envío de un nuevo proyecto de Ley de Insolvencia al Congreso es el primer paso en esta dirección, y el Gobierno debe asegurar que esta iniciativa no se deforme durante el proceso legislativo. Pensiones privadas. La eficiencia y viabilidad de las fases de acumulación y pagos de los fondos de pensiones privadas deben mejorarse, para asegurar un mejor alineamiento de incentivos entre las administradoras de pensiones y los afiliados, lo que requerirá una serie de cambios de regulación que busquen fomentar mayor competencia y transparencia de precios de las admi- nistradoras de fondos de pensiones, durante la fase de acumulación. El conjunto de temas aso- ciados con la fase de pagos es más complejo. El principal instrumento financiero utilizado en esta fase, una anualidad que ofrece un flujo de caja periódico estable a los pensionados, sigue subdesarrollado en Colombia. Esto se debe, en parte, al hecho de que los recién retirados tenían todavía la oportunidad de regresar al "viejo" sistema completamente financiado. Sin embargo, cuando el sistema madure, será esencial que los mercados financieros locales puedan apoyar la clase de instrumentos financieros a largo plazo que necesitarán las compañías de seguros para financiar las anualidades. Además, el marco de regulación y supervisión para estas compañías de seguros debe actualizarse, en particular dado el riesgo de insolvencia que se podría asociar con un nuevo producto, para el cual estas compañías no tienen las destrezas necesarias de manejo de riesgos. La Ley de valores. El proceso de implementación de la nueva Ley de valores debe finalizarse como elemento necesario para el desarrollo de mercados de capital. El crecimiento de los mer- cados privados de renta fija y capital depende de muchos factores, y el Gobierno debe tener expectativas realistas con respecto al impacto a corto plazo de la ley. Sin embargo, su imple- mentación es un avance importante en esta dirección. En particular, la expedición de decretos que implementen la ley, un proceso que ya está en marcha, debe terminar, en particular con respecto a los asuntos relacionados con los poderes de vigilancia de la nueva Superintendencia Financiera, los procesos de custodia y liquidación de valores, calificación de los intermediarios del mercado financiero y reglas de protección para el inversionista y de gobernabilidad corpo- rativa. Aunque, en el muy corto plazo, algunos de estos cambios puedan en realidad imponer 213 Construir los fundamentos para la competitividad mayores costos a los participantes del mercado, el marco provisto por la ley incrementa en últimas la atracción de las emisiones del mercado de capital colombiano para inversionistas, que debería llevar a menores costos de financiación y vencimientos más largos. Superintendencia Financiera. El proceso de fusiones en curso que creó la Superintendencia Fi- nanciera debe manejarse de tal manera que no sólo limite las perturbaciones, sino que también promueva el progreso de la gobernabilidad y las capacidades técnicas. La implementación exitosa de la fusión requerirá que el nuevo organismo reciba recursos adicionales para desarrollar in- fraestructura, arreglos organizativos, procesos y destrezas profesionales coherentes con la nue- va estrategia. Los retos técnicos y organizativos para la implementación final del plan continúan siendo significativos para que se cumpla el objetivo último de la fusión, cual es el de la mejor supervisión consolidada. En particular, en el diseño de nuevos procesos internos se debe buscar evitar el potencial de crear silos en la nueva organización, que impidan una visión más integra- da de los riesgos frente a las entidades vigiladas. Además, las dos entidades han fomentado, en los últimos años, el desarrollo de un grupo de individuos técnicamente sólidos. Uno de los principales riesgos de los procesos de la fusión es que la Superintendencia pueda perder su capital humano si el proceso se hace demasiado perturbador. Supervisión consolidada. Para cosechar completamente los beneficios de la creación de la Su- perintendencia Financiera, se necesita mayor progreso en el desarrollo de la supervisión conso- lidada de conglomerados financieros. Deben seguirse desarrollando las funciones de regulación y supervisión, de modo que reflejen la evolución de la estructura del sector financiero hacia conglomerados financieros, a medida que van cayendo los muros que separan los distintos servicios financieros, ya que su caída permite la distribución de riesgos entre componentes de los conglomerados. La Superintendencia, incluyendo la recién creada Delegatura para Riesgos Conglomerados, debe proveerse con un marco regulador adecuado, para asegurar que los su- pervisores puedan tener acceso a toda la información necesaria para evaluar el riesgo total de un conglomerado. La Superintendencia debe también continuar desarrollando las herramien- tas integradas de medidas de riesgo necesarias para controlar la estructura de creciente comple- jidad de los conglomerados. El cumplimiento forzoso de los contratos de crédito. En el largo plazo, el Gobierno debe continuar atendiendo los temas generales que rodean el cumplimiento forzoso de los contratos de crédito. En particular, con respecto a la financiación de vivienda, la inestabilidad legal percibida deriva- da de dictámenes de tribunales que pueden invalidar ciertos contratos de crédito y la ejecución lenta de las garantías, han restringido la oferta de crédito. La atención de esta materia puede ser compleja, pues implica la necesidad de crear un marco más sólido de derechos de acreedor y mejorar las capacidades de los tribunales para hacer cumplir los contratos con mayor rapidez. 214 La competitividad rural y la reducción de la pobreza 12. La competitividad rural y la reducción de la pobreza: contribución a la elaboración de la agenda interna para la agricultura y la economía rural en Colombia159 El sector rural colombiano tiene un enorme potencial de crecimiento y puede contribuir a la reducción de la pobreza rural y a la estabilidad política nacional. Este potencial, sin embargo, se ha ignorado por mucho tiempo. La mayor apertura comercial derivada de tratados comerciales internacionales presenta nuevos desafíos y oportunidades para utilizar este potencial. Por un lado, abre nuevas perspectivas a los productos que cuentan con una ventaja comparativa, de lo cual se pueden beneficiar los sectores rurales más pobres. Por otro, somete los productos importables a mayor competitividad, de lo cual pueden resultar efectos negativos si no aumenta la competitividad doméstica y no se reorienta la producción. Aprovechar las posibilidades de acceso a mercados externos, mejorar la competitividad y reorientar la producción requie- ren una fuerte "agenda interna". El propósito de esta Nota es contribuir a la "agenda interna" para la competitividad que prepara el gobierno colombiano. Para ésta recomendamos se consideren tres aspectos principalmente: i) reestructurar y aumentar el gasto público agrícola, enfocándolo en la provisión de bie- nes públicos en lugar de subsidios privados, para beneficiar con mayor amplitud las áreas rurales y, en especial, permitir que los desfavorecidos participen de las nuevas posibilidades; ii) reorientar el sistema de incentivos de políticas a favor de los productos que tengan ventaja competitiva y potencial exportador, de modo que se pueda beneficiar a los pequeños productores, lo que requiere mayor eficiencia en los mercados de factores y productos, y iii) corregir los sesgos contra el sector agrícola y rural de las políticas públicas, con políticas centradas en la competitividad territorial que incluirían no sólo la agricultura, sino el total de la economía rural. En línea con lo anterior, proponemos que los esfuerzos fiscales para responder al reto de la liberación comercial se concentren en mejoramiento de la competitividad con equidad más que en apoyo directo de ingresos a agricultores. Se aboga por tres líneas de inversión: en bienes públicos, para elevar las condiciones generales de competitividad de las áreas rurales; en modernización de fincas, para ayudar a los agricultores tradicionalmente protegidos a que sean competitivos, y en programas especiales, para mejorar las condiciones de competitividad de los pequeños agricultores. 159 Este capítulo fue escrito por José María Caballero, con la colaboración de Matt McMahon, Natalia Gómez y Carlos Cuevas, y con el apoyo del consultor Álvaro Balcázar. 215 Construir los fundamentos para la competitividad Introducción El sector rural es decisivo para el futuro de Colombia, pero su gran potencial de crecimiento se ha ignorado por mucho tiempo, no obstante sus efectos significativos en el resto de la econo- mía, dada la capacidad de la agricultura de involucrar a otros sectores y de causar impacto en el ingreso, la pobreza, la migración y la seguridad. En un estudio reciente del Banco Mundial (De Ferranti y otros, 2005) se muestra que la contribución de la economía rural al crecimiento gene- ral y a la reducción de la pobreza es mucho mayor que su participación en el PIB. El impacto potencial en la reducción de la pobreza es especialmente alto en Colombia, debido a sus venta- jas comparativas en actividades agrícolas intensivas en mano de obra. Un despegue agrícola basado en dichas ventajas influiría positivamente en el empleo y los salarios y, en último térmi- no, en la reducción de la pobreza rural. Las nuevas posibilidades podrían beneficiar tanto a la pequeña agricultura como a la de gran escala; el desafío principal es conectar efectivamente a los pequeños agricultores con la apertura de posibilidades de competitividad rural. En el con- texto colombiano también es importante el efecto que el crecimiento rural, fuerte y equitativo, tendría en la estabilidad institucional y la estabilidad política de campo.160 La firma del TLC con los Estados Unidos hace urgente concentrar la atención de las políti- cas públicas en la economía rural, pues las condiciones de competitividad cambiarán en forma drástica, y existe el riesgo de que se puedan profundizar las desigualdades. La aper- tura comercial de los años noventa fue parcial e incoherente, y careció de la continuidad necesaria para promover el despegue de la economía rural y contribuir a la equidad. De ahí que ésta se haya percibido como una oportunidad perdida (ver Jaramillo, 2001 y Brizzi y otros, 2003). Esto fue parcialmente resultado de no haber acompañado a la apertura de inversiones fuertes en bienes públicos rurales y de medidas para hacer más eficientes los mercados de los productos y de los factores, y facilitar su acceso a los pequeños agricultores. Sería útil apren- der de esta experiencia y considerarla en el diseño de la "Agenda interna" para acompañar al 160 El Departamento Nacional de Planeación de Colombia ha preparado una estrategia a largo plazo llamada "Colombia visión 2019". El documento reconoce la contribución histórica de la agricultura y el sector rural al desarrollo económico del país y también su actual potencial para promover el crecimiento. La estrategia propone utilizar las ventajas comparativas de la agricul- tura para generar nuevas oportunidades de beneficio para los pobres, promover la ocupación legal del territorio y mejorar las condiciones de seguridad. Se indica una variedad de problemas que son altamente consistentes con los discutidos en esta Nota de Políticas e incluyen: i) mayor competitividad y acceso a mercados internacionales; ii) uso más eficiente de la tierra; iii) acceso a servicios financieros para los pobres rurales; iv) innovación tecnológica; v) diversificación de ingresos rurales, y vi) fortaleci- miento institucional para el desempeño eficiente de los mercados de productos y factores. 216 La competitividad rural y la reducción de la pobreza TLC.161 Pero aun si el tratado no se lleva a cabo, la "Agenda interna" seguirá siendo importan- te por el potencial para el desarrollo y el bienestar que puede ofrecer el sector rural. El objetivo de esta Nota de Política es contribuir con algunas ideas a la "Agenda interna" que prepara el gobierno colombiano. Antes de hacerlo, es útil señalar dos cosas: i) con economía rural nos referimos no sólo a la agricultura sino a las múltiples actividades de la población rural, incluyendo las de las ciudades rurales; y ii) Colombia es extraordinariamente diversa, con una gran variedad de regiones y áreas rurales. La "Agenda interna" debe reconocer esta diversidad y la implementación de políticas generales debe producir medidas específicas e inversiones que utilicen los distintos potenciales de los varios territorios rurales. Esta Nota es en cierta medida continuidad de una similar (Brizzi y otros, 2003) escrita en 2002, como parte de una colección más amplia de Notas de Políticas preparada por el Banco Mundial para contribuir a la discusión de políticas con ocasión de la elección presidencial colombiana de mayo de 2002 (Giugale y otros, 2003). Muchos de los temas de esa Nota continúan siendo perti- nentes hoy y por tanto se retoman en la presente. En particular, gran parte del diagnóstico de la situación de la agricultura y el sector rural, los potenciales de la agricultura colombiana, la nece- sidad de mejorar la operación de los mercados de los factores para alinear incentivos con venta- jas comparativas, y para atender directamente los asuntos de los pequeños agricultores y los pobres rurales. Sin embargo, la presente Nota se concentra en los elementos considerados cen- trales para la "Agenda interna" y abre un nuevo tema: la necesidad de corregir el sesgo antirrural de las políticas públicas. La situación en el campo colombiano ha mejorado desde que se escri- bió la Nota anterior, ha habido una importante recuperación del crecimiento agrícola y hoy existen mayores condiciones de seguridad en las áreas rurales. Las condiciones para el desarro- llo de la agricultura y unas políticas de desarrollo rural exitosas son, por tanto, más favorables hoy, además de la urgencia de ajustar las políticas públicas para responder a los desafíos que introduce el TLC con los Estados Unidos, entre otros. ¿Qué tipo de "Agenda interna"? Al momento de escribir esta Nota, la negociación del TLC con los Estados Unidos había finaliza- do y se estaba a la espera de su aprobación por parte de las ramas legislativas de ambos países. Dentro del gobierno colombiano continuaba una intensa actividad, en torno a definir y concer- tar entre todos los sectores una "Agenda interna" para mitigar en el sector de la agricultura los efectos negativos potenciales del tratado y aprovechar mejor sus posibilidades. En este contexto el Presidente Uribe presentó al país el programa Agro, ingreso seguro a princi- pios de marzo de 2006. El programa incluye medidas de apoyo directo a productores (por hec- tárea para algunos productos y por tonelada para otros), apoyo especial de inversiones a través del ICR, así como apoyo sanitario para productores de pollos y cerdos, y crédito preferencial para cambio a otra línea de producción. La intención es que los apoyos se extiendan por un período de 10 años. El valor anual anunciado para este Programa es de $500.000 millones de 161 , El gobierno de Colombia, con la coordinación del DNP está preparando una estrategia de políticas dirigidas a fortalecer la competitividad de la economía, de modo que el país y sus sectores productivos aprovechen las oportunidades y atiendan los problemas presentados por la firma de un TLC con los Estados Unidos. Este ejercicio se conoce como la "Agenda interna". 217 Construir los fundamentos para la competitividad pesos, equivalentes a US$218 millones. Esta cantidad representa alrededor del 85% del presu- puesto de 2005 del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. De este total, el 70% ($350.000 millones) se dirige específicamente a apoyo en ingresos directos a los agricultores. Para la preparación a la nueva realidad del comercio abierto una "Agenda interna" debe inten- tar responder tres desafíos importantes: (i) cómo hacer el mejor uso posible de las nuevas posibilidades comerciales; (ii) cómo limitar el impacto en los ingresos de los agricultores ante- riormente protegidos; y (iii) cómo asegurar que las bondades, tanto de la apertura del comer- cio como de las medidas que disponga la "Agenda interna" aumenten la equidad en lugar de reducirla, como puede pasar si se pasan por alto a los pequeños agricultores. Pensamos que una serie general de medidas centradas en aumentar la competitividad y calibradas para lle- gar no sólo a medianos y grandes productores, sino también a los pequeños es la mejor forma de atender los desafíos mencionados. Una "Agenda interna" efectiva, según esto, necesitaría modificar las políticas agrícolas y rurales en tres direcciones: (i) Aumentar y reestructurar el gasto público agrícola para poner su nivel en línea con el potencial del sector, y redirigir el gasto (tradicionalmente dirigido a subsidios a bienes privados) hacia la provisión de bienes públicos rurales de beneficio general. (ii) Redirigir las políticas agrícolas hacia productos con ventajas comparativas, de modo que los incen- tivos vayan a productos que son competitivos, en lugar de a los que no lo son. Se requieren esfuerzos especiales para promover la competitividad de los pequeños agricultores, a fin de ayudarles a convertirse en empresarios rurales. Esto requiere promover la eficiencia en los mer- cados de productos y factores. (iii) Corregir el sesgo antirrural de las políticas públicas hacia una política de competitividad territorial, que incluya no sólo la agricultura sino también toda la economía rural. En correspondencia con las recomendaciones anteriormente descritas, se aboga en esta Nota a favor de concentrar los esfuerzos de la "Agenda interna" en la expansión de tres tipos de inversio- nes rurales: i) bienes públicos (como investigación y extensión rural, infraestructura productiva, fortalecimiento del sistema de medidas sanitarias y fitosanitarias, sistemas de mejoramiento de calidad, sistemas de información de mercado y mejoras del mercado de factores), ii) moderniza- ción de fincas, para ayudar a los agricultores tradicionalmente protegidos a ser competitivos, y iii) programas especiales para mejorar las condiciones competitivas de los pequeños agricultores. Es claro que hay dificultades políticas en tal reorientación de la política pública rural, que pueden afectar fuertes intereses, y que el aumento y la recomposición del gasto rural, por el cual tanto se aboga en esta Nota, compite con otros usos de fondos públicos en una época de severas restriccio- nes fiscales. En particular, las tres líneas de inversiones indicadas arriba compiten con fuerza por recursos dirigidos al apoyo al ingreso directo de los agricultores. Sin embargo, creemos que la mejor forma de asistir a los agricultores tradicionalmente protegidos y permitirles tener éxito en un contexto de liberalización, es ayudarlos para ser competitivos en su línea actual de actividad cuando las condiciones subyacentes son favorables, o cambiar a otras líneas de actividad en las que el país goza de ventajas comparativas. Esto no se logra con transferencias directas de apoyo al ingreso, sino principalmente mediante el tipo de inversiones que esta Nota ha sugerido, particu- larmente, la inversión en bienes públicos de beneficio general en el medio rural. 218 La competitividad rural y la reducción de la pobreza Esquemas de apoyo de ingresos compensatorios, como el programa Procampo en México, con mucha frecuencia se evalúan favorablemente cuando se comparan con protección de fronteras o apoyos de precios, porque están desligados del sistema de precios y, por tanto, no son porta- dores de distorsiones del mercado. Esto es correcto, pero hay otros instrumentos que están igualmente desligados y parecen mucho más apropiados para una economía como la de Co- lombia. Las líneas de inversión recomendadas en esta Nota son ese tipo de instrumentos. En comparación con ellas, los apoyos de ingresos directos tienen varias limitaciones. En primer lugar, son extremamente difíciles de descontinuar, tendiendo a ser una renta perpetua para algunos sectores de agricultores.162 En segundo lugar, son regresivos, favoreciendo a los agri- cultores grandes más que a los pequeños.163 En tercer lugar, no están condicionados a que los agricultores mejoren su desempeño competitivo y, por tanto, es probable que desaceleren el proceso de ajuste a las nuevas condiciones del mercado.164 Los países europeos y los Estados Unidos, que son los principales usuarios de programas de apoyo directo a los ingresos, pueden pagar a sus agricultores una renta que hace abstracción de consideraciones de equidad y competitividad, pero es dudoso que un país como Colombia pue- da permitirse esto. Las cifras del caso son grandes. En el caso de Procampo, el subsidio llegó a ser de alrededor del 5% del PIB agrícola para el promedio de 2001-2004. Este porcentaje aplica- do a Colombia daría una cifra de unos US$539 millones para 2004, que es más del doble del presupuesto del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural del 2005. Aun los US$153 millones actualmente destinados específicamente para apoyo directo a agricultores del programa Agro, ingreso seguro, parece ser una cifra muy alta comparada, por ejemplo, con los US$169,3 millones de presupuesto de inversiones de ese Ministerio en el 2005. Por lo mismo, deben señalarse los riesgos de los pagos de apoyo directo a agricultores que acaparan inversiones que son esenciales para promover la competitividad con equidad de la economía agrícola colombiana, y de convertirse en una renta perpetua y regresiva para algunos sectores de agricultores. De ahí que la clase de "Agenda interna" por la que abogamos en esta Nota, se centre en ayudar a los agricultores (particularmente los pequeños) a lograr una condi- ción en que puedan competir, no en apoyarlos a mantenerse en actividades en que no lo pue- den hacer. Desafíos y oportunidades El sector rural de Colombia: Es rico en recursos naturales y ventajas comparativas. De acuerdo con el Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC, 2004), las tierras adecuadas para agricultura totalizan 9,6 millones de hectáreas, de las cuales sólo unos 4,5 millones están cultivadas. Adicionalmente a éstas, hay 9,2 millones de hectáreas adecuadas para pastaje y cerca de 28 millones adecuadas para silvicultura.165 De acuerdo con datos de uso de la tierra de Iiasa/FAO, 162 Así, por ejemplo, es cada vez más claro en México que Procampo no se descontinuará cuando llegue su vencimiento en 2008. En la campaña política para la elección presidencial mexicana de julio de 2006, los candidatos de los tres partidos principales ofrecieron no descontinuar el subsidio. 163 En el caso de Procampo, en 2002, 51% del subsidio fue a hogares de los tres deciles más altos de consumo y 28,2% a hogares de los tres deciles más bajos (cálculos del Banco Mundial basados en Enigh 2002). La regresividad sería probablemente mucho mayor en Colombia por la distribución de mucho mayor sesgo de las tierras de cosecha en Colombia que en México. 164 Usando nuevamente el ejemplo mexicano, debemos recordar que Procampo ha sido acompañado de un programa paralelo, "Alianza para el campo", orientado a inversiones de modernización en la granja. 165 Sin incluir 25,5 millones de hectáreas para conservación (selvas naturales) y 40,1 millones de hectáreas de manejo especial (parques naturales, reservas indígenas y títulos colectivos de comunidades afrocolombianas). 219 Construir los fundamentos para la competitividad Colombia tiene 7,1 hectáreas de tierra cosechable muy adecuada, adecuada y moderadamente adecuada por unidad de fuerza laboral de agricultura, comparadas con 1,6 en Chile, 1,7 en Perú y 2,3 en México (Iiasa/FAO, 2002). Debido a los distintos suelos, climas y biodiversidad, un am- plio rango de actividades tienen ventajas comparativas: cosechas permanentes, tales como café, palma de aceite y especies forestales; varias flores, frutas y vegetales caracterizados por su valor de alta densidad y uso intensivo de mano de obra; y productos de ganadería como leche y carne. El crecimiento de estas actividades promueve fuertemente otras actividades no agrícolas, tales como industrias de procesamiento, servicios, comercio y transporte y, a través de ellas, la diversificación de las economías rurales, cuyos efectos en el empleo, ingreso y bienestar pueden exceder el impacto directo del crecimiento agrícola.166 Tiene fuerte importancia social y económica. La población rural es de alrededor del 39%, si se usa una definición basada en una densidad demográfica de menos de 150 habitantes por km2 y más de una hora de distancia de un gran centro urbano (Chomitz, Buys y Thomas, 2005). El PIB agrícola es el 13% del total, pero la economía rural como un todo (no incluyendo los sectores de minería o energía) puede representar un 20% del PIB.167 Pero, a su vez, el sector rural, es el principal escenario de: · La pobreza. La incidencia de la pobreza es mayor y más profunda en áreas rurales. En 2003, 69% de la población rural vivía bajo la línea de pobreza y 35% bajo la de pobreza extrema. El 42% de los pobres residen en áreas rurales.168 · El conflicto. Los conflictos más serios y persistentes de la sociedad colombiana se dan en el campo: violencia, cultivos ilícitos, tráfico de drogas, concentración de tierras, desplaza- mientos. · Posibilidades limitadas para progreso y bienestar, favoreciendo así los distintos factores que generan conflicto. · Subempleo y baja productividad. De acuerdo con el DANE, en la primera parte de 2005, el desempleo rural y el subempleo, respectivamente, llegaron a 8% y 33%. En 2003, la pro- ductividad laboral del sector rural fue el 47% de la del sector urbano.169 · Utilización deficiente de la tierra. De acuerdo con el IGAC, 33% de la tierra se utiliza en forma deficiente, en términos tanto de sobre como de subutilización en distintos grados de intensidad.170 Las tierras adecuadas para la agricultura se utilizan generalmente por debajo de su potencial, mientras la ganadería utiliza más de tres veces la tierra adecuada para ese propósito. · Una débil presencia institucional en grandes regiones, a pesar de las mejoras de los últi- mos años. 166 John W. Mellor, 1999. 167 Esto es porque las actividades no agrícolas contribuyen con un 37% del ingreso de la población rural, como lo ha mostrado la Misión contra la Pobreza, basada en la Encuesta de Calidad de Vida de 2003. 168 Datos de Misión contra la pobreza. 169 Medida como la razón entre el PIB por persona económicamente activa en el sector rural y el PIB por persona económicamente activa en el sector urbano en 2003, utilizando cifras del PIB y EAP del DANE. 170 Fuente: IGAC y Corpoica, 2002. 