© 2017 The World Bank 1818 H Street NW, Washington DC 20433 Telephone: 202-473-1000; Internet: www.worldbank.org Se reservan algunos derechos. El presente trabajo es un producto del equipo del Banco Mundial. Los hallazgos, las interpretaciones y conclusiones que se expresan en este trabajo no reflejan necesariamente la opinión de los Directores Ejecutivos del Banco Mundial ni de los gobiernos que representan. El Banco Mundial no garantiza la exactitud de los datos incluidos en este trabajo. Los límites, colores, denominaciones y demás información que aparezca en cualquier mapa de este trabajo no implican ningún juicio de parte del Banco Mundial en lo concerniente al estado legal de ningún territorio ni el aval ni la aceptación de dichos límites. Derechos y permisos El material del presente trabajo está sujeto a derechos de autor. Debido a que el Banco Mundial alienta la difusión de su conocimiento, este trabajo puede reproducirse, en todo o en parte, para fines no comerciales, mientras se cite la atribución completa del presente. Atribución: Cítese el trabajo de la siguiente manera: “Banco Mundial. 2018, Paraguay. Revisión del gasto público en los sectores sociales. Capítulo III: Salud. © World Bank.” Todas las consultas sobre derechos y licencias, inclusive derechos subsidiarios, deben dirigirse a World Bank Publications, The World Bank Group, 1818 H Street NW, Washington, DC 20433, EE. UU.; fax 202-522-2625; e-mail: pubrights@worldbank.org. Reconocimientos La revisión del gasto público en Paraguay en los sectores de desarrollo humano y gestión fiscal (P164146) fue preparada por un equipo liderado por Matteo Morgandi y Ruslan Piontkivsky, e integrado por Aakash Mohpal, Tamoya Christie, Alexandre De Oliveira, Rovane Schwengber y Monica Yanez-Pagans. Juan Bedoya, Cristina San Román y Santiago Barreto brindaron asistencia analítica y de investigación a lo largo del informe. Elena Tarditi llevó a cabo la recopilación de datos a partir de fuentes institucionales. Capítulo I: Gestión fiscal, masa salarial y gastos de contratación pública Ruslan Piontkivsky, Tamoya Christie y Alexandre De Oliveira Capítulo II: Gastos en educación Monica Yanez, Juan Bedoya y Dalila Zarza Capítulo III: Gastos en salud Aakash Mohpal Capítulo IV: Gastos en asistencia social Matteo Morgandi, Rovane Schwengber, Juan Bedoya y Cristina San Román El equipo agradece a los ministerios, secretarías e instituciones públicas por su cooperación con este trabajo analítico, facilitando el acceso a datos y por el intercambio de opiniones constructivas en distintas etapas del proceso. Nuestro reconocimiento al Ministerio de Hacienda, Ministerio de Educación y Ciencias, Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, al Instituto de Previsión Social, a la Secretaria Técnica de Planificación, al Ministerio de Desarrollo Social, a la Unidad Técnica del Gabinete Social y a la Secretaría de la Niñez y Adolescencia. El equipo agradece los numerosos comentarios recibidos de parte de los revisores colegas Kathy Lindert, Karlis Smiths, Pedro Infantes, Ronald Suarez, Rita Almeida, Roberto Iunes; al equipo de gerencia regional integrado por Jesko Hentschel, Celia Ortega, Pablo Gottret, Pablo Saavedra, Rafael Rofman, Emily Sinnott, Daniel Dulitzky, y Reema Nayar. Contenidos Reconocimientos .............................................................................................................. 3 Lista de Figuras y Tablas ................................................................................................... 5 I. Introducción .............................................................................................................. 6 Utilización y Resultados de Salud ................................................................................................................. 6 La Estructura del Sistema de Salud .............................................................................................................. 12 II. Datos y Metodología................................................................................................ 13 III. Movilización de Recursos Públicos y Fuentes de Financiación ................................... 14 IV. Gastos de Salud: Niveles, Composición y Asignación ................................................. 15 Gasto Público en Salud ................................................................................................................................ 16 Gasto público en Salud por Categoría .......................................................................................................... 20 La Distribución del Gasto Público en Salud ................................................................................................ 23 Gastos Privados............................................................................................................................................ 25 V. Eficiencia y Equidad de Gastos ................................................................................. 27 Eficiencia ..................................................................................................................................................... 27 Equidad ........................................................................................................................................................ 32 VI. Desafíos Actuales y Emergentes en el Sector de Salud .............................................. 35 VII. Conclusiones y recomendaciones ............................................................................. 36 Resumen de Hallazgos Clave ....................................................................................................................... 36 Alternativas de Política ................................................................................................................................ 36 Referencias .................................................................................................................... 40 Anexo 1: Notas metodológicas para el Capítulo de Salud ................................................ 42 Anexo 2: Descripción de la metodología de Análisis de Datos Envolvente (DEA por sus siglas en inglés) ........................................................................................................ 44 Lista de Figuras y Tablas Figura 1: Utilización de Servicios de Atención de Salud en Paraguay __________________________________ 7 Figura 2: Razones para no recurrir a Atención de Salud en Paraguay _________________________________ 7 Figura 3: Utilización de Atención de Salud por Sector en Paraguay ___________________________________ 7 Figura 4: Cobertura de Seguro de Salud en Paraguay ______________________________________________ 7 Figura 5: Resultados de Salud en Paraguay y países de ALC a lo largo del Tiempo _______________________ 9 Figura 6: Tasa de Mortalidad Maternal por Región, 2016 __________________________________________ 10 Figura 7: Tasa de Mortalidad de Menores de 5 años por Región, 2016 _______________________________ 10 Figura 8: Prevalencia de Desnutrición (Altura para la Edad) en toda ALC _____________________________ 11 Figura 9: Prevalencia de Desnutrición (Peso para la Edad) en toda ALC ______________________________ 11 Figura 10: Causas Principales de Enfermedades DALY en Paraguay __________________________________ 11 Figura 11: Estructura del Sistema de Salud en Paraguay ___________________________________________ 12 Figura 12: Gasto de Salud Pública por persona y Tipo de Cobertura, 2016 ____________________________ 15 Figura 13: Relación entre Gasto de Salud Pública y PIB, 2014_______________________________________ 16 Figura 14: Total de Gasto de Salud en Paraguay y Países Similares, 2014 _____________________________ 16 Figura 15: Gasto Público y Privado de Salud como porcentaje del PIB, 2014 __________________________ 16 Figura 16: Evolución de los Gastos Público y Privado en Salud, 2003-2014 ____________________________ 16 Figura 17: Composición del Gasto Público por Institución, 2006, 2011 y 2016 _________________________ 17 Figura 18: Gasto Público en Salud por Institución, 2003-2016 ______________________________________ 17 Figura 19: Capacidad de Ejecución del Gasto del MSPBS y el IPS, 2016 _______________________________ 19 Figura 20: Composición del Gasto del MSPBS, según Organismos Centralizados y Descentralizados _______ 19 Figura 21: Composición del Gasto por parte de Organismos Descentralizados (MSPBS) _________________ 19 Figura 22: Parte de Productos Farmacéuticos en el Gasto de Salud Pública ___________________________ 22 Figura 23: Gasto de Salud Per Cápita del Sector Público por Institución (miles de PGY en 2016) __________ 23 Figura 24: Gasto Per Cápita del MSPBS como una Fracción del Gasto Per Cápita del IPS _________________ 23 Figura 25: Variación en el Gasto Per Cápita del MSPBS por Departamento ___________________________ 24 Figura 26: El gasto de bolsillo como Porcentaje de Gastos Totales de Salud entre países, 2014 ___________ 26 Figura 27: Composición de gastos de bolsillo en Salud ____________________________________________ 26 Figura 28: Distribución del ingreso y los gastos de bolsillo, 2014 ____________________________________ 26 Figura 29: Correlación entre Resultados Sanitarios y Gasto Per Cápita por Departamento _______________ 28 Figura 30: Correlación entre Tasa de Pobreza y Gasto en Salud Per Cápita por Departamento ___________ 28 Figura 31: Visitas a establecimientos del MSPBS por Tipo de Establecimiento _________________________ 29 Figura 32: Tiempo de espera para Servicios de Salud por Sector ____________________________________ 30 Figura 33: Distribución de Días de Hospitalización en el IPS, 2016 ___________________________________ 30 Figura 34: Probabilidad de Readmisión en Hospitales del IPS, 2016 _________________________________ 30 Figura 35: Eficiencia del Gasto en Salud Pública _________________________________________________ 31 Figura 36: Puntajes de Eficiencia AED por Departamento __________________________________________ 32 Figura 37: Distribución del Gasto en Salud Pública por Deciles de Ingreso ____________________________ 33 Figura 38: Cobertura de seguro por Grupos poblacionales, 2016 ____________________________________ 34 Tabla 1: Indicadores clave de salud para Paraguay y Países Comparadores a lo largo del Tiempo __________ 8 Tabla 2: Programación de Gastos de Salud del MSPBS (miles de millones de PGY en 2016) ______________ 18 Tabla 3: Composición del Gasto del MSPBS, miles de millones en guaraníes, 2016 _____________________ 20 Tabla 4: Composición del Gasto del IPS, miles de millones en guaraníes reales 2016 ___________________ 21 Tabla 5: Disponibilidad de Recursos Humanos para Salud _________________________________________ 23 Tabla 6: Distribución de Trabajadores de Salud del MSPBS por Departamento, 2016 ___________________ 25 Tabla 7: Utilización de servicios de salud por deciles de ingreso ____________________________________ 33 Tabla 8: Riesgo de Gasto en Salud Catastrófico y Empobrecedor ____________________________________ 35 I. Introducción Este capítulo examina la evolución y asignación del gasto público en salud de Paraguay, con el objetivo de identificar vías para mejorar la eficiencia del gasto, la equidad de cobertura y los resultados sanitarios de la población. El gasto público en salud en Paraguay ha aumentado en la última década (del 1,5 por ciento del PIB en 2003 al 3,3 por ciento del PIB en 2016), sin embargo, los indicadores de salud han mejorado modestamente. Este capítulo analiza los factores que conducen a esos patrones en gastos y resultados, incluyendo un análisis comparativo de Paraguay respecto de los países comparables de América Latina y el Caribe (ALC) y otros lugares, y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico (OCDE). Como varios otros países en la región, Paraguay tiene un sistema público de salud fragmentado, lo cual genera ineficiencias debido a la duplicación de redes de prestación y a desigualdades en el acceso a los servicios de salud por parte de la población. Los dos principales prestadores son el Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS), que se encarga de prestar servicios de salud gratuitos a toda la población, y el Instituto de Previsión Social (IPS), el cual brinda cobertura de aseguramiento a las personas con empleo formal. Ambos operan sus redes independientes de establecimientos de salud con escasa coordinación entre ellos. Juntos cubren el 90 por ciento de las necesidades de salud de la población. El resto lo cubren prestadores privados, la policía y los militares y el Hospital de la Universidad de Asunción. A pesar del aumento sustancial del gasto público, el gasto privado sigue siendo elevado. En 2014, el gasto privado de salud representó el 4,5 por ciento del PIB. Este porcentaje está conformado en su mayoría por gastos directos pagados del bolsillo del paciente. El análisis de este capítulo muestra que los pobres, incluyendo principalmente las personas no aseguradas y dependientes principalmente de los servicios del MSPBS para cubrir sus necesidades de salud, tienen una carga desproporcionada de gastos de bolsillo. El sistema de salud existente ofrece limitada protección financiera a los hogares pobres, rurales e indígenas. Este capítulo también brinda una perspectiva general de indicadores de salud, dinámica de utilización de los servicios de salud y tendencias de la transición demográfica, epidemiológica y nutricional en el país. A su vez, describe la organización y funcionamiento del sistema de atención médica y la disponibilidad de planes de aseguramiento y redes de prestadores. El capítulo concluye resumiendo los principales hallazgos y presentando alternativas de política pública para mejorar la eficiencia y la cobertura de salud de la