Banco Mundial Notas PREM MARZO DE 1998 NÚMERO 1 POLÍTICA ECONÓMICA ¿Qué efectos suscitará en los países en desarrollo la crisis de Asia oriental? La crisis que padece Asia oriental ya ha desatado el caos en monedas y mercados financieros intrarregionales y extrarregionales. ¿Cuáles son las perspectivas? En la presente nota se da respuesta a esa pregunta utilizando recientes proyecciones del Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo. La crisis financiera de Asia oriental ya ha suscitado importantes efectos en los países en desarrollo: desaceleración del crecimiento económico, agravamiento de los riesgos y modificación de la relación de intercambio y de los flujos de capital. En la presente nota se resumen recientes proyecciones del Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo del Banco Mundial sobre los efectos a largo plazo de la crisis. Las siguientes son las conclusiones principales: · El proceso de ajuste en los cinco países de Asia oriental más afectados por la crisis -- Filipinas, Indonesia, Malasia, República de Corea y Tailandia--, será profundo y prolongado. El comercio impulsará la recuperación. · La crisis afectará a los países en desarrollo más que a los países de ingreso alto. En los primeros, la reducción del crecimiento económico será alrededor de dos veces más pronunciada, dados los altos multiplicadores del comercio, la pronunciada variación de la relación de intercambio y la adopción de una política monetaria y una política fiscal más restrictivas en países que dependen de los flujos de capital privado. · Argelia, Brasil y la Federación de Rusia son los países en que los perjuicios pueden ser mayores. Los países importadores de petróleo, como Turquía, se verán beneficiados por la reducción del precio del petróleo. Fuera de Asia oriental, las regiones más afectadas por la desaceleración del crecimiento del PIB serán América Latina, Oriente Medio y Norte de África, y África al sur del Sahara. · La crisis suscitará importantes repercusiones en la economía mundial --la tasa de crecimiento del producto mundial bajará 0,5% en 1998-- pero sus perjuicios distarán mucho de ser tan graves como los suscitados por perturbaciones mundiales anteriores, como los dos aumentos del precio del petróleo registrados en los años setenta. · Han aumentado considerablemente los riesgos que corren los países en desarrollo. Aunque los hechos expresados son inquietantes, es importante mantener una perspectiva mundial al evaluar la crisis de Asia oriental. En 1997 Estados Unidos dio muestras de notable dinamismo en su octavo año de expansión no inflacionaria. En 1995-97 su tasa media de crecimiento económico llegó casi al 3%. El caso de Europa representó también una sorpresa favorable, dada la amplia y vigorosa recuperación que se inició en el segundo semestre de 1997, especialmente en Francia y Alemania. Se detuvo, en cambio, la incipiente recuperación de Japón, que obedeció en gran medida al incremento del impuesto sobre el valor agregado y a la reducción de la inversión pública. En 1997, con la ayuda de crecientes importaciones estadounidenses y europeas, el volumen del comercio mundial aumentó 7,8% --una de las tasas más elevadas en 30 años-- y superó ampliamente las expectativas. Efectos en Asia oriental Aunque la crisis está lejos de haber concluido, los indicadores de los mercados financieros de los países de Asia oriental --salvo Indonesia-- dan muestras de estabilización. Las monedas y los mercados de valores han comenzado a aquietarse tras las caídas de los últimos meses. En Indonesia, en cambio, las tasas de mercado siguen siendo inestables. Además persiste una gran incertidumbre en los países de la región más gravemente azotados por la crisis, aunque la desaceleración de la actividad en el sector real aún no ha llegado a su estadio de mayor gravedad (Recuadro 1). Para lograr la estabilización externa de esos cinco países, los saldos en cuenta corriente deberán ser francamente superavitarios en el futuro próximo. Se prevé que Indonesia, la República de Corea y Tailandia se