220 La competitividad rural y la reducción de la pobreza Presenta una tendencia al estancamiento de la agricultura, a pesar de su potencial. El crecimiento agrícola se ha caracterizado por su volatilidad y tendencia decreciente a largo plazo. Durante los años setenta, el crecimiento anual promedio fue 4,5%, en la década siguiente estuvo cercano al 3% y en la de 1990 sólo llegó a 1,1%. Presenta también diferencias regionales fuertes. Hay brechas mayores entre regiones, en térmi- nos de indicadores de bienestar, sin clara tendencia a la reducción de estas diferencias. Según el Informe sobre desarrollo humano de 2003, la brecha en el índice de calidad de vida entre Bogotá, el Valle y la región Atlántica (principalmente zonas urbanas), por una parte, y Chocó, Córdoba, Nariño, Sucre y Boyacá (principalmente zonas rurales), por otra, varía entre 20 y 30 puntos en una escala de 1 a 100. La imagen que surge de este breve diagnóstico es la de un sector rural con una presencia signi- ficativa en la economía y la sociedad, que es el escenario fundamental de la pobreza y los con- flictos que amarran al país, y tiene un gran potencial ignorado por mucho tiempo para contribuir al desarrollo y la estabilidad nacional. Colombia ha firmado recientemente un TLC con los Estados Unidos, ha firmado ya tratados comerciales con Mercosur, y ha mostrado interés en empezar negociaciones con la Unión Euro- pea. Debido a su estructura productiva, para varios sectores será difícil afrontar la competencia internacional, como puede ser el caso de los granos y la soya. Es probable que otros sectores, como flores, aceite de palma, leche y cacao, se beneficien, por sus ventajas comparativas y tam- bién otros podrían beneficiarse, aunque sus beneficios estarían sujetos a su acceso efectivo a los mercados internacionales, como pueden ser las frutas frescas, los vegetales, las plantas aromá- ticas, las especias, y la carne. Para estos sectores, las condiciones de las plantas y animales y el cumplimiento con los protocolos y estándares internacionales de calidad y seguridad son esen- ciales. En conjunto, el balance entre amenazas y oportunidades que ofrece el nuevo escenario del comercio abierto parece ser en gran parte favorable a Colombia. La "Agenda interna" es esencial para que las oportunidades creadas con los acuerdos comerciales sean una realidad, asegurar que los reajustes necesarios se hagan tan rápida y eficientemente como sea posible, y permitir que los beneficios potenciales se distribuyan por igual entre toda la población, inclusi- ve los pequeños agricultores. El desafío principal de las políticas públicas es reducir la pobreza mediante la participación efectiva de los pobres en los beneficios de la competitividad agrícola y rural. Debe anotarse que en los últimos años se ha logrado progreso en las condiciones y políticas del sector rural. En primer lugar, la mejor situación de seguridad en áreas rurales ha tenido un efecto positivo en el funcionamiento de los mercados y los servicios públicos. Unida a esto está la recuperación del crecimiento agrícola: la agricultura creció 3,1% en términos reales en 2003, 2,1% en 2004 y 3,0% en 2005. A pesar de recursos muy modestos, se han dispuesto sistemas nuevos e interesantes para la investigación, innovación y transferencia de tecnología relaciona- das con la agricultura. Se ha promovido la organización institucional de cadenas productivas y los sistemas de información vinculados a ellas. Varios programas están en marcha para ayudar a pequeños agricultores a convertirse en empresarios y vincularlos a los mercados internos y de exportación. Se ha establecido una nueva agencia especializada en desarrollo rural, Incoder, si bien con presupuesto limitado, para agrupar servicios que antes estaban dispersos entre varias agencias. Por último, ha habido mejoras en recuperación de préstamos, y el sistema financiero rural. Estos y otros avances ofrecen un buen punto de partida para la "Agencia interna", pero 221 Construir los fundamentos para la competitividad quedan aún importantes problemas por atender los cuales se presentan a continuación. En el anexo 1 se presenta una matriz de las recomendaciones básicas sugeridas en esta Nota. Enjaezar el potencial del sector rural de Colombia a favor de los pobres Reestructurar e incrementar el gasto público rural. La estructura del gasto público ha estado fuertemente sesgada en contra del sector rural. Por consiguiente, en las asignaciones de bienes públicos existe una brecha muy amplia entre las áreas urbanas y rurales, que produce una desven- taja, en términos de posibilidades para la población rural y en particular para los pobres. Por ejemplo, según la Encuesta de Calidad de Vida de 2003, la brecha en términos de nivel educati- vo de la población económicamente activa en áreas rurales y urbanas es de más de cuatro años. El índice de asistencia escolar entre las edades de 12 y 15 años es 22 puntos inferior en las áreas rurales; el analfabetismo de las personas mayores de 15 años es 14 puntos más alto. La cobertura de salud y seguridad social, en que Colombia ha presentado avances significativos desde me- diados de los años noventa, sigue siendo 15 puntos más baja en áreas rurales. La falta de carre- teras o las condiciones deficientes de éstas para las conexiones rurales a los mercados171 obstaculiza el acceso de la población a los servicios públicos, los hace más costosos, dificulta la venta de productos y limita las posibilidades económicas. De 1996 a 2005, la asignación presupuestaria del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural (MADR) y sus entidades dependientes fue muy volátil, con una tendencia decreciente, espe- cialmente en su componente de inversiones. De un presupuesto de US$829,5 MM en 1996, bajó a US$256 MM en 2005. El componente de inversiones bajó de US$711 MM a US$169 MM. Cuadro 12.1. Presupuesto del Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural de Colombia, 1996-2005. Millones de dólares Total 829,6 583,1 418,6 323,8 239,6 325,3 290,0 169,9 184,7 256,0 Inversiones 710,8 450,1 256,1 160,3 111,2 214,8 185,5 88,3 117,0 169,3 Fuente: DNP y Ministerio de Hacienda y Crédito Público, de 1996 a 2002: Ley de presupuesto de 2003 a 2005. El sesgo antirrural en los gastos y en la prestación de los servicios públicos tiene implicaciones en la equidad y la eficiencia, y limita el potencial de crecimiento. La provisión inadecuada de bienes públicos desestimula la inversión privada en fincas y actividades rurales no agrícolas, dada su complementariedad a la inversión pública. Muchas ventajas comparativas no se ma- terializan, debido a servicios de apoyo insuficientes, tales como investigación, transferencia de tecnología, salud agrícola y ganadera y seguridad alimentaria. El acceso a mercados interna- cionales ha sido limitado por barreras no arancelarias en los países desarrollados, pero tam- bién por las propias deficiencias de Colombia en salud agrícola y animal, seguridad alimentaria, y en la logística de sistemas de información. Así, Colombia sólo ha obtenido aprobación sani- taria en los Estados Unidos para la uchuva y la pitahaya, mientras otras cuatro frutas (granadilla, lulo, maracuyá y feijoa) y cuatro vegetales (pimienta, paprika, apio y acelga) están en proceso de 171 Según el Ministerio de Transporte, en 2003 había sólo 100 metros de carreteras secundarias y terciarias por km2. 222 La competitividad rural y la reducción de la pobreza aprobación. Estas cantidades contrastan con las 58 especies de frutas que según el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo tienen potencial de mercado en los Estados Unidos. En adición, la composición del gasto público rural es poco eficiente. Una gran proporción de fondos se asigna a subsidios y transferencias de ingreso a grupos productores con fuerte capa- cidad de ejercer presión, a expensas de la provisión de bienes públicos. En el presupuesto de inversiones de 2005 del MADR, de US$108,2 millones, el 62,5% se dirige a subsidios privados, en particular para grandes productores, 7,8% a programas de apoyo a agricultores pequeños y 7,5% a programas de tecnología y asistencia técnica.172 Las vías son un bien público vital para la competencia y el crecimiento de la economía rural. Bravo-Ortega y Lederman (2005) estimaron el impacto de distintos bienes públicos en la produc- tividad del sector agrícola de América Latina y el Caribe en los años noventa, y en el resto del mundo entre 1960 y 1999. Entre varios factores (menor analfabetismo, irrigación, carreteras, tele- fonía, crédito y electricidad), las carreteras presentaron una diferencia apreciable, constituyendo el factor del mayor impacto. Un aumento de 1% en la densidad de carreteras genera un aumento promedio de 0,42% en la productividad agrícola de los países de América Latina y el Caribe. Es importante promover el desarrollo de vías en Colombia, de acuerdo con las necesidades de la producción agrícola y ganadera y la economía rural en total. Esto implica que simultáneamente con el desarrollo de la red primaria, debe aumentarse la densidad y calidad de las redes secunda- ria y terciaria. Según datos de la Dirección de Infraestructura y Energía Sostenible del DNP en , 2003 la red de vías del país consistía en 16.000 km de autopistas primarias (14,8 m/km2), 64.000 km de secundarias (57,5 m/km2) y sólo 47.000 km de carreteras terciarias (42,3 m/km2). Esta cantidad limitada de carreteras terciarias reduce la competitividad rural y limita el crecimiento. Con respecto al capital humano, deben continuar los esfuerzos para aumentar la cobertura de educación primaria en el sector rural. Un buen programa en este aspecto es Familias en Acción, que ofrece un pago directo a madres, sujeto a su cumplimiento de compromisos sobre nutri- ción, educación y atención en salud para sus niños. Este tipo de programa ayuda a disminuir los altos niveles de los índices de abandono escolar temprano en áreas rurales, compensando una porción de los costos de oportunidad de asistir a la escuela. Es esencial invertir la tendencia de recursos decrecientes para innovación y adopción de tecnolo- gía,173 y consolidar la capacidad institucional del sistema de innovación tecnológica agrícola. La existencia de centros especializados de investigación de productos en que participan producto- res en la financiación de investigación es un activo valioso para el país. El sistema debe fortale- cerse con mayores recursos públicos asignados con esquemas de financiación competitiva. Colombia ya tiene experiencias estimulantes en este campo por medio del Proyecto de Transfe- rencia de Tecnología (Pronatta), continuado en parte con el Proyecto de Transición Agrícola, que está empezando. Es esencial prestar atención a las agendas regionales de ciencia y tecnolo- gía para la competitividad regional, y es necesario también invertir en capacitación de nuevos 172 Ministerio de Hacienda y Crédito Público. Ley general de presupuesto de la Nación, 2005. (Tasa de cambio: $2.300 por US$1). 173 En 2002 todos los componentes del sistema de ciencia y tecnología agrícola y ganadera, incluyendo salud agrícola y ganadera, recibieron US$54,5 millones, el 27,2% del presupuesto del MADR, reduciéndose su asignación a US$34 millones (18,6% del presupuesto) en 2005. 223 Construir los fundamentos para la competitividad investigadores, pues el país ha venido sufriendo una disminución en la capacidad profesional de su comunidad de investigación por unos 15 años. Varios programas, como los promovidos por Cenicafé en alianza con universidades del exterior, ameritan consideración. Un objetivo realizable en los próximos cuatro años es asignar recursos públicos a investigación agrícola y ganadera, y a transferencia de tecnología equivalentes a por lo menos el 1,0% del PIB agrícola, lo que está cerca del promedio latinoamericano. Como se mencionó, gran parte de la posibili- dad de hacer efectivas muchas de las ventajas comparativas de Colombia está en el desarrollo del sistema sanitario agrícola y animal. Por consiguiente, es de vital importancia fortalecer la capacidad científico-técnica del sistema y la efectividad de su operación, lo mismo que la coor- dinación entre los sectores público y privado. Ésta debería ser una de las prioridades de la "Agenda interna", con o sin la firma del TLC con los Estados Unidos. El sistema de evaluación de riesgos de salud, la preparación de protocolos de mitigación y cuarentena y campañas de capacitación y asesoría a productores sobre buenas prácticas agrícolas ameritan un énfasis especial. El Pro- yecto de Transición Agrícola busca atender estas necesidades, pero los recursos asignados son insuficientes para la escala de las necesidades. Reorientar las políticas agrícolas y los incentivos para el beneficio de los pequeños agricultores Ventajas comparativas y posibilidades para pequeños agricultores. Las ventajas comparativas de Colombia en la agricultura están en productos de cosechas permanentes (palma, caucho, cacao, frutas, etc.) de productos de alto valor, intensivos en mano de obra y perecederos (por ejemplo, flores, vegetales, papas, frutas y algodón, en algunas regiones), en algunos productos de gana- dería (leche, carne, avicultura y porcicultura), y en plantaciones forestales (bosques tropicales). Por otro lado, Colombia presenta desventajas comparativas en producción de granos y semilla de aceite, que se caracterizan por el bajo uso de mano de obra por hectárea y por unidad de valor, y altos coeficientes de insumos importados.174 En contraste con su patrón de ventajas comparativas, la políticas de apoyo agrícola se basan en la protección comercial a productos con desventajas comparativas. Se estima que el 90% del apoyo a la agricultura proviene de protección de fronteras.175 En los últimos años se ha dado apoyo directo a sectores específicos, inclusive compensación a productores de flores y banano por la revaluación de la tasa de cambio, y pagos a productores de algodón por garantías de precios mínimos. La protección de fronteras tiene implicaciones en términos de eficiencia y equidad. El costo de la protección de precios recae sobre los consumidores, especialmente sobre los pobres, y los efectos pueden ser regresivos. En un estudio reciente (Balcázar y otros, 2004) basado en un modelo de equilibrio general, se encontró que con la protección recibida en 2001 por los productores de maíz amarillo, sorgo y soya fue posible generar US$42 millones de valor agregado en estas cosechas, pero "...los consumidores debieron sacrificar el consumo de productos ganaderos (carnes, huevos y leche y derivados) y otros alimentos procesados (como grasas y aceites) equi- valentes a US$145 millones". En el mismo estudio se mostró que la protección genera costos socia- les significativos, desde el punto de vista del empleo. La cantidad de empleos agrícolas directos de tiempo completo, perdidos a causa de la protección de granos de forraje, se estima en 6.650. Los productos agrícolas que gozan de protección de fronteras representan el 10% del costo total 174 Ver Banco Mundial, 2003a. 175 Ministerio de Agricultura y Desarrollo Rural. 224 La competitividad rural y la reducción de la pobreza de la canasta de consumo y el 34% del costo de la canasta de alimentos.176 Fabio Sánchez (1999, p. 10) estimó una elasticidad de pobreza de 0,5 con respecto al precio de alimentos en 1999. La protección de fronteras puede ser también regresiva, pues los campesinos pobres producen sólo pequeñas cantidades, su producción es menos comercializable y son a menudo comprado- res netos de alimentos. El costo social de la protección comercial puede exceder en gran parte sus beneficios privados, debido a: i) pérdidas en eficiencia por la protección de sectores sin ventaja comparativa, ii) menor producción y empleo en cadenas productivas, en especial en el caso de productos agrícolas que se usan como materias primas para otros bienes, iii) mayor vulnerabilidad para los pobres, y iv) posiblemente, menor empleo sectorial. Las políticas comerciales han estado dando señales de precios favorables para importar cose- chas competidoras, discriminando contra productos con potencial exportador. En el cuadro 12.2 se comparan los indicadores de ventaja comparativa y protección nominal de fronteras. Mien- tras los productos con ventaja comparativa (CRI < 1) tienen bajos niveles de protección (CPN < 1), los productos con desventaja comparativa tienen altos niveles de protección. Para que la protección esté en línea con la ventaja comparativa, la correlación entre CRI y CPN debe ser negativa. Sin embargo, el coeficiente de correlación es positivo e igual a 0,57. Además, otros instrumentos de apoyo, tales como el crédito y la intervención estatal en mercados internos, generalmente excluyeron los sectores agrícolas no comerciables en los cuales hay mayor pre- sencia de agricultores pequeños. Cuadro 12.2. Coeficientes de ventaja comparativa y protección nominal por productos, 2001 Productos CRI CPN Productos CRI CPN Arroz no irrigado 5,33 1,80 Leche 0,68 1,11 Cebada 5,33 1,50 Pollo 0,67 1,17 Soya 2,92 1,64 Cacao 0,66 0,72 Maíz blanco 2,64 1,67 Maracuyá 0,64 0,65 Arroz irrigado 2,49 1,85 Café 0,60 0,59 Trigo 2,13 2,11 Huevos 0,57 0,86 Maíz amarillo 1,88 1,91 Palma africana 0,56 1,24 Yuca industrial 1,78 3,38 Caña de azúcar 0,55 1,92 Sorgo 1,61 1,57 Papa 0,49 0,76 Fríjol seco tradicional 1,10 1,07 Tabaco claro 0,39 0,62 Algodón 1,02 1,15 Lulo 0,35 0,66 Carne de cerdo 0,84 0,98 Mango 0,29 0,27 Fríjol seco industrial 0,83 1,11 Banano 0,29 0,62 Carne de res 0,82 0,79 Tabaco oscuro 0,27 0,48 Pitahaya 0,82 0,59 Cítricos 0,26 0,71 Papa industrial 0,79 0,95 Papaya 0,18 0,27 Espárrago verde 0,73 0,57 Maracuyá 0,17 0,26 CRI = Costo de recursos internos. CPN = Coeficiente de protección nominal. Fuente: Banco Mundial 2003. 176 Según ponderaciones en el Índice Básico de Precios al Consumidor de 1988, del DANE. 225 Construir los fundamentos para la competitividad El cuadro 12.3 presenta la distribución de tierras entre cosechas con y sin ventajas comparativas y sus contribuciones al empleo e ingreso agrícolas. Las cosechas con desventajas comparativas ocupan la tercera parte de las tierras, contribuyendo 10% al empleo y 13,5% al valor del produc- to del sector de las cosechas. En contraste, las cosechas de exportación y las no comerciables actualmente, pero con CRI < 1, tienen aproximadamente la misma proporción de tierras, pero contribuyen de 4 a 5 veces más al empleo y de 3 a 4 veces más al valor del producto. Las políticas de comercio agrícola deben dirigirse a la supresión progresiva de distorsiones. Esto requiere utilizar el Sistema Andino de Franjas de Precios (SAFP) sólo como mecanismo de esta- bilización, suprimiendo su componente de protección. Se podría adoptar eventualmente un sistema basado en precios mínimos para importables, con cálculos basados en costos de pro- ducción en países líderes internacionales en precios. Para exportables, serían una opción los fondos de estabilización de precio e ingreso, en vista de la valiosa experiencia del Fondo del Café, pero evitando caídas de precios de exportación compensatorias con aumentos de precios internos. Cuadro 12.3. Asignación de tierras y empleo agrícola en Colombia, 2004 Área cultivada Salario diario Valor de producción Miles de Millones Productos hectáreas Porcentaje Miles Porcentaje de dólares Porcentaje Cosechas con CRI > 1 1.373,4 33,8 34.367,1 10,6 1.183,2 13,5 Cosechas con CRI < 1 1.507,4 37,1 163.711,1 50,3 3.931,3 45,0 Cosechas de exportación 1.177,5 29,0 127.450,7 39,2 3.627,6 41,5 Total agricultura 4.058,2 100,0 325.528,9 100,0 8.742,2 100,0 Fuente: Cálculos propios basados en datos del MADR. La protección de precios debe reemplazarse con asistencia a productores para facilitar su conver- sión a actividades competitivas o introducción de cambios técnicos requeridos para lograr la competitividad. Esto requiere definir criterios para determinar el nivel, las condiciones, la dis- tribución y la duración de los apoyos. La distribución debe ser gradual, con niveles decrecientes al aumentar la escala de producción. El instrumento puede ser una combinación de facilidades de crédito, asistencia técnica y subsidio, y debe condicionarse al compromiso de reestructura- ción, ya sea tecnológica en la misma cosecha para lograr competitividad o a un cambio a cose- chas con ventaja comparativa. La parte de subsidio debe concederse por el tiempo estimado necesario para reconvertirse y ligada al tipo de inversión requerida. La modernización de la finca debe ser una condición estricta para tener acceso al apoyo. Eficiencia de mercado de los factores y de acceso a pequeños agricultores Con el fin de que el crecimiento potencial de las áreas rurales de Colombia sea una realidad, debe incluirse a los pequeños agricultores. Condiciones institucionales de acceso a factores pro- ductivos han excluido generalmente a los pequeños agricultores de los procesos de crecimiento promovidos por revoluciones tecnológicas u oportunidades de mercados internacionales. Hay un riesgo latente de que pueda excluirse a los pequeños agricultores de las posibilidades crea- 226 La competitividad rural y la reducción de la pobreza das en la actualidad por la globalización y la firma eventual del TLC con los Estados Unidos. La experiencia de México es instructiva en este aspecto: el Nafta produjo un fuerte crecimiento en las exportaciones agrícolas de México a Canadá y los Estados Unidos, pero los pequeños agri- cultores no recibieron el apoyo requerido para tomar parte en el auge exportador y se beneficia- ron poco con él.177 La mayoría de los productos agrícolas en que Colombia tiene ventaja comparativa son intensi- vos en mano de obra. Así, en principio, no hay economías de escala en la producción primaria. Las fincas de pequeña y mediana escala pueden ser competitivas en estos productos, pero de- ben tener acceso a recursos financieros, técnicos y organizativos. Existen programas exitosos que promueven la competitividad de los pequeños agricultores rurales. El apoyo del MADR al Programa Alianzas Productivas y al Programa Proyectos Productivos de la Agencia Presidencial para Acción Social y Cooperación Internacional, son ejemplos de la posibilidad de crear estas condiciones. Estos programas ofrecen incentivos para promover alianzas entre pequeños agri- cultores y empresas procesadoras y de mercadeo. Ambas partes ganan con dichas alianzas, como en los casos de la palma de aceite, frutas y cacao, entre otros. Estas alianzas y las promo- vidas por Finagro, el Fondo de Inversiones para la Paz y los programas de desarrollo alternativo de la Usaid, facilitan el acceso a la financiación, asistencia técnica, capacitación y mejor manejo de cosechas, y también a mercados confiables para los productos. Muchos agricultores peque- ños podrían cambiar sus cosechas tradicionales no competitivas por otras que tengan ventaja comparativa, y convertirse en empresarios a pequeña escala con el apoyo de tales programas. Mercado de tierras. Los estudios de políticas de tierras han indicado las restricciones en el creci- miento agrícola impuestas por la tenencia insegura y una mala distribución de la tierra.178 El uso eficiente de la tierra requiere condiciones que faciliten la movilidad de los derechos de propiedad, de modo que la tierra pueda utilizarse en actividades más productivas y por usua- rios más eficientes. El funcionamiento eficiente del mercado de tierras es esencial para este propósito. Varios factores influyen en la persistencia de la alta concentración de las tierras y formas exten- sivas de su uso. Primero, los incentivos comerciales han sido favorables a actividades que usan la tierra extensivamente, a expensas de la agricultura intensiva en mano de obra. También, la tributación de tierras ha estado, y sigue estando, en niveles muy bajos, lo que facilita la concen- tración especulativa de la propiedad. Por último, la violencia, que ha causado el desplazamien- to y las ventas forzadas por medio de las amenazas y el terror, y el tráfico de drogas ilícitas, que lleva a compra de tierras en gran escala para lavar dinero, completan el mapa de esta tragedia. En el caso de los agricultores pequeños, hay vulnerabilidad en la tenencia de tierra que se deriva del conflicto armado y la falta de títulos de propiedad. En estas condiciones, hay pocas posibilidades para acceso de tierra a través del mercado, lo que obstaculiza su movilidad como factor de producción. Los mercados de arriendo son activos en términos de participantes, pero no de área (participa el 15% de los agricultores, pero el área promedio arrendada es de 2 hectáreas, comparadas con 28 poseídas por los no participantes179). Las ventas se hacen en su 177 Ver "Mexico: Rural Poverty Study", Banco Mundial, 2004. 178 Ver, por ejemplo, Isabel G. Lavández y Klaus Deininger, 2003. 179 Ídem. 227 Construir los fundamentos para la competitividad mayoría entre niveles intermedios y así tienen poco efecto como medio de subdividir grandes propiedades. Hay esfuerzos en curso, que deben fortalecerse, para mejorar el funcionamiento del mercado de tierras y facilitar el acceso de los agricultores pequeños a la tierra. Son de especial pertinencia los que se hacen para acelerar la transferencia de títulos de propiedad, modernizar la expropia- ción de tierras adquiridas con dinero ilegal, actualizar y expandir la cobertura de catastros mu- nicipales y fortalecer la capacidad de los municipios rurales para administrarlos. Acelerar el proceso de expropiación de tierras adquiridas por traficantes de drogas ilícitas o bajo presión violenta desestimula la concentración especulativa de tierras, y señala que se protegen los dere- chos legítimos de propiedad. El Programa de Protección de Activos con el cual se promueve la protección de tierras para poblaciones desplazadas o en riesgo de desplazamiento y el control de las transferencias de propiedad en zonas con fuerte presencia de grupos armados, es un buen instrumento para proteger la propiedad en caso de venta obligada o intrusión violenta y debe fortalecerse. Los derechos de propiedad bien definidos y protegidos crean posibilidades de apoyo a la des- centralización administrativa y racionalizan el uso del suelo. El impuesto predial fortalece las finanzas municipales y aumenta la autonomía fiscal, al tiempo que penaliza la especulación de tierras. Hay un marco legal que permite a los municipios utilizar ese impuesto para obtener ingresos, pero la mayoría de los municipios rurales carecen de la capacidad técnica o política para administrarlo con efectividad. Debe aumentarse la cobertura del catastro y fortalecerse la capacidad de los municipios rurales para actualizar sus catastros, y administrar efectivamente el impuesto predial. Servicios financieros. El crédito rural en Colombia beneficia a un número limitado de producto- res rurales. Las fuentes están de acuerdo en que sólo el 10% de los productores rurales tienen acceso a crédito de entidades financieras formales y un 20% utiliza servicios de depósito.180 Estas tasas son menores que las de países con niveles similares de desarrollo. Los bancos típica- mente prestan a productores rurales de mediana y gran escala, mientras que los agricultores pequeños y los productores rurales no agricultores recurren, en gran parte, a fuentes informa- les (prestamistas, parientes y amigos), recibiendo préstamos pequeños a corto plazo y altas ta- sas de interés. Esta cobertura limitada contrasta con una presencia física de la red financiera adecuada a las necesidades existentes. Las entidades financieras operan una amplia red de oficinas y sucursa- les que cubren dos tercios de los municipios del país y más del 83% de la población rural. La cobertura física se compara favorablemente con países cuyo PIB per cápita es considerablemen- te mayor que el de Colombia (p. ej., México). La contradicción entre presencia física y acceso limitado a servicios financieros se explica mayor- mente por lo inadecuado de los servicios financieros ofrecidos por las entidades formales, compa- rados con el tipo de demanda de los productores rurales. Aun entidades con mayor presencia en áreas rurales (como Banco Agrario, Bancolombia, Megabanco y otros) han sido renuentes o lentos para desarrollar innovaciones que les permitan adaptar sus servicios a condiciones rurales, en especial a las de los pequeños agricultores y hogares rurales de bajos ingresos. 180 Encuesta de Calidad de Vida 2003 y Banco Mundial, 2003b. 228 La competitividad rural y la reducción de la pobreza Para atender las limitaciones del mercado financiero rural, en las políticas públicas y las inter- venciones se utilizan herramientas ineficaces y enfoques obsoletos. El sistema nacional de cré- dito agrícola está estructurado alrededor de Finagro, que actúa como un fondo para redescuento de préstamos bancarios. El sistema de redescuento opera como un impuesto sobre las obligacio- nes del sistema financiero e introduce distorsiones al mercado, sin lograr amplio acceso de pro- ductores rurales a los mercados financieros. Los subsidios en la tasa de interés de los préstamos redescontados en Finagro y la forma como los incentivos de inversión (ICR) y el acceso a las garantías (Fondo Agrícola de Garantías, FAG) se vinculan al esquema de redescuento, limitan el potencial del mercado para expandir la cobertura y desarrollar servicios financieros rurales apro- piados. Mientras los incentivos ofrecidos por los programas públicos se vinculen exclusivamen- te a créditos redescontados en Finagro, hay muy pocas posibilidades e incentivos para que las agencias de préstamos desarrollen productos y servicios financieros acordes con las necesida- des del sector rural. Expandir la cobertura y mejorar la calidad de servicios financieros en áreas rurales requiere revitalizar la intervención pública. Finagro constituye un activo institucional valioso para el desarrollo de servicios financieros rurales y tiene fuertes vínculos profesionales con el sistema bancario, el know-how para evaluar el desempeño de entidades financieras rurales y presenta sólida capacidad de gestión. Además, la cobertura limitada y el alcance de los servicios financie- ros frente a la economía rural no se deriva de la disponibilidad de fondos, sino de la poca dispo- sición de las entidades financieras a otorgar préstamos y desarrollar servicios financieros adecuados a las necesidades rurales. Finagro podría ser más efectivo como instrumento para promover la cobertura y calidad de de servicios financieros, más que como agente de segundo nivel para redescontar créditos agrícolas y como administrador de ICR y FAG. Un cambio en esta dirección conllevaría reorientar la fuente de ingresos del impuesto actual sobre las obliga- ciones del sistema financiero (esto es, los Títulos de Desarrollo Agrícola). Este ingreso debería destinarse a promover innovaciones y desarrollo de capacidad de servicios de entidades finan- cieras rurales (bancarias y no bancarias), en lugar de a redescontar créditos. Dicho ajuste en el papel de Finagro debe tener lugar mediante un proceso de migración durante el cual puedan formarse o consolidarse capacidades institucionales requeridas para promover y desarrollar servicios financieros rurales.181 El Banco Agrario es otro activo institucional con enorme potencial, como innovador en servi- cios financieros rurales ­en especial microcréditos­,182 adecuados para pequeños agricultores y hogares rurales de bajos ingresos. Con su nueva función, Finagro podría ofrecer estímulo para ayudar al Banco Agrario a diseñar e implementar estos nuevos campos de servicios financieros, una iniciativa con un probable efecto de demostración en otras instituciones bancarias. Ejem- plos sostenibles de esta clase de desarrollo están ampliamente documentados en Brasil (el pro- grama Crediamigo del Banco do Nordeste) y en Ecuador (el Banco Solidario), entre otros. El sistema cooperativo ofrece una base institucional promisoria para la expansión y mejora de servicios financieros en áreas rurales de Colombia. La experiencia de Ecuador, donde tuvo lu- 181 Una recomendación más específica sobre la transición de Finagro a una nueva función se presenta en Banco Mundial, 2003: Colombia Rural Finance: Access issues, Challenges and Opportunities. Informe No. 27269-CO. En español, en DNP: Planeación y desa- rrollo Vol. XXXV, No. 1, enero-junio 2004. 