población a corto plazo y para integrar así el fragmentado sistema de salud a largo plazo. El capítulo utiliza datos de un amplio conjunto de fuentes. Se dispone de datos detallados del gasto público ente 2003 y 2016 provenientes de la Base de Datos de Gasto Público (BOOST), una colaboración entre el Gobierno de Paraguay y el Banco Mundial para facilitar el acceso a datos de presupuesto. También se extraen datos de la encuesta de hogares para describir patrones de utilización y gastos de bolsillo en salud. Por último, se utilizan datos administrativos de un amplio conjunto de indicadores, que incluyen recursos humanos y productos farmacéuticos, obtenidos del MSPBS y el IPS. Utilización y Resultados de Salud Entre 2003 y 2016 ha habido una rápida expansión de la cobertura y utilización de los servicios de salud. Para avanzar hacia el objetivo de la cobertura universal de la salud, en 2008, el MSPBS inició la implementación de Unidades de Salud Familiares (USF) y eliminó los pagos por el uso del sistema público de salud. En 2009, adoptó y publicó por primera vez una Lista de Medicamentos Esenciales para priorizar su adquisición, distribución y disponibilidad. Los resultados de estas reformas pueden verse en la Figura 1 y la Figura 2. La proporción de la población que accedió a servicios de atención médica dentro de los tres meses aumentó del 16,4 por ciento en 2003 el 28,6 por ciento en 2016, y el aumento más significativo se dio entre 2007 y 2009 (Figura 1). Entretanto, la proporción de población que reportó no poder acceder a la atención médica por falta de recursos cayó del 16,6 por ciento en 2003 al 3,9 por ciento en 2016. La disminución más pronunciada se observó entre 2007 y 2009 (del 17,6 por ciento al 1,4 por ciento), coincidente con la implementación de las reformas. Figura 1: Utilización de Servicios de Atención de Figura 2: Razones para no recurrir a Atención de Salud en Paraguay Salud en Paraguay Fuente: Cálculos propios a partir de los datos de las EPH Fuente: Cálculos propios a partir de los datos de las EPH 2003-2016. El período recordatorio usado en los datos 2003-2016. Otras razones para no recurrir a atención de EPH es de 90 días, lo cual implica que, en 2016, el 28,6 salud incluyen la automedicación y que la afección no sea por ciento de la población usó servicios de atención grave. médica. Entre 2003 y 2016, la utilización de los servicios de salud del sector público aumentó. La red del MSPBS realizó el 35 por ciento de todas las atenciones de salud del país en 2003, en tanto que el IPS realizó el 12 por ciento; y el sector privado, el 30 por ciento (Figura 3). En 2016, la participación del sector privado disminuyó al 15 por ciento del total y la participación del MSPBS ascendió al 66 por ciento. La participación del IPS se ha mantenido, en gran medida, constante (12-15 por ciento); sin embargo, dado el incremento general en el uso de los servicios de salud, estos porcentajes representan un aumento en términos absolutos. Figura 3: Utilización de Atención de Salud por Figura 4: Cobertura de Seguro de Salud en Sector en Paraguay Paraguay Fuente: Cálculos propios a partir de los datos de las EPH Fuente: Cálculos propios a partir de los datos de las 2003-2016. EPH 2003-2016 La cobertura de aseguramiento del sector público (IPS) también aumentó gracias al crecimiento económico y la mayor formalización de la economía. La proporción de población cubierta por el IPS creció del 10,3 por ciento en 2003 al 18,5 por ciento en 2016 (Figura 4). La cobertura de seguros privados se ha mantenido constante entre 2003 y 2016, rondando entre el 6 y 7 por ciento. Cabe resaltar que los empleados de muchas de las entidades gubernamentales de Paraguay cuentan con seguro privado provisto por sus respectivos empleadores, que representan un quinto de la población con aseguramiento privado aproximadamente. El 1,4 por ciento de la población está cubierta por establecimientos de la policía y los militares, lo cual incluye a los propios miembros de estas fuerzas y a sus familiares dependientes. No obstante, los resultados de salud en Paraguay siguen siendo pobres y se encuentra rezagado respeto a indicadores de salud claves en la región. En 1960, la expectativa de vida en Paraguay superaba el promedio de ALC en 9,2 años. En 2014, la expectativa de vida era 1,6 años menor (Error! Reference source not found.). Paraguay también tenía los mejores resultados de salud materna e infantil en 1990, pero desde entonces se encuentra rezagado respecto de la región. La tasa de mortalidad materna en Paraguay en 1990 era de 150 por cada 100.000 nacidos vivos, mientras que el promedio de ALC era 171. En 2015, el desempeño de Paraguay fue peor que el promedio de ALC, 132 versus 92 por cada 100.000 nacidos vivos. Se observaron patrones similares en la tasa de mortalidad infantil y en la tasa de mortalidad de menores de 5 años. De hecho, de los 20 países de ALC, Paraguay es ahora uno de los más rezagados en términos de salud materna e infantil) –se ubica en el 16to lugar en la tasa de mortalidad materna y el 14to lugar en la tasa de mortalidad infantil y en la tasa de mortalidad de menores de 5 años. Países estructuralmente similares como Guatemala y Bolivia han logrado mejoras importantes en el mismo periodo. Otros países similares estructuralmente como Albania y Armenia gastan menos en salud y obtienen mejores resultados. Tabla 1: Indicadores clave de salud para Paraguay y Países Comparadores a lo largo del Tiempo Esperanza de vida Mortalidad Materna Mortalidad infantil Mortalidad de niños menor 5 País (años) (por 100,000 nacidos vivos) (por 1,000 nacidos vivos) (por 1,000 nacidos vivos) 1990 2014 1990 2015 1990 2015 1990 2015 Paraguay 63.8 72.9 150 132 37.1 17.5 46.5 20.5 Argentina 65.2 76.2 72 52 24.4 11.1 27.6 12.5 Bolivia 42.1 68.3 425 206 85.6 30.6 124.4 38.4 Brazil 54.2 74.4 104 44 50.9 14.6 60.8 16.4 ALC 54.6 74.5 171 92 41.3 16.9 54.1 20.5 Albania 62.3 77.8 71 29 35.1 12.5 40.6 14.0 Armenia 65.9 74.7 58 25 42.5 12.6 49.8 14.1 Guatemala 45.5 71.7 205 88 59.8 24.3 80.9 29.1 Corea de Sur 53.0 82.2 21 11 6.1 2.9 7.1 3.4 Chile 57.5 81.5 57 22 16.0 7.0 19.1 8.1 Uruguay 67.9 77.0 37 15 20.3 8.7 23.1 10.1 OCDE 67.9 80.4 19 9 11.5 3.9 14.0 4.7 Fuente: Indicadores de Desarrollo Mundial, Banco Mundial (2018) La comparación de los resultados de salud entre Paraguay y otros países en la región muestra el grado de rezago en relación a cada uno de ellos. Como ejercicio de comparación, usando la serie de tiempo (1990-2015) de tres indicadores de la Tabla 1, la Figura 5 muestra los pares país-año más cercanos a Paraguay en 2015. El resultado es el siguiente: en términos de la tasa de mortalidad materna, en el 2015 Paraguay tuvo peores resultados que Argentina, Chile y Uruguay en 1990 (el primer año del que hay datos disponibles). Paraguay, en el 2015, se desempeñó mejor que Bolivia ese mismo año y es comparable a Guatemala en 2004 y a Perú en 2001. En cuanto a tasa de mortalidad infantil, la situación actual de Paraguay es comparable con Argentina en el 2001 y Uruguay en 1995. Los resultados son mejores que Bolivia y Guatemala en el 2015. En la tasa de mortalidad de menores de 5 años, Paraguay en el 2015 es comparable a Argentina en 1999, Chile en 1990 y Uruguay en 1995. De manera general, los resultados muestran que Paraguay tiene mucho espacio para mejorar y lograr resultados de salud similares a los de sus vecinos en la región. Figura 5: Resultados de Salud en Paraguay y países de ALC a lo largo del Tiempo Fuente: Indicadores de Desarrollo Mundial, Banco Mundial (2018) A su vez, los pobres resultados de salud del país enmascaran grandes desigualdades entre regiones. La tasa de mortalidad materna en la remota y escasamente poblada región de Alto Paraguay fue de 296 por cada 100.000 nacidos vivos: 4 veces el promedio nacional y 8 veces la tasa de Asunción (Figura 6). De manera similar, la tasa de mortalidad de menores de 5 años es más alta en Boquerón (27 por cada 1.000 nacidos vivos), 1,5 veces el promedio nacional (Figura 7). Los resultados de salud regionales generalmente no se correlacionan con las tasas de pobreza, lo que sugiere que factores distintos del ingreso son las causas principales de los malos resultados. Como ejemplo, la región más pobre del país, Caazapá, donde el 33,5 por ciento de la población fue clasificado como “pobre” en el 2016, tiene tasas de mortalidad materna e infantil muy cercanas al promedio nacional. Figura 6: Tasa de Mortalidad Maternal por Figura 7: Tasa de Mortalidad de Menores de 5 Región, 2016 años por Región, 2016 Fuente: Departamento de Estadísticas, Ministerio de Fuente: Departamento de Estadísticas, Ministerio de Salud Salud de Paraguay, 2016 de Paraguay, 2016 En términos de nutrición, Paraguay tiene un desempeño relativamente bueno en comparación con ALC, aunque existen variaciones sustanciales entre regiones y grupos de ingreso. Los datos de todo el país respecto de desnutrición medida como altura para la edad1 y de bajo peso medido como peso para la edad2 muestran que Paraguay se desempeña relativamente bien entre los países de ALC, ubicado en el 7mo lugar para el primer indicador y en el 4to lugar para el segundo (Figura 8 y Figura 9). Datos más recientes de la encuesta agrupada de indicadores múltiples (MICS, Multiple Indicator Cluster Survey) 2016 muestran el nivel de variación de resultados al interior del país. Mientras que el 12,8 por ciento de niños nacidos en hogares del quintil más pobre sufre de desnutrición (altura para la edad), sólo el 0,8 por ciento del quintil más alto sufre de este problema. Las cifras para bajo peso son 2,4 por ciento y 0,0 por ciento, respectivamente. Debe notarse que la variación en bajo peso al nacer3 entre los quintiles de ingreso es mucho más pequeña (11,6 por ciento en el quintil más pobre y 7,8 por ciento en el quintil más rico), lo cual sugiere que las diferencias se manifiestan durante primera infancia. Hay también variación entre los departamentos: 11,5 por ciento de los niños tienen baja altura para su edad en Boquerón, mientras que en Asunción solo el 6,1 por ciento de los niños tienen este problema. Patrones similares se observan en el indicador de peso para la edad (UNICEF, 2016). 1 Definido como porcentaje de niños por debajo de dos desviaciones estándar en la altura mediana del grupo de referencia. 2 Definido como porcentaje de niños por debajo de dos desviaciones estándar en el peso mediano de la edad del grupo de referencia. 3 Definido como peso de nacimiento por debajo de 2.500 gramos Figura 8: Prevalencia de Desnutrición (Altura Figura 9: Prevalencia de Bajo Peso (Peso para la para la Edad) en toda ALC Edad) en toda ALC Fuente: Indicadores de Desarrollo Mundial, Banco Fuente: Indicadores de Desarrollo Mundial, Banco Mundial (2018) Mundial (2018) La carga de enfermedades se ha desplazado hacia las crónicas y no transmisibles, mientras que la salud materno-infantil, las enfermedades transmisibles y aquellas transmitidas por vectores continúan siendo un problema. En el 2015, hubo un aumento abrupto de casos confirmados de dengue, de 2.634 en 2014 a 17.028 en 2015. La incidencia de tuberculosis se ha mantenido alta, aumentando marginalmente del 33,8 por 100.000 de población en 2014 a 34,9 en 2015. Asimismo, a medida que la población envejece, las enfermedades no transmisibles como diabetes, trastornos cardiovasculares y cáncer se vuelven cada vez más comunes. En 1990, estas enfermedades representaron el 53 por ciento del total de años de vida ajustados por discapacidad (AVAD) y aumentaron al 69 por ciento en 2016 (Figura 10). En consecuencia, Paraguay enfrenta ahora una doble carga de enfermedad. Figura 10: Causas Principales de Enfermedades DALY en Paraguay 1990 2016 Fuente: Instituto de Evaluación y Métrica de la Salud (IHME), 2016. Notas: Azul = Enfermedades no transmisibles, Rojo = Enfermedades transmisibles y MCH, Verde = Accidentes y heridas La Estructura del Sistema de Salud El sistema de salud de Paraguay es mixto y está compuesto por los sectores público, privado y mixto. El Sistema Nacional de Salud fue creado por la Ley 1032 en 1996. Como se mencionó anteriormente, el sistema está fragmentado y segmentado, con múltiples redes de proveedores independientes cubriendo diferentes subgrupos de población. El sector público consta del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social (MSPBS), los servicios de salud de Militares, la Policía y la Marina, el Instituto de Previsión Social (IPS) y el Hospital de Clínicas, que es parte de la Universidad Nacional de Asunción. El sector privado consta de instituciones sin y con fines de lucro (véase en la Figura 11 un esquema del sistema de salud). Por último, la Cruz Roja Paraguaya es una entidad mixta que recibe fondos tanto públicos como privados (Ministerio de Finanzas - UES, 2011). Figura 11: Estructura del Sistema de Salud en Paraguay Sector Público Seguridad Social Privado Ministerio de Cotizaciones de Aporte de Empleadores Empleadores Financiamiento Otros recursos Hogares Hacienda empleados empleadores privados publico Compradores: Instituto de Sanidad de las Agente Universidades Seguros Privados MSPBS Fuerzas Armadas y Prevision Social financieros Nacionales Policiales (IPS) Red de hospitals y Hospitales y clinicas Hospitales y clinicas Red de hospitals y Proveedores Otros hospitals y clinicas clinicas del MSPBS de las instituciones de las universidades clinicas de IPS Militares, policias y Funcionarios Poblacion Oficiales de las Trabajadores del Poblacion Poblacion pobre y personal de las publicos con con Usuarios universidades y sus sector formal y sus con seguro no asegurada instituciones y sus seguro capacidad dependientes dependientes privado dependientes privado de pagar Fuente: Adaptado de Gaete (2017). Se omite del gráfico el sector de la Cruz Roja en por de la claridad visual. El mayor prestador de