recuperarán, hasta lograr un superávit en cuenta corriente en 1998, en comparación con los déficit comprendidos entre el 2% y el 8% del PIB en 1996 (Gráfico 1). En los cinco países la variación prevista haría pasar las cifras de un déficit de US$35.000 millones en 1997 a un superávit de US$7.000 millones en 1998 y US$30.000 millones en 1999. En la República de Corea y en Tailandia ya se han registrado superávit de US$1.000 millones a US$2.000 millones por mes. No obstante, las cifras reflejaron principalmente una desaceleración de la importación (que se redujo no menos de un 30% en dólares), que tendrá que ser acompañada por la recuperación de la exportación para que pueda reanudarse el crecimiento económico. Se prevé que la exportación de todos los países aumente 0,8 puntos porcentuales de la exportación mundial, cifra que representa alrededor de la mitad de la tasa de crecimiento de las exportaciones de México en 1995, tras la crisis del peso. La falta de crédito para los exportadores podría dificultar gravemente la recuperación de la exportación. Los graves reveses económicos y las reestructuraciones financieras son ya evidentes. La reducción de la afluencia de capital, el aumento de las tasas de interés y la depreciación real de la moneda (entre un 35% y un 70%) provocarán la disminución de la demanda externa y la desaceleración del crecimiento del PIB en los cinco países más afectados en 1998. En conjunto, se prevé que la tasa de crecimiento del PIB baje alrededor de siete puntos porcentuales con respecto a las proyecciones de mediados de 1997. Aunque se adopten supuestos optimistas, es probable que la recuperación de las tendencias del crecimiento económico a largo plazo lleve entre dos y tres años. Las tasas de interés siguen siendo altas en los cinco países (salvo en Malasia, están comprendidas entre el 18% y el 35%), y en todos ellos se aplica una política fiscal restrictiva. Las fallas de los sectores bancario y financiero internos --que se agravaron en forma acelerada inmediatamente antes de la crisis-- tardarán en corregirse, y ello requerirá considerables recursos fiscales, lo que hará aún más lenta la recuperación del producto. En 1975- 94 las crisis bancarias ocurridas en los países en desarrollo fueron seguidas por una disminución del crecimiento económico medio en los cinco años siguientes, que fue de 1,25 puntos porcentuales por año. Por otra parte, es probable que la recuperación de Asia oriental sea más lenta que, por ejemplo, la de México, país que se vio beneficiado por la fase ascendente del ciclo 2 de un país vecino grande, de ingreso alto y con problemas bancarios menos arraigados (Estados Unidos). El crecimiento económico también será lento en el resto de Asia oriental. En China, según las proyecciones, la tasa se reducirá alrededor de un punto porcentual, llegando así a 7,5%, debido a la reducción de la demanda de exportación, una mayor competencia en los mercados mundiales de manufacturas y cierta perturbación de los flujos de inversiones extranjeras directas, gran parte de las cuales se realiza a través de Hong Kong. Dentro de China, la tasa de crecimiento económico de Hong Kong será de alrededor del 2% en 1998, lo que implica una reducción de tres a cuatro puntos porcentuales, aproximadamente. En Singapur y Taiwán (China), la disminución será de alrededor de dos puntos porcentuales. Viet Nam, que devaluó su moneda, enfrenta una competencia mucho más intensa en materia de exportación y una probable desaceleración de la inversión extranjera directa. Efectos en otras regiones El ajuste externo en los cinco países de Asia oriental más gravemente afectados será de grandes proporciones en 1998: su déficit en cuenta corriente combinado será de alrededor de US$45.000 millones, en comparación con las proyecciones de Global Economic Prospects 1997 (Perspectivas Económicas Globales y los Países en Desarrollo), completadas en junio de 1997. En relación con esas proyecciones, dicho reajuste representa una disminución del 12% de la importación y un aumento del 9% de la exportación. Según