182 Actualmente, el Banco Agrario desarrolla un plan piloto de microcréditos financiado por una pequeña donación del Banco Mundial (IDF Grant), cuyos resultados parciales son promisorios. 229 Construir los fundamentos para la competitividad gar un desarrollo importante de cooperativas de crédito tras la crisis financiera de 1999, es ins- tructivo.183 Muchas de las organizaciones cooperativas de Colombia tienen relaciones directas con actividades agrícolas y no agrícolas y lazos de afiliación con la población rural. También ofrecen insumos y mercadean y/o procesan productos. Actualmente hay 11 fondos y organiza- ciones comunitarias en más de 10 departamentos. En adición, el Gobierno ha diversificado instrumentos financieros para pequeños agricultores rurales mediante programas como Pademer (apoyo a microempresas rurales) y Apoyo a Alian- zas Productivas, si bien con recursos relativamente limitados. El apoyo a alianzas entre peque- ños agricultores organizados y empresas procesadoras y de mercadeo o proveedores de insumos, ha posibilitado establecer canales efectivos de acceso a los pequeños agricultores a financiación y asistencia técnica especializada, apoyada por contratos de mercadeo que complementan la garantía ofrecida a través del FAG. La estructura institucional de estas alianzas mejora la eva- luación del riesgo y reduce los costos de administrar la cartera de créditos. Estos nuevos instru- mentos han funcionado bien para cosechas industriales, pero son difíciles de implementar para cosechas, como frutas y vegetales, a pesar de su potencial crecimiento en los mercados interno y externo. Deben considerarse varias reformas legales, regulatorias y judiciales relacionadas con la opera- ción del mercado financiero. Una es la de ajustar los topes a las tasas de interés (establecida para impedir tasas de usura) a las condiciones y costos transaccionales del crédito a pequeña escala en áreas rurales. Las definiciones actuales disuaden el desarrollo de servicios de microcréditos en el sector rural. En adición, debe revisarse el marco legal para que permita el uso de propieda- des muebles como garantía admisible para créditos. El manejo de los riesgos agrícolas requiere también algunos ajustes de instrumentos. Hay al- cance y cobertura muy limitados de instrumentos financieros que ayudan a reducir los riesgos de producción y mercadeo. El principal instrumento público para manejar los riesgos es el FAG, que ofrece cobertura para préstamos bancarios descontados en Finagro. La modernización de evaluación de riesgo agrícola requiere una adopción más amplia de innovaciones para reducir costos transaccionales y distribuir en forma más eficiente los riesgos en productos y precios. Debe efectuarse una evaluación muy cuidadosa del subsidio requerido a fin de no distorsionar la creación y consolidación de estos instrumentos en el mercado. Los sistemas de seguros paramétricos ofrecen ventajas interesantes que deben explorarse. Tecnología. Los fracasos en los mercados para tecnología agrícola y asistencia técnica dan ca- bida a la exclusión de pequeños agricultores. Aunque el desarrollo del sistema de investiga- ción y transferencia se caracteriza por una diversificación creciente de proveedores y el uso de sistemas competitivos de asignación de recursos, la consolidación institucional de los lo- gros y experiencias exitosas ha sido muy limitada. Las Unidades Municipales de Asistencia Técnica Agropecuaria (Umata) representaron una valiosa experiencia para descentralizar la transferencia de tecnología, dirigida especialmente a pequeños agricultores. Sin embargo, debido a la falta de vínculos con el sistema de investigación e innovación, y al uso político que le dieron las autoridades locales en algunos casos, se están reemplazando con un nuevo tipo de entidad: los Centros Provinciales de Gestión de Agroempresarial (CPGA). 183 Véase "Strategy for Rural Development in Ecuador", Banco Mundial, 2005. 230 La competitividad rural y la reducción de la pobreza Los CPGA se concibieron como entidades que agrupan a distintos participantes: agricultores pequeños, medianos y grandes que demandan servicios de apoyo; proveedores de servicios especializados para cadenas productivas, es decir, proveedores de servicios técnicos de agroem- presas y empresas consultoras; instrumentos de políticas públicas (Finagro, Bolsa Nacional Agropecuaria) y entidades públicas locales y regionales que tratan con el desarrollo agro-rural. En principio, el enfoque de su trabajo debe estar en la cadena productiva, concentrándose en los de mayor potencial competitivo en la región correspondiente. Esta es una entidad promisoria, pero debido a su localización y naturaleza, puede estar demasiado distante de las necesidades de los pequeños agricultores. Además, las demandas de éstos por asistencia técnica y extensión son a menudo más genéricas que especializadas. Las Umata han demostrado ser capaces de alinear la oferta de servicios de extensión con las necesidades de los pequeños agricultores y deben considerarse como complementarias y no opuestas a los CPGA. En conjunto con el desa- rrollo y consolidación de los CPGA, hay necesidad de revitalizar las Umata y convertirlas en organizaciones profesionales. Los incentivos y condiciones de trabajo de sus profesionales de- ben mejorarse y debe haber capacitación adecuada y programas de sustitución en casos de emergencia, lo mismo que esquemas centrales para promover las redes y evaluar el desempeño y los resultados. En cualquier caso un problema decisivo para la difusión tecnológica en áreas rurales es la cantidad totalmente insuficiente de fondos asignados por el Estado colombiano para este propósito. Corrección de la predisposición de las políticas rurales al sector agrícola Las políticas rurales de Colombia han sido guiadas tradicionalmente por una visión del sector agrícola que iguala lo "rural" con la "agricultura", descartando la presencia significativa de acti- vidades no agrícolas en áreas rurales. Estas actividades generan ingreso que es esencial para el medio de vida de la población rural y constituyen una base significativa para la competitividad general de las áreas rurales. El sesgo agrícola de la política rural actual limita el entendimiento de la complejidad del desarrollo rural y subestima los problemas de intervenciones efectivas para beneficiar al total de la población rural. Debe renovarse el enfoque de las políticas rurales para hacer mejor uso de todos los recursos (naturales, económicos, sociales, institucionales, culturales), disponibles en los territorios, lo mismo que todas las capacidades locales (públicas, privadas y de comunidad), usando formas innovadoras de organización que devuelvan a los participantes locales la responsabilidad de promover y administrar el desarrollo económico local. El reto es corregir ese sesgo agrícola de las políticas rurales, considerando: i) un enfoque multisectorial que abarque las varias partes interesadas, sectores y actividades económicas (agrícolas y no agrícolas) presentes en el territo- rio; ii) un concepto más amplio de áreas rurales que incluya pequeñas ciudades rurales y facilite las relaciones con ciudades intermedias, donde se establezcan lazos comerciales y los bienes y servicios fluyan desde y hacia áreas rurales; y iii) el reconocimiento de que hay numerosos territorios con activos distintos y necesidades propias, cada uno requiriendo distintos tipos de intervenciones. Este nuevo enfoque demanda un conjunto de intervenciones flexibles que respondan a las ca- racterísticas de cada territorio, e incluyen: · Apoyo para la creación o consolidación de nuevas formas de organizaciones locales para gestionar el desarrollo territorial. Estas organizaciones deben servir como plataformas para formar 231 Construir los fundamentos para la competitividad consenso entre los participantes públicos, privados, y de la sociedad civil del territorio en cuanto a potencial y opciones para el desarrollo económico local. Ellos deben llegar a un acuerdo sobre una estrategia de desarrollo territorial, con una visión a largo plazo más allá de períodos electorales y que ofrezca continuidad. El programa europeo Leader, que promueve la formación de grupos de acción local, ofrece un ejemplo valioso de estos esquemas de organización territorial. · Asistencia técnica especializada. Son necesarios recursos de preinversión para financiar la asistencia técnica especializada requerida por estos nuevos tipos de organizaciones, los que deben incluir el diseño de instrumentos de planeación territorial que dan más conte- nido a herramientas de planeación local convencional, como el desarrollo municipal y regional y planes de uso de la tierra. La experiencia muestra que estos planes suelen ser meros requerimientos formales más que expresiones de verdadero compromiso de los participantes locales con acciones y objetivos de desarrollo local a largo plazo. · Inversiones piloto en el territorio. La financiación de "proyectos insignia", pilotos capaces de dar enfoque a la idea de competitividad territorial y estimular al sector privado, la socie- dad civil e inversiones de gobiernos locales en actividades en conexión con esos proyec- tos. · Provisión de bienes públicos. El enfoque del sector público debe estar en proveer bienes públicos, tales como seguridad legal, infraestructura de carreteras, educación, servicios básicos de salud, y tecnología, para fortalecer la competitividad de los territorios consis- tentes con su estrategia de desarrollo local. Estas intervenciones deben apoyarse con recursos públicos nacionales y su propósito sería ac- tuar como incentivo para la introducción del enfoque territorial al desarrollo rural. El apoyo de nuevas formas de organización para gestionar el desarrollo de territorios rurales debe verse como incentivo para la cofinanciación local. 232 La competitividad rural y la reducción de la pobreza Cuadro 12.3. Sumario de recomendaciones Tres áreas básicas para la agenda interna 1. Gasto público 2. Políticas agrícolas 3. Políticas rurales Recomendaciones generales Aumentar el gasto público, Redirigir las políticas de comercio agrícola, Corregir el sesgo antirrural de las de modo que su nivel esté eliminando gradualmente la protección a políticas públicas y renovar el de acuerdo con el poten- productos con desventajas comparativas y enfoque hacia la competitividad cial del sector para enfocándola en los de ventajas comparativas y para territorios rurales. contribuir al crecimiento potencial exportador. y bienestar del país. Corregir el sesgo Promover operación más eficiente de mercados antirrural de la estructura de factores y productos rurales, especialmente del gasto público. para beneficio de pequeños agricultores y mejorar la competitividad de sus fincas y ayudarles a convertirse en empresarios. Minimizar el gasto para Fortalecer la capacidad institucional y técnica en subsidios privados a servicios de apoyo estratégico, tales como sectores individuales, y investigación, transferencia de tecnología, redirigir esos recursos a la sanidad agrícola y ganadera, y seguridad provisión de bienes alimentaria. públicos en áreas rurales. Varias recomendaciones específicas Aumentar y dirigir con a) Sobre políticas comerciales: Considerar: decisión el gasto hacia: ­ Convertir el SAFP (Sistema Andino de ­ Un enfoque multisectorial que ­ Vías rurales (mayor Franjas de Precios) en un mecanismo sólo abarque los varios sectores, desarrollo de la red para estabilización, eliminando su compo- partes interesadas y activida- primaria y mayor nente de protección). des económicas (agrícolas y no densidad y calidad de ­ Reemplazar gradualmente la protección de agrícolas) presentes en el las redes secundaria y precios con ayuda a productores, sujeta a territorio. terciaria). conversión tecnológica o dirigida a activida- ­ Un concepto amplio del área ­ Capital humano des rurales no agrícolas. rural que incluya las pequeñas (mayor cobertura de ciudades rurales y facilite sus educación primaria). b) Sobre la participación de pequeños agriculto- relaciones con ciudades ­ Tecnología (desarrollo res y su acceso al mercado de factores: intermedias. e innovación, y ­ La pluralidad y diversidad de ­ Expandir modelos de alianza que promuevan adopción por parte de territorios rurales que requie- la competitividad de pequeños agricultores productores). ran intervenciones distintas rurales en mercados de factores y faciliten su para cada territorio. acceso a recursos productivos (p. ej. Programa de Apoyo a Alianzas Productivas por parte del MADR y la Agencia Presidencial para Acción Social y Cooperación Internacional). c) Con respecto al mercado de factores: Tierra: ­ Modernizar la asignación de títulos y procesos de expiración de propiedad; fortalecer las capacidades de municipios rurales para administrar su catastro; expandir el programa de protección de tierras para poblaciones desplazadas o en riesgo de desplazamiento. 233 Construir los fundamentos para la competitividad Tres áreas básicas para la agenda interna 1. Gasto público 2. Políticas agrícolas 3. Políticas rurales Servicios financieros: ­ Introducir innovaciones e incentivos para entidades financieras, permitiéndoles adaptar sus servicios a condiciones rurales. ­ Promover varias reformas reguladoras relacio- nadas con el mercado financiero (esto es, topes al interés para crédito rural, uso de propiedad mueble como garantía admisible, etc.). ­ Empezar un proceso gradual para orientar Finagro a una función de promover y desarro- llar servicios financieros en áreas rurales. ­ Expandir el alcance y cobertura de instru- mentos para reducir riesgos (mercado, producción). Tecnología: ­ Aumentar la asignación competitiva de recursos públicos para C y T. ­ Asegurar acceso a servicios de extensión rural para pequeños agricultores. Varios objetivos específicos para los próximos cuatro años Asignar por lo menos Tierra: Asignación de un porcentaje del 1,0% del PIB agrícola ­ Actualizar el catastro rural. presupuesto sectorial nacional a a la investigación agrícola ­ Consolidar un sistema de advertencia territorios rurales, como incenti- y transferencia de anticipada regional para impedir amenazas a vo para la promoción del tecnología. los derechos legítimos de la propiedad de enfoque territorial de desarrollo tierra rural por grupos armados ilegales. rural, dirigido especialmente a: Servicios financieros: ­ Crear o consolidar nuevas ­ Desarrollar una sección de microcrédito rural formas de organización dentro del Banco Agrario que sirva como comunitaria público-privada piloto para otras entidades bancarias. para la gestión del desarrollo ­ Estimular a Finagro a que ejerza un papel económico local. más activo en la promoción de cobertura y ­ Proporcionar asistencia calidad de servicios financieros rurales, técnica especializada a estas mediante el diseño de incentivos para nuevas organizaciones para la intermediarios bancarios y no bancarios, a fin planeación y gestión del de crear servicios financieros innovadores desarrollo local (en el nivel de adaptados a condiciones rurales. preinversión). ­ Romper el vínculo exclusivo de incentivos ­ Cofinanciar proyectos produc- del sector público a créditos redescontados tivos "simbólicos" de naturale- en Finagro. za piloto que contribuyan a la competitividad de los territo- Asistencia técnica: rios rurales. ­ Consolidar el esquema de CPGA y comple- mentarlo con revitalización de las Umata como organizaciones profesionales de asistencia técnica rural, en las que se definan las condiciones de trabajo y desarrollo profesional de sus miembros y ofrezcan programas adecuados de capacitación y esquemas centrales de apoyo de y evalua- ción, y promuevan las redes. 234 La competitividad rural y la reducción de la pobreza Referencias Balcázar, Álvaro y otros. 2004. Estudio del impacto en Colombia de la eliminación de la protección comercial a los granos forrajeros y la soya. IICA, Bogotá, agosto. Brizzi, Adolfo, Natalia Gómez y Matthew McMahon. 2003. "Agricultura y desarrollo rural". En: Marcelo M. Giugale, Oliver Lafourcade y Connie Luff, eds. Colombia: Fundamentos económicos de la paz. Bogotá, Colombia, Banco Mundial-Alfaomega. Banco Mundial. 2003a. Colombia: Agricultural and Rural Competitiveness. Informe No. 27523-CO. ------. 2003b. Colombia Rural Finance. Access Issues, Challenges and Opportunities. Informe No. 27269-CO. Noviembre. Cuevas, Carlos E. y Lisa Taber. 2003. "Financiamiento rural". En: Marcelo M. Giugale, Oliver Lafourcade y Connie Luff, eds. Colombia: fundamentos económicos de la paz. Bogotá, Colombia, Banco Mundial- Alfaomega. De Ferranti, David, Guillermo Perry, William Foster, Daniel Lederman y Alberto Valdés. 2005. Beyond the City. The rural contribution to development. Washington, D.C., Banco Mundial. 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Con respecto a esto, los niveles declinantes de inversión en infraes- tructura observados en América Latina, desde los años noventa, han sido motivo de preocupación. Colom- bia ha sido uno de los pocos países en la región que ha logrado escapar de esta tendencia general, gracias a la habilidad de sostener niveles mínimos de inversión pública y atraer recursos privados. Sin embargo, a pesar de este buen desempeño, la inversión en infraestructura ha estado decayendo en Colombia compara- da con el máximo alcanzado a mediados de los años noventa. Lo que es más importante, las necesidades de inversión van en aumento debido a las demandas regionales de presencia oficial en áreas de conflicto, y es probable que sigan creciendo en el contexto de la mayor integración comercial. Los corredores de logística entre las ciudades y puertos principales todavía tienen obstáculos sustanciales, poniendo en peligro la competitividad de sectores que encuentran mayor competencia externa. Sólo en el sector de transporte, las necesidades de inversión se han estimado entre 1,6% y 2,3% del PIB,185 mientras los niveles históricos son del 1%. El gobierno de Colombia ha desarrollado una agenda integral para el sector de infraestructura, que abarca los próximos 15 años. No hay duda de que esta agenda es necesaria para que el país supere sus barreras a la competitividad. Sin embargo, en el futuro cercano, la secuencia es primordial para ayudar a acelerar el crecimiento económico y asegurar la competitividad de sectores esenciales, y esta Nota se dirige a aportar elementos para establecer esta secuencia. 184 Este capítulo fue escrito por José Guilherme Reis, Tito Yepes y Fernando Lecaros. 185 Con base en el informe del Banco Mundial, "Recent Economic Development in Infrastructure" (2004). La primera cifra corres- ponde a las necesidades de mejorar la productividad y competitividad, mientras la segunda incluye necesidades de atender también problemas sociales. 237 Construir los fundamentos para la competitividad Introducción Los servicios y la infraestructura hacen una contribución importante a la productividad y competitividad del sector productivo y, por consiguiente, al crecimiento económico. La infraes- tructura causa impactos múltiples en toda la economía y su importancia en los procesos de producción va mucho más allá de lo que representa directamente su participación en el PIB. En los países en desarrollo la infraestructura la utilizan, aproximadamente por partes iguales, los hogares como un bien de consumo final y las empresas como bien de consumo intermedio. La cantidad y la calidad de la infraestructura productiva son determinantes importantes de la competitividad de un país. La energía y las telecomunicaciones son insumos estratégicos en muchos sectores productivos. Las redes de transporte por carreteras juegan un papel decisivo facilitando el movimiento de bienes entre las cadenas de producción internas, en tanto que la calidad y la eficiencia de los puertos marítimos, aeropuertos y puestos fronterizos cumplen un papel de mayor importancia para habilitar los flujos del comercio internacional. Colombia ha venido abriendo su economía gradualmente al comercio internacional, subiendo el valor total de las exportaciones de US$6.700 millones en 1990 a US$13.000 millones en 2004. Se estima que el TLC que se negocia en la actualidad con los Estados Unidos pueda traer creci- miento adicional del PIB, impulsado por el sector privado, y conducir a cambios significativos en el volumen de comercio, y se proyecta que tanto las importaciones como las exportaciones crezcan a un ritmo mayor al de las tendencias actuales. Los beneficios que obtendrá Colombia en último término de la mayor integración, en general, y del TLC en particular, dependerán del grado al que pueda competir en los mercados internacio- nales. Las autoridades colombianas han sido proactivas en la preparación del país para este entorno comercial más libre, iniciando un proceso de consulta con distintos sectores y regiones a fin de desarrollar una agenda interna en la que se trabaje para eliminar las barreras básicas a la competitividad. Varias iniciativas importantes, tales como Visión 2019, están en marcha, diri- gidas a desarrollar una base común para el diagnóstico y la intervención por medio de políticas en los próximos 15 años. Dentro de esta agenda, se considera que es una parte decisiva el mejo- ramiento de las condiciones de infraestructura para la mejora de la competitividad, en el con- texto de la mayor integración comercial. Colombia ha sostenido uno de los niveles más altos de financiación de infraestructura en la región latinoamericana, con mucha participación de los sectores público y privado. Las inver- siones de Colombia en infraestructura son comparables a las de Chile y a las de los países de 238 La agenda de infraestructura para la competitividad medianos ingresos de Asia oriental. Esto es atribuible en primera instancia a los niveles sosteni- dos de inversión pública del orden del 2% al 3% del PIB. Si bien empezó tarde, Colombia ha tenido también uno de los mayores flujos de capital privado para inversiones en infraestructura de la región, aunque una proporción alta de la inversión todavía depende de fuentes públicas. La naturaleza de la inversión privada en la infraestructura de Colombia difiere, en forma signi- ficativa, de la de otros países de la región, predominando los proyectos de componentes básicos sobre los desposeimientos de activos e inversión privada relativamente limitada en telecomuni- caciones. Como resultado, Colombia se ha convertido en un líder internacional en la provisión de altos niveles de acceso a la infraestructura social básica. Según los estándares regionales, Colombia tiene una cobertura muy alta de servicios básicos para los hogares (agua potable, sanidad y electricidad), superior a lo que se esperaría dadas sus condiciones económicas, socia- les y geográficas. La cobertura de servicios se expandió en Colombia, durante la última década, con mayor rapidez que en países comparables de América Latina, y el resultado es el acceso relativamente equitativo en los distintos grupos de ingreso. Sin embargo, Colombia se rezaga con respecto a países equivalentes en la acumulación de infra- estructura productiva, en particular en vías pavimentadas. La dotación de Colombia en infraes- tructura productiva es pequeña en comparación con otros países de América Latina y Asia oriental, menor de lo que se esperaría dadas sus condiciones económicas, sociales y geográficas. Además, la posición relativa de Colombia en infraestructura productiva se ha venido deterio- rando continuamente desde los años sesenta. Los precios de los servicios de infraestructura colombianos son en general competitivos; sin embargo, la calidad de los servicios de electrici- dad, telecomunicaciones y transporte es baja comparada con la de la región, aunque en el caso de las telecomunicaciones ha habido mejoras notables en la calidad y acceso en los últimos años. Una evaluación del desempeño logístico reciente muestra que Colombia se compara ra- zonablemente bien con el resto de América Latina, si bien los costos de la logística son altos comparados con los de América Central, para no mencionar los de los Estados Unidos y los países de la OCDE, y se distribuyen en forma desigual en las empresas, afectando negativa- mente a las más pequeñas en grado mucho mayor. Además, el aumento esperado del flujo comercial añadirá presiones a la infraestructura de trans- porte del país. Se esperan algunos problemas con obstáculos y eslabones faltantes en los corre- dores principales (autopistas, ferrocarriles y transporte fluvial), así como en las entradas, puertos y aeropuertos, para lo cual la mejor respuesta sería un aumento de las inversiones públicas o privadas. Otros son principalmente problemas de regulación, como en el caso de la industria de transporte por carretera. En algunos casos, como en los puertos, se requiere una combinación de oferta pública de infraestructura y mejoras en la regulación. Otro conjunto de problemas distintos requiere también reformas de regulación e institucionales, como en el caso de los pro- cesos de aduanas y la coordinación multimodal. Esta Nota se concentra en dos áreas ­energía y transporte­ que se han identificado como de importancia decisiva para el futuro de Colombia, en estudios anteriores del Banco Mundial.186 Otros sectores, como telecomunicaciones, desarrollo urbano y servicios de agua potable y sani- 186 Los estudios son el REDI (2004) e Infraestructura logística y de calidad para la competitividad en Colombia (2006). El conjunto anterior de Notas sobre políticas en infraestructura, consolidadas en el libro Colombia: fundamentos económicos de la paz (2003), se utilizó también extensamente. 239 Construir los fundamentos para la competitividad tarios, deben hacer parte también de la agenda para mejorar la competitividad; sin embargo, el transporte y la energía son de importancia crítica para asegurar la competitividad. La energía es un insumo estratégico para muchos sectores productivos. Las redes viales de transporte juegan un papel esencial para facilitar el movimiento de bienes en las cadenas de producción interna, y la calidad y la eficiencia de puertos marítimos, aeropuertos y puestos fronterizos tienen un papel de importancia crítica para habilitar los flujos del comercio internacional. Las rígidas con- diciones fiscales vigentes en Colombia sugieren que son de la mayor importancia las considera- ciones sobre efectividad en costos, en cualquier intento de emprender acciones en infraestructura. Así, nos concentramos en inversiones relativamente pequeñas y medidas suaves de infraes- tructura que puedan fomentar la participación del sector privado, a la vez que ayudan a acele- rar el crecimiento económico. Transporte y logística: agenda a corto plazo para la competitividad Varias características económicas y geográficas de Colombia la hacen particularmente sensible en materia de logística. Específicamente, las áreas metropolitanas (Bogotá, Medellín, Cali, Barranquilla, Cartagena y Bucaramanga) producen más del 80% del comercio exterior de Co- lombia y el 75% de su PIB. Los centros principales de producción y consumo (Bogotá, Cali y Medellín) están situados en las montañas, a considerable distancia de los mayores puertos del país en las costas del Atlántico y el Pacífico. El aumento esperado del flujo comercial intensificará las presiones sobre la infraestructura de transporte. Dadas las grandes distancias y condiciones geográficas entre los principales centros de producción y consumo y los puertos, la calidad de los corredores principales logísticos cobra creciente importancia. Pueden aparecer obstáculos adicionales en algunos de los corredores, debido a la alta intensidad del tráfico, que a su vez aumentaría los costos de producción y afec- taría en forma adversa la capacidad de competir. Aunque la responsabilidad de la logística en la cadena de valor recae principalmente en las empresas privadas, el Gobierno juega un papel decisivo. La acción efectiva del sector público se centra, primero, en la regulación y provisión de servicios básicos de infraestructura y, segundo, en la promoción y coordinación del desarrollo de negocios en áreas con aspectos institucionales complejos. Los principios generales que rigen la estrategia para el sector de transporte se pueden resumir como: i) mejor integración con el resto del mundo; ii) articulación interna del sistema de trans- porte; iii) desarrollo de infraestructura multimodal; y iv) mejoramiento gradual de infraestruc- tura, dadas las limitaciones del presupuesto público. La inversión total estimada en el componente de transporte de la agenda de transporte y logística, hasta 2010, es de US$11.800 millones, un promedio de 1,4% del PIB por año y el valor total de la agenda, hasta 2019, de US$26.300 millo- nes. El cuadro del anexo presenta los principales componentes de la agenda. La implementación de la agenda de inversiones del Gobierno llevará con certeza al país en la dirección deseada a largo plazo, pero la rígida situación fiscal actual sugiere que las considera- ciones de efectividad en costos son de importancia crítica, en cualquier intento de fijar acciones prioritarias para la infraestructura. Un informe recién preparado por el Banco Mundial187 se ha 187 Banco Mundial (2006). 