servicios de salud es el MSPBS que opera su propia red de hospitales, centros especializados, clínicas y dispensarios; esté disponible para toda la población sin cargo. El MSPBS operaba 1.394 establecimientos en 2015, de los cuales 232 contaban con servicios de hospitalización (Ministerio de Salud y Bienestar Social, 2016). Para avanzar hacia la cobertura universal de la salud, el gobierno inició la implementación de unidades de salud familiar (USF) para que funcionaran como principales prestadores de atención médica y “puertas de entrada” al sistema de salud. Se previó que las USF fueran responsables de la población que se les asignara, que atendieran consultas, y brindaran atención domiciliaria, atención preventiva y primaria, servicios comunitarios y servicios de rehabilitación de pacientes (Ministerio de Salud y Bienestar Social, 2016). En la práctica, el proceso de formación de las USF ha sido lento; a fines del 2017, de las 1.500 USF planificadas sólo se habían implementado 801, que cubrían sólo al 40 por ciento de la población. El segundo mayor prestador es el Instituto de Previsión Social (IPS) que atiende a personas empleadas formalmente y a sus familiares dependientes. En la red IPS, hay 78 establecimientos y 41 ofrecen servicios de hospitalización. La mayoría de los establecimientos IPS se encuentran en centros urbanos. Los hospitales y clínicas privadas constituyen el tercer mayor grupo de prestadores. Las sanidades militares y de la policía operan su propia red y así también lo hacen las universidades nacionales. Si bien la población general tiene acceso a los hospitales militares y universitarios y a prestadores privados, no tiene acceso a la red del IPS. El Gobierno del Paraguay está comprometido con el sector salud y en años recientes ha llevado a cabo varias reformas para avanzar hacia la cobertura universal de salud. Además del aumento de presupuesto y la eliminación de los pagos de usuario en 2008, el gobierno también llevó a cabo reformas para descentralizar la prestación de servicios de salud y alentar la participación de los ciudadanos (Ley 3007), estableciendo Consejos Regionales y Locales de Salud. Para asegurar la disponibilidad de medicamentos y mejorar la rendición de cuenta, en 2008 implementó por primera vez la Lista de Medicamentos Esenciales y estableció el Sistema de Información y Control de Inventarios Automatizado del Paraguay, SICIAP. También inició la publicación de listas de establecimientos, horarios de atención de médicos y disponibilidad de medicamentos a través del Portal de Datos Abiertos. En 2018, el MSPBS, en colaboración con otras redes de salud desarrolló y adoptó la Política Nacional de Salud 2017-2030, que apunta a mejorar la calidad de la cobertura de salud. Las seis áreas estratégicas de este plan son: (a) fortalecimiento institucional, (b) calidad de la atención médica en base a mejores prácticas de salud, (c) mejora sistemática y permanente de la calidad de atención pública, (d) seguridad del paciente, (e) participación comunitaria en la supervisión de la calidad de la atención de salud y (f) desarrollo de un manual operativo para la ejecución y evaluación de la calidad de atención de la salud (MSPBS, 2018). II. Datos y Metodología El marco conceptual que guía la estructura de este informe es el marco de monitoreo y evaluación propuesto por la Organización Mundial de la Salud (WHO, 2013). El marco conceptual se centra en los países y permite realizar comparaciones internacionales. Este marco relaciona insumos y procesos (por ejemplo, capital humano y físico) con productos (por ejemplo, cobertura de servicio), que después se reflejan en resultados (cobertura de servicio) y en impactos (morbilidad y mortalidad). Usando este marco conceptual como base, el análisis presenta cada componente y, donde hay datos disponibles, también examina y compara los indicadores de Paraguay con los de los comparadores internacionales (Véase la Figura A.1 en el Anexo 1). El documento utiliza datos provenientes de diversas fuentes, que incluyen la base de datos de Gasto Público BOOST del Banco Mundial, la Encuesta Permanente de Hogares (EPH) y bases de datos del MSPBS y el IPS. Existe información de datos longitudinales de gasto público y de las encuestas de hogares de 2003 y 2016. Aunque las bases de datos disponibles permiten realizar análisis interesantes, también presentan varias limitaciones. Primero, no están disponibles los datos de gasto en salud por nivel de atención (primaria y especializada) para ninguno de los principales prestadores públicos. Segundo, los datos del MSPBS solo pueden ser desagregados hasta el nivel departamental, de manera que todo el análisis subnacional se limita a ese nivel. Por último, no están disponibles los datos de costos unitarios de servicios por lo que tuvieron que estimarse. A pesar de que los estimados brindan información importante, no toman en cuenta necesariamente las diferencias de costos entre los distintos tipos de servicios. El capítulo utiliza el Análisis Envolvente de Datos (AED) para analizar la eficiencia global en todos los departamentos. El AED es un método no paramétrico utilizado para estimar una frontera de eficiencia definida respecto de uno o múltiples espacios de insumo-producto. Las unidades de producción reciben un puntaje de uno si están en la frontera, proporcionando así una medida relativa de la eficiencia. En este capítulo, se usa la eficiencia de producto: un puntaje de 0,75 implica que un productor ineficaz logra el 75 por ciento de la producción obtenida por el productor más eficaz con el mismo nivel de insumos (Pang, 2005; Gaudin & Yazbeck, 2014). El supuesto subyacente del AED es que la tecnología de producción de salud es común a todas las unidades de producción y entornos institucionales. Si bien este supuesto es mejor para medir la eficiencia en todos los departamentos, resulta aún muy restrictivo para las comparaciones con todos los países. Por esa razón, este capítulo circunscribe el análisis AED a la medición de eficiencia sólo entre departamentos. El análisis de incidencia de beneficios informa sobre los resultados de equidad. El análisis de incidencia de beneficios estima quiénes, en términos de grupos socioeconómico, reciben qué beneficios por el uso de los servicios de salud. El enfoque puede utilizarse para evaluar si los subsidios de salud pública favorecen o no a los pobres (McIntyre & Ataguba, 2011). Típicamente, el análisis implica estimar la utilización por tipo de servicio de salud (consultas versus hospitalizaciones, enfermedad tratada) a través de un indicador definido de situación socioeconómica (por ejemplo, deciles de ingreso) y usar los costos unitarios de cada tipo de servicio para estimar la fracción de subsidios devengada en cada subgrupo. Aquí, como se discutió anteriormente, el análisis se ve dificultado por la falta de datos de costos unitarios. En ausencia de ellos, fue necesario asumir ciertos supuestos para estimarlos. Para este análisis, se asume que: (a) todos los gastos en salud están destinados a la atención curativa; (b) los costos unitarios son similares en todo el país; y (c) los costos unitarios de las hospitalizaciones son cinco veces los costos unitarios de servicios de atención ambulatoria. III. Movilización de Recursos Públicos y Fuentes de Financiación El presupuesto del MPSBS se financia principalmente a través ingresos gubernamentales generales. En el año 2016, el 90,6 por ciento de todo el gasto del MSPBS se financió por medio de rentas generales. Siete por ciento de los gastos se financiaron con recursos del Fondo Nacional de Salud del Fondo Nacional de Inversión Pública y Desarrollo (FONACIDE). El FONACIDE fue establecido en el año 2012 por Ley 4758 para la asignación racional y eficiente de ingresos provenientes del proyecto hidroeléctrico de Itaipú. La intención era priorizar el desarrollo económico a largo plazo, mediante el aumento de la inversión en educación, salud, investigación científica e infraestructura. También creó el Fondo Nacional de Salud y le destinó el 10 por ciento de sus ingresos. Aunque los recursos del FONACIDE representan sólo el 7,0 por ciento del presupuesto del MSPBS, el aporte ha aumentado respecto del 5,6 por ciento en 2012. El restante 3,4 por ciento del presupuesto se financió con fondos de organismos bilaterales y multilaterales y otros recursos del gobierno. Los seguros de salud del IPS son financiados por los aportes de empleadores y empleados. Según el régimen general, los empleados aportan el 9 por ciento de sus salarios y los empleadores contribuyen con el 14 por ciento destinado al seguro de jubilación y salud. Los ingresos se mancomunan en tres fondos: fondo de jubilación (12,5 por ciento), fondo de salud (9 por ciento) y fondo de administración (1,5 por ciento). Además, algunas otras categorías de trabajadores tienen acceso al seguro de salud del IPS y aportan sólo al fondo de salud. Los tipos de trabajadores y sus niveles de aportes son los siguientes: docentes públicos y privados (5,5 por ciento de aporte de empleados y 2,5 por ciento de aportes de empleadores), trabajadores domésticos (2,5 por ciento de empleados y 5,5 por ciento de empleadores) y trabajadores independientes (5,5 por ciento de aportes). Además, a los empleadores de afiliados al régimen general también se les exige aportar el 1,5 por ciento adicional del salario que se transfiere al MSPBS para financiar los programas de prevención y el Servicio Nacional de Erradicación del Paludismo (SENEPA). Por último, el IPS también mancomuna todos los ingresos generados por el uso de servicios de emergencia por parte de la población no afiliada. Además de financiar al MSPBS, el gobierno de Paraguay también financia las primas de seguro privado de los empleados públicos con sus propios recursos. Varios ministerios y organismos del estado proporcionan seguro privado a sus empleados. El gasto en salud de cada agencia varía, ya que cada una contrata de manera independiente seguros privados y ofrece diferentes tipos de cobertura. Estimaciones realizadas sugieren que, en el extremo superior, el Banco Central de Paraguay gasta hasta US$574 por empleado por mes en las primas de seguro y, en el extremo inferior, el Ministerio de Agricultura y Ganadería gasta US$63,9 por empleado por mes.4 El análisis de la base de datos de contratación pública muestra que el gobierno de Paraguay gastó US$59 millones en brindar cobertura de seguro de salud privado a 57.735 empleados públicos. 4 Cálculos propios de la Base de datos de Contratación Pública, 2016. Dada esta fragmentación del sistema de salud, existe una amplia variación del gasto en salud per cápita entre los distintos grupos de población. El MSPBS tiene un gasto en salud de US$125 anuales per cápita. Descontando a la población cubierta por seguros de salud, el gasto público para la población no asegurada llega a US$169 anuales. Dado que el MSPBS tiene responsabilidades que exceden lo exclusivo al tema salud (por ejemplo, medio ambiente y saneamiento), el gasto per cápita está sobrevalorado. En comparación, el IPS gasta US$439 al año por afiliado y sus familiares, mientras que el estado gasta US$1.024 al año, en promedio por las primas de seguro de los funcionarios públicos y sus familiares (Figura 12). Figura 12: Gasto Público de Salud por persona y Tipo de Cobertura, 2016 Fuente: Cálculos propios. Los datos de gasto del MSPBS y el IPS provienen de la base de datos BOOST. El gasto de empleados públicos proviene de los datos de contratación pública. Los datos totales de beneficiarios provienen del IPS y de la base de datos de recursos humanos del sector público. IV. Gastos de Salud: Niveles, Composición y Asignación El gasto público en salud de Paraguay se ha incrementado de manera sostenida pasando del 1,5% del PIB en 2003 al 3,3% del PIB en 2016, aunque actualmente se encuentra por debajo del gasto en salud de países con niveles similares de PIB (Figura 13). En términos absolutos, Paraguay gasta más per cápita (US$400 PPP en 2011) que países estructuralmente similares como Bolivia, Guatemala, Albania y Armenia. En comparación con países más ricos como Argentina, Brasil, Chile y Uruguay, los niveles absolutos de gasto son inferiores en Paraguay (Figura 14).5 5 Los países similares incluyen tres tipos: comparadores estructurales que tienen similares indicadores económicos y sociales. Incluyen Guatemala, Armenia, Bolivia y Albania; comparadores regionales que incluyen Argentina, Brasil y el promedio de ALC; comparadores aspiracionales, que incluyen Chile, Uruguay, Corea del Sur y el promedio de la OCDE. Figura 13: Relación entre Gasto Público de Salud y Figura 14: Total de Gasto de Salud en Paraguay y PIB, 2014 Países Similares, 2014 Fuente: Indicadores de Desarrollo Mundial (WDI), Banco Fuente: Indicadores de Desarrollo Mundial (WDI), Banco Mundial (2018) Mundial (2018). Las cifras correspondientes a la OCDE son US$2.646 (PPP) y US$2.699 (actual). Sin embargo, el gasto privado de salud sigue siendo alto: el 4,1% del PIB que, combinado con el gasto público, hace que el gasto en salud de Paraguay sea el más alto entre los países similares. El gasto total en salud como porcentaje del PIB en Paraguay (7.6%) es más alto que en algunos países de la región, pero menor que el promedio de la OCDE (9,2%, Figura 15). En general, los gastos privados disminuyen cuando aumenta el gasto público, pero este patrón no se observa en Paraguay (Figura 16). El gasto en salud pública aumentó en Paraguay más rápidamente que el promedio de ALC durante el período 2003-2014, esto se debe, en parte, a que Paraguay tenía niveles muy bajos de gasto en 2003. No obstante, mientras los gastos de bolsillo se redujeron significativamente en ALC durante el mismo período, no se observó una tendencia similar en Paraguay. Figura 15: Gasto Público y Privado de Salud como Figura 16: Evolución