se prevé, el aumento del déficit en cuenta corriente en los Estados Unidos dará cabida, en parte, a esa corrección. Según las actuales proyecciones, la tasa de crecimiento del PIB del conjunto de los países en desarrollo será de 3,9% en 1998, 4,7% en 1999 y 5,1% en 2000, es decir 1,0, 0,4 y 0,2 puntos porcentuales menos de lo previsto a mediados de 1997 (Cuadro 1). Se mantienen las proyecciones de crecimiento económico en 1998-2000, según las cuales el nivel será francamente más alto que el de 1991-96, lo que obedecerá a mejores resultados en materia de política, a la recuperación en las economías en transición y a una firme demanda en los países industriales. Fuera de Asia oriental, las regiones con mayores reajustes con respecto a las previsiones anteriores son América Latina, África al Sur del Sahara y Oriente Medio y Norte de África. También se deterioraría significativamente la situación de las economías en transición de Europa y Asia central, cuya tasa de crecimiento del PIB se reduciría 0,5 puntos porcentuales en 1998. En cuanto a América Latina, se prevé que la tasa de crecimiento económico de Brasil se reduzca 2,5 puntos porcentuales en virtud de la reciente consolidación fiscal y del aumento de las tasas de interés. En África al sur del Sahara, los países exportadores de petróleo y minerales (Nigeria, Sudáfrica, Zambia) se verán afectados por un deterioro de grandes proporciones de la relación de intercambio. En Oriente Medio y Norte de África la disminución del comercio y el deterioro de la relación de intercambio desacelerarán el crecimiento económico en Argelia, Irán y los países del Golfo Pérsico. En cuanto a las economías en transición, lo propio sucederá en la Federación de Rusia y en Polonia, en virtud de las medidas restrictivas adoptadas, respectivamente, para respaldar el tipo de cambio y para "enfriar" la demanda interna. La crisis financiera de Asia oriental afectará a otros países en desarrollo por cinco vías principales: contracción de los flujos de capital privado externo, reducción del volumen del comercio, disminución de los precios de los bienes comerciados, mayores márgenes para los prestatarios y menores las tasas internacionales de interés. 3 Reducción de los flujos de capital La crisis ya ha reducido la disponibilidad de capital privado externo. Se prevé que las nuevas transacciones en los mercados internacionales disminuyan alrededor de un tercio en noviembre y diciembre de 1997, y que el otorgamiento de crédito bancario transfronterizo se reduzca en gran medida en 1998. La reducción de los flujos privados ha dado lugar a la aplicación de una política macroeconómica más restrictiva en muchos países en desarrollo, imprimiendo un efecto multiplicador a la desaceleración del crecimiento económico y determinando una menor necesidad de financiamiento externo. En Brasil, la Federación de Rusia, Polonia y la República Checa se han incrementado las tasas de interés a corto plazo y en algunos casos se han reducido los déficit presupuestarios. La disminución del acceso al capital externo ha sido exacerbada por la fuga de capitales internos. Como la mayor parte de las grandes economías en desarrollo dependen de los flujos de capital privado, los hechos expresados pueden causar una recesión generalizada. Reducción del volumen del comercio En los cinco países de Asia oriental más afectados por la crisis, el ajuste externo y las devaluaciones monetarias darán lugar a una reducción de las exportaciones del resto del mundo, que será de alrededor del 1,5%. La reducción de la demanda de importación en Asia oriental, aunada al desplazamiento de la exportación en otras regiones, provocará una disminución del volumen de la exportación mundial de alrededor del 0,7% en 1998, con respecto a proyecciones anteriores (Gráfico 2). En consecuencia, la tasa de crecimiento económico de los países en desarrollo se reduciría alrededor de 1,0%. Además de Asia oriental, las dos regiones más afectadas son Oriente Medio y Norte de África y América Latina y el Caribe; en cada una de ellas se registraría