240 La agenda de infraestructura para la competitividad Cuadro 13.1. Acciones en transporte y logística a corto y mediano plazo, millones de dólares de Estados Unidos Inversión Inversión Inversión Sector Objetivos pública privada total estimada Vías Obstáculos de red vial y corredores 370 900 logísticos 1.290 Reforma de la regulación del sector 20 ­ Aeropuertos Mejorar la capacidad de operaciones de carga 10 35 45 del aeropuerto El Dorado Puertos Mejorar el sistema existente de puertos 30 40 470 Puerto nuevo en la costa del Pacífico 400 ­ Fluvial Completar el plan de inversión básica para el río Magdalena 20 ­ 20 Ferrocarriles Tramo La Loma - Ciénaga ­ 140 Incentivos para diversificar productos 2 ­ 172 Eslabones faltantes ­ 30 Logística Desarrollo de centros logísticos 5 15 Desarrollo de terminales internas ­ 30 55 Apoyo para modernizar logística de SME 5 ­ Instituciones Coordinación de operaciones e información en terminales 3 ­ Diseño institucional para estándares de calidad 2 ­ Temas de calidad: armonización e integración internacional ­ 5 18 Mejora de servicios para garantizar estándares de calidad 2 ­ Promoción de cultura de calidad 6 ­ Subtotal 890 1.200 2.090 Fuente: Banco Mundial (2006). enfocado en un subconjunto de componentes a corto y mediano plazo, para hacer frente a los obstáculos más importantes. Este subconjunto representa menores requisitos de inversión pública con impacto potencial alto a corto plazo (2006-2010). Las inversiones acumuladas to- tales se estiman en US$2.000 millones hasta 2010, la mitad de las cuales provendrían del sec- tor privado. Existen obstáculos y eslabones faltantes en infraestructura de transporte y servicios relaciona- dos, en los corredores principales (vías, ferrocarriles y transporte fluvial), como también en las entradas, puertos y aeropuertos. También hay problemas de regulación, como en el caso de la industria del transporte por carreteras. En algunos casos, como en los puertos, se requieren una 241 Construir los fundamentos para la competitividad combinación de provisión pública de infraestructura y reformas en la regulación, como en el caso de procedimientos aduaneros y la coordinación multimodal. En adición al costo, en los cálculos deben incluirse consideraciones de economía política al esta- blecer la agenda para el sector. Varios temas, como la reforma de la industria del transporte por carreteras y la coordinación e información en terminales ­no obstante su importancia y el bajo costo de atenderlos­, surgen como los puntos que probablemente necesitarán mayor coordina- ción y formación de consenso antes de que puedan implementarse. Obstáculos en los principales corredores viales Colombia ha hecho progreso significativo durante la última década en el desarrollo de redes viales y en la rehabilitación de los ferrocarriles, como también en la modernización de sus puer- tos y aeropuertos. Sin embargo, el país tiene muchos obstáculos en segmentos pequeños pero muy importantes de la infraestructura, que son: i) mal estado o bajas especificaciones de seg- mentos de vías que crean largas congestiones o tránsito inseguro; ii) nodos faltantes de ar- ticulación para distintos modos de transporte. En el cuadro 13.2 se identifican las secciones más críticas de las autopistas principales. Cuadro 13.2. Obstáculos de carreteras de importancia decisiva Comercio exterior Niveles de servicioa en toneladas Corredores Segmento Km 2003 2010 para 2010 Bogotá a Cali Fusagasugá-Melgar 41 D E 5.267 La Tebaida-Armenia 12 C/D E 5.460 Bogotá/Medellín/Cali Loboguerrero-Buenaventura 67 D E 13.369 a Buenaventura Bogotá a Caracas Socorro-San Gil 60 D E 693 Bogotá a Costa Atlántica Villeta-Puerto Bogotá 33 E E 6.151 Bogotá a Medellín Bogotá a Costa Atlántica Puerto Triunfo-Puerto 100 D/E E 6.206 Medellín a Costa Atlántica Fundación-Ciénaga 56 C/D C/D 6.229 Medellín a Caracas Ciénaga-Santa Marta 36 C/D D/E 3.432 La Gloria-El Difícil 247 D D 19.126 Medellín a Costa Atlántica Bello-T de Girardota 12 F F 4.376 Zona Bananera Turbo-Chigorodó 53 C/D D/E 1.400 Cali/Bogotá/Medellín a Áreas urbanas en Cali y 28 D E 1.096 Notas: a) Los niveles de servicio actuales fueron definidos por el Ministerio de Transporte basados en estándares internacionales. Su rango es desde A (el mejor) a F (el peor). Las proyecciones se hicieron con un modelo que incorpora flujos comerciales en la infraestructura de vías. Se desarrolló una versión básica en Roda (2005) para el Banco Mundial. Fuente: Banco Mundial (2006). Puertos: esquema institucional y accesibilidad El TLC creará demandas adicionales a la infraestructura existente de puertos, que ya necesita considerable inversión en modernización y expansión, en particular los terminales de los puer- 242 La agenda de infraestructura para la competitividad tos y sus instalaciones aledañas. Sin embargo, es necesaria una reforma de segunda generación para ofrecer incentivos adecuados a la inversión. Aparte de los terminales, es necesario mejorar los accesos terrestres y marítimos. Por el lado marítimo, los canales de acceso a los puertos y ensenadas interiores requieren dragado para el acceso de naves más grandes. Por el terrestre, deben mejorarse el acceso a los puertos y la circulación de vehículos en áreas cercanas a los puertos. La nueva estrategia de puertos, aprobada por el Conpes188 en 2005, definió una política integral y moderna para el sector. El desafío actual es emprender la secuencia de acciones para su implementación. El principal esfuerzo de la nueva política es revisar el esquema contractual de las Sociedades Portuarias Regionales (SPR) y la nueva organización institucional del sector. La revisión del esquema contractual debe ser un procedimiento estructurado para asegurar trata- miento igual de todas las partes, mediante mecanismos de transparencia, difusión, consulta y herramientas analíticas apropiadas. El entorno institucional actual es una mezcla de esquemas de puertos herramienta y de puertos propietarios. Un puerto herramienta está conformado exclusivamente por el terminal, que lo opera una empresa. Un puerto propietario, en contraste, se refiere a una comunidad portuaria que incluye todos los terminales dentro de la microrregión de un puerto, dirigido por una auto- ridad que otorga permisos de operación. Esta última clase, el estándar actual en la mayor parte de los puertos eficientes del mundo, apunta a la competencia entre operadores y entre puertos. En la primera clase, sólo hay competencia entre puertos. En Colombia, lo que se define como autoridad (SPR) es también el operador principal, pero sin influencia en la comunidad portua- ria, restringida a sus predios que han sido otorgados en concesión. Sin embargo, no es un es- quema puro de puerto herramienta, porque hay mercado de servicios de estibación, que opera sin supervisión de la SPR. El propósito de la nueva estrategia de puertos es un esquema más consistente a largo plazo, que requiere nuevas funciones de todos los agentes de la comunidad portuaria y de todas las agen- cias oficiales. Para la coherencia en estas nuevas condiciones son importantes decisiones coordi- nadas sobre dragado de canales de acceso, promoción de condiciones adecuadas para desarrollo de puertos privados, desarrollo de sistemas de información, etc. Adicionalmente, para cosechar los efectos completos de los menores costos logísticos, será necesario mejorar el acceso a los puertos desde el interior del país, y atender el problema de congestión de tráfico en los puertos del Atlántico y del Pacífico. Una política nacional para la industria del transporte por carreteras La industria del transporte por carreteras es el modo principal de transporte de superficie, y representa el 79% de la carga total según el volumen. Sin embargo, el desempeño de la indus- tria se caracteriza por un alto nivel de atomización e informalidad, y el equipo es, en promedio, de 20 años de antigüedad. La ineficiencia de las operaciones de este tipo de transporte ha surgi- do como una restricción de mucha importancia para el sector productivo, subrayando la nece- sidad de una reforma integral dirigida al mejoramiento de la eficiencia y la calidad del servicio 188 Conpes (2005). 243 Construir los fundamentos para la competitividad y formalizar la industria con atención cuidadosa a impactos sociales potenciales. Deben atenderse muchos asuntos específicos, que incluyen el marco de fijación de tarifas, incentivos para la modernización de flotas, regulaciones técnicas y cumplimiento, y funciones adecuadas de las distintas partes interesadas de la industria. Tanto la experiencia internacional como las conside- raciones de economía política sugieren prudencia y un enfoque gradual, centrando las refor- mas en un mercado más desregulado con mejores estándares de calidad en oposición a regulación cuantitativa; y en la transformación de la regulación actual de precios (tabla de fletes), en un sistema de referencias de precios como mecanismo indicativo para controlar prácticas informales. Estos cambios necesitarán un proceso paralelo y complementario para fortalecer la capacidad de regu- lación del sector público. Los beneficios de estas reformas probablemente tomarán un tiempo para materializarse, en especial por el inevitable gradualismo impuesto por consideraciones de economía política. Sin embargo, el inicio del proceso de reforma no debe posponerse, ya que es un paso esencial para resolver los problemas logísticos del país. Logística: terminales de carga y zonas de logística La responsabilidad primordial en el mejoramiento de las prácticas logísticas recae en el sector privado, modernizando los productores la alimentación de cadenas de suministro y adoptando los transportadores de operaciones modernas de logística. Sin embargo, el Gobierno tiene tam- bién un papel importante en la adaptación de las regulaciones (tal como la que rige los movi- mientos de los contenedores), la capacitación de pequeñas y medianas empresas; la inversión en instalaciones de transferencia localizadas estratégicamente e intermodales y en centros logísticos, y, como se anotó, en la promoción del funcionamiento eficiente de la industria de transporte por carreteras. El desarrollo de una red de terminales de carga y áreas de consolidación de logística será esencial para mejorar las prácticas logísticas, en particular en la industria del transporte por carreteras. Éstas son áreas donde se consolidan las funciones logísticas tradicionales y que se complemen- tan con otras funciones de valor agregado, tales como embalaje y gestión de inventarios. Es necesario emprender un estudio para determinar sus localizaciones óptimas y desarrollar pla- nes de negocios, pero surgen como candidatos naturales las cinco ciudades principales y dos áreas de puertos. En adición, podría localizarse un punto concentrador de logística en el Valle del Magdalena que funcione como centro de consolidación de logística e integrador intermodal. Un proyecto de esta clase sería potencialmente de interés para el sector privado, si el Gobierno proporciona la tierra requerida. Es importante coordinar con jurisdicciones locales y considerar la implementación simultánea en distintas ciudades. Esto requerirá participación activa del Estado para establecer estándares y contribuir con financiación. Un plan para definir el modelo de negocio de estas terminales y sus esquemas de financiación debe ser el resultado de consultas con los usuarios de servicios logísticos. La implementación debe alinearse con la planeación local de los terrenos y la infraes- tructura, y la regulación. Aeropuertos: mejorar el terminar de carga del aeropuerto El Dorado El Dorado, el mayor aeropuerto del país (75% de la carga aérea por volumen), carece de un buen proceso de logística para exportaciones. La convergencia de agencias múltiples para con- 244 La agenda de infraestructura para la competitividad trolar el contrabando, el tráfico de drogas y la seguridad nacional en cada etapa del proceso de exportación-importación ha producido un entorno institucional complejo. Estos procesos limi- tan la competitividad de los productos colombianos con potencial exportador, tales como flores, frutas y vegetales. Dada la complejidad de coordinar las múltiples agencias, el Gobierno mane- ja en forma más apropiada la logística del aeropuerto. Debe facultarse a una agencia oficial para proseguir un programa de logística para el aeropuer- to y esta agencia debe tener autoridad única para coordinar las demás agencias dentro del área de logística del aeropuerto, mantener control de un solo punto de entrada para la carga y ser responsable de cumplir los indicadores de desempeño, en términos de tiempo y calidad de servicio. Debe contratar con operadores privados, regular su desempeño, y ofrecer coordina- ción interinstitucional. El Gobierno ya está emprendiendo acciones apropiadas y exhaustivas en el esquema para operar e invertir en este terminal. El sector de la energía: asegurar la generación de energía y la cobertura con menores tarifas En el sector energético, el objetivo presentado como parte de Visión 2019 es favorecer un agru- pamiento de energía regional y así: i) garantizar el suministro de energía a largo plazo, con señales claras de formación de precios, ii) desarrollar posibilidades para la introducción de biocombustibles, y iii) armonizar el marco regulador para la expansión de actividades de oferta y distribución del sector energético. Las reformas a este sector en Colombia tienen unos 10 años, pero los asuntos de electricidad continúan presentando un problema mayor de políticas. Una evaluación preparada por el Banco Mundial en 2004 presenta un diagnóstico integral del sector, e identifica como áreas prioritarias las siguientes: i) el mejoramiento de la confiabilidad del servicio, la reducción de la vulnerabilidad de la red de transmisión, y iii) la reducción de costos para los usuarios in- dustriales.189 Asegurar el suministro de electricidad a mediano y largo plazo es quizás el objetivo principal del sector energético. La recesión de 1999 creó una gran reserva de capacidad que se ha reducido con el reciente crecimiento de la demanda; en la actualidad existe un motivo de preocupación porque no se están desarrollando los suministros para el futuro, al menos en la magnitud re- querida por la carga futura esperada. Esto ha sido un tema urgente por algún tiempo, dada la ausencia de inversión en nuevas plantas y el tiempo que requiere construirlas. Hace poco, el Gobierno respaldó el desarrollo de nuevas plantas de energía a través de agencias públicas, tales como la planta hidroeléctrica Porce III, que deben desarrollar las Empresas Públicas de Medellín, lo que se ha considerado como un regreso a la producción de energía patrocinada por el Gobierno, en particular para instalaciones hidroeléctricas. Esto es un fuerte desincentivo para la inversión privada y va contra las reglas de competencia leal, como lo especifican las leyes de servicios públicos y electricidad. Para evitar que el sector público asuma riesgos mayores de producción de electricidad, las ac- ciones a corto y mediano plazo deben incluir: 189 Banco Mundial (2004). 245 Construir los fundamentos para la competitividad Estimular la inversión en generación por medio de incentivos de mercado. Una carga de capacidad que remunere a la planta generadora ha estado vigente desde 1996, pero se termina en noviem- bre de 2006. Esto ha creado incertidumbre sobre la inversión futura del sector privado, que requiere condiciones remunerativas bien definidas. El esquema actual se considera poco mane- jable e insatisfactorio por parte del Gobierno, debido, entre otras cosas, a sus características de "administrado". El regulador busca reemplazarlo con un esquema basado en el mercado; para discusión se ha desarrollado y presentado una alternativa basada en opciones de energía. Las generadoras han expresado su escepticismo en cuanto a las opciones alternativas y han pro- puesto un enfoque de subasta de capacidad. La decisión para adoptar una u otra debe tomarse lo más pronto posible en consulta con las partes interesadas, para dar seguridad a los potencia- les inversionistas en generación y estimular nuevas ofertas. En todo caso, deben evitarse medi- das a corto plazo, como prolongar la carga de capacidad actual por un tiempo limitado (por ejemplo, un año), pues los inversionistas del sector de energía necesitan medidas a largo plazo y de larga duración para comprometer sus recursos. Reafirmación de derechos de propiedad. El Gobierno se ha visto involucrado en un litigio de arbitraje con los desarrolladores privados y ha perdido el pleito ante el panel de arbitraje. Ya sea que esté en lo correcto o no, dicho litigio ha enviado un mensaje negativo con respecto al entorno para la inversión del sector privado en oferta de energía. Una política que establezca que el gobierno inicie procesos de arbitraje sólo en situaciones bien definidas podría hacer mucho para mejorar la imagen del sector, con respecto a su cordialidad para con los inversionistas privados. La expansión de la transmisión es una segunda prioridad. El objetivo debe ser apoyar la expan- sión de la transmisión en línea con la demanda y generar crecimiento de la oferta ­como en la planeación tradicional del sector­, a la vez que se desarrollan interconexiones internacionales para abrir nuevos mercados energéticos. Hace unos pocos años, la función de la transmisión se consideraba en condición crítica por su vulnerabilidad a los ataques terroristas. La situación ha mejorado mucho, pero líneas localizadas en áreas de conflicto se inhabilitan aún con demasiada frecuencia. Algunas de las cuestiones que se deben atender a este respecto (en adición a medi- das normales de expansión del sistema); son: Fortalecer las uniones de la transmisión para evitar la formación de islas de monopolio, que provo- caron intervención reguladora en el pasado (la Regulación 34 suspendió los mecanismos de mercado en dichas áreas y está en cuestionamiento a nivel judicial). Aunque tales situaciones pueden ser inevitables cuando hay sabotaje de por medio, las medidas para tratar con ellas deben no solamente impedir el abuso de mecanismos de mercado, sino también evitar una carga indebida en los proveedores. Explorar posibilidades de comercio internacional. Colombia suministra en la actualidad más del 10% de los requerimientos de energía de Ecuador, sujeta a una capacidad de transmisión de 100 MW y aumentar la capacidad sería de beneficio mutuo, proveyendo un mercado adicional para las generadoras colombianas y sustituyendo combustibles de altos costos en el sistema ecuatoria- no. Además, se debe dar una seria consideración a una interconexión con Centroamérica a tra- vés de Panamá (ISA, la operadora de transmisión, es accionista en el proyecto de interconexión centroamericano). En adición, debe considerarse una conexión más fuerte con Venezuela, a pesar de la infraestructura comercial subdesarrollada de este último, dadas sus posibilidades importantes de respaldo en condiciones de emergencia (sequías). 246 La agenda de infraestructura para la competitividad Una tercera prioridad, en línea con la visión a largo plazo del Gobierno, es apoyo para el desarrollo de energía renovable. Se ha prestado apoyo a proyectos de energía eólica, solar y pequeños hi- dráulicos por medio de exenciones tributarias, pero la inestabilidad judicial no es alentadora en relación con los prospectos a largo plazo para este incentivo. Además, no existen consideracio- nes reguladoras especiales en cuanto al desarrollo de estas fuentes alternativas de energía, cuyo potencial se ha estudiado y cuantificado. Una política del sector energético para desarrollo de renovables, seguida de regulación de apoyo, ofrecería un marco para atraer más inversiones en este campo (el proyecto de energía eólica Jepirachi y el proyecto hidráulico Amoyá son buenos ejemplos del potencial de renovables). La cuarta área de prioridad se relaciona con los mecanismos de precios y los subsidios. Los precios de la electricidad y la distribución de subsidios se determinaron en leyes de 1994 que apoyaron la reforma sectorial. La eficacia de los subsidios ha sido puesta en tela de juicio con frecuencia, y los análisis han mostrado que su impacto distributivo es más o menos neutral. Los subsidios se otorgan por los primeros 200 kWh/mes y pueden direccionarse mejor utilizando el Sisbén. Otro efecto del esquema de subsidios consiste en imponer una carga de hasta 20% a usuarios industriales, lo que tiene consecuencias competitivas negativas en el comercio, en particular a la luz de las negociaciones en curso de libre comercio con los Estados Unidos, si bien debe recono- cerse que modificar las leyes de 1994 puede ser controvertido y arriesgado. Debe revisarse la cuestión de los subsidios regulados para identificar posibilidades de reducir la carga competiti- va que imponen, así como de mejorar su impacto distributivo. Por último, hay algunas medidas importantes relacionadas con la implementación inconclusa del modelo de energía, en especial la privatización de empresas de distribución. Varias empresas de distribución siguen en poder oficial y se ha impedido su privatización por su desempeño infe- rior al estándar en términos de pérdida de energía, facturación, personal y niveles de costo. Deben apoyarse los esfuerzos para pasarlas al sector privado, tales como contratos de adminis- tración. Aspectos paralelos sobre regulación y gobernabilidad La capacidad de la administración de llevar a cabo estas medidas dependerá de dos condiciones básicas: i) la revinculación de la participación del sector privado en la infraestructura y ii) el fortalecimiento de la gobernabilidad corporativa en las empresas públicas. Como en el resto de América Latina, en Colombia se ha estado observando una reducción en la participación del sector privado en la infraestructura. Una estrategia clara del Gobierno para revincular al sector privado reduciría las necesidades de inversión pública. Los elementos que deben atenderse son: · Reducir el riesgo de la regulación. Separar las funciones de regulación y operación, en parti- cular en el caso de ministros de línea, participantes en comisiones reguladoras y en em- presas reguladas de propiedad del Estado. · Mejorar la capacidad institucional del Instituto Nacional de Concesiones para desarrollar y su- pervisar concesiones y expandir su función más allá del sector de vías, que representa la mayor parte de los proyectos actuales. 247 Construir los fundamentos para la competitividad · Mejorar la capacidad institucional de la Superintendencia de Servicios Públicos Domiciliarios, que está a cargo de supervisar el desempeño de las empresas reguladas y actúa como organismo de apelaciones para reclamos del consumidor. · Definir nuevas estrategias para mejorar el apoyo público de la participación del sector pri- vado. Las decisiones de inversión de empresas públicas grandes se relacionan estrechamente con la posición fiscal general del Gobierno, pues sus compromisos de gastos aparecen como parte del balance general público. La lógica subyacente es que esas inversiones pueden, en último térmi- no, ser parte del gasto público, debido ya sea a malas decisiones o a riesgo comercial. Sin embar- go, las empresas afectadas reclaman que este arreglo pone en peligro su capacidad de competir con empresas privadas que pueden tomar en préstamo e invertir sin esa carga. Una forma de contrarrestar esos riesgos es reducir sus posibilidades de malas decisiones, y aumentar la proba- bilidad de su éxito en la arena comercial mediante mejor gobernabilidad corporativa. Recomendaciones de políticas El análisis anterior identifica medidas de prioridad que enriquecerán la capacidad de los servi- cios de infraestructura para apoyar el crecimiento económico del país. Un grupo de medidas de bajo costo fiscal y alto impacto incluye atender los obstáculos específicos de vías, y reformar la estructura de los puertos. También en este grupo de medidas están actividades suaves, tales como mejorar la calidad de las asociaciones del Gobierno con el sector privado, mejorar la ges- tión de las empresas de servicios públicos y reformar la industria de transporte por carretera. La adopción de un plan a corto plazo, tal como el sugerido, requiere un esfuerzo fuerte en térmi- nos de coordinación institucional. Todas estas acciones requieren un enfoque integrado y el establecimiento de liderazgo claro. En el cuadro 16.3 sugerimos una secuencia más detallada de acciones que pueden servir como mapa de carreteras para la acción de políticas. 248 La agenda de infraestructura para la competitividad Cuadro 13.3. Un mapa sugerido de acciones de políticas para el corto a mediano plazo Acciones Primeros 100 días de gobierno Primer año de gobierno Período de gobierno Principales Completar la contratación para Superar los principales Superar todos los corredores mejorar obstáculos críticos en obstáculos. obstáculos en los seg- logísticos. los principales corredores mentos críticos. logísticos. Puertos. Completar la revisión de la Reformar el marco estructura del sector. regulador para ofrecer más incentivos de inversión. Terminales de Estudios para determinar la Plan maestro para Mejorar y actualizar las carga y zonas localización específica de experiencias piloto de instalaciones de los logísticas. terminales de carga. desarrollo. terminales. Industria de Reforma de la industria de transporte por transporte por carretera carretera. (regulación de precios, fortalecer estándares de calidad). Aeropuerto El Definición de un plan de Dorado. logística. Seguridad de Atender opciones y políticas suministro de para estimular la inversión; energía. mejoramiento del marco regulador. Transmisión Atender las cuestiones Aumentar la capacidad asociadas con la Regulación de transmisión con 34. países vecinos. Precios y Revisar el esquema de subsidios de la subsidios para reducir la energía. carga a los usuarios industriales y mejorar el impacto distributivo. Biocombustibles Preparar una política del sector energético para renovables. Participación Estudio de alternativas para del sector incorporar al sector privado. privado en distribución. 249 Construir los fundamentos para la competitividad Anexo 13.1 La agenda de transporte y logística para Colombia, millones de US$ Sector de Condiciones Condiciones Condiciones Inversión total transporte actuales para 2010 para 2019 estimada, millones de US$ 1. Vías: 16.649 km de red vial 18.640 km de vías 20.935 km de vías Consolidar la principal. principales. principales. red vial. 6.989 km de vías Aumentar la Aumentar la 22.343 principales capacidad de vías en capacidad de vías en pavimentados con altos 1.250 km. 2.554 km. estándares de servicio. 2. Aeropuertos: 15% de los aeropuertos 60% de los 100% de los Modernización e en niveles de servicio aeropuertos en niveles aeropuertos en integración de la altos. de servicio altos. niveles de servicio 1.944 infraestructura. altos. 3. Puertos: 150 MM de toneladas de 200 MM de toneladas 285 MM de Aumentar la capacidad instalada de capacidad instalada toneladas de capacidad del para uso público. para uso público. capacidad instalada 495 sector de para uso público. puertos para uso público. 4. Fluvial: 39% de uso permanente 55% de uso permanente 80% de uso Consolidar el en los ríos principales. en los ríos principales. permanente en los transporte ríos principales. fluvial en los 527 principales ríos 3% de la carga 7% de la carga 10% de la carga movi- del país. movilizada por este movilizada por este lizada por este modo. modo. modo. 5. Ferrocarriles: 45,6 MM de toneladas 60 MM de toneladas 90 MM de toneladas Articular la red movilizadas. movilizadas. movilizadas. ferroviaria 709 existente. 