del Gasto Público y Privado en porcentaje del PIB, 2014 Salud, 2003-2014 Fuente: Indicadores de Desarrollo Mundial (WDI), Banco Fuente: Indicadores de Desarrollo Mundial (WDI), Banco Mundial (2018) Mundial (2018) Gasto Público en Salud El gasto público en salud se ha incrementado tanto para el MSPBS como para el IPS. Como ya se mencionó anteriormente, el MSPBS y el IPS son los mayores prestadores de servicios de salud, representando el 57 por ciento y el 40 por ciento de todo el gasto, respectivamente (Figura 17). Los presupuestos de ambas instituciones aumentaron entre 2003 y 2016. En términos reales, el MSPBS gastó en salud 883 miles de millones de guaraníes en 2003 y esta cifra aumentó a 4.628 miles de millones de guaraníes en 2016 (un aumento de 5,4 veces). De manera similar, el IPS gastó 715 miles de millones PGY en 2003, que aumentaron a 3.199 miles de millones PGY en 2016 (un aumento de 4,1 veces) – Figura 18. El gasto público en salud como una fracción del gasto total del gobierno también se incrementó del 4,5 por ciento al 11,4 por ciento en el mismo período. Figura 17: Composición del Gasto Público por Figura 18: Gasto Público en Salud por Institución, Institución, 2006, 2011 y 2016 2003-2016 Fuente: Cálculos propios provenientes de datos BOOST Fuente: Cálculos propios provenientes de datos BOOST 2003-2016. Nota: La categoría otros incluye: Finanzas, 2003-2016. Nota: El gasto en Salud se determina a partir de Presidencia, Trabajadores Públicos, Trabajo y Bienestar la clasificación funcional de los datos de gastos del Social. gobierno. Aparte del MSPyBS y el IPS, Defensa, Interior etc. son también otros organismos que gastan en la función de salud. Todas las cifras corresponden a los precios de 2016 El aumento del gasto del MSPBS se debe principalmente a los aumentos registrados en el gasto en productos farmacéuticos y suministros médicos. Los datos permiten separar el gasto del MSPBS en cuatro componentes: servicios de salud, medio ambiente y saneamiento, promoción y prevención, y Salud Sin Discriminar. Los servicios de salud son el principal componente que financia la prestación de servicios médicos. El gasto en esta categoría se ha incrementado en términos absolutos, pero ha disminuido en términos relativos (Tabla 2). El componente que ha visto el máximo incremento en términos tanto absolutos como relativos es Salud Sin Discriminar, que, principalmente, financia los medicamentos y los suministros médicos. Tabla 2: Programación de Gastos de Salud del MSPBS (miles de millones de PGY en 2016) Medio ambiente y Servicios de salud Promocion y prevencion Salud sin discriminar Año saneamiento Total % Total % Total % Total % 2003 665.2 89.5 22.1 3.0 56.2 7.6 0.0 0.0 2004 726.1 95.2 19.4 2.5 17.4 2.3 0.0 0.0 2005 731.6 64.8 259.0 22.9 24.4 2.2 114.0 10.1 2006 1,004.9 72.0 158.3 11.3 29.6 2.1 203.8 14.6 2007 1,197.4 78.5 185.4 12.2 51.3 3.4 91.1 6.0 2008 1,133.9 80.9 93.9 6.7 46.7 3.3 126.6 9.0 2009 1,624.3 80.4 106.5 5.3 52.0 2.6 237.0 11.7 2010 1,540.1 67.5 43.8 1.9 27.1 1.2 672.3 29.4 2011 1,780.1 67.0 67.5 2.5 28.2 1.1 782.8 29.4 2012 2,389.7 72.9 150.0 4.6 32.6 1.0 704.1 21.5 2013 2,448.7 77.6 117.6 3.7 33.0 1.0 554.6 17.6 2014 2,349.4 64.7 48.8 1.3 32.1 0.9 1,202.2 33.1 2015 1,964.1 50.3 181.2 4.6 0.2 0.0 1,762.4 45.1 2016 1,757.5 44.5 151.4 3.8 0.1 0.0 2,039.1 51.6 Fuente: Cálculos propios provenientes de datos BOOST El gasto público real en salud es inferior al gasto presupuestado (4,0 por ciento del PIB en 2016) debido a la limitada capacidad de ejecución del MSPBS y el IPS. Entre todas las categorías de gastos en salud, esta situación es más prominente en las categorías de bienes y suministros, y en inversión, donde el MSPBS ejecutó sólo el 60 por ciento y el 66 por ciento de los gastos asignados en 2016, respectivamente; y el IPS ejecutó el 59 por ciento de los gastos en bienes y suministros y el 47 por ciento de los gastos de inversión, respectivamente. Por contraste, el 88-89 por ciento de los gastos en recursos humanos fueron ejecutados por ambos organismos (Figura 19). Entre 98 organismos del estado seleccionados, que incluye ministerios, gobiernos regionales y organismos paraestatales, el MSPBS se ubicó en el puesto 65to en nivel de ejecución y el IPS (sólo Salud), en el 70mo. El gasto en salud del IPS excede el ingreso generado por los aportes de seguro. Las estimaciones propias de gastos excedieron los ingresos en un 23 por ciento en 2016. La falta de recursos se cubre con préstamos del fondo de jubilación del IPS, con promesa de devolución futura. Esta es una situación preocupante ya que, debido a las transiciones demográfica y epidemiológica por las que atravesará el país, los costos salud van a aumentaren el tiempo. Figura 19: Capacidad de Ejecución del Gasto del MSPBS y el IPS, 2016 Fuente: Cálculos propios en base a datos BOOST. La mayor parte del gasto del MSPBS se ejecuta a nivel central. Como se mencionará más adelante, las dos principales categorías de gasto, recursos humanos y productos farmacéuticos representan más del 85,4 por ciento de todos los gastos. Y como ambos se contratan centralmente, existe poco espacio para los gastos autónomos en salud por parte de organismos de salud regionales y municipalidades. En Paraguay, las regiones sanitarias desempeñan funciones de regulación y control de la administración de los establecimientos correspondientes. También se les asigna la función de prestar los servicios de promoción y prevención de la salud y la coordinación de los Consejos Locales de Salud (Caballero, 2012). La participación en el gasto total en salud por parte de organismos descentralizados ha variado en años recientes (Figura 20) y fue del 17,6 por ciento en 2015. Más del 95 por ciento del gasto por parte de organismos descentralizados correspondió a salarios y remuneraciones de empleados (Figura 21). Figura 20: Composición del Gasto del MSPBS, Figura 21: Composición del Gasto por parte de según Organismos Centralizados y Organismos Descentralizados (MSPBS) Descentralizados Fuente: Cálculos propios provenientes de datos BOOST Fuente: Cálculos propios provenientes de datos BOOST Gasto público en Salud por Categoría La categoría más grande de gasto en salud, tanto del MSPBS como del IPS, corresponde a remuneraciones de recursos humanos, que representaban el 66 por ciento del presupuesto del MSPBS y el 41 por ciento del presupuesto del IPS en 2016 (Tabla 3 y Tabla 4). La participación del gasto en recursos humanos en relación con el gasto total se ha mantenido constante a través de los años en ambos sectores. Una excepción es el año 2013, cuando el gasto en recursos humanos aumentó en 80 por ciento y en 61 por ciento para el MSPBS y el IPS, respectivamente. Esto se debió a un aumento del 10 por ciento del salario mínimo nacional y fue acompañado por una reducción del gasto en bienes y servicios. En los sectores intensivos en mano de obra, como salud y educación, es muy común que los gastos en recursos humanos representen el grueso del gasto total. Aunque no hay consenso respecto de cuál debería ser idealmente la proporción del gasto en recursos humanos, datos provenientes de las Revisiones de Gasto Público seleccionadas demuestran una asignación inferior en otros países latinoamericanos: el 59,2 por ciento en México (Banco Mundial, 2016), el 60 por ciento en Perú (Banco Mundial, 2016) y el 40 por ciento en Uruguay (Banco Mundial, 2013).6 Tabla 3: Composición del Gasto del MSPBS, miles de millones en guaraníes, 2016 Gasto total Gastos recorrientes Gastos de inversiones Salarios y Farmaceuticos y insumos Otros Año remuneraciones medicos Total Porcentaje Total Porcentaje Total Porcentaje Total Porcentaje 2003 743 538.8 72.5 118.7 16.0 20.3 2.7 13.8 1.9 2004 763 536.0 70.3 137.9 18.1 15.4 2.0 28.4 3.7 2005 1,129 613.6 54.3 198.8 17.6 66.0 5.8 198.4 17.6 2006 1,397 830.1 59.4 268.2 19.2 67.7 4.8 172.1 12.3 2007 1,525 968.5 63.5 261.4 17.1 51.2 3.4 177.4 11.6 2008 1,401 1,024.5 73.1 130.9 9.3 62.6 4.5 113.8 8.1 2009 2,020 1,230.7 60.9 357.7 17.7 142.6 7.1 209.4 10.4 2010 2,283 1,450.4 63.5 345.4 15.1 169.1 7.4 215.6 9.4 2011 2,659 1,639.7 61.7 490.1 18.4 193.8 7.3 235.4 8.9 2012 3,276 2,289.0 69.9 454.8 13.9 193.6 5.9 235.7 7.2 2013 3,154 2,527.1 80.1 233.1 7.4 125.0 4.0 192.5 6.1 2014 3,632 2,563.4 70.6 627.0 17.3 224.2 6.2 97.6 2.7 2015 3,908 2,673.9 68.4 692.1 17.7 253.7 6.5 182.4 4.7 2016 3,948 2,598.3 65.8 772.2 19.6 277.7 7.0 189.9 4.8 Fuente: Cálculos propios en base a datos BOOST. Otros gastos incluyen gastos en servicios sin personal y otros productos consumibles, no precisados en aras de la brevedad. 6 Los datos de México son de 2013, los de Perú de 2014 y los de Uruguay del 2011. Tabla 4: Composición del Gasto del IPS, miles de millones en guaraníes reales 2016 Gasto total Gastos recorrientes Gastos de inversiones Salarios y Farmaceuticos y insumos Otros Año remuneraciones medicos Total Porcentaje Total Porcentaje Total Porcentaje Total Porcentaje 2003 667 376.3 56.4 226.9 34.0 47.6 7.1 2.9 0.4 2004 694 370.1 53.3 213.8 30.8 66.3 9.5 30.4 4.4 2005 755 377.6 50.0 261.1 34.6 63.4 8.4 37.9 5.0 2006 810 388.7 48.0 277.3 34.2 76.9 9.5 50.2 6.2 2007 858 409.8 47.8 271.4 31.6 86.9 10.1 70.3 8.2 2008 1,008 478.8 47.5 307.1 30.5 86.2 8.6 114.9 11.4 2009 1,168 615.1 52.7 368.8 31.6 108.3 9.3 55.0 4.7 2010 1,253 627.4 50.1 391.4 31.2 129.9 10.4 80.9 6.5 2011 1,534 685.6 44.7 551.1 35.9 178.2 11.6 93.2 6.1 2012 1,867 918.1 49.2 601.4 32.2 200.2 10.7 122.6 6.6 2013 1,874 1,137.4 60.7 349.5 18.7 171.7 9.2 197.4 10.5 2014 2,296 1,089.1 47.4 824.2 35.9 241.0 10.5 115.1 5.0 2015 2,378 1,121.6 47.2 674.2 28.3 442.5 18.6 122.3 5.1 2016 2,716 1,103.7 40.6 850.9 31.3 472.9 17.4 272.1 10.0 Fuente: Cálculos propios en base a datos BOOST. Otros gastos incluyen gastos de servicios sin personal y otros productos consumibles, no precisados en aras de la brevedad. El gasto en productos farmacéuticos y suministros médicos representó el 19,6 por ciento del presupuesto del MSPBS y el 31,2 por ciento del presupuesto del IPS en 2016, convirtiéndose en la segunda mayor categoría de gasto. En comparación con otros países de Latinoamérica y la OCDE de los que hay datos disponibles, el gasto en productos farmacéuticos como parte del gasto total es alto en ambos sectores (Figura 22). La tasa de crecimiento del gasto en productos farmacéuticos también es alta: en el MSPBS, los gastos crecieron en 6,5 veces entre 2003 y 2016 y en 2,2 veces entre 2010 y 2016. En contraste, el gasto en recursos humanos sólo aumentó en 4,8 veces entre 2003 y 2016 y en 1,8 veces entre 2010 y 2016. Patrones similares se observan en el IPS. Conforme la carga de enfermedades se desplaza hacia las crónicas y no transmisibles y dado que existen nuevos tratamientos disponibles, es posible que el gasto en productos farmacéuticos como porcentaje del gasto total continúe aumentando. El MSPBS ha dado importantes pasos para administrar mejor la compra y distribución de medicamentos, pero todavía no se aprecian los resultados. Los medicamentos y suministros médicos en Paraguay se adquieren de manera centralizada y son distribuidos a las redes de salud a través de dos depósitos nacionales en las regiones sanitarias. Las regiones sanitarias son responsables de la distribución a través de la cadena de suministro. Los hospitales nacionales reciben suministros directamente de los depósitos. Para mejorar la administración y permitir el seguimiento de los productos farmacéuticos, el MSPBS instaló el sistema SICIAP en 2008 con la meta de incrementar la transparencia y reducir la pérdida y el desperdicio. Sin embargo, debido a la falta de infraestructura de Tecnología de la Información (TIC) a nivel de los establecimientos, el sistema SICIAP sólo está disponible a nivel de región sanitaria y hospitales nacionales. De ese modo, una vez que los suministros llegan a las regiones sanitarias, existe un pobre proceso sistemático para hacer el seguimiento de la distribución hasta el usuario final. Figura 22: Parte de Productos Farmacéuticos en el Gasto de Salud Pública Fuente: Los datos de organismos paraguayos son de la base de datos BOOST. Los datos de los países de la OCDE se obtuvieron de las estadísticas de salud de la OCDE. Los datos de México y Perú son del Banco Mundial (Revisión del Gasto Público de México (Capítulo 7: Salud), 2016) y el Banco Mundial (Financiamiento de la Salud en el Perú: Análisis de la situación actual y desafíos de políticas 2021, 2016), respectivamente. Como las categorías de recursos humanos y productos farmacéuticos representan más del 85 por ciento del gasto público, sigue habiendo poco espacio para la inversión en otras categorías, como infraestructura. En 2016, el gasto en infraestructura ascendió sólo al 4,8 por ciento del gasto del MSPBS, y las cifras fueron similares en los años precedentes. Considerando que sólo se han implementado el 50 por ciento de las USF previstas, el MSPBS necesitará encontrar espacio fiscal adicional para la inversión en infraestructura en el futuro. En comparación, el nivel de inversión de Uruguay en infraestructura de salud fue similar: 4 por ciento en gasto público en salud en 2013, pero fue más alto en Perú, 15 por ciento. Las diferencias en la composición del gasto del MSPBS y el IPS probablemente se deben a las diferencias entre sus funciones. Aunque resulta natural comparar los patrones de gasto del MSPBS con los del IPS, la participación del gasto en recursos humanos en el MSPBS es superior en parte porque debe proporcionar cobertura de servicio en áreas remotas y escasamente pobladas, así como también debe cumplir con su función de brindar servicios de salud preventiva. Como se señaló al principio, el IPS recauda el 1,5 por ciento de los salarios de sus afiliados para el programa SENEPA del MSPBS. Paraguay se ubica en la parte media de la distribución en Latinoamérica en cuanto a disponibilidad de