una disminución de alrededor de 1,0% (estos datos se refieren al efecto de equilibrio parcial de primer escalón; en la práctica, el ajuste se realizará en parte a través de los precios). En China e India el efecto directo será escaso, dada la enorme escala de esas economías y sus limitados vínculos comerciales con Asia oriental; no obstante, ambos países sufrirán pérdidas --de moderadas proporciones-- en virtud de la competencia en otros mercados. Disminución de los precios La crisis suscitará un efecto deflacionario en los precios de los bienes comerciados. Los precios de los productos básicos (petróleo, caucho natural, madera, arroz y metales) ya han disminuido (lo que se agrega a otros factores que operan en la misma dirección). A los cinco países de Asia oriental más gravemente afectados por la crisis les corresponde alrededor del 7% del comercio mundial de manufacturas, y el precio en dólares de sus exportaciones se reducirá, según lo previsto, alrededor de un 9%. Las regiones en que la relación de intercambio se ha visto más deteriorada son, además de Asia oriental, Oriente Medio y Norte de África, América Latina y África al sur del Sahara. Los efectos de la relación de intercambio varían ampliamente de un país a otro (Gráfico 3). Los más afectados son los países exportadores de petróleo, notablemente Argelia, cuya relación de intercambio sufrirá un deterioro del 12,5% en 1998, atribuible exclusivamente a la crisis. En cambio los importadores de petróleo, especialmente Turquía, obtendrán considerables beneficios. Los países exportadores de metales y productos básicos, entre otros, correrán peor suerte que los exportadores de manufacturas. Muchos países que experimentarán pérdidas -- Colombia, la Federación de Rusia, Perú y Sudáfrica-- son exportadores de minerales y petróleo, pero poseen una base de exportaciones diversificada, en que las manufacturas revisten 4 considerable importancia. Las pérdidas de su relación de intercambio oscilarán entre el 1% y el 9%. Aumento de los márgenes En los países en desarrollo, el costo de obtención de financiamiento ya ha aumentado pronunciadamente, como lo muestra el incremento de los márgenes de las tasas aplicables a los bonos internacionales (Gráfico 4). Desde julio de 1997, los márgenes correspondientes a los eurobonos de Asia oriental aumentaron de alrededor de 100 a cerca de 500 puntos básicos. Los márgenes correspondientes a América Latina también se incrementaron. Actualmente, los agentes del mercado creen que la solvencia de los prestatarios de Asia oriental se asemeja a la de los prestatarios de América Latina. Disminución de las tasas de interés Los efectos desinflacionarios de la crisis reducirán las tasas de interés a corto y a largo plazo en los países industriales, tendencia que ya se está manifestando. Esto hará que los bancos centrales adopten una política monetaria más flexible de la que habrían adoptado en caso contrario. Los inversionistas han emprendido una "huída hacia la calidad", que ha reducido el rendimiento de los bonos a largo plazo del Tesoro de los Estados Unidos. Riesgos para el escenario de referencia Los riesgos de que la crisis se propague son considerables, pero manejables. Uno de ellos consiste en la interrupción de la afluencia de crédito a Asia y de contagio extrarregional, lo que puede ser desastroso, habida cuenta de las intensas presiones que sufren los sectores empresariales de los cinco países de Asia oriental más afectados por la crisis. Según un panorama estilizado de una compañía hipotética tailandesa, en 1998 la demanda interna de sus productos se reduce un 18%, las tasas de interés a corto plazo aumentan 500 puntos básicos, el costo de los insumos importados se incrementa en hasta 100%, se duplica la deuda en moneda extranjera carente de cobertura y se reduce el acceso al crédito. En la República de Corea ya tuvo lugar una reprogramación voluntaria de la deuda bancaria comercial a corto plazo, y en Indonesia se produjo una cuasimoratoria de la deuda privada. Por lo tanto, la supuesta recuperación del