1,424 km de activos. 2,321 km de activos. 2,501 km de activos. 6. Logística: Desarrollar 0 centros logísticos. 4 centros logísticos. 5 centros logísticos. centros logísticos y 243,3 puertas de 2 puertas de entrada 4 puertas de entrada 6 puertas de entrada entrada fronte- fronterizas. fronterizas. fronterizas. rizas. Inversión total 628 11.836 26.360 26.360 en transporte. Fuente: Basado en la presentación dada por el director, en el DNP en el II Congreso Nacional de Infraestructura en Cartagena, 2005, y en "Visión 2019". 250 La agenda de infraestructura para la competitividad Referencias Banco Mundial. 2003. Colombia: fundamentos económicos de la paz. Bogotá: Banco Mundial y Alfaomega. ------. 2004. Recent Economic Developments in Infrastructure in Colombia (REDI). ------. 2006. Infraestructura logística y calidad para la competitividad de Colombia. Department of Finance, Private Sector and Infrastructure, Latin America Region. Conpes. 2005. Plan de expansión portuaria 2005-2006: Estrategias para la competitividad del sector por- tuario. Documento No. 3342. Departamento Nacional de Planeación (DNP). 2006. Visión Colombia II centenario: 2019. . Roda, P 2005. "Desarrollo de un plan estratégico para eliminar obstáculos en la infraestructura física para la logística en el comercio exterior". 251 Asegurar el progreso social y económico por medio de la sostenibilidad fiscal 14. Asegurar el progreso social y económico por medio de la sostenibilidad fiscal190 Cuando apareció el anterior conjunto de Notas sobre políticas, el nuevo gobierno se encontraba ante una seria amenaza de crisis macroeconómica resultante de persistentes desequilibrios fiscales, una deuda públi- ca en rápido crecimiento y una alta proporción de financiación externa. Como parte de esa evaluación, se preparó un análisis comparando la sostenibilidad fiscal y externa de Colombia con la de Argentina, que acababa de entrar en una severa crisis económica. ¿Le seguiría Colombia? Desde entonces los desequilibrios del sector público han mejorado sustancialmente y la relación de deuda pública neta a PIB ha caído de 54% en 2002 a menos de 43% a fines de 2005. Las obligaciones del sector público en el sistema de pensiones han bajado también de 191% del PIB a 148%, como resultado de dos conjuntos de reformas. Las simulaciones presentadas en el anexo establecen que se requiere un superávit primario consolidado del Gobierno de 2,1% del PIB, para bajar la relación de deuda pública al 30% del PIB para el año 2015. No obstante el reciente progreso, el Gobierno encontrará un problema para continuar con esta tendencia favorable al expirar acuerdos temporales de impuestos y transferencias intergubernamentales entre 2006 y 2008. En adición, el entorno externo favorable ha ayudado a espolear un fuerte crecimiento económico en los últimos años, y el crecimiento facilita en gran parte el ajuste fiscal. Una reforma tributaria integral y una mayor flexibilidad del gasto serán elementos clave para asegurar la sostenibilidad fiscal a largo plazo. Dos beneficios sustanciales de ésta, para la próxima generación de colombianos, serían: i) un riesgo mucho más bajo de crisis económicas que revierten el progreso en la reducción de la pobreza, y ii) la liberación de sustanciales recursos dedicados ahora al servicio de la deuda. 190 Este capítulo fue escrito (hacia junio de 2006) por Christian Yves González, con la colaboración de David Gould y Steve Webb. 253 Construir los fundamentos para la competitividad Introducción Los excesivos déficit presupuestales han sido un factor mayor virtualmente todas las crisis eco- nómicas del último cuarto de siglo. Dichas crisis pueden tener impactos sociales y económicos de larga duración. Por ejemplo, los jóvenes salen de la escuela para ayudar a sostener a su familia, y con frecuencia no regresar más a sus estudios. Los inversionistas domésticos y extran- jeros pierden confianza en la economía del país, lo que lleva a menor inversión a largo plazo y menor crecimiento económico. Cuando los gobiernos acumulan deuda, pasan las cuentas tributarias de los actuales contribuyentes a las generaciones futuras. Por consiguiente, el gobier- no colombiano debe asegurar niveles sostenibles de deuda para asegurar la prosperidad econó- mica de las generaciones futuras de colombianos. El capítulo sobre sostenibilidad y gestión de deuda pública de las Notas de políticas de 2002/2003 ofreció una revisión completa de la historia del endeudamiento público hasta el inicio de la administración Uribe. En ese tiempo había mucha preocupación de que Colombia llegara a una situación de crisis, impulsada por grandes déficit fiscales y la acumulación rápida de deuda externa privada. Otro capítulo incluyó un anexo con una comparación cuidadosa, indicador por indicador, de Colombia con Argentina, que había caído en una crisis que tuvo consecuen- cias sociales terribles. Esta nota se concentra en una historia más reciente, incluyendo reformas diseñadas para mejo- rar las perspectivas de sostenibilidad fiscal continua, y resume también un análisis actualizado de sostenibilidad de deuda, realizado como parte del Memorando económico del país de 2005. En este análisis se cuantifican los parámetros clave y las variables de políticas que causan impacto en la sostenibilidad fiscal. Últimas reformas para asegurar la sostenibildad fiscal La administración ha dado los pasos necesarios para el corto plazo: reducir los déficit fiscales y disminuir el crecimiento monetario; pero aún queda pendiente una agenda sustancial de refor- mas fiscales. La expansión rápida del gasto del sector público a lo largo de los años noventa (del 25% del PIB en 1990 a más de un tercio en 2002), en combinación con mayores obligaciones de pensiones y otros pasivos, condujo a un legado de grandes déficit al iniciarse el gobierno de Uribe. Cuando el gasto público sobrepasó la capacidad generadora de ingresos del Gobierno, se 254 Asegurar el progreso social y económico por medio de la sostenibilidad fiscal financió el creciente déficit fiscal con deuda, tanto doméstica como externa, que llegó a un pico de 54% del PIB en 2002.191 La deuda del sector público cayó a menos de 43% del PIB en 2005 y se esperan bajas adicionales en los próximos años, siempre que la administración continúe combatiendo los déficit fiscales y se prepare para vulnerabilidades debidas a cambios en el mercado y a conmociones económicas externas. En el análisis de sostenibilidad de deuda se encuentra que el Gobierno podría reducir el monto de su deuda a 30% del PIB en 2015, que es un nivel muy manejable de deuda, si se sostienen los excedentes primarios de los últimos años. El anexo 14.1 resume el análisis de la manera como evolucionaría la deuda, según varios escenarios de conmociones y respuestas políticas. Un beneficio directo de la reducción del monto de la deuda a niveles dirigidos es que la cuenta de intereses de la deuda pública caería de alrededor del 5% del PIB a un estimado de 3,5%, en 2015. Esto representaría recursos reales que podrían retornarse a la sociedad mediante recortes de impuestos, utilizarse para beneficiar a la sociedad mediante inversión pública, o para dismi- nuir aún más la deuda y continuar el círculo virtuoso de reducción de deuda y ahorros de intereses. Habría también beneficios indirectos a través de menores tasas de interés, mayor confianza de los inversionistas y niveles superiores de inversión y crecimiento. Estos últimos impactos, sin embargo, son más difíciles de cuantificar. La Ley de Responsabilidad Fiscal. En junio de 2003, el Congreso colombiano aprobó una Ley de Responsabilidad Fiscal y Transparencia (LRF) que ofrece un marco para la sostenibilidad fiscal. La LRF contiene reglas para estabilidad fiscal, transparencia, consistencia macroeconómica y disciplina fiscal. Requiere: i) el establecimiento de objetivos fiscales anuales ligados a la sostenibilidad de la deuda y al balance primario para el sector público no financiero; ii) la publi- cación del plan financiero anual; iii) informes anuales de resultados fiscales al Congreso; y iv) inclusión de un análisis de impacto fiscal y fuente de financiación dentro de cualquier nueva ley que afecte a los impuestos o a los gastos. Las regulaciones para la LRF se basan en la práctica anterior de publicar resultados fiscales trimestrales, definiendo los déficit con base en los ingre- sos de caja y acumulación de obligaciones de gasto, y definiendo la deuda de manera que inclu- ya la deuda flotante. La LRF fija el objetivo de eliminar las reservas presupuestales en dos años. La otra parte de la deuda flotante, cuentas por pagar, se contabilizará como deuda regular y se con- trolará así con el plan fiscal-financiero. Para desestimular ciclos electorales en la política fiscal, la LRF también prohíbe a cualquier gobierno comprometer gastos futuros (vigencias futuras) o au- mentar gastos de personal en un año electoral. La LRF también prohíbe a los gobiernos locales endeudarse, a menos que mantengan excedentes primarios. Estas medidas le han permitido al sector público reducir su déficit fiscal. En junio de 2004, la administración presentó su primer Marco Fiscal de Mediano Plazo al Con- greso (MFMP), según lo ordena la LRF.192 El marco cubre no sólo los resultados fiscales y finan- cieros para 2003, proyecciones para 2004 y planes para 2005, sino también análisis e información sobre asuntos clave, tales como actividades cuasi fiscales y obligaciones contingentes, y el costo 191 Deuda neta no financiera del sector público. 192 El texto completo del Marco, junto con la presentación al Congreso, se pueden descargar de www.minhacienda.gov.co. 255 Construir los fundamentos para la competitividad fiscal esperado de todas las exenciones y deducciones tributarias, y de las leyes aprobadas du- rante la sesión legislativa anterior. El MFMP ha sido efectivo en alguna forma para mantener el déficit fiscal del gobierno central por debajo de su objetivo en 2005, en gran parte porque tiene un plan financiero que se revisa a todo lo largo del año, que incorpora medidas de ajuste fiscal para cumplir el objetivo fiscal en caso de que sean necesarios. El documento se ha difundido ampliamente y ha sido elogiado por su calidad e integridad, y lo han utilizado como referencia la sociedad civil y las organizaciones internacionales (incluido el FMI) para efectuar evaluacio- nes de proyecciones fiscales y macroeconómicas. La estrategia de control fiscal en la LRF difiere entre los ámbitos nacional y subnacional, por sus distintas restricciones constitucionales sobre la política fiscal. Para los gobiernos locales (tema que se discute con mayor detalle más adelante), la Constitución especifica que la mayor parte de sus ingresos deberán provenir de transferencias y les concede pocas bases de impuestos, que no se han recaudado en forma eficiente. Así, la LRF fortalece las restricciones ex ante de los déficit subnacionales para complementar las restricciones existentes en el gasto subnacional, establecidas primeramente en la Ley 617, sancionada en 2000. Para el Gobierno nacional, en el que han ocurrido los más severos problemas fiscales, la LRF aumenta la transparencia y limita el déficit, pero todavía no le otorga al Ministerio de Hacienda una dura restricción de presupuesto con la cual pueda poner en vigor la disciplina fiscal frente a demandas de intereses especiales. Por ejemplo, las transferencias a las entidades territoriales se podrían aumentar para financiar aumentos de salarios de maestros. La Constitución, las obligaciones de deudas, las pensiones, y otras titulaciones legales especifican casi todos los gastos del Gobierno nacional. De modo que la LRF se concentra en limitar los déficit. Esto implica que el ajuste debe tener lugar en el lado de los impuestos, lo que eventualmente puede motivar apoyo político para la restricción de gastos. Hacer sostenibles las pensiones. Colombia cuenta con un sistema de pensiones ordenado por la Constitución del tipo de pago periódico, y aunque el sistema sufrió reformas en 1993 con la Ley 100, todavía genera déficit mayores que deben ser cubiertos por grandes transferencias del Gobierno central. La reforma atendió los temas de las bajas contribuciones con beneficios de retiro demasiado generosos, pero no tuvo en cuenta los cambios demográficos (se calculó un lapso promedio de duración de pagos de 15 años que ha llegado ahora casi a los 26), y omitió eliminar varios regímenes especiales muy costosos. En junio de 2005, el Congreso aprobó una enmienda constitucional para aumentar la soste- nibilidad del sistema de pagos, que es vital para cerrar el déficit en el balance operativo de la seguridad social en forma más rápida, y con ello reducir las transferencias del Gobierno central y mejorar la sostenibilidad fiscal. Esta reforma ha reducido el valor el valor presente neto de las obligaciones de pensiones en más o menos un 18% del PIB (de 166% del PIB a alrededor del 148%), pero se requiere una mayor reducción de presiones fiscales para asegurar la sostenibilidad del sistema. Finanzas de gobiernos locales. Las propias finanzas de los gobiernos locales han mejorado tam- bién, debido a una serie de medidas introducidas entre 1997 y 2003, que fueron dirigidas a controlar la deuda directamente y por medio del control del gasto. A fines de los años ochenta y noventa, la tendencia a la descentralización política fue acompañada de mayor libertad para el endeudamiento interno subnacional. No hubo control ex ante efectivo de avances de dinero de los bancos y la deuda subnacional con el sector bancario aumentó de 2,6% del PIB en 1991 a 256 Asegurar el progreso social y económico por medio de la sostenibilidad fiscal 4,6% en 1997.193 A fin de aumentar el control del Gobierno central sobre la deuda subnacional, la llamada Ley del Semáforo de 1997 introdujo un sistema de calificación para los gobiernos territoriales, basado en las razones de intereses contra ahorros operativos y de deuda contra ingresos corrientes. A los gobiernos locales con deudas altas (luz roja) se les prohibió endeudar- se y los casos intermedios (luz amarilla) debían obtener autorización del Ministerio de Hacien- da. Sin embargo, la Ley no fue completamente efectiva porque algunos gobiernos con luz roja obtenían nueva financiación sin permiso del Ministerio de Hacienda. "De 21 departamentos que solicitaron autorización para nuevos préstamos en 1997, 10 los recibieron sin permiso del Ministerio de Hacienda. En violación de la ley, los departamentos presentaron información viciosa y las entidades financieras la analizaron sólo superficialmente. En adición, el Ministerio de Hacienda dio su autorización en casos en los que claramente debió haberla negado".194 La importancia del préstamo bancario como fuente de financiación, para gobiernos locales en Colombia, hace que la regulación bancaria sea una forma alternativa de controlar el endeuda- miento subnacional. La Superintendencia Bancaria alteró sus requerimientos con respecto a las provisiones por incumplimiento de préstamos territoriales. Después de haber aumentado el endeudamiento bancario de los gobiernos locales, durante 1993 y 1994, la Superintendencia exigió que cualquier préstamo subnacional con madurez superior a un año fuera clasificado como riesgoso y debía hacerse una provisión contra él. Las regulaciones se suavizaron otra vez en 1996, lo que condujo a dos años de endeudamiento alto. En 1999, se fortaleció la Ley del Semáforo para exigir a los bancos que hicieran provisión completa por la deuda de cualquier territorio con clasificación de luz roja, aumentando así el costo de esos créditos para los bancos. La Ley 617 de 2000 se diseñó para estabilizar aún más las finanzas subnacionales. Esta ley fun- ciona en muchas formas como una ley de responsabilidad fiscal subnacional, y la evidencia inicial sugiere que está ocasionando un cambio estructural en los resultados fiscales: · Los gastos corrientes primarios (cuya mayoría son salarios) no pueden exceder a los in- gresos corrientes asignados específicamente y no deben exceder un porcentaje fijo, de- pendiendo de la categoría del departamento o municipio; los gobiernos deben hacer cortes generales en los gastos cuando quiera que los ingresos corrientes no asignados sean me- nores a lo presupuestado. · Se limita el gasto para las asambleas departamentales. · Los gobiernos departamentales y municipales no están autorizados para hacer transfe- rencias a sus entidades públicas. · Se aplican límites estrictos a la creación de nuevos municipios, y a los que demuestren inviabilidad se les exige fusionarse. · Cuando los gobiernos locales no cumplan con los límites impuestos por la ley, deben adoptar un programa de rescate fiscal para readquirir la viabilidad en el término de dos años. 193 Para mayores detalles, ver Dillinger, Perry y Webb (2001). 194 Echeverría y otros (2002), pp. 22-23. 257 Construir los fundamentos para la competitividad · Para promover la transparencia, existe una lista extensa de requisitos para candidatos a elecciones de gobernador, alcalde o legislador y los requisitos se aplican también a sus familiares. La Ley de Responsabilidad Fiscal sancionada en junio de 2003 (ver atrás) elimina la categoría de luz amarilla establecida en la Ley 357, imponiendo así restricciones fiscales a los gobiernos loca- les que muestren señales de problemas. La LRF, además, i) exige que los departamentos y los municipios grandes obtengan calificaciones de crédito satisfactorias de agencias internaciona- les de calificación antes de endeudarse; y ii) prohíbe al Gobierno nacional prestar a un gobierno subnacional o garantizar su deuda si está en violación de la Ley 617 de 2000, o de la Ley 357 de 1997, o si está atrasado en cualquier servicio de deuda con el gobierno nacional. De hecho, un gobierno subnacional con esas violaciones fiscales no puede endeudarse legalmente con ningu- na fuente.195 La agenda política para las finanzas de gobiernos locales, en resumen, es preservar el progreso reciente logrado en la reducción de déficit, permitirles endeudamiento, y aumentar su eficien- cia de gasto y esfuerzos de recaudo tributario.196 Agenda de reformas futuras Desde 2002, el Gobierno ha emprendido varias reformas duraderas que sobrepasan las mejoras fiscales naturales que siguen al ciclo económico favorable. La Ley de Responsabilidad Fiscal ha ayudado al Gobierno central a planear a mediano plazo y restringir el endeudamiento de los gobiernos regionales. En adición, se ha reducido el pasivo implícito de las pensiones y el Go- bierno ha disminuido su exposición a las veleidades del ciclo de endeudamiento internacional. Estos resultados han causado un impacto inmediato en el crecimiento al disminuir los costos de endeudamiento tanto para el Gobierno como para el sector privado. Esfuerzos adicionales po- drían llevar a la continuación de este círculo virtuoso de menor deuda pública, menor riesgo de país y de costos de endeudamiento, y mayor y más estable crecimiento económico. Adelante se presenta una lista indicativa de medidas prioritarias de alto impacto que el próximo gobierno, el Congreso y la sociedad colombiana deben considerar para asegurar que este círculo virtuoso continúe en el corto y mediano plazo. Estas sugerencias son ampliamente coherentes con las propuestas publicadas en Visión 2019. A corto plazo · Mantener el balance primario en o por encima del 2,5% del PIB, para reducir vulnerabili- dades. · Seguir disminuyendo la vulnerabilidad externa mediante cambio a deuda en moneda local. 195 La Ley de Responsabilidad Fiscal establece que los gobiernos locales deben tener una razón de saldo primario a una tasa de interés mayor que uno. 196 Para una mayor discusión sobre recaudo tributario, ver el capítulo sobre Tributación y Gasto en Colombia. 258 Asegurar el progreso social y económico por medio de la sostenibilidad fiscal · Continuar los esfuerzos anteriores para mejorar la estructura de la deuda existente. · Reforma tributaria. La necesidad inmediata es reemplazar la pérdida esperada de ingre- sos proveniente del vencimiento de las medidas temporales introducidas por la Ley 863 de 2003 (inclusive pérdidas en aranceles que puedan provenir del TLC). Igualmente es importante mejorar la competitividad, simplificando la confusión actual de exenciones tributarias, expandiendo así la base y abriendo espacio fiscal para menores tasas impo- sitivas.197 · Continuar aplicando en forma rígida la legislación existente que controla el endeuda- miento de los gobiernos locales, para limitar sus riesgos de endeudamiento excesivo. A mediano plazo · Reducir la razón deuda/PIB a menos de 35%, para reducir la vulnerabilidad y generar ahorros por una cuenta menor de intereses. · Reformar la Ley Orgánica de Presupuesto para reducir las asignaciones específicas y me- jorar las decisiones de gastos fiscales. Referencias Dillinger, William, Guillermo Perry y Steven Webb. 2001. Macroeconomic Management in Decentralization Democracies: The Quest for Hard Budget Constraints in Latin America. Conferencia Anual del Banco Mun- dial sobre Desarrollo en América Latina y el Caribe, 1999: Descentralización y Responsabilidad del Sector Público. Memorias de la Conferencia realizada en Valdivia, Chile, junio 20-22, 1999 (2000): 85- 105. Washington, D.C.: Banco Mundial. Echeverría, Juan José, Carolina Rentería y Roberto Steiner. 2002. Decentralization and Bailouts in Colombia. Washington, D.C.: Banco Interamericano de Desarrollo. Ministerio de Hacienda. Marco fiscal de mediano plazo. www.minhacienda.gov.co. 197 Para una mayor discusión sobre la Ley 863, ver el capítulo sobre Tributación y gasto en Colombia. 259 Construir los fundamentos para la competitividad Anexo técnico: Análisis de sostenibilidad de la deuda Análisis de sostenibilidad de la deuda. El nivel actual de Colombia de deuda pública externa neta, de más o menos 42,8% del PIB (inferior a un máximo de 54% en 2002) sigue relativamente alto, pero parece ser manejable a corto plazo aun considerando posibles conmociones económicas adversas. Muchos (incluido el Gobierno) reconocen que la deuda debe bajar aún más como proporción del PIB, debido a su alto costo fiscal y a las vulnerabilidades de financiación a las que expone al país. El objetivo del Gobierno es reducir el nivel de deuda a 38% del PIB para 2015, pero dado el favorable entorno externo y la reprogramación de la deuda, podría con facilidad llegar a un objetivo de 30% del PIB. Analizamos las perspectivas de la deuda en cuatro formas distintas: i) una proyección de línea base con valores históricos promedio de parámetros clave; ii) un análisis de respuestas de políticas que sería necesario para que el Gobierno cum- pla el objetivo de reducción de deuda de 30% del PIB en vista de posibles conmociones económicas; iii) proyecciones de lo que pasaría con las razones de endeudamiento si suceden las conmociones económi- cas pero no hubiera respuesta de política fiscal, y iv) un análisis de la sostenibilidad de la deuda pública total más la deuda externa privada. (Una descripción completa del trabajo analítico está disponible en la CMU). En el escenario de línea base se hacen las siguientes suposiciones básicas: · Promedio histórico de crecimiento del PIB real de 3,2%, que es inferior al crecimiento de 5,1% del último año. · Balance primario de 2,1%. El del último año fue de 5%, pero incluye 3 puntos porcentuales de excedentes de los gobiernos locales y entidades públicas, que no están disponibles en seguida para el servicio de la deuda. · El 30% de depreciación de la tasa de cambio real, regresándola a su promedio histórico de un período de cinco años indicando en 2005.198 · Promedio de la tasa de interés real implícita sobre la deuda interna y externa de 6,3%, que actual- mente es de 6,4%. En este escenario, el Gobierno logra su objetivo de reducir la razón de deuda a 38% en 10 años. En el segundo y tercer conjunto de escenarios se agregan tres shocks adversos a esta línea base: una depreciación inmediata de la tasa de cambio real de 30% en 2006 (en lugar de distribuirla en 5 años), una reducción del crecimiento a ­2,1% para 2006 (dos desviaciones estándar del promedio), volviendo gra- dualmente a su promedio para 2010, y un aumento en la tasa de interés real a 8,6% en 2006, regresando gradualmente a 6,3% para 2010. Hay también un shock combinado, en el que ocurren al mismo tiempo los tres shocks adversos. Si el Gobierno todavía desea cumplir el objetivo de la razón de deuda de 30% del PIB para 2015, tendrá que apretar la política fiscal del balance primario de la línea base de 2,1% hasta 3,3% en el caso del shock combinado. De materializarse los shocks y la política siguiera pasiva, sin modificar los balances primarios del 2,1%, las razones de deuda saltarían inicialmente y luego bajarían, pero el Gobierno no lograría su objetivo de reducir la razón de deuda a 30% del PIB. Con cada uno de los shocks individuales, la 198 Puesto que alrededor de la mitad de la deuda de Colombia es externa y principalmente en dólares de Estados Unidos, la tasa de cambio causa un impacto grande e instantáneo en la razón de deuda. En la disminución de la razón de deuda de su pico de 54% del PIB en 2002 a 47,5% al final de 2004, la apreciación real de 30% de la tasa de cambio representa seis de los ocho puntos porcentuales de la baja. Es improbable que la tasa de cambio retenga toda su apreciación reciente, de modo que el gobierno debe continuar con cautela fiscal, a pesar de la baja de la razón de deuda. 260 Asegurar el progreso social y económico por medio de la sostenibilidad fiscal razón de deuda estaría por debajo de 45% para 2015. Con la combinación de los tres shocks, la razón llegaría a un pico de 60% del PIB en 2008, y luego caería lentamente a un 56% en 2015. El nivel de deuda es ciertamente alto y ejercería presión fiscal considerable en el Gobierno, pero no es explosivo y se podría contener manteniendo un balance primario de 2,1% del PIB, que está dentro de la expe- riencia histórica de Colombia. Cuadro A14.1. Sostenibilidad de la deuda con shocks y ajuste de políticas Excedente primario requerido para lograr la razón de deuda objetivo Tipo de shock (36% para 2015) Escenario de línea base (véase atrás). 2,1% Depreciación de la tasa de cambio real efectiva de 30% en 2006, manteniendo las demás variables en los valores descritos en el escenario 2,5% de línea base. Shock de crecimiento del PIB en 2006, del promedio de crecimiento histórico menos dos desviaciones estándar (implica crecimiento de ­2,1%). En 2007, promedio histórico menos una desviación estándar (implica crecimiento de 0,5%). En 2008, se asume tasa de crecimiento 2,6% de 1,5% y en 2009 de 2,5%. Después se asume la tasa de crecimiento histórico. Las demás variables mantienen sus valores del escenario de línea base. Shock de tasa de interés real. En 2006, se asume una tasa de interés real implícita de 8,6%. Después, declina gradualmente a 6,3%. Las demás variables mantienen sus valores del escenario de línea base. 2,3% Combinación de los tres shocks. 3,3% Gráfico A14.1. Sostenibilidad de la deuda pública aun sin una respuesta política a los shocks 65 60 55 50 45 40 35 30 25 2000 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 2012 2013 2014 2015 Shock de TCR Shock de crecimiento Shock PB Shock combinados 261 Construir los fundamentos para la competitividad Para analizar la sostenibilidad de la deuda externa se requiere un modelo que incorpore otro conjunto de variables macroeconómicas clave, como la cuenta corriente de Colombia, y nos permita modelar otro conjunto distinto de shocks, en particular uno de flujos de capital internacional hacia el interior. El servicio de deuda externa total (pública y privada) sigue teniendo uno de los mayores niveles, como porcentaje de las exportaciones de bienes y servicios, e ingreso, en América Latina. Ha caído de un máximo de más de 67% en 2002 a niveles más manejables de menos de 40% ahora, pero está aún apenas por debajo del 42% de Argentina. No obstante, es probable que el perfil de deuda externa total de Colombia (pública y privada) sea sosteni- ble. Se espera que la deuda externa total caiga a 26,2% del PIB con nuestro escenario de línea base. El riesgo primario asociado con la sostenibilidad de la deuda externa es el de la tasa de cambio. Una depre- ciación de la tasa de cambio real de más de 30%, en el término de un año, aumentaría la razón de deuda externa total a PIB, de alrededor de 28,2% actualmente a más de 41%, pero es improbable que esto genere una crisis de deuda. La deuda externa total llegó a cerca de 48% en 2001 sin una crisis, en un entorno económico menos favorable que el de hoy. Un pico transitorio de 41,1% de deuda externa total ejercería presión sobre la financiación, pero se espera que sea manejable. 