recursos humanos y físicos para la salud (Tabla 5). La cantidad de médicos per cápita en Paraguay es 1,3 por cada 1.000 personas, menor que en países como Uruguay (3,7) y el promedio de la OCDE (6,2), pero mayor que en países como Costa Rica (1,1) y Perú (1,1). De manera similar, la cantidad de enfermeras es de 1,0 cada 1.000 personas y la cantidad de camas de hospital es de 1,3 por cada 1.000 personas. Sin embargo, lo que resulta problemático es la inadecuada composición de recursos humanos para la salud. La relación entre enfermeras y médicos de sólo 0,82, lo que sugiere que se requiere un aumento en la cantidad de enfermeras en el sector. No existen datos disponibles de clasificación funcional de los gastos, lo cual imposibilita estimar la proporción de gastos por nivel de servicio: servicios de atención médica preventiva, primaria y especializada. No obstante, los patrones de utilización de los servicios de salud demuestran que más del 40 por ciento de todas las visitas a establecimientos del MSPBS corresponden a hospitales y más del 30 por ciento de consultas de pacientes ambulatorios del IPS se realizan en salas de emergencia. Por lo tanto, es probable que ambos sectores dediquen una parte subóptima de recursos a servicios de atención médica preventiva y primaria. Tabla 5: Disponibilidad de Recursos Humanos para Salud Medicos per Enfermeras Camas por Ratio de País 1,000 por 1,000 1,000 enfermeras a poblacion poblacion poblacion medicos Bolivia 0.47 1.01 1.10 2.12 Brazil 1.89 7.60 2.40 4.02 Chile 1.03 0.14 2.10 0.14 Colombia 1.47 0.62 1.50 0.42 Costa Rica 1.11 0.77 1.20 0.69 Dom. Rep. 1.49 1.33 1.70 0.89 Ecuador 1.72 2.16 1.60 1.25 El Salvador 1.60 0.41 1.10 0.25 Mexico 2.10 2.53 1.70 1.21 Nicaragua 0.90 1.38 1.10 1.53 Panama 1.66 2.57 2.40 1.55 Paraguay 1.23 1.00 1.30 0.82 Peru 1.13 1.51 1.50 1.34 Uruguay 3.74 5.55 3.00 1.49 Promedio OCDE 6.17 17.49 8.25 2.84 Fuente: WDI, World Bank (2018) La Distribución del Gasto Público en Salud La brecha entre gasto en salud per cápita del MSPBS y del IPS se ha reducido a lo largo del tiempo. El gasto per cápita en salud aumentó en ambas instituciones entre 2003 y 2016. En términos de dólares en 2016, el MSPBS gastó US$35 en salud por afiliado en 2003 y ese valor aumentó a US$169 en 2015. En el IPS, el gasto en salud por afiliado se incrementó de US$222 per cápita en 2003 a US$439 en 2016 (Figura 23). El aumento del gasto en salud de ambos sectores disminuyó la brecha de esos gastos entre las dos instituciones. En 2003, el gasto per cápita del MSPBS fue el 16 por ciento de lo que gastó el IPS, en 2016, esa cifra aumentó al 36 por ciento (Figura 24). A pesar de ello, la brecha en el gasto es significativa y, como se observa más abajo, tiene implicancias en el gasto privado en servicios de salud. Figura 23: Gasto de Salud Per Cápita del Sector Figura 24: Gasto Per Cápita del MSPBS como Público por Institución (miles de PGY en 2016) una Fracción del Gasto Per Cápita del IPS Fuente: Cálculos propios usando la EPH, la base de datos Fuente: Cálculos propios usando la EPH, la base de datos de Gasto Público BOOST y datos de la DGEEC. No hay de Gasto Público BOOST y datos de la DGEEC. No hay información disponible sobre afiliación a seguros en 2011. información disponible sobre afiliación de seguros en 2011 La estimación del gasto en salud per cápita del MSPBS supone que sólo la población no asegurada usa los servicios del MSPBS. Por el lado del MSPBS, existe una variación significativa en el gasto per cápita entre departamentos. Si bien no existen datos de gasto desagregados a nivel departamental (pues la mayor parte del gasto está centralizada), este capítulo utiliza el gasto en recursos humanos y productos farmacéuticos (que representan más del 85 por ciento del total) asignados a los departamentos para estimar los gastos en salud regionales per cápita. Los resultados muestran grandes disparidades en el gasto en salud per cápita, siendo el gasto de Asunción es 7 veces mayor que el de Alto Paraná (Figura 25). Otro departamento con alto gasto per cápita es Alto Paraguay, que se encuentra ubicada en la remota región del Chaco y tiene la segunda densidad de población más baja. Figura 25: Variación en el Gasto Per Cápita del MSPBS por Departamento Fuente: Cálculos propios usando datos HR, de Contratación Pública, de la DGEEC y la DGIES. La base de datos HR permite la identificación de dos tipos de empleados. Primero, empleados que cumplen estrictamente funciones administrativas en oficinas centralizadas (sean de nivel nacional o regional). Segundo, funcionarios que realizan sus labores en hospitales y clínicas en todo el país. El cálculo atribuye los costos salariales de los empleados de organismos centralizados a toda la población del país, en tanto que los costos salariales de los empleados asignados a establecimientos de salud, sólo a la población del departamento donde está situado el establecimiento. Los servicios públicos de salud también están concentrados en departamentos urbanos y densamente poblados (Tabla 6). Los dos departamentos más densamente poblados, Asunción y Central, tienen la máxima concentración de trabajadores de salud. La cantidad de médicos por cada 1.000 personas es de 4,9 en la capital Asunción y de 2,5 en Central, en tanto que es de 0,9 en Caaguazú y Alto Paraná. Juntos, Asunción y Central suman el 56 por ciento de toda la fuerza laboral de salud del MSPBS y el 60 por ciento de todos los médicos, pero sólo representan el 36 por ciento de la población de Paraguay. Ajustando la utilización de atención de salud, la variación de la “cantidad efectiva de trabajadores de la salud per cápita” sería incluso más alta, pues Asunción y Central también son las regiones con la cobertura más alta de seguro de salud (IPS y privado). Tabla 6: Distribución de Trabajadores de Salud del MSPBS por Departamento, 2016 Medicos y enfermeras Densidad poblacional Departamento (per 1,000 personas) (persons por km Total Doctors Other cuadrado) Region oriente Asuncion 14.6 4.9 9.7 30124.2 Concepcion 4.9 1.4 3.5 9.9 San Pedro 4.9 1.2 3.8 15.9 Cordillera 4.7 1.2 3.6 47.3 Guaira 6.0 1.9 4.1 46.5 Caaguazu 3.2 0.9 2.3 37.9 Caazapa 5.2 1.5 3.7 14.7 Itapua 2.8 1.1 1.8 27.5 Misiones 6.7 2.2 4.5 10.7 Paraguari 5.0 1.2 3.8 25.5 Alto Parana 2.7 0.9 1.8 37.5 Central 7.2 2.5 4.6 552.9 Neembucu 6.9 1.6 5.3 6.3 Amambay 3.7 1.3 2.4 8.9 Canindeyu 4.7 1.3 3.4 9.6 Region oeste Presidente Hayes 5.2 1.8 3.4 1.1 Boqueron 18.7 4.6 14.2 0.1 Alto Paraguay 4.1 1.2 2.9 0.4 Fuente: Los datos de cantidad de trabajadores de la salud por departamento provienen de la base de datos de recursos humanos del Ministerio de Finanzas. La base de datos brinda información sobre todos los trabajadores de la salud de la nómina del gobierno en diciembre de 2016. Por lo tanto, las cifras son representativas únicamente de ese mes. Gasto Privado Como se señaló al principio, si bien el gasto público en salud ha aumentado de manera sostenida, el gasto privado continúa representando casi la mitad del gasto total en salud (Figura 26). En contraste con los países más desarrollados, donde la mayoría de los gastos privados son de primas de seguros, en Paraguay los gastos privados son por pagos de bolsillo –US$113 per cápita en 2016. El 60 por ciento de los gastos de bolsillo se destinan a medicamentos y a análisis y exámenes de laboratorio (22 por ciento) (Figura 27). Esto es problemático si se considera el nivel de recursos públicos dedicados a productos farmacéuticos. El gasto privado en productos farmacéuticos no se redujo cuando aumentó el gasto público en años recientes. En general, dos tercios del gasto total en productos farmacéuticos del país son privados. Figura 26: El gasto de bolsillo como Porcentaje Figura 27: Composición de gastos de bolsillo en del Gasto Total en Salud entre países, 2014 Salud Fuente: Indicadores de Desarrollo Mundial, Banco Fuente: Cálculos propios a partir de datos de la EPH. Debe Mundial (2018) notarse que la encuesta también registra los gastos de bolsillo para una cuarta categoría, las hospitalizaciones. Sin embargo, las hospitalizaciones representan una cantidad poco significativa, por lo cual aquí, en aras de la claridad, no se informa sobre ellas. El gasto de bolsillo es elevado incluso entre la población cubierta por seguro del IPS o seguros privados. En 2014 el gasto de bolsillo entre los cubiertos por el IPS fue de US$107; para los cubiertos por seguro privado fue de US$185; y para los no asegurados fue US$113 en promedio. No obstante, en relación con los ingresos, los pobres (70 por ciento de los cuales no tienen seguro) afrontan una parte desproporcionada de esos gastos. Para ilustrar este punto, la Figura 28 muestra la curva de Lorenz de los ingresos y los gastos de bolsillo en salud. Como se esperaría, el gráfico muestra la desigualdad de los ingresos (la curva de ingresos está bien por debajo de la línea de igualdad), pero sorprendentemente casi no existe desigualdad en los gastos en salud (la curva está muy cerca de la línea de igualdad). La proporción de los gastos de bolsillo es casi igual a la proporción de ingresos. El 40 por ciento de la parte inferior de la población sólo gana el 16 por ciento de todo el ingreso, pero afrontan el 37 por ciento de los gastos de bolsillo. Esto también resalta el hecho de que la carga de gastos de bolsillo (como proporción del ingreso) cae en mayor medida en los pobres más que en los ricos. Esto se trata con mayor detalle en las secciones siguientes. Figura 28: Distribución del ingreso y gasto de bolsillo, 2014 Fuente: Cálculos propios a partir de los datos de la EPH (2016) V. Eficiencia y Equidad de Gastos Eficiencia La principal fuente de ineficiencia del sector de salud es la fragmentación del sistema, que da como resultado redes de prestación de servicios duplicadas. En el sistema actual, existe limitada coordinación de actividades entre los dos principales prestadores de atención pública de salud, el MSPBS y el IPS. Por ejemplo, mientras que el MSPBS tiene un mandato universal y atiende a los pacientes sin importar si tienen o no seguro, los establecimientos del IPS solo atienden a sus asegurados. En la práctica, los pacientes pueden acceder a las salas de emergencia de IPS pagando por los servicios recibidos. Si se tuvieran, acuerdos interinstitucionales que faciliten compartir los establecimientos de cada uno, en particular en áreas remotas, se podría reducir la duplicación de las redes de salud y ahorrar recursos en ambos sectores. Por el lado de compras públicas, particularmente de productos farmacéuticos, cada sector compra sus insumos y medicamentos de manera separada; renunciando a los beneficios de la compra por volumen. La agrupación de las compras de productos farmacéuticos a través de contratos marco puede fortalecer el poder de negociación y reducir los precios debido a mayores volúmenes. La organización institucional existente genera subsidios del MSPBS al IPS. Debido al mandato de atención universal del MSPBS, los afiliados del IPS (y otros titulares de seguro) pueden utilizar los establecimientos del MSPBS, pero no al revés. Por consiguiente, información a nivel de hogares muestra que el 19 por ciento de todas las necesidades de atención de salud de los afiliados del IPS en 2016 se atendieron en establecimientos del MSPBS. Eso corresponde al 6,1 por ciento de todas las visitas recibidas en el sector público. En comparación con la población no asegurada, los afiliados del IPS visitan más los hospitales del MSPBS que las clínicas. Dada la inexistencia de mecanismos para que el MSPBS cobre al IPS o recupere los costos, el subsidio del MSPBS al IPS es de aproximadamente 300 miles de millones de PGY (cerca del 10% del presupuesto del MSPBS). Por contraste, la población no asegurada tiene prohibido el uso de establecimientos afiliados al IPS, excepto en el caso de visitas a emergencias, que representan menos del 1 por ciento de las visitas. Cuando alguien, en efecto, recibe atención de emergencia, debe pagar los costos por su cuenta, que después se agrupan en los fondos institucionales del IPS. El sector público asigna presupuestos a los departamentos en base a la precedencia y demanda histórica, que no se correlaciona con la demanda actual ni con la necesidad de servicios y resultados de salud. El MSPBS continúa asignando establecimientos e infraestructura de salud, recursos humanos y productos farmacéuticos en base a estimaciones per cápita, lo cual también dificulta asignar recursos a prioridades o a condiciones específicas. La Figura 29 y la Figura 30 muestran la correlación (o falta de ella) entre los gastos per cápita del MSPBS y los resultados de salud y las tasas de pobreza por departamento, respectivamente. La correlación entre los resultados de salud y gasto es, si algo, positiva. Vale decir que a los departamentos con mejores resultados de salud también se les asignan mayores recursos per cápita.7 De manera similar, la correlación entre la tasa de pobreza departamental y el gasto es negativa: a los departamentos pobres se les asignan más recursos que a los departamentos ricos. La reorientación del esquema de financiamiento hacia resultados más que hacia insumos podría ayudar a atender mejor la demanda de atención de salud, priorizar áreas específicas, mejorar los resultados y reducir los costos. 