comercio en Asia oriental podría no ser rápida, ya que la acumulación de deudas inhibe el acceso al crédito por parte de los exportadores y causa contagio. Otro riesgo consiste en el debilitamiento de la base de capital de los bancos internacionales. No obstante, el riesgo sistémico que corren esos bancos es mucho menor que a principios de la década de 1980. En esa época la concentración crediticia (el volumen de préstamos pendientes de reembolso) frente a países afectados por deudas (principalmente en América Latina) equivalía al 65% del capital de los bancos. Actualmente el monto de los préstamos desembolsados y pendientes otorgados a los cinco países de Asia oriental más afectados por la crisis representa entre el 15% y el 20% de la base de capital. No obstante, la concentración crediticia de los bancos japoneses es de grandes proporciones: los préstamos otorgados a Asia oriental representan casi el 40% del capital, a lo que se agregan los préstamos con problemas existentes. La consecuencia es que la resolución de la concentración que plantea problemas --es decir la depuración de los balances de los bancos-- deteriorará aún más el crecimiento económico japonés. 5 Esta nota, basada en Global Economic Prospects Update, de enero de 1998, fue redactada por un equipo del Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo formado por Uri Dadush, Robert Lynn, Mick Riordan, Dipak Dasgupta y Ronald Johannes. El Grupo puede elaborar simulaciones detalladas del efecto que tendrá la crisis de Asia oriental en los diferentes países. Para obtener mayores detalles, llame a Robert Lynn al teléfono interno 33961. [BOTTOM, PAGE 4] El propósito de esta serie es presentar un resumen de prácticas recomendadas y conclusiones importantes en materia de políticas sobre temas relacionados con la Red sobre Reducción de la Pobreza y Gestión Económica (PREM). Notas PREM se distribuye ampliamente al personal del Banco y también se publica en el sitio electrónico de la Red (http://prem). Los interesados en redactar una nota para la serie Notas PREM pueden enviar un mensaje por correo electrónico a Kim Murrell, indicando el tema. Preparado para el personal del Banco Mundial [LOGO IN ENGLISH, OR:] PREM Network Reducción de la Pobreza y Gestión Económica 6 [FOOTER, PAGE 1] VICEPRESIDENCIA DE ECONOMÍA DEL DESARROLLO Y RED SOBRE REDUCCIÓN DE LA POBREZA Y GESTIÓN ECONÓMICA [RIGHT COLUMN, PAGE 1] La crisis de Asia oriental suscitará considerables repercusiones en la economía mundial, pero distará mucho de ser tan perjudicial como anteriores perturbaciones mundiales [LEFT COLUMN, PAGE 2] Las fallas de los sectores bancario y financiero internos tardarán en corregirse, y para ello se requerirán considerables recursos fiscales [RIGHT COLUMN, PAGE 3] Según se prevé, la tasa de crecimiento del PIB del conjunto de los países en desarrollo será del 3% al 9% en 1998 [LEFT COLUMN, PAGE 4] La disminución del acceso al capital externo ha sido exacerbada por la fuga de capitales internos [RIGHT COLUMN, PAGE 5] Los países exportadores de metales y productos básicos correrán peor suerte que los exportadores de manufacturas [LEFT COLUMN, PAGE 6] Los riesgos de propagación de la crisis son considerables, pero manejables 7 [BOX 1, PAGE 2] Recuadro 1 Ajustes del sector productivo en Indonesia, República de Corea y Tailandia La crisis asiática se está haciendo sentir en la economía real: en Indonesia, resultados insatisfactorios provocados por la sequía y el aumento de los precios de los alimentos; en la República de Corea, incremento del desempleo; en Tailandia, deterioro del sector industrial, mitigado por una vigorosa reacción en el agro. INDONESIA. Los precios de los productos alimenticios básicos están aumentando: en enero, por ejemplo, se registró un aumento del 25% en una sola semana. El precio del arroz, que es un producto básico clave, aumentó entre el 20% y el 25% en las principales zonas urbanas, y aún más en regiones afectadas por la sequía (lo que dio lugar a disturbios en procura de alimentos en Java oriental). El desempleo se está