262 Cuadro A.14.2. Colombia: marco de sostenibilidad de la deuda externa (Como porcentajes del PIB, si no se indica de otra forma) I. Escenario de línea base a mediano plazo, 2000-2010 Actual Proyecciones 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 Deuda externa (nominal) 47,5 52,6 46,3 37,0 31,2 28,2 28,2 28,8 28,3 27,5 26,2 Flujos identificados de generación de deuda externa 1,5 5,1 -6,3 -9,3 -5,9 -3,0 0,0 0,6 -0,5 -0,8 -1,3 Déficit en cuenta corriente, exclusive pagos de intereses -3,9 7,7 -7,0 -12,4 -7,9 -2,4 -1,0 -1,1 -1,1 -1,1 -1,0 Déficit en balanza de bienes y servicios -2,1 -1,6 -1,6 -1,5 -0,5 -0,4 0,9 1,1 1,0 0,6 0,6 Exportaciones 1,0 1,7 1,1 0,3 0,4 1,0 2,4 3,2 3,1 2,8 -3,7 Importaciones 18,3 20,0 19,1 18,3 19,5 19,1 18,5 19,0 19,7 20,7 21,0 Entradas netas de capital no generador de deuda (negativo) 19,3 21,7 20,2 18,6 19,9 -2,7 -2,7 -3,1 -2,9 -2,5 -2,4 Inversión extranjera directa neta, capital en acciones -3,0 -1,8 -1,0 -2,8 -4,3 2,7 2,7 3,1 2,9 2,5 2,4 Inversión en cartera financiera neta, capital en acciones 3,0 1,8 1,0 2,8 4,3 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 Contribución de tasa nominal de interés 1,0 0,9 1,2 1,3 1,2 2,0 1,8 2,0 1,9 1,9 1,9 Contribución de crecimiento real del PIB 3,4 3,5 2,9 2,4 2,2 -1,2 -1,1 -1,1 -1,1 -1,1 -1,0 263 Contribución de cambios en precios y tasa de cambio -0,6 -1,1 -1,8 -1,7 -1,6 ... ... ... ... ... ... Residual, incluye cambio en activos extranjeros brutos -1,5 8,6 -5,4 -8,8 -3,7 -0,5 1,0 1,7 0,6 0,3 -0,4 Relación deuda externa a exportaciones (porcentaje) 260,1 263,3 241,7 201,8 160,0 1,6 1,8 0,3 0,1 0,2 0,0 0,0 0,0 0,0 0,0 Supuestos macroeconómicos básicos Crecimiento real del PIB (porcentaje) 1,5 1,9 3,9 4,8 5,1 4,5 4,0 4,0 4,0 4,0 4,0 Deflactor del PIB en términos de US$ (cambio porcentual) 3,4 -15,3 11,5 23,5 11,0 7,4 1,8 -2,9 0,2 1,8 3,2 Crecimiento de exportaciones de bienes y servicios (en términos de US$, porcentaje) -4,6 -5,7 11,0 24,0 24,0 9,9 3,0 3,4 8,3 11,1 8,7 Crecimiento de importaciones de bienes y servicios (en términos de US$, porcentaje) 10,2 -3,1 8,1 19,2 24,7 12,9 11,0 6,7 7,4 9,2 -21,2 Asegurar el progreso social y económico por medio de la sostenibilidad fiscal II. Pruebas de estrés de la razón de deuda externa Actual Proyecciones 2001 2002 2003 2004 2005 2006 2007 2008 2009 2010 2011 A. Pruebas de límites A1. Crecimiento real del PIB a promedio histórico menos media desviación estándar, de 2007 a 2011. 47,5 52,6 46,3 37,0 31,2 28,2 28,5 29,5 29,4 28,9 27,8 A4. Shock de cuenta corriente. Cuenta corriente proyectada más media desviación estándar, de 2007 a 2011. 47,5 52,6 46,3 37,0 31,2 28,2 29,5 31,6 32,5 33,2 33,2 A6. Depreciación real por una vez de 30% relativa a la línea base en 2007 47,5 52,6 46,3 37,0 31,2 28,2 41,1 41,4 40,2 38,8 36,5 Fuente: Proyecciones y simulaciones del personal del Banco. Construir los fundamentos para la competitividad 264 Cuarta parte: Reducción de vulnerabilidades Reducción de vulnerabilidades a desastres para el desarrollo sostenible 15. Reducción de vulnerabilidades a desastres para el desarrollo sostenible199 Localizada en el Anillo de Fuego del Pacífico y situada en tres cadenas montañosas, Colombia es muy propensa a los desastres naturales. Estudios recientes muestran que el impacto de los desastres naturales está aumentando, y es probable que afecte la estabilidad fiscal del país. En esta Nota se argumenta que se debe atacar el problema de los desastres naturales por su raíz, incorporando el manejo de riesgos de desas- tres naturales en su proceso de desarrollo. El país necesita modernizar la legislación que guía las activida- des del Sistema Nacional para la Prevención y Atención de Desastres (SNPAD), y redirigir su enfoque primario de respuesta de emergencia a un enfoque más integral de manejo de riesgos. Para mejorar la efectividad de las acciones estatales, el SNPAD debe definir una estrategia eficiente y sostenible de reduc- ción de riesgos y financiación. 199 Este capítulo fue escrito por Francis Ghesquiere, con la colaboración de Omar Darío Cardona. 267 Reducción de vulnerabilidades Introducción Colombia ha sufrido una buena cuota de grandes desastres; en los últimos 25 años el país ha sufrido seis terremotos mayores, tres erupciones volcánicas, grandes deslizamientos y avalan- chas, y extensas inundaciones. En un estudio200 se estima que los grandes desastres ocurridos entre 1993 y 2000 afectaron a más de 4 millones de colombianos; en otro201 se estima que el costo de los desastres colombianos más significativos de los últimos 25 años fue de entre US$45 millo- nes (en el caso del Atrato Medio en 1992) y cerca de US$1.600 millones, equivalente al 2,2% del PIB (por el terremoto en el Eje Cafetero en 1998). Un tercer estudio202 revela que los eventos relacionados con el fenómeno de El Niño causaron pérdidas en Colombia por unos US$564 millones, entre 1997 y 1998. Colombia recibe también el impacto de desastres "menores" recurrentes, causados por fenóme- nos persistentes, tales como deslizamientos, inundaciones, incendios forestales y sequías. Aun- que rara vez están presentes en las estadísticas nacionales, estos eventos más pequeños, pero frecuentes, impactan crónica y negativamente al desarrollo en los ámbitos local y subnacional y afectan a la población de los estratos socioeconómicos de bajos ingresos. Además de causar una significativa pérdida de vidas, constituyen una barrera para el desarrollo y la reducción de la pobreza. Durante el período de 1993 a 2004, 5,2 millones de personas resultaron afectadas por estos eventos, o un promedio de 450.000 cada año. El cuadro 15.1 presenta las cifras brutas de daños y pérdidas por un evento de mediana intensidad.203 Teniendo en cuenta la persistencia de los eventos menores en el país, las inversiones municipales en administración de riegos si- guen siendo bajas en forma desconcertante. 200 Echeverri Garzón (2002). 201 Cardona y Wilches-Chaux (2004). 202 Conpes (2001). 203 Base de datos de DesInventar, la Red de Estudios Sociales para Prevención de Desastres en América Latina (La RED). Esta base de datos contiene registros de Colombia desde principios del siglo XX que se distribuyen por tipos de eventos, tipos de efectos en el ámbito municipal y frecuencia de ocurrencia, y también ofrece estadísticas de tiempo y espaciales. 268 Reducción de vulnerabilidades a desastres para el desarrollo sostenible Cuadro 14.1. Daños y pérdidas de eventos de pequeña y mediana intensidad, 1981-2000 Personas Viviendas Viviendas Hectáreas de cosechas Período Muertes afectadas destruidas afectadas perjudicadas 1981-1990 3.643 2.824.832 19.780 14.400 1.011.655 1991-2000 2.477 11.140.127 49.835 157.711 1.526.363 Fuente: Base de datos de DesInventar (actualizados a 2003). En un estudio realizado por la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y el Banco Interamericano de Desarrollo (BID)204 se identifica y analiza un total de 17.931 eventos (597,7 por año) registrados en un período de 30 años, lo que indica que Colombia tiene el pro- medio más alto de América Latina, aun más alto que Perú (585,5) y México (241,9), que tienen altos índices de ocurrencia de desastres. Tanto los desastres infrecuentes de alto impacto como los eventos frecuentes de bajo impacto tienen efectos adversos en el desarrollo. Los eventos extremos dejan una larga estela de pérdi- das humanas y pérdidas económicas significativas, y pueden tener implicaciones fiscales en ausencia de una estrategia adecuada de reducción de riesgos y protección financiera. Al mismo tiempo, los eventos menores que ocurren regularmente a nivel local tienen un efecto acumulativo que es igualmente serio para las comunidades afectadas. Estos eventos "menores" destruyen repetidamente los medios de vida, retrasan el desarrollo local y perpetúan la pobreza. En am- bos casos, las comunidades de bajos ingresos de las áreas urbanas y periféricas urbanas son las más afectadas, ya que están localizadas en desproporción en áreas propensas a inundaciones, deslizamientos y caudales de barro, y también porque sus viviendas informales no pueden soportar ni las menores conmociones sísmicas. Desastres en aumento En el gráfico 15.1 se presenta el número creciente de desastres reportados en Colombia en las últimas tres décadas, el que ilustra un aumento definido en la vulnerabilidad, ya que, aunque algo de este aumento puede deberse a mayor información, la mayor vulnerabilidad acumulativa a fenómenos naturales y causados por el hombre, está vinculada en grado mayor con una ma- yor concentración de activos y población en áreas de riesgo, una situación que se intensifica con la desigualdad y la pobreza. De hecho, una parte muy grande de esta mayor vulnerabilidad a riesgos naturales ha sido causada por la alta tasa de urbanización, y aumenta por la localización de las grandes ciudades en áreas de riesgo.205 Se pueden esperar consecuencias más serias en el futuro, y es probable que el cambio climático global, que produce una mayor variabilidad del clima, aumente la exposición del país a riesgos de inundaciones, erosiones, deslizamientos de tierra y sequías. Otra vez aquí, se afectan en particular los pobres. La densidad de población de rápido crecimiento en las ciudades colombianas da como resultado más y más áreas de asentamientos de riesgo.206 204 Cardona y Yamín (2005). 205 Ver Samad (2006), p. 12 y Visión Colombia II centenario: 2019 (2005), p. 249. 206 Samad (2006), p. 12. 269 Reducción de vulnerabilidades Gráfico 15.1. Información de desastres, 1972-2000 1.400 1.200 1.000 800 600 400 200 0 1920 1925 1930 1935 1940 1945 1950 1955 1960 1965 1970 1975 1980 1985 1990 1995 2000 Fuente: ERN-Colombia (2004). El gráfico 14.2 presenta el aumento en el Índice Local de Desastres (ILD) de 1980 a 2000. El ILD207 es un indicador de la incidencia y distribución de los efectos de los desastres en todos los municipios de un país. El aumento en el número e impacto de los desastres naturales en Colombia es una fuente de preocupación. El aumento significativo que presenta el gráfico 15.2 resulta tanto del aumento del número de eventos, como de su distribución general a través de todo el país. La tendencia indica un deterioro general de la elasticidad de las comunidades en el país, y un aumento signi- ficativo de las obligaciones contingentes del Gobierno relacionadas con desastres. Exposición financiera del Estado En un estudio208 se estiman las obligaciones contingentes relacionadas con desastres para el Gobierno nacional, al calcular las pérdidas probables209 que pueden resultar de eventos natura- 207 El ILD se toma del marco de los Indicadores de Riesgo de Desastre y Programa de Gestión de Riesgos para las Américas (2005). 208 Arámbula, Cardona y Yamín (2005). 209 Las pérdidas probables por eventos naturales adversos se miden usualmente en términos de la Pérdida Máxima Probable (PMP), que es un estimado de la mayor pérdida económica que es probable que ocurra cuando sucede un evento catastrófico. Se calcula usando la razón de magnitud de evento a daño esperado. Nótese que es una medida subjetiva y la define el asegurador (para un conjunto dado de políticas), dependiendo de sus recursos y disposición de asumir riesgos. Ver Munich Re (http://www. munichre.com/). 270 Reducción de vulnerabilidades a desastres para el desarrollo sostenible Gráfico 15.2. Evolución del Índice Local de Desastres (ILD), 1980-2000 160 140 120 100 80 14,4 60 107 40 82 20 33 1981-1985 1986 -1990 1991-1995 1996 -2000 Fuente: Indicadores de Riesgo de Desastre y Programa de Gestión de Riesgos para las Américas (2005). les adversos de períodos específicos de retorno (100, 500 años o más).210 El cuadro 15.2 presenta estimados de las obligaciones contingentes totales del Estado como porcentaje del PIB. El cua- dro incluye las pérdidas potenciales para el sector público (en los ámbitos nacional, departa- mental y municipal), y para los estratos de ingreso más bajos (estratos socioeconómicos 1 y 2). El daño a los activos asegurados se resta del total para dar una imagen clara de los pasivos netos del Estado. El análisis muestra que las pérdidas probables para eventos de un período de retor- no de 100 años son comparables a los pasivos de pensiones del Gobierno para 2004, y también muestra que la exposición a un evento extremo, con un período de retorno de 500 años (equiva- lente a una probabilidad de 2% en 10 años), está en el orden de 3% del PIB para el Gobierno y podría llegar al 15% del PIB si se incluyen las pérdidas del sector privado. Al compararse las pérdidas potenciales por eventos de desastre con los recursos del Gobierno, en un análisis efectuado como parte del Programa de Indicadores de Riesgo de Desastres y Gestión de Riegos para las Américas211 del BID, se vio que el gobierno colombiano tiene el Índi- ce de Déficit de Desastres (IDD) más alto entre los países evaluados (ver el gráfico 15.3). El IDD indica si los recursos domésticos o externos que pueden hacerse disponibles en caso de un desastre (inclusive pérdidas y ayuda externa) serían suficientes para reemplazar las pérdidas de activos (directas e indirectas), en caso de desastre de un período de retorno dado. Un IDD mayor que 1 indica un déficit por parte del Gobierno. El cuadro 15.3 muestra el IDD de Colombia para eventos con período de retorno de 100 a 1.500 años (teniendo en cuenta solamente el daño a edificios). En todos los casos, el índice es superior a 1, indicando que el Gobierno no tendría recursos suficientes para financiar las necesidades de reconstrucción resultantes de estos eventos. 210 La tasa de retorno de un evento catastrófico es el inverso de la probabilidad de sobrepaso, que describe la probabilidad de que se excederá un cierto nivel de pérdida en base anual. Por ejemplo, es probable que la pérdida asociada con un período de retorno de 20 años se exceda sólo el 5% del tiempo, o en promedio, en un año de cada 20. 211 BID (2005). El IDD muestra la relación entre pérdidas probables (con períodos de retorno indicados) y la capacidad del gobierno y sus recursos disponibles domésticos o externos (su elasticidad económica). Un IDD superior a 1 indica que un gobierno no podría reemplazar los activos de los cuales es responsable. 271 Reducción de vulnerabilidades Cuadro 15.2. Obligaciones contingentes debidas a desastres, como porcentaje del PIB de 2004 Pérdidas probables L100 L500 L1000 L1500 Ly Total - millones de US$ 9.006,02 14.602,00 17.003,14 18.368,22 1045,93 Gobierno 1.850,50 2.923,21 3.384,27 3.647,44 225,67 Gobierno nacional - millones de US$ 647,68 1.023,37 1.184,49 1.276,60 78,98 Estratos 1 y 2 - millones de US$ 1.436,46 2.566,34 2.967,12 3.186,80 132,25 Total - porcentaje del PIB 9,19 14,90 17,35 18,74 1,07 Gobierno - porcentaje del PIB 1,89 2,98 3,45 3,72 0,23 Gobierno nacional - porcentaje del PIB 0,65 1,05 1,21 1,30 0,08 Estratos 1 y 2 - porcentaje del PIB 1,47 2,62 3,03 3,25 0,13 Nota: L se refiere a la Pérdida Máxima Probable (PMP) por período de retorno (p. ej., 100 años, etc.), y Ly a la Pérdida Anual Promedio (PAP). Fuente: Cálculos basados en Cardona, Yamín y Arámbula (2005). Gráfico 15.3. IDD en 500 años, Colombia 2000 Col 5, 40 Dom 5, 34 Per 4, 81 Ecu 4,56 Jam 4, 09 Tto 3, 75 Slv 2, 77 Chl 1,78 1, 32 Gtm 1, 30 Arg 1, 24 Cri 0,76 0 1 2 3 4 5 6 Fuente: Programa de Indicadores de Riesgo de Desastres y Gestión de Riegos para las Américas (2005). Cuadro 15.3. Índice de déficit de desastres, Colombia 2003 IDD100 IDD500 IDD1.000 IDD1.500 1,28 2,07 2,37 2,53 Fuente: Programa de Indicadores de Riesgo de Desastres y Gestión de Riegos para las Américas (2005). 272 Reducción de vulnerabilidades a desastres para el desarrollo sostenible La situación debe considerarse desde un punto de vista fiscal y se deben explorar la adecuada reducción de riesgos y las alternativas de transferencia de riesgos. De no hacerse así, se produ- ciría una mayor exposición del Estado y un impacto adverso en las perspectivas del país para el desarrollo, poniendo en riesgo el objetivo de Visión 2019 de mantener la estabilidad macroeconómica.212 Dificultades y desafíos en la gestión de riesgos de desastres. Colombia está reconocida como líder latinoamericano en gestión de desastres. La Dirección Nacional de Prevención y Atención de Desastres (DPAD), creada en 1988, coordina las acciones dentro del SNPAD. El cambio de solu- ciones ad hoc a un mecanismo institucionalizado para coordinar todos los aspectos de gestión de desastres fue un avance significativo. La adopción de una estructura descentralizada, interinstitucional y participativa, en lugar de los viejos esquemas de rescate de las autoridades nacionales, fue también una mejora considerable. No obstante, el alcance y efectividad del SNPAD se han visto plagados de contratiempos y deficiencias, varios de los cuales se presentan a conti- nuación: · El cambio en la adscripción del sistema, originalmente dentro de la oficina de la Presiden- cia de la República y ahora en el Ministerio del Interior, ha reducido la importancia del sistema con respecto a los sistemas administrativos, y lo ha desviado de su relación con el Presidente, quien está constitucionalmente a cargo del orden público. · Relegada a una posición de segundo orden, la Dirección del Sistema no siempre ha sido capaz de coordinar con efectividad las acciones de las entidades oficiales. En algunos casos, se han implementado nuevas iniciativas sin consulta previa con las entidades del sistema. La misma Presidencia de la República ha limitado el desempeño del Sistema y ha recurrido a poderes de excepción establecidos en la Constitución (económicos, sociales, y .) de emergencia ecológica, art. 215 de la C.P para enfrentar situaciones de desastre. · Por varias razones, el énfasis de la Dirección ha estado primordialmente en el estado de preparación y respuesta de emergencia ex post. Los esfuerzos para estimular actividades de reducción de riesgos han sido en general descoordinados y de poca duración. En par- ticular, el sistema está deficientemente alineado con el sistema de planeación de uso de tierras del Estado, lo que limita su efectividad y ha llevado a inversiones ineficientes, como también a redundancia de información y canales de comando y control. · En su estado actual, la capacidad del sistema para apoyar grandes operaciones de recons- trucción es limitada. En particular, la premisa fundamental del sistema es la dependencia de las entidades locales en el momento de un desastre. Infortunadamente, a la fecha po- cos municipios tienen las capacidades necesarias para enfrentar ellas mismas emergen- cias mayores. · El uso y la promoción de mecanismos de transferencia de riesgos apenas están iniciándose, a pesar de su importancia para la protección financiera del país. 212 DNP (2005); Visión Colombia II centenario: 2019, pp. 121-136. 273 Reducción de vulnerabilidades Necesidad de actualizar la legislación existente En Colombia existe consenso sobre la necesidad de modernización del SNPAD para armonizar su mandato con los principios fundamentales de la Constitución de 1991. La estructura y los recursos actuales del sistema la confinan a la provisión de una respuesta inadecuada a riesgos de desastre. Carece además de los mecanismos institucionales y financieros necesarios para atender con efi- ciencia los riesgos existentes y futuros por medio de medidas de reducción efectivas, preventivas y correctivas. Finalmente, las áreas de financiación y transferencia de riesgos, que han evolucio- nado en los últimos años, están ausentes del mandato del sistema. Es claro que reformar el SNPAD no significa la remoción de mecanismos efectivos, o que los cambios requeridos sean de naturale- za endémica más que organizativa. Sin embargo, se requieren cambios fundamentales para que el sistema cause impacto sustancial en la exposición del país al riesgo de desastres. Los conceptos de riesgo y gestión de riesgos deben constituir los principios cardinales del Siste- ma, reemplazando a los de desastre y calamidad, si bien este cambio en el énfasis no significa que el SNPAD se esté alejando de su objetivo original de prevenir, aliviar y responder a desas- tres naturales y otras calamidades cuando sea posible. Sin embargo, sí quiere decir desplazar su enfoque primario a una fase más temprana del proceso, en la que se manejen los conceptos de riesgo y vulnerabilidad, en oposición a desastre y recuperación. En la misma forma, el SNPAD , y sus acciones deben vincularse más estrechamente al SNP y alinearse con el SINA, así como a la tarea de integrar la gestión de riesgos de desastre en los programas de desarrollo local, regio- nal y nacional. Es necesario adoptar un punto de vista radicalmente distinto de los desastres que se consideran a menudo como ocurrencias externas que superan el control humano. En cambio, los desastres deben percibirse como una manifestación del subdesarrollo, o como el efecto maligno de un proceso de desarrollo que ha omitido tener en cuenta riesgos ambientales, vulnerabilidades de poblaciones e incapacidad de las comunidades de afrontar estas amenazas. Sin la integración completa del riesgo de desastres en la planeación del desarrollo, los desastres no sólo serán inevitables, sino que golpearán con mayor frecuencia. La experiencia de los últi- mos años demuestra que un Sistema Nacional de Gestión de Riesgos de Desastre, de buen funcionamiento, puede lograr mayor coordinación en línea con los principios y provisiones de la Constitución de 1991. Aunque ya se han realizado estudios y hecho recomendaciones, uno de los cuales se ha incorporado recientemente en el trabajo hecho por el DNP y el DPAD con apoyo del Banco Mundial, el proceso final de coordinación para modernizar el SNPAD no se ha iniciado aún. Necesidad de mayor énfasis en la reducción de la vulnerabilidad. La introducción de la planeación del uso de la tierra en Colombia dio cabida a la integración de la reducción de riesgos en la planeación territorial, bajo la Ley 388 de 1997. Varias ciudades y municipios realizan gestión de riesgos en forma correcta y ejemplar. En muchos casos, el mapeo detallado de riesgos de desas- tre y evaluación de riesgo han facilitado una toma de decisiones efectiva. Varias ciudades, como Manizales, Pereira y Medellín, han desarrollado proyectos de reasignación de viviendas y pro- yectos ambientales que incluyen esfuerzos bien implementados de alivio mediante actividades coordinadas con la comunidad.213 En Bogotá, numerosos programas para redes de agua, ener- 213 Por ejemplo, el programa Guardianas de la Ladera, en Manizales. 274 Reducción de vulnerabilidades a desastres para el desarrollo sostenible gía y gas natural, y también para entidades municipales como secretarías de salud, educa- ción, planeación e institutos de desarrollo urbano, entre otras, han llevado a significativas inversiones para reducción de riesgo en escuelas, hospitales y puentes. Ver el recuadro 15.1. Recuadro 15.1. El Sistema Distrital de Prevención y Atención de Emergencias en Bogotá El sistema distrital de Bogotá para prevención y respuesta de emergencia ha sido muy exitoso en la integración de la gestión de riesgo de desastres, en su programa de inversiones. El sistema sigue el marco nacional y tiene una Dirección para la Prevención y Atención de Emergencia (DPAE) que proporciona asistencia técnica a todas las agencias del distrito y coordina todos los esfuerzos de los miembros del sistema. El Distrito de Bogotá ha sido capaz de incorporar la gestión de riesgos de desastres en los programas de inversión de agencias clave. Tal es el caso de la Secretaría de Salud, responsable de la construcción y mantenimiento de instalaciones de salud, y la Secretaría de Educación, responsable de instalaciones educativas, que se han vincu- lado ahora a un programa ambicioso para fortalecer su infraestructura de escuelas. El DPAD trabaja en la actualidad con el DPAE para fortalecer canales de comunicación entre los ámbitos nacional y local. Infortunadamente, las gran mayoría de los municipios ha omitido la consideración del riesgo en sus planes de desarrollo. La localización y expansión de centros urbanos en áreas de riesgo es una de las fuentes más significativas de vulnerabilidad a desastres en Colombia, como se ilustra en el cuadro 15.4, que presenta el número estimado de hogares localizados en áreas propensas a desastre para varias regiones del país. El MAVDT y el DNP han tomado medidas recientemente para atender este problema. Para apoyar intervenciones en áreas de riesgo, incluyendo la reasignación de poblaciones vulnera- bles, se están preparando nuevas políticas. Se está revisando el uso de subsidios para estimular el retroajuste de viviendas existentes y la construcción de viviendas en áreas libres de riesgo. Se ha publicado también una nueva guía sobre integración de riesgo y planes de uso de la tierra para ayudar a entidades territoriales que complementará la documentación general publicada desde la Ley 388 de 1997. Pero queda mucho más por hacer para poder reducir en forma signi- ficativa la exposición del país. La atención de las restricciones presupuestales, que han sido un serio factor limitante, son de carácter crítico. Necesidad de una estrategia de financiación La financiación del SNPAD está marcada con deficiencias operativas serias. Sus asignaciones presupuestales son impredecibles y han tenido una tendencia a bajar con el tiempo. Su Fon- do Nacional de Calamidad (FNC) tiene recursos insuficientes. Al mismo tiempo, los presu- puestos ordinarios de las agencias, que forman parte del sistema, son insuficientes para atender las crecientes necesidades de reducción de riesgo y rehabilitación en todo el país. Un enfoque más estratégico de apropiaciones presupuestales relacionadas con el riesgo de desastre ayu- daría al SNPAD a progresar hacia su objetivo fundamental de prevención y respuesta de desastres. Entre los enfoques posibles, el desarrollo reciente de técnicas de modelado de ries- go podría utilizarse para estimar pérdidas probables y ayudar a establecer una estrategia de 275 Reducción de vulnerabilidades Cuadro 15.4. Viviendas localizadas en áreas de riesgo reducible y no reducible Viviendas Viviendas en Viviendas en localizadas cerca áreas de riesgo áreas de riesgo Región de fuentes de ríos reducible no reducible Total Porcentaje Atlántica 1.358.530 176.966 85.825 262.791 25,5 Oriental 1.182.475 162.657 13.034 175.691 17,0 Bogotá 1.807.312 122.720 5.746 128.466 12,4 Valle del Cauca 884.271 73.115 50.234 123.349 12,0 Central 936.045 102.507 19.762 122.269 11,8 Antioquia 1.086.418 47.778 52.984 100.762 9,8 Pacífica 316.347 43.913 46.169 90.082 8,7 Orinoco y Amazonas 122.796 21.514 5.070 26.584 2,6 San Andrés y Providencia 19.009 0 2.018 2.018 0,2 Total 7.713.203 751.170 280.842 1.032.012 100,0 Fuente: DANE (2003), cálculos del DNP y Dirección Políticas Urbanas y Ambientales. financiación dirigida a estabilizar las apropiaciones presupuestales, a la vez que se atiende la necesidad de inversiones en reducción de riesgos. Una combinación de asignaciones anuales, fondos de reserva, fondos de créditos contingentes y otros instrumentos financieros214 redu- cirían, en gran parte, la variabilidad de las apropiaciones presupuestales relacionadas con emergencias de desastres. El desarrollo de una estrategia integral de financiación es también esencial para la estabilidad fiscal del país. Aunque las políticas públicas sobre retención y transferencia de riesgo están todavía en su infancia, esfuerzos del Gobierno nacional y algunos locales, han llevado a una ampliación considerable del alcance del análisis de riesgo y al desarrollo de instrumentos que pueden utilizarse para proteger al Estado contra pérdidas resultantes de desastres naturales. La experiencia de agencias nacionales, así como de las de Bogotá y Manizales, incluye el uso de instrumentos de transferencia de riesgo para proteger la infraestructura pública y la promoción de seguros colectivos de activos privados. También se han utilizado mecanismos innovadores para subsidiar la cobertura de los estratos socioeconómicos más pobres.215 Aunque los esfuerzos han sido limitados hasta ahora para programas piloto, estos primeros ejemplos demuestran que el país se beneficiaría en gran medida de esfuerzos renovados para reducir y cubrir al menos parte de su exposición financiera. La extensión y la implementación completa de estos progra- mas requieren la participación comprometida del Ministerio de Hacienda y Crédito Público en el desarrollo de una estrategia efectiva de protección financiera, para los Gobiernos nacional y locales. 214 Dado que las catástrofes son eventos infrecuentes de alto impacto, hay una alta varianza de pérdidas extremas en las pérdidas esperadas. Esta "carga catastrófica" puede atenderse estableciendo reservas aparte (por lo menos tan altas como el PML), o estableciendo asignaciones anuales o fondos de créditos contingentes (otorgamiento de crédito si sucede algún evento prede- terminado) y otros medios como acudir a mercados financieros internacionales. 215 Consorcio Evaluación de Riesgos Naturales (ERN), Manizales (2005). 