7Excluida Asunción, que es un departamento atípico, y hace la correlación negativa y pequeña. La correlación cambia de 0,12 a -0,02. Figura 29: Correlación entre Resultados Figura 30: Correlación entre Tasa de Pobreza y Sanitarios y Gasto Per Cápita por Departamento Gasto en Salud Per Cápita por Departamento Fuente: Cálculos propios a partir de la base de datos de Fuente: Cálculos propios a partir de la base de datos de Gasto Público BOOST y la DGEEC. El índice de salud es Gasto Público BOOST y la DGEEC. un componente principal de tres variables: tasa de mortalidad materna, tasa de mortalidad infantil y tasa de mortalidad de menores de 5 años. Los valores negativos implican mejor salud. Asimismo, el sistema de retribución a los prestadores de servicios genera limitados incentivos al desempeño y calidad del prestador. El personal que presta el servicio en ambos sectores negocia salarios en la contratación y se les pagan salarios y beneficios fijos, y ningún componente de la retribución está vinculado al desempeño. Como los contratos se negocian, no hay ninguna diferencia de salarios entre el personal del sector público y el privado.8 El personal puede tener múltiples contratos y la mayoría trabaja tanto en los establecimientos del MSPBS como en los del IPS (Banco Mundial, 2006). Las experiencias de otros países muestran que vincular incluso una pequeña parte de los recursos a la producción o resultados genera grandes impactos positivos en la salud (como ejemplo, ver Celhay y otros (2018) sobre de la evaluación del programa Plan NACER de Argentina). Rediseñar los mecanismos de pago a prestadores podría ayudar a mejorar la eficiencia. Ambos sectores buscan proveer todos los servicios, lo que dificulta la focalización en prioridades específicas que sí se podría realizar usando planes de beneficios predefinidos o servicios integrados de atención para condiciones particulares. En teoría, ambos sectores cumplen con todas las demandas de atención de salud de la población. Sin embargo, ambos sistemas de salud limitan los beneficios de un modo u otro. Puede presentarse racionamiento implícito por la falta de disponibilidad de recursos y conocimientos especializados y por colas y pagos informales. También se crea confusión entre los usuarios acerca de los beneficios. Recientemente, países como Argentina, Chile y Uruguay implementaron planes de beneficios mínimos que ayudan a priorizar condiciones prevalentes y que además son costo-efectivas de tratar. Estas innovaciones contribuyen a facilitar la asignación de recursos a servicios que generan máximos beneficios a la sociedad. Pueden usarse para incentivar la prestación y utilización de servicios de atención de salud preventiva y primaria. También crean el derecho para los pacientes, cuyo acceso a servicios de lo contrario estaría determinado mayormente por los profesionales de la salud. Por último, los planes de beneficios también podrían reducir la probabilidad de que los prestadores soliciten pagos informales a los pacientes (Glassman, Gideon, Sakuma, & Smith, 2016). El sector de salud preventiva y primaria, incluidas las USF como puertas de entrada al sistema, presenta limitaciones en su funcionamiento, lo que lleva a una elevada utilización de servicios de hospitalización de la red del MSPBS. Como muestra la Figura 31, el 39,6 por ciento de todas las 8 En base a análisis propios a partir de los datos de la EPH. Las regresiones mincerianas muestran que los médicos y enfermeras reciben en efecto una prima salarial respecto de otros trabajadores del sector público: los ingresos por hora son 22 por ciento y 9 por ciento más altos y estadísticamente significativos en el nivel de 1 por ciento, respectivamente. visitas a establecimientos del MSPBS en 2016 fueron a hospitales. Aunque la creación e implementación de las USF comenzó en 2010, en 2016, las USF recibían sólo el 5,3 por ciento de todas las visitas de atención médica. La proporción de visitas a las USF está creciendo: de 2,8 por ciento en 2013 a 5,3 por ciento en 2016, pero esto se debe mayormente a una reducción de visitas a clínicas, pero no a hospitales. En la práctica, no hay ningún obstáculo para que la población haga visitas directas a los hospitales. Evidencia anecdótica sugiere que la población prefiere usar los hospitales por la mayor disponibilidad y calidad de servicio.9 Dado que tratar a los pacientes en los hospitales tiende a ser más costoso que hacerlo en instalaciones de consulta externa y en establecimientos ambulatorios, eso tiene implicaciones negativas en la eficiencia del sector del MSPBS. Figura 31: Visitas a establecimientos del MSPBS por Tipo de Establecimiento Fuente: Cálculos propios a partir de los datos de la EPH. En ambos sectores, los tiempos de espera entre la llegada al establecimiento y la consulta exceden una hora, lo cual impone costos por el tiempo muerto a los usuarios. El MSPBS no tiene un mecanismo para planificar las citas y los pacientes deben esperar en promedio 79 minutos para ser atendidos (Figura 32). Por el lado del IPS, aunque se pueden planificar las citas, la espera entre la llegada y la atención médica es de 68 minutos en promedio. Además, debido a la alta demanda de servicios de salud, las citas pueden fijarse hasta con dos semanas de antelación. Eso, por su lado, lleva a una alta utilización de los servicios de emergencia de la red IPS: 32 por ciento de todos los pacientes ambulatorios se atienden en salas de emergencia. El alto nivel de uso de los servicios de emergencia tiene dos tipos de implicancias en la eficiencia. Primero, dado que los servicios de emergencia son más costosos de administrar que los servicios de consulta externa, los costos de prestar los servicios se incrementan. Segundo, produce congestión en las salas de emergencia, lo que, a su vez, restringe los recursos disponibles para quienes realmente necesiten esos servicios. 9 Basado en conversaciones del equipo con los pacientes. Figura 32: Tiempo de espera para Servicios de Salud por Sector Fuente: Cálculos propios a partir de datos de la EPH. La demanda de servicios de hospitalización es alta en el IPS, lo cual perjudica la calidad de la atención. Debido a la alta demanda de camas de hospital, la distribución de los días de internación se distorsiona y disminuye (Figura 33). La duración promedio de hospitalización en la red del IPS es 5,7 días, mientras que el promedio de la OCDE es de 8,1 días.10 De acuerdo con el personal de IPS, estos patrones se deben a la alta demanda: se da de alta tempranamente a pacientes en recuperación para hacer lugar para nuevos pacientes. El análisis de las tasas de readmisión en hospitales por toda causa confirma esta hipótesis. El 11 por ciento de los pacientes dados de alta son readmitidos en los siguientes de 3 días, y el 19,5 por ciento, en los siguientes 30 días (Figura 34). En comparación, en el Reino Unido la tasa de readmisión por toda causa en 30 días fue de 6,6 por ciento en 2016 (Friebel, Hauck, Aylin, & Steventon, 2018). Figura 33: Distribución de Días de Figura 34: Probabilidad de Readmisión en Hospitalización en el IPS, 2016 Hospitales del IPS, 2016 Fuente: Cálculos propios a partir de datos del IPS Fuente: Cálculos propios a partir de datos del IPS Existe un déficit de sistemas de información en el MSPBS, lo que reduce la eficiencia en la provisión de servicios y dificulta su eficiente planificación. Los establecimientos de salud del MSPBS dependen de registros en papel, lo cual es ineficiente debido a que impide la interoperabilidad entre los registros e incrementa los costos administrativos. Los registros de salud se mantienen en los archivadores de cada establecimiento y son sacados (por el personal administrativo) cada vez que un paciente visita un establecimiento. Adicionalmente a los costos administrativos para el sector, la falta de registros también incrementa los tiempos de espera del paciente. Los costos también se presentan en forma de costos de impresión: estimados en US$2 mil por año.11 Si un paciente visita un establecimiento 10 Datos de la OCDE para 2013 y de las Estadísticas de Salud de la OCDE. 11 Basado en nuestras conversaciones son el personal de MSPBS. al que no ha asistido antes, se crea un nuevo registro en el nuevo establecimiento. De ese modo, los registros de salud de un individuo pueden estar dispersos en múltiples establecimientos. Pero aún mas importante es que esta situación se traduce en la falta de información de fácil accesibilidad y disponibilidad que puede ser utilizada por los tomadores de decisiones en todos los niveles (local, regional y nacional) para mejorar la focalización de las necesidades de salud de la población. Personal administrativo del ministerio indica que el mayor reto para incrementar la eficiencia y mejorar el funcionamiento del sector es la falta de información en tiempo real, tanto agregada como a nivel individual. Asimismo, existe variación en la eficiencia del gasto en salud a nivel departamental. Para analizar la eficiencia a nivel departamental, la Figura 35 divide los departamentos en cuatro grupos, en base a su desviación respecto de los resultados (nacionales) esperados y el gasto en salud. El primer grupo tiene un gasto más bajo que el esperado y resultados más bajos que los esperados, y se denomina de Bajo Rendimiento. El segundo grupo es Menos eficiente: el gasto en salud es más alto que el esperado, pero los resultados sanitarios son más bajos que lo esperado. El tercer grupo se etiqueta Sobresaliente: el gasto en salud es más alto que el esperado y los resultados son también más altos que los esperados. Por último, existe el grupo Más Eficiente: el gasto en salud es más bajo que el esperado y los resultados son más altos que los esperados. Los departamentos más remotos como Boquerón, Presidente Hayes y Concepción naturalmente caen en la categoría de bajo rendimiento. El gasto en salud en esos departamentos es alto debido, en parte, a la baja densidad de población. Una excepción es Alto Paraguay, que cae en la categoría de menos eficiente. Allí, aunque los resultados son deficientes, el gasto en salud está entre los más altos. Los departamentos más eficientes bajo esta agrupación son Caaguazú, Itapúa y Paraguarí y San Pedro. Esos departamentos logran los máximos resultados con relativamente poco gasto. Asunción y Ñeembucú caen en la categoría sobresaliente: el gasto en salud es altos para el nivel de resultados sanitarios. Figura 35: Eficiencia del Gasto Público en Salud Fuente: Cálculos propios usando la Base de Datos de Gasto Público BOOST y los datos del MSPBS Los resultados del AED también muestran patrones similares. La variable para medir resultados se define como un “índice de salud” que se construye a través del método de componentes principales utilizando cuatro variables –tasa de mortalidad infantil, tasa de mortalidad materna, tasa de mortalidad neonatal y tasa de mortalidad de niños menores de 5 años. El valor resultante del índice se multiplica por menos uno de manera que los puntajes positivos del índice se dan en los departamentos con mejor funcionamiento de sus sistemas de salud. Como se mencionó en la sección de metodología, este análisis toma como supuesto que la función de producción de salud es la misma para todas las unidades de producción y todos los entornos institucionales. Este supuesto puede ser restrictivo, en tanto se asume que Asunción y Alto Paraguay tienen el mismo modelo de producción, por lo que los resultados deben ser interpretados con precaución. Utilizando la metodología del AED, la frontera de eficiencia está formada por los departamentos de Itapúa y Concepción (Figura 36). En otras palabras, esos dos departamentos obtienen la máxima producción usando la mínima combinación posible de insumos. Como se muestra en la figura, Boquerón y Caaguazú están también entre los departamentos más eficientes. Los departamentos más ineficientes son Asunción y Alto Paraguay, que producen niveles mucho más bajos de resultados de salud respecto de los mismos niveles de insumos, por diferentes razones. En estos dos departamentos, el gasto en salud es entre 3 y 5 veces más alto que el promedio nacional. Asunción, por ejemplo, tiene una alta concentración de hospitales especializados (como el hospital oncológico y el hospital de trauma), que incrementa el gasto en salud pero que tiene un efecto limitado en la variable usada para medir resultados, según se describió anteriormente. Por otro lado, Alto Paraguay, es un departamento escasamente poblado por lo que la provisión de servicios en ese contexto es más cara en términos per cápita. De manera general, los resultados del análisis realizado muestran que existe espacio para mejorar la eficiencia del gasto en salud a nivel departamental. Figura 36: Puntajes de Eficiencia AED por Departamento Fuente: Cálculos propios. Equidad Dada la organización institucional del sistema de salud, no sorprende que el sistema del MSPBS sea pro-pobre y que el sistema del IPS sea pro-rico. La pregunta relevante en este contexto es ¿por cuánto? Estimaciones realizadas sugieren que las personas del decil más bajo de ingreso representan el 15,3 por ciento de todos los servicios ambulatorios del MSPBS y el 11,5 por ciento de todos los servicios de hospitalización. En el MSPBS, la proporción de pacientes tanto ambulatorios como de hospitalización se reduce conforme los hogares incrementan sus ingresos –de 15.3 por ciento en el decil más pobre hasta el 2.8 por ciento en el decil más rico para servicios ambulatorios y de 11.5 por ciento al 3.4 por ciento para servicios de hospitalización. Estimaciones de los patrones de utilización de los servicios de IPS siguen la lógica opuesta. La proporción de servicios de hospitalización se incrementa de 0.9 por ciento en el decil más pobre hasta el 12.4 por ciento. Considerando ambos sistemas como parte del sistema público, el sistema como un todo parece ser progresivo para los pacientes ambulatorios, y básicamente neutral para los servicios de hospitalización (Tabla 7). Tabla 7: Utilización de servicios de salud por deciles de ingreso MSPBS IPS Ambos Deciles de ingresos Ambulatoria Internaciones Ambulatoria Internaciones Ambulatoria Internaciones (% de total) (% of total) (% de total) (% of total) (% de total) (% of total) Mas pobre 15.3 11.5 0.9 0.7 13.3 9.1 2 14.8 14.5 2.3 0.4 13.1 11.2 3 13.7 14.1 5.1 3.8 12.5 11.9 4 11.9 13.4 4.5 1.7 10.8 10.7 5 11.0 11.2 8.5 13.1 