incrementando en forma pronunciada y aumentará la pobreza: quizá se duplique el número de pobres, que pasaría de 23 millones a 40 millones. REPÚBLICA DE COREA. Las quiebras y el desempleo van en aumento. Ocho de los 30 mayores chaebol (conglomerados industriales) han iniciado procedimientos de quiebra. En noviembre el desempleo registró el mayor incremento mensual en 15 años, y se prevé que llegue al 5% (1.200.000 trabajadores, en comparación con 500.000 en la actualidad). TAILANDIA. La industria padece una grave depresión. Las ventas mensuales de automotores, acero, productos electrónicos para el consumo y bienes duraderos se redujeron entre 35% y 75%, y en 1997 la tasa de crecimiento del producto industrial equivalió a la mitad de la de 1996. Según se prevé, la tasa de desempleo urbano aumentará hasta llegar al 6% (1.800.000 trabajadores), aunque ese fenómeno es contrarrestado por el crecimiento económico en las zonas rurales, debido al efecto amortiguador de las cosechas y al aumento de los precios y de la exportación. 8 [TABLE 1, PAGE 4] Cuadro 1 Proyecciones para 1998 basadas en las perspectivas económicas actuales y en Global Economic Prospects, 1997 (Variación porcentual, salvo indicación en contrario) Global Economic Prospects, Indicador Cifra actual 1997a Diferencia Crecimiento del PIB Mundo 2,6 3,1 ­0,5 Estados Unidos 2,4 2,1 0,3 Japón 0,8 3,0 ­2,2 Principales países de la UEb 2,8 2,7 0,1 Economías asiáticas de reciente industrializaciónc 2,2 6,3 ­4,1 Todos los países en desarrollo 3,9 4,9 ­1,0 África al sur del Sahara 3,4 4,1 ­0,7 Asia y el Pacíficoc 5,7 7,1 ­1,4 Asia oriental 5,7 7,7 ­2,0 Filipinas, Indonesia, Malasia, República de Corea, Tailandia ­0,2 6,8 ­7,0 Asia meridional 5,8 5,9 ­0,1 Europa y Asia central 3,0 2,9 0,1 Economías en transición 3,2 3,7 ­0,5 América Latina y el Caribe 2,7 3,7 ­1,0 Oriente Medio y Norte de África 2,7 3,6 ­0,9 Magreb 4,6 3,7 0,9 Mashreq 4,6 4,1 0,5 Crecimiento del comercio mundial 6,3 6,7 ­0,4 Precios de productos básicos y manufacturadosd Productos básicos no petroleros ­9,8 ­2,4 ­7,4 Petróleo ­11,5 0,0 ­11,5 Índice de valores unitarios de manufacturas del G­5 2,5 4,6 ­2,1 LIBOR de instrumentos en dólares a seis meses (porcentaje) 5,7 6,0 ­0,3 Nota: Las previsiones reflejan lo ocurrido en el segundo semestre de 1997, y no únicamente el período de la crisis de Asia oriental. a. Junio de 1997. b. Comprende los países de Europa central y oriental y las repúblicas de la antigua Unión Soviética. c. Excluida la República de Corea. d. Cambio en dólares. Fuente: Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo, enero de 1998. 9 [FIGURE 1, PAGE 2] Gráfico 1. Saldos en cuenta corriente en Asia oriental, 1993-2000 Porcentaje del PIB Pronóstico Tailandia Corea, Rep. de Indonesia Filipinas Malasia 1993 1994 1995 1996 1997 1998 1999 2000 Fuente: Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo, enero de 1998. [FIGURE 2, PAGE 5] Gráfico 2. Efecto del ajuste externo de Asia sobre el volumen de la exportación mundial Variación porcentual de la tasa de crecimiento económico de 1998 Economías asiáticas de reciente industrialización Oriente Medio y Norte de África América Latina y el Caribe Europa y Asia central Japón África al sur del Sahara UE-4 Asia meridional Estados Unidos a. En relación con las proyecciones que aparecen en Global Economic Prospects, 1997 Fuente: Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo, enero de 1998. 10 [FIGURE 3, PAGE 6] Gráfico 3. Relación de intercambio de los países en desarrollo, 1998 Variación porcentual con respecto a 1997 Argelia Colombia Perú Federación de Rusia Sudáfrica Chile Brasil India Polonia Côte d'Ivoire Turquía Fuente: Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo, enero de 1998. [FIGURE 4, PAGE 6] Figura 4. Márgenes de los bonos Brady y eurobonos soberanos Puntos básicos por encima de la tasa de referencia Bonos Brady América Latina y el Caribe Asia oriental Europa y Asia central Enero de 1996 Enero de 1997 Diciembre de1997 Fuente: Grupo de análisis de las perspectivas de desarrollo, enero de 1998. 11