276 Reducción de vulnerabilidades a desastres para el desarrollo sostenible Recomendaciones de políticas De ocurrir un desastre mayor hoy en Colombia, tendría implicaciones fiscales significativas para el Estado, y presentaría serios obstáculos al crecimiento económico y la reducción de la pobreza. Al mismo tiempo, eventos más pequeños pero recurrentes tienen un efecto negativo marcado en el desarrollo local. Para reducir el impacto de eventos naturales adversos y aliviar la exposición fiscal, Colombia debe integrar el concepto de gestión de riesgo en su proceso de desarrollo. Para esto se necesita: · Actualizar la legislación para modernizar y fortalecer el marco institucional existente, con énfasis en reducción de riesgo como mandato fundamental del SNPAD. · Definir una estrategia de reducción de vulnerabilidad a desastres que fije prioridades y facilite la integración de la gestión de riesgos de desastres, en los procesos de planeación territorial. · Desarrollar una estrategia integral de financiación, incluyendo un programa mejorado de eva- luación de riesgos para guiar la implementación eficiente de las inversiones en reducción de riesgos, y permitir el desarrollo de mecanismos de seguro para cubrir activos privados y públicos y proteger el presupuesto nacional. Estas recomendaciones se han organizado en orden de implementación, principiando con las acciones más inmediatas que puede emprender la administración, y pasando a actividades con costos económicos y políticos potencialmente mayores: Actualizar la legislación para modernizar y fortalecer el marco institucional existente, con énfasis en reducción de riesgo como mandato fundamental del SNPAD. En esta actividad deben ir a la vanguardia el DPAD, el MHCP y el DNP . · Tan pronto como sea posible, fortalecer la capacidad del DPAD para llevar a cabo comple- tamente su función como coordinador del SNPAD. Esto requiere una revisión de su es- tructura organizativa y la estabilización de su presupuesto, inclusive apropiaciones predecibles al FNC.216 · Actualizar la legislación existente para promover un Sistema Nacional de Gestión de De- sastres, de acuerdo con las necesidades existentes, incluyendo la revisión, consulta públi- ca y proceso legal de dicha legislación. · Establecer un marco claro de responsabilidades que defina mejor el alcance y la forma de las intervenciones estatales en casos de desastre. Definir una estrategia de reducción de vulnerabilidad a desastres que fije prioridades y facilite la inte- gración de la gestión de riesgos de desastres en los procesos de planeación territorial, bajo la guía del MAVDT. 216 La formación de capacidades en agencias relacionadas será un complemento importante a un SNPAD fortalecido. Esfuerzos , iniciales en el DNP como la estrategia de fortalecimiento institucional financiada parcialmente por "The Andean Program for the Prevention and Mitigation of Disasters"/CAF, son un buen primer paso en la dirección correcta. 277 Reducción de vulnerabilidades Estimular la incorporación apropiada de gestión de riesgo en los planes de desarrollo munici- pales, regionales y nacional, con énfasis particular en planeación de uso de tierras en el ámbito municipal. · Establecer una lista de intervenciones de reducción de riesgo estratégica para la nación y financiar su implementación. · Definir políticas y mecanismos de ejecución para impedir el asentamiento de poblaciones en áreas de riesgo, incluyendo la definición de políticas de asentamiento en caso de riesgo de desastre natural, y la promoción de programas para evitar asentamientos en áreas de riesgo que han sido evacuadas.217 · Actualizar estándares de construcción y fortalecer el cumplimiento de esas regulaciones a fin de reducir la vulnerabilidad física. · Incorporar materias de gestión de riesgo en la educación pública y programas de infor- mación. · Incorporar la gestión de riesgo en la planeación sectorial y asegurar su estrategia de finan- ciación.218 · Fijar prioridades de asentamiento preventivo y tratamiento de áreas de riesgo, consisten- tes con una política de vivienda y servicios verdaderamente dirigidos a los más pobres de la sociedad. Desarrollar una estrategia integral de financiación, incluyendo un programa mejorado de evalua- ción de riesgos para guiar la implementación eficiente de las inversiones en reducción de ries- gos, y permitir el desarrollo de mecanismos de seguro para cubrir activos privados y públicos y proteger el presupuesto nacional.219 El DNP y el Ministerio de Hacienda y Crédito Público (MHCP) deben dirigir esta actividad. Continuar apoyando la implementación de una valoración detallada de pérdidas potenciales en las principales ciudades, para guiar actividades de reducción y apoyar el desarrollo de estra- tegias eficientes de transferencia de riesgos de desastre en áreas y sectores geográficos clave. El DNP lleva un año en el proceso de actualizar una base de datos sobre activos públicos y su vulnerabilidad a desastres naturales, y Manizales y Bogotá, entre otras ciudades, han prepara- do mapas de riesgo. Establecer un sistema financiero adecuado a las necesidades del SNPAD, que permita niveles estables de programas de inversión y reservas. El sistema debe permitir el uso de recursos, préstamos y otros mecanismos financieros disponibles. 217 La necesidad emergente para el reasentamiento de poblaciones en la proximidad del volcán Galeras puede ofrecer un piloto interesante para la definición de políticas de reasentamiento. El DNP ha empezado a preparar lineamientos para políticas de reasentamiento para el Galeras. 218 Ver Visión Colombia II centenario: 2019, p. 202. 219 El gobierno ha sido autorizado para solicitar dos préstamos al Banco Mundial para financiar parcialmente un programa de reducción de riesgo fiscal del gobierno nacional y el Distrito de Bogotá a desastres naturales (Conpes 3318 de 2004 para la nación y el Conpes 3398 de 2005 para el Distrito de Bogotá). 278 Reducción de vulnerabilidades a desastres para el desarrollo sostenible Establecer una estrategia de financiación de riesgos para proteger el presupuesto nacional con- tra shock de desastres, empleando los diversos instrumentos financieros disponibles en Colom- bia y en los mercados internacionales. La nación tiene un préstamo contingente de US$150 millones para cubrir la primera capa de riesgo, y actualmente estudia otros instrumentos, tales como bonos catastróficos y pólizas colectivas de seguro. Revisar la legislación sobre el seguro de activos públicos para mejorar las prácticas actuales y expandir el alcance. Estimular el uso de seguros para activos públicos y privados, entre otros medios, mediante el uso de mecanismos de seguros colectivos. 279 Reducción de vulnerabilidades Anexo 15.1. El caso de Manizales La Ciudad de Manizales, en la región cafetera de Colombia, ofrece un buen ejemplo de cómo una combinación de trabajo técnico y científico, la voluntad política y administrativa y la aceptación de una comunidad, pueden llevar a iniciativas exitosas. Por los últimos 30 años, la ciudad ha hecho fuertes inversiones en la ciencia y tecnología de reducción de riesgo de desastres. La administración ha esti- mulado la difusión de conocimiento sobre las causas y factores que contribuyen al riesgo y ha apoyado la participación de ciudadanos en los procesos de planeación. En adición, Manizales ha promovido el respeto por el ambiente y por las retadoras condiciones geográficas, topográficas y climáticas del muni- cipio. Este trabajo multidisciplinario e intersectorial ha contribuido a mejorar la calidad de vida, la reducción de la vulnerabilidad de las comunidades y la protección del desarrollo económico y social de la ciudad. Las políticas y las acciones de la administración local pueden clasificarse en cuatro categorías principales: i) identificación de riesgos, ii) reducción de riesgos, iii) respuesta y reconstrucción de desastres; y iv) transferencia de riesgos. La identificación de riesgo de desastres se ha caracterizado por los siguientes elementos: · Una red de acelerógrafos y estaciones pluviométricas que operan bajo un acuerdo interad- ministrativo con el Instituto Colombiano en Geología y Minería (Ingeominas) y la Universidad Nacional de Colombia, para monitorear los riesgos y alertar a la población en caso de emergencia. El Observatorio de Vulcanología y Sismología continuamente vigila los volcanes del área y la acti- vidad sísmica regional. · La ciudad apoya y fortalece el papel de la ciencia y la tecnología en la identificación y evaluación de peligros, vulnerabilidad y riesgos. Se ha comisionado la elaboración de mapas geológicos sobre procesos erosivos y áreas de riesgo y se utilizan para la planeación de uso de tierras. Las propues- tas para medidas sobre reducción de la vulnerabilidad estructural se han basado en estudios de peligros y riesgos. La microzonificación sísmica de la ciudad facilita a quienes diseñan edificios la aplicación eficiente del Código Sísmico. · El concepto de gestión de riesgo de desastres es parte de los programas sociales de la ciudad. Por ejemplo, el programa "Guardianas de la Ladera" incluye madres cabeza de familia en el manteni- miento de trabajos para la estabilidad de las pendientes, por lo cual se les paga. Esto promueve también el entrenamiento en gestión de riesgo dentro de la comunidad. · El concepto de riesgo de desastres se ha incorporado en la educación formal y se ha hecho trabajo continuo con los medios para difundir el mensaje. El programa escolar sobre prevención de desas- tres se incorpora en el plan de estudios de las escuelas de la ciudad. La reducción del riesgo, que básicamente corresponde a medidas de reducción y prevención ex ante y se vincula a la planeación del desarrollo, se ha caracterizado por los siguientes aspectos: · El municipio ha estado promoviendo la incorporación del riesgo en la planeación del uso de tierras de una manera ejemplar, aun antes de su introducción en el ámbito nacional, primero en sus pla- nes de desarrollo y más tarde en su planeación territorial. La ciudad ofrece evaluación ambiental a Corpocaldas, con el propósito de financiar la reducción permanente del riesgo y actividades de prevención de desastres. · Manizales cuenta con un Código de Construcción y Urbanización desde 1981, que incorpora re- quisitos de resistencia a terremotos, que fue el primer código de esta clase expedido en el país. 280 Reducción de vulnerabilidades a desastres para el desarrollo sostenible · Desde los años setenta, la municipalidad ha estado implementando un programa asiduo de estabi- lización de pendientes. La mayor parte de los trabajos se han implementado a través de Corpocaldas (antes Cramsa) y la Secretaría de Obras Públicas. · El municipio tiene un programa de inversiones en curso para el retroajuste de activos vulnerables y ha utilizado recursos de distintas fuentes para fortalecer activos fundamentales, como el Hospi- tal de Caldas, estaciones de bomberos, la sede de la Gobernación, varias escuelas, edificios univer- sitarios y hace poco la Basílica Catedral y el Teatro Los Fundadores. · Un gran número de proyectos de relocalización se han implementado, mediante programas asociativos para viviendas en áreas de riesgo no reducible. Las áreas liberadas resultantes de estos programas de reasignación se han recuperado y adaptado a nuevos usos con ayuda de la comuni- dad. La política de manejo de desastres, que corresponde a medidas ex post, tales como respuestas de emergencia, rehabilitación y reconstrucción, se ha caracterizado por lo siguiente: · La ciudad tiene un Plan de Emergencia Municipal (PEM) que dirige la respuesta en caso de crisis y define los procedimientos operativos y los mecanismos de coordinación, que facilitan la acción interinstitucional. · Periódicamente se efectúan ejercicios de simulación que incluyen a las agencias municipales en todos los niveles, así como oficinas locales de entidades nacionales. · La administración municipal fortalece y apoya agencias de rescate, mediante acuerdos interadmi- nistrativos que facilitan la respuesta a emergencias. · La ciudad tiene un procedimiento especializado para evaluación de daños en caso de terremoto, con el propósito de definir la habitabilidad y la reparabilidad en el menor tiempo posible. Tiene manuales específicos, formularios de evaluación y un sistema experto computarizado para la eva- luación de la seguridad de edificios. · Hay decretos administrativos predefinidos y adecuados para la demolición de edificios en peligro de derrumbe. · La ciudad apoya el alojamiento temporal de las personas afectadas, con anterioridad al desarrollo de programas de vivienda social que resultan de la reconstrucción después del desastre, o de relocalización de viviendas en áreas de alto riesgo. Finalmente, la cuarta política de la administración es la transferencia del riesgo de desastre, cuyo objetivo es proteger financieramente cuando se encuentre frente a pérdidas en sus edificios públicos y privados. Se ha caracterizado por los siguientes aspectos: · La microzonificación sísmica de la ciudad, de reciente actualización, se utiliza para optimizar las estrategias de protección financiera del municipio en caso de daño a sus edificios públicos, y para evaluar el riesgo de todos los edificios privados, con el propósito de seguro colectivo. · La ciudad cuenta con un mecanismo de seguro colectivo a través del impuesto predial. Este meca- nismo se ha estudiado recientemente, en forma cuidadosa, para mejorar su eficiencia y cobertura completa (mediante subsidios cruzados) de propiedades exentas de impuestos habitadas por la población más pobre de la ciudad. 281 Reducción de vulnerabilidades Las contribuciones tecnológicas más recientes en este campo han sido en dos aspectos: i) diseño e implementación de un programa de software para cálculo automático de la aceleración espectral para diseño sismorresistente, utilizado en conjunto con, ii) información geográfica de escenarios de riesgo sísmico de la ciudad para propósitos de seguro. Referencias Banco Interamericano de Desarrollo (BID). 2005. Disaster Deficit Index (DDI), from the Framework of Indicators of Disaster Risk and Risk Management Program for Latin America and the Caribbean. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Universidad Nacional de Colombia - Sede Manizales (UNC) e Instituto de Estudios Ambientales (IDEA). http://www.iadb.org/exr/disaster/ idea_ddi.pdf ------. 2005. Local Disaster Index (LDI), from the Framework of Indicators of Disaster Risk and Risk Management Program for Latin America and the Caribbean. Comisión Económica para América La- tina y el Caribe (Cepal), Universidad Nacional de Colombia - Sede Manizales (UNC) e Instituto de Estudios Ambientales (IDEA). http://www.iadb.org/exr/disaster/index.cfm?language=en&parid=1 Cardona, Omar D. y Gustavo Wilches-Chaux. 2004. Estudio sobre desastres ocurridos en Colombia: estimación de pérdidas y cuantificación de costos. Estudio comisionado por el Departamento Nacional de Planeación (DNP) y la Agencia Presidencial para la Acción Social y la Cooperación Internacional (ACCI), con asistencia del Banco Mundial. Cardona, O.D. y L.E. Yamín. 2005. Disaster Risk Information from the Pilot Case Study: National Study of Colom- bia. Comisión Económica para América Latina y el Caribe (Cepal) y Banco Interamericano de Desarro- llo. Cardona, O.D., Yamín, L.E. y Arámbula, S. 2005. "Definición de la responsabilidad del Estado, su exposi- ción ante desastres naturales y diseño de mecanismos para la cobertura de los riesgos residuales del estado". Consorcio Evaluación de Riesgos Naturales-ERN, Manizales. ------. 2005. "Estrategia para la protección financiera y la reducción del riesgo de los inmuebles públicos y privados de Manizales". Estudio hecho en el contexto del proyecto Definición de la responsabilidad del Estado, su exposición ante desastres naturales y diseño de mecanismos para la cobertura de los riesgos residuales del Estado. Consorcio Evaluación de Riesgos Naturales-ERN Manizales. ACCI, DNP y el Banco Mundial. Consejo Nacional de Política Económica y Social (Conpes) 3131. 2001. Plan de finalización de la reconstruc- ción del Eje Cafetero y cierre del Forec. República de Colombia. Departamento Nacional de Planeación. Estudio patrocinado por la Corporación Andina de Fomento (CAF). DANE (Departamento Nacional de Estadística) y ECV (Living standard measure survey). 2003. "Cálculos del DNP-Ddupa (Dirección de políticas urbanas y ambientales). Departamento Nacional de Planeación (DNP). 2005. Visión Colombia II centenario: 2019. DesInventar, base de datos, the Social Studies Network for Disaster Prevention in Latin America (La RED). Última actualización 2003. http://www.desinventar.org/desinventar.html Echeverri Garzón, Juan Carlos. 2002. Economía del Estado en situaciones de emergencia. Munich Re. Natural Hazards and Insurance. http://www.munichre.com/ Samad, Taimur. 2006. "Colombia's Urban Challenge: Improving Housing and Infrastructure Services for the Urban Poor". 282 Gestión de riesgos en Colombia 16. Gestión de riesgos en Colombia: situar a la gente en el centro del progreso reciente y enfrentar los desafíos emergentes220 La crisis económica de 1998-1999, la peor en más de 70 años, tuvo efectos fuertes y duraderos en la pobreza y el desempleo, e hizo que el gobierno de Colombia fuera bien consciente de la necesidad de desarrollar una estrategia de manejo de riesgos sociales para proteger a sus ciudadanos de las peores consecuencias de los riesgos de la salud en el trabajo, la indigencia en la vejez y la pobreza crónica. Desde 2002, el Ministerio de Protección Social (MPS) ha realizado significativo progreso en el desarrollo e institucionalización de un "Sistema de protección social" (SPS). A pesar del considerable progreso, el Gobierno se encuentra con una cantidad de retos en curso y emergentes para cumplir su agenda de manejo de riesgo social. En esta Nota de políticas se han identificado cuatro campos prioritarios de acción necesaria para cumplir ese objetivo: i) fortalecer la coherencia y eficiencia del sistema, ii) aumentar la cobertura de grupos desprotegidos, iii) responder a circunstancias económicas cambiantes; y iv) abordar los retos de finan- ciación de la protección social. También en esta Nota se identifican algunos desafíos institucionales básicos para la reforma y el fortalecimiento del SPS, y se esboza una posible agenda para los primeros 100 días del nuevo Gobierno. 220 Este capítulo fue escrito por Wendy Cunningham, con la colaboración de Andrew Mason. 283 Reducción de vulnerabilidades Introducción En esta Nota de políticas se procura llamar la atención del gobierno entrante sobre desafíos y acciones básicas, que pueden fortalecer su capacidad de apoyar y proteger a su población de riesgos socioeconómicos. La crisis económica de 1998-99, la peor en más de 70 años, tuvo efectos grandes y duraderos en la pobreza y el desempleo. El conteo de la pobreza, que estaba en el 50,9% en 1996, llegó al 57,5% en 1999 y al 57,8% en 2002, regresando a los niveles de antes de la crisis sólo en 2005. El desempleo que había promediado entre 10% y 11% de 1983 a 1995, llegó a un pico de 20% en 2000.221 La crisis también reveló vínculos malignos entre el sistema existente de seguridad so- cial y la condición del empleo, que dejó a las personas recién desempleadas sin protección en el momento en que más la necesitaban. Esto, a su vez, reveló tremendas brechas en la red de seguridad social del país y llevó a la creación de una Red de Apoyo Social (RAS) limitada. Más profundamente, la crisis reveló la necesidad de que el gobierno colombiano repensara su enfo- que de gestión del riesgo social. Tras la crisis, el Gobierno reconoció la necesidad de desarrollar un sistema de protección social coherente. Con ese fin, el Gobierno: · Identificó la estructura de un Sistema de Protección Social (SPS) consolidado, basado en un marco de gestión de riesgo social unificado (ver el recuadro 16.1). · Creó una sola entidad de protección social a partir de los ministerios de Salud y Trabajo. La nueva entidad consolidada, el Ministerio de Protección Social (MPS), establecido bajo la Ley 789 de 2002, es responsable del manejo y supervisión del nuevo SPS.222 Con base en este marco, el gobierno del Presidente Uribe ha emprendido varias medidas para reformar, reestructurar y fortalecer el SPS de Colombia. En adición al nuevo Ministerio de Protec- 221 Banco Mundial (2005b). Estas cifras de desempleo se refieren a los 13 municipios más grandes de Colombia. Para todo el país, las cifras son ligeramente inferiores. Pero el tamaño del impacto de la crisis y el largo período de recuperación a los niveles anterio- res a ella son muy similares, ya sea que se utilicen los datos de los mayores municipios o del total del país. 222 Conpes 3144 ("Creación de un sistema de gestión del riesgo social") y Conpes 3187 ("Desarrollo institucional del sistema de gestión del riesgo social y un fondo de protección social") fueron aprobados en la administración Pastrana (diciembre de 2001 y julio de 2002, respectivamente) e implementados en el gobierno de Uribe. 284 Gestión de riesgos en Colombia ción Social, que se organizó para atender mejor la naturaleza paralela y multisectorial del riesgo socioeconómico y la gestión del riesgo social,223 el Gobierno también ha trabajado para: i) mejo- rar la eficiencia y direccionamiento, y extender la cobertura de los principales programas de asistencia social del país; ii) fortalecer y extender la cobertura de programas de seguro social a trabajadores de fuera del sector normal del mercado laboral; y iii) fortalecer la gestión basada en resultados de la protección social mediante el control y la evaluación.224 Este SPS integral está en el corazón de la política social articulada en Colombia Visión II centenario: 2019,225 que busca reducir la pobreza y desigualdad y establecer las condiciones del desarrollo económico y equitativo e inclusivo. El SPS se enfoca, en particular, en fortalecer la protección contra los riesgos de desempleo y calamidades de salud; en proveer seguridad a los ancianos y en desarrollar el capital humano y destrezas en los pobres y vulnerables, para aumentar sus posibilidades de empleo.226 Los esfuerzos de la administración actual han empezado a dar fruto. Específicamente: · El desempleo cayó de su pico de 20% en 2000 a un 12% a fines de 2004, siendo una parte de la baja atribuible a las últimas reformas laborales (Banco Mundial 2005b). · Entre 2002 y 2004, la afiliación al sistema contributivo de seguros de salud creció en 13%, y la del sistema de riesgos profesionales en 16%. · Para 2004, el seguro de salud no contributivo (subsidiado) se había extendido a más de 16 millones de personas, aumentando de algo más de 10 millones en 2002. · De 2002 a 2004, más de 190.000 personas de la tercera edad por año (un 30% de la pobla- ción objetivo) recibió pensiones de asistencia social. · Los programas para reducir los riesgos de niños vulnerables de entre 0 y 7 años de edad aumentaron en forma significativa con Familias en acción (un millón de niños cubiertos), desayunos infantiles (también un millón) y algunos de alimentación escolar (2,7 millo- nes). · Se implementaron programas piloto para experimentar con nuevas formas de protección contra desempleo (seguro de desempleo), entrada suave al mercado laboral para trabaja- 223 Por ejemplo, cuando los ministerios de Trabajo y Salud eran entidades separadas, algunas muy buenas iniciativas del Ministerio de Salud, tales como el seguro de salud gratis para los pobres sin trabajo en el sector formal, realmente crearon desincentivos al comportamiento del mercado laboral preferido por el Ministerio de Trabajo: los trabajadores se rehusaron a puestos en el sector formal, pues ¡perderían su seguro de salud gratis! Al unir los dos ministerios, la gestión del riesgo, más que las responsabilidades institucionales, se convierte en el centro de la estrategia de protección social del país. 224 Vale la pena anotar que las acciones emprendidas por el gobierno actual de Colombia son consistentes con varias recomendacio- nes básicas preparadas por el Banco Mundial en su última compilación de Notas sobre políticas para Colombia: fundamentos económicos de la paz, que argumentaban por el establecimiento de un sistema nacional de gestión de riesgo social (Banco Mundial 2003). 225 Como se expresó en el documento: "Las soluciones a problemas sociales no son sólo técnicas o de recursos; más que eso, son políticas e institucionales. Más importante que la cantidad de recursos asignados a un objetivo es asegurar las normas, marcos reguladores, arreglos institucionales y obtener el consenso necesario para implementar políticas efectivas". 226 Presidencia, Planeta, DNP (2005). 285 Reducción de vulnerabilidades Recuadro 16.1. Gestión del riesgo social: marco para proteger el bienestar La gestión del riesgo social es el esfuerzo para limitar los factores que afectan negativamente el bienestar durante la duración de la vida de una persona y tiene dos objetivos primordiales: i) controlar la incidencia de impactos de ingreso negativos y ii) reacomodar el ingreso a través del tiempo para minimizar los impactos negativos de su pérdida. El marco tiene tres componentes básicos: Prevención del riesgo: medidas que limitan la ocurrencia de eventos negativos, tales como buenas políticas macroeconómicas (limitando el riesgo de crisis económicas), control de mosquitos (limi- tando el riesgo de malaria y dengue) y vías de calidad (limitando el riesgo de accidentes de trán- sito). Reducción del riesgo: medidas que limitan el impacto sobre el bienestar, tales como aumentar el acceso a la educación, capacitar a las personas para soportar mejor las crisis económicas; propor- cionar vacunación para limitar los efectos de una enfermedad, y exigir el uso de cinturones de seguridad, para reducir la probabilidad de heridas serias en un accidente de tráfico. Atención: medidas para compensar pérdidas de ingreso o consumo debidas a la ocurrencia de un evento negativo, tales como seguro de desempleo por pérdida de trabajo, transferencias de dine- ro a los ancianos que aportaron a sistemas de pensión y ahorros personales para pagar servicios de salud, en caso de herida o enfermedad. Tres actores contribuyen a la cartera de herramientas de gestión de riesgos: el individuo, a través de mecanismos privados, tales como redes familiares, ahorros, formación de capital humano; el mercado, a través de mecanismos de seguro e incentivos; y el Estado, a través de buenas políticas macroeconómicas, buenas regulaciones y su ejecución, seguro financiado con fondos públicos y asistencia social. Idealmente, los actores privados ­el individuo y el mercado­ gestionarían el riesgo, pero la reali- dad es que algunas decisiones individuales no son óptimas socialmente y que algunas herra- mientas de gestión de riesgos no pueden ofrecerse en forma privada, o por medio de mercados, de modo que el Estado juega un papel importante. Exactamente de quién es el riesgo que protege el Estado, qué elementos de la cartera de riesgo apoya el Estado, cómo se financia, y cómo logra el Estado este plan, se basan en una multitud de características específicas de cada país que cambian con el tiempo. Entre ellas están la existencia de mecanismos de atención privada, grado de pobre- za, naturaleza de los riesgos, salud de los mercados, situación financiera del sector público, expec- tativas de justicia social y capacidad del gobierno, para nombrar unas cuantas. Fuentes: Banco Mundial (2000), Becker y Erlich (1972), DNP (2002). dores de contratación difícil (obras públicas, programas de subsidio salarial, exención de impuesto, programas ampliados de aprendizaje), ofrecimiento de pagos regulares a fami- lias urbanas y desplazadas que envíen sus niños a la escuela y aseguramiento de servicios regulares de salud "Familias piloto". A pesar de estos avances, la reforma de la protección social en Colombia es una labor en progre- so y el nuevo gobierno encuentra cuatro conjuntos básicos de desafíos: · Fortalecer la coherencia y eficiencia del SPS emergente. · Aumentar la cobertura de programas, en especial entre los grupos más pobres y vulne- rables. 