10.7 11.9 6 10.1 10.1 14.2 16.6 10.7 11.6 7 8.4 8.4 13.1 10.9 9.1 8.9 8 6.6 8.1 19.7 23.2 8.5 11.5 9 5.3 5.4 16.6 17.2 6.9 8.0 Mas rico 2.8 3.4 15.0 12.4 4.5 5.3 Fuente: Estimaciones propias en base a información de la EPH (2016). Los resultados obtenidos del análisis de incidencia de beneficios reafirman que la prestación de atención por el MSPBS es progresiva y la del IPS, regresiva (Figura 37). Antes de presentar los resultados, es importante considerar las limitaciones de este ejercicio. Como se mencionó en la sección de metodología, no se cuenta con información de costos unitarios por condición; por tanto, este análisis asume el mismo costo unitario para todas las enfermedades y para todo el país. Para tomar en consideración la diferencia de costos de los servicios ambulatorios y de hospitalización, se asume que las hospitalizaciones cuestan cinco veces más que las atenciones ambulatorias. Los resultados muestran que en el MSPBS, los hogares del decil más pobre de ingreso representan el 14 por ciento del gasto público en salud, en tanto que los hogares del decil más rico representan menos que el 5 por ciento. En el IPS, las cifras son 1 por ciento de los hogares más pobres y el 16 por ciento de los más ricos. En general, considerando los servicios del MSPBS y de IPS como un todo, el sector público es medianamente progresivo. Figura 37: Distribución del Gasto en Salud Pública por Deciles de Ingreso Fuente: Cálculos propios en base a información BOOST, la EPH y las bases de datos del MSPBS y el IPS. A pesar de que el gasto público es progresivo, esto no quiere decir que el sector público por sí solo cubre las necesidades de salud de las poblaciones pobres y vulnerables. La fragmentación del sistema de salud también lleva a desigualdades en los beneficios y en la protección financiera de gastos de bolsillo entre aquellos que están asegurados y los que no lo están. Como se mostró en la Figura 12, el gasto en salud per cápita varía significativamente: en comparación con el gasto en salud per cápita de los no asegurados que principalmente dependen de los servicios del MSPBS, el gasto en salud de los beneficiarios del IPS es 4 veces más alto y el de los empleados públicos asegurados es 10 veces más alto. Comparados con los asegurados, los no asegurados también experimentan limitada disponibilidad y opciones de prestadores, y tiempos de espera más prolongados para acceder a los servicios. Debido que el IPS asegura a la población empleada formalmente, la población pobre, rural e indígena es menos propensa a tener cobertura de seguro. Entre los que se encuentran en el quintil más pobre de ingreso, sólo el 3,1 por ciento ha tenido alguna cobertura de seguro. La cobertura aumenta al 54,9 por ciento en el quintil más rico de ingreso. De manera similar, sólo el 12,6 por ciento de la población rural tenía cobertura de seguro, mientras que lo tenía el 34,3 por ciento de la población urbana. La cobertura de seguro también varía por los idiomas hablados (una forma de identificar poblaciones indígenas). Mientras que el 42 por ciento de hablantes “sólo de castellano” tenían cobertura de seguro, sólo la tenía el 10,9 por ciento de hablantes “sólo de guaraní” (Figura 38). Figura 38: Cobertura de seguro por Grupos poblacionales, 2016 Fuente: Análisis propio a partir de datos de la EPH Por consiguiente, dada la organización del sistema de salud y el alto nivel de gastos de bolsillo, la población pobre corre mayor riesgo de incurrir en gastos en salud catastróficos y empobrecedores. Un hogar se define en situación de riesgo de gasto catastrófico de salud, si su presupuesto de salud excede un cierto porcentaje del ingreso. Un hogar se define en situación de riesgo de gasto en salud empobrecedor, si el ingreso neto de gastos en salud se encuentra por debajo de la línea de pobreza (Wagstaff, 2008). Este análisis utiliza el umbral de 25 por ciento para gastos catastróficos y la línea de pobreza de US$3,20 por día para gastos empobrecedores. Los resultados se muestran en la Tabla 8. El resultado alentador es que el riesgo de gasto catastrófico global ha disminuido del 2009 al 2014 en todos los grupos de población. Sin embargo, los hogares rurales, indígenas y pobres corren mayor riesgo de gastos catastróficos que los otros grupos. De manera similar, estos mismos hogares tienen más probabilidad de caer en la pobreza que los hogares urbanos, ricos y no indígenas. Estos patrones muestran que el sistema público de salud no proporciona una adecuada protección financiera ante gastos en salud a las poblaciones pobres y vulnerables. Tabla 8: Riesgo de Gasto en Salud Catastrófico y Empobrecedor Riesgo de gastos catastroficos Riesgo de gastos empobrecedores porcentaje de poblacion con gastos porcentajes puntos aumento en la de bolsillo mas que 25% de ingresos tasa de pobreza ($3.20 al dia) 2009 2014 2009 2014 Pais 10.8 9.9 2.9 3.1 Segun area Rural 16.3 15.1 4.6 5.0 Urbano 7.7 6.1 1.8 1.6 Segun ingresos Mas pobre 25.1 22.6 8.8 10.4 Pobre 13.6 11.4 4.1 2.9 Mediano 8.3 6.9 1.0 0.3 Rico 6.3 5.1 0.0 0.0 Mas rico 2.5 0.5 0.0 0.0 Segun idioma Guarani 17.4 16.0 4.7 5.4 Guarani y Castellano 8.3 8.7 2.1 2.2 Castellano 6.1 3.9 1.2 0.7 Fuente: Cálculos propios usando los datos de la EPH VI. Desafíos Actuales y Emergentes en el Sector de Salud El principal desafío del sector salud en Paraguay es asegurar la Cobertura Universal de Salud para su población. La cobertura universal significa que toda la gente y las comunidades puedan usar los servicios de salud preventiva, curativa, de rehabilitación y paliativa que requieren, con un nivel suficiente de calidad para ser efectivos, al tiempo que también se asegure que el uso de esos servicios no exponga a los usuarios a dificultades financieras (WHO, 2017). En Paraguay, debido a la fragmentación y segmentación del sistema de salud, la calidad de los servicios de salud así como la protección financiera de gastos en salud varían por grupos socioeconómicos. Garantizar la cobertura equitativa de atención de alta calidad es un desafío principal. La carga de enfermedad se desplaza rápidamente hacia las no transmisibles y crónicas que generan presión financiera adicional al sistema de salud. El cambio epidemiológico se explica por la efectividad de la lucha contra enfermedades transmisibles, el aumento de expectativa de vida y los cambios de dietas, estilo de vida y hábitos nocivos como el consumo de tabaco y alcohol. Si no se previenen las enfermedades no transmisibles, su tratamiento es prolongado y costoso, y también podría generar una alta carga de discapacidad y dependencia de la fuerza laboral. Los incidentes súbitos de infecciones y enfermedades emergentes también podrían aumentar los costos de atención médica. Las enfermedades infecciosas que aparecen por primera vez y se propagan rápidamente por la geografía en un corto período de tiempo, pueden ejercer impactos profundamente negativos. Ocasionan pérdidas directas debido a los costos de atención de salud y pérdidas indirectas debido a la productividad perdida. Recientemente, la experiencia del virus Zika en el vecino país de Brasil y la experiencia del Ébola en África occidental han tenido profundas consecuencias negativas en estas regiones. En el caso de Paraguay, se dan incidentes ocasionales de malaria y dengue con más de 17.000 casos sólo en 2015. La disponibilidad y adopción de nuevas tecnologías de diagnóstico y opciones de tratamiento pueden mejorar el cuidado del paciente y los resultados sanitarios, pero también aumentan los costos del sector. En todo el mundo, la nueva tecnología es la principal responsable del incremento en el costo de atención de salud. Por ejemplo, en Estados Unidos el costo de tratar ataques cardíacos se duplicó entre 1984 y 1998, y la nueva tecnología fue responsable del 33 por ciento del incremento del costo (Cutler & McClellan, 2001). A medida que se dispone de nuevas tecnologías, también cambian las expectativas y demandas de los pacientes. La adopción cuidadosa de tecnologías costo-eficientes será importante para limitar el incremento de los costos de atención de salud al tiempo que mejoran los resultados. Con el desarrollo económico, a medida que mayor parte de la fuerza laboral se emplea en el sector formal, la carga del gasto en el IPS va a aumentar más. Como se comentó al principio, la tasa de empleo en el sector formal y por consiguiente la demanda de servicios del IPS aumenta rápidamente en Paraguay. En la medida que crezca la economía, una mayor parte de la población tendrá derecho a los servicios de salud del IPS. Sin embargo, los mecanismos y reglamentos de financiamiento existentes es improbable que resulten suficientes para satisfacer las demandas de la población. VII. Conclusiones y recomendaciones Resumen de Hallazgos Clave Si bien los resultados de salud en Paraguay han mejorado significativamente en décadas recientes, la mayoría de los indicadores se mantiene por debajo de los niveles de países vecinos de ALC, el promedio de ALC y muy por debajo de los promedios de la OCDE. La mayoría de los indicadores de salud han mejorado en las últimas dos décadas; sin embargo, la mejora ha sido más lenta respecto de otros países de la región. Paraguay ahora tiene un retraso respecto del promedio de ALC en casi todos los indicadores de salud materna e infantil. Los gastos públicos en salud han crecido rápidamente y están en línea con los países de ingresos similares, en términos de PIB. Entre 2003 y 2016, los gastos en salud pública crecieron significativamente, del 1,5 por ciento del PIB al 3,3 por ciento del PIB. Si bien la mayoría de los recursos, tanto en el MSPBS como el IPS, están dedicados a recursos humanos, el presupuesto de productos farmacéuticos se ha incrementado. Los aumentos del gasto han sido mayores para el MSPBS y se ha reducido la brecha relativa en el gasto per cápita entre el MSPBS y el IPS. Sin embargo, el gasto de bolsillo no disminuyó aún al aumentar el gasto público, lo cual indica que existen problemas de eficiencia en el sector público y genera preocupaciones sobre la equidad. Los gastos de bolsillo continúan representando casi la mitad de todo el gasto de atención de salud en Paraguay, y más del 75 por ciento del monto se destina a productos farmacéuticos. Los gastos de bolsillo también afectan a las poblaciones pobres, rurales e indígenas más que a otros grupos. El nivel de gasto público y cobertura de servicio también varía entre grupos de población. Incluso respecto del MSPBS, existe una variación significativa en la asignación de recursos a nivel de departamentos. El gobierno gasta más de US$1.000 per cápita para proporcionar seguro privado a los empleados del sector público, US$400 per cápita en los beneficiarios del IPS y US$150 per cápita en la población no asegurada. En todos los departamentos, los más ricos y urbanos como Asunción y Central reciben asignaciones mucho más altas que los más pobres y rurales como Boquerón y Alto Paraná. Existen varias vías para mejorar la eficiencia y equidad que podrían multiplicar el impacto de los recursos actuales. Reorientar el financiamiento del sistema de salud de presupuestos históricos a una asignación basada en demanda, mejorando la función de la atención preventiva y primaria, generando incentivos al desempeño de los prestadores son algunos de los modos en que podrían mejorar los resultados de salud sin un aumento sustancial de los recursos. También permitirían que el sistema de salud destine mejor los recursos a áreas y poblaciones de prioridad. Alternativas de Política La política de largo plazo más importante para incrementar la eficiencia y equidad en el sistema de salud es la integración del sistema fragmentado actual a un sistema más integrado. El primer paso en este proceso es contar con una visión de largo plazo para el sector salud. Entre otras cosas, es necesario que los formuladores de políticas debatan y lleguen a un acuerdo sobre el modelo de atención de la salud (ya sea con integración total o parcial), los mecanismos de financiamiento (Beveridge o Bismarck) y la organización de las redes de salud. Cualquier visión de largo plazo, también debe fortalecer el rol de la atención primaria y considerar las dificultades de atención de la salud a largo plazo, lo cual incluye una creciente carga de enfermedades no transmisibles y afecciones crónicas. El hecho de que Paraguay deba trabajar en la integración del sector salud es una conclusión de política ampliamente aceptada y el gobierno actual ha hecho de esa reforma una prioridad. En el marco de este objetivo y de los resultados del análisis realizado anteriormente, esta sección presenta varias alternativas de política a corto, medio plazo y largo plazo que pueden mejorar la eficiencia y la equidad, y allanar el camino para una eventual integración del sistema de salud. Alternativas a corto plazo I. Invertir en la capacidad de prestación de servicio de la red del MSPBS para equiparar su red con la de otros sectores. Para colaborar en la integración a futuro, los establecimientos del MSPBS deberán brindar servicios con calidad similar a los que proveen las redes privadas y del IPS. Esto requiere inversiones importantes en infraestructura física, recursos humanos e infraestructura clínica. Asimismo, requiere solucionar problemas en la cadena de suministros para incrementar la disponibilidad de medicamentos. Considerando que la población pobre tiende a utilizar las redes del MSPBS más que la población con mayores recursos, en el corto plazo, estas medidas tienen el potencial de reducir el gasto de bolsillo y mejorar la equidad de los gastos privados en salud. Las inversiones en el mejoramiento de las condiciones de las USF existentes pueden ayudar a mejorar su capacidad resolutiva e incrementar la demanda por sus servicios. Esto mejoraría la eficiencia en el corto plazo. II. Completar la implementación de las USF y consolidar su función en atención primaria. Las USF pueden continuar cumpliendo su función de puerta de entrada al eventual sistema público integrado de salud y, por tanto, es crucial que todas las poblaciones tengan acceso a una USF, según lo previsto. En el corto plazo, completar la implementación de las USF puede incrementar la eficiencia y equidad al reorientar recursos hacia servicios de salud costo efectivos y de salud primaria y preventiva. Como se mencionó, a la fecha, solo se construyeron 801 de las 1.500 USF planificadas. Por tanto, existe la necesidad de encontrar los espacios fiscales para estas intervenciones dado que se requerirán inversiones importantes para completar la implementación de las USF. III. Asignar presupuesto estratégicamente a áreas prioritarias y a las condiciones de salud prevalentes costo-eficientes de tratar. El mecanismo actual de financiamiento brinda pocos espacios para la focalización de los recursos a áreas prioritarias (como departamentos con malos resultados sanitarios) o a condiciones prioritarias (como tuberculosis y VIH/SIDA que son altamente infecciosas y a enfermedades como la diabetes o hipertensión, cuya prevalencia se incrementa y en las que la detección temprana y tratamiento son imperativos). Tanto el MSPBS como el IPS podrían considerar definir las condiciones prioritarias que deben ser atendidas y desarrollar programas de tratamiento integrado para esas condiciones. Esto requerirá desarrollar protocolos y guías de práctica clínica, asó como entrenar y capacitar a profesionales de la salud. Estas acciones mejorarían la eficiencia del sector en el corto plazo y ayudarán en el desarrollo de un plan mínimo de servicios de salud para el sector salud en el largo plazo. IV. Implementar mecanismos de pago alternativos a prestadores de servicios para mejorar la calidad y la rendición de cuentas. En las circunstancias actuales, los recursos se asignan sobre la base de prioridades históricas y no necesariamente se corresponden con la demanda de servicios. Los prestadores públicos, incluyendo las USF (que tienen población adscrita) reciben salarios fijos que no están relacionados con los resultados. En los últimos años, varios países (por ejemplo, Argentina con el Plan Nacer) han experimentado con pagos que incentivan el logro de metas de salud, y se observaron mejoras significativas en los resultados de salud. En el corto plazo la reforma de los mecanismos de pago para generar incentivos para mejorar la calidad de los servicios puede ayudar a mejorar la eficiencia sin incrementar los costos. V. Establecer instituciones para centralizar la compra de productos farmacéuticos e insumos médicos del MSPBS y el IPS. Como se observa en el análisis realizado, ambos sectores gastan una parte significativa de sus presupuestos en productos farmacéuticos e insumos médicos. Además, los resultados en el capítulo de gestión fiscal, masa salarial y gastos de contratación pública muestran posibles importantes ganancias de combinar las compras de farmacéuticos de los dos sectores. Las ganancias de eficiencia son esperables dado que la institución que realice las compras conjuntas tendrá mayor poder de negociación con los vendedores y podrá obtener mejores precios por la compra en volumen. La compra centralizada también puede servir para estandarizar la lista de medicamentos usados en las dos entidades, lo cual contribuirá a la meta de integración a largo plazo. VI. Estandarizar la provisión de seguro privado para empleados públicos. Actualmente, cada agencia pública que ofrece seguros a sus empleados contrata al proveedor de aseguramiento de manera separada. Esto se debe, principalmente, a que las agencias tienen diferentes asignaciones presupuestales y eligen diferentes niveles de coberturas. Este sistema de contrataciones no solo es ineficiente, sino que es inequitativo para los empleados públicos. La contratación conjunta de seguros reduciría los costos para los contribuyentes. El primer paso para la estandarización de la provisión de seguros para empleados públicos requiere una revisión de todos los contratos existentes y la selección de beneficios mínimos que el contrato estandarizado de aseguramiento debe ofrecer. El siguiente paso será contratar al proveedor más eficiente entre todos los que pueden proveer el plan mínimo. Alternativas a mediano plazo I. Definir el plan básico de servicios de salud para todas las redes de salud (públicas y privadas) que deberán ofrecer en un sistema integrado. La opción del plan básico deberá basarse en las enfermedades prevalentes que afecten a la población, las capacidades de prestación de servicios de las diferentes redes y la factibilidad financiera del plan. El plan puede iniciarse con un conjunto reducido de enfermedades y ampliarse progresivamente (tal como hizo Chile con AUGE o como Argentina con el Plan Nacer y el Plan Sumar). El plan básico deberá enfocarse en servicios de salud preventiva y en condiciones que son costo-efectivas de tratar tempranamente, y así es como se obtendrán ganancias en eficiencia. II. Hacer inversiones progresivas en las redes del MSPBS e IPS para garantizar que puedan ofrecer el plan básico. A fin de garantizar que ambos sectores públicos puedan ofrecer los servicios cubiertos en el plan básico, su capacidad de prestación del servicio deberá expandirse. A pesar de que esta alternativa aumentará el presupuesto del sector en el corto plazo, si puede tener implicancias positivas en la equidad. III. Crear una alternativa de seguro público (posiblemente a través del IPS) para el personal del estado no cubierto por seguros privados. A pesar de que numerosas instituciones del estado brindan un seguro privado a los empleados públicos, hay otras que no. Por ejemplo, los docentes no tienen planes de aseguramiento privados (aunque ellos reciben seguro de salud del IPS) y los empleados del MSPBS reciben una compensación fija en lugar de planes de aseguramiento privados. Podría crearse una alternativa pública para este tipo de empleados, de manera que reciban la misma cobertura mínima que está disponible para los empleados que reciben aseguramiento privado. IV. Invertir en infraestructura de TIC inteligente e interoperable en la red del MSPBS. Como se mencionó en el análisis, la falta de infraestructura TIC adecuada y el uso de registros en papel afecta la eficiencia del MSPBS en, al menos, tres formas. Primero, incrementa los costos administrativos por las impresiones y el personal requerido. Segundo, incrementa los tiempos de espera para los pacientes. Tercero, hace que sea imposible obtener información en tiempo real para ayudar en la toma de decisiones. La inversión en infraestructura de TIC que facilite el uso de registros de salud electrónicos, la distribución y gestión farmacéutica, la programación de citas y referencias y contrarreferencias puede servir para mejorar la toma de decisiones y la eficiencia del gasto. En el largo plazo, la misma infraestructura puede ser la columna vertebral del sistema integrado de salud. V. Establecer acuerdos interinstitucionales para facilitar la coordinación de la prestación de servicios entre el MSPBS e IPS. Como consecuencia inmediata, dichos acuerdos podrían ayudar al MSPBS a recuperar algunos de los costos incurridos en el tratamiento de los afiliados del IPS. Si se igualan las capacidades de prestación de servicios, ello podría ayudar a reducir la duplicación en las redes de salud. En el largo plazo, dichos acuerdos ayudarían en la integración permitiendo el movimiento de pacientes entre los distintos sectores. Alternativas a largo plazo En el largo plazo, las reformas en el sector de salud deben enfocar en cumplir la Cobertura Universal de Salud (CUS). Otros países que han logrados el meta de CUS lo han hecho transformando sistemas de salad fragmentados a un sistema universal de dos tipos principales. El primero es un sistema nacional único de salud, financiado por impuestos. El segundo es un sistema de aseguramiento nacional, financiado vía las cotizaciones obligatorias (a veces con subsidios a la población sin capacidad de pagar). Para la toma de decisiones del largo plazo, se necesita una discusión nacional del modelo de financiamiento y el modelo de funcionamiento del sistema nacional de salud. Mientras tanto, hay otras opciones a considerar que ayudarán a los objetivos a largo plazo, independientemente del modelo de salud. Por ejemplo, se puede empezar establecer instituciones para la implementación del sistema nacional integrado de salud. La especificación de las instituciones dependerá del nivel de integración y el mecanismo de financiamiento elegido. Sin embargo, al interior del sector público, se requiere la separación de las funciones de regulación, financiamiento y prestación de servicios. Asimismo, se puede implementar mecanismos de auditoría y supervisión y de revisiones periódicas del plan de beneficios, según se requiera. El plan mínimo de beneficios deberá ser revisado de manera periódica, de acuerdo con las necesidades de la población. De manera similar, conforme estén disponibles nuevos medicamentos y tecnologías, la lista de medicamentos esenciales también deberá ser revisado. Referencias Afonso, A.; Schuknecht, L. and Tanzi, V. 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Anexo 1: Notas metodológicas para el Capítulo de Salud Figura A1.1: Módulo de supervisión y evaluación del Desempeño de Sistema de Salud Insumos y procesos Productos Resultados Impacto Infraestructura Acceso a los Mejores servicios e Cobertura de los resultados Fuerza laboral de intervenciones de servicios e sanitarios la salud salud y intervenciones Financiamiento disponibilidad de salud Gobernanza Protección contra Cadena de riesgos financieros suministro de Calidad de los Utilización de los y bienestar medicamentos servicios e económico servicios intervenciones de salud Seguridad Tecnología de Mitigación de los comunicaciones sanitaria Disponibilidad de factores de e información medicamentos riesgo Eficiencia para la población Cantidad, calidad y equidad de la prestación de servicios de salud Fuente: Adaptado de OMS (2010) Tabla A1.1: Bases de datos utilizadas en el análisis Insumos y procesos Producción Resultados Impacto • Gastos públicos y privados • Consultas y • Acceso y uso de los • Expectativa agregados (IDM) hospitalizaciones servicios (EPH, de vida, • Gasto público por por nivel (MSPBS, MSPBS e IPS) mortalidad categoría de gasto IPS y EPH) • Gastos corrientes y materna, • Disponible (BOOST) Consultas y protección mortalidad • Gasto en recursos hospitalizaciones a financiera (IPS) infantil y de humanos y en nivel de clínicas y • Factores de riesgo la niñez medicamentos por hospitales (IPS (IHME) departamento (MSPBS e únicamente) IPS) • Gastos privados y gastos de bolsillo (EPH) • Gasto público por nivel: • Consultas y • Hospitalizaciones primario, secundario y hospitalización por evitables para especializado grupos de trastornos con • Gastos por tipo de enfermedades tratamiento consulta: paciente • Consultas y ambulatorio ambulatorio en hospitalización a (enfermedades comparación con paciente nivel de pulmonarias No disponible internado establecimiento crónicas, asma, • Medicamentos y (MSPBS) diabetes e suministros médicos a • Consultas y hipertensión) nivel de hospital y clínica hospitalización a • Tasa de • Tasa de ausentismo de nivel de proveedor readminisión en empleados públicos • Costo por paciente a hospitales (MSPBS) • Precios de referencia nivel de • Tasa de mortalidad internacional para establecimiento en hospitales medicamentos y suministros médicos • Medicamentos vencidos y desechados Anexo 2: Descripción de la metodología de Análisis de Datos Envolvente (DEA por sus siglas en inglés) La metodología de Análisis de Datos Envolvente (DEA por sus siglas en inglés) fue originalmente desarrollada por Farrell (1957) y permite estimar medidas de desempeño y productividad de Unidades de Observación Tomadoras de Decisiones usando métodos no paramétricos. Esta metodología asume la existencia de una función de producción convexa para estimar una frontera envolvente alrededor de los puntos de datos observados. La metodología DEA se caracteriza por medir la eficiencia de las unidades de observación con relación a las otras unidades de observación e identifica las unidades que operan en forma menos eficiente en función del desempeño de las unidades observadas. La metodología DEA presenta dos enfoques: (i) enfoque en insumos que muestra cuando cantidad de insumos podrían reducirse sin cambiar el nivel de desempeño; (ii) enfoque en desempeño que muestra cuanto se podría mejorar este sin cambiar el nivel de insumos. La eficiencia de cada unidad de observación puede medirse estimando la distancia a la frontera técnica de eficiencia teórica (o comparado con las mejoras practica observadas entre las unidades de observación). La metodología DEA provee un ranking que generalmente se normaliza entre 0 y 1, y al que nos referimos en este documento en forma intercambiable como porcentaje de eficiencia que va de 0 al 100%. Las mejoras prácticas son relativamente eficientes y se identifican por tener un índice de eficiencia estimado DEA de ɸ=1. Las unidades más ineficientes en términos relativos tienen un índice de eficiencia estimado DEA de menos a uno (ɸ <1). La siguiente figura muestra una frontera técnica de eficiencia teórica con un solo insumo y producto (índice de resultados de la salud en el caso de nuestra aplicación). Las unidades de observación (departamentos o distritos) A, B y C son eficientes ya que tienen índices de eficiencia estimados de 1. Por otro lado, el departamento o distrito D no es eficiente, ya que su índice de eficiencia estimado está por debajo de 1 [d2/(d1+d2)]. Figura A2.1: Frontera técnica de eficiencia teórica estimada con DEA asumiendo un solo insumo y producto