286 Gestión de riesgos en Colombia · Responder al entorno económico cambiante ­inclusive los cambios que pueda causar el próximo Tratado de Libre Comercio con Estados Unidos­, y a las nuevas necesidades de protección social que surgen como resultado de los cambios. · Financiar el SPS del país en forma apropiada y sostenible. En la siguiente sección se discuten estos problemas con más detalle. En la tercera, se examinan las implicaciones de políticas de estos problemas para el nuevo Gobierno y se resaltan varias prioridades a corto plazo que se pueden atender en los primeros 100 días. La Nota concluye con una breve discusión de desafíos potenciales de economía política incluidos en el fortalecimien- to del SPS. Un mensaje fundamental de esta Nota es que la nueva administración tiene la oportunidad de continuar con base en el considerable progreso hecho al establecer un sistema nacional de ges- tión de riesgo social, desde que se creó el MPS en 2002, pero que el progreso adicional depende- rá también de atender los problemas emergentes en la protección social y en su financiación. Desafíos en curso y emergentes Fortalecer la coherencia y eficiencia del SPS. En el Ministerio de Protección Social hay esfuerzos en curso para refinar y hacer operativa la visión de Colombia de la protección social, por medio , de una agenda de estudios, debates y discusiones de políticas. El DNP a través de la "Misión para el diseño de una estrategia de reducción de la pobreza y la desigualdad" (MERPD) tam- bién emprende un ejercicio de estrategia de enfoque al futuro. No obstante, se requiere trabajo adicional para asegurar el desarrollo de una visión a largo plazo, coherente para la protección social y una estrategia clara para lograrla. Algunos elementos de la visión de Colombia son claros ­por ejemplo, su compromiso con la cobertura universal en salud­, pero a otros aspectos les falta una definición más completa. En- tre otras cosas, será importante: · Definir mejor el papel de enfoques universales contra dirigidos para ofrecer protección social.227 · Clarificar los beneficios, costos y factibilidad de establecer un sistema unificado de protec- ción social contra simplemente fortalecer la coordinación entre los sectores, y entre una multiplicidad de programas existentes diseñados en forma distinta.228 · Analizar cómo desarrollar conjuntos compatibles de incentivos a través de diferentes pro- gramas dentro de un solo sector (p. ej., regímenes de pensiones contributivos contra no contributivos, seguros de salud contributivos contra subsidiados). 227 Un enfoque "universal" ofrece las mismas herramientas de gestión de riesgos a todos, con independencia de sus necesidades o capacidad de pago. Un enfoque "dirigido" sólo se ofrece a quienes cumplen ciertos criterios de direccionamiento. 228 Un sistema unificado tiene en cuenta los incentivos y resultados de cada pieza del rompecabezas de la protección social y se asegura de que sean complementarias, en oposición a un sistema que permite que existan estas diferencias, pero suaviza las tensiones entre ellas. 287 Reducción de vulnerabilidades La forma como se diseñen los incentivos es de particular importancia para asegurar que el SPS no contribuya a informalizar el mercado laboral, lo que constituye una fuente de preocupación para varios países de la región latinoamericana. Una vez se han desarrollado una visión y estrategia coherentes, Colombia se enfrentará al desa- fío creciente de clarificar la estructura institucional de su estrategia de protección social. Mu- chas agencias y programas todavía operan independientemente del Ministerio de Protección Social, dejando espacio para un rango de ineficiencias, sea en forma de brechas de cobertura o de duplicación de esfuerzos. Las relaciones y la división de responsabilidades entre el MPS y las entidades básicas de protección social que están bajo sus auspicios, como el SENA, el ICBF y las Cajas de Compensación Familiar (CCF) no son claras. Estas entidades son también responsa- bles de políticas y/o regulaciones en sus sectores respectivos y también de implementación, lo que crea ineficiencias operativas y, quizá, conflictos de intereses. La falta de coordinación institucional es particularmente aguda en el caso de los programas de asistencia social. Mientras el MPS es responsable de definir el SPS y gestionar su implementación (junto con el DNP), la rama de acción social de la Presidencia, Acción Social-Presidencia de la República, está al mismo tiempo, desarrollando independientemente un programa fuerte y efectivo de asistencia social. Originalmente, Acción Social incluía a la Ras229 de emergencia y los programas complejos de asistencia social para las poblaciones desplazadas, pero en vista de que estos programas se hicieron permanentes, la división de responsabilidades entre el MPS y Ac- ción Social es borrosa. Esto es particularmente válido a la luz de recientes discusiones para crear en Acción Social un proceso, llamado Colombia solidaria, por medio del cual equipos de trabaja- dores sociales guiarán a las familias pobres y vulnerables, mediante asistencia social y progra- mas de seguro social, hasta que puedan tener acceso a la cartera de protección social de la población general.230 Relacionado con este esfuerzo, el popular y exitoso programa Familias en acción, el único sobre- viviente de la Ras, se ha visualizado, en Visión 2019, como un programa permanente para com- batir la pobreza estructural. Sin embargo, no es claro cómo entrará en el SPS, en particular porque otros programas tienen encargos similares sobre pobreza estructural. Por último, aumentar la coherencia y eficiencia del SPS requerirá un enfoque más sistemático de gestión basada en resultados del sector, incluyendo el control consistente de los resultados de los programas y evaluaciones de impacto de las intervenciones de protección social. Como parte de su compromiso con la gestión basada en resultados, el gobierno ha empezado a forta- lecer su capacidad de monitoreo y evaluación en los sectores sociales. Esto, a su vez, ha llevado a una evaluación rigurosa de impacto de su programa de transferencias condicionales de dine- ro, Familias en acción, y de un programa reciente de generación de empleo, Empleo en acción, como también a evaluaciones menores de programas del SENA y del ICBF, entre otros. La ma- yor parte de estos esfuerzos se han emprendido con base más o menos ad hoc, aunque están en 229 La Ras se creó rápidamente en 2001 para ofrecer asistencia temporal a la población más afectada por la crisis de 1998-1999. La Presidencia era el hogar ideal para este programa de red de seguridad de emergencia, que estaba cubierto por el mandato social de la Presidencia y podía soslayar los procesos burocráticos de los ministerios. 230 Este programa sería similar al programa Chile solidario, que ha estado en operación por varios años. 288 Gestión de riesgos en Colombia marcha esfuerzos para desarrollar un enfoque más sistemático de monitoreo y evaluación de programas y entidades (con apoyo del Banco Mundial). El próximo paso será fortalecer los enlaces entre los datos de control, los resultados de las evaluaciones y el diseño de las políticas. Aumentar la cobertura. Quedan también problemas en cuanto a extender la protección social a grupos no protegidos, y cerrar brechas significativas en la cobertura en muchas áreas de riesgo. Por ejemplo: · Alrededor del 36% de la población aún carece de seguro de salud, sea del régimen contri- butivo o del subsidiado. · La mayor parte de los trabajadores del sector informal ­cerca del 55% de la fuerza laboral colombiana­ no tienen seguro de riesgos profesionales. · El programa de subsidio de desempleo es un programa con direccionamiento deficiente y pequeño que sólo llega a 100.000 personas (que pueden o no estar desempleadas) cada año. · En 2005, alrededor del 57% de la población económicamente activa estaba cubierta con los viejos esquemas RPM Paygo o con el nuevo RAI, aunque sólo el 27% de los trabajado- res hace contribuye regularmente.231 · El apoyo para los de tercera edad en extrema pobreza, si bien ha aumentado, llega sola- mente al 30% de la población objetivo. · La cobertura de asistencia social y los esfuerzos para invertir en el desarrollo humano de los pobres, en particular a los de 0 a 7 años de edad y grupos objetivo especiales (jóvenes, indígenas y afrocolombianos, discapacitados) también siguen bajos. · Aunque aproximadamente dos millones de personas han sido desplazadas de sus hoga- res, pocas se benefician de los muchos programas diseñados para ayudarlas a integrarse a las nuevas comunidades, o regresar a sus hogares.232 Estas brechas de cobertura son mayores entre los grupos más pobres y más vulnerables. Por ejemplo, la afiliación a cobertura de salud se estima en el 83,6% para el 20% más rico de la población, pero sólo en 47,7% para el 20% más pobre.233 Las decisiones pertinentes a la extensión de cobertura (esto es, universal contra dirigida) y a los riesgos dependerán en algún grado, de la visión y la estrategia a largo plazo del nuevo Gobier- no para el SPS. Dependerá también de la situación fiscal del país y de elecciones sobre la finan- ciación de las distintas formas de protección social (ver más adelante). 231 Castañeda (2005). 232 La Constitución garantiza asistencia oficial a esta población, de manera que se pueda reintegrar a la sociedad. Acción Social opera varios programas con este fin, pero debido a las dificultades de identificar a la población elegible, su frecuente relocalización, y su preocupación por estar identificados y registrados, estos programas están subutilizados. 233 Núñez y Cuesta (2006). 289 Reducción de vulnerabilidades Responder a un entorno económico variable y a los cambios en las necesidades de protección social. La respuesta a un entorno económico variable, y a cambios en las necesidades de protección social, representa un tercer conjunto de desafíos para el nuevo Gobierno frente a la protección social. Un ejemplo importante del cambio en el entorno económico es el próximo TLC entre Colombia y los Estados Unidos. Al analizar los impactos en el bienestar esperado a corto y largo plazo del TLC, el último Country Economic Memorandum for Colombia234 encontró que aunque se espera que la mayoría de los colombianos experimenten ganancias en bienestar por la liberación, hasta un 38,8% de todos los hogares y 41,5% de los rurales pueden sufrir impactos adversos por los cambios en los precios agrícolas (el efecto neto de los beneficios de consumo y las pérdidas de producción). Aunque se espera que el tamaño promedio de las pérdidas para los hogares afectados adversamente sea pequeño ­bien por debajo del 1% del ingreso per cápita de los hogares­, el análisis indica que algunas de las familias rurales más pobres puede experimentar impactos económicamente significativos (más del 3% al 4% del ingreso per cápita y más del 10% del ingreso per cápita entre los peor afectados en áreas rurales), al menos en el corto plazo. En este contexto, debe garantizarse alguna clase de intervención neta de seguridad y/o asisten- cia de ajuste comercial. Las cuestiones sobre los impactos del TLC y las respuestas de políticas apropiadas hacen parte de cuestiones más amplias sobre el mercado laboral de Colombia, y en particular sobre la natu- raleza variable del empleo. Una cuestión esencial se refiere hasta qué grado es el desempleo predominantemente estructural o cíclico, y qué instrumentos de política o programáticos de- ben emplearse para proteger a los trabajadores de la pérdida de ingresos a causa del desempleo. Los desempleos estructural y cíclico requieren distintas respuestas de políticas: el desempleo estructural refleja disparidades entre las destrezas de las personas y la demanda por trabajo en la economía, y requiere esfuerzos para fortalecer y quizá reorientar las destrezas de trabajo de la gente. Por otro lado, el desempleo cíclico típicamente requiere apoyo de ingresos temporal ­sea en forma de seguro de desempleo o programas de trabajo­, junto con apoyo para localizar y/o hacer la transición a un nuevo trabajo. El Gobierno reconoce la necesidad de fortalecer la pro- tección contra los riesgos de desempleo, pero sigue siendo un problema clarificar cuáles son los instrumentos más apropiados y efectivos para atender estos riesgos en un entorno económico en evolución, que al mismo tiempo minimicen incentivos adversos para el mercado laboral. En adición a estos problemas, el país continúa con alto riesgo de otros shocks económicos, de salud o de desastres naturales. La experiencia de 1998-1999 mostró el valor de contar con una red de seguridad, que pueda aparecer en tiempo de crisis y el desarrollo de dicho programa, fue una recomendación básica de la Nota de políticas de protección social del Banco para el nuevo go- bierno de Uribe, y también tema de mucha discusión al principio de él. Aunque el tema ya no es prioritario por el fuerte crecimiento económico del país, shocks negativos volverán a ocurrir, y así es necesario construir componentes del SPS en el SPS para ayudar a la gente a sortear la próxima crisis. Atender los retos financieros. Los datos sugieren que el gasto general en protección social en Colombia ­salvo el de salud pública­ no es alto comparado con los estándares de América Latina, y que el de asistencia social es bajo con respecto al de otros países de la región. No 234 Banco Mundial (2005a). 290 Gestión de riesgos en Colombia obstante, en el entorno colombiano de restricción fiscal, el nuevo Gobierno encontrará un cuarto conjunto importante de retos, que es el de cómo financiar un mayor SPS. Sobresalen varios temas: · Primero, varios de los beneficios de la protección social existente se financian mediante impuestos a la nómina laboral, inclusive los seguros de salud, riesgos profesionales, pen- siones y una variedad de otros servicios relacionados con la protección social, tales como capacitación (a través del SENA), bienestar infantil y familiar (a través del ICBF) y activi- dades de recreación (a través de las CCF). Según un estudio reciente del Banco Mundial sobre el mercado laboral colombiano, los impuestos a la nómina, en un 35% a 36%, son ya altos según los estándares regionales.235 · Segundo, muchos impuestos existentes, como los de CCF, ICBF y SENA, se asignan específi- camente a entidades, pero no a programas particulares de protección social.236 Pero sigue pendiente la cuestión de si eso constituye la mezcla correcta de programas y beneficios de protección social. De hecho, la evidencia de otros países sugiere que los empleados no siempre valoran los beneficios ordenados como parte del sistema de seguridad social del país. Esto, a su vez, arroja dudas sobre el uso eficiente del monto actual de recursos recau- dados bajo el paraguas de la protección social. · Tercero, sigue habiendo preocupaciones sobre la sostenibilidad fiscal de los programas de pensiones de Colombia. En un esfuerzo para contener el gasto incontrolable del viejo, aunque ya reformado, sistema RPM Paygo, el Congreso de Colombia sancionó tres leyes de reforma entre 2003 y 2005.237 En 2005, se esperaba que el gasto de pensiones llegara al 6% del PIB y a un 39% de los ingresos corrientes del gobierno. Las reformas han constitui- do un paso adelante para reducir los pasivos de pensiones a largo plazo, con la elimina- ción de regímenes especiales y la mesada 14 para trabajadores de altos salarios; aumentar el número de semanas de cotización para calificar al beneficio de pensión;238 establecer un tope a la cantidad de la pensión, etc. (La mayor parte de estos se inician en 2011). Sin embargo, se espera que el déficit operativo del sistema RPM y otros regímenes de pensio- nes públicas sigan en un 4% a 5% del PIB en los próximos 20 años. Esta discusión sólo se refiere a la financiación de programas de protección social actualmente disponibles para trabajadores del sector formal con un contrato laboral. Un reto separado, pero de igual importancia, es el de encontrar el espacio fiscal para expandir la cobertura de progra- 235 Se distribuyen así: la reforma de seguridad social de 1993 fijó las contribuciones para salud en 12% de los ingresos y las de pensiones en 13,5% (14,5% para los que ganan más), aunque la reforma de pensiones de 2002 las aumentó en un 2% adicional. Las contribuciones obligatorias a las CCF constituyen otro 9%. Los costos totales no salariales de empleo, incluyendo las cesantías (cuentas individuales financiadas por el empleador en la cantidad de un salario mensual por año, que actúa como una especie de seguro de desempleo), vacaciones pagadas, bonos obligatorios y contribuciones de cesantías, son aún más altas, llegando a cerca de 60% en 2004 (Banco Mundial 2005b). 236 Las CCF reciben 4% de la nómina para gastos de servicios de empleados (del sector formal) y sus familias, quienes pagan a su CCF elegida (hay 52 en el país). Los servicios van desde programas de transferencias condicionales de dinero a instalaciones recreativas y supermercados subsidiados. El SENA recibe el 3% de la nómina para financiar programas de capacitación, inves- tigación y desarrollo, aprendizaje, desarrollo de microempresas, entre otros servicios, que están abiertos a todos los colombia- nos, contribuyan o no al sistema. El ICBF recibe un presupuesto del 2% de la nómina para financiar asistencia social a segmentos vulnerables de la población ­niños, ancianos y jóvenes, entre otros­ que pueden o no contribuir al fondo. 237 Éstas fueron la Ley 797 de 2002, la Ley 860 de 2003 y una reforma constitucional, el Acto Legislativo 01 de julio de 2005. 238 Acosta (2005), citado en Castañeda (2005). 291 Reducción de vulnerabilidades mas de asistencia social para protección contra shocks de corto plazo y pobreza a largo plazo, y vulnerabilidad. Recomendaciones de políticas Los cuatro conjuntos de problemas descritos ayudan a enmarcar una agenda de políticas con vista al futuro para fortalecer el SPS de Colombia. Las acciones prioritarias deben atender cada uno de estos problemas, según se indica adelante. Fortalecer la coherencia y la eficiencia del sistema. Fortalecer la coherencia y la eficiencia del SPS será importante para su efectividad y sostenibilidad financiera. En este aspecto, será im- portante: Desarrollar aún más y refinar la visión y la estrategia del SPS, clarificando: · La función y extensión de los mecanismos de atención, a nivel individual y del mercado. · La necesidad de un enfoque universal o dirigido en la gestión del riesgo, que puede ser distinto por sector o programa. · La necesidad de un sistema unificado o heterogéneo, con base en lo que funcione en el sistema actual y dadas las consideraciones de economía política. · Una visión integrada para ofrecer asistencia social, en particular para apoyar a los grupos vulnerables (por ejemplo, personas desplazadas) y el alcance para expandir operaciones en áreas urbanas y rurales. Clarificar la institucionalidad del SPS, incluyendo relaciones entre entidades, responsabilidad por el diseño de políticas e implementación de programas, y la coordinación de programas: · Bajo la esfera del MPS, y · Otras instituciones que forman parte del SPS, en particular Acción Social, con sus progra- mas para desplazados y Familias en acción. Desarrollar herramientas para la gestión basada en resultados y un enfoque más sistemático del monitoreo y evaluación dentro del sector de protección social, para habilitar la identificación de programas efectivos y modelos de prestación de servicios, facilitar la reforma de programas ineficaces y mejorar la supervisión social y la transparencia de los programas. Los esfuerzos para clarificar la visión, la estrategia y la institucionalidad del sector de protección social e identificar modelos efectivos de prestación de servicios serán de particular importancia, en el corto plazo, en el contexto de desarrollar el modelo de Colombia solidaria y formar progra- mas piloto. Aumentar la cobertura. Dada la exposición de la gente a distintos tipos de riesgo, tales como los de salud, ocupacionales, indigencia en la tercera edad, pobreza a largo plazo por falta de capital 292 Gestión de riesgos en Colombia humano, y la cobertura limitada de los programas existentes, ésta debe expandirse a individuos y familias que carecen de protección social adecuada. Esto requerirá no sólo una definición más clara de cuándo se deben emplear programas dirigidos y cuándo universales, sino también mecanismos para asegurar que la mayor cobertura no cree incentivos de informalización del mercado laboral. En este contexto, será importante: · Mejorar la información sobre quiénes están cubiertos y por cuáles programas, mediante la implementación completa del Registro Único de Afiliados, RUAF, de Colombia. · Asegurar, como parte del diseño de programas de seguridad social expandidos, que: ­ Existan mecanismos para facilitar la movilidad de trabajos entre sectores y entre regí- menes y programas de protección social. ­ Las estructuras de beneficio de los programas no estimulen el movimiento a gran esca- la fuera del sector formal al sector informal. ­ Iniciar estudios para comprender las razones de que los individuos no participen en los programas existentes de protección social, e identificar mecanismos para facilitar su participación. Será importante asegurar que los programas estén bien dirigidos a las familias más pobres, los desplazados y otros que carecen de acceso a mecanismos privados de gestión de riesgos, y disponer de mecanismos para identificar a quienes no estén atendidos por los mecanismos estándar. Responder al entorno económico variable. Mirando hacia delante, la efectividad del sistema de protección social de Colombia dependerá no sólo de mayor cobertura y de instrumentos efecti- vos de gestión de riesgo, sino también de anticipar necesidades futuras en el contexto de una economía nacional e internacional dinámica. Sobre esto, será importante para el nuevo Gobier- no profundizar el análisis existente y el entendimiento de: · Los impactos probables sociales y sobre la pobreza del TLC. · El grado al cual el desempleo es predominantemente estructural o cíclico. · Los tipos de red de seguridad, seguro y mecanismos de asistencia necesarios para ayudar a la gente a enfrentar los efectos negativos de una crisis. Teniendo presentes las lecciones de la crisis de 1998-1999 y el posterior desarrollo de los instru- mentos de gestión de riesgos, sería también útil para la nueva administración considerar cómo disponer la capacidad de financiación contracíclica efectiva de redes de seguridad, e identificar programas que puedan aumentarse progresivamente en forma rápida en el evento de un shock agregado o una crisis económica. Atender los problemas financieros. La capacidad del Gobierno para implementar un SPS, cohe- rente y efectivo a largo plazo, dependerá de su habilidad para desarrollar mecanismos sostenibles de financiación. Mientras más ambiciosa sea la agenda de políticas de protección social, mayo- 293 Reducción de vulnerabilidades res serán los costos fiscales; por eso, cualquier ejercicio de visión y estrategia debe incluir un ejercicio de costos. Dado que los impuestos a la nómina ya son altos por estándares internacio- nales, y así es probable que creen desincentivos al empleo en el sector formal, será importante no aumentar esos impuestos como medio para fortalecer y expandir el sistema. En su lugar, debe darse la primera prioridad a identificar formas de gastar con más eficiencia los recursos ac- tuales. Algunas formas promisorias incluyen: · Mejores sistemas reinformación, como el RUAF. · Mejor direccionamiento de programas de asistencia social, a través del Sisbén.239 · Valoración de los costos y beneficios de los programas financiados con impuestos asigna- dos a entidades sociales específicas, incluyendo una evaluación de demanda de trabaja- dores para el paquete existente de programas de protección social. · Uso del nuevo Sistema de Pago Único Electrónico, SPUE, para lograr recaudo más eficien- te y efectivo de los impuestos a la nómina existentes. Una vez se haya logrado progreso en mejorar la eficiencia del gasto en protección social, deben emprenderse un análisis y un diálogo sobre políticas para identificar fuentes adicionales poten- ciales de financiación del SPS, y mecanismos de financiación contracíclica. Prioridades a corto plazo: agenda propuesta para los primeros 100 días del nuevo Gobierno Las direcciones de políticas esbozadas presentan una agenda ambiciosa para fortalecer un siste- ma nacional ­igualmente ambicioso e importante­ de gestión de riesgo social, que servirá para apoyar y proteger a los colombianos de los efectos perjudiciales de una variedad de riesgos. Para que sea efectivo, se recomienda que la administración fije las prioridades y la secuencia de las acciones propuestas, como sigue: · Refinar y clarificar su visión y estrategia a largo plazo para el SPS, como se presentó en un documento aprobado del Conpes.240 · Clarificar la institucionalidad del sistema, en particular en términos de relaciones, funcio- nes y coordinación entre las entidades y programas aprobados por el Conpes. · Acelerar la implementación de los sistemas de información RUAF y SPUE para mejorar la eficiencia de cobertura y de recaudo de ingresos. 239 El Sisbén (Sistema de Selección de Beneficiarios) es un sistema delegado de clasificación comprobado para identificar la condi- ción de pobreza de cada familia de la población. Se desarrolló para mejorar el direccionamiento de los programas sociales. El primer Sisbén se creó a mediados de los años noventa, pero no se actualizó lo bastante, lo que llevó a un proceso en 2005 que refinó la fórmula para determinar la puntuación de Sisbén de una familia y la aplicación de la nueva fórmula. Desde que se recolectó el nuevo Sisbén, ha habido un debate continuo sobre si se trata de un medio delegado adecuado para identificar beneficiarios de programas. Este debate deberá resolverse antes de la aplicación completa del nuevo sistema. 240 Esta acción se basa necesariamente en los conceptos definidos en los documentos 3144 y 3187 del Conpes, en que se propuso por primera vez este sistema. 294 Gestión de riesgos en Colombia · Emprender análisis adicionales en varias áreas en que es importante un conocimiento más profundo para impulsar la agenda de protección social a corto plazo, específicamente con respecto a: ­ Los impactos esperados sobre la pobreza y el bienestar del TLC y las intervenciones con mayor probabilidad de apoyo y protección, para los afectados adversamente por el tratado. ­ La naturaleza del riesgo de desempleo (estructural o cíclica) para fijar prioridad a las clases de instrumentos requeridos para atender este problema. ­ Los ahorros fiscales probables que se obtendrán de la mejor coordinación dentro del SPS y la consolidación de programas duplicativos. ­ Los costos fiscales probables y opciones de financiación disponibles para extender la cobertura de varios riesgos básicos, inclusive desempleo, salud y asistencia social. ­ Las resultados de programas piloto que se implementaron en el período 2002-2006, incluso el programa de aprendizaje de jóvenes, la expansión de modalidades de apren- dizaje del SENA, los planes piloto de Familias en acción en áreas urbanas y para despla- zados, y el plan piloto de subsidio de desempleo. Un breve comentario sobre la economía política de la reforma. Los desafíos centrales de economía política, para fortalecer el SPS, reflejan la naturaleza multisectorial y multiinstitucional del sec- tor. Para seguir adelante en forma productiva y sostenible, será importante desarrollar un con- senso sobre la visión y parámetros institucionales del SPS entre el MPS, el DNP y otros ministerios clave (como el de Educación). Además, como gran parte de la agenda de asistencia social se implementa fuera del MPS en agencias autónomas o semiautónomas, será importante lograr consenso para desarrollar más y reformar el SPS con actores clave en esas agencias también. Y, finalmente, el mayor progreso en pensiones, desde una perspectiva de protección (esto es, ga- rantizar seguridad de vejez más amplia para los pobres) requerirá diálogo efectivo entre el MPS y el Ministerio de Hacienda, entre otras cosas, sobre el tema de la sostenibilidad financiera. Referencias Acosta, Olga Lucía. 2005. "Incidencia económica de la deuda pensional", presentado en el Encuentro Hacienda Pública y Derecho Tributario, Bogotá, Colombia. Banco Mundial. 2003. Colombia: fundamentos económicos de la paz. Marcelo M. Giugale, Olivier Lafourcade, y Connie Luff, eds. Washington, D.C. Bogotá: Banco Mundial y Alfaomega. ------. 2005a. Colombia Country Economic Memorandum: The Foundations for Competitiveness. Informe No. 32035-CO. Poverty Reduction and Economic Management Sector Unit, Colombia and Mexico Country Department, Latin America and the Caribbean Region, Washington, D.C. ------. 2005b. Colombia Labor Market Adjustment, Reform and Productivity: What Are the Factors that Matter? Informe No. 32068-CO, Issues and Policy Brief (Vol. 1 de 2). Colombia and Mexico Country Management Unit, Poverty Reduction and Economic Management Sector Unit, Latin America and the Caribbean Region. 295 Reducción de vulnerabilidades Castañeda, Tarsicio. 2005. "Social Protection in Colombia: Recent Advances and Issues for the Future". Borrador. Banco Mundial, LCSHS, Washington, D.C. Núñez Méndez, Jairo y Laura Cuesta. 2006. "Diseño del sistema de protección social. Misión para el dise- ño de una estrategia para la reducción de la pobreza y la desigualdad". Borrador. Bogotá, Colombia. Presidencia, Planeta, Departamento Nacional de Planeación. 2005. Visión Colombia II centenario: 2019, Pro- puesta para discusión, 2